EL GENOCIDIO DEL PUEBLO FEDERAL: EL ‘SICARIATO’ UNITARIO DE MITRE Y SARMIENTO
Gonzalo V. Montoro Gil
ÍNDICE
CAPÍTULO
1: Introducción- El
‘Sicariato’.- CAPÍTULO 2: El anglo-mitrismo,
con Sarmiento y Urquiza Incluidos - fase
militar CAPÍTULO 3: La Utilización Del Terror Como Instrumento CAPÍTULO
4: Desarrollo Del Genocidio De Nuestro Pueblo CAPÍTULO 5: Antes y después de la batalla de Caseros. CAPÍTULO 6: La Maquinaria Judicial Cohonestando La Violencia Unitaria CAPÍTULO 7: Después De La Batalla De Caseros, La Batalla De
Pavón CAPÍTULO 8: Sigue El Genocidio-El Turno De Paysandú Y El
Paraguay CAPÍTULO 9:
Inglaterra La Principal
Beneficiaria CAPÍTULO
10: El Plan Sistemático Unitario Para
El Exterminio Total Del Pueblo
CAPÍTULO 11: El
Asesinato Del ‘Chacho’ Peñaloza-La Ceguera De Ciertos Federales. CAPÍTULO 12 Nuestra
Subordinación Ideológica, Cultural Y Económica CAPÍTULO 13: Brasil Entra En Escena-Sarmiento Y Mitre Desatan Todo Su Odio. CAPÍTULO 14: El Gaucho-Su
Desarraigo Y Su Dolor CAPÍTULO 15: Vicente López Y Planes, Uno De Los
Primeros Es Renegar De Su Pasado – La Debacle Poblacional, Administrativa Y
Económica Luego De Caseros-Rodolfo Irazusta Nos Enseña CAPÍTULO 16: La Destrucción Del Espíritu Nacional CAPÍTULO
17: No Es Lo Mismo ‘Cultura’ Que ‘Instrucción’- La Tipología Del Gaucho. CAPÍTULO
18: Argentina: Colonia Material Y Cultural CAPÍTULO 19: Liberales Y Socialistas, Coinciden En Una Sociedad
Puramente Material CAPÍTULO 20: José Hernández, El ‘Chacho’
Peñaloza, Felipe Varela Y Otros Federales Faltos De Conocimiento De La Causas
De La Debacle. CAPÍTULO 21: La ‘Historia Oficial’: La Conspiración Del
‘Silencio’: CAPÍTULO 22: La Barbarie De Los Civilizados. CAPÍTULO 23:
El Liberalismo Masónico Y La Destrucción Del ‘Sistema Americano’ De Rosas -
Mitre, Saldías Y Los ‘Nobles Odios’. CAPÍTULO 24: El Unitarismo - La
‘Concepción Literaria De La Historia’. CAPÍTULO 25: La Estructuración
Jurídica De La Subordinación CAPÍTULO 26: La Raíz Masónica Del Contubernio “Anglo-Mitro-Sarmientista” CAPÍTULO
27: La Masonería Y El Catolicismo
CAPÍTULO 28: La Masonería Hoy En Nuestro País. CAPÍTULO 29:
Resumen De La Desmembración De Las Provincias Unidas CAPÍTULO 30:
Epílogo – (Bibliografía De Consulta)
*****
CAPÍTULO
1
“Si Quieres Conocer La Causa Pasada, Mira El Efecto Presente.
Si Quieres Conocer Un Efecto Futuro Mira La Causa Prsente”
Sutra De Shinjikan
INTRODUCCIÓN
Antes de adentrarnos en el estudio de quiénes eran estos
esbirros, comúnmente asociados a Bartolomé Mitre y Sarmiento, preferimos usar
el término ‘sicario’ en lugar de ‘procónsul’, con el que suelen ser
nombrados.
La razón de esta elección radica en que el término
‘procónsul’ proviene de la antigua Roma, donde designaba a un gobernador de una
provincia que ejercía la autoridad del cónsul o del emperador, con jurisdicción
y símbolos consulares específicos.
Por supuesto, entre sus funciones estaba la de ejercer
violencia sobre las personas si era necesario; sin embargo, lo primordial era
ejercer la autoridad ejecutiva, legislativa y judicial en nombre del Emperador
romano en tierras lejanas a Roma.
Así, tenían funciones de administración en las provincias por
delegación del Cónsul o del Emperador, con un mandato que duraba entre 4 y 6
años, prorrogable en caso de necesidad.
En cambio, los ‘sicarios’ eran personajes enviados por las
autoridades de un país, o incluso por particulares, de manera encubierta y
oculta respecto a sus verdaderos objetivos. Su misión consistía en eliminar
físicamente a personas o incluso a pueblos enteros que se oponían a los
intereses políticos de quienes los enviaban..
La palabra "sicario" proviene del latín “sicarius”, que significa "asesino" o "hombre
daga". Este término tiene su origen en la antigua Roma, donde los sicarios
eran conocidos por usar la sica, una daga pequeña y
fácil de ocultar, con la que asesinaban a sus víctimas.
En la actualidad, el término "sicario" se refiere a un asesino a sueldo o matón que actúa por
encargo y recibe una compensación económica.
Más allá de estas disquisiciones o análisis históricos, ambos
términos —‘procónsul’ y ‘sicario’— son aceptados hoy para
designar a personas que eliminan oponentes, enviados por terceros y remunerados
a cambio de diversos beneficios..
Como
advertencia previa debemos afirmar que las matanzas que aquí trataremos se
trataron de un real ‘Genocidio’.
Lamentablemente en la actualidad se habla muy ligeramente de
‘genocidio’ designado de tal modo a
muchas muertes en un determinado lugar o tiempo, sin considerar si ellas reúnen
los requisitos para así considerarlas..
En lo que respecta a la matanza del unitarismo sobre nuestro
pueblo sí se puede catalogar el mismo de ‘genocidio’
porque reúne requisitos para que de este modo se los reconozca. Veamos.
En términos legales y según la “Convención para la Prevención y la Sanción del Delito
de Genocidio”, sancionada por la
ONU el 9 de diciembre de 1948 el genocidio se refiere a:
“Actos
cometidos con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo
nacional, étnico, racial o religioso como tal. Estos actos pueden incluir
la matanza de miembros del grupo, lesiones graves a su integridad física o
mental, sometimiento intencional a condiciones de existencia que causen su
destrucción física, medidas para impedir nacimientos o el traslado forzoso de
niños a otro grupo”.
Del mismo modo, y en términos similares, el historiador Héctor
PETROCELLI dice que el “genocidio es un recurso
sistemático, orgánico y permanente que se emplea para exterminar a una comunidad
por razones raciales, religiosas o ideológicas”
En resumen, el genocidio es un crimen internacional que implica la destrucción deliberada de un
grupo humano por motivos de su identidad.
¿Sucedió que fue un genocidio el cometido por los Unitarios
sobre el pueblo argentino?
Entendemos
que si: Hubo una clara y premeditada intención, planificada –no fueron actos
impulsivos o personales- contra un grupo nacional (los Federales), étnico y
racial (los criollos), religioso (los católicos) con intención de destruirlos
físicamente y emocionalmente, sometiéndolos adrede e impidiendo nacimientos o
matando sus niños, o desarraigándolos de sus padres asesinados o llevados
forzadamente a servir en la milicia (‘leva’).
De
tal modo que justo definir que estamos ante un genocidio y el termino es
absolutamente exacto, sin connotaciones grandilocuentes políticas de
barricada..
I.-EL “SICARIATO”
En
los párrafos anteriores hemos mencionado la palabra ‘sicario’. Pero, ¿quiénes
eran los sicarios que ejecutaban el plan de exterminio ordenado por Mitre y
Sarmiento para con su propio pueblo?.¿De dónde venían?
Se trataba de orientales que carecían de toda empatía hacia
nuestros criollos, lo que facilitaba emocionalmente sus matanzas diarias de
hombres, mujeres y niños indefensos, víctimas del terror que estos sicarios
sembraban en la población.
Antes de relatar sus correrías de aniquilación, hagamos una breve
semblanza de ellos, sin perjuicio de que algunas referencias se desarrollen con
mayor profundidad más adelante.
Este no es un estudio biográfico completo, ya que excede las
intenciones del presente trabajo. Nos centraremos únicamente en aquellos aspectos
relacionados con su actividad como ejecutores — en algunos casos solo por unos
pocos años — de la política de avasallamiento de las autonomías provinciales,
concebida por Mitre, Sarmiento y el Imperio Británico que operaba detrás de las
sombras.
I.-1- Venancio Flores
Nació en
Montevideo y gobernó Uruguay en dos ocasiones. La primera fue como miembro del
Triunvirato en 1853 y luego como quinto presidente constitucional, cargo que
ocupó desde 1853 hasta 1855. Su segundo mandato fue de facto, bajo el título de
«Gobernador Provisorio», entre 1865 y 1868.
Durante
la Guerra Grande, luchó en defensa del gobierno de la Defensa, pero en 1846 se
retiró al oponerse a la negativa gubernamental de iniciar negociaciones de paz.
Regresó en 1851 como parte de la escolta de Justo José de Urquiza.
En 1855
se exilió en Argentina, donde abandonó el servicio a Urquiza y se puso al
servicio militar de Mitre en la guerra contra este último.
En
esencia, sus acciones de exterminio en nuestro territorio ocurrieron
principalmente después de la batalla de Caseros, entre los años 1855 y 1863.
En abril
de 1863 desembarcó en Uruguay y encabezó una revolución contra el gobierno del
presidente fusionista de origen blanco, Bernardo Prudencio Berro, con el apoyo
discreto de Mitre y del Imperio de Brasil.
Fue el
responsable de la masacre contra su propio pueblo oriental en Paysandú durante
los últimos meses de 1864, hasta que a comienzos de 1865 logró una victoria
militar, destruyendo la ciudad y prácticamente a toda su población. Tras esto,
asumió de manera tiránica el gobierno del Estado uruguayo como «Gobernador
Provisorio» (sic).
Como
resultado de los pactos establecidos, Uruguay formó parte, junto a Brasil y
Argentina, de la Triple Alianza contra Paraguay, participando en ese frente de
batalla entre 1865 y 1866.
Durante
su gobierno en la Banda Oriental, después de la caída de Paysandú, otorgó
derechos para la construcción del ferrocarril a la banca inglesa y a empresas
británicas de frigoríficos, como Liebig's
Extract of Meat Company, que décadas después se convertiría en el
Frigorífico Anglo.
También
dispuso la inconvertibilidad de los billetes del Banco Comercial y del Banco de
Mauá —ambos propiedad del barón de Mauá, con poder para emitir papel moneda— y
exigió a ambos bancos la entrega de préstamos forzosos por un total de 250.000
pesos para la compra de armas y equipamiento militar.
El 23 de
marzo de 1865 autorizó la instalación de entidades financieras, siempre que
cumplieran ciertas condiciones, lo que fortaleció el sistema de banca libre
vigente en Uruguay.
La
dictadura de Flores terminó con su renuncia voluntaria el 15 de febrero de
1868. Cuatro días después, fue asesinado en las calles de Montevideo por un
grupo de desconocidos
I.-2- Wenceslao
Paunero
Nació
en Colonia del Sacramento (la Banda Oriental del Uruguay) Fue general
comandante del primer cuerpo del ejército argentino en
la Guerra del Paraguay,
ministro de Guerra y Marina entre febrero y octubre de 1868 y ministro
plenipotenciario en el Imperio del Brasil.
Luego
de la batalla de Ituzaingó se unió al Unitario Juan Galo Lavalle en 1829 en el
derrocamiento del magnicidio cometido contra Manuel Dorrego
El
10 de mayo de 1831, al caer prisionero el general Paz, fue desterrado a
Bolivia Allí, con el tiempo fundó,
exiliado en La Paz, Bolivia, el diario «La Época» y lo
dirigió hasta su mudanza a Chile. Durante su
exilio conoció al Unitario porteño Bartolomé Mitre,
también exiliado, con quien trabó una estrecha amistad. Luego se trasladó
a Perú y luego a Chile,
donde tomó contacto con Domingo Faustino
Sarmiento y con Juan Bautista
Alberdi, entre otros. Producido el pronunciamiento de
Urquiza, se embarcó hacia Buenos Aires, con Sarmiento y Mitre.
A
fines de 1851 peleó en la batalla de Caseros.
Más tarde fue nombrado comandante general de Armas y jefe del Estado Mayor del
Ejército del Estado de Buenos
Aires..
Luchó
en Cepeda y
fue incorporado al ejército de la Confederación.
Pero luego de desavenencias varias, en Pavón luchó del lado de Mitre en 1861.
Este lo nombró Coronel Mayor.
La
escritora Cristina Bajo y el historiador Prudencio Bustos Argañaraz en un
trabajo titulado “Masoquismo o ignorancia”,
publicado en diario cordobés “La Voz” (5/7/2011) sostienen que tras el retiro
de Justo José de Urquiza en Pavón, Bartolomé Mitre se apoderó del Gobierno
nacional, que trasladó a la ciudad de Buenos Aires, y se dispuso a someter a
las provincias en las que era fuerte el sentimiento federal, enviando ejércitos
de ocupación con instrucciones de reducirlas por la fuerza.
En
Córdoba, la represión estuvo a cargo de Wenceslao Paunero, quien se acantonó en
las afueras de la ciudad y obligó a la Legislatura, el 16 de diciembre, a
designar como gobernador al tucumano Marcos Paz.
El
28 de enero de 1862, Paunero en persona lo reemplazó. Desde el gobierno,
persiguió a los auténticos federales y llegó a separar de sus cátedras
universitarias a conspicuos profesores, como Clemente Villada, Jerónimo Cortés,
Clodomiro Oliva y Marcos Figueroa, y hasta le quitó la jubilación al doctor
José Severo de Olmos, ex ministro de la Nación. Esas arbitrariedades, sumadas a
la presencia amenazante del ejército porteño, no hicieron sino exacerbar los
ánimos”,
Paunero
ocupó el cargo de gobernador provisional en Cordoba. Asumió el cargo de
inspector y comandante general de armas en 1863 y pronto marchó a sojuzgar el
alzamiento del Chacho Peñaloza.
Desde
Córdoba mandó una división al mando de Sarmiento, que cambió los gobiernos
de San Luis y Mendoza y
se hizo elegir gobernador de San Juan. En estas acciones contra las poblaciones
del interior tuvo como uno de sus principales lugartenientes al sanguinario
—también ‘colorado’
oriental— Ambrosio Sandes.
Derrotó
al ‘Chacho’ Peñaloza en varias batallas al cual, unos meses más tarde, el
coronel Pablo Irrazábal lo
asesinó, cuando Peñaloza ya se había rendido y estaba desarmado.
En
1865 se incorporó al ejército que participó en la Guerra del Paraguay
donde peleo junto otros Orientales como el Coronel Ignacio Rivas, al Coronel
José Miguel Arredondo y el General Venancio Flores.
El
22 de septiembre de 1866 condujo el primer cuerpo al asalto a Curupaytí sufriendo
una devastadora derrota con 4.000 bajas, incluyendo 14 jefes de las divisiones
y regimientos.
En
noviembre regresó como general en jefe del Ejército del Interior para reprimir
el alzamiento de la Revolución de los
Colorados en las provincias de Cuyo. Venció a los
revolucionarios en San Ignacio (a
orilla del río Quinto) con la vanguardia al mando del coronel Arredondo.
En
julio de 1867 fue ascendido a brigadier general equivaliendo en esa época en
Argentina al rango de general de dos estrellas siendo eso el máximo grado
posible.
Asumió
como ministro de Guerra interino en febrero de 1868.
En
las postrimerías del gobierno de Mitre fue designado Ministro de Guerra y
Marina, y con motivo de las elecciones presidenciales de 1868 fue candidato a
vicepresidente en la fórmula oficialista que encabezaba Rufino de Elizalde.
Fueron derrotados por Sarmiento, que lo designó - entre otras razones de Estado
para aliviar su penosa situación económica - Ministro Plenipotenciario ante
el Imperio del Brasil,
en cuya capital, Río de Janeiro, murió el 7 de junio de
1871.-
I.-3- Ambrosio
Sandes
Nació en
Paysandú, Provincia Oriental, en 1815, y murió en Mendoza en 1863. Fue
considerado el más sanguinario de los oficiales del ejército argentino.
Fue uno
de los principales ejecutores de la política y el plan de exterminio impulsados
por el ejército de Mitre tras la batalla de Pavón, especialmente en la zona
norte del país. Su misión consistía en eliminar todo vestigio de federales,
incluyendo soldados, simpatizantes y líderes, encargándose de llevar adelante
el trabajo más brutal y sucio.
Dice
Mercado LUNA: que era “Corpulento, de
piel blanca, de pelo y barba castaños; tiene un gesto huraño y bravío; es
silencioso, casi taciturno, amigo de pocas palabras y enemigos de las bromas; a
la menor contrariedad se encabrita. Son terribles sus arranques de furor. Su
tropa le teme y él se complace en mantener ese temor”
Participó
en la Guerra Grande bajo las órdenes de Fructuoso Rivera y combatió en decenas
de batallas. Cultivaba una imagen temible gracias a un silencio que intimidaba,
seguido de explosiones violentas. Sus soldados, así como los enemigos, le
temían debido a su crueldad tanto hacia ellos como hacia sus subordinados.
Combatió
bajo el mando de Justo José de Urquiza en la batalla de Caseros.
Posteriormente, se unió al general Hilario Lagos durante el sitio de Buenos
Aires a fines de 1852, pero a mediados del año siguiente cambió de bando al
unitarismo a cambio de un soborno. Regresó a la Banda Oriental para apoyar al gobierno
de Venancio Flores.
Participó
a favor del Estado de Buenos Aires en la batalla de Cepeda (1859), donde fue
herido y dado por muerto. Su cuerpo robusto estaba cubierto de cicatrices que
evidenciaban su valor y su indiferencia al dolor, rasgos que alimentaban su
crueldad.
Luchó
junto a Mitre en Pavón. Tras la victoria, Mitre asumió el Poder Ejecutivo
Nacional y, con las fuerzas porteñas nacionalizadas, implementó una cuestionada
política de ‘pacificación’ (sic)
hacia el interior del país. Así, ejerció el monopolio legal (aunque no
legítimo) de la violencia como condición para consolidar el Estado nacional y
establecer el liberalismo como eje ideológico dominante.
Semanas
más tarde, en la batalla de Cañada de Gómez, se destacó entre los oficiales
orientales que torturaron y asesinaron—mediante lanzazos, fusilamientos y
degüellos—a más de 1.000 prisioneros Federales rendidos; en muchos casos, ordenó
cremar sus cuerpos para impedir que recibieran sepultura cristiana. Esta brutal
manera de actuar le valió a Sandes el ascenso a coronel por parte de Sarmiento.
Posteriormente
marchó a ocupar el interior del país bajo las órdenes de Wenceslao Paunero
—también Oriental— dejando una profunda huella de crueldad en San Luis, Mendoza
y San Juan. Derrotó a las partidas montoneras que resistieron y asesinó a
decenas de soldados enemigos rendidos. Una vez ocupado todo el interior por las
fuerzas unitarias y sus aliados, y tras reemplazar a ocho gobernadores,
consolidó el control.
Después
de su victoria en Las Aguaditas, en
marzo de 1862, y encolerizado por la muerte de un ayudante, asesinó a siete
oficiales. Recorrió todo el interior de La Rioja persiguiendo montoneros,
reales o imaginarios.
En la
batalla de Lomas Blancas, en La
Rioja, un gaucho enemigo lo derribó y lo dejó tirado en el campo, perdonándole
la vida. Sandes se repuso, logró la victoria y, enfurecido, ordenó asesinar a
todos los prisioneros e incendiar sus cadáveres, como solía hacerlo. El lugar
de esta gran incineración llegó a ser conocido por los pobladores como la “Carbonera de Sandes”.
Volvió a
derrotar a Peñaloza en la batalla de Salinas
Grandes, repitiendo sus acciones criminales: mató a todos los oficiales
capturados y a numerosos soldados.
Es
importante destacar que nada de esto hizo sin la autorización de Sarmiento;
aunque su brutalidad no desentonaba con su voluntad, actuaba por órdenes de él.
El
gobernador de San Juan le había ordenado matar a todos los prisioneros de
guerra, aunque Sandes, por mero capricho, llegó a perdonar a algunos gauchos.
Peñaloza
se levantó nuevamente en armas contra el gobierno de Bartolomé Mitre a principios de 1863. El
presidente nombró Director De La Guerra a Sarmiento, que contaba para reprimir
a los federales, sobre todo, con Sandes. Pero poco antes, este había sido
atacado por un gaucho fugitivo a la salida de una pulpería y había sido herido,
dejando una hoja de 20 cm enterrada en el costado derecho de Sandes. Moriría
una semana más tarde, en Mendoza, Por mucho tiempo, la sola mención de su
nombre causaba pavor y odio en los paisanos de La Rioja y Cuyo.
Sus
hijos, que al morir quedaron al cuidado de Mitre, fueron a estudiar al Colegio
Militar de Estados Unidos.
I.-4- Ignacio
Rivas,
Nació en
Paysandú, Provincia Oriental del Río de la Plata, el 31 de julio de 1827, y
falleció en Buenos Aires, República Argentina, el 8 de abril de 1880.
Luchó en
la batalla de Caseros en 1852, donde entabló amistad con Mitre. Participó
también en las batallas de Cepeda (1859) y Pavón (1861).
Tomó
parte en las campañas contra el 'Chacho' Peñaloza, que provocó convulsiones en
siete provincias enfrentadas a las fuerzas porteñas. Persiguió a los montoneros
a lo largo de La Rioja y San Luis, y lo derrotó en las batallas de Las Mulitas y Los Gigantes.
Sin
embargo, convenció a Mitre de la necesidad de llegar a un acuerdo con Peñaloza,
considerándolo la única garantía real de paz. Por ello, firmó con él el tratado
de La Banderita, que establecía la sumisión del 'Chacho' y sus hombres a cambio
de una amnistía para todos los montoneros.
Tras la
firma, Peñaloza entregó a los oficiales prisioneros que tenía en su poder, pero
no recibió nada a cambio, ya que todos los oficiales presos habían sido
fusilados.
En abril
de 1865 se incorporó a la división de Wenceslao Paunero y marchó a la Guerra
del Paraguay. Fue reincorporado al ejército en 1877, pero no se le asignó mando
de tropas debido a que se le consideraba peligroso. Por esta razón, no
participó en la Campaña del Desierto del general Roca.
Finalmente,
el general Ignacio Rivas falleció el 8 de abril de 1880 en la ciudad de Buenos
Aires.
I.-5- José Miguel Arredondo
Nació en
Canelones, Banda Oriental del Uruguay, el 8 de mayo de 1829, y falleció en
Buenos Aires el 20 de septiembre de 1904. Fue un militar uruguayo con una
extensa trayectoria en las guerras civiles argentinas, la Guerra del Paraguay y
las campañas en la frontera contra los pueblos indígenas.
Comenzó
su carrera militar como soldado durante el sitio de Montevideo, en el marco de
la Guerra Grande. Fue incorporado al
ejército de Urquiza, bajo cuyo mando participó en la decisiva batalla de
Caseros.
Al igual
que su coterráneo Ignacio Rivas, combatió en la batalla de Cepeda en 1859 y en
la batalla de Pavón en 1861, donde fue ascendido al grado de coronel.
Tras la
masacre de Cañada de Gómez, donde se destacó por su crueldad hacia los
vencidos, participó en la campaña contra el caudillo Ángel Vicente Peñaloza,
enfrentándolo en múltiples batallas durante su primer levantamiento. En el
segundo alzamiento de Peñaloza, volvió a distinguirse como un jefe violento,
arrasando varios pueblos de la provincia de La Rioja.
Actuó en
la Guerra del Paraguay, participando en algunas de las principales batallas,
incluyendo Boquerón y Tuyutí.
A fines
de 1866, fue enviado a las provincias de Cuyo bajo las órdenes del general
Wenceslao Paunero para reprimir la llamada "Revolución de los Colorados". Expulsó a los Federales de Córdoba
y avanzó hacia San Luis como jefe de avanzada del ejército. El 1.º de abril de
1867 derrotó al general Juan Saá en la batalla de San Ignacio, una victoria clave que marcó el declive del
federalismo y le valió el ascenso a general.
En 1870
participó en la guerra contra el último caudillo federal, Ricardo López Jordán,
en la provincia de Entre Ríos.
En
1874, al ser derrotado en las elecciones nacionales su amigo Bartolomé Mitre,
se sublevó contra la presidencia de Nicolás Avellaneda.
Para
enfrentarlo, fue enviado su amigo el coronel Julio Argentino
Roca, el cual lo venció en combate y lo tomó prisionero el 7 de
diciembre de 1874.
Roca
le pidió a Juarez Celman por la vida de su amigo, pero insólitamente al saber
que era dudoso que lo perdonarn y que pensaban condenarlo a muerte, pudo huir
(algunos dicen que el propio Roca lo dejó escapar a Chile).
Cuando tiempo después fue indultado, se unió a su amigo y ex contrincante en la
llamada ‘Conquista del Desierto’ en 1879.
Pidió
la baja del ejército argentino en 1886 pero al regresar de Brasil fue reincorporado como general de división en
1890, siendo más tarde miembro del Consejo Superior de Guerra y comandante de
la División Cuyo. Se retiró del servicio en 1898.
I.-6- Pablo Irrazábal
Nació en
Mercedes, Banda Oriental del Uruguay, en 1819 y falleció en Mendoza, Argentina,
en 1869.
Tras la
batalla de Caseros fue ascendido a oficial. Participó luego en las batallas de
Cepeda y Pavón, peleando en el bando ‘mitrista’
Después
de Pavón, al igual que otros oficiales Orientales, tomó parte en la batalla de Cañada de Gómez, destacándose por su
especial ferocidad en la matanza de prisioneros que siguió a esa contienda.
Bajo las
órdenes del coronel Ambrosio Sandes, también oriental, participó en la campaña
de las fuerzas porteñas contra el interior y sus caudillos. Su superior
inmediato era el general Wenceslao Paunero.
Era un
oficial de caballería valiente, según dicen, pero particularmente violento y
feroz tras las batallas, especializado en torturar a sus prisioneros con
especial ahínco. Participó en la campaña de 1862 contra el ‘Chacho’ Peñaloza,
destacándose en la batalla de Lomas
Blancas, en mayo de ese año.
Tras el
segundo levantamiento de Peñaloza, combatió bajo las órdenes de José Miguel
Arredondo en la victoria Unitaria de Las
Playas, en octubre de 1863, en las afueras de Córdoba. Para entonces,
Sandes ya había fallecido y Sarmiento pidió expresamente que él se hiciera
cargo de la persecución de las fuerzas derrotadas del ‘Chacho’.
Cuando
Peñaloza reapareció cerca de San Juan, Irrazábal reaccionó con energía y lo
derrotó en una batalla en el pueblo de Caucete.
