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lunes, 9 de junio de 2025

ROSAS Y LA CONFEDERACIÓN ARGENTINA-Aspectos poco conocidos de su historia -(20-5-25.)mp4

 ROSAS Y LA CONFEDERACIÓN ARGENTINA-Aspectos poco conocidos de su historia (20-5-25)

Conferencia en el Instituto Nacional de Investigaciones Historias J.M.de Rosas

https://www.youtube.com/watch?v=0aJFJwXqrM8&t=209s


miércoles, 4 de junio de 2025

BARTOLOMÉ MITRE (Y SU COSTUMBRE DE ‘PERDER’ DOCUMENTOS)

 

BARTOLOMÉ MITRE

(Y SU COSTUMBRE DE ‘PERDER’ DOCUMENTOS)

      

Gonzalo V. Montoro Gil



Hemos conocido y sabido la costumbre, arraigada, de Mitre de perder batallas militares: debe ser el único caso en la historia en que un militar llega a ser General de un ejército habiendo perdido todas las batallas que comandó. Nunca pudo en el campo militar solazarse con un triunfo,

Los brasileños se lo sacaron literalmente de encima cuando Mitre comandaba las tropas de la Triple Alianza en la guerra contra el Paraguay. Era tal el desastre como militar y estratega que los brasileños, horrorizados por las matanzas que sufrían las tropas de dicha alianza (casi 6.000 muertos de la Alianza contra solo 60 paraguayos, en Curupaity) lo ‘invitaron’ gentilmente a que se volviera a Buenos Aires, lo que Mitre hizo inmediatamente a los efectos de seguir la matanza en el interior de la República contra los gauchos desarrapados, mujeres, niños, ancianos, desvalidos para ‘civilizar’ a sangre y fuego su propia patria desolada.

Eso sí, no por mano directa del mismo, inútil como se ve, sino a través de sus sicarios uruguayos Venancio Flores, Wenceslao Paunero, Ambrosio Sandes, José Miguel Arredondo, Pablo Irrazábal e Ignacio Rivas cuyo punto en común entre ellos residía en su forma de proceder: degollar a desvalidos niños, mujeres, ancianos, pobres gauchos y soldados rendidos, en cantidades de 100, 200 300 y mas en un solo día e incendiar sus pobres chozas donde vivían, por orden de Mitre y luego de Sarmiento, que así lo ordenaban.

Si alguna vez estuvo Mitre del lado de los triunfadores fue, cuando apenas comenzaba su carrera militar, por recomendación del Gral. Garzón el 4 de Diciembre de 1837, designado dragoneante de Manuel Oribe y bajo sus órdenes en la Banda Oriental el 15 de Enero de 1838 y luego el 16 de Agosto del mismo año, ingresa como miembro del Estado Mayor de aquél para luego traicionarlo y pasarse a las filas de Fructuoso Rivera cuando éste, mediante un golpe institucional, obliga a Oribe a irse del gobierno y cruzar a Buenos Aires.

Además, Mitre tuvo otra originalidad: ha sido el único militar argentino que perdió una batalla frente a los indios que lo corrieron hasta Tandil.

Pues bien, si bien como militar y diplomático era un improvisado permanente y continuo perdedor, como fiel subordinado al imperio inglés, a través de figuras como Norberto de la Riestra, funcionario de los bancos ingleses en Buenos Aires y empleado directo del gobierno inglés, un cipayo con todas las letras, Mitre tenía como única ‘arma’ victoriosa su diario ‘La Nación’ en cuyo epígrafe se leía ‘La Nación Será Un Tribuna de Doctrina’ siendo que en realidad fue ‘una doctrina de tribuna’ y también, una habilidad verbal para lograr que lo ‘blanco sea negro’ y lo ‘negro sea blanco’ disfrazando realidades catastróficas en victorias fantasmas e inexistentes.

