ROSAS Y LA CONFEDERACIÓN ARGENTINA-Aspectos poco conocidos de su historia (20-5-25)
Conferencia en el Instituto Nacional de Investigaciones Historias J.M.de Rosas
https://www.youtube.com/watch?v=0aJFJwXqrM8&t=209s
Desde la Banda Occidental de las Prov.Unidas del Rio de la Plata creé este Blog.El fin es difundir trabajos propios y ajenos sobre temas históricos de la Confederación Argentina y de otras naciones, con una mirada profundamente raigal, consustanciado con el pensamiento del Brg.Gral.J.M.de Rosas,J.G.de Artigas,J.de San Martín,M.Oribe, M.Dorrego,M.M.de Güemes,M.Chilavert,J.A.Lavalleja, P.Echagüe,E.López,J.M.Roxas y Patrón,G.Brown,H.Bouchard,Lucio N.Mansilla y tantos otros.-
ROSAS Y LA CONFEDERACIÓN ARGENTINA-Aspectos poco conocidos de su historia (20-5-25)
Conferencia en el Instituto Nacional de Investigaciones Historias J.M.de Rosas
https://www.youtube.com/watch?v=0aJFJwXqrM8&t=209s
BARTOLOMÉ MITRE
(Y SU COSTUMBRE DE ‘PERDER’ DOCUMENTOS)
Gonzalo V. Montoro Gil
Hemos conocido y sabido la costumbre, arraigada, de Mitre
de perder batallas militares: debe ser el único caso en la historia en que un
militar llega a ser General de un ejército habiendo perdido todas las batallas
que comandó. Nunca pudo en el campo militar solazarse con un triunfo,
Los brasileños se lo sacaron literalmente de encima
cuando Mitre comandaba las tropas de la Triple Alianza en la guerra contra el
Paraguay. Era tal el desastre como militar y estratega que los brasileños,
horrorizados por las matanzas que sufrían las tropas de dicha alianza (casi
6.000 muertos de la Alianza contra solo 60 paraguayos, en Curupaity) lo
‘invitaron’ gentilmente a que se volviera a Buenos Aires, lo que Mitre hizo
inmediatamente a los efectos de seguir la matanza en el interior de la
República contra los gauchos desarrapados, mujeres, niños, ancianos, desvalidos
para ‘civilizar’ a sangre y fuego su propia patria desolada.
Eso sí, no por mano directa del mismo, inútil como se ve,
sino a través de sus sicarios uruguayos Venancio Flores, Wenceslao Paunero,
Ambrosio Sandes, José Miguel Arredondo, Pablo Irrazábal e Ignacio Rivas cuyo
punto en común entre ellos residía en su forma de proceder: degollar a desvalidos
niños, mujeres, ancianos, pobres gauchos y soldados rendidos, en cantidades de
100, 200 300 y mas en un solo día e incendiar sus pobres chozas donde vivían,
por orden de Mitre y luego de Sarmiento, que así lo ordenaban.
Si alguna vez estuvo Mitre del lado de los triunfadores
fue, cuando apenas comenzaba su carrera militar, por recomendación del Gral.
Garzón el 4 de Diciembre de 1837, designado dragoneante de Manuel Oribe y bajo
sus órdenes en la Banda Oriental el 15 de Enero de 1838 y luego el 16 de Agosto
del mismo año, ingresa como miembro del Estado Mayor de aquél para luego
traicionarlo y pasarse a las filas de Fructuoso Rivera cuando éste, mediante un
golpe institucional, obliga a Oribe a irse del gobierno y cruzar a Buenos Aires.
Además, Mitre tuvo otra originalidad: ha sido el único
militar argentino que perdió una batalla frente a los indios que lo corrieron hasta
Tandil.
Pues bien, si bien como militar y diplomático era un
improvisado permanente y continuo perdedor, como fiel subordinado al imperio
inglés, a través de figuras como Norberto de la Riestra, funcionario de los
bancos ingleses en Buenos Aires y empleado directo del gobierno inglés, un
cipayo con todas las letras, Mitre tenía como única ‘arma’ victoriosa su diario
‘La Nación’ en cuyo epígrafe se leía ‘La
Nación Será Un Tribuna de Doctrina’ siendo que en realidad fue ‘una
doctrina de tribuna’ y también, una habilidad verbal para lograr que lo ‘blanco
sea negro’ y lo ‘negro sea blanco’ disfrazando realidades catastróficas en
victorias fantasmas e inexistentes.