Luego lo persiguió desde San Juan hasta la Sierra de los Llanos.
Finalmente
derrotado, Peñaloza se rindió al mayor Ricardo Vera —primo de la esposa de
Peñaloza— en un rancho cercano al pueblo de Olta, donde quedó desarmado y
compartiendo mate con su captor. Media hora después, llegó Irrazábal al rancho,
visiblemente exaltado. A gritos preguntó dónde estaba el ‘bandido del Chacho’,
y al presentarse éste y explicar que se había rendido, Irrazábal lo atravesó
con su lanza y ordenó a sus soldados rematarlo a puñaladas. Así murió el famoso
y anciano caudillo, herido en el suelo, desarmado y rodeado de toda su familia,
mayores y niños incluidos que vieron espantados semejante horror.
Irrazábal
mandó cortar la cabeza de Peñaloza y exhibirla en la punta de una lanza en la
plaza del pueblo de Olta. Por esta acción, recibió las felicitaciones de
Sarmiento y del presidente Bartolomé Mitre.
Sin
embargo, su mente comenzó a deteriorarse. La conciencia de haber matado a un
hombre a quien los llanistas seguían
con fervor lo enloqueció; durante semanas deambuló por las serranías desérticas
de los Llanos de La Rioja, persiguiendo y huyendo de remolinos de tierra que,
según su delirante percepción, eran fuerzas del ‘Chacho’ en busca de venganza.
Solicitó
la baja por considerar que había deshonrado al Ejército Argentino, pero sus
superiores se consideraron afortunados de contar con alguien como él y
rechazaron su renuncia.
Tras ser
rechazado un segundo pedido de baja, fue nombrado comandante de la frontera sur
de la provincia de Mendoza.
A fines
de 1866 se encontraba en Mendoza; cuando estalló la Revolución de los Colorados, huyó a San Juan. Bajo el mando de
Julio Campos, gobernador porteño de La Rioja, fue derrotado por el general Juan
Saá en Rinconada. Se replegó a La
Rioja, donde el gobernador lo puso al mando de las fuerzas destinadas a la
Guerra del Paraguay. Sin embargo, los riojanos, todavía admiradores de
Peñaloza, se negaron a obedecerlo y se dispersaron, sumándose así La Rioja a la
revolución contra el gobierno de Mitre.
Después
de meses de enfrentamientos contra tropas federales comandadas por Felipe
Varela, finalmente regresó a Mendoza, donde derrotó a otra partida de montoneros, causándoles numerosas bajas,
la mayoría ocurrida tras la batalla, es decir, cuando ya estaban prisioneros,
como era habitual en los métodos del ‘sicariato’
unitario. Como recompensa por sus campañas y métodos, fue ascendido al grado de
Coronel.
Murió en
la ciudad de Mendoza en septiembre de 1869, víctima de una pulmonía.
Estos
fueron los principales esbirros y sus andanzas las iremos viendo a lo largo del
presente trabajo….
*****
CAPÍTULO
2
"La Patria Es La Historia De La Patria. Si Nos
Falsifican La Historia, Nos Roban La Patria".
Jordán B.
Genta
II- EL ANGLO-MITRISMO, CON SARMIENTO y URQUIZA INCLUIDOS-Fase Militar
Para facilitar la comprensión, consideramos el resaltar a lo
largo del presente trabajo en negrita algunos de los
años en los que se documentaron hechos relevantes (solo alguno de ellos) y que ayudará
a representarnos de manera más gráfica y clara lo que estamos señalando.
Hagamos
un breve y resumido ‘racconto’ cronológico para luego ir describiendo en
forma detallada y contundente un período triste y desolado de nuestra historia,
donde se evidencia un plan sistemático de extinción, de demolición poblacional
y cultural que va mucho más allá de simples necesidades militares o conflictos
circunstanciales.
Para
visualizar mejor la magnitud de los hechos referidos, aquí presentamos, a modo
sinóptico, una línea de tiempo resaltando los años clave y los hechos
documentados que expresan, que irradian esa política de violencia y destrucción
Unitaria.
No
se pretende hacer una lista exhaustiva de los crímenes –lo que sería casi
imposible por su extensión-sino dejar expresada la amplitud del período
histórico en que se desarrolló
Diríamos,
a modo de mojón inicial, que los primeros proto‑unitarios se remontan al
asesinato del honorable Santiago de Liniers, héroe de la defensa durante las
invasiones inglesas. Ya en la etapa postcolonial, el primero en caer fue Manuel
Dorrego; luego siguieron Juan Facundo Quiroga, el coronel José Santos Ortiz con
su comitiva y numerosos gobernadores provinciales, entre ellos el general Pablo
Latorre, el general Nazario Benavídez, el general Benjamín Villafañe, el
general Alejandro Heredia, -en el que estuvo involucrado Marco Avellaneda con
el apoyo del oro francés, como él mismo lo reconoció en carta a su primo Manuel
Solá.-y le siguen un ‘etcetera’ largo pero no menos doloroso para la patria.
Luego
de las invasiones inglesas fracasadas para los ingleses, éstos decidieron cambiar
de táctica.
Al
respecto decía Raul SCALABRINÍ ORTIZ: "Lo
diplomacia inglesa es el instrumento ejecutivo que en sus relaciones con el
extranjero, tiene la necesidad de expansión y la voluntad de dominio del
Imperio de la Gran Bretaña. Donde hay un pequeño interés presente de
preparación o de incautación diplomacia inglesa tiende sus redes invisibles de
conocimiento, de sondeo, de preparación o de incautación.”. Sumado todo
esto a los mezquinos intereses de los nativos locales, los Unitarios.
Es
que, como sigue diciendo Scalabrini Ortiz, los unitarios se caracterizaron por
su mentalidad europeizante quo se nutría en las ideas do los españoles
afrancesados y liberales y en el racionalismo iluminista do Voltaire. Masones e
incrédulos, rechazaban la España Católica do los Habsburgo como símbolo del
atraso y del oscurantismo, según profetizaban los Unitarios. Fueron
extranjerizantes porque no valoraron lo bueno y la capacidad de su pueblo.
Ese
iluminismo que los envolvió y sedujo lo explica el gran historiador Jorge Oscar
SULÉ: “para el iluminismo, la Nación es
la resultante de una decisión político-jurídica, a través de un contrato social
o sea la voluntad de construir algo, solamente con arreglo a ciertos principios
racionales y derechos inalienables del hombre y del ciudadano, al margen de las
líneas de fuerza que proceden del pasado.
“Es por ello que para el
iluminismo criollo la personalidad de las naciones más que estar fundadas en
caracteres como el idioma, la religión, las costumbres, las creencias y las
propias experiencias culturales, la personalidad nacional se cimentaría en una
actitud voluntarista que la norma jurídica iría a perfeccionar constantemente
otorgándole el marco de derechos y obligaciones que aseguraría la posibilidad
de un perfeccionamiento político y ciudadano, sostenido y constante hacia un
progresismo indefinido y universal.
“La misión del Estado
por lo tanto, más que consistir en hacer de cada hombre un argentino concreto,
era el de hacer cada hombre un ciudadano universal y abstracto”.
Entonces,
todo ese pueblo fue víctima de quienes se autodenominaban “pacificadores”
—también revestidos del rótulo de hombres “de las luces y los principios”,
viles unitarios que, según la mirada crítica, no dudaron en humillar a la
patria ante potencias extranjeras usurpadoras.
Es
que como bien dice GONZÁLEZ ESPUL "Esto
nos muestra el otro mecanismo de dominio del imperio británico, el control de
las finanzas de un país al adueñarse de la banca. De los 838 sufragios de la
junta de accionistas, 589 representaban a cinco casas de comercio. Sin embargo los directores del
banco, que menciona Anchorena fueron en su mayoría criollos. Tales como Félix
Castro, Sebastián Lezica, Miguel Riglos que son los auxiliares vernáculos”, bien pagados por los ingleses.
Es
que en pleno gobierno turbulento de Dorrego, los ingleses movían sus fichas. La
idea de estos es lograr que la banda Oriental sea independiente: ni argentina
ni brasileña, para, en lo posible seguir fragmentando las tierras
sudamericanas.
Sin
embargo, en esta guerra como en tantas otras en América del Sur, otro factor
más trágico intervino llamado por los propios beligerantes y del que no
pudieron desprenderse aunque quisieron. Este factor fue la mediación inglesa,
lo que fue determinante en la resolución del conflicto. Pero debemos recalcar
que contó con lo que Pedro de Paoli dio en llamar "los auxiliares
nativos". Y éstos no fueron otros que los unitarios, los
"oligárquilogistas" como los denominara certeramente Dorrego desde
las páginas del diario de "El Tribuno".
Los
diplomáticos Ponsonby, Canning, etc se implicaron en algo que no le
correspondía. Los Unitarios, felices. Es que continuando la guerra con el
Brasil, luego de algunos breves interregnos, el materialismo histórico, que
pone énfasis en los aspectos económicos minimizó las acciones militares y el
papel de los héroes, desechando que puedan ser tan decisivos.
La
citada autora remite a documentos de René Orsi y de Luis Alberto Herrera. De
esta manera se llegó a la Convención Preliminar de Paz el 27 de agosto de 1828
a través de una enorme presión –rayana en el insulto- de la diplomacia inglesa,
y de la Banca acreedora,.
Luego
de la firma de la Convención Preliminar de Paz el 27 de agosto de 1828, poco
tiempo antes de la revolución de Lavalle y el posterior fusilamiento
–magnicidio- de Dorrego, faltaba la homologación de éste.
El
ministro inglés quiso asegurarse, antes de partir, de la posición de Dorrego y
el 8 de agosto de 1828 le envió una
carta en tono de velada amenaza, remitiéndole copia de la misma a lord
Aberdeen, a cargo del Foreign Office. En ella se expresaba así: "V. E. no puede tener consideración alguna
por la doctrina sustentada por algunos teóricos inexpertos acerca de que la
América debería tener una existencia política separada de la existencia
política de Europa; el comercio y el interés común de las partes han creado
lazos entre Europa y América, los cuales ningún gobierno y quizás tampoco
ningún poder que el hombre posea puede ahora disolver, y mientras éstos
existan, Europa tendrá el derecho y ciertamente no carecerá de los medios ni de
la voluntad de injerirse en la política de América, al menos tanto como fuera
necesario para la seguridad de los intereses europeos."
Y
en nota que envió también Aberdeen, a Parish el 27 de agosto de 1828, adjuntándole
copia del acuerdo preliminar, le pidió que hablara con Dorrego para que lo
previniera de las consecuencias que acarrearía la no aceptación del tratado.
Expresaba lo siguiente: "No será
necesario insistir demasiado, al hablarle sobre el seguro desagrado que se
produciría entre la Gran Bretaña y Buenos Aires, si el gobierno republicano
cayera en la tentación de separase del espíritu de sus promesas, lo que —debo
advertirlo— sería considerado un insulto para el gobierno británico, pues el
señor Dorrego, con su innata perspicacia, abarcará todas las
eventualidades".
Y
más adelante, como para que no quedaran dudas, agregaba: "Por consiguiente, diré que Buenos Aires es un país débil
comparado con la Gran Bretaña y que Inglaterra puede perjudicar a la república
más que lo que cualquier otro estado puede hacerlo, si su justo resentimiento
fuera provocado; y que, entre los naturales efectos que la actitud hostil de
Inglaterra causaría en el pueblo de Buenos Aires, no sería el menor su enojo
contra el autor de la desavenencia; y el señor Dorrego destacaría
preeminentemente, ante el concepto público, como ese hombre".
Una
vez firmada la Convención Preliminar De Paz en Río de Janeiro, Lord Ponsonby se
propuso lograr la homologación de la misma en forma inmediata y presionando a
Dorrego para que la ratificara él mismo, lo que hizo en .
Finalmente
los ingleses se dieron el gusto y lograron la fragmentación de nuestro
territorio con la firma de la Convención, perdiendo nosotros la banda oriental,
a pesar de la oposición de Dorrego.
Conclusión
Lo guerra contra el Brasil (1825-1828), se originó por múltiples causas: la
política expansionista del Brasil, heredada de la época colonial, que buscaba
alcanzar las fronteras naturales es uno de ellas. La política entreguista de
los directoriales es otro, en la que la clase mercantil porteña que le
interesaba derivar el comercio del interior sólo hacia el puerto de Buenos
Aires, tuvo significativo peso
A esas
fuerzas se contrapuso la voluntad de los caudillos Bustos, López y Dorrego,
acompañados del sentir del pueblo que daría hasta la camisa por no perder la
provincia hermana. Y por supuesto, la de los propios orientales que lograron
antes de declararse la guerra, circunscribir a los lusitanos en el sólo dominio de sus fortalezas en Montevideo y Colonia.
Por ello,
la segregación de la Banda Oriental de las Provincias Unidas del Río de la
Plata es un ejemplo emblemático de la estrategia británica para ejercer un
dominio indirecto sobre estas tierras, mediante la división geográfica,
práctica que la seguirá aplicando en otras oportunidades, y que enfáticamente
se ha manifestado en todas los otras guerras que se sucedieron a lo largo del
siglo XIX y principios del XX: guerra contra la Confederación peruano-boliviana
(183• 1839), la guerra de la triple alianza (1865-1870), la guerra del Pacífico
(1879• 1883), y la guerra del Chaco (1932-1935) Creándose así 20 débiles
repúbli-cas, en un espacio geográfico que había sido gobernado en tres
divisiones administrativas por un solo rey.
Lord
Ponsonby, cuya gestión “es una obra
maravillosa de perseverancia, de astucia y de cinismo" según palabras de Julio Irazusta, nos ha
revelado a través de su correspondencia con los jefes del Foreing Office, cómo
se articuló la política británica en Hispanoamérica en el siglo XIX. Por tal
razón enviaron a estas tierras a personas de la más alta y antigua aristocracia.
Tanto
Ponsonby como Gordon, serían fieles e inteligentes intérpretes de la política
que llevaba adelante Inglaterra en esa época, la de construir un imperio
colonial y extender su poder marítimo y comercial por todo el mundo, o expensas
de su gran rival, Francia y, en menor medida, Estados Unidos.
Ante la
oposición del pueblo porteño, Dorrego es acorralado por Lavalle que le hace una
revolución y lo destituye. Posteriormente, lo fusila el 13 de Diciembre de
1828.
Como
bien ha señalado Fernando A. HRYCAK, “Lavalle
utilizó como método el terror y la fuerza, comenzó fusilando no solo a Dorrego
sino a varios de sus oficiales. La dictadura de Lavalle fue tenebrosa. Sus
subalternos depredaron la provincia. Iban desde el fusilamiento común hasta
dispara cañones con gauchos federales atados a sus bocas. Esto sin contar las
persecuciones y depredaciones en la ciudad. Tantas fueron las muertes- sigue
diciendo el autor- que en 1829 que la demografía provincial se vio seriamente
afectada puesteo que las defunciones superaron en 883 a los nacimientos(es
decir, moría mas gente que la que nacía).” Único caso en nuestra historia
que la llamada ‘historia oficial, parece que también ‘olvidó’.
Ya
en 1841, Lavalle recorriendo le país que estaba su gobierno en manos de Juan
Manuel de Rosas, ordenó fusilamientos a granel se soldados rendidos y
detenidos, sin juicio previo: el Coronel de la Independencia y de la primera
guerra contra el Brasil, Mariano Fortunato Boedo y de Manuel Pereda, del
General Fernando Villafañe y de los Coroneles Franco y Guerrero, entre otros.
Ese mismo año Lamadrid ordenó de la misma forma y circunstancias el
fusilamiento del Coronel José Loreto Cabrera, quien fuera oficlal de Manuel
Belgrano y de Güemes, sumado al asesinato del Coronel Francisco Ibarra hermano
del Gobernador de Santiago del Estero, Felipe Ibarra,
En 1845:
Sarmiento expresa abiertamente la necesidad de emplear el terror para triunfar,
justificando la muerte y la represión de opositores y enemigos, comparándose
con los jacobinos de Robespierre.
En 1852:
Mitre declara que “hemos jurado con
Sarmiento que ni uno solo ha de quedar vivo”, evidenciando la intención de
exterminar a los opositores políticos. Uno de ellos fue el gobernador de Jujuy
Mariano Iturbe, luego de caído Rosas.
En 1855:
Se promulga la ley que impide la reelección del gobernador sanjuanino
Benavidez. Tras apoyar a Manuel José Gómez, es derrocado y encarcelado. La
crónica relata cómo fue brutalmente asesinado en la cárcel, con detalles de
profanación y tortura.
En 1858:
Sarmiento celebra la muerte de Benavidez, calificándola como “acción santa”, y
justifica la violencia contra los opositores.
En 1859:
En el Senado, Sarmiento expresa que “si los pobres se mueren, que se mueran”,
mostrando una visión deshumanizadora hacia los sectores más vulnerables.
En 1860:
Incitación explícita al uso del terror como medio de gobierno, con
declaraciones de Sarmiento y Mitre que justifican la violencia y el exterminio
de gauchos y opositores.
16 de noviembre de 1860: Asesinato del gobernador sanjuanino
José Antonio Virasoro, incitado por Sarmiento, con primicia en un diario
chileno seis días antes del hecho, evidenciando la planificación previa y la
impunidad.
En 1861:
La masacre en Cañada de Gómez, donde sicarios de Mitre y Sarmiento degollaron a
300 gauchos dormidos o rendidos, en una acción planificada para eliminar a los
opositores y desarmar a la población rural.
20 de septiembre de 1861: Sarmiento escribe a Mitre,
justificando la matanza de gauchos y afirmando que “el terror es un medio de
gobierno que produce mayores resultados que el patriotismo”.
En el período 1862-1868: Durante la dictadura de Mitre, se
intensifican las campañas de exterminio en provincias como La Rioja, Catamarca,
Salta, Tucumán y Santiago del Estero. Se llevan a cabo fusilamientos masivos,
incendios, saqueos y desplazamientos forzados, con la participación de sicarios
y militares que actúan bajo órdenes directas.
En el período 1862-1874: La presidencia de Sarmiento continúa
con persecuciones, torturas y ejecuciones, consolidando un régimen de terror
contra los sectores considerados ‘no civilizados’, especialmente los gauchos y
las comunidades rurales.
Este
recorrido cronológico, somero e introductorio, sirve para graficar mínimamente
la tierra devastada que dejan los Unitarios, muestra que no fue una serie de
hechos aislados o accidentales, fortuitos, o de odios meramente personales, sino
un plan metódico, constante de supresión y desarraigo, impulsado por las ideas
y acciones de figuras como Sarmiento y Mitre, así como también el Gra.l Paz, el
Gral. Lamadrid, el Gral. Lavalle, Acha, Estomba, y tantos otros, con la
complicidad de sectores militares y políticos del centralismo portuario.
*****
CAPÍTULO
3
“La Primera Obligación De La Inteligencia Argentina Hoy Es La
Glorificación-No Ya Rehabilitación- Del Gran Caudillo, Que Decidió Nuestro
Destino. Allí, Recién Allí, Se Producirá
El Despertar Definitivo De Nuestra Conciencia Nacional”.
Ernesto Palacio
III.- LA UTILIZACIÓN DEL TERROR COMO
INSTRUMENTO
La
utilización del terror, la violencia indiscriminada y la destrucción cultural
fueron herramientas deliberadas para consolidar un proyecto de dominación que dejó
–y deja- profundas heridas en nuestra
nación aún no curadas….
Sarmiento
le escribe a Marco Avellaneda, entre otros, diciéndole “Debe darse muerte a todos los prisioneros, y a todos los
enemigos".. "Debe manifestarse un brazo de hierro y no tener consideración
con nadie". "Es preciso desplegar un rigor formidable".
"Todos los medios de obrar son buenos, y deben emplearse sin
vacilación". "Debe imitarse a los Jacobinos de la época de
Robes-pierre". Todo un educador el sanjuanino y fiel exponente de la
democracia iluminista.
Por ejemplo, veamos que pensaba y sabía de Garibaldi
un ‘antirrosista’ como José Luis
Bustamante que no podía creer la crueldad del pirata, diciéndole espantado a
otro ‘antirrosista’ como Fructuoso
Rivera, el Oriental respecto al saqueo y asesinatos sistemático del aquel, en
carta del 2 de Noviembre de 1845: “Garibaldi saqueó la Colonia y
Gualeguaychú escandalosamente; no puede contener la gente que lleva. Esta
marcha nos des-acreditará mucho, y mientras no se vean al frente de esas operaciones
jefes del país, nada adelantaremos, la guerra será interminable".:
Esa ‘mistificación’
de la historia, también se vio y se ve plasmada también en hechos que presentan
una simbología profunda. Por ejemplo, el llamar Plaza Lavalle al que fuera
solar de la familia Dorrego, encima imponiendo un monumento al gran traidor
cuyo rostro apunta a la casona de tal familia; el llamar ‘Parque 3 de Febrero’
(en referencia directa al día de la batalla de Caseros donde cae el régimen
legítimo de nuestra patria), a la que fuera residencia del Restaurador Juan
Manuel de Rosas imponiendo un busto de Sarmiento justo dentro de la que fuera
su residencia y además, mirando el mismo hacia el que fuera el dormitorio del
Restaurador caído en desgracia.
Es evidente que todo esto –en serviles homenajes-
demostraba el odio como fundamento a todas estas decisiones.
¿Que pensaba Lavalle, el homenajeado hasta hoy,
respecto de la conducta que debería tenerse con sus enemigos? En carta a Pedro
Ferré del 2 de Diciembre de 1839 le decía que iba a degollar a todos los que
cayeran prisioneros, vanagloriándose del asesinato del Gobernador riojano
Villafañe.
Lavalle también degüella o fusila al Gobernador de
Tucumán Alejandro Heredia, al de Salta, Pablo Latorre, al de Jujuy Mariano Iturbe,
la de San Juan, Nazario Benavídez. Y la lista sigue….
A todos estos patriotas, el denuesto cuando no el
silencio hace que no se los recuerde, ninguna calle, plaza, escuela, llevan su
nombre sucumbieron –ya prisioneros o indefensos- a manos de los ‘civilizadores’.
En
fin, a lo largo de nuestra historia, las matanzas y actos de violencia
Unitarias no han sido eventos aislados, sino que reflejan un patrón que se
extiende en el tiempo, evidenciando un plan cuidadosamente elaborado y
ejecutado con precisión.
El
genocidio perpetrado por el centralismo anglo-porteño, llevado a cabo por sus
fieles ejecutores mercenarios, nos demuestra cómo su violencia sistemática y
planificada ha sido utilizada como herramienta para consolidar poder y someter
a otros.
Este
trabajo busca explorar y comprender las raíces y las implicaciones de ese
oscuro capítulo en nuestra historia, resaltando la gravedad y la planificación
detrás de estos hechos.
La
victoria, tanto militar como política, favoreció principalmente a un pequeño
grupo anglo-mitrista. La historia
escrita posteriormente, cargada de apasionamientos como carente de objetividad,
sirvió para encubrir una política de entrega de soberanía y, de paso, reflejar,
en algunos pocos casos, antiguos rencores personales con posterioridad a la
Batalla de Caseros como la producida entre Urquiza y Chilavert.
En
este atroz concubinato entre la audacia invasora extranjera y el extravío
resentido e ignorante de compatriotas culturalmente afrancesados, cegados por
un europeísmo que no se adaptaba a nuestra realidad existencial, se puso a
enfrentarlos la mejor tradición hispana, la sustancialidad de ella de don Juan
Manuel de Rosas.
*****
CAPÍTULO
4
“La Historia Es El Alma De Los Pueblos Y Se Nos Ha Querido
Quitar El Alma Para Que No Seamos Jamás Un Pueblo"
José María Rosa,
IV.-DESARROLLO DEL
GENOCIDIO DE NUESTRO PUEBLO
Pasemos,
ahora sí, al estudio detallado del genocidio perpetrado por el centralismo
anglo-porteño a mano de aquellos fieles ejecutores mercenarios, en la fase
militar inicial.
Es
necesario dejar asentado que no se nos escapa que las torturas, degüellos y
fusilamientos no han sido patrimonio exclusivo de las huestes unitarias;
también algunos federales incurrieron en esos mismos comportamientos.
La
diferencia radica en que las acciones violentas por parte de ciertos federales
fueron producto de individuos que cayeron en tales actitudes en medio de
combates, exaltados por circunstancias políticas particulares y limitadas a
cuestiones puntuales, como odios personales o momentos específicos.
Dado
que el gobierno de Rosas tenía como particularidad el llevar puntillosamente
tanto los datos económicos de la Confederación como las ejecuciones por alta
traición, tenemos datos de los muertos o ejecutados por los Federales en
aquellos días de invasiones extranjeras con apoyo de nuestros siempre cipayos
iluministas.
Un
ejemplo de ello fueron los acontecimientos de 1840, cuando se produjeron
intervenciones extranjeras que fueron frenadas por Rosas; y en dichos momentos
aprovecharon los Unitarios a socavar las defensas del gobierno aliándose a los
franceses que además de atacarnos suministraban material bélico a los
insurgentes argentinos venidos de Montevideo..
De
tal modo, en 1840 fueron exactamente 20 los asesinados por la Mazorca y en 1842
fueron 31. Digamos, y no es menos importante, que Rosas ordenó le fusilamiento
de aquellos exaltados que cometieron
esos crímenes, por más que hayan sido federales.
Asimismo,
hubo intentos de golpes de Estado protagonizados por personas en quienes Rosas
confiaba, como los Maza y algunos estancieros del sur, que conspiraron y se
alzaron contra el gobierno legítimo que estaba embarcado en sostener una feroz
lucha en varios frentes contra las invasiones francesas.
Por otro
lado, la masacre de miles de gauchos anónimos, mujeres, niños y ancianos
desvalidos por parte de los unitarios obedeció a una estrategia cuidadosamente
diseñada, pensada y calculada contra poblaciones enteras que se oponían a que
les quemaran sus humildes ranchos, violaran a sus mujeres y empobrecieran su
vida productiva.
No se
trató de acciones individuales motivadas por conflictos personales, sino de una
‘política de Estado’; de Estado de factoría, se entiende, establecida de manera
fría y planificada para doblegar, no solo físicamente, sino también
emocionalmente y culturalmente, a todo nuestro pueblo.
El
objetivo era denigrarlo, intentando vaciar su sentido religioso y trascendente,
para que —los que lograran sobrevivir a la masacre— sirvieran como esclavos de
las compañías internacionales que llegaron a inundar el país con baratijas
importadas o productos manufacturados que nosotros mismos podríamos fabricar.
Miles de
gauchos riojanos, catamarqueños y cordobeses —“bípedos implumes”, como los
llamaba Sarmiento— pasaron por las dagas ‘civilizadoras’ de sus compatriotas y
de los Orientales al servicio de Mitre y Sarmiento.