Dice, y prueba, de Mitre el historiador entrerriano Eduardo Guillermo BERNASCONI:

El pensamiento oficial ha elevado la figura de Mitre hasta alturas casi inalcanzables a la vista humana. En su honor se han derramado ríos de tinta en libros, artículos y homenajes a la par que su nombre se ha esparcido en la nominación de calles, plazas, teatros, paseos públicos y hasta ferrocarriles. Quien quiera que observara el espectáculo, ignorando la historia del país y el papel que le cupo en ella al personaje en cuestión, podría llegar a pensar que a aquel hombre se le debe cuanto menos la forja de la nacionalidad. Todo un culto le rodea con su liturgia y su sacerdocio, sin olvidar un buen número de monaguillos históricos atentos a todo atisbo de herejía…..Pero no es sólo el diario La Nación la encargada de ejercer la función de guardia pretoriana post mortem del prócer; hay todo un poderoso sistema en forma de un andamio económico y político que, contándolo a él como a uno de sus fundadores, se ocupa con toda meticulosidad de cuidar su estatua. En la maraña se destaca un compacto pelotón de historiadores que, desde las marmóreas tribunas de la Academia Nacional de Historia hasta las cuevas de los plumíferos de la izquierda amarilla, bregan cabeza a cabeza por destacarse en el besamanos del prócer intocable”.

Del mismo modo opina Alberdi, diciendo que si Belgrano se levantara de la tumba se vería él mismo insultado por Mitre al leer su propia historia.

El historiador H.S.Ferns sin tapujos nos dice “ "Cuando Mitre asumió sus funciones de presidente constitucional de la República Argentina... se había alcanzado uno de los objetivos de la política británica." Como puede verse, siempre hay alguien - británico en este caso- dispuesto a decir la verdad…..

Esa habilidad verbal lo llevó a seducir, seguramente, a personajes de la historia  y lograr, inexplicablemente, documentaciones valiosas que quedaron en su poder. Por lo menos, cuatro que son conocidas.

Mitre, alguien que de los documentos hizo un culto, solía ‘perder’ documentos históricos.….….

Y ya que hablamos de ‘pérdidas’, veamos al respecto.

1.-El ‘Plan de Operaciones’ de Mariano Moreno

Principiemos por decir que Mitre tuvo en sus manos un supuesto “Plan de Operaciones” atribuido a Mariano Moreno, que se dice fue encargado por la Primera Junta después de la Revolución de Mayo de 1810. Detallaba un plan para consolidar la independencia y la libertad de las Provincias Unidas. El Plan, que lleva la fecha del 30 de agosto de 1810, presenta un preámbulo y nueve artículos que se ajustan a los elevados por Manuel Belgrano en los documentos de la Junta que lo preceden.

No sabemos a ciencia cierta si perteneció a Moreno, pero quien haya sido el autor, el documento  ..  ’se perdió’…

Se trata de un escrito ‘Jacobino’ y maquiavélico que, como ha señalado Horacio González, se empeña en explicar con folletinesca truculencia el uso del mal al servicio del bien, bajo la convicción explícita de que las épocas revolucionarias justifican conductas de excepción.

Se enfrentaban la imagen de un Moreno liberal republicano forjado por la historiografía oficial, al modo del diario La Nación, un Moreno radicalizado e iluminista, sostenido por corrientes reformistas y de izquierda, e incluso un Moreno anglófilo, presto a entregar la soberanía de estos territorios.

En dicho Plan se contemplaba la necesidad de romper la alianza anglo-portuguesa y lograr el apoyo de esta última proponiendo cederle la isla Martín García mediante un contrato de arriendo por veinte o veinticinco años; También, insiste con la necesidad de establecer una alianza con Gran Bretaña, sin perder de vista sus rasgos característicos, el señorío de los mares y la extensión de miras mercantilistas.

Eduardo Madero era quien había encontrado el documento en el Archivo de Indias  en España y le remitió una copia que pudo a duras penas conseguir a Bartolomé. Éste lo ocultó, al principio pero, luego, curiosamente, se le ‘extravió’ a Don Bartolo….

Posiblemente lo que allí decía ponía de manifiesto la entrega del país que la historia oficial trataba de ocultar como tal.