Dice, y prueba, de Mitre el historiador entrerriano
Eduardo Guillermo BERNASCONI:
“El pensamiento oficial
ha elevado la figura de Mitre hasta alturas casi inalcanzables a la vista
humana. En su honor se han derramado ríos de tinta en libros, artículos y
homenajes a la par que su nombre se ha esparcido en la nominación de calles,
plazas, teatros, paseos públicos y hasta ferrocarriles. Quien quiera que
observara el espectáculo, ignorando la historia del país y el papel que le cupo
en ella al personaje en cuestión, podría llegar a pensar que a aquel hombre se
le debe cuanto menos la forja de la nacionalidad. Todo un culto le rodea con su
liturgia y su sacerdocio, sin olvidar un buen número de monaguillos históricos
atentos a todo atisbo de herejía…..Pero no es sólo el diario La Nación la
encargada de ejercer la función de guardia pretoriana post mortem del prócer;
hay todo un poderoso sistema en forma de un andamio económico y político que,
contándolo a él como a uno de sus fundadores, se ocupa con toda meticulosidad
de cuidar su estatua. En la maraña se destaca un compacto pelotón de
historiadores que, desde las marmóreas tribunas de la Academia Nacional de
Historia hasta las cuevas de los plumíferos de la izquierda amarilla, bregan
cabeza a cabeza por destacarse en el besamanos del prócer intocable”.
Del mismo modo opina Alberdi, diciendo que si Belgrano se
levantara de la tumba se vería él mismo insultado por Mitre al leer su propia
historia.
El historiador H.S.Ferns sin tapujos nos dice “ "Cuando Mitre asumió sus funciones de
presidente constitucional de la República Argentina... se había alcanzado uno
de los objetivos de la política británica." Como puede verse, siempre
hay alguien - británico en este caso- dispuesto a decir la verdad…..
Esa habilidad verbal lo llevó a seducir, seguramente, a
personajes de la historia y lograr,
inexplicablemente, documentaciones valiosas que quedaron en su poder. Por lo
menos, cuatro que son conocidas.
Mitre, alguien que de los documentos hizo un
culto, solía ‘perder’ documentos históricos.….….
Y ya que hablamos de ‘pérdidas’, veamos al respecto.
1.-El ‘Plan de Operaciones’ de
Mariano Moreno
Principiemos por decir que
Mitre tuvo en sus manos un supuesto “Plan
de Operaciones” atribuido a Mariano Moreno, que se dice fue encargado por
la Primera Junta después de la Revolución de Mayo de 1810. Detallaba un plan
para consolidar la independencia y la libertad de las Provincias
Unidas. El Plan, que lleva la fecha del 30 de agosto de 1810, presenta un
preámbulo y nueve artículos que se ajustan a los elevados por Manuel Belgrano
en los documentos de la Junta que lo preceden.
No sabemos a ciencia
cierta si perteneció a Moreno, pero quien haya sido el autor, el documento .. ’se
perdió’…
Se trata de un escrito ‘Jacobino’ y maquiavélico que, como ha señalado Horacio González, se empeña en explicar con folletinesca truculencia el uso
del mal al servicio del bien, bajo la convicción explícita de que las épocas
revolucionarias justifican conductas de excepción.
Se enfrentaban la imagen
de un Moreno liberal republicano forjado por la historiografía oficial, al modo
del diario La Nación, un Moreno radicalizado e
iluminista, sostenido por corrientes reformistas y de izquierda, e incluso un
Moreno anglófilo, presto a entregar la soberanía de estos territorios.
En dicho Plan se
contemplaba la necesidad de romper la alianza anglo-portuguesa y lograr el
apoyo de esta última proponiendo cederle la isla Martín García mediante un
contrato de arriendo por veinte o veinticinco años; También, insiste con la
necesidad de establecer una alianza con Gran Bretaña, sin perder de vista sus
rasgos característicos, el señorío de los mares y la extensión de miras
mercantilistas.