*****
CAPÍTULO
5
V.-ANTES Y DESPUÉS DE LA BATALLA
DE CASEROS
El
proceso de desmantelamiento de la soberanía de la nación comenzó mucho antes,
con figuras como Rivadavia, pero realmente se aceleró tras la traición de
Urquiza y Garzón en la batalla de Caseros. Urquiza, que no era ni Federal ni
Unitario, se alió con Brasil, priorizando sus intereses económicos y
comerciales, como el contrabando y la venta de su caballada, por encima de la
sangre de sus propios compatriotas.
Como
ya se ha probado, la Batalla de Caseros fue una guerra internacional,
disfrazada de guerra civil. La toma del Palomar fue hecha por los brasileños a
las órdenes del general Manuel Márquez de Souza, como bien lo señala en un
extenso, detallado y fundado trabajo el historiador Roberto FERNÁNDEZ CISTAC al
probar documentalmente –una vez más- que los vencedores nativos en Caseros han
querido establecer, falsamente, que fue una guerra civil, una revolución
doméstica, trabajo al cual remitimos para un estudio minucioso y profundo sobre
el tema.
Como
será así que al día siguiente de concluida la batalla de Caseros el imperio
brasileño triunfante con su ejército al mando del Brigadier Márquez de Souza,
toma posesión del predio militar principal, el núcleo donde se concentraba todo
el ejército Federal (‘Santos Lugares de Rosas’) adueñándose del mismo sin
oposición alguna de Urquiza.
No
debe olvidarse que, como bien señaló Pedro Juan VIGNALE, la política brasileña
—heredera indirecta de la británica— siempre ha sido prudente, coherente y
tenaz, con una clara visión de futuro en cada una de las actuaciones de su
cancillería. Con una frialdad calculada, Brasil ha buscado su expansión
territorial mediante exploraciones y penetraciones en territorios
hispanoamericanos. Según el citado autor, los límites de su imperio fueron
avanzando hasta la cordillera de los Andes.
Cuando
Brasil ha intentado justificar un derecho, lo ha hecho casi siempre después del
hecho consumado, en un estilo muy parecido al británico al que, desde hace
mucho tiempo, ha subordinado su política y su economía. Portugal transfirió al
Brasil ideas del mercantilismo inglés; para ambos, aquel territorio fue base de
lanzamiento y trampolín en Sudamérica para sus negocios y sus empresas
militares. Lord Strangford actuó como celoso custodio para que este proceso se
concretara.
Luego
de los fracasos militares de los ingleses en 1796, 1807 y 1845 —y del intento
francés derrotado en 1838—, dejaron en manos del Brasil y de los unitarios
argentinos y su “sicariato” la fase militar de la conquista. Los ingleses,
apoyados en su red masónica, impusieron un liberalismo
económico esclavista, exterminador y protestante en estas tierras,
obteniendo beneficios en detrimento de las autonomías locales.
El
objetivo histórico del Brasil fue siempre asegurarse la posesión de una de las
riberas del Río de la Plata. Aunque no lo logró plenamente —pues Inglaterra,
que ya no deseaba una mayo Es que la
importancia de la derrota de Caseros se ve reflejada en los efectos que ello
produjo.
La
expansión brasileña, se lo impidió— sí consiguió evitar que ciertos territorios
permanecieran integrados a la Confederación Argentina: Inglaterra promovió la
creación de un Estado “tapón” sobre el cual pudo ejercer un control casi total.
La Batalla de Caseros fue, en definitiva, el instrumento militar y Juan Manuel
de Rosas fue desplazado por la acción de Justo José de Urquiza, ejecutor
adecuado, codicioso y apátrida, para ese propósito.
Los efectos de la pérdida de la batalla de Caseros
los enumera someramente el historiador Roberto FERNÁNDEZ CISTAC diciendo que “la consecuencia de toda
guerra es la solución de cuestiones pendientes de acuerdo a los intereses del
vencedor; desde ya que la segunda guerra entre Argentina y Brasil no fue una
excepción a esta regla de universal aplicación. Por Decreto del 28 de agosto de
1852 y Tratado de 1857 el Brasil obtuvo la libre navegación de nuestros ríos
para sus buques mercantes y de guerra, también se aseguró posesión de las
Misiones Orientales por los Tratados de 1851 y 1857 que reconocieron sus
derechos adquiridos, el 17 de julio de 1852 reconoció la independencia
paraguaya, el Tratado de 1857 también estableció la obligación de Argentina de
extradir a los esclavos brasileños reclamados por sus amos -asumiendo
vergonzosamente el despreciable rol de verdugo de la libertad- en abierta
violación del art. 15 de la Constitución Nacional y -finalmente- nuestro país
comenzó a abstenerse de toda participación en el Uruguay permitiendo que el
Brasil impusiera el ominoso Tratado del 12 de octubre de 1851 que hipotecaba
económicamente a la república Oriental además de rebanarle lo mejor de su
territorio. Un triunfo completo que aún hoy celebra el Estado vecino; S.M. el
Emperador Pedro II distinguió al general Urquiza con la más alto a
condecoración del Imperio: la Real Cruz de la Orden de Cristo. No puede negarse
que la tenía merecida”.
Esa enumeración de las consecuencias de la Batalla
de Caseros sobre nuestra nación y sobre la Republica Oriental, incluye la
pérdida definitiva de las Misiones Orientales y del Paraguay ya en forma
escrita y la devolución de los esclavos escapados del Brasil vulnerando con
ello nuestras disposiciones legales que van desde lo resuelto en la Asamblea
del Año XIII hasta el aquel nuevo art.15 de la novísima Constitución Nacional.
Si se suma la internacionalización de los ríos
interiores cuya soberanía nos había costado tanto tiempo en conseguir mediante
tratados internacionales y la pérdida
del 50% del territorio Oriental que pasó a apropiarse el Imperio brasileño
mediante acuerdos firmados por los Orientales a punta de pistola, la derrota
fue contundente, como dijo el autor citado.
Dice
Jorge A. OCON analizando los prolegómenos a la batalla y las consecuencias
luego de ella, como lo han hecho muchos historiadores serios con mucha
documentación avaladora: “La palabra
"Caseros" define a un complejo de hechos y procesos históricos que
comienzan en 1846 y produce consecuencias que perduran activamente basta
nuestros días. Significa, en 1852, el fin de una disputa secular y el triunfo
de los antlideales argentinos, y la pérdida de una posición geopolítica de
integridad y seguridad nacionales.
“En proyección
histórica, significa un ideal nuevo de país, subordinado a intereses foráneos y
al triunfo de un grupo social vinculado a esos intereses, cuyo aglutinante es
una ideología hegemónica: el Liberalismo, económico y filosófico.
“Hablar de Caseros
implica hacer referencia al Tratado de Alcaraz, a los Tratados de Alianza con
el Brasil aceptados por Urquiza; a la Convención dei Pantanoso, con el estado
Oriental; a los cinco Tratados "Paranhos" y el cera diplomático sobre
la Argentina, establecido por el Brasil; a las subvenciones empréstitos y endeudamientos
fiscales; y a una larga inestabilidad política, social y económica interna. Y,
por fin, a la pérdida de una política de carácter nacional en materia de
relaciones exteriores, lo cual redundará en la desdichada guerra contra el
Paraguay de 1865-1875; sin olvidar la larga guerra civil desatada en nuestro
interior.
“Tratado del 21 de
Noviembre de 1851: Posibilita la guerra, lo mismo que el anterior [la del 12 de
Octubre de 1851 firmado por Lamas], contra la Confederación Argentina, por
parte del Brasil. En esa guerra, Urquiza y los uruguayos, fueron sus auxiliares
“Los Tratados
"Lamas" o de Río de Janeiro, del 12 de Octubre de 1851. Abarcan una
amplísima gama de asuntos, tales como: Límites; Alianza; Subsi-dios; Comercio y
Navegación; Extradición de esclavos Brasil, con estos tratados, consolida su
hegemonía en el Plata .
“El de Alianza,
convierte al Brasil en director armado de la política interna del Uruguay. El
de Subsidios, actúa de complemento, por medio de los préstamos otorgados. El de
Extradición, convierte al Uruguay en carcelero de los esclavos del Imperio. El
de Comercio, estimula el desarrollo de los saladeros riograndenses en desmedro
de los uruguayos.
“Dichos tratados
cercenaban territorialmente al Uruguay, por la aplicación del uti possidetis
unilateral; legalizaban la intervención brasileña; privaban al Estado Oriental
de sus aguas territoriales limítrofes; lo obligaban a enriquecer la industria
sataderil riograndense; por fin, le imponían -contra sus principios) su mera)
sil ley y sus instituciones- el mantenimiento de la esclavitud.
“El de Límites, según
Juan Carlos Gómez "...Por medios ilegítimos y nulos, nos arrebató, en 1816
toda la extensión al norte del Ibicuy, encerrando una extensión de 2920 leguas.
Luego, con la incorporación (en 1822), nos arrebató toda la extensión que media
entre el Ibicuy y el Cuareim, aprovechando esa gran vena de agua del lbicuy y
tomando por línea, desde el Cuareim los doce cerros, los ríos Santa María en
dirección al (Atlántico).
“En opinión del uruguayo
Pivel Devoto, dice Ocón, "Fue Lamas quien trajo la injerencia brasileña en
el Río de la Plata...colocaron a la República Oriental en calidad de
protectorado brasileño. .
“Los
objetivos estratégicos del Imperio en el Rio de la Plata, en marzo de 1851,
quedan aclarados en las instrucciones a Silva Pontes mientras trata de atraerse
a Urquiza:.
El pronunciamiento de Urquiza
contra Rosas;
b) Reconocimiento previo del
compromiso del reconocimiento de las Misiones Orientales como brasileras;
c) Libertad de acción del Imperio
en el Estado Oriental;
d) Reconocimiento de la
independencia del Paraguay;
e) Libre navegación de los ríos
interiores argentinos;
f) Formación de pequeñas
repúblicas satélites entre el Brasil y la Argentina (33).
“La misión
Silva Pontes por América tiene como objetivo la formación de un cerco
diplomático sobre la Argentina..
“Con el
pronunciamiento de Urquiza, los tratados de 1851, el tratado del Pantanoso, y
los tratados Lamas, consecuentes, y todos vinculados, la suerte estaba echada.
Los errores e inopia de los que obtuvieron el poder en la Argentina, pusieron
repetidamente en peligro la soberanía nacional y perdieron inexorablemente la
necesaria preponderancia e imprescindible hegemonía rioplatense para sus
necesidades nacionales e internacionales.
“La opinión de Caxias y "el recuperado
honor de las armas brasileñas..."; la revancha antes mencionada.
“Brasil, a costa de la Confederación resuelve
sus problemas internos de sobrevivencia nacional y tranquiliza su futuro.
“Caseros, es un triunfo brasileño que le
asegura su preponderancia en el continente sudamericano, lo que implica la
guerra civil oriental, su desenlace al gusto e interés brasileños; la Triple
Alianza y la Guerra del Paraguay, con todo el significado geopolítico regional.
Rosas vio el porvenir de América; creyó en el
elemento criollo y no se dejó engañar por el espejismo europeo, ni por el
pensamiento y la influencia enciclopedista.
“Urquiza, los unitarios, los montevideanos,
ansiaban el poder y la riqueza y fueron instrumentos del Imperio.
“Los brasileños, el Imperio, pensaban como
europeos; sentían y buscaban secularmente la hegemonía y tenían una
organización, objetivos y mentalidad eminentemente aristocráticos.
“Caseros dejó en poder del Brasil la
potencialidad internacional que le arrebataron aquellos a sus respectivas
patrias con su actitud de 1851 (mayo a noviembre) y de 1852, con los tratados
"Lamas", abriendo el Río de la Plata a la preponderancia imperial..
“Lo hizo sin disparar un sólo tiro, sin ningún
sacrificio, salvo dinero y deslealtades en las negociaciones. Otros, lo
estimaron como un triunfo del liberalismo Algunos, la política de lo pequeño,
la argucia de comité, el predominio de ambiciones particulares y personales.
Nunca, de lo argentino y de lo trascendental o de la grandeza nacional del pueblo
y la sociedad argentinos.
“Le faltó a Urquiza y a algunos de sus
principales colaboradores, las condicione! no muy frecuentes de los políticos,
a saber: dotes de estadista, ideales y
capacidad de ejecución acertada, ya que su único objetivo fue asegurarse un
régimen político que le permitiese la posesión de su fortuna, su estilo de vida
y su satrapía en la provincia de Entre Ríos (38).
“Creemos haber planteado que: La Historia
interior y exterior de la Argentina cambió por una revolución encabezada por el
gobernador de la Provincia de Entre Ríos, en alianza con Corrientes, inspirada
por el gobierno de la defensa de Montevideo y sus integrantes; pagada por el
oro imperial con la connivencia francesa y la complicidad pasiva de Inglaterra,
todos socios de intereses comerciales, y las perspectivas de abrir los ríos a
la libre navegación. .
“Se frustró así, una perspectiva promisoria
para el Río de la Plata y un proyecto geopolítico económico nacional.
“Se formalizó la alianza de estas fuerzas, con
los tratados de 1851 , y se concretó la defección, por los patacones
distribuidos entre los venales federales,-unitarios y orientales que provocó la
derrota argentina de Caseros. Lo cual produjo la ruptura de la unidad nacional
hasta 1880.
“El engrandecimiento
territorial del Brasil, a costa del de la República Oriental del Uruguay y de
la Argentina, incluso, con la semilla de la guerra de la Triple Alianza.
“Se destruyeron las
instituciones argentinas elaboradas durante las décadas de trabajosos
esfuerzos. La pacificación del país que se había logrado al cabo de
sufrimientos y sacrificios del pueblo argentino, en 1850, por efecto de la
revolución de Urquiza, volvió a frustrase, al encender la lucha civil y
política que no pudo apagar, sino avivó, con una constitución de modelo
plagiado.
“Caseros es, como
complejo, un conjunto de hechos y procesos históricos y no una simple batalla;
es un trascendente y formidable acontecimiento que cambia definitivamente la
historia y el destino geopolítico de una región y de cinco países, modificando
el equilibrio político de las mismas y provocando una serie de sucesos
trascendentes, cuyas consecuencias, abarcando hasta nuestros días, tanto las
situaciones políticas, como sociales, económicas y geopolíticas”.
Respecto
a estos amplios párrafos debemos hacer una puntuación y que hace al tema del
título de este trabajo: Además de las tropas brasileñas, orientales y unitarias
argentinas, participaron como un adelanto de lo que vendrá, ‘sicarios’,
mercenarios de distintos países como los alemanes de distintas zonas que se
estacionaron en Colonia con armamento moderno, además de genoveses, sardos, etc
prestos a colaborar con los brasileños, especialmente..
Como
dijimos arriba, al día siguiente a la batalla de Caseros, los brasileños toman
posesión de los Santos Lugares de Rosas, principal cuartel militar, donde se
concentraban las fuerzas del Restaurador.
Pues
bien, como es por todos sabidos en esos días se oían disparos desde la ciudad
de Buenos Aires en dicha zona referida. Se sabe que los disparos eran por el
fusilamiento de centenares de soldados de la Confederación que habían sido
tomados prisioneros, entre ellos los gloriosos y patrióticos soldados del
batallón del unitario Aquino.
Lo
que nos lleva a deducir que si había fusilamientos diarios en los Santos
Lugares (alrededor de 10 fusilados por día), estos fusilamientos eran
realizados por las tropas brasileñas y sus ‘sicarios’ –que habían tomado
posesión de la zona, como ya se dijo- y que seguramente se regodeaban con ello
cebados por la sangre y por la venganza de Ituzaingó en 1827.
Más
tarde, la destrucción de Paysandú y la Guerra de la Triple Alianza mostraron
que Brasil, sin reparar en matices ideológicos internos y siguiendo en la
práctica los intereses británicos (y propios) continuó su expansión territorial
de modo ordenado y persistente, logrando la fragmentación de Hispanoamérica que
ancestralmente tanto habían anhelado sus impulsores.
Fuimos
perdiendo, antes y después de la Batalla de Caseros —que aquí comentamos—,
territorios tan relevantes como Potosí, Tarija, Charcas, Cochabamba; en suma,
todo el Alto Perú, junto con Montevideo y la Banda Oriental, Paraguay, Atacama,
las Misiones Orientales y el Estrecho de Magallanes (este último, en parte, por
la intervención chilena y por la llamada “Comisión Argentina” en Chile,
integrada por Sarmiento, Las Heras, Domingo Oro y otros).
El
país se fue empequeñeciendo y disgregando paulatinamente. Rosas intentó
articular la reconstrucción pacífica de las Provincias Unidas, pero Inglaterra,
Francia y Brasil no se lo permitieron. Por eso la Batalla de Caseros constituyó
un hito destinado a frenar esa reconstrucción a través de la futura
Confederación Argentina.
La
actuación combinada de Inglaterra y Brasil, sumada al complejo de inferioridad
que crecientemente asumieron algunos sectores liberales —quienes difundieron
esas ideas en el imaginario de un pueblo acosado y en las generaciones educadas
bajo tales conceptos—, contribuyó decisivamente a nuestra decadencia.
De
tal modo, hombres como Sarmiento y Alberdi estaban dispuestos, con tal de sacar
a Rosas del gobierno, a sacrificar casi cualquier cosa; para ellos, por
ejemplo, la Patagonia podía pertenecer al país que más réditos sacara de esa
posesión (como llegó a sostener Sarmiento).
Pero
siempre los cipayos autóctonos, y mas aún después de Caseros, debían ocultar en
lo posible ello y el ocultar cómo y a qué precio habían obtenido la
victoria y también evitar que
transcendieran las consecuencias de haberse aliado los Unitarios -vencedores ‘a sueldo’ - con el Imperio
brasileño: el desmembramiento territorial definitivo de nuestra patria y la
pérdida del dominio fluvial por los "vencedores" de Caseros a sueldo
del Brasil.
Este
acto de traición marcó el inicio de una brutal represión contra el pueblo
Federal de Buenos Aires y las tropas que ya estaban rendidas, con escenas
desgarradoras como cuerpos mutilados colgando de los árboles en Palermo, frente
al ex palacio del Restaurador, como se anticipó arriba. La maquinaria de
violencia ya estaba en marcha y continuaría operando durante décadas en el
interior del país, dejando una profunda huella en la historia y en la memoria
de su gente.
*****
CAPÍTULO
6
VI.-LA MAQUINARIA JUDICIAL
COHONESTANDO LA VIOLENCIA UNITARIA
Paralelamente
a las acciones militares de horror que los “civilizados” unitarios practicaron
con meticulosidad, se puso en marcha una supuesta administración de justicia.
Los tribunales, sin escrúpulos y con apariencias de legalidad, condenaron a
fusilamiento o ahorcamiento a destacados dirigentes del federalismo que
irritaban a las nuevas autoridades.
Como
observa Cecilia GONZÁLEZ ESPUL, apenas terminada la batalla de Caseros se
montaron puestas en escena de la justicia unitaria, que actuó con metódica
venganza. Se eliminó a patriotas que podían denunciar la traición a la patria
cometida por los vencedores: no debía quedar testigo alguno.
Entre
los sitiadores del Buenos Aires entreguista —cuando ésta buscaba escindirse
como Estado independiente— figuraban Hilario Lagos, Andrés Parra, Ciriaco
Cuitiño, Manuel Leiva, Leandro Alén y Antonino Reyes. Cuando el sitio estaba a
punto de rendir frutos, Urquiza, en una nueva traición silenciada hasta hoy por
la Historia Oficial, abandonó a los sitiadores, se retiró a Entre Ríos y firmó
la paz con los porteños. Obligados a levantar el sitio, los jefes fueron
detenidos.
Debería
haber quedado claro que quien en su momento traicionó al gobierno de su patria,
no vacilaría en traicionar después a sus antiguos camaradas. Ex federales como
Lorenzo Torres, Ángel Pacheco y Pastor Obligado, ya convertidos en socios de
los unitarios centralistas —junto a figuras como Valentín Alsina y otros
prominentes unitarios— sobornaron incluso a la flota urquicista con la intervención del estadounidense Coe, y la causa
se perdió.
Los
magistrados que enjuiciaron a los sitiadores fueron los mencionados arriba sumándose
Vélez Sarsfield, Juan José Cernadas, Alejo Villegas, entre otros.
Justamente
sobre Vélez escribió el ‘tirano’, el ‘degollador’ Rosas: ”El señor Vélez fue siempre firme a toda prueba en sus vistas y
principios unitarios, según era bien sabido y conocido, como también su
ilustrado saber, práctica y estudio, en los altos negocios del Estado”.
En
carta a Pascual Echagüe en 1839 dice “El
Dr. Dalmacio Vélez, su recomendado, no perteneces al partido Federal, no es de
los unitarios exaltados o marcados por perros. Conmigo corre bien y puede ser
que con el tiempo se enrole entre nuestros federales; si teniendo buena
voluntad de corazón para ella, hace servicios a nuestra causa”.
Se
equivocó el Restaurador: Vélez fue uno de los que testimonió contra Rosas, lo
cual no extraño a Rosas que sabía la condición del jurista, a pesar que durante
el gobierno de Rosas solía frecuentar las reuniones que organizaba Manuelita y
que fue nombrado en altos cargos por Rosas. Una desilusión para Manuelita y
para el propio Rosas.
La
resolución y la pena estaban decididas de antemano en el juicio de diciembre de
1853, que se realizó con celeridad.
Solo
Antonino Reyes logró huir a tiempo y salvarse de la matanza llevada a cabo por
los supuestos “civilizadores” unitarios.
La
citada autora concluye diciendo que “.Para
concluir diremos que la muerte de los mazorqueros en 1853, fue nada más que la
iniciación de un plan premeditado de mucho mayor alcance y que se prolongó aún
después de Pavón. Y éste fue la destrucción del régimen ‘rosista’ y de los
caudillos federales del interior. Continúa con los asesinatos de Nazario
Benavídez y Valentín Virasoro; y luego de Pavón, durante la presidencia de
Bartolomé Mitre, con el asesinato del Chacho Peñaloza y la sangrienta represión
de las montoneras federales. ¡Cuántos murieron en aquella época! Más que en la
época de Rosas. Creyeron así poder construir una sociedad civilizada y no
bárbara, europea y no criolla, urbana e industriosa, agnóstica y no católica…”
Todo
servía para fragmentar una vez más a nuestro territorio para beneplácito de
ingleses, franceses y brasileños que además lograban con la firma de Urquiza la
internacionalización de nuestros ríos interiores.
Ese
desmembramiento territorial auspiciado, alentado por personajes como Rivadavia,
Mitre, Sarmiento, Urquiza, Florencio Varela, Salvador María del Carril, entre
otros era algo ‘saludable’ y lo celebraban con alborozo indisimulado.
No
son solo ideas verbales de estos inicuos personajes mediocres; lo dejaban por
escrito para la posteridad.
Transcribe
Ricardo FONT EZCURRA que Rivadavia
incluyó en su Constitución del ‘26 el siguiente artículo 188: "La aceptación de las dos terceras panes de
las provincias incluso la Capital, será suficiente para que se ponga en práctica
entre ellas, conservando relaciones de buena inteligencia (es decir sin
obligarlas por la fuerza a aceptarla) con las que retarden su consentimiento".
Esto
destruía definitivamente la integridad territorial al permitir que por su sola
negativa, una tercera parte de las provincias pudiera dejar de pertenecer a la
nueva nación, sancionando constitucionalmente su alejamiento.
Urquiza
tampoco le interesaba la unidad territorial de nuestra nación; en carta a a
Juan Pujol: en Julio 23 de 1853 le decía que “el pensamiento de formar Corrientes y Entre Ríos una nación
independiente, es un pensamiento salvador que nos pondría a cubierto de los
desastre que por tantos años he sufrido la República Argentina”. Otro
pensamiento del entrerriano ocultado por nuestra siempre fraudulenta Historia
Oficial.
Omite
decir el entrerriano que el supuesto ‘desastre’
lo tuvo a él como principal partícipe comandando los ejércitos de la
Confederación por años… ¡Desmemoriado el hombre…!
Sarmiento
decía que había que reducir la extensión territorial y eliminar cualquier
intento de Rosas de reconstruir el Virreinato del Rio de La Plata Tarija,
Magallanes, Montevideo y Paraguay.
Parece
que el sanjuanino no mide con la misma vara las intenciones y concreciones de
los EEUU al expandir su territorio a costa de México, lo cual celebra como un
éxito y muy beneficioso para el crecimiento del país del norte. Así como
también las expansiones de Inglaterra y Francia por todo el mundo (China, India
y demás territorios del lejano oriente).
Esa
prédica constante de personajes como Sarmiento y otros llevó de a poco al
desmembramiento no solo del Virreinato del Rio de la Plata (Argentina, Chile,
Bolivia, Uruguay, Paraguay, las Misiones Orientales absorbidas por el Brasil),
sino también al de México, a la creación
por las potencias imperiales de micro-estados como El Salvador, Honduras,
Guatemala, Costa Rica, en una
disgregación absolutamente antinatural.
También
a la fragmentación del Virreinato de Nueva Granada creando Estados como
Colombia, Venezuela, Ecuador y mas acá en el tiempo, Panamá.
En
fin, el plan de los Imperios (‘Divide e Impera’) dio resultado teniendo como
títeres a nativos comprados con dinero o con ideas absurdas de que cuanto más
chicos los territorios iba a ser mejor. Si, claro, mejor para los intereses
imperiales que nunca aplicaron en sus territorios originales lo que proclamaban
como positivo en los otros.
Sigue
diciendo FONT EZCURRA que el historiador brasileño D. Pedro Calmón Presidente
de la Academia Nacional de Historia de Rio de Janeiro ha declarado que “el máximo propósito del Brasil en 1843 era impedir que Rosas con su triunfante política federalista, reconstruyera
el Virreinato del Rio de la Plata”..
Es
decir – continúa Font Ezcurra- “que
realizara el pensamiento de Mayo. Y ese renovado propósito: impedir a todo
trance la formación de una Argentina poderosa, muy explicable desde el punto de
vista de Itamaraty, da la clave y el sentido de las consagraciones de la
historia oficial.
“Es innegable que todas esas fuerzas anti-argentinas,
ocultas o aparentes, que en provecho propio han retaceado nuestro territorio,
dirigido nuestra economía y controlado nuestra política, han tenido también una
influencia preponderante en la confección de nuestras efemérides y han otorgado
la proceridad oficial a los que anteponiendo el criterio de factoría al ideal
de Patria Grande, se pasaron al enemigo.
“Pero si han sido generosas con los que
hicieron el juego a su política de dominación, no han dejado de ser inexorables
con los que, en nombre de ese ideal de patria se cruzaron resueltamente en su
camino obstaculizando su acción colonizadora.
“Liniers, el hombre de la Reconquista;
Alzaga, el de la Defensa; Quiroga, el del Cerro de Famatina; Dorrego, son las
victimas ilustres de esa tremenda persecución. Por eso la historia oficial, que
no es otra cosa que un engranaje más del mecanismo de entrega, es implacable también
con los caudillos federales…“
El
historiador Justo DÍAZ DE VIVAR, también nos presenta una detallada descripción
triste de lo sucedido luego de la batalla de Caseros, con todo el horror que se
avecinó luego de ella. Extraeremos algunos párrafos de su trabajo.