Lástima que a don Bartolo se le ‘perdió’….

2.-Documentacion escrita de propia mano de José de San Martin respecto a sus conversaciones con Simón Bolívar.

 Luego de sus conversaciones con Bolívar debió San Martín irse a Europa pues corría peligro su vida como se lo advirtió Estanislao López. Este le hizo ver que Bernardino Rivadavia, su mayor enemigo, intentaba asesinarlo.

Muchos años después, ya en Europa, cuando su amigo Tomás Guido le sugirió que hiciera público sus conversaciones con Bolívar puesto que San Martín le había dicho que tenía escritos privados donde explicaba lo conversado en esa reunión en Guayaquil, San Martin le dice a su amigo que eso, por él escrito, lo dejaba para que el propio Guido lo hiciera público cuando falleciese.

Efectivamente, Guido le recrimina a San Martín su retirada del Perú y que la historia se la vería en problemas para explicar eso.

San Martín, el dia 18 de Diciembre de 1826 le contesta “-Cuando deje de existir, Ud. encontrará entre mis papeles, pues en mi última disposición  hay una clausula expresa le sean entregados documentos originales y sumamente interesantes. Ellos, y los apuntes que Ud. hallará ordenados, manifiestan mi conducta pública y las razones de mi retirada del Perú…..sabrá cosas que ha ignorado y que le admirarán a pesar de lo mucho que ha visto en la revolución. Ud. me dirá que la opinión pública y la suya están interesadas en que estos documentos vean la luz en mis días. Varias razones me acompañan para no seguir este parecer, pero solo citaré uno que para mí es concluyente, a saber que en lo general los hombres juzgan lo pasado según la verdadera justicia y lo presente según sus intereses; por lo respectivo a al opinión pública, ¿ignora Ud., por ventura, que los tres tercios de los habitantes de que se compone el mundo dos y medios son necios y el resto de pícaros con muy poca excepción de hombres  de bien?. Sentado este axioma de eterna verdad, Ud. conoce que yo no me apresurará satisfacer semejante clase de gente, pues estoy seguro que los honrados me harán  la justicia a que yo  me creo acreedor. En cuanto a que la historia se verá en trabajos para cohonestar mi separación del Perú, yo diré a Ud. con Lebrun: ‘-En vano correréis tras de la gloria, Moriréis extinguiendo sentimientos; ni respeto, ni amor, y sin lamentos, la muerte sepultará vuestra memoria’-“.

En otra carta a Guido, el día 21 de Julio de 1827, le hace comentarios sobre la personalidad de Bolívar y que ya se lo contaría en otra oportunidad (oportunidad que no llegará nunca). Dice San Martin a Guido que “no me queda la menor duda de las sanas intenciones de este general en atacar mi opinión, pero yo será un mal caballero si abusase de la situación en que se halla, y que estoy seguro empeorará aun por su carácter, para publicar secretos que solo Ud. sabrá y que solo verán la luz después que deje de existir”.

San Martín temía enviarle a Guido sus documentos por temor a que cayeron en mano de los Unitarios, en especial, de Rivadavia.

Como bien dice el Libertador, deja establecido que cuando muera, toda esa documentación será heredada por Guido, y además, deja  le deja esa comanda a su yerno Mariano Balcarce y a su esposa Merceditas, hija del General para que, a su muerte, entregaran esos escritos privados a su amigo Guido, como se dijo.

Pero Mariano Balcarce, albacea de San Martín, le entregó los documentos –hasta entonces desconocidos- de San Martín a Bartolomé Mitre para que éste los utilizara en la redacción de una biografía del General pues consideró que Mitre era la persona ideal para llevar a cabo esta tarea, dadas sus habilidades como historiador y periodista. Además, Mitre era amigo de Balcarce y tenía una relación cercana con la familia San Martín.

Al margen de dicha relación ¡Vaya a saber que hablaron Balcarce y Mitre para que aquél no cumpliera con el mandato de San Martin, específicamente para inducirlo al primero a no cumplir con la entrega de la documentación a Guido!. Fue como entregar un pastor el cuidado de sus ovejas al lobo ….