Eduardo Madero era quien
había encontrado el documento en el Archivo de Indias en España y le remitió una copia que pudo a
duras penas conseguir a Bartolomé. Éste lo ocultó, al principio pero, luego, curiosamente,
se le ‘extravió’ a Don Bartolo….
Posiblemente lo que allí decía ponía de
manifiesto la entrega del país que la historia oficial trataba de ocultar como
tal.
Lástima que a don Bartolo se le ‘perdió’….
2.-Documentacion escrita de propia mano de José de San Martin respecto a sus conversaciones con Simón Bolívar.
Luego de sus conversaciones con Bolívar debió San Martín irse a Europa pues corría peligro su vida como se lo advirtió Estanislao López. Este le hizo ver que Bernardino Rivadavia, su mayor enemigo, intentaba asesinarlo.
Muchos años después, ya en Europa, cuando su amigo Tomás
Guido le sugirió que hiciera público sus conversaciones con Bolívar puesto que
San Martín le había dicho que tenía escritos privados donde explicaba lo
conversado en esa reunión en Guayaquil, San Martin le dice a su amigo que eso,
por él escrito, lo dejaba para que el propio Guido lo hiciera público cuando
falleciese.
Efectivamente, Guido le recrimina a San Martín su
retirada del Perú y que la historia se la vería en problemas para explicar eso.
San Martín, el dia 18 de Diciembre de 1826 le contesta “-Cuando deje de existir, Ud. encontrará
entre mis papeles, pues en mi última disposición hay una clausula expresa le sean entregados
documentos originales y sumamente interesantes. Ellos, y los apuntes que Ud.
hallará ordenados, manifiestan mi conducta pública y las razones de mi retirada
del Perú…..sabrá cosas que ha ignorado y que le admirarán a pesar de lo mucho
que ha visto en la revolución. Ud. me dirá que la opinión pública y la suya
están interesadas en que estos documentos vean la luz en mis días. Varias
razones me acompañan para no seguir este parecer, pero solo citaré uno que para
mí es concluyente, a saber que en lo general los hombres juzgan lo pasado según
la verdadera justicia y lo presente según sus intereses; por lo respectivo a al
opinión pública, ¿ignora Ud., por ventura, que los tres tercios de los habitantes
de que se compone el mundo dos y medios son necios y el resto de pícaros con
muy poca excepción de hombres de bien?.
Sentado este axioma de eterna verdad, Ud. conoce que yo no me apresurará
satisfacer semejante clase de gente, pues estoy seguro que los honrados me
harán la justicia a que yo me creo acreedor. En cuanto a que la historia
se verá en trabajos para cohonestar mi separación del Perú, yo diré a Ud. con
Lebrun: ‘-En vano correréis tras de la gloria, Moriréis extinguiendo sentimientos;
ni respeto, ni amor, y sin lamentos, la muerte sepultará vuestra memoria’-“.
En otra carta a Guido, el día 21 de Julio de 1827, le
hace comentarios sobre la personalidad de Bolívar y que ya se lo contaría en
otra oportunidad (oportunidad que no llegará nunca). Dice San Martin a Guido
que “no me queda la menor duda de las
sanas intenciones de este general en atacar mi opinión, pero yo será un mal
caballero si abusase de la situación en que se halla, y que estoy seguro empeorará
aun por su carácter, para publicar secretos que solo Ud. sabrá y que solo verán
la luz después que deje de existir”.
San Martín temía enviarle a Guido sus documentos por
temor a que cayeron en mano de los Unitarios, en especial, de Rivadavia.
Como bien dice el Libertador, deja establecido que cuando
muera, toda esa documentación será heredada por Guido, y además, deja le deja esa comanda a su yerno Mariano
Balcarce y a su esposa Merceditas, hija del General para que, a su muerte,
entregaran esos escritos privados a su amigo Guido, como se dijo.
Pero Mariano Balcarce, albacea de San Martín, le entregó
los documentos –hasta entonces desconocidos- de San Martín a Bartolomé Mitre
para que éste los utilizara en la redacción de una biografía del
General pues consideró que Mitre era la persona ideal para llevar a cabo
esta tarea, dadas sus habilidades como historiador y periodista. Además,
Mitre era amigo de Balcarce y tenía una relación cercana con la familia San
Martín.