El
citado nos dice que los unitarios no querían mandar argentinos a ‘civilizar’ el
interior, y entonces enviaron una legión de Orientales mercenarios, de los sque
venimos hablando, sea porque los Orientales no tenían vínculo afectivo alguno
con sus víctimas o sea porque ningún argentino quería participar de los
horrendos crímenes que se avecinaban contra el indefenso pueblo,
“El ataque más serio que
va a sufrir la argentinidad neta es el que se reinicia después do la caída de
Rosas. En las grupas de Urquiza vienen los hijos espirituales de los traidores
de Montevideo y Chile, y vienen incluso los sobrevivientes mismos: Mitre,
oficial oriental y coronel brasilero ascendido a tal grado por el Emperador [del Brasil] por su acción de combatiente contra la Confederación Argentina en el
Paso del Tonelero, embarcado en la escuadra francesa; el ‘chilenizante’ (sic)
Sarmiento y otros dioses menores, todos plenos de rencor.
“Mitre inicia su
presidencia enviando al Interior una Expedición Punitiva a matar Federales
(todo el Interior es Federal e impregnado de espíritu nacional). La manda el
oriental Paunero; todos los jefes ‘mitristas’ son orientales: Paunero, Rivas,
Arredondo, Sandez, Irarrazábal, el gaucho [Venancio] Flores,
el de la melena grasienta, no hay un solo Jefe argentino! Van con la libertad y
la civilización encerradas en limetas de ginebra, y uno de los suplicios
favoritos de Sandez e Irarrazábal será colgar de los senos a las mujeres
provincianas.
“El folletinista
unitario Eduardo Gutiérrez no puede menos de estremecerse de horror al
describir esta expedición extranjera que va a actuar en nombre del
"nacionalismo". Pero Sarmiento no se horroriza. Cuando Irarrazábal
degüella y descuartiza a Peñaloza Sarmiento escribe a Mitre ‘-Aquí, he
aplaudido la medida, precisamente por su forma’ ".
Alfredo
ORTIZ DE ROZAS transcribe un dolido pasado escrito por el citado DÍAZ DE VIVAR
en otro de sus trabajos ’Las Luchas por
el Federalismo’ donde luego de relatar las orgías de sangre y aguardiente
de las huestes mitristas, dice que con un marcado dejo de un anhelo
reivindicatorio de nuestro sufrido pueblo: “Cuando
el agradecido pueblo argentino repare la
omisión inexplicable en que incurre hasta el presente, fundiendo en
bronce para hacerlas perennes las figuras de Sandez e Irrazabal, sembradores de
la "buena nueva" ‘mitrista’ en el interior, si el escultor es
aficionado al simbolismo y pertenece a la escuela "cubista", ya tiene
motivos para su asunto: sobre un basamento de coágulos de sangre pueden
levantarse las despreciables figuras de estos aventureros extranjeros,
representantes del "nacionalismo", sus cabezas tendrían un modelo
acabado en la limera de Ginebra que es lo más cubista posible, y en los bajos
relieves podrían figurar las mujeres provincianas colgadas de los senos por
orden de estos procónsules representantes del partido "liberal"
accionados por la estupidez, la crueldad y el aguardiente".
*****
CAPÍTULO
7
VII.-DESPUES DE LA BATALLA DE
CASEROS, LA BATALLA DE PAVÓN
Tras
la traición en Caseros, la derrota en la batalla de Pavón fue como una
continuación de ese proceso de pérdida de soberanía. Aunque al principio quizás
se intentaron mantener algunas formas, rápidamente esas máscaras cayeron y la
brutal realidad quedó al descubierto.
Entendemos
que la acción disolvente del centralismo porteño, (incluido Sarmiento) teniendo
como ariete a los ‘sicarios’ orientales puede dividirse en tres etapas.
La
primera abarca desde la Batalla de Caseros hasta la Batalla de Pavón,;
La
segunda comprende desde esta última batalla hasta el martirio de Paysandú y la
Guerra de la Triple Alianza en Paraguay;
Y
la tercera etapa se extiende desde dicha guerra de exterminio hasta el
presente, aunque ahora con otros métodos mas sofisticados.
Cada
una de estas etapas contribuyó a consolidar un sistema centralista y
expoliador, aumentando progresivamente la violencia del Estado usurpador desde
Caseros en adelante, contra el pueblo argentino derrotado.
Luego de
la Batalla de Caseros comienza el exterminio planificado, tal como también lo describe
dolido Atilio GARCÍA MELLID: “… el fallo del
juez ‘caserista’, doctor
Sixto Villegas, que condenó a muerte al «criminal famoso» de don Juan Manuel de
Rosas, le atribuye 285 asesinatos en los veinte años de su «tiranía», en tanto
en una atroz «purga», al día siguiente de Caseros, se fusilaron a 608 personas
en la urbe y a varios miles más en San Benito de Palermo; y, cuatro años
después, a raíz del levantamiento federal del general Jerónimo Costa, fueron
fusilados por orden de Pastor Obligado y de Bartolomé Mitre, el nombrado
general y otros 130 jefes y oficiales rendidos. Y esto no fue sino la
iniciación de una larga serie de asesinatos, degüellos y salvajadas que
culminaron con la alevosa muerte del general don José Vicente Peñaloza,
el Chacho. En cuanto a que
Caseros trajo el imperio de la ley y aseguró los derechos de los pueblos, ésta
es una monserga que no engaña sino a los que gustan de ser zonzos, pues es
sabido que el despotismo de los
liberales se prodigó e expediciones militares que arrasaron el
interior argentino, en intervenciones federales que anularon la autonomía de
las provincias, en comicios fraudulentos que desconocieron la personalidad
libre del hombre, y en una política de entrega económica, que sumió en la más espantosa esclavitud a
los trabajadores”
En
Argentina, se estima que durante los años del gobierno ‘mitrista’ se degollaron, ahorcaron o fusilaron más de 20.000
personas. Sumando también el período desde Caseros hasta el ascenso de Mitre, y
luego con el gobierno de Sarmiento, la cifra total de víctimas inocentes
alcanza aproximadamente las 90.000. Todo esto formó parte de un plan
racionalmente estructurado que, considerando la población actual de Argentina,
habría resultado en casi 2.000.000 de ejecuciones por parte de las hordas
‘civilizadoras’ orientales, dirigidas desde Buenos Aires, con galera y bastón.
Un poco lejos de la suma de los 51 muertos en 1840 y 1842 producidos por la ‘tiranía mazorquera ‘rosista’ (sic).
De esta
manera, nuestro pueblo quedó a merced de la trituradora del centralismo porteño
y de un pequeño grupo de acólitos de las capitales del interior.
A través
de un ‘sicariato’ organizado
militarmente, estos centralistas, que controlaban las rentas del puerto para su
propio beneficio —destacándose especialmente Mitre y Sarmiento—, que dominaban
la situación.
Del
mismo modo, estos líderes eran títeres de los gobiernos ingleses, franceses y
también del brasileño, que los utilizaban como mano de obra para llevar
adelante sus planes de conquista cultural y económica.
En
síntesis, los imperios inglés, francés y brasileño empleaban a los grupos
porteños, liderados por Mitre y Sarmiento, como instrumentos para desolar la
región. A su vez, estos líderes utilizaban a los ‘sicarios’ orientales como mano de obra ejecutora en sus acciones.
La prueba de todo esto que venimos comentando está
dada en que puede contabilizarse y nominarse quienes fueron ejecutados por los
Federales, con nombre y apellido y también, puntualmente, que mes o año se
produjeron, como hemos mencionado arriba.
En cambio, el exterminio Unitario fue masivo en el
anonimato de las víctimas paisanas, y en aquellos con nombre y apellido que
eran generalmente los gobernadores Federales que fueron aniquilados uno a uno
por la soldadesca Unitaria, empezando por Dorrego, siguiendo con Martiniano Chilavert,
los soldados del pelotón del Aquino, Facundo Quiroga, Jerónimo Costa, Nazario
Benavidez, Alejandro Heredia, Pablo
Latorre, José Antonio
Virasoro y tantos otros a lo largo de los años.
Por lo que abarca, no puntualmente y como excepción
algún año particular o excepcional de nuestra historia, sino que desde los
albores de nuestra patria independiente hasta el fin de siglo XIX la aniquilación
se dio planificadamente y sin solución de continuidad, como se dijo, como ‘política de estado’. Esto reconocido por
los propios victimarios confiados en su ignominiosa impunidad.
Esto
refuerza la idea de una política de Estado con una marcada orientación de
exterminio y control social.
Así
estamos ante una “escuela política de
pensamiento” decorada con una exhibición de rutilantes postulados,
inflamada y hermética en su sectarismo asesino de inagotable y entusiasmado
engreimiento; salvajismo solo comparable a su infatuada ignorancia.
Está
más que manifiesto que ni Mitre ni Sarmiento ni ninguna figura autodenominada ‘decente’ que ostentaba el poder central,
desde Buenos Aires, asalariados vergonzosos de la masónica Banca inglesa se
mancharían las manos para llevar a cabo la devastación de nuestro pueblo del
interior, al cual despreciaban profundamente y no comprendían.
Para
ello contaban, como venimos explicando, con un conjunto de mercenarios
Orientales que formaban el ‘sicariato’
Unitario, vamos a denominarlos genéricamente así.
Ellos
eran, principalmente, Venancio Flores, Wenceslao Paunero, Ambrosio Sandes,
Ignacio Rivas, Pablo Irrazabal y José Miguel Arredondo amén de otros oficiales
de menor rango.
Las
correrías de estos feroces y brutales hombres que no respetaban la vida de
mujeres ni niños podemos felizmente documentarlas, a través de varios partes de
guerra, escritos y publicaciones que de tal modo lo demuestran.
Sarmiento
y Mitre nos ofrecen una clara evidencia de sus actos, en sus escritos.
Escritos
en muchos de los casos confesados por el propio Sarmiento y Mitre que
sostenidos por la impunidad que les daba el poder, no trepidaban en proclamarlo
a cuatro voces y con exultante algarabía.
Por
lo tanto, presentaremos una descripción lo más completa posible acerca de cómo,
a lo largo de los años, se llevó a cabo la sistemática eliminación de nuestro
pueblo, con prisa y sin pausa, destacando algunas de las denominadas
‘victorias’.
Es
clave recordar que, de un lado, estaban los Unitarios, respaldados por los
ingresos provenientes de la renta del puerto, armamento avanzado y el apoyo de
la Banca internacional; mientras que, del otro lado, se encontraba un pueblo
trabajador, equipado únicamente con su digna pobreza, su apego a la tierra y
una fe inquebrantable en su destino, constantemente asediado.
La
barbarie cometida por la ‘gente principal
y decente’, según se autodefinían Sarmiento y Mitre, fue un plan
preconcebido impasiblemente.
No
fue algo sin premeditar producto del calor de las batallas y combates, como ya se dijo, sino parte de un plan
impasiblemente calculado dirigido a "uniformar
el interior" (sic) en feliz término de Sarmiento, como lo demuestran
los partes de batalla, cartas, publicaciones, tanto antes de la Batalla de
Caseros como su continuación en
conflictos posteriores como Pavón, Paysandú y la Guerra del Paraguay.
Es que eran
una combinación de intenciones dolosas e ignorancia sobre nuestra realidad. Un
combo mortal…
Sarmiento
y Mitre nos ofrecen certidumbre exacta de estos hechos, en muchas ocasiones, o
casi siempre, llevados a cabo con un total despotismo.
El
historiador Luis CODESIO desarrollando in-extenso’ la actividad del Unitarismo,
y su llamada irónicamente ‘plan de pacificación’
-sobre todo luego de la batalla de Pavón- a través del ‘sicariato’, nos dice que
“el programa que el ‘mitrismo’ se propuso
realizar en lo inmediato, y que pudo llevar a cabo en parte gracias al
entendimiento entre Mitre y Urquiza, consistió en declarar caducos los poderes
nacionales señalando el fin de la Confederación Argentina. Luego de ello, debía
afirmar la vigencia de la constitución nacional y finalmente obrar sobre las
provincias para remover los obstáculos que podrían oponerse a la política
unificadora y reorganizadora de Buenos Aires.
“El gobierno nacional
surgido luego de la Batalla de Pavón intentará actuar en nombre de esa nueva referencia
jurídico-política, el Estado nacional, cuya estructura de relaciones políticas
se construye junto con la imposición de su autoridad en esos territorios. La
guerra internacional significará, entre otras cosas, la puesta a prueba de la
capacidad del nuevo Estado nacional en formación para extraer recursos humanos
y materiales de esas poblaciones, poniendo a prueba y afirmando en los
distintos ámbitos provinciales una autoridad que permite su propia existencia.
“El poder triunfante porteño se propuso abrir
nuevos frentes mediante campañas militares contra las provincias que no
hubieran abrazado todavía la causa de Buenos Aires. Mitre en carta a Ocampo
resumía las opciones a seguir luego de Pavón. ‘-¿Cuándo debemos dirigirnos a
los pueblos, invitándolos a reunirse con nosotros en el Congreso Nacional? Yo
creo que cuando hayamos removido los principales obstáculos que a ello se
oponen; es decir cuando podamos hacerlo con alguna probabilidad de éxito-‘.
“Los obstáculos a los
que se refería tenían que ver con la vigencia en las provincias de gobiernos
hostiles a la política de reorganización que pretendía encabezar Buenos Aires.
Los encargados de llevar a cabo esta empresa, serán los jefes militares al
servicio del ‘mitrismo’ junto con los aliados de la causa porteña en el
interior. Los nombres de Paunero, Arredondo, Flores, Sarmiento, Rivas,
Irrazabal, Sandes y los hermanos Taboada entre otros, cobraran notoriedad en
los meses siguientes.
“Para operar
militarmente en el interior del país se organiza y arma al I cuerpo del
ejército de Buenos Aires, comandado por el general Wenceslao Paunero. Marcos
Paz fue designado jefe del Estado Mayor de esa fuerza y el coronel Ignacio
Rivas comandante de la infantería.
“Los efectivos de este
primer cuerpo del ejército sumaban en total alrededor de 2700 hombres. Mitre en
persona entregó a Paunero las instrucciones que esa fuerza militar debía
cumplir.
“Allí se indicaba que:
“1° Marchará en dirección a Córdoba con las fuerzas de su mando, con el objeto
de ocupar militarmente aquella provincia apoyando los movimientos que ella
efectúe o haya efectuado con tendencia a uniformar su política con la de Buenos
Aires. 2° (…) cuidando no mezclarse en los partidos internos con tal que ello
no redunde en daño directo de la política que está encargado de sostener y
hacer triunfar por las armas”. (Carta de Mitre al Gobernador Ocampo en la que
desarrolla las premisas sobre las que actuará política y militarmente en las
provincias, fechada el 29 de octubre de 1861)
“El objetivo político de
esta intervención militar encargaba a Paz la misión de reinstalar a las
autoridades legales de Córdoba apoyando la reunión de su legislatura para que
esta decida sobre sus destinos. En este punto advertía el cuidado de no
mezclarse en los partidos internos y respetando lo que allí se haga aunque
vigilando que el resultado sea lo que se espera desde Buenos Aires.”
Sigue
diciendo el autor citado que “En Santa
Fe, gobernada por los Federales, Mitre no quiso reconocer a sus autoridades y
mandó desde Rosario el envío una fuerza militar al mando del general uruguayo
Venancio Flores para ocupar militarmente la provincia.
“En ese contexto de
militarización de la política las acciones de guerra y la amenaza de coerción
fueron las herramientas más eficaces de la política ‘mitrista’ en el interior.
En diciembre de 1861 Marcos Paz, jefe del Estado Mayor del I Cuerpo del
ejército porteño, asumió la gobernación de la provincia de Córdoba, pese a no
ser nativo de ella”…
“Con la ocupación de
Santa Fe y Córdoba se prepara la plataforma de lanzamiento de las llamadas ‘campañas
de pacificación’ hacia el interior del país
“En Santiago del Estero
operaba el clan de los Taboada quienes aliados al ‘mitrismo’ regresaron a
ejercer el gobierno de su provincia.
“A principios de 1862,
Antonino Taboada invadió Catamarca desde Santiago para derrocar al gobierno
federal. En Tucumán el clan santiagueño contribuyó a desplazar al federal
Celedonio Gutiérrez, reemplazado por José María del Campo, otro aliado de
Mitre.
“Salta dejó atrás el
federalismo cuando asumió Juan Nepomucemo de Uriburu a la gobernación y en
Jujuy su gobernador se declaró a favor de Buenos Aires.
“Aquella transición de
gobiernos federales a otros afines al partido de la libertad se consumaba a
través de golpes de estado internos a partir de presiones externas o amenaza de
invasión o mediante invasiones externas como las lideradas por los Taboada en
Catamarca.
“En el oeste del país
actuaron las fuerzas del General Rivas enviadas por Paunero.
“En ese contexto se
produjo la matanza de Cañada de Gómez, en Santa Fe, el 22 de noviembre de 1861
y que acabó con las fuerzas de Benjamín Virasoro y continuó rumbo a la capital
de la provincia. Al aproximarse la invasión de las fuerzas porteñas el
gobernador federal Pascual Rosas fue obligado a renunciar y abandonar la
provincia.
“Luego de ser electo
gobernador Paz marchara a La Rioja, con una columna de 600 hombres de las tres
armas. Wenceslao Paunero se hizo cargo del gobierno de Córdoba”….
“En Marzo de 1861 Sarmiento acompañó a las
fuerzas de Rivas y se hizo proclamar gobernador de San Juan, su ciudad natal.
En San Luis en diciembre de 1861 fue forzado a renunciar el gobernador Juan
Saá. Ante la ausencia de autoridades, el jefe del ejército porteño, Ignacio
Rivas, hizo reunir a la parte de los legisladores que apoyaría a un candidato
liberal que en minoría nombró gobernador a Justo Daract.
“A partir de 1862 con
Mitre en la presidencia de la nación el foco más importante de la resistencia
federal pasaría a ser
la a ser la provincia de La Rioja.
Allí
Mitre insistirá en sostener una implacable guerra de policía contra las fuerzas
montoneras del Chacho Peñaloza.
Según
sus propias definiciones al tratar a los rebeldes como criminales comunes que
requieren de una acción policial efectiva, ya no es necesario sujetarse a las
reglas convencionales de la guerra. Aunque en público instaba a sus
subordinados a respetar las leyes y las vidas de sus enemigos políticos
El
plan de Mitre era muy preciso, lo resume en carta confidencial al gobernador
delegado Manuel Ocampo
“1° Contraerse de inmediato á la pacificación
y ocupación militar de Santa Fe, influyendo en su política por medio de sus
propios poderes, si fuere posible, ´lanzándonos sólo en último caso en las vías
revolucionarias, caso que por otra parte va llegando´
“2° Disponerse á operar inmediatamente sobre
Córdoba, expidiendo con tal motivo un manifiesto á los pueblos en el que se
proclame resueltamente la política definitiva que seguiría el Gobierno de
Buenos Aires.
“3° Pacificación y consolidación de todo el
litoral por la paz ó por la guerra.
“4° Dejar siempre fuera de la ley á Saá,
sobre el cual se obraría por medio de Córdoba y Santiago, procurando aislarlo
en San Luis para después.
“5° ´Buscar por este camino la emancipación gradual
de los pueblos bajo los auspicios del poder de Buenos Aires, impidiendo que las
fuerzas externas que han pesado sobre ellos vuelvan á sofocarlos..”.
“Aquellas campañas de ‘pacificación’
hacia el interior del país en la práctica serían incursiones militares a las
provincias con la misión de generar las condiciones políticas para la reunión
de los representantes provinciales en un congreso nacional donde las
aspiraciones de organización nacional iniciadas por el movimiento liberal de
Buenos Aires pudieran legitimarse a través de la elección de un gobierno
nacional.
“Los hermanos Taboada
habían sido desplazados del gobierno gracias al apoyo de Derqui. Después de la
derrota de la Confederación, el gobernador Nazar abandonó la provincia para
refugiarse en Catamarca.
En el aparato militar
que se intenta desplegar aparecen los jefes uruguayos, coroneles Arredondo,
Sandes, Flores, Rivas, Irrazabal, el general Paunero, enviados por Mitre a
operar sobre el interior del país con el fin de “uniformar su política con la
de Buenos Aires”.
“Acerca de estos
encargados de la política armada nos interesa plantear algunas incógnitas. En
primer lugar ¿Quiénes eran estos oficiales? Cuál fue su trayectoria anterior y
qué características tuvo su incorporación y participación en las fuerzas del
mitrismo llamadas a una “pacificación” que unos meses después posibilitara la
reunión al congreso que elevo a Mitre a la presidencia de la nación. ¿Fueron
solo mercenarios reclutados por el poder porteño? ¿Militares al servicio de una
causa que consideraban propia?
“Y teniendo en cuenta el
contexto de militarización en que se desarrollaba la política también queremos
saber sobre qué tipo de representaciones acerca de lo militar y lo político se
practicaban esas funciones. ¿Se consideraban a sí mismos como militares?
¿Podían distinguirse claramente en la práctica los militares y los políticos?
¿A qué tipo de mando obedecían unos y otros en caso de verificarse esta
separación?
“Examinando las imágenes
que la historia registra acerca de la actuación de esos oficiales, estas van
desde la ponderación por el desinterés que mostraron al participar en una causa
que por su trascendencia no distinguía nacionalidades.
“Se hacía en nombre de
la ‘civilización’ y esos hombres “tenían la importante misión de pacificar y
atraer a la órbita del nuevo gobierno y su política a aquellas lejanas
provincias en las cuales reinaba el espíritu reacio y turbulento del
caudillaje”.
“En otro extremo de la historiografía aparece
la condena por la misma condición foránea de esos protagonistas. Desde esta
perspectiva, todas las crueldades puestas de manifiesto en el trato que las
tropas enviadas de Buenos Aires dieron a los prisioneros federales, individuos
de las montoneras riojanas, y hasta el propio asesinato del Chacho Peñaloza
–desarmado y entregado pacíficamente- se derivaban de la condición extranjera
de sus mandos, por tratarse de mercenarios sin ninguna clase de empatía con sus
víctimas: “los jefes de todas las divisiones que ocuparon a sangre y fuego las
provincias eran extranjeros, seleccionados con todo cuidado a fin que a fuer de
cisplatinos pudieran tratar a los de esta otra orilla sin inhibiciones
sentimentales. Flores, Paunero, Rivas, Sandes, Iseas y Arredondo, siniestros
pacificadores a sueldo de la oligarquía porteña eran todos uruguayos”.
“León Bernaros también
insiste en ese punto: “Llama la atención que se eligiesen jefes orientales para
algunos de los cargos de mayor responsabilidad. Quizá se buscó así
desinteresarlos sentimentalmente, a fin de que la acción a cumplir no les
dejase remordimientos”.
“La trayectoria de
alguno de estos oficiales orientales como Rivas o Arredondo nos indica que
habían conocido a Mitre cuando este todavía era oficial de artillería en el
ejército uruguayo en la defensa de Montevideo durante el sitio de Oribe.
“En las fuerzas del
partido colorado que respondían a Fructuoso Rivera, además de Mitre combatieron
Venancio Flores, Ambrosio Sandes, Ignacio Rivas y José Miguel Arredondo. Todos
ellos se iniciaron militarmente durante el sitio de Montevideo y más adelante
se colocaron al servicio de Mitre en Buenos Aires desde 1852…”.
Así,
de este modo, la tierra fue arrasada por el grupo Unitario, que se desató en su
plan ya antiguamente premeditado apenas las condiciones militares se lo
permitiesen, en eliminar físicamente a cualquier oposición que defendiera la
identidad y la independencia nacional.
*****
CAPÍTULO
8
VIII.-SIGUE EL GENOCIDIO-EL TURNO
DE PAYSANDÚ Y EL PARAGUAY
Mientras
tanto, en las sombras, países como Brasil, Francia e Inglaterra observaban en
silencio, disfrutando del momento, y esperando aprovecharse de la situación. La
escena estaba preparada para un festín de dominación y control, y la mesa ya
estaba servida para que estos intereses extranjeros ya estaban listos para beneficiarse de la debilidad y división internas
del país. Actualmente en pleno siglo XXI, todo sigue igual...
Luego
de todo ese proceso de destrucción y traiciones quedó en evidencia la falta de
carácter y la complicidad de algunos líderes.
Urquiza,
que en su momento parecía tener cierta autoridad, se quedó en un artero
silencio, sin hacer nada ante la destrucción, que pasaba ante sus ojos, de
Paysandú por parte del Brasil y los Unitarios ‘colorados’ de los Orientales,
liderados por Venancio Flores, otro ‘Sicario’ traidor.
A
tenor de lo que estaba sucediendo en Paysandú, dice CODESIO: “La guerra civil había estallado en Uruguay
en abril de 1863, seis meses después de la asunción de Mitre como presidente en
Buenos Aires. El conflicto en Uruguay fue una de las principales causas de la
Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay. La invasión fue liderada por
Venancio Flores, comandante militar uruguayo que unos meses atrás estaba al
servicio de las fuerzas porteñas lideradas por Mitre contra los federales en
las provincias argentinas.
“Éste contaba con la
anuencia del liberalismo porteño y el apoyo militar de Brasil para derrocar al
gobierno de Francisco Berro del partido blanco. Cuando Flores decidió cruzar el
Río de la Plata, Francisco Solano López –el presidente paraguayo- denunció la
participación argentina y brasileña en el Uruguay y así empezó a desatarse una
cadena de hostilidades que fueron in crescendo hasta desembocar en la guerra
que por cinco años involucró a los cuatro países.
“Allí aparece la figura
de Urquiza severamente cuestionada por los federales, soportando las continuas
presiones de la prensa federal entrerriana, la de sus seguidores y
subordinados, e incluso observando pasivamente cómo hasta su propio hijo
Waldino parte hacia Uruguay para sumarse a la lucha de los blancos sitiados
frente a la destrucción de Paysandú. “
Dice
Urquiza, el pluri-traidor a la patria con un alto grado de sarcasmo e hipocresía a la que nos estaba acostumbrado
en entrerriano:
“Mis simpatías y repugnancias
personales jamás han obrado en mi ánimo para sacrificar a ellos los intereses
del país”, le dirá en
carta a Mitre asegurándole su abstención de participar en el conflicto
uruguayo”
La
alianza arriba mencionada, conocida como el anglo-mitrismo,
participó en la devastadora Guerra de la Triple Alianza, que terminó
desangrando y desguazando al Paraguay, en complicidad con el Brasil y los
‘colorados’ orientales.