Una carta de Mariano Balcarce, esposo de Merceditas, fechada el 5 de febrero de 1859  a Mitre, comienza a echar algo de luz sobre este extremo: “En efecto, nuestro común amigo el Sr. Guerrico me ha escrito en el mismo sentido que Ud. respecto de su patriótico pensamiento de escribir la historia de mi señor Padre político el Gral. San Martín  y puede Ud. contar que le proporcionaré los documentos de mayor interés que encuentre entre los papeles que tengo en mi poder”.

El mencionado Manuel Guerrico  fue una persona de la máxima confianza del propio San Martin y su familia, a punto tal de ser uno de los pocos patriotas que acompañaron los restos del prócer en el discreto funeral que se llevó a cabo en Boulogne Sur Mer el 20 de agosto de 1850.

El beneplácito de Mariano Balcarce a la propuesta de Mitre es total, una sentencia plasmada en dicha carta así lo acredita “Ud. que reúne en tan alto grado la inteligencia y el saber, a la imparcialidad severa del historiador podrá mejor que nadie dar a conocer aquel hombre extraordinario”

Pocos meses después tendrá lugar otra carta y el primer envió de documentación histórica. Tal es así que el 6 de Junio de 1859 Balcarce le escribió a su “distinguido y apreciado señor” que “…cumpliendo mis promesas tengo el gusto de incluir la copia de una carta escrita por el Libertador Bolívar a mi señor Padre Político antes de la célebre entrevista de Guayaquil. El original existe en mi poder y nunca se le ha dado a publicidad”.

Durante muchos años se sucedieron las cartas entre Balcarce y Mitre en el cual el primero seguía entregando documentación de San Martín al segundo. Y no solo ello, sino que Balcarce, profundo admirador, remilgado y empalagoso, de Mitre, se siguió prosternandose ante él, en forma cada vez más sumisa e incondicional. Y, es más, fue en el encargado de difundir los escritos de Mitre por toda Europa.

Convengamos que Balcarce no simpatizaba con Rosas a diferencia de su suegro (y eso que gracias a Rosas por pedido de San Martín, Balcarce fue designado funcionario diplomático en Europa) apoyando a Urquiza en la batalla de Caseros, felicitándolo por el triunfo.

Es que luego de su histórico pronunciamiento contra Rosas, el general Urquiza en su carácter de gobernador de la provincia de Entre Ríos dictó un decreto de fecha 16 de julio de 1851 para honrar la memoria del prócer cuyo artículo primero rezaba “En el centro de la plaza principal de la capital de la Provincia se erigirá una columna en honor del general don José de SAN MARTÍN, en la que se inscribirán los nombres de todas las victorias con que afianzó la independencia de su patria”. 

Pero, luego en la batallas de Urquiza contra Mitre en Cepeda y Pavón,  Balcarce se puso a favor de Mitre.

Puede colegirse que poco aprendió Balcarce del Gral. San Martin y su lucha contra los Unitarios, así como poco agradecido y olvidadizo con Rosas, primero, y  con Urquiza, después, que fue el primero que honró después del pronunciamiento póstumamente a San Martín.

El 14 de Enero de 1869 Mitre le escribe a Balcarce pidiéndole astutamente más documentación que obraba en poder de éste “Pero comprendo que entre sus papeles deben hallarse muchos otros que complementaran mi obra, sobre todo en su correspondencia que siempre era tan llena de interés y que tanto acentúa y caracteriza al personaje histórico cuando es estudiado con atención y en el conocimiento de los antecedentes. Por lo tanto, espero que hallándose Ud. en las disposiciones que me manifestó, se sirva hacer llegar a mí poder los documentos de este género que le sean posible, pues sería un dolor que el libro no saliese tan completo como debiera, estando como estoy, resuelto a publicarlo de todos modos” .

Obsérvese el tono lastimoso y falsamente compungido de Mitre en el pedido a fin de que su admirador incondicional le enviase la documentación pedida.