Al margen de dicha relación ¡Vaya a saber que hablaron
Balcarce y Mitre para que aquél no cumpliera con el mandato de San Martin,
específicamente para inducirlo al primero a no cumplir con la entrega de la
documentación a Guido!. Fue como entregar un pastor el cuidado de sus ovejas al
lobo ….
Una carta de Mariano Balcarce, esposo de Merceditas, fechada el
5 de febrero de 1859 a Mitre, comienza a
echar algo de luz sobre este extremo: “En
efecto, nuestro común amigo el Sr. Guerrico me ha escrito en el mismo sentido
que Ud. respecto de su patriótico pensamiento de escribir la historia de mi
señor Padre político el Gral. San Martín y puede Ud. contar que le
proporcionaré los documentos de mayor interés que encuentre entre los papeles
que tengo en mi poder”.
El mencionado Manuel Guerrico fue una persona de la
máxima confianza del propio San Martin y su familia, a punto tal de ser uno de
los pocos patriotas que acompañaron los restos del prócer en el discreto
funeral que se llevó a cabo en Boulogne Sur Mer el 20 de agosto de 1850.
El beneplácito de Mariano Balcarce a la propuesta de Mitre es
total, una sentencia plasmada en dicha carta así lo acredita “Ud. que reúne en tan alto grado la
inteligencia y el saber, a la imparcialidad severa del historiador podrá mejor
que nadie dar a conocer aquel hombre extraordinario”
Pocos meses después tendrá lugar otra carta y
el primer envió de documentación histórica. Tal es así que el 6 de Junio de
1859 Balcarce le escribió
a su “distinguido y
apreciado señor” que “…cumpliendo
mis promesas tengo el gusto de incluir la copia de una carta escrita por el
Libertador Bolívar a mi señor Padre Político antes de la célebre entrevista de
Guayaquil. El original existe en mi poder y nunca se le ha dado a publicidad”.
Durante muchos años se sucedieron las cartas
entre Balcarce y Mitre en el cual el primero seguía entregando documentación de
San Martín al segundo. Y no solo ello, sino que Balcarce, profundo admirador,
remilgado y empalagoso, de Mitre, se siguió prosternandose ante él, en forma
cada vez más sumisa e incondicional. Y, es más, fue en el encargado de difundir
los escritos de Mitre por toda Europa.
Convengamos que Balcarce no simpatizaba con
Rosas a diferencia de su suegro (y eso que gracias a Rosas por pedido de San
Martín, Balcarce fue designado funcionario diplomático en Europa) apoyando a
Urquiza en la batalla de Caseros, felicitándolo por el triunfo.
Es que luego de su histórico pronunciamiento contra
Rosas, el general Urquiza en su carácter de gobernador de la provincia de Entre
Ríos dictó un decreto de fecha 16 de julio de 1851 para honrar la memoria del
prócer cuyo artículo primero rezaba “En el centro de la plaza principal de la capital de la
Provincia se erigirá una columna en honor del general don José de SAN MARTÍN,
en la que se inscribirán los nombres de todas las victorias con que afianzó la
independencia de su patria”.
Pero, luego en la batallas de Urquiza contra
Mitre en Cepeda y Pavón, Balcarce se
puso a favor de Mitre.
Puede colegirse que poco aprendió Balcarce del
Gral. San Martin y su lucha contra los Unitarios, así como poco agradecido y
olvidadizo con Rosas, primero, y con
Urquiza, después, que fue el primero que honró después del pronunciamiento
póstumamente a San Martín.
El 14 de Enero de 1869 Mitre le escribe a Balcarce
pidiéndole astutamente más documentación que obraba en poder de éste “Pero comprendo que entre sus papeles deben hallarse
muchos otros que complementaran mi obra, sobre todo en su correspondencia que
siempre era tan llena de interés y que tanto acentúa y caracteriza al personaje
histórico cuando es estudiado con atención y en el conocimiento de los
antecedentes. Por lo tanto, espero que hallándose Ud. en las disposiciones que
me manifestó, se sirva hacer llegar a mí poder los documentos de este género
que le sean posible, pues sería un dolor que el libro no saliese tan
completo como debiera, estando como estoy, resuelto a publicarlo de todos modos” .