Mitre
arriaba a los gauchos del interior para pelear contra sus hermanos paraguayos,
bajo pena de muerte, quemándoles sus ranchos, además, en caso de oponerse. De
allí las enormes deserciones de los batallones ‘mitristas’ a medida que se acercaban al frente de combate, Todo
esto reflejado por José Hernández en su ‘Martin Fierro’, que más allá de sus
ponderables aciertos literarios, es una denuncia dolorosa de lo que venimos
señalando.
Todo
esto muestra cómo algunos líderes traicionaron los ideales nacionales en favor
de intereses comerciales extranjeros y
propios.
Urquiza,
en su afán de obtener beneficios
personales, vendió armamento y toda la caballada de su provincia al Brasil. Con
esas ventas, logró tres cosas importantes para él: primero, ayudar a fortalecer
al ejército brasileño; segundo, justificarse de manera infantil y egoísta,
diciendo que no podía ayudar a los Federales en la Banda Oriental,
especialmente en Paysandú, porque no tenía caballería; y tercero, llenarse aún
más los bolsillos con el dinero que recibía por esas ventas, además de sobornos
constantes del Brasil para mantenerlo en línea y que no se apartara de sus
propios intereses. Urquiza fue permanentemente comprado por el oro brasileños y
su Banca a lo largo de años, bien omitido todo esto por el diario de los Mitre
y de las enseñanzas escolares que anestesian hasta hoy la infamia moral y
material del entrerriano.
Por otro lado,
el plan para el genocidio del pueblo paraguayo ya estaba en marcha mucho antes
del conflicto, y esta estrategia fue diseñada con la ayuda de Inglaterra. Los
detalles finales se acordaron en una reunión en Buenos Aires, donde
participaron el gabinete completo, un representante brasileño y el inglés
Eduard Thornton, demostrándose así cómo las potencias extranjeras estaban
detrás de estos movimientos para el control
de la región.
La guerra contra Paraguay fue una de las más devastadoras de
la historia, y todo fue planificado con mucho cuidado. Se estableció cómo
repartir el botín de guerra y se prohibieron los pactos de paz por separado, lo
que indicaba claramente que se trataba de una guerra de exterminio total.
El final de esa guerra también significó la destrucción de la
nación hispanoamericana, y como consecuencia, el expansionismo de Brasil, que
se apropió de tierras Orientales y paraguayas, ampliando su territorio a costa
de un mar de cadáveres paraguayos y también argentinos, aún humeantes, como
antes en la Banda Oriental. Esos argentinos mencionados sirvieron también como
abono para los planes brasileños.
Luego
de la guerra queda solo el silencio en las tierras guaraníes despobladas de un
75% de la población, aniquilada y torcida su voluntad soberana. De varones de
mas de 10 años, solo quedó en pie apenas un poco más de 1%, representando ello,
en relación al número de habitantes originales, el genocidio mas grande en la
historia que se tenga memoria.
El
jefe de las fuerzas aliadas fue Mitre, a pesar de que ello no era del agrado
del Imperio brasileño, que sabían la supina inutilidad del ególatra porteño
como militar.
Es
que estos conocían de la inoperancia militar de Mitre: invicto, nunca ganó una
batalla y que, además, fue el único General de un ejército argentino que perdió
una batalla contra los indios que lo corrieron hasta Tandil. Esto fue en Mayo
de 1855 en Sierra Chica. Más de
1.000 soldados armados hasta los dientes no pudieron contra 500 indios que los
vencieron y les quitaron todo el armamento y la caballada.
Cuando
volvió a Buenos Aires, el inveterado militar perdidoso y mediocre con su nula
sapiencia, dijo filosóficamente: “el
desierto es inconquistable”. Lo que refleja
quizás una resignación o una percepción de limitaciones en su liderazgo nunca
reconocida por él públicamente.
Además
ya desde siempre fue inservible como soldado además de cobarde, como ya lo
presagiaba Rosas cuando muy jovencito Mitre
comenzó a trabajar en una de las estancias de Juan Manuel (‘Rincón de López’) regenteado por su
hermano Gervasio, Mitre no logra adaptarse a la férrea disciplina de la
estancia y es devuelto por Rosas a su padre con estas palabras: "Dígale a Don Ambrosio que aquí le devuelvo a
este caballerito, que no sirve ni servirá para nada, porque cuando encuentra
una sombrilla se baja del caballo y se pone a leer." . No se
equivocaba el Restaurador.
Como
decíamos, además de un nulo militar, mostraba con tapujos sus miedos.
Alfredo
ORTIZ DE ROZAS comentaba con datos documentales y genealógicos que Mitre era de
familia Uruguaya y cuyo verdadero apellido era DeMetrio (apellido de origen
griego), luego se lo cambió a Mitre. Estuvo en Caseros luciendo una escarapela
Oriental, con uniforme Oriental, y alineado junto a las tropas brasileñas.
Mitre
comienza su carrera militar en las filas de Manuel Oribe pero cuando éste es
derrocado su gobierno legítimo por Fructuoso Rivera, se pasa de las filas éste
y se subordina a él..
Unos
pocos días antes de la Batalla de Caseros-Mitre se pone a las órdenes de
Urquiza: El General Las Heras se contacta con el General Eugenio Garzón por
correspondencia -12 de septiembre de 1851- recomendando a Mitre y al Coronel
Pedro Aquino para que a su vez, Garzón recomiende a los citados a Urquiza.
Así
lo hace el Oriental por carta al entrerriano del 10 de Noviembre de 1851 que
los acepta y lo deriva a que se ponga a órdenes del Coronel José María Pirán a
fin de Noviembre de ese año.
Ya
en la batalla de Caseros, comenta
Alfredo de URQUIZA, -insospechado de ‘rosismo’ alguno- que sabía todos
los detalles y antecedentes de la Guerra del Ejercito grande, comenta el
siguiente episodio: “Vive en Entre Ríos un anciano coronel Espíndola, a
quien en otro tiempo le oí decir que en Caseros encontró al comandante Mitre,
con su batería, detrás de un monte y que habiéndole preguntado por lo que allí
hacía, Mitre le contestó: Estoy economizando sangre”
Mitre,
ya más escarmentado por las múltiples batallas en las que participó y más
inclinado a salvar su pellejo que a arriesgarlo, solía retirarse antes de
tiempo, como ocurrió en Pavón, cuando Urquiza prácticamente le “regaló” el
campo de batalla y la victoria. “No
dispare, general, que ha ganado”, ordenaba el parte que lo alcanzaba en su
huida furtiva para informarle de la realidad. En otras palabras, ignorante en
cuanto a tácticas y estrategias militares, cobarde y asesino: el combo
perfecto.
La
actuación de Mitre en la guerra contra el Paraguay solo produjo descalabros uno
tras otro en las filas aliadas. La batalla de Curupaytí es un ejemplo claro:
bajo el mando del general Mitre y su ‘cientificismo’ (sic) estratégico, las
fuerzas aliadas sufrieron 6.000 muertos, mientras que los paraguayos apenas
perdieron 60. “A Mitre no se le ocurre
nada en el campo de batalla”, diría el oficial porteño D’Amico.
Esta
situación llevó la desesperación de los brasileños a un punto límite, pues ya
no sabían cómo deshacerse del inútil Mitre. Entonces, de manera amable, “lo
invitaron” a regresar a su país y a ceder el mando de las tropas a los
comandantes brasileños, quienes finalmente lograron liquidar la resistencia del
ejército paraguayo, o lo que quedaba de él.
En
realidad, los brasileños lo expulsaron formalmente —aunque con firmeza— por incapaz,
ya que Mitre no ganó ni una sola batalla pese a contar con superioridad
numérica. Fue reemplazado por el Duque de Caxias, quien describió a Mitre en un
informe dirigido a su emperador de la siguiente manera:
“El General Mitre está resignado plenamente y
sin reservas a mis órdenes. : él hace cuanto yo le indico, como está de acuerdo
conmigo, en todo, incluso en que los cadáveres coléricos se tiren al Paraná, ya
de la escuadra como de Itapirú para llevar el contagio a las poblaciones
ribereñas, principalmente las de Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe que le son
opuestas (...) El general Mitre también está convencido que deben exterminarse
los restos de las fuerzas argentinas que aún le quedan, pues de ellas solo ve
peligro para su persona.”
Queda
evidenciada la subordinación de Mitre al Brasil, sin que le importe que sus
propias tropas argentinas sean aniquiladas por el enemigo, porque comprende que
éstas pueden volverse contra él al darse cuenta –obviamente- que su general es
un improvisado que los conduce a la muerte.
Mitre
regresa y retoma con cautela el rumbo que mantenía desde antes de la batalla de
Caseros y, finalmente —liberado de cualquier disimulo—, tras la batalla de
Pavón pone en marcha la eliminación física de toda oposición nacional en el
interior, cumpliendo así los designios de su amo, el Imperio británico.
Cabe
destacar que el mismo ejército argentino, enviado originalmente al frente para
“matar paraguayos”, fue posteriormente utilizado para “matar argentinos”. Con
la historia de la guerra falsificada y la memoria de las víctimas y del crimen
borrada, los británicos no necesitaron invadir nuestras tierras —como
intentaron sin éxito durante las Invasiones Inglesas—, sino que prefirieron
comprar voluntades locales, como históricamente lo hicieron desde Nicolás
Rodríguez Peña, Castelli, Rivadavia, Florencio Varela, Juan Cruz Varela, y
otros tantos.
Entre los
últimos, aunque no menos dañinos, destaca Norberto de la Riestra, quien, como
comisionado de Inglaterra, funcionaba como nexo directo entre el Imperio y los
líderes argentinos como Mitre y Sarmiento, auténticos lacayos en el sentido más
literal de la palabra.
*****
CAPÍTULO
9
“Inglaterra Será El
Taller Del Mundo Y La América Del Sur, Su Granja”
Richard Cobden (Político y
empresario inglés-3 de junio de 1804)
IX.-INGLATERRA LA PRINCIPAL
BENEFICIARIA
De este
modo lo dejó en claro Castlereagh muchos años antes, durante las invasiones
inglesas, cuando observó agudamente que ya no era necesaria la ocupación
militar de nuestras tierras para colonizarnos. Bastaba con imponer el libre comercio
como supuesto beneficio para los países hispanoamericanos —aunque no para
Inglaterra, que inteligentemente mantenía un claro proteccionismo interno—,
utilizando para ello ciudades portuarias como Buenos Aires, Valparaíso o
Caracas, y aprovechando a súbditos nativos sin necesidad disparar un solo tiro.
Claro que
ese “sin disparar un solo tiro”
aplicaba a los británicos, pero si era necesario “civilizarnos” a través del
sometimiento de nuestra voluntad soberana, ello se haría utilizando a los
escuderos vernáculos, quienes liquidarían indiscriminadamente a gran parte de
la población del interior. Esa población, naturalmente, se oponía a quienes
pretendían dejarla sin trabajo, sin producción y sin riqueza. Los cipayos
actuaban ya sea por un interés económico consciente o porque sus pensamientos
habían sido condicionados para tales fines.
El
Imperio inglés se propuso que Inglaterra debía forjar una clase dirigente en
Hispanoamérica que sirviera a los intereses de la Corona, administrando estas
tierras para convertirlas en una mera zona pastoril y ganadera destinada a
abastecer la industria inglesa. A cambio, Inglaterra enviaría productos
manufacturados con valor agregado, reteniendo para sí esa ganancia. Como puede
observarse, este modelo se ha cumplido hasta la actualidad.
Es
preciso recalcar una y otra vez, documentos mediante, que tras la entente
Unitaria argentino- uruguaya (ya en manos de los ‘colorados’ Unitarios luego de
desalojar al gobierno legal Federal ‘blanco’) más el principal beneficiario con
esta guerra, el Brasil, está la mano invisible de Inglaterra.
Ella, otra beneficiaria principal, necesitaba abrir los ríos
interiores del Paraguay y derribar la poderosa industria de los guaraníes para
introducir sus manufacturas, producto de su excedente productivo, y así someter
económicamente al pujante pueblo paraguayo.
Es que Inglaterra fue la principal responsable de la guerra
del Paraguay y su principal favorecida aunque parece que Mitre no se dio cuenta
de esto, quizás por su propia nulidad como político, militar y diplomático.
Los personeros, los instigadores, de esa guerra cruel e
inhumana fueron Bartolomé Mitre y sus secuaces. que obraban ejecutivamente a
través del ‘sicariato’ bien
remunerado.
Inglaterra
financió, condicionó y fogoneó el conflicto, buscando abrir los ríos interiores
del Paraguay y dominar su economía, para introducir sus productos y someter a
Paraguay económicamente.
Ya
lo había sentenciado lucidamente en 1824
Canning “La América Española es libre y
si nos manejamos con habilidad será inglesa”. Dicho y hecho.
Esto es, así como el ‘sicariato’
de Mitre y Sarmiento en nuestra patria fueron los Orientales mercenarios, el ‘sicariato’ inglés de esa guerra de
exterminio absoluto contra el Paraguay fueron Mitre y sus militares venales.
Los
verdaderos instigadores y responsables de esa crueldad, como se mencionó,
fueron figuras como Mitre y Sarmiento, quienes actuaron como mercenarios al
servicio del Imperio Británico. Inglaterra, en realidad, movió los hilos desde
las sombras, beneficiándose de la destrucción paraguaya y del debilitamiento de
toda la región. Paraguay logró mantener su honor y gloria, pero sufrió un
genocidio terrible, perdiendo gran parte de su territorio y recursos (era tal
vez el pueblo más adelantado industrialmente en Sudamérica), que quedaron en
manos de extranjeros.
Por
otro lado, países como Argentina, Uruguay y Brasil también pagaron un alto
precio en vidas y en dignidad, quedaron endeudados y sometidos al capital
inglés hasta hoy. Todo esto muestra cómo intereses extranjeros y la
manipulación imperialista masónica llevaron a una de las tragedias más grandes
en nuestra historia, con consecuencias que aún se sienten en toda la región.
La guerra en el Paraguay intensificó la coerción, el
asesinato y la esclavitud del pueblo argentino por dos razones principales.
Primero, porque se continuó con la unificación de los gobiernos provinciales
mediante ejecuciones llevadas a cabo por los sicarios mencionados, lo que
destruyó las autonomías provinciales e impuso gobernantes enviados desde el
centralismo porteño con su plan económico expoliador. Segundo, a quienes se
resistían a la invasión unitaria —los marginados, aquellos que habían perdido
su hogar y familia debido a los ataques de las fuerzas ‘mitristas’— se les
obligaba –como se dijo arribaq- a la fuerza a formar batallones de soldados,
convirtiéndolos en esclavos destinados a luchar en la guerra del Paraguay, bajo
pena de muerte si se negaban o intentaban escapar.
Nos
describe puntillosamente CODESIO, al
respecto: ““El llamado a las armas
Finalmente el dos de junio, por ley del Congreso, se autoriza al gobierno
nacional a movilizar una fuerza de veinticinco mil hombres para la guerra con
el Paraguay. La ley establece la remonta del Ejército de Línea hasta el número
de diez mil plazas, y el resto (quince mil) a través del aporte de los
contingentes de Guardia Nacional dispensado por las provincias.
“Los problemas que
deberá enfrentar el mitrismo para reclutar soldados, estarán expresados por la
resistencia popular en los distintos ámbitos provinciales. Veremos que aquellas
dificultades para levantar un ejército no se vinculan únicamente con el orden
político-partidario surgido luego de Pavón sino también con motivos sociales
que vinculan a la guerra con la sociedad.
“Uno de los obstáculos
fundamentales para el éxito de la movilización militar en los sectores
populares era el rechazo casi irreflexivo que significaban las políticas de
reclutamiento en las poblaciones por el proceder arbitrario con el cual se
remontaban las plazas del Ejército de Línea y la Guardia Nacional.
“A esa aversión se
sumaría una serie de factores puramente prácticos para la preparación de la
guerra con el Paraguay, entre los que hay que mencionar el traslado de los
contingentes a pié, desprovistos de armas y abastos, mal vestidos y por todo
ello expuestos a condiciones de extrema precariedad en las marchas a pie
forzado desde puntos distantes como Salta, Mendoza o La Rioja, hasta el punto
de reunión de las fuerzas aliadas en la ciudad de Concordia. Esa cuestión
amenazará seriamente con la “desmoralización” de las tropas -expresión muy
utilizada en las comunicaciones de los oficiales con sus jefes-, que pondrá en
peligro la participación argentina en el conflicto internacional.
“Algunos de estos
comerciantes que evitaron el servicio militar llegarían algún tiempo después
hasta los campos de batalla pero en el papel de proveedores, llevando sus
negocios a la campaña y especulando con la miseria y necesidades de las tropas.
“La multiplicación de
situaciones similares obligó al gobierno a legalizar por decreto la figura del
personero unos días después, el 2 de mayo [de 1865]. De este
modo quienes estaban en condiciones de solventarlo podían contratar a otra
persona para que fuera a combatir en su lugar, previo pago de 5000 pesos
establecido en la disposición. Los personeros serian en su mayoría extranjeros
o criollos pobres que como estaban librados del servicio por no figurar en las
listas de enrolados de la Guardia Nacional y no tener una ocupación estable eran
atraídos por la remuneración de 5000 pesos que corrían a cargo del
contratante..
“Según Julio Victorica
ningún interés impulsaba a los entrerrianos a la guerra contra el Paraguay y
menos a entrar en alianza con los brasileros que habían apoyado a Flores a
derrocar a sus aliados los blancos uruguayos, y “de estas ideas estaban
poseídos la mayor parte de los jefes y oficiales del ejército de Entre Ríos”.
“Así contaba Mitre lo
ocurrido en carta a Gelly y Obes: “Cabot tuvo indicios, aprehendió a los sindicados,
mandó levantar una sumaria, y Daract, después de bien comprobados los hechos,
mandó a fusilar a los 97 Rosario en agosto, y en septiembre fue puesto al mando
del teniente coronel Cabot emprendiendo su marcha hacia Concordia.
“En la Rioja todavía estaban
frescas las huellas dejadas por las temibles ‘campañas de pacificación’ que
arrasaron con la montonera del Chacho y muchos de sus seguidores. No tardaría
en convertirse en referente para la región de Cuyo como uno de los focos
principales de resistencia a las presiones reclutadoras del gobierno nacional
por intermedio de su par provincial. Su gobernador era Luis María Campos,
militar porteño identificado con el mitrismo, junto con otros funcionarios del
gobierno.
“La gobernación de Luis
María Campos era razonablemente percibida por los sectores populares riojanos
como una “ocupación porteña en cooperación con el gobierno nacional, lo que,
dada la experiencia de los gauchos con los unitarios en 1862 y 1863, hacía que
la conscripción fuera inherentemente ilegítima”.
“El gobernador Campos,
consciente del rechazo con que los gauchos riojanos percibían el reclutamiento
forzoso le escribía al ministro de guerra que: “Cuando precisen fuerzas o
milicias de las Provincias, no pidan contingentes, porque la sola palabra basta
para introducir la alarma y despoblar pueblos enteros. Pidan por Batallones o
por Compañias, pero no se sirvan de la palabra `contingente´”.
“De modo que,
claramente, en La Rioja la leva de hombres tendría las características del
reclutamiento forzoso aún antes de ponerse en práctica. La resistencia a la
presión reclutadora pronto se convertiría en una prolongación de la guerra
entre culpables, siendo tres; muchos fueron los empeños que hubo para
salvarlos; hasta la sociedad de beneficencia intercedió, pero fue en vano. “El
magistrado se mantuvo inflexible, comprendiendo que hay momentos solemnes en
que los más duros sacrificios son necesarios”.
“Unos meses después, en
noviembre de 1866, a partir de las nuevas demandas de reclutas se produce la
sublevación de un contingente de fuerzas acantonadas en la provincia de Mendoza
que debían enviarse para reponer las bajas aliadas producidas en Curupaytí.
Este motín dará inicio a la llamada “revolución de los colorados”
“La alianza de los
Taboada con el mitrismo había permitido el apoyo financiero y un respaldo
político del gobierno nacional, que fue determinante para consolidar el
predominio de ese clan en el norte del país.
“Era momento de
revalidar esta alianza enviando tan pronto como fue posible el batallón
requerido y un contingente para remontar las fuerzas de línea. Para ello se
recurrió al enganche de los destinados al servicio militar por los tribunales y
a los que debían cumplir pena por incumplimiento de la ley de enrolamiento.
“A los que quisieran
incorporarse voluntariamente se les prometía la paga en efectivo. A pesar de
ello, la gente se resistía a alistarse. Una carta de un tal Rojas, desde
Tinajeras, sintetiza la forma en que se pusieron en práctica esas medidas;
“...está habiendo volteada de gente para el Contingente, no es como dijo V. que
debía ser con los presos. Tengo aviso que han agarrado muchos para [ilegible],
me hacen decir algunos que vea si puedo salvarlos, han reunido más de
doscientos”.
“San Juan y Mendoza
Estas provincias se hallaban reunidas en la misma jurisdicción militar bajo la
inspección del general Emilio Mitre, quien permanentemente presionaba a los
gobernadores y jefes de su circunscripción para lograr cuanto antes el envío de
los batallones.
“A pesar de que los
sublevados fueron perseguidos y apresados para luego fusilar a los cabecillas,
desde Santiago no se pudieron remitir hombres al Ejército en campaña.
“En junio marcharon con
rumbo a Rosario previo paso por Rio IV, donde los recibió el inspector Mitre, con
una fuerza de 250 guardias nacionales, 40 voluntarios chilenos, y 39 soldados
de línea enviados a modo de anticipo del contingente que debía enviar la
provincia para remontar el Ejército de Línea. 166
“Paralelamente trabajaba
en Mendoza el general Pascual Segura, gobernador interino y subinspector de
armas de la quinta circunscripción militar. A las órdenes del mayor Julián
Aguirre se organizó el Batallón Mendoza que contó con este jefe, 15 oficiales y
227 soldados. 167 Los batallones de San Juan y Mendoza acamparon juntos en
Rosario bajo la supervisión de Emilio Mitre para luego ser trasladados hacia
Concordia. 4.5. Tucumán y Catamarca
“El gobernador de
Tucumán José Posse escribía al vicepresidente Paz sobre la movilización de la
Guardia Nacional en todo el país: “Yo no comprendo bajo que combinación
estratégica el presidente ha pedido contingentes a provincias tan apartadas del
teatro de la guerra, y contingentes de guardias nacionales tan reclutas y tan
caros”.
“Con estas palabras el
gobernador hablaba a su amigo el vicepresidente Paz. Siendo conocedor de la
situación en su provincia, Posse aconsejaba que se disolviesen los contingentes
de guardias nacionales y que a cambio pudiera enviarse una mayor cantidad de
efectivos para las fuerzas de línea.
“En principio Tucumán y
Catamarca debían componer un batallón entre ambas, aunque el decreto del 9 de
junio estableció que cada una debía aportar una unidad completa.
“De ello también se
quejaba Posse además de pedirle al vicepresidente que proveyera el vestuario
necesario para la expedición de esas fuerzas. La respuesta de Paz a su amigo
minimizó las quejas de Posse, y aludiendo al espíritu patriótico le aconsejó
hacer “lo que se ha hecho con todos los contingentes de las otras provincias es
mandarlos como están a los hombres o con el vestuario que se ha podido
proporcionar (..) aunque malo e impropio para la estación. No hay más remedio
que hacer lo mismo ahí”, y sobre el modo de marchar hasta el lugar de embarque
aliado agregó que “ha de ser a pié, como marcha la infantería en todo el mundo;
como marcharon los argentinos hasta el Perú, pasando los Andes”.
“La gran distancia-
reflexiona finalmente CODESIO- entre las poblaciones y los focos del conflicto,
el rechazo a las políticas de reclutamiento, la falta de empatía con la causa
guerrera reivindicada como “causa nacional”, la falta de recursos, la
identificación con la causa federal, la simpatía con los paraguayos y la
antipatía con los ‘mitristas’ fueron los principales obstáculos para la
movilización llevada a cabo por el gobierno nacional en todas las provincias.”
*****
CAPÍTULO
10
X.-EL PLAN SISTEMATICO UNITARIO
PARA EL EXTERMINIO TOTAL DEL PUEBLO
Estamos haciendo una descripción del sistemático plan de
exterminio poblacional y cultural de nuestra nación consignando los años, con
el objetivo de dejar en claro que no fue algo que el Unitarismo haya llevado a
cabo de manera circunstancial o solo por necesidades militares.
Veamos.
"Es preciso emplear el terror
para triunfar. Debe darse muerte a todos los prisioneros y a todos los
enemigos. Todos los medios de obrar son buenos y deben emplearse sin vacilación
alguna, imitando a los jacobinos de la época de Robespierre" "A los
que no reconozcan a Paz debiera mandarlos ahorcar y no fusilar o degollar. Este
es el medio de imponer en los ánimos mayor idea de la autoridad" (Sarmiento, año 1845)
El gobierno
centralista de Buenos Aires no se contentó con reemplazar y aplastar los
gobiernos provinciales sino que se dedicó a destrozar sistemáticamente a
opositores políticos, sospechosos y hasta a los pobres gauchos. Sarmiento fue
un terrorista de estado. Y Mitre usó el odio de Sarmiento. "Hemos jurado con Sarmiento que ni uno solo
ha de quedar vivo" (Mitre en el año 1852)
En 1856, en
los campos de Villamayor, Mitre hará fusilar al ilustre general del ejército
Jerónimo Costa y todo su estado mayor, oficiales y suboficiales en número de
126, que se habían rendido. Y después dice cínicamente representar la "civilización". En un solo día el
Unitarismo exterminador fusiló a mas personas que Rosas, el ‘tirano’ según los
libros escolares, en todo su gobierno.
Dice el
diario de Mitre “El prestigioso caudillo
sanjuanino Benavidez, fue gobernador de San Juan. Por ley de 1855 no podía ser
reelecto y apoyó la candidatura de Manuel José Gómez, respetado vecino quedando
el con la comandancia del ejército. Su ministro liberal Saturnino Laspiur,
apoyado de través de Sarmiento por los liberales de Buenos Aires derroca al
gobernador Gómez y encarcela a Benavidez. "La Tribuna" y "El Nacional"
(redactado por Sarmiento) instigan la
eliminación del "tirano" y simulando una fuga es asesinado en la
cárcel. La crónica de Victorica da cuenta que "El general Benavídez medio
muerto fue enseguida arrastrado con sus grillos y casi desnudo precipitado
desde los altos del Cabildo a la balaustrada de la plaza donde algunos
oficiales se complacieron en teñir sus espadas con su sangre atravesando
repetidas veces el cadáver, profanándolo, hasta escupirle y pisotearlo".
Sarmiento dirá "es acción santa sobre un notorio malvado. !Dios sea
loado!" (El Nacional, 23/10/1858).
Como
bien expresaba Sarmiento, la Constitución no estaba hecha para los pobres sino
para la gente ‘civilizada’ y ‘decente’.
Los autodenominados ‘principales’. A
los pobres paisanos les bastaban leyes u ordenanzas dictadas por los Jueces de
Paz o Comisarios lugareños.