Termina Mitre su carta retomando el plan que tiene trazado para la concreción de su objetivo “Como Ud., verá por el plan de mi trabajo, me interesan no solo los documentos públicos y la correspondencia privada de San Martin hasta 1822 si mi los subsiguientes durante su ostracismo, pues mi plan es tomar al personaje desde su abdicación en Lima hasta su muerte, terminando con la apoteosis que le ha hecho la América entera al levantarle estatuas, después de tantos años de ingratitud y olvido y en tal plan entra todo lo que se refiere al hombre privado, al carácter, a sus hábitos, a sus afecciones privadas, su método de vida, sus predilecciones, su lectura, conversaciones y todo cuanto pueda dar idea del hombre en el retiro que voluntariamente se había impuesto. Cuento, pues, con que Ud. me ayudará en esta grande obra que interesa a la gloria de la América y a la de su misma familia”.

Surtió efecto la verborragia encendida de Mitre, este modo Balcarce, estimulado su ego, le sigue enviando documentación a don Bartolo.

Rápidamente le contesta Balcarce en carta del 24 de mayo del mismo año, 1869:

“Agradable sorpresa me ha causado la lectura de su interesante y apreciable carta de 14 de enero que recibí después de la salida del anterior Paquete, pues no tenía idea hubiese Ud. ya empezado el importante trabajo que va a aumentar la justa reputación de que Ud. goza como historiador y literato y a popularizar y perpetuar aún más la memoria del virtuoso ciudadano cuyos servicios a la causa de la Independencia Americana quiere Ud. inmortalizar con tan patriótico entusiasmo…. Llamo particularmente la atención sobre las cartas del Gral. O´Higgins y del Almirante Bowles principalmente en lo relativo a Lord Cochrane. Las del Sr. Olmedo arrojan también alguna luz sobre la entrevista de Guayaquil”.

Ya el, 8 de agosto de 1882 Balcarce aborda abiertamente lo atinente al encuentro de los libertadores en Guayaquil, dirá al respecto “Los (documentos) que yo poseo , y es mi deseo y voluntad pases a sus manos con el tiempo no arrojan ninguna nueva luz sobre la entrevista de Guayaquil y retirada del Perú cuyas causas se hallan explicadas en la carta a Bolívar y me fueron repetidas veces confirmadas en conversaciones continuas por mi ilustre Padre que me aseguró que no habiendo logrado la cooperación que esperaba del libertador para completar rápidamente y sin gran efusión de sangre la independencia del Perú convencido que su presencia era un obstáculo a las aspiraciones de Bolívar, y podía prolongar por mucho tiempo la guerra y la ruina del país, pues el ejército aliado argentino- chileno se hallaba muy debilitado por las pérdidas sufridas en los campos de batalla y por las enfermedades que lo hacían muy inferior en número al de los españoles, resolvió hacer abnegación de su gloria personal y dejar que Bolívar, con su numeroso ejercito completase y consolidase la emancipación del Perú, que era ya un hecho indudable y cesasen así inmediatamente los males de la guerra. La entrevista de Guayaquil no tuvo testigos, estuvieron complemente solos los dos generales y las personas de su séquito solo asistieron a las fiestas que en esa ocasión se dieron”.

Los dichos de Balcarce no hacen más que afirmar el contenido de la célebre carta que San Martin cursó a Bolívar con posterioridad al encuentro, en agosto de 1822, luego publicada por el francés Gabriel Lafond de Lurcy, que Mitre catapultó a la fama como el “testamento político de San Martín”.

Así entonces, con toda la documentación en su poder se lanza Mitre a escribir la historia de San Martín al ‘uso propio’, donde es más la exaltación vanidosa que hace de sí mismo de sus glorias inexistentes, usando de excusa la vida de San Martin.