Obsérvese el tono lastimoso y falsamente compungido de Mitre
en el pedido a fin de que su admirador incondicional le enviase la
documentación pedida.
Termina Mitre su carta retomando el plan que tiene trazado para la
concreción de su objetivo “Como Ud., verá por el plan de mi trabajo, me
interesan no solo los documentos públicos y la correspondencia privada de San
Martin hasta 1822 si mi los subsiguientes durante su ostracismo, pues mi plan
es tomar al personaje desde su abdicación en Lima hasta su muerte, terminando
con la apoteosis que le ha hecho la América entera al levantarle estatuas,
después de tantos años de ingratitud y olvido y en tal plan entra todo lo que
se refiere al hombre privado, al carácter, a sus hábitos, a sus afecciones
privadas, su método de vida, sus predilecciones, su lectura, conversaciones y
todo cuanto pueda dar idea del hombre en el retiro que voluntariamente se había
impuesto. Cuento, pues, con que Ud. me ayudará en esta grande obra que interesa
a la gloria de la América y a la de su misma familia”.
Surtió efecto la verborragia encendida de Mitre, este
modo Balcarce, estimulado su ego, le sigue enviando documentación a don Bartolo.
Rápidamente le contesta Balcarce en carta del 24 de mayo
del mismo año, 1869:
“Agradable sorpresa me ha causado la lectura de su interesante y
apreciable carta de 14 de enero que recibí después de la salida del anterior
Paquete, pues no tenía idea hubiese Ud. ya empezado el importante trabajo que
va a aumentar la justa reputación de que Ud. goza como historiador y literato y
a popularizar y perpetuar aún más la memoria del virtuoso ciudadano cuyos
servicios a la causa de la Independencia Americana quiere Ud. inmortalizar con
tan patriótico entusiasmo…. Llamo particularmente la atención sobre las cartas
del Gral. O´Higgins y del Almirante Bowles principalmente en lo relativo a Lord
Cochrane. Las del Sr. Olmedo arrojan también alguna luz sobre la entrevista de
Guayaquil”.
Ya el, 8 de agosto de 1882 Balcarce aborda
abiertamente lo atinente al encuentro de los libertadores en Guayaquil, dirá al
respecto “Los (documentos) que yo poseo , y es mi deseo y voluntad
pases a sus manos con el tiempo no arrojan ninguna nueva luz sobre la
entrevista de Guayaquil y retirada del Perú cuyas causas se hallan explicadas
en la carta a Bolívar y me fueron repetidas veces confirmadas en conversaciones
continuas por mi ilustre Padre que me aseguró que no habiendo logrado la
cooperación que esperaba del libertador para completar rápidamente y sin gran
efusión de sangre la independencia del Perú convencido que su presencia era un
obstáculo a las aspiraciones de Bolívar, y podía prolongar por mucho tiempo la
guerra y la ruina del país, pues el ejército aliado argentino- chileno se
hallaba muy debilitado por las pérdidas sufridas en los campos de batalla y por
las enfermedades que lo hacían muy inferior en número al de los españoles,
resolvió hacer abnegación de su gloria personal y dejar que Bolívar, con su
numeroso ejercito completase y consolidase la emancipación del Perú, que era ya
un hecho indudable y cesasen así inmediatamente los males de la guerra. La
entrevista de Guayaquil no tuvo testigos, estuvieron complemente solos los dos
generales y las personas de su séquito solo asistieron a las fiestas que en esa
ocasión se dieron”.
Los dichos de Balcarce no hacen más que afirmar el contenido de la
célebre carta que San Martin cursó a Bolívar con posterioridad al encuentro, en
agosto de 1822, luego publicada por el francés Gabriel Lafond de Lurcy, que
Mitre catapultó a la fama como el “testamento político de San Martín”.
Así entonces, con toda la documentación en su poder se
lanza Mitre a escribir la historia de San Martín al ‘uso propio’, donde es más
la exaltación vanidosa que hace de sí mismo de sus glorias inexistentes, usando
de excusa la vida de San Martin.