Y
eso, con suerte, pues según sus públicas palabras en el Senado el 19 de
Septiembre de 1959 dijo "Si los pobres de los hospitales, de
los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se
mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un
insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin
necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que
no puede vivir por sus defectos?. Los huérfanos son los últimos seres de la
sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer".
Recodemos que el 11 de Septiembre –fecha de su fallecimiento- se recuerda a
Sarmiento como el Gran Educador, según la Historia Oficial, historia que
obviamente omite hacer publico en los colegios estas bellas palabras del
sanjuanino. La Historia Falsificada de Ernesto Palacio cobra nuevamente
relevancia con párrafos como el presente.
Así,
mediante leyes y ordenanzas, los gauchos que defendían su tierra y sus escasas
industrias eran considerados ‘vagos’ o ‘insectos’. Según palabras del genocida
Sarmiento, se los mataba o se los dejaba morir. En el mejor de los casos, se
los enviaba de por vida a servir en las fronteras o en las milicias,
despojándolos, apartándolos no solo de sus escasos bienes materiales, sino
también de sus mujeres, hijos, padres y de su núcleo familiar. En una palabra:
los desarraigaban completamente.
Pasaban
a ser parias, descastados, nómades, como bien lo testimonia El ‘Martín Fierro’ de José Hernández, que no
solo es un poema excelso, sino una descripción exacta —que bien podría haber
sido en prosa— de la vida errante del gaucho despojado de sus bienes, de su
familia, de su dignidad como hombre, e incluso, en muchos casos, de su propia
vida.
Es
que para la conquista extranjera de nuestra tierra, o bien había que exterminar
físicamente a quienes se opusieran, bajo un fuego inmisericorde y constante:
destacamentos, encarcelamientos, fusilamientos, degollamientos en masa, a la
vista de sus familias, o incluso acabar con ellas, como hicieron los ‘sicarios’ Orientales, bien pagados. O bien se
buscaba domesticarlos, someterlos y quebrantarlos mediante humillaciones,
reduciéndolos a la servidumbre, haciendo que sirvieran como esclavos bajo leyes
impuestas por jueces o comisarios del territorio.
Este
último método, también ideado por las fuerzas unitarias, era fácil de aplicar:
todo aquel que no tuviera una casa o rancho era considerado por la ley ‘vago’. Obviamente, no tenían vivienda,
pues sus hogares habían sido incendiados o destruidos por las hordas, salvajes
y —sí, cabe el término— bárbaras, de los sicarios enviados por Mitre y
Sarmiento.
La
única forma de escapar era si lograban demostrar tener trabajo, un conchabo en
alguna hacienda, aunque esto los condenaba casi a la condición de esclavos,
obligados por necesidad, sin dónde guarecerse, desalojados de sus tierras.
Todo
esto queda claramente reflejado en El Martín Fierro, que es un profundo y
sublime alegato político —quizá el mejor— contra el destierro y la aniquilación
de nuestros gauchos.
Han
quedado muchos testimonios escritos de los extravíos asesinatos del Unitarismo,
de los propios instigadores y de los propios ejecutores. Ante la pregunta de
cómo pudo suceder esto, la respuesta es que la impunidad con la que se movían y
actuaban bajo el amparo de la Masonería los hacían manifestarse libremente de
sus matanzas, sin pudor alguno; es más, en algún caso como el asesinato del
Gobernador sanjuanino José Antonio Virasoro, incitado por Sarmiento, el 16 de
noviembre de 1860, el diario ‘El
Mercurio’ de Chile, ¡da la primicia del asesinato seis días antes de que
ocurra! , al decir de Alberto Ortiz de Rozas.
Y,
si bien el asesinato se había producido, cuando la noticia aún no había llegado
a Buenos Aires, curiosamente -o no tanto- Sarmiento da cuenta del asesinato en
el diario ‘El Nacional’, arma política de Mitre, al cual Sarmiento le
había escrito antes del atentado pidiéndole que lo financie porque hacía falta
dinero para los sicarios de siempre.
José
Hernández junto a su hermano Rafael, escritores y también soldados, mas otros
como Olegario Andrade, Carlos Guido y Spano, asi como un hijo de Bernardino
Rivadavia, José Joaquín un Federal que peleó a las órdenes de Rosas, fueron
perseguidos por Mitre y Sarmiento.
Los
Hernández y José Joaquín Rivadavia
salvaron de milagro sus vidas el 22 de Noviembre de 1861
en Cañada de Gómez, Pcia. de Santa Fe, cuando durmiendo una noche junto
a los gauchos que habían estado trabajando en sus quehaceres diarios, fueron
éstos sorprendidos por el jefe de los ‘sicarios’ Venancio Flores y sus esbirros
mercenarios genoveses, degollando a 300 inocentes que estaban durmiendo o se
habían rendido. Nadie debía quedar vivo por orden de Mitre y luego por
Sarmiento; una matanza histórica pero que no era inhabitual en aquellos
tiempos.
Su superior, Gelly y Obes escribe al
gobernador de Buenos Aires, don Pastor Obligado:
“El suceso de la Cañada
de Gómez es uno de esos hechos de armas muy comunes, por desgracia, en nuestras
guerras, que después de conocer sus resultados aterroriza al vencedor, cuando
este no es de la escuela del terrorismo. Esto es lo que le pasa al general
Flores, y es por ello, que no quiere decir detalladamente lo que ha pasado. Hay
más de 300 muertos, y como 150 prisioneros, mientras que por nuestra parte,
sólo hemos tenido dos muertos y cinco heridos".
Los
pocos sobrevivientes fueron incorporados a la fuerza al ejército de Flores. Los “incorporados” por Flores desertan en la primera ocasión, y
entonces no habrá más incorporaciones: solo degüellos. Mitre calla mientras los
uruguayos limpian el interior de federales imponiendo “un solo color”…“el reino de la libertad” (textual, diario La
Nación).
"Necesitamos entrar por la
fuerza en la Nación, la guerra si es necesario", decía el apóstol de la cultura Sarmiento, en el mismo año.
Las supresiones masivas e indiscriminadas se sucedían en
todas las provincias: La Rioja, Catamarca, Salta, Tucumán, Santiago del Estero,
entre otras. El norte del país se iba despoblando, convirtiéndose en un páramo
deshabitado debido a las constantes muertes causadas por los Unitarios
salvajes, cuya orden era "civilizar a palos".
No
solo actuaban los degolladores orientales, sino también otros sicarios de
origen siciliano y genoveses, quienes, según relataba José María Roxas Patrón
en una carta a Rosas, se encargaban con igual saña de degollar a los gauchos
que dormían profundamente en Cañada de Gómez. Estos crímenes, según detalla minuciosamente
Adolfo Saldías, contaban con el beneplácito de Sarmiento y Mitre.
En
carta a Domingo Oro del 7/07/1857, Sarmiento, el llamado ‘Padre del Aula', escribía con motivo de las elecciones
realizadas ese año en Buenos Aires: "Nuestra
base de operaciones ha consistido en la audacia y el terror que, empleados
hábilmente han dado este resultado admirable. Pusimos en cada Parroquia (lugar
donde se votaba) cantones con gente armada. Bandas de soldados armados
recorrían de noche las calles de la ciudad acuchillando y persiguiendo. Fue tal
el terror que sembramos entre toda esta gente, con éstos y otros medios, que el
DÍA 29 triunfamos sin oposición"..
Esto
es, Sarmiento imponía el terror en el interior mediante los sicarios orientales
y en la ciudad de Buenos Aires, con citadinos armados, en banda recorriendo las
calles de la ciudad acuchillando a diestra y siniestra. Tal barbarie hacía
aparecer a los supuestos asesinos mazorqueros como un grupo colegial.
El
15 de julio de 1876, el diario ‘La Prensa’ publicó lacónicamente: "Uno no se explica que semejan-te fiera
ande por las calles libremente". Digamos, por su hubiera algún
distraído, la llamada ‘fiera’ por el
diario insospechado de federalismo alguno, era un tal Sarmiento, que se lo
recuerda cada 11 de Septiembre en las escuelas como un hacedor de cultura
Ya
desatada como se dijo, la caza al gaucho y su familia, sin tapujos ni
disimulos, Sarmiento, le dice a Mitre luego de la batalla de Pavón, en carta
del 20 de Septiembre de 1861: “Se nos habla de gauchos... La lucha ha dado
cuenta de ellos, de toda esa chusma de haraganes. No trate de economizar sangre
de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de
esta chusma criolla incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos…Y
no hay que alucinarse. El terror es un medio de gobierno que aún produce
mayores resultados que el patriotismo y la espontaneidad”.
Refiriéndose
al sanjuanino, nuevamente el diario ‘La
Prensa’ publicó: el 23 de marzo de 1880: "Donde quiera que ha puesto la mano, ha dejado rastros de su
carácter procaz y sane vario. Él ha ordenado a sus subalternos el degüello de
los prisioneros, ha mandado clavar en picas las cabezas de los que combatían
contra autoridad y colocarlas en el trayecto de las vías públicas. Él dictaba
la sentencia de muerte de un centenar de solados amotinados y mandaba a tomar a
un jefe sublevado y por toda instrucción decía al general encargado de esa
misión que lo fusilara sobre tambor”.
Está
claro que sarmiento no era quien ejecutaba con sus manos acción militar alguna,
ni guerreaba en duelo alguno; para eso tenía sus esbirros, sus ‘Sicarios’
orientales que seguían sus instrucciones desde su cómodo sillón en el centro de
la ciudad, orgullosamente vestido a la moda francesa.
Este
es el ‘Padre del Aula’ según la Historia Oficial que se intenta ocultar a la
sociedad de ayer y de hoy.
Es
evidente por las propias palabras de sus protagonistas que, para Sarmiento, y
lo expresa sin rodeos, el terror era el arma a utilizar, y que esto no tenía nada
que ver con cuestiones de patriotismo. Por supuesto, ni Sarmiento ni sus
allegados dispararon un solo tiro; sus órdenes las daban cómodamente desde un
sillón en Buenos Aires. Para ejecutar sus planes contaba con sus matarifes
orientales, quienes, ‘civilizadamente’
protegidos por sobornos económicos, llevaban a cabo la represión.
La
supuesta idea de ‘pacificar’ a las
provincias que de por sí estaban viviendo en paz no era, pues, sino un pretexto
para llevar la guerra al interior y hacer tierra arrasada con sus pueblos; con
sumo placer, meticulosidad y avidez.
Así,
Paunero, desde Córdoba y por orden de Mitre, salió a
cazar—literalmente—provincianos, mientras que otros sicarios como Rivas, Sandes
y Arredondo se expandían por el interior, dirigiéndose hacia Cuyo para imponer
la “unidad a palos” que Rivadavia había pregonado. Esta unidad servía para
subyugar al país al dominio anglo-porteño, que debía cumplir las órdenes del
Imperio Británico, transmitidas a través de sus amanuenses locales.
Por
ejemplo, Sandes actuaba bajo las órdenes de Sarmiento, quien a su vez informaba
a Mitre sobre las matanzas masivas—sin distinción de sexo o edad—que Sandes
ejecutaba bajo su mando.
Por
eso Mitre que era –según él- un hombre de ‘Principios’
le dice a Marcos Paz, ese otro asesino, que “mejor
que entenderse con Peñaloza, es voltearlo. Aprovechemos la oportunidad de los
caudillos que quieren suicidarse para ayudarlos a bien morir”,
En
su raid de destrucción, los cazadores se llevaban a las mujeres de los ranchos,
antes de incendiarlos, para hacerlas servir por la soldadesca porteña, en las
llamadas ‘casas de la perdición’ (sic).
Dice
el historiador riojano Ricardo MERCADO LUNA “El
mitrismo, en su choque con la montonera, prendió todos estos fuegos. Redujo a
cenizas viviendas y edificios, carbonizó seres humanos, alentó los ardores del
odio, modeló y avivó pasiones por la liberación. Penetró a fuego y sangre
sembrando muerte y desolación. Echó fuego por los ojos. Atizó el fuego de la
destrucción”.
Ese
terrorismo a cielo abierto –subraya Horacio Raúl CAMPOS fue perpetrado durante
la dictadura de Mitre (1862-1868),
quien fue secundado por el ‘maestro del
aula’, Domingo Faustino Sarmiento, maestro también a la hora de instigar el
degüello o la horca de opositores. Los hechos ocurrieron entre 1862 y 1868,
pero siguieron durante la presidencia de Sarmiento (1868-1874) con la
persecución, torturas, fusilamientos e incendios y robo de propiedades, a todas
las familias humildes y desarmadas.
El terror no cesaba: Paunero, Sandes, Rivas y los demás se
entregaban cada día con mayor voracidad a una espiral asesina, y las muertes
por fusilamiento o degüello, fueran o no soldados federales, se sucedían sin
fin.
¿Quiénes
eran los salvajes?
Dice
Sarmiento: “Sandes ha marchado a San
Luis... Si va, déjelo ir. Si mata gente, cállense la boca. Son animales bípedos
de tan perversa condición que no sé qué se obtenga con tratarlos mejor" (carta
de Sarmiento a Mitre, marzo de 1862).
Es importante prestar atención a los términos empleados por
Mitre y Sarmiento al relatar los crímenes cometidos por estas miserables
huestes mercenarias. No sería la primera vez que mercenarios sirven a los
designios masónicos e imperiales; recordemos, por ejemplo, a Garibaldi en
nuestros ríos.
Por orden de
Sarmiento Sandes después de la batalla de Aguaditas dice “como el de Sandes después de Aguaditas) donde dice: "Entre los
prisioneros se encuentran el sargento Cicerón Quiroga, capitán don Policarpo
Lucero, ayudante mayor don Carmelo Rojas, tenientes don Ambrosio Medina, don
Ignacio Bilbao, don Juan N. Vallejo y alféreces don Ramón Gutiérrez y don Juan
de Dios Videla. Todos ellos han sido pasados por las armas, según orden de
V.E." (11 de marzo de 1862)
En 1863
Mitre nombra a Sarmiento director de la guerra y le dice "quiero hacer una guerra de policía. La Rioja
es una cueva de ladrones que amenaza a todos los vecinos y donde no hay
gobierno que haya la policía. Declarando ladrones a los montoneros sin hacerles
el honor de considerarlos como partidarios políticos ni elevar sus
depredaciones al rango de reacciones, lo que hay que hacer es muy
sencillo". T
¿Qué
significa ‘muy sencillo’? Tal vez
para no comprometerse, no se lo dice directamente, se lo insinúa, pero el loco
Sarmiento, que además de buen entendedor y resentido como era, siente un
aborrecimiento visceral hacia todo lo que huela a criollo, a hispano, no
necesita mucho para embalarse, comienza una matanza salvaje contra el gauchaje
de las provincias.
Siendo
Sarmiento Director De La Guerra y Gobernador de San Juan, tenía las manos
libres: declara la intervención de las provincias vecinas. Como no tenía
atribuciones para eso, recibe la queja del ministro Rawson y Sarmiento le
contesta a Mitre (Presidente): "Todo
lo que nos divide es que yo he sido siempre hombre de gobierno y usted no. Ni
quiere, ni acaso pueda serlo". Bueno, en eso no se equivocaba el
sanjuanino...
Sarmiento
declara el Estado De Sitio en las provincias vecinas y se dedica a confiscar
bienes y exterminar opositores y a los que supone cómplices de los Federales.
Como Mitre
trata de detenerlo, por ser para él, ya demasiado evidente y excesivo,
Sarmiento dice "Yo mandé a ejecutar
a Baouna (estanciero de tradición federal), el gobernador de Mendoza por mi
orden ha hecho ejecutar la sentencia a un Fonsalida (también estanciero),
Sandes (uruguayo al servicio del ejercito de línea) ejecutó a Minuel (un
paisano) en las Lagunas".
Amparado en
el Estado De Sitio manda a matar por abigeato a un pobre paisano "a la pena ordinaria de muerte que se
ejecutará a tiro de fusil en la plaza principal de la ciudad, debiendo ser
descuartizado su cadáver y puesta su cabeza y cuartos en los diversos caminos
públicos" (J. Victorica) y se jacta ante Mitre. "Es de admirar la pasión con que la chusma ha
entrado en el movimiento, fusilaré media docena de pícaros".
Sarmiento
le escribe en Marzo de 1863 a su
colega, Mitre, diciéndole que hay que dejar que sus oficiales maten gente, hay
que callarse la boca. Porque los provincianos como Peñaloza (¿él no lo era?)
eran solo animales..
Es
que para Sarmiento los gauchos del interior y la gente común no son, no tienen
el status de soldados ni partidarios políticos; son ladrones, vándalos, piratas
y por lo tanto hay que hacerles, como hemos venido diciendo, una ‘Guerra de Policía’ y eliminarlos a todos
donde se los encuentre. No se les aplica el Derecho de Gente ni son prisioneros
de guerra.
Era
la política de la destrucción física y los que pudieran eventualmente
sobrevivir serían descastados, sin hogares, sin familia sumergidos casi en una
esclavitud.
En
Punta de Agua, entre San Luis y el oeste de la Pcia. de Córdoba en 1863, Sandes
e Irrazabal al hacer esa ‘guerra de
policía’ hizo que todos sus habitantes y soldados federales rendidos,
fueron degollados; no hubo prisioneros.
Además, el ejemplo de ‘Punta
de Agua’ ilustra cómo estas ideas se
llevaron a la práctica, con la aniquilación de habitantes y soldados rendidos
,sin ninguna compasión; típico accionar anticristiano y masónico que ignoran
piedad alguna
*****
CAPÍTULO
11
XI.-EL ASESINATO DEL ‘CHACHO’
PEÑALOZA-LA CEGUERA DE CIERTOS FEDERALES
El 12 de
Noviembre de 1863 Irrazábal (del ejército de línea) toma a siete paisanos
partidarios del ‘Chacho’ Peñaloza (retirado de la lucha) "y acto seguido se les tomó declaración"
en el "cepo colombiano",
(que consiste en poner al hombre en cuclillas y con un fusil al hombro atarlo
con cuero mojado hasta que muere descoyuntado). Seis mueren en el tormento y el
séptimo revela el paradero del Chacho, retirado de la lucha en casa de una
familia.
La partida
de Vera lo sorprende al Chacho desayunando con la familia: "¿Quien es el bandido del Chacho?" preguntan. "Yo soy el general Peñaloza, pero no
soy un bandido" y entrega su cuchillo. (Peñaloza tenía el grado de
general otorgado por Urquiza).
Sin mediar
palabra Irrazabal toma una lanza y la clava en el vientre del Chacho que se
entregaba desarmado, en presencia de la familia y la hijastra menor. Le saca
una oreja y se la manda de regalo a Natal Luna (de La Rioja) y le corta la
cabeza poniéndola en una pica en la plaza de Olta. Sarmiento premia a Irrazabal
y a Vera con un ascenso.
Cuando
Irrazabal asesina a Peñaloza el 12 de Noviembre de 1863, el ‘educador’
Sarmiento exultante le escribe a Mitre el 18 de Noviembre de 1863 y le dice
aquel famoso y triste párrafo que resuena sin castigo hasta hoy: y que arriba
hemos reproducido parcialmente: ”He aplaudido la medida precisamente por su
forma. Sin cortarle la cabeza aquel inveterado pícaro y ponerla en expectación,
las chusmas no se habría aquietado en seis mes”. " Doña
Victorica Romero de Peñaloza es llevada encadenada a San Juan y obligada a
barrer la plaza. Luego serían confiscados todos sus bienes.
Se trata de
la célebre “Guerra de Policía” que
Sarmiento no solo ordenaba y dirigía, sino de la que además se jactaba. Tras
conocer la masacre del pueblo paraguayo durante la Guerra del Paraguay, le
escribió a Mrs. Mann: “Es preciso purgar
la tierra de toda esa excrecencia humana”. Muy ilustrativo el “padre del
aula” (sic), y encima le dice eso a una de sus maestras, Mary Tyler Peabody
Mann, quien ha sido considerada no solo maestra, sino—¡nada menos!—reformadora
educativa de origen estadounidense. ¡“Reformadora”! Como puede deducirse,
íbamos por mal camino…
José Hernández, poeta y escritor, se muestra impactado, anonadado
y horrorizado por el crimen, y comenta que este acto ha convertido a Peñaloza
en un mártir del Federalismo, lo que implica que el asesinato tuvo un gran
impacto en la percepción pública y en la historia del movimiento federalista en
Argentina, declarando que el Federalismo tiene
un nuevo mártir.
Del
mismo modo se horroriza Olegario V. ANDRADE en una extensísima declaración
escribió que Mitre, después de la batalla de Pavón, “lanzó a las provincias su legiones mercenarias…y que sobre las ruinas
de Mendoza, amontonó Rivas otras ruinas, esta vez, de hombres…
En
otros párrafos menciona que “En Caucete y
Valle Fértil, Sarmiento realiza sus venganzas de demencia y barbarie…..Sandes,
ese bárbaro, ese salvaje pasa a cuchillo a centenares de argentinos y se goza en su suplicio y su muerte….¡en dos
años más de cinco mil víctimas!...Los extranjeros como Sandes, Rivas, Paunero
realizan una carnicería espantosa…Horror …Ni un solo día de paz, ni una sola
esperanza de reparación!!”.
Y
refiriéndose al gobierno de Mitre dice que “La
Republica Argentina no ha tenido un
gobierno más funesto que le haya costado más lágrimas, ni haya vertido más
sangre para saciar su fiebre satánica de dominación”.
Véase
los adjetivos que utiliza a borbotones Andrade que no puede incrédulamente
entender semejante e inigualable matanza de criollos.
La
historia oficial como no pueden borrar de la existencia a Andrade, Hernández,
Guido y Spano, etc, optan por permitir la vigencia de ellos en su faz literaria
escondiendo sus pensamientos políticos y sus testimonios en primera persona del
desaguisado del Unitarismo a lo largo de décadas limpiando las vidas de
aquellos argentinos que se opusieron al sojuzgamiento constante y permanente
por parte de los títeres del Imperio Británico.
Alberdi al respecto
decía con referencia al ‘Chacho’ Peñaloza: “el Chacho no usó de la coerción que casi siempre los
gobiernos cultos necesitan para lla-
mar los varones a la guerra".. Diciendo, además, que el ‘Chacho’
pobre, desnudo de recursos, prisionero, fue muerto, asesinado, alevosamente.
"El
Chacho, pobre y desnudo de recursos, arrastraba la mitad de la República, que
lo seguía por simpatía.
“Su
adversario, a la cabeza del gobierno de San Juan y con todos los
recursos de la República..., temblaba de miedo y de impotencia ante la
popularidad del Chacho; y de miedo, como es visible en su libro, lo hizo
matar alevosamente"
Ahora entendemos por qué el gobierno de Sarmiento no dejó de
usar jamás la la violencia sobre los reclutados o sobre sus familias para
llamar a los varones a la guerra y también para otros menesteres!. ¡Es la
ventaja de ser culto! En cambio el 'Chacho’ como no lo era, no necesitaba
seguir viviendo.
Queda probado ahora cómo hacía Sarmiento para forzar la
leva:, con violencia y coerción, como bien él dice. ¿Y Cómo lo lograba? Gracias
a que él mismo [Sarmiento] pertenecía a la población ‘culta’ (sic)…y como tal, tenía el derecho- no se sabe fundado en
qué- de reclutar la soldadesca a la
fuerza. En cambio, el pobre Peñaloza no necesitó la fuerza; esto es, el pueblo
en masa lo seguía voluntariamente.
Sarmiento
sigue su derrotero verbal sin mengua, y repetimos lo que dice a Mitre: "Si el coronel Sandes mata gente (en
las provincias) cállense la boca. Son animales bípedos de tan perversa
condición (esos provincianos que defienden sus autonomías) que no se que se
obtenga nada con tratarlos mejor" (Informe de Sarmiento a Mitre,
1863).
¿Animales?
¿Bípedos?. Es que los visitantes extranjeros, lejanos de cualquier partidismo ideológico comprobaron, como
Charles Darwin que “el gaucho es
extraordinariamente generoso, humano y hospitalario y muy modesto al mismo
tiempo consigo mismo y el país, extraordinariamente audaz y valiente, jamás
grosero e inhóspito”.
"Los sublevados serán todos
ahorcados, oficiales y soldados, en cualquier número que sean" (Sarmiento, año 1868).
Y,
puesto que hablamos de degüellos, los cuerpos degollados eran exhibidos en
postes a lo largo de los caminos como señal de advertencia. Entre los
masacrados figuraban: El General Jerónimo Costa, cuyo delito fue defender la
Isla Martín García contra el enemigo francés; Santa Coloma; el Coronel
Martiniano Chilavert, uno de los principales defensores, junto a Brown y
Mansilla, de la heroica defensa de la Vuelta de Obligado en 1845. También
brutalmente asesinado fue Vicente Peñaloza de quien José Hernández describe
como “…un patriarca, héroe y general del
ejército Nacional a las órdenes de Urquiza y Derqui, prestigioso y valiente
soldado y militar…” .
José
Hernández escribe “…la cabeza del General
Peñaloza, el hombre ennoblecido por su inagotable patriotismo, fue llevada al
bárbaro Sarmiento como prueba del buen desempeño del asesino. El unitarismo
tiene un crimen más que escribir en la página de sus horrendos crímenes. El
partido que invoca la ilustración y el progreso, acaba con sus enemigos
cosiéndolos a puñaladas. Matan por índole perversa. Maldito sea el partido
envenenado con crímenes que hace de la República Argentina el teatro de sus
sangrientos horrores…” Alberdi exclamó “…la vida real del Chacho no tiene un solo hecho de barbarie igual al
asesinato del que fue víctima…” .
Alejo
Peyret residente en Entre Ríos, escribió “…Sarmiento,
partidario de la intolerancia, es un Robespierre: civiliza a cañonazos y
bayonetazos
Esta
limpieza tenía además otro propósito: conscientes de su culpa y de ser los
artífices de la destrucción de su propia patria, preferían no dejar testigos
que, en el futuro, pudieran denunciarlos y señalarles como homicidas de su
propia gente.
Sin
embargo, tanto Mitre como Sarmiento, organizadores del genocidio con el fin de
forjar su país a sangre y fuego, no se ensuciaban las manos. Ellos limitaban
sus acciones a dar órdenes y a proveer el armamento moderno que, cortésmente,
les proveían los ingleses: cañones, rifles a repetición, piezas de artillería
llamadas prusianas, los cañones Krupp, y en la segunda guerra contra el jordanismo en 1873 serán utilizados por
primera vez los fusiles Remington en el ejército nacionalizado por Buenos
Aires.
La
superioridad numérica o la destreza de sus cuadros Federales ya no resultarían
eficaces para enfrentar a la artillería e infantería nacional mucho mejor
equipadas técnicamente en una guerra regular. Así aquella era contrarrestada por el armamento, la organización
y la disciplina de las tropas Unitarias contra los cuales poco podían hacer los
pobres habitantes del interior y todo el pueblo Federal, casi desarmados,
apenas con lanzas, chuzas, sables, trabucos, fusiles, tercerolas.