Las historia de San Martín escrita por Mitre adolece de muchas inexactitudes, a designo, como diría Sarmiento de su ‘Facundo’, ya que Mitre –como era su costumbre- manipula dicha documentación presentando un San Martin, edulcorado, pacifista, tal vez correcto en su faz militar, sin ahondar en sus motivos, pero escondiendo adrede lo que realmente le importa: esconder del Libertador: su pensamiento político crítico que cuestionaba severamente al Unitarismo y la entrega de la soberanía a los imperios inglés y francés (y brasileño) al cual subordinaba Mitre, Sarmiento, Vicente F. López y tantos otros, los intereses de la nación.

Amén de lo mucho que se pueda inferir  de los intercambios de correspondencia que a lo largo del tiempo San Martin mantuvo con Guido, O’Higgins, Las Heras y otros patriotas chilenos y peruanos, al respecto,  la referida documentación puntual personal, donde San Martín explicaba en detalle lo acontecido en Guayaquil con Bolívar,  ‘desapareció’ en manos de Mitre y nunca se supo más de ella y lo que ella contenía…

Mitre manipuló la documentación referida, descartando lo que no sirviera a sus propósitos políticos, insinuando que la defensa de los derechos de la patria fue producto de un San Martín, envejecido y psicológicamente débil, como también dijo Sarmiento.

Parece que todo esto que dijo Mitre no lo supo escuchar Mariano Balcarce.

Y también, parece que cuando escribió la historia del Libertador Mitre ‘olvidó’, asimismo, la guerra de ‘zapa’ que a lo largo del tiempo le hizo Rivadavia y que tan así fue expresado por San Martín en sus documentos y escritos. El manejo impúdico de la vida, el carácter y las ideas de San Martin por parte de Mitre fue feroz. Parece, así también, que Balcarce también lo ‘olvidó’.

Como bien dijo Ignacio Anzoátegui, citado por Santiago Rospide “Mitre asesinó a San Martín entre algodones de gloria y nos lo entrega convertido en una momia de bronce” .

3.-Documentacion perteneciente a de Juan Manuel de Rosas

En su trabajo histórico, como hasta el mismo Mitre tuvo que admitir, Adolfo Saldías dio mucha importancia a la búsqueda de fuentes que fundamentaran sus argumentos y juicios

J.BISMARCK da una detallada lista de la enorme, voluminosa hasta mas no poder de documentación que poseía Rosas, a la cual remitimos.

Contemporáneamente hemos contado en otro trabajo cómo los documentos referidos pasan de Manuela Rosas de Terrero y Máximo Terrero  entregan las misma a Adolfo Saldías.

Posteriormente, toda la documentación quedó en manos de J. M. León Ortiz de Rozas, nieto de Rosas. Al fallecer J. M. León, todo recayó en sus hijos: Primero en Ricardo Ortiz de Rozas; Luego en Sara Ortiz de Rozas (casada con Alejandro Cesar Fernández Sáenz).Después, llegó a manos de la hija mayor de ésta, Ana Rosa Fernández Sáenz de Abriani y posteriormente a sus descendientes Alejandro Fernández Sáenz Ortiz de Rozas y Arturo Abriani.

Todos ellos vivieron en departamentos ubicados en el edificio de la calle Juncal 2100/70 en la ciudad de Buenos Aires. 

Entre los años 2000 y 2002 al conocerse donde se encontraba toda esa voluminosa documentación, tomó intervención una comisión ‘ad-hoc’ presidida por el Gral. Oscar R. Chinni, que procedió a evaluarla y contabilizarla.  

Asimismo, sugirió dónde entregar todo, sin tener en cuenta que se trataba de documentación privada y no pública.

Entre otros documentos, allí se encuentran el testamento de Encarnación Ezcurra, cartas públicas y privadas de J.M. de Rosas y de su familia, detalles precisos de la rendición de cuentas durante su gestión de gobierno, entre otros escritos personales.

La familia Abriani, sin autorización del resto de los herederos de Rosas, procedieron a fin del año 2016 a donar inconsultamente a la Academia Nacional de Historia, todo el material en cuestión.