Las historia de San Martín escrita por Mitre adolece de
muchas inexactitudes, a designo, como diría Sarmiento de su ‘Facundo’, ya que
Mitre –como era su costumbre- manipula dicha documentación presentando un San
Martin, edulcorado, pacifista, tal vez correcto en su faz militar, sin ahondar
en sus motivos, pero escondiendo adrede lo que realmente le importa: esconder
del Libertador: su pensamiento político crítico que cuestionaba severamente al Unitarismo
y la entrega de la soberanía a los imperios inglés y francés (y brasileño) al
cual subordinaba Mitre, Sarmiento, Vicente F. López y tantos otros, los
intereses de la nación.
Amén de lo mucho que se pueda inferir de los intercambios de correspondencia que a lo
largo del tiempo San Martin mantuvo con Guido, O’Higgins, Las Heras y otros
patriotas chilenos y peruanos, al respecto, la referida documentación puntual personal,
donde San Martín explicaba en detalle lo acontecido en Guayaquil con Bolívar, ‘desapareció’ en manos de Mitre y nunca se
supo más de ella y lo que ella contenía…
Mitre manipuló la documentación referida, descartando lo
que no sirviera a sus propósitos políticos, insinuando que la defensa de los
derechos de la patria fue producto de un San Martín, envejecido y
psicológicamente débil, como también dijo Sarmiento.
Parece que todo esto que dijo Mitre no lo supo escuchar
Mariano Balcarce.
Y también, parece que cuando escribió la historia del
Libertador Mitre ‘olvidó’, asimismo, la guerra de ‘zapa’ que a lo largo del
tiempo le hizo Rivadavia y que tan así fue expresado por San Martín en sus
documentos y escritos. El manejo impúdico de la vida, el carácter y las ideas
de San Martin por parte de Mitre fue feroz. Parece, así también, que Balcarce
también lo ‘olvidó’.
Como bien dijo Ignacio Anzoátegui, citado por Santiago
Rospide “Mitre asesinó a San Martín entre
algodones de gloria y nos lo entrega convertido en una momia de bronce” .
3.-Documentacion perteneciente a de Juan Manuel de Rosas
En su trabajo histórico, como hasta el mismo Mitre tuvo
que admitir, Adolfo Saldías dio mucha importancia a la búsqueda de fuentes que
fundamentaran sus argumentos y juicios
J.BISMARCK da una detallada lista de la enorme, voluminosa
hasta mas no poder de documentación que poseía Rosas, a la cual remitimos.
Contemporáneamente hemos contado en otro trabajo cómo los
documentos referidos pasan de Manuela Rosas de Terrero y Máximo Terrero entregan las misma a Adolfo Saldías.
Posteriormente, toda la documentación quedó en manos de J. M. León Ortiz
de Rozas, nieto de Rosas. Al fallecer J. M. León, todo recayó en sus hijos: Primero
en Ricardo Ortiz de Rozas; Luego en Sara Ortiz de Rozas (casada con Alejandro
Cesar Fernández Sáenz).Después, llegó a manos de la hija mayor de ésta, Ana
Rosa Fernández Sáenz de Abriani y posteriormente a sus descendientes Alejandro
Fernández Sáenz Ortiz de Rozas y Arturo Abriani.
Todos ellos vivieron en departamentos ubicados en el edificio de la
calle Juncal 2100/70 en la ciudad de Buenos Aires.
Entre los años 2000 y 2002 al conocerse donde se encontraba toda esa
voluminosa documentación, tomó intervención una comisión ‘ad-hoc’ presidida por
el Gral. Oscar R. Chinni, que procedió a evaluarla y
contabilizarla.
Asimismo, sugirió dónde entregar todo, sin tener en cuenta que se
trataba de documentación privada y no pública.
Entre otros documentos, allí se encuentran el testamento de Encarnación
Ezcurra, cartas públicas y privadas de J.M. de Rosas y de su familia, detalles
precisos de la rendición de cuentas durante su gestión de gobierno, entre otros
escritos personales.
La familia Abriani, sin autorización del resto de los herederos de
Rosas, procedieron a fin del año 2016 a donar inconsultamente a la Academia
Nacional de Historia, todo el material en cuestión.