¿Entonces
quiénes hacían el trabajo sucio? Eran los Unitarios ‘colorados’ que, como los
hunos y Atila, entraban a nuestro territorio para cumplir ese cometido sin
piedad, con rapidez y sin pausa.
Como
ya se dijo arriba, el principal artífice fue Venancio Flores, y bajo su mando
actuaban Wenceslao Paunero, Ambrosio Sandes, Pablo Irrazábal, José Miguel
Arredondo e Ignacio Rivas. Este sexteto de la muerte, oficiales con ‘bill de indemnidad’ total, comandaba
tropas bien pertrechadas para llevar a cabo una brutal limpieza a sangre y
fuego. No hicieron distinción: niños, ancianos, mujeres de todas las edades y
pobres gauchos desarrapados, descalzos y subalimentados eran masacrados.
Además, recibieron la orden de quemar pueblos y ranchos, de modo que los
sobrevivientes tenían que exiliarse, trabajar como esclavos o refugiarse entre
los indígenas, pues ni siquiera les quedaban techos donde cobijarse.
José
Hernández, uno de los testigos y a la vez, víctima dijo sobre Mitre: "Los seis años de su gobierno .fueron una
noche de horrores, de duelo, de lágrimas y devastación dentro; y fuera de la
República Argentina. En ese abismo de sangre se hundieron todos los beneficios
adquiridos hasta entonces, todos los progresos que habían alcanzado los Estados
Federales, cayendo bajo el sable de los verdugos las cabezas de cuantos
abrigaban un pensamiento contrario a la política dominante, y desapareciendo
todas las ideas de libertad de orden, de justicia, de derecho y de
organización... En esta sección americana, Mitre ha sido un cometa de sangre,
un flagelo devastador un elemento de corrupción, de desquicio, y dan testimonio
de su existencia los huérfanos, las viudas y los inválidos." Y agrega:
“Existen allí pueblos como La Rioja,
donde el cuchillo y el incendio lo han reducido todo a escombros, cuyos hijos
han sido perseguidos y muertos por millares, cuyas familias han sido
arrastradas cautivas al campamento de ese mismo Arredondo, procónsul del
presidente Mitre en la época aciaga de su Gobierno de doloroso recuerdo”.
En
otro testimonio de lo vivido dice Hernández: “"Las lágrimas y la sangre del pueble argentino ha corrido a
raudales bajo la influencia guerrera de D. Bartolomé Mitre, que no ha tenido
jamás pensamiento de paz, un impulso de su espíritu ni un giro de su
inteligencia a favor del orden, de la fraternidad y de la armonía que debe reinar
entre hermanos." Y agrega:
"Millares de viudas, millares de madres desoladas, enjugan todavía en
medio de la miseria, en el silencio del hogar, cubiertas con el mantón del
duelo, las lágrimas que les arranca la pérdida de sus esposos o sus hijas,
cruel y fríamente sacrificados por ese hombre en las guerras estériles,
absurdas, a que lo ha empujado su hipócrita ambición. Los huérfanos gimen en la
pobreza, los inválidos mendigan una limosna de la caridad pública, y no hay un
solo rincón en estas tres Repúblicas (se refiere a la Argentina, Uruguay y
Paraguay) donde no exista grabado con caracteres sangrientos el nombre de
Bartolomé Mitre, donde no haya alcanzado su influencia de devastación y de
ruina. Gobernó muchos años la República Argentina, y sus procónsules
establecieron en el interior el nivel del sable sobre todas las cabezas.
Prostituyó todos los sentimientos nobles del ciudadano; despilfarró la hacienda
pública, para hacer la fortuna de sus cortejantes y aduladores; atacó todas las
libertades, atropelló todas las garantías, usurpó todos los derechos, y fue el
mandón más autoritario y despótico que ha existido, después de Rosas."' ,
La
desafortunada y errónea última afirmación de José Hernández cuyo pensamiento
federal de corto vuelo no supo ver que la causa de todo lo que lo afligía por
las matanzas y tierra arrasada del Unitarismo era consecuencia de la derrota
del gobierno federal soberano que representaba Rosas. Caído éste, cual muro de contención a los ataques mancomunados
de los Imperios europeos, del Brasil y sus amanuenses bien remunerados nativos,
toda independencia desaparece.
La
ceguera persistente de hombres bien intencionados como José Hernández, Rafael
Hernández, Carlos Guido y Spano, Olegario Andrade, el Chaco Peñaloza, Felipe Varela, entre otros, contribuyeron, y
no en menor medida, a la hecatombe de nuestra nacionalidad, a nuestra
integridad territorial, al menejo de nuestras riquezas.
Estos
hombres con sus pocos conocimientos de la realidad continental en la cual
nuestra patria, estaba inmersa, desconocieron la representatividad popular de
Rosas y sirvieron con su innegable
ignorancia y un patriotismo estéril, a ser fácil presa de las fuerzas
hegemónicas ayudando a la confusión del pueblo federal en la falta de un
adecuado conocimiento de quienes supieron enfrentar –hasta Caseros- a la
entente invasora en alegre contubernio con el Unitarismo. Decimos ‘hasta
Caseros’ porque lo que sigue es efecto directo de ésta.
Las
secuelas fueron desoladoras y miles de paisanos pagaron con sus vidas esa
desatinada y pavorosa ignorancia, que se pagó con creces…..
*****
CAPÍTULO
12
“La
Constitución Política
“Yo A Un Buen
Gobernante Le Diría:
Por Toda Atribución Coge Un Garrote
Y Cuidando Sin Vil Hipocresía
Que Tu Celo Ejemplar El Mundo Note,
Tu Justicia, Honradez Y Economía
Y Que Nadie Esté Ocioso Ni Alborote,
Ház Al Pueblo El Mejor De Los Regalos;
Dadle Cultura Y Bienestar, A Palos”.-
Felipe
Pardo Y Aliaga (Peruano - 1806/1864)
XII.-NUESTRA SUBORDINACIÓN
IDEOLÓGICA, CULTURAL Y ECONÓMICA
Como
bien dice Marcelo GULLO, Los ingleses han impedido desarrollar la economía con
valor agregado para que nuestro país siga consumiendo crédito y se siga
endeudando sin posibilidad alguna de cubrir las deudas en algún momento.
La
primera subordinación es la ideológica-cultural.
La
segunda es la subordinación económica –segundo paso una vez logrado la primera-que
siempre ha sufrido nuestro país. Es un reaseguro.
Los
ingleses con los EEUU no pudieron. EEUU se hizo grande a partir de su
proteccionismo económico (y no al revés) que lo aprendieron justamente de los
ingleses que intentaron, infructuosamente, introducirlos en el libre comercio,
sistema que los ingleses, por supuesto, no aplicaban dentro de su país.
Hoy
día la la ideología de subordinación tiene 2 formas: primero, el ‘liberalismo’
–modo actual de llamar al Unitarismo que ya desde antes de la Batalla de
Caseros hasta nuestros días introducía en nuestro continente el iluminismo, la
hispanofobia, el nacionalismo de campanario, el libre comercio.
Digamos
que en la actualidad, se suma, la otra forma de sometimiento que es el llamado
‘progresismo’ invento del poder mundial, también, que sostiene la llamada
‘ideología de género’.
Ambos,
iluminismo y progresismo provocan la aceptación falaz de lo mismo: todo es
relativo, no hay verdades porque no hay trascendencias; la vida del hombre es
como la de los animales que no tienen conciencia ni del pasado ni de futuro.
Así los argentinos dejaremos de ser nación al entender que no hay trascendencia
y vivimos cambiamos de collar según la época pero para nunca dejar de ser
‘perro’, es decir, esclavos.
La
agresión unitaria vuelta contra su propia nación reconoce varias etapas,
algunas coincidentes cronológicamente y otras en distintas etapas..
El
Unitarismo comienza su actividad intelectual y militar marcadamente reconocible
con Rivadavia, Lavalle y el fusilamiento
de Dorrego.
Con
el ascenso de los Federales comandados por Rosas, aunaron también allí desde la
oscuridad, los asesinatos de varios gobernadores a la par que seguían con su
prédica mendaz y contraria a los intereses nacionales.
Posteriormente
a Caseros, ya no sujetos a actividades clandestinas, tomando el poder del país
se dedicaron militarmente a asesinar a miles de cristianos de su nación,
inermes ante el poderío militar nuevo de las huestes triunfantes en Caseros,
Pavón y la guerra del Paraguay.
A
la par se desató una guerra cultural, institucional, que desembocó,
necesariamente, en una tergiversación de nuestra historia patria y de la
entrega de las riquezas del país, como lógica consecuencia. Hemos hablado
arriba de las acciones militares. Ahora ahondaremos en la guerra cultural
emprendida por ese grupo pequeño pero poderoso económicamente emprendida contra
sus propios habitantes, creando una Historia Oficial, ‘ad usum’ de sus
intereses particulares y de sus amos, la Banca Internacional.
Como
puntualizó Juan Carlos NEYRA la mendacidad liberal ha llevado a décadas de falsas enseñanzas de
la historia que fueron estructurando la tradición de la mentira sostenida por
una educación y pedagogía dolosa. Y que, todo ello, desemboca en el desarraigo
y en la muerte espiritual cuando no en la muerte física de nuestros hombres
nativos.
Y
todo ello necesitó el fuego de las armas como expresión de sostén material del
ahorcamiento de nuestra patria, y la base fue el odio liberal, constante de la
historia argentina que no conoce límites. Consiste en una suerte de miedo,
resentimiento espíritu vengativo, rabia contra sí mismo. Cuando se asegura el
poder tortura, fusila, es implacable con el adversario que más odia cuanto más
argentino es
VI.-
(I).- Domingo Faustino Sarmiento, genotipo de un traidor, ignorante, soberbio, contradictorio,
y de un dudoso equilibrio mental
Volviendo
a la ‘guerra de policía’ que hacia Sarmiento, éste dejó de lado los valores hispanos
y cristianos y solo le interesó la instrucción; los valores que el sanjuanino
le interesaba eran los de países extranjeros.
Mucho
antes de la Batalla de Caseros comenzaron, de forma paulatina, las
destrucciones del Virreinato del Río de la Plata motivadas por intereses
ingleses, franceses y luso-brasileños. No olvidemos que, además de las
invasiones inglesas como primer episodio, hubo numerosas intrigas en las que
destacaron figuras como Moreno, Rodríguez Peña y otros.
Sarmiento,
Mitre, Vicente F. López, Fructuoso Rivera, Andrés Lamas, Manuel Herrera y Obes,
Florencio Varela, entre otros conspicuos miembros del Unitarismo centralista venían fogoneando las
intervenciones franco-inglesas en la región.
Al
respecto, una poco conocida carta de Sarmiento al Encargado del Gobierno de
Gran Bretaña en Buenos Aires, Henry Southern, escrita desde Chile el 20 de
Enero de 1850, que nos trae el historiador salteño Adolfo CASABLANCA.
La
carta en cuestión es sumamente extensa y nos muestra la psicología del
sanjuanino, sus enormes y permanentes contradicciones, su no negada prosternación
ante Inglaterra y Francia. Sus traiciones a la patria que lo vio nacer. Y que
todo ello va prefigurando sus acciones a posteriori de la batalla de Caseros
que sumirían al país en un caos, en una derrota espiritual y cultural, y en una
entrega a manos llenas de nuestras riquezas materiales y económicas al Imperio
Ingles y a la Francia siempre corriendo ésta detrás de los principales
intereses británicos.
Nos
muestra de primera mano el pensamiento de los antirrosistas, su concepción de
lo que debía ser la patria, basadas en ideas librescas y no en realidades de
nuestro terruño. Todo ello desembocaba en la ya manifestada infravaloración de
nuestras capacidades que se han ido extendiendo hasta el presente en que el
argentino se ve y nos ven como incapaces de elegir nuestro destino.
Vamos
ir haciendo un análisis de algunos párrafos intercalando y subrayando la
pléyade de patológicas afirmaciones que Sarmiento expresa en su soberbia nunca
desmentida.
Posicionémonos
en el período de la Confederación Argentina de 1850: Habían sido solucionados
los temas con Francia e Inglaterra en sendos acuerdos. La Confederación, ahora sí,
comenzaba a brillar más que nunca, a despegar internamente y externamente como
una potencia continental. También económicamente comenzaba a desarrollarse dado
el período de paz en que nos encontrábamos. Rosas brillaba como el Gran
Americano reconocido en todo el mundo.
Ante
ello, los Unitarios que solo les quedaba la plaza de Montevideo, veían caer sus
intenciones políticas y Sarmiento rechinando sus dientes se angustiaba por toda
la situación.
Es
por ello que le escribe la citada carta
Southern, pidiéndole ‘explicaciones’ (¿?) en forma a veces aireada de
por qué habían pactado con Rosas y lo contraproducente que sería eso….para los
intereses de Inglaterra!!!, sugiriendo al mismo cuál debería ser la política
que deberían seguir con la Confederación, lo que implicaba un insulto al
diplomático inglés por entrometerse en algo que estaba fuera de su
jurisdicción.
Veamos,
pues unos primeros párrafos de la carta
“Yo no creo en los
exterminios, ni en las deportaciones, ni en los destierros de órdenes
superiores, ni en la violencia ilimitada. No creo que haya que recurrir al
método de la persecución, ni al de las leyes de excepción, ni al de los consejos
de guerra: por lo contrario, creo en las instituciones legales, en la energía
de las leyes, en la acción de los gobiernos regulares, y en el auxilio de la
opinión pública.[…]
“Pero si se trata de
imponer un gobierno por medio de la fuerza ilimitada, yo protesto contra ello.
El gobierno debe apoyarse en la ley, en la moral, en la opinión pública, y en
la fuerza moderada de la autoridad.[…] ………………
“Yo no quiero que la República Argentina
vuelva a ser un país de emigración y de exterminios; quiero que sea un país de
trabajo, de paz y de seguridad, en donde la industria se desarrolle, y en donde
las familias vivan tranquilas. No deseo que los argentinos sufran los azotes ni
las persecuciones; deseo que gocen de las garantías que da la ley, y de los
derechos que reconozcan las instituciones. Si Su Señoría pregunta si la
autoridad debe ser firme, yo respondo que sí; pero si pregunta si debe ser
arbitraria, yo respondo que no.La autoridad debe ser ilustrada, moderada, y al
servicio de la libertad.]…]
“Yo creo, y lo repito
encarecidamente, que cuando en Buenos Aires se ha manifestado una actividad que
parece peligrosa, es preciso examinarla, juzgarla y corregirla mediante la
acción de la ley y la educación. La fuerza por la fuerza sólo engendra odio y
venganza. La República debe fundarse en la razón y en la prudencia, y en el
respeto de los derechos individuales. Si bien el jefe del gobierno debe ser
vigoroso, no debe ser cruel; y si tiene que castigar a los culpables, debe
hacerlo con pruebas y con respeto al derecho.”
En
todo lo que expresa Sarmiento se advierte una hipocresía extrema: aquello que
afirmaba no creer ni apoyar fue precisamente lo que, junto a Urquiza, Mitre y
otros masones, llevó a cabo: exterminio, deportaciones, destierros, violencia
ilimitada, aplicación de leyes de excepción o, directamente, acciones fuera de
todo marco legal contra el pueblo y sus intereses. Actuaron sin pruebas para
justificar las sanciones y violando todo tipo de derechos.
Sarmiento
prescindió de la opinión pública para ejercer una violencia no solo física sino
también cultural, revirtiendo la naturaleza de nuestra sociedad y de sus
habitantes. Durante años sometió a la población al poder de la espada —como
ocurrió luego en Paraguay— sin la moderación que él mismo decía considerar
necesaria.
Puso
en práctica lo que en la carta desestimaba: la fuerza por la fuerza, generando
odios y venganzas, con una crueldad sistemática con sus sicarios Orientales que
hemos venido describiendo.
En
síntesis, eso fue lo que Sarmiento hizo, en abierta contradicción con lo que
sostenía en la carta que analizamos. Esto no revela ignorancia alguna (en
algunos aspectos), sino un plan premeditado que comenzó a ejecutarse apenas
terminada la batalla de Caseros, borrando con el codo todas sus opiniones sobre
lo que debería ser un buen gobierno, proclamadas en esa misiva.
Lo
que sigue en la carta privada puede sorprender: Sarmiento habla bien del gaucho
argentino, de sus virtudes, de su dignidad y de su integridad, en contradicción
con lo que afirma en varios de sus libros. Esto sugiere que no hablaba sin
conocer el valor y características de nuestros hombres y que, por tanto, obró
por intereses puramente comerciales, lo que profundiza la sensación de traición
que resulta evidente.
Transcribiremos
varios párrafos, de gran interés para el estudio, respetando la grafía
original:
“Su Señoría no me negará
que las masas de Buenos Aires, son menos estólidas, menos embrutecidas, menos
insensibles a todo sentimiento moral, que las masas irlandesas, a quienes la
miseria impulsa fatalmente a los desórdenes i a los crímenes…[…].
“…Me atrevo a asegurar a Su Señoría que la
población de Buenos Aires, í el más negado gaucho de la campaña, cuan bárbaro
es, es mil veces más racional, mas adelantado que las masas inglesas de las
campañas i los trabajadores de las minas í los millones de hombres í mujeres
que emplean las fábricas de Liverpool i Birmíngham, embrutecidos por el uso
inmoderado del aguardiente, anímalízados por diez í ocho horas de trabajo, que
la ignorancia, la inmoralidad, el abatimiento i la miseria aumentan cada día.
Hablo, Señor, con conocimiento de causa. A más de los informes pasados al
parlamento inglés sobre estos tristes detalles, de todos conocidos, cuento para
espresarme así con mí examen personal. Los carlistas ingleses de las clases
menesterosas, los del país de Gales, no tienen cotejo ní en La Rioja, ni en las
provincias oscuras de la República Arjentína. Son bárbaros horribles aquellos,
que incendian las casas de los propietarios, por manía de cometer crímenes en
los que son guiados por profetas i por tradiciones absurdas ….[…]
Aquí
Sarmiento reconoce la superioridad moral del criollo frente a las masas
europeas (irlandesas, inglesas, galesas), cuya miserable situación material,
producto de la Revolución Industrial dejaba miles de personas sin trabajo y en
la miseria; todo esto lo tenía muy presente. Para él, la racionalidad de
nuestro pueblo es muy superior a la de los ingleses de la campaña.
“…Se ha derramado sangre entre nosotros,
porque la autoridad lo ha querido; pero no se ha atacado a la propiedad nunca.
ni aun en las épocas más terribles, siendo solo los gobiernos los que han
ordenado la confiscación como las matanzas. Su Señoría puede pasearse a deshora
por las calles más apartadas de Bue-nos Aíres, sin temor i sin peligro, aunque
lo reconozcan inglés, mientras que en Londres, en la City, yo he sido detenido
por el políceman de día en una calle, diciéndome: "no entre usted porque
lo desnudarán i la autoridad no puede protejerlo". ¿Por qué, pues, Señor,
sobrevendrían las más grandes calamidades al país, porque cesase un orden de
cosas en Buenos Aires, que supone la depravación de costumbres, los hábitos de
crimen í de desorden que realmente no existen? …[…]
“La propiedad se respeta
más en nuestras tierras —dice
Sarmiento— que en Inglaterra, donde
existen depravaciones de costumbres, hábitos delictivos y desórdenes en las
calles que las hacen peligrosas. En la Confederación eso no sucede.
“Convengo con Mac-Gregor, en que la
ignorancia, el fanatismo del sacerdocio, la tenacidad con que la raza que habla
el idioma español adhiere a todos los vicios i olvida las virtudes de sus
antepasados; el mantenimiento de la viciosa lejíslacion comercial de la antigua
España, la absoluta disminución en unas partes o el poco sensible aumento de
población en otras, la falta de espíritu de empresa, la prevalente indolencia,
la agricultura rutinera, la falta de hábitos comerciales, son más que
suficientes causas para esplicar la impotente i nula condición de las repúblicas
hispanoamericanas". …[…].
Pero,
curiosamente, en este pasaje Sarmiento se contradice. Desglosa la consabida
supuesta inferioridad del criollo —como descendiente del español— atribuyéndole
mala legislación comercial heredada de España, fanatismo religioso, indolencia,
carencia de hábitos comerciales y falta de espíritu empresarial. Incluso
critica la tenacidad del criollo por hablar español, algo incomprensible para
él. Todo eso, dice Sarmiento, explica “la impotente y nula condición de las
repúblicas latinoamericanas” (sic).
Respetamos
la grafía: “Hai ademas, cualidades en el
carácter español en medio de sus defectos, que pueden ser esplotadas en
beneficio de la civilización son más honradas las masas españolas que las masas
francesas e inglesas, Señor; i no siendo conocida en la Republica Arjentina la
miseria absoluta, la degradación que en Inglaterra i Francia producen la
prostitución de todo recurso, de toda esperanza, tienen menos estímulos que las
precipiten en el desorden; la sobriedad española en las masas es proverbial,
como la hidalguía en las clases elevadas., […]
Sin
embargo, vuelve a contradecirse cuando afirma que, pese a todo lo anterior, las
masas criollas son más honradas que los ingleses y los franceses. Según él, en
nuestras tierras no existe la miseria absoluta ni la degradación que habría en
Inglaterra y Francia; no hay desorden, y somos sobrios e hidalgos.
A
estas alturas, el cúmulo de contradicciones del sanjuanino se vuelve una
constante que lo acompañará toda su vida. Podemos imaginar la reacción de
Southern al recorrer este volumen abigarrado de afirmaciones contradictorias e
insensatas de Sarmiento.
“La ignorancia jeneral no quita que el sentido
común esté más desenvuelto en nuestras masas que en las masas irlandesas, por
ejemplo, i si Su Señoría habla con un gaucho de la República Arjentina, gustará
de hallarlo, semibárbaro es verdad, pero independiente de carácter, sensible al
honor, hospitalario en su casa, pronto a prestar servicios desinteresados, Yo
he recorrido el mundo acaso más que Su Señoría, i puedo hacer esta justicia a
mis compatriotas, sin ser desmentido. …… Si Su Señoría se toma el trabajo de
recorrer las pájinas de la historia de su patria, en el capítulo Cromwell
encontrará la misma subversión, el mismo desorden de ideas; en el lenguaje
sangriento de bs puritanos hallará el modelo del lenguaje brutal del gobierno
de Buenos Aires,.. …[…]
Sarmiento sigue en su confusión: califica al
criollo de ignorante, PERO al mismo tiempo sostiene que tiene más sentido común
y es más desenvuelto que el inglés: independiente de carácter, sensible al
honor, hospitalario y desinteresado en ayudar al prójimo... ¡pero eso si:
ignorante!
No
queda claro si el ignorante es Sarmiento por no ver la incoherencia del propio
juicio, o si, como sospechamos, conoce bien las virtudes de su pueblo y las
oculta deliberadamente.
Más,
inmediatamente afirma que el gobierno de Rosas es un gobierno desordenado en
ideas. ¿Cómo puede ser desordenado un régimen que produce individuos con todas
las virtudes que él mismo reconoce en el criollo?
“El pueblo que sin excepción de persona
peticiona que continúe lo mismo que detesta en el fondo de su corazón; ….
El
absurdo llevado al paroxismo no da la pauta de que en algunos casos podría
interpretarse que la mala fé de Sarmiento se aúna a su falta de comprensión de
los sucesos históricos, ya que no puede entender como todos apoyan a Rosas y al
mismo tiempo, lo detestan.
Sarmiento
no comprende a su patria: desconoce sus valores, sus tradiciones, el alma del
criollo y su concepción católica de la existencia.
“Los americanos respetamos instintivamente a
la Europa. Sus ciencias, su cultura, su civilización, nos hacen esperar verlas
representadas en la dignidad i moralidad de sus ajentes; sus fuerzas i su poder
quisiéramos encontrarlo en la energía de sus hijos, cuando defienden cosas que
nuestra conciencia nos dice que son justas, que son útiles i dignas.
Desgraciadamente, los hechos vienen
“Ocho años de
negociaciones en el Rio de la Plata, veinte ajentes desaprobados, concesiones
negadas i acordadas sucesivamente, aquel hacer i deshacer, han concluido por
inspirar asco por estos poderes europeos que creíamos tan fuertes i tan
intelijentes. Las pasiones hostiles de la América española cobran nuevo
aliento, i las resistencias crecen por todas partes; los amigos de la Europa en
América quedamos burlados, desmoralizados i oprimidos, bajo el peso de la
reprobación triunfante de nuestros compatriotas, i la desaprobación de nuestra
propia razón que nos dice que nos hemos engañado, dando a otros lo que nos
negábamos a nosotros mismos. […]
“La Europa estaba
llamada a ejercer una noble influencia en la América del Sur. Por lo mismo que
vamos descaminados, ella debla mostrarnos el buen camino; porque hai en
nosotros pasiones desordenadas, instintos bárbaros, preocupaciones atrasadas,
ella en masa debió echarse siempre en la balanza, para prestar su apoyo, su
influencia moral a los que en menos número que el común, queríamos hacer
avanzar a la América en el camino del progreso i de la civilización europea.
Por desgracia ha sucedido lo contrario. La Europa se ha complacido en
ostentarnos solo sus miserias, i no pocas veces, Señor, sus ajentes han
merecido que se les llame ingratos, pérfidos estranjeros, i a sus gobiernos se
atribuyan brutales caprichos e infames aspiraciones, según se espresa ese
gobierno en las barbas de Su Señoría. …[…]”.
Otro
error de Sarmiento: él cree que los valores de los europeos no se ven
representados en la dignidad y moralidad de sus propios representantes.
En
sus palabras finales trasunta desesperación: despejado ya de cualquier
diplomacia y palabras circunspectas, se entrega a un torrente verbal crítico y
adjetivado que ataca lastimosamente a los ingleses por haber pactado con la
Confederación.
Al
insultar al representante diplomático británico demuestra su miopía y su
desesperación por cambiar la conducta de esos enviados ante el gobierno de la
Confederación, entrometiéndose en decisiones políticas de otros países. Parecía
ya sin recursos para persuadir, dispuesto a todo con tal de lograr la
claudicación de su gobierno.
Su
traición, arrodillándose ante quienes admiraba, alcanza un nivel difícil de
digerir aunque comprensible desde su apuesta política.
*****
CAPÍTULO
13
XIII.-BRASIL ENTRA EN ESCENA-SARMIENTO
Y MITRE DESATAN TODO SU ODIO
Por
fortuna para Sarmiento, existía el Imperio del Brasil… y también las traiciones
no sólo culturales sino también militares de algunos de nuestros coterráneos
—como Urquiza y Garzón.