De este modo, se perdió irremediablemente la posibilidad de hacer visible, en forma documentada, los derechos y los actos de Juan Manuel tanto en el país como en el exilio.

Otro elemento que influyó contra de la posibilidad de exponer al público ese gigantesco material (por calidad y volumen) de altísimo valor histórico, fue la postura contraria a la persona y la actuación de Rosas y la Confederación, que siempre ha mantenido la Academia., órgano matriz del ‘mitrismo’.

Ese error o desinterés por parte de los Abriani al elegir esa institución como depositaria, ha imposibilitado ver o estudiar los documentos tanto antes como después de su entrega.  

Allí se encuentran la mayoría de los papeles escritos y demás documentación de Juan Manuel de Rosas: La documentación escrita del Juicio a la Nación reclamando lo que era suyo legítimamente obtenido; la Sucesión de Encarnación Ezcurra; los títulos de propiedad de las tierras de Palermo –que  el Juicio a la Nación, la sucesión de Encarnación, los papeles de Palermo, la contabilidad de la Recoleta, los papeles de su nieto Juan Manuel León Ortiz de 

Situación que sigue vigente actualmente.

La citada Academia ha informado en Noviembre de 2017 que hasta que no se ‘pongan en orden’ (sic) todos esos documentos, el público -ni siquiera su familia- podrá acceder a su lectura y estudio.

Culminada la organización y ordenamiento del material, -dicen- no habría inconvenientes para exponerlos.

En concreto a la fecha no se sabe bien dónde están específicamente y tampoco la posibilidad que alguien pueda verlos.

La Academia Nacional de Historia, órgano de difusión del anglo-mitrismo, poseedor y eventual operador de lo que esconde difícilmente diga alguna vez cuándo se podrá tener acceso a tales documentos de vital importancia para entender la realidad de nuestra historia y la historia de traiciones y lealtades a nuestra nación.

Hoy por hoy, dicha documentación en manos de los enemigos del Restaurador, puede considerarse ‘perdida’ en el nebuloso paso del tiempo…..

4.-Documentacion en poder de Justo José de Urquiza relativa a la Confederación Argentina

Otra ‘perdida’ más. En la década de 1850, la Confederación Argentina, liderada por Urquiza, y el Estado de Buenos Aires, liderado por Mitre, estaban en conflicto. Buenos Aires se había separado de la Confederación y buscaba rabiosamente su independencia.

El Pacto de San José de Flores, firmado en 1859, buscó la reconciliación entre Urquiza y Mitre, y la reincorporación de Buenos Aires a la Confederación.

De tal manera, como parte de la reconciliación y la integración de Buenos Aires a la Confederación, Urquiza entregó a Mitre como un gesto de agradecimiento ‘masónico’ documentos oficiales de la Confederación., La documentación de la Confederación Argentina que Urquiza regaló a Mitre se refiere a la documentación oficial de la Confederación que Urquiza, como presidente de la Confederación, entregó a Mitre,, como obsequio,  quien lideraba el Estado de Buenos Aires en ese momento. Esta documentación hace referencia a la existencia y funcionamiento de la Confederación Argentina, incluyendo tratados, leyes, correspondencia, incluyendo su constitución y otros documentos importantes. 

Documentación de la Confederación Argentina que poseía Urquiza en Entre Ríos, propia de su gobierno, aunque no se sabe si aumentada por lo que pudo llegar a llevarse de Palermo cuando estuvo allí luego de Caseros.

Ahora bien, ¿Dónde se encuentra dicha voluminosa documentación?.

Según el último nieto vivo de Urquiza, Francisco José Sáenz Valiente, el mismo comienza a recordar anécdotas que le contaron su mamá Teresa y su tía Lola, las dos hijas menores de Urquiza.

Y dice, en forma literal, el citado en la anécdota Nro.32 que  Urquiza “…la remite a requerimiento del Presidente Mitre el archivo de la Confederación actitud ésta que señala como patriótica y que en realidad Urquiza interpretaba su ideal: La UNION NACIONAL. Mitre le agradece encomiablemente pero al ubicar el archivo en los sótanos de la Aduana Vieja se perdió es pieza histórica”.

¿Qué tenemos aquí?: El antiguo enemigo del país recibe del traidor Urquiza, luego de la batalla de Pavón, toda la documentación que el mismo tenía o que sustrajo de la residencia de Rosas en Palermo y se la entrega graciosamente a Mitre y éste –no se sabe cómo- la ‘pierde’ (sic), según lo cuenta el nieto de Urquiza que le fuera transmitida por las dos hijas menores de don Justo José

Así nos encontramos otra documentación valiosa y fundamental de nuestro acervo histórico que Bartolomé Mitre inexplicablemente, también ‘pierde’ en los herrumbrosas paredes de la Vieja Aduana de Buenos Aires

*

En fin, como dijo Alberdi “la Falsa historia es origen de la falsa política; Su historia es una pieza de su política. Falsificad el sentido de la historia y pervertís por el hecho toda la política…”. Ese es justamente el plan de la historia de Mitre y de la política de Mitre.

Para el tucumano la falsa política de Mitre busca entroncarse con su falsa historia, supuestamente ‘científica’ (sic) y que su supuesto gobierno nacional no era más que un simulacro de gobierno nacional. Asentado ese edificio, agregaría BERNASCONI, sobre  los cimientos de cadáveres de criollos.

Lamentable y paradójicamente Alberdi, tarde como siempre fue usual en él, llegaron sus palabras ciertas. Éste ha sido un engranaje clave con su prédica antinacional a lo largo de décadas para que dichos cimientos de la historia falsa, se expandiera y se sostuviera en el tiempo sirviendo de base intelectual a la construcción por parte de Mitre y Sarmiento (y otros más como Vicente Fidel López, Ricardo Levene, etc.) de la colonia que supieron crear, a sangre y fuego.

En cuanto a su famosa  y autoproclamada ‘historia científica’ de la que se vanagloriaba Mitre, todavía la estamos buscando….

 

***

FUENTES

Archivo del General San Martín, Tomo VI

Archivo del General Mitre. Presidencia de la República. Tomo XIII. Buenos Aires, Biblioteca de la Nación. Año 1912. Doc. 2878, doc. 14292 y 14300.

BERNASCONI, Eduardo Guillermo (‘La Patria Vieja’-Editorial Dunken-Bs.As. 2026)

BISMARCK, J. (‘Adolfo Saldías, Mitre y Juan Ángel Farini’- https://revisionistasdesanmartin.blogspot.com/2021/01/adolfo-saldias-mitre-y-juan-angel-farini.html- 3-1-21)

BLANCO, Martín Francisco. (‘La génesis de una monumental biografía: El intercambio epistolar entre Mariano Balcarce y Bartolomé Mitre’ Instituto Nacional Sanmartiniano’-20 de Mayo de 2025)

FERNS, H.S. (“Gran Bretaña y la Argentina en el siglo XIX”, Ed. Solar-1992)

GONZALEZ, Horacio (‘El Plan de Operaciones atribuido a Mariano Moreno’- Revista Digital de Cultura y Política- ‘La Letra Ñ’-Año XI Número 56 -  Diciembre de 2012)

https://lateclaene.blogspot.com/2010/05/gonzalez-horaciouna-vez-mas-el-plan-de.html

IBARGUREN, Carlos (‘San Martín, Íntimo’-Ediciones Peuser-Septiembre de 1950)

MONTORO GIL, Gonzalo V.(Juan Manuel De Rosas - Objetos Hallados En Su Ataúd Y Sus Papeles Privados De Southampton (Lugar Donde Se Encuentran Hoy) (Actualización A Septiembre 2021’) https://elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com/2020/12/juan-manuel-de-rosas-documentacion.html            

ROSPIDE, Santiago (‘El Sueño Frustrado de San Martín’- Ed.Milites Dei-2023)

SAENZ VALIENTE, Francisco José (‘Urquiza, primer presidente constitucional argentino’- Comisión Nacional de Derecho de Autor- Expte