De este modo, se perdió irremediablemente la posibilidad de hacer
visible, en forma documentada, los derechos y los actos de Juan Manuel tanto en
el país como en el exilio.
Otro elemento que influyó contra de la posibilidad de exponer al público
ese gigantesco material (por calidad y volumen) de altísimo valor histórico,
fue la postura contraria a la persona y la actuación de Rosas y la
Confederación, que siempre ha mantenido la Academia., órgano matriz del
‘mitrismo’.
Ese error o desinterés por parte de los Abriani al elegir esa
institución como depositaria, ha imposibilitado ver o estudiar los documentos
tanto antes como después de su entrega.
Allí se encuentran la mayoría de los papeles escritos y demás
documentación de Juan Manuel de Rosas: La documentación escrita del Juicio a la
Nación reclamando lo que era suyo legítimamente obtenido; la Sucesión de
Encarnación Ezcurra; los títulos de propiedad de las tierras de Palermo
–que el Juicio a la Nación, la sucesión de Encarnación, los papeles de
Palermo, la contabilidad de la Recoleta, los papeles de su nieto Juan Manuel
León Ortiz de
Situación que sigue vigente actualmente.
La citada Academia ha informado en Noviembre de 2017 que hasta que no se
‘pongan en orden’ (sic) todos esos documentos, el público -ni siquiera su
familia- podrá acceder a su lectura y estudio.
Culminada la organización y ordenamiento del material, -dicen- no habría
inconvenientes para exponerlos.
En concreto a la fecha no se sabe bien dónde están específicamente y
tampoco la posibilidad que alguien pueda verlos.
La Academia Nacional de Historia, órgano de difusión del anglo-mitrismo,
poseedor y eventual operador de lo que esconde difícilmente diga alguna vez
cuándo se podrá tener acceso a tales documentos de vital importancia para
entender la realidad de nuestra historia y la historia de traiciones y
lealtades a nuestra nación.
Hoy por hoy, dicha documentación en manos de los enemigos del
Restaurador, puede considerarse ‘perdida’ en el nebuloso paso del tiempo…..
4.-Documentacion en poder de Justo José de Urquiza relativa a la
Confederación Argentina
Otra ‘perdida’ más. En la década de 1850, la
Confederación Argentina, liderada por Urquiza, y el Estado de Buenos Aires,
liderado por Mitre, estaban en conflicto. Buenos Aires se había separado
de la Confederación y buscaba rabiosamente su independencia.
El Pacto de San José de Flores, firmado en 1859, buscó la
reconciliación entre Urquiza y Mitre, y la reincorporación de Buenos Aires a la
Confederación.
De tal manera, como parte de la reconciliación y la
integración de Buenos Aires a la Confederación, Urquiza entregó a Mitre como un
gesto de agradecimiento ‘masónico’ documentos oficiales de la Confederación., La
documentación de la Confederación Argentina que Urquiza regaló a Mitre se
refiere a la documentación oficial de la Confederación que Urquiza, como
presidente de la Confederación, entregó a Mitre,, como obsequio, quien lideraba el Estado de Buenos Aires en
ese momento. Esta documentación hace referencia a la existencia y
funcionamiento de la Confederación Argentina, incluyendo tratados, leyes,
correspondencia, incluyendo su constitución y otros documentos
importantes.
Documentación de la Confederación Argentina que poseía
Urquiza en Entre Ríos, propia de su gobierno, aunque no se sabe si aumentada
por lo que pudo llegar a llevarse de Palermo cuando estuvo allí luego de Caseros.
Ahora bien, ¿Dónde se encuentra dicha voluminosa
documentación?.
Según el último nieto vivo de Urquiza, Francisco José Sáenz
Valiente, el mismo comienza a recordar anécdotas que le contaron su mamá Teresa y su tía Lola, las dos hijas menores de Urquiza.
Y dice, en forma literal, el citado en la
anécdota Nro.32 que Urquiza “…la remite a requerimiento del Presidente
Mitre el archivo de la Confederación actitud ésta que señala como patriótica y
que en realidad Urquiza interpretaba su ideal: La UNION NACIONAL. Mitre le
agradece encomiablemente pero al ubicar el archivo en los sótanos de la Aduana
Vieja se perdió es pieza histórica”.
¿Qué tenemos aquí?: El antiguo enemigo del país
recibe del traidor Urquiza, luego de la batalla de Pavón, toda la documentación
que el mismo tenía o que sustrajo de la residencia de Rosas en Palermo y se la
entrega graciosamente a Mitre y éste –no se sabe cómo- la ‘pierde’ (sic), según lo cuenta el nieto de Urquiza que le fuera
transmitida por las dos hijas menores de don Justo José
Así nos encontramos otra documentación valiosa
y fundamental de nuestro acervo histórico que Bartolomé Mitre
inexplicablemente, también ‘pierde’
en los herrumbrosas paredes de la Vieja Aduana de Buenos Aires
*
En fin, como dijo Alberdi “la Falsa historia es origen de la falsa política; Su historia es una pieza de su política. Falsificad el sentido
de la historia y pervertís por el hecho toda la política…”. Ese es justamente el plan de la historia de Mitre y de la
política de Mitre.
Para el tucumano la falsa política de Mitre busca
entroncarse con su falsa historia, supuestamente ‘científica’ (sic) y que su supuesto gobierno nacional no era más
que un simulacro de gobierno nacional. Asentado ese edificio, agregaría
BERNASCONI, sobre los cimientos de
cadáveres de criollos.
Lamentable y paradójicamente Alberdi, tarde como siempre
fue usual en él, llegaron sus palabras ciertas. Éste ha sido un engranaje clave
con su prédica antinacional a lo largo de décadas para que dichos cimientos de
la historia falsa, se expandiera y se sostuviera en el tiempo sirviendo de base
intelectual a la construcción por parte de Mitre y Sarmiento (y otros más como
Vicente Fidel López, Ricardo Levene, etc.) de la colonia que supieron crear, a
sangre y fuego.
En cuanto a su famosa y autoproclamada ‘historia
científica’ de la que se vanagloriaba Mitre, todavía la estamos buscando….
***
FUENTES
Archivo del General San Martín, Tomo VI
Archivo del General Mitre. Presidencia de la República. Tomo XIII. Buenos
Aires, Biblioteca de la Nación. Año 1912. Doc. 2878, doc. 14292 y 14300.
BERNASCONI, Eduardo Guillermo (‘La
Patria Vieja’-Editorial Dunken-Bs.As. 2026)
BISMARCK, J. (‘Adolfo Saldías, Mitre
y Juan Ángel Farini’- https://revisionistasdesanmartin.blogspot.com/2021/01/adolfo-saldias-mitre-y-juan-angel-farini.html- 3-1-21)
BLANCO, Martín Francisco. (‘La génesis de una monumental biografía: El
intercambio epistolar entre Mariano Balcarce y Bartolomé Mitre’ Instituto Nacional Sanmartiniano’-20 de Mayo
de 2025)
FERNS, H.S. (“Gran Bretaña y la
Argentina en el siglo XIX”, Ed. Solar-1992)
GONZALEZ, Horacio (‘El Plan de Operaciones atribuido a Mariano Moreno’- Revista Digital
de Cultura y Política- ‘La Letra Ñ’-Año
XI Número 56 - Diciembre de 2012)
https://lateclaene.blogspot.com/2010/05/gonzalez-horaciouna-vez-mas-el-plan-de.html
IBARGUREN, Carlos (‘San Martín,
Íntimo’-Ediciones Peuser-Septiembre de 1950)
MONTORO GIL, Gonzalo V.( ‘Juan Manuel De Rosas - Objetos Hallados En Su Ataúd Y Sus
Papeles Privados De Southampton (Lugar Donde Se Encuentran Hoy) (Actualización
A Septiembre 2021’) https://elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com/2020/12/juan-manuel-de-rosas-documentacion.html
ROSPIDE, Santiago (‘El Sueño
Frustrado de San Martín’- Ed.Milites Dei-2023)
SAENZ VALIENTE, Francisco José (‘Urquiza, primer presidente constitucional argentino’- Comisión Nacional de Derecho de Autor- Expte