Y,
de tal manera, cuando la Confederación Argentina empezaba a disfrutar los
beneficios de la paz, la prosperidad económica, como se dijo unos párrafos
arriba, Urquiza a quien lo aguardaba el triunfo sobre el imperio brasileño,
esclavista y expansionista prefirió el oro de éstos a la gloria, …y se vendió
El precio, forma de pago y las condiciones
están suficientemente documentadas, por ejemplo, la carta de Yungay por parte
de Sarmiento-del 13 de Octubre de 1852 donde el sanjuanino lo expone sin rodeos
recordándole a Urquiza todas las transacciones que hizo con el Brasil de
material bélico, alimentos, pertrechos, subsidios y una suma mensual para
comprar su alma…
Nada
de lo que se le imputa a Urquiza fue ajeno Sarmiento, pero comenzando décadas
antes que el entrerriano en la venta de su tierra a los franceses.
Sarmiento
reconoce la traición de Urquiza y, también, su propia traición a la patria. En
tal sentido el diario La Nación de
los días 4 y 6 de octubre de 1868 expresa: "Sarmiento
fue el abogado de una nación extranjera contra su país" Y "él ha
sugerido y ha hecho triunfar la idea de
hacer despojar a la República Argentina de sus territorios".
La desquiciada
psiquis del sanjuanino le llevaba a opinar abiertamente sobre todo y todos, sin
reparo en contradecirse cuando le convenía.
A diferencia
de Mitre y su hipócrita disimulo, Sarmiento, consciente de su impunidad, no
dudaba en criticar incluso a Mitre. Así lo dejó ver el 26 de junio de 1869,
cuando le dedicó estas “alabanzas”:
“La verdad es que Mitre en su
vida ha abierto un libro. Es un presuntuoso y por su pretensión de dañar,
desvaría. Es un charlatán. Es de quien quiera alquilarlo. Se ha presentado tres
veces ebrio en el Senado. Es un pigmeo, un vendido...”
Si se
conoce la verdadera historia de Mitre, sus estragos en el Sur y sus falsedades
sobre Belgrano y San Martín, no puede negarse la veracidad de las palabras de
Sarmiento, aunque, como hemos visto, él mismo no fue diferente a Mitre.
Ya en lo referente al Paraguay Sarmiento le
escribe a Mitre en una carta del en 1872.
Reproducida en el diario "El Nacional", el 12 de Diciembre de 1887:
“Estamos por dudar de
que exista el Paraguay. Descendientes de razas guaraníes, indios salvajes y
esclavos que obran por instinto o falta de razón. En ellos, se perpetúa la
barbarie primitiva y colonial... Son unos perros ignorantes...Al frenético,
idiota, bruto y feroz borracho Solano López lo acompañan miles de animales que
obedecen y mueren de miedo. Es providencial que un tirano haya hecho morir a
todo ese pueblo guaraní.Era necesario purgar la tierra de toda esa excrecencia
humana, raza perdida de cuyo contagio hay que librarse”.
Lo
que hicieron las tropas de la Triple Alianza, se replicó en el interior de
nuestra patria, esta vez sin la oposición militar paraguaya que tuvo el Brasil
y el centralismo portuario argentino.
Las
palabras del supuesto ‘educador’, ‘padre del aula’ y otras sandeces se
hicieron vivas y presentes en nuestro interior sobre inermes pobladores casi
desarmados en comparación al armamento moderno de los anglo-porteños.
Pero
no solo era la ‘caza’ del gaucho.
Oigamos al ‘valiente’ Sarmiento dar en varios artículos periodísticos sus
instrucciones sobre el trato a los indios, ("El Progreso",
27/09/1844, "El Nacional", 19/05/1887, 25/11/1876 y
08/02/1879).. .
"¿Lograremos
exterminar los indios?. Por los salvajes de América siento una invencible
repugnancia sin poderlo remediar. Esa calaña no son más que unos indios
asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y
Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de
progreso. Su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe
exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo
al hombre civilizado
“Calaña”,” asquerosos”, ”colgarlos”,
”piojosos”, ”incapaces”, hay que ”exterminarlos” nos dice el ‘educador’, el ‘fundador de escuelas, el
‘civilizado’, el miembro de la ‘gente decente’.
Esto
es, hacía público algo que gente que pensaba igual solo se animaban a decirlo
en privado. Sarmiento, no:
Para
comenzar, es necesario aclarar que Sarmiento nunca fundó una escuela; fue
Avellaneda quien realmente lo hizo, y además se opuso con vehemencia a la
versión de los hechos que Sarmiento intentaba imponer, irritado al constatar
que éste se atribuía logros que jamás realizó.
Este es
el verdadero Sarmiento: un hombre responsable de actos atroces contra su propio
pueblo, que entregó la tierra que lo vio nacer a países como Chile, Estados
Unidos, Inglaterra o a quien fuera. Fue un mistificador y, como él mismo
confesaba, un mentiroso consuetudinario. Se trata de uno de los personajes más
bajos en la escala moral; sin embargo, es importante recordar que los
iluministas suelen guiarse por lo utilitario, dejando de lado cualquier
consideración sobre la dimensión moral y trascendente del ser humano.
No debe
suponerse que los pensamientos y palabras de Sarmiento y Mitre fueron simples
expresiones ocasionales o fruto de la pasión en medio de batallas. Tampoco que
con el tiempo sus iras se hayan aplacado. No fue así.
Con los
años, Sarmiento continuó lanzando ataques vehementes contra su propia patria y
defendió la entrega del país a intereses extranjeros, porque, para el resentido
sanjuanino, el principal problema de la nación era la expansión territorial.
Resulta
irónico que no aplicara ese mismo criterio a su amado Estados Unidos. Y si para
doblegar la resistencia del pueblo era necesario recurrir a la fuerza militar,
no dudó en hacerlo sin ningún reparo.
En
su “Proyecto de Reorganización Argentino” de 1845, al propiciar la presencia del
general Paz, dice que “…a los que no
reconozcan a él debiera mandarlos ahorcar, fusilar, degollar. Este es el medio
de imponer en los ánimos mayor idea de autoridad” .
Ese
mismo año escribe Sarmiento su ‘Facundo’
el cual refiere Alberdi que “…además de estar
lleno de máximas inmorales y maquiavélicas, es un libro pernicioso, como
calumnia y satiriza a la Argentina y su sociedad…”
La
historia “falsificada” comienza en Caseros; lo reconoce el propio
Sarmiento “ …La batalla, para el público, puede leerse en el boletín Nº 26: Novela
(¿?) muy interesante que tuvimos el honor de componer Mitre y yo… ”
Ya
lo decía Sarmiento en 1845 y lo sigue diciendo en 1873. En carta a Arredondo le
dice sin metáfora alguna, 12-4-1873:"Córteles la cabeza y déjelas de muestra en el
camino"
¿Cómo no
comprender entonces las palabras de Guido y Spano al decir que las provincias
quedaron vacías, sumidas en un silencio de muerte?
De tal
modo, en el camposanto que terminó guardando los restos de nuestro pueblo
criollo solo se escuchó un aire silente, sordo y doliente…
La excusa
‘mitrista’ y ‘sarmientina’ para ejecutar prisioneros, mujeres, niños y demás era
que no eran más que criminales y, por ende, no merecían juicio previo alguno.
Se los fusilaba apenas eran detenidos. Esa fue la ‘Civilización’ en todo su esplendor.
Era
cierto lo que decía Sarmiento: “Civilización y Barbarie”, pero en un sentido
inverso: Los civilizados eran los gauchos del interior, mientras que los
bárbaros eran los hombres de chaquetilla y frac, afrancesados y ‘lamebotas’ de
los ingleses y franceses.
Además,
los llamados ‘bárbaros’ por Sarmiento, a quienes tildaba de primitivos, en
realidad eran todo lo contrario: figuras como Quiroga, Peñaloza, Varela y
Nazario Benavidez eran cultos hijodalgos de las mejores familias
hispanoamericanas, como Rosas, Pacheco, Corvalán, Anchorena y muchos otros.
El
extinto Gobernador de San Juan, Nazario Benavidez cuyo gobierno se caracterizó
por la tolerancia con los unitarios emigrados, como Aberastain, Sarmiento y
tantos otros, cuyos servicios públicos procuró al considerarlos hombres
civilizados, era un hombre bondadoso y tolerante. Éstos a los que ayudó,
terminaron con su vida encarcelándolo con gruesos grilletes, torturándolo,
asesinándolo arrojándolo por desde lo alto del Cabildo para luego, después de
muerto, los oficiales unitarios le atravesaron el cuerpo varias veces con sus
bayonetas, como bien lo describe la historiadora Cecilia GONZÁLEZ ESPUL, ante
el regocijo de Sarmiento y otros Unitarios a los cuales Benavidez con su
bonhomía habitual los bien trató. Benavidez era un hombre no solo tolerante,
sino de ideas y acciones progresistas para su provincia desarrollando las
incipientes industrias, artesanías, desarrollando la agricultura y comercio
para beneficio de sus coterráneos.
Esto nos
lleva a demostrar que tanto él como Mitre eran, en el fondo, meros publicistas,
nada más; una turba de mercachifles que, desde Caseros, vendieron y enajenaron
el patrimonio nacional, no solo material, sino también cultural y espiritual,
como bien señala Ramón DOLL.
Ni
Sarmiento ni Mitre fundaban sus afirmaciones en documentos sólidos; como buenos
novelistas y enciclopedistas, se manejaban con slogans uno tras otros, cuyas
repeticiones convertían sus fantasías en verdades inconmovibles y dogmáticas.
Como bien
decía BERNASCONI, Sarmiento, más allá de su elocuente y rimbombante prosa, no
era sino “pura pirotécnica verbal sin
profundidad alguna, en la que la verdad huye corrida por una multitud de
mentiras”.
A todo
esto, Brasil se frotaba las manos, matando dos pájaros de un tiro: expandía su
territorio a costa del Uruguay y Paraguay, y por otro lado, Mitre y Sarmiento
despoblaban el territorio argentino, arrasándolo con fusiles, cañones y dagas,
con el apoyo del silencioso Urquiza. Hacían el favor al Brasil, que veía morir
a tantos criollos sin disparar un solo tiro. El trabajo sucio lo realizaban los
propios militares argentinos, sicarios Orientales mediante, en un interminable
banquete de sangre.
Mitre
decía que “no se debe comprometer el
porvenir de la causa de la libertad y de las instituciones que presenta Buenos
Aires por perseguir la idea de la nacionalidad a todo trance”,
Está
claro, la ‘nacionalidad’ nuestra se podía dejar de lado porque eso era
tema solo de los ‘bárbaros’ de las
provincias del interior. Bien gráfico, gracias don Bartolo por su confesión.
Sarmiento
establece un método seguro de aniquilamiento en masa: Matar a todos. Arredondo,
sanguinario lugarteniente de Mitre le recordaba – a Mitre- que dicha forma de
proceder era instigada por Sarmiento, diciéndole en 1874 “…asesinatos al por
mayor son los que Ud. me aconsejaba en una carta cuando me decía que corte las
cabezas y las deje en el camino…” .
Aquí
lo vemos a Sarmiento de cuerpo entero: “civilizando”,
sí, pero a cañonazos, y por qué no a bayonetazos (¿sería por lo silencioso…?).
Pero, eso sí, a lo grande, “al por mayor”
cortando cabezas y “adornando” al camino con ellas
En
carta a Aristóbulo del Valle en 1880
le decía” aquí en este país, no puede
haber más política que la del garrote y la macana…” . Como puede leerse
desde siempre y hasta sus últimos escritos Sarmiento era coherente en su
pensar, decir y hacer.
Este
es, el “liberal” Sarmiento ¿Será este el ideal ‘sarmientino’ que quiere imponerse e inculcarse como un chaleco de
fuerza sobre el cuerpo real de la Nación? ¿Querrán nuestros “educadores” educarnos como prescribía
Sarmiento que debía educarse, es decir : ¿a garrotazos!?.. como lo propuso
desde siempre y hasta el fin de sus días…..
¡Digno
hijo de la Revolución Francesa!. Sarmiento puede reclamar, con todo derecho, la
filiación como hijo legítimo de la Comuna de París. No existe mucha diferencia
entre el frío y sanguinario Maximilian Robespierre y su aventajado y descastado
alumno americano
Son
necesarios los arquetipos, como normas a las cuales ajustar conductas. Si una
Nación toma como guía a hombres supuestamente virtuosos pero que en realidad no
lo son, las consecuencias con el correr del tiempo serán funestas: caeremos en
el error, provocado premeditadamente, día a día se perderá la identidad y
creyendo ser lo que nunca fuimos, se cumplirá el sueño de Mitre de “…enterrar históricamente a nuestros
prohombres…”, lo que en verdad implica enterrar la Nación real, histórica.
Así
“enterraron” a San Martín el cual según Sarmiento fue “…castigado por la opinión, expulsado para siempre de América, olvidado
por 20 años, es una digna y útil lección…”
He
aquí, estimados lectores, a lo largo de
este trabajo, el verdadero rostro de
Sarmiento y Mitre sin máscara, sus intenciones y sus desprecios por todo
patriota: desde el más humilde paisano hasta el propio Libertador.
El
Profesor Antonio CAPONNETO, en consonancia a lo antedicho, desgrana una
síntesis del derrotero de Sarmiento, en su faz psicológica, otra patológica;
una faz de manifiesta inmoralidad; (a cuyo análisis remitimos al trabajo del
citado autor) y una cuarta faz, que es la que hace al presente trabajo:
Sarmiento poseía tanto en sus dichos como en sus hechos, una extrema crueldad.
De
una crueldad verbal y en sus órdenes de índole militar, pues el sanjuanino
alardeaba de un valor militar que nunca tuvo porque jamás combatió en el
terreno de las armas; para ello tenía a sus sicarios Orientales que cumplían
puntillosamente sus órdenes- en los fines y en los medios- que daba
apoltronadamente desde un cómodo sillón en Buenos Aires.
Dice
Caponnetto: “Sarmiento es
el autor de un plan redactado en el año 1845 que se llama ‘Proyecto De
Reorganización De La República’. Así, en
ese plan dejó asentado en forma escrita que se debe ahorcar a los enemigos. Que
se debe ser despótico y tiránico, sanguinario y lo proclama con cinismo. Este proyecto, atención, fue dado a conocer
en el año 1931 por el historiador liberal Mariano de Vedia y Mitre.
“Sarmiento es responsable del asesinato del Chacho Peñaloza. Sarmiento
pidió la captura y la muerte de José Hernández, el autor del Martín Fierro.
Sarmiento aprobó el fusilamiento en 1856 del general Costa y de 150 hombres,
cuyo delito era oponerse a los planes de Mitre y Alsina. El General Costa,
había sido el héroe de la heroica resistencia de Martín García. Sarmiento es
responsable del asesinato del general Benavides: lo aplaude, se burla de la
viuda, se burla de los huérfanos y llama “Acción Santa” el asesinato de
Benavides. Sarmiento es responsable de la campaña de exterminio lanzada contra
indios y gauchos en términos durísimos que han sido muy difundidos. Y Sarmiento
es responsable en 1870 del fusilamiento de los entrerrianos amotinados en
Lonco-Hue en las Provincia de Buenos Aires, por reclamar ropa, alimentos y las
soldadas atrasadísimos
“Tenemos algunos testimonios de esta crueldad
que no queremos ocultar. Otra vez el diario La Prensa del 23/03/1880 dice. “Él, Sarmiento, ha ordenado a sus subalternos el de degüello de sus
prisioneros. Él ha mandado clavar en picas las cabezas de los que combatían
contra su autoridad y colocarla en el trayecto de las vías pública. El dictaba
la sentencia de muerte de un centenar de soldados amotinados Lonco-Hue””
“Por todos estos motivos, puntos y reunidos, el diario La Libertad, que dirigía a Manuel
Bilbao lo apodó oficial y públicamente: “La Hiena”. Y éste fue el nombre con el
que se lo conoció al final de sus días, ‘la Hiena’ “.
Eduardo
B. ASTESANO nos presenta el derrotero que llevó a la agonía de nuestra nación y
la explicación de por qué estamos hoy como estamos:” La tarea requería mano dura y el auxilio de las fuerzas del exterior
igualmente interesadas en la sumisión colonial del país. A ambos recursos, la
minoría oligárquica del puerto echó mano. La política de muerte al gaucho,
desatada por Mitre y Sarmiento, sería continuada por medios que, no por menos
evidentes en la superficie visible y audible de la colonia, serían menos
violentos”.
Es que aún humeantes los restos humanos de nuestros criollos,
con el desarraigo como método político, llegó la educación- en realidad debiera
decirse ‘instrucción’- en escuelas, colegios y universidades que, en lugar de
sanar heridas, las ocultó, negó, silenció y justificó el genocidio de pueblos y
paisanos. Así se construyó una historia oficial, fantástica, irreal e
irritantemente inventada, elaborada mediante planes de estudio diseñados con
ese propósito. No existía posibilidad alguna —ni siquiera— de plantear dudas o
cuestionar lo enseñado, bajo la amenaza del destierro social. El criollo es
visto y vituperado como un maldito en su propia tierra; tanto él como quienes
osen negar el ‘relato’ oficial serán perseguidos, acorralados por la violencia
estatal, estigmatizados y relegados a los rincones más marginales de la
sociedad.
Tras
la colonización militar, llevada a cabo mediante un plan de ‘pacificación’
preconcebido por Mitre y Sarmiento, pero ejecutado con precisión por sus
mercenarios orientales, vino la colonización cultural para sostener en el
tiempo el despojo material y humano de nuestra nación. Se formaron a las nuevas
generaciones en una historia inexistente, donde las víctimas son presentadas
como vagos y asesinos, mientras que los pequeños grupos de victimarios,
enajenadores de la riqueza de nuestro suelo, son retratados como gente
‘decente’ y benefactora. En realidad, estos grupos eran serviles colonizadores
de los imperios europeos; sin embargo, no cualquier europeo: solo se
consideraba ‘europeo’ a los ingleses y franceses, ya que los españoles e
italianos quedaban fuera de esa categoría en la concepción iluminista,
inmanente y anti-hispánica que los relegaba a una posición distinta dentro del
imaginario cultural oficial.
De
tal modo, sigue ASTESANO, “Los gobiernos
liberales que surgieron en Caseros, creyeron que con la caída de Rosas todos
los problemas estaban resueltos, y tuvieron que embarcarse en la más cruda
política de represión, en la dictadura antipopular cerrada, que marchaba hacia
dos objetivos claros para sus privilegiados inspiradores: liquidar físicamente
al gauchaje, o por lo menos aislarlo violentamente en la miseria y el bajo
salario; aislar a las masas argentinas del quehacer político, aniquilando por
la guerra a los caudillos, y por la persecución policial al gaucho matrero,
arrinconando así toda la clase trabajadora en el exclusivo campo de la
producción”. La disolución de la familia criolla, mediante la eliminación del
padre —ya sea en las guerras o enviándolo con cualquier pretexto a servir en
los fortines u obligándolo a “exiliarse” en las tolderías— completaban el
cuadro Es decir la degradación del hombre hasta sumirlo en una vida social casi
vegetativa, hundiéndolo en el vicio y el abandono, olvidado de todo y de su
propia historia, tal la perversa obra de los ‘redentores que vinieron después
de Caseros".
*****
CAPÍTULO
14
XIV.-EL GAUCHO-SU DESARRAIGO Y SU
DOLOR
En
consonancia a lo expresado en estas líneas la letra del poema de la vidala de
José Rafael ‘Chacho’ ARANCIBIA que nos expresa toda una melancolía y silente
dolor por la suerte de nuestro pueblo, la pérdida de sus raíces a sangre y
fuego y la reflexión que hace de todo ello el gaucho. Todo esto
premeditadamente bosquejado por Sarmiento, Mitre y sus acólitos. Parte de esa
vidala dice asi:
“…..Se apaga el sonido de la quena
Con el sueño colorao
Allá Atrás de Humahuaca
Y el hombre tiene que volver al pago
Con la cabeza gacha
No por haber perdido la batalla
Sino con la peor afrenta
Que pueda tener el gaucho
Tiene que volver al pago de a pie
De a pie, sin su caballo
Tanteando por las calles de La Rioja
Como si juera un alma en pena
El viento lleva su canto.
Virgencita, virgencita
Yo quiero llorar
Virgencita, virgencita
Yo quiero llorar
¿Adónde estará mi mamá
Mi chango dónde andará?
Me lo han pasao a Digüeyo
Por ser Federal, por ser Federal
Agoniza la tarde y el hombre
Tendido sobre la arena riojana
Aguaita la muerte
Con un alarido gime el viento
Ya no es un relincho ni sólo un rugido
Y la sombra de Facundo, el Tigre
Le va nublando los ojos….”
La
expresividad de esta “Vidala del montonero”, del autor citado, nos conduce por
el mismo sendero de tristeza que la letra del Martín Fierro. El hombre debe
regresar al pago con la cabeza baja —no por haber perdido una batalla— sino a
pie, sin su caballo, deambulando por las calles de La Rioja como si fuera un
alma en pena: «Virgencita, virgencita, yo
quiero llorar; ¿dónde estará mi mamá? ¿mi chango dónde andará? Me lo han pasado
a degüello por ser federal...».
El
sentimiento de no pertenencia —y, más aún, el asesinato masivo del pueblo incluyendo
a los propios hijos, a manos del sicariato anglo-mitrista, transforma al gaucho criollo que va pasando:
de la desesperación a la resignación, descastado, raleado de sus propiedades
que lo unen al terruño donde nació y se crió, porque como refiere Antonio
CAPONNETTO, ‘el hombre es un ser que
habita’.
El
citado autor analiza el aspecto poblacional antes y después de las matanzas del
‘sicariato’ de Mitre y Sarmiento que comenzaron apenas finalizó la soberanía de
nuestra patria luego de la batalla de Caseros, para comenzar su camino de
colonia que no se ha detenido hasta el día de hoy, en algunos párrafos de su
trabajo al respecto, dice:
“Las ventajas de la
propiedad, sociales, políticas y económicas –escribe E. S. Castilla– aparecen
en forma evidente: mientras en la parcelas de dominio privado los
establecimientos prosperan, la vida es tranquila, se trabaja con amor y
confianza y se vive en hogares confortables, en las tierras arrendadas no se
hacen mejoras, no se crea una responsabilidad del trabajo, no se inculca en los
hijos, naturalmente, ese amor al pedazo de suelo donde nacieron…
”El Estado instaba,
pues, a la posesión familiar del terruño y al doblamiento creciente. Aquello de
“casa, hacienda y mujer” para
el criollo, fue por entonces una realidad.
”El poema hernandiano
del Martín Fierro, lo documenta
con una verosimilitud pocas veces considerada en los estudios históricos sobre
estos aspectos, ….La diferencia, decimos, está dada por el tránsito de los días
de la Confederación a los que
siguieron a la derrota de Caseros. “Y
si en ese período podíamos vivir dignamente, asegurando la estabilidad de la
familia argentina, se debió a que gran parte de la misma fue arraigada en la
tierra, en esa tierra que podía enajenarse porque estaba libre de gravamen, que
era la que se ganaba a medida que las fronteras se iban corriendo hacia el sur
y hacia el oeste.
”El hombre es un ser que
habita; más aún, que es hombre en tanto habita; un verbo que no alude solamente
al estar o poseer un piso, sino al señorío y al arraigo, al encepamiento e
instalación espiritual. “El hombre –sostiene Bollnow– sin este apoyo es un
viador, un caminante eternamente acosado; tiene que aprender a detenerse en su
camino y a fundarse una morada, ya que sólo habitando puede llegar a la plenitud
de su propia esencia” “El arraigo –comenta oportunamente Del Acebo Ibáñez–
entrecruce de las dimensiones espacial y temporal, remite al concepto de Patria
[…], se trata de un espacio vivido por nosotros ahora, que ha sido vivido por
nuestros antepasados, por nuestros padres, no sólo en un sentido biológico sino
fundamentalmente cultural”
*****
CAPÍTULO
15
XV.- VICENTE LÓPEZ Y
PLANES, UNO DE LOS PRIMEROS ES RENEGAR DE SU PASADO – LA DEBACLE POBLACIONAL,
ADMINISTRATIVA Y ECONÓMICA LUEGO DE CASEROS-RODOLFO IRAZUSTA NOS ENSEÑA
El
3 de Febrero de 1852: La Batalla de Caseros, que constituye un punto de
inflexión:
En
ella convergen esas fuerzas antinacionales que buscaban no solo dominar
militarmente, sino también apropiarse culturalmente de la historia de nuestra
patria para moldearla según sus propios intereses.
Varios
historiadores han descrito con claridad lo ocurrido desde la Batalla de Caseros, donde comienza a
hacerse realidad nuestra desintegración y por consiguiente, nuestra emergente
debilidad como nación: el colapso abrupto de años de construcción y
consolidación paciente de una patria soberana, no solo en lo territorial y
cultural, sino también en la conciencia de nuestro pueblo.
La
lamentable traición de Vicente López y Planes, gobernador recientemente
nombrado de la Provincia de Buenos Aires, quien fue durante años un ferviente ‘rosista’ y funcionario leal, se
manifestó, ya sea por miedo o por un interés calculado, no solo en su pedido de
muerte y confiscación de los bienes de Juan Manuel de Rosas, sino también en la
adopción de nuevas leyes económicas que contradecían radicalmente las políticas
que había defendido durante el ‘rosismo’.
Aún
humeantes los cañones en la batalla de Caseros, Vicente López y Planes, ágil,
rápido de reflejos y decidido, sin ponerse colorado, promulgó el 24 de febrero,
mediante el Decreto N° 2889, la libre exportación de oro y plata. Esta medida
permitió la fuga del metal acumulado durante 15 años y dio inicio a décadas de
decisiones que, más apropiadamente, deberían haber correspondido a órganos
legislativos y no al poder ejecutivo.
José
María ROSA nos empieza a decir que “Poco
después de Caseros comenzó la entrega.
Las Misiones Orientales, la libre navegación de los ríos y la
independencia del Paraguay fueron la suculenta tajada que sacó Brasil por su
victoria (alevosa victoria del 3 de febrero). Y sobre todo la caída de Rosas,
que dio al Imperio hegemonía en la República Oriental y aún en la nuestra.
Pasamos a ser una colonia dejando de
ser una nación.
“El mismo desprecio a lo
propio que llevara a los constituyentes del ‘26 a copiar leyes unitarias
francesas, hizo que los del ‘53 tradujeran a su turno el derecho federal
norteamericano: en lugar del constitucionalismo a lo Constant tuvimos el constitucionalismo a lo Hamilton. Ello mientras se enajenaba
conscientemente el ser de la nación persiguiendo a la raza criolla, suprimiendo
sus costumbres, aniquilando su riqueza, rebajando, en fin, sistemática y
oficiosamente, sus condiciones intelectuales y morales.
“Todo se hacía en nombre
de la civilización o de la humanidad. Civilización - que
gramatical y lógicamente quiere decir "perteneciente a nuestra cives, a
nuestra ciudad", fue entendida en un sentido opuesto: como lo propio de
extranjeros, y barbarie -de bárbaros, