ENCARNACIÓN EZCURRA
(El Misterio de sus Restos)
Gonzalo V. Montoro Gil
Mucho se ha escrito sobre Doña María
de la Encarnación Ezcurra y Arguibel de Rosas (Buenos Aires, 25 de Marzo de
1795 – 20 de Octubre de 1838).
Su casa natal y donde vivió con su
marido el Brigadier General Juan Manuel de Rosas, era en un predio que ocupaba
la actual esquina sudoeste de Bolívar y Moreno (la entrada era por la actual Moreno al 500)
Era ella una eminente patriota
y federal. Muchos historiadores han descripto su figura y su actuación política
al lado de su marido, aunque con mayores o menores certezas en lo relatado.
Lo que sí es certeza es que Juan
Manuel la amó como a ninguna y nadie lo amó como ella...fue su brazo derecho. Militaba,
convencía, inducia, sugestionaba....era muy pasional, valiente e inteligente.
Hemos dicho
en otro trabajo que ella “no era
estéticamente muy agraciada, fue su socia y consejera, siendo ella la única
persona a quien verdaderamente escuchaba.
Manejaba su actividad política sin ‘medias lenguas’. Era muy directa y expeditiva en sus acciones
y órdenes, en otras palabras, era muy poco diplomática. Repartía premios y castigos en forma rigurosa
y férrea mientras su marido se ausentaba de la ciudad. Aun cuando éste se encontraba presente, tejía
alianzas, identificaba a aquellos que se declaraban Federales, pero conspiraban
contra la Confederación, etc. Podemos
decir que se trataba de un matrimonio, pero en cierta forma conformaban una
sociedad políticamente perfecta”
Tan es así,
que aquellos que entendía que conspiraban contra el gobierno, aunque hayan sido
Federales o familiares, no eran perdonados por sus traiciones cuando estas eran
graves (lo de los Maza es un ejemplo)..
Con Rosas en el "desierto",
ella fue la gran figura política. Permítaseme un pequeño dato autorreferencial
que hemos comentado en el otro trabajo citado, y que
hace al tema:
Mi abuelo
Rodolfo Molina Salas era un acérrimo ‘antirrosista’,
según me han transmitido mi madre y otros familiares. La razón es
claramente comprensible: su tío segundo, Avelino Viamonte, hijo del Gral. J. J. Viamonte, fue
muerto supuestamente por la Mazorca por orden de Juan Manuel por conspirar en
su contra y colaborar en su derrocamiento. No queda muy claro de quien provino
la orden. Pero bien `pudo haber sido de Encarnación, su mujer, ya que en ese
momento su marido se encontraba en la
Campaña del Desierto
Su sobrino Lucio V. Mansilla, al relatar
la vida de su tía con su tío Juan Manuel manifestó: “Al parecer, se trató de verdaderas almas gemelas. Fue el propio
Mansilla quien escribió: "La encarnación de aquellas dos almas fue
completa. A nadie quizá amó tanto
Rosas como a su mujer, ni nadie creyó tanto en él como ella; de modo que
llegó a ser su brazo derecho, con esa impunidad, habilidad, perspicacia y doble
vista que es peculiar a la organización femenil. Sin ella quizá no vuelve al poder. No era ella la que en ciertos momentos
mandaba; pero inducía, sugestionaba y una inteligencia perfecta reinaba en
aquel hogar, desde el tálamo hasta más allá".
Como lo relatan Pepe
Rosa, Fermín Chávez, Manuel Gálvez o Don Julio Irazusta eran un matrimonio
perfecto durante 25 años, hasta el funesto 20 de octubre de 1838, cuando
Encarnación falleció.
Su muerte fue
imprevista, a la edad de 43 años a causa de un paro cardiorrespiratorio (se cree que sufría
de alta presión)
El ejército se enluta con un velillo
negro alrededor del morrión o del quepí. El ataúd es llevado a pulso a San
Francisco, donde será enterrado luego de pasar en medio de una calle humana
formada por tropas a la izquierda y por eminentes federales a la derecha.
Alrededor de 25 000 personas (sobre un total de 60 000 habitantes de
la época) asistieron a su sepelio y a la procesión del féretro el
dia 21, desde el Fuerte hasta el Convento de San Francisco.
El cortejo fúnebre al que asistieron diplomáticos de Gran Bretaña, Brasil, de la
isla de Cerdeña y el encargado de negocios de los Estados Unidos fue pagado por
la Junta de Representantes, a la cual el gobernador Rosas agradeció formalmente
la inversión el 1 de noviembre de 1838.
También estaban presentes todos los
integrantes del Estado Mayor del Ejército de la Confederación Argentina, en el
que figuraban los generales Guido, Agustín de Pinedo, Soler, Vidal, Benito
Mariano Rolón y –el entonces- Federal Gral. Lamadrid.
Rosas mismo ordenó
para la “Heroína de la Federación” funerales de Capitán General. La Gaceta
Mercantil del 29 de octubre de 1838 publicó, por este mismo motivo, que los
ministros extranjeros izaron a media asta sus banderas. Las demás provincias
argentinas hicieron análogas manifestaciones de duelo.
Al general Pacheco el
desconsolado viudo, traspasado de un dolor intenso le confía: “Esa santa era la esencia de la virtud
sublime y del valor sin ejemplo”. El dolor fue desgarrador
para Rosas. Se encerró durante horas con el cadáver y lloró sosteniéndola en sus
brazos. Sus funerales fueron fastuosos. Buenos
Aires jamás había visto algo así….
*
Pero aconteció un hecho singular y que es un misterio hasta hoy día:
Cuando ochenta y siete años después de su muerte su cadáver fue trasladado a la bóveda familiar de los Ortiz de Rozas en el cementerio de la Recoleta- donde en 1989 se le reunirían los restos de su esposo-el cuerpo apareció incorrupto, casi como el día que la enterraron.
Sobre el tema en el año 1925 el obispo Marcos Ezcurra, descendiente de
Encarnación, lo relató:
"El
cadáver de doña Encarnación estaba en el mausoleo de Máximo Terrero, en nuestra
Recoleta (…). La familia resolvió trasladarlo al sepulcro de los Ortiz de
Rosas.
“Se preparó una urna para
las cenizas. Suponíase que el cadáver estuviera hecho polvo. Habían
transcurrido desde su muerte ochenta y siete años.
Pero, cuál no sería la
sorpresa de todos cuando al abrirse el ataúd vimos que el cuerpo de doña Encarnación
estaba intacto, incorrupto, tal como si acabara de morir.
“Los cabellos, la piel de la cara y de las
manos, conservaban su integridad, lo mismo que el resto del cuerpo (…) El rostro podía retratarse con las facciones
perfectas, blanco, con un blanco de cera amarillosa;; los ojos cerrados pero
con expresión de vivos; la boca entreabierta rezando una plegaria y los
vestidos intactos: vestía el hábito de Santo Domingo con que doña Encarnación fue sepultada y el cuello, el escapulario de la
Hermandad de los Dolores, las medias de lana blanca y los zapatos negros
estaban flamantes”.
“Ochenta y siete años de tumba no bastaron a
destruir el cuerpo de aquella mujer hondamente cristiana. ¡Qué digo el cuerpo!
Ni siquiera el hábito, ni el peinado, ni las flores que el propio Rosas puso
alrededor de su cabeza como un nimbo de santa, presentaban las huellas del
tiempo. Todo estaba incólume. Hasta las flores secas podían reconocerse con facilidad.
Muchos parientes se llevaron, como recuerdo, algunas.
“En las manos mantenía el
rosario. Y en el rostro purísimo, sin una sola arruga, brillaba una suave
sonrisa viviente. No pudo utilizarse la urna para sus despojos. El cadáver fue
inhumado por segunda vez, tal como estaba, en la tumba de la familia Ortiz de
Rosas, en la Recoleta. Allí, a través del
cristal, puede verse el rostro intacto todavía", detalló.".
Dice María Sáenz de
Quesada “Este curioso hecho hace suponer
a Ezcurra que se trataba de un designio divino. Era una singularidad más de la
bravía esposa de Juan Manuel, exponente de la mujer política de de la clase
dirigente criolla de principios del siglo pasado, tenaz, implacable y segura de
sí, salvo-y en esto demostraba su inteligencia-en cuanto a la seguridad del
cariño de su idolatrado esposo, ese amor difícil que había elegido a los 17
años de edad y que la había conducido a un destino extraordinario”. ….
A la
izquierda el ataúd de Encarnación y a su derecha el de Juan Manuel
*
FUENTES:
-MANSILLA, Lucio V. (“Rozas, ensayo histórico-psicológico, Bs As, A-Z, 1996”)
-MONTORO GIL, Gonzalo Vicente (‘J.M.de Rosas.-Aspectos Poco Conocidos de su Vida y su Familia’- El Mensajero De La Confederación Argentina blogspot -www.revisionistas.com.ar- 2017-actualizado a Febrero 2018).
-OTAÑO, Julio R. (‘¿Dónde están los restos de Encarnación Ezcurra? ¿En qué estado se encontraron 87 años después?- En revisionistasdesanmartin.blogspot.com’-19-05-2020)
-SABINA,
Luciana (“Encarnación Ezcurra: la increíble vida de una mujer a la que todos
burlaban y se convirtió en el gran amor de Juan Manuel de Rosas” – para infobae-10-8-20)
-SAENZ DE QUESADA, María (‘Las Mujeres de Rosas’- Editorial
Sudamericana-Buenos Aires- 2012)
-TURONE, Gabriel O. (“Encarnación
Ezcurra”- www.revisionistas.com.ar - )
http://www.revisionistas.com.ar/?p=8857 http://www.revisionistas.com.ar/?p=8857
EXTRAORTDINARIA DESCRIPCIÓN. ES UN DETALLE QUE YO DESCONOCÍA.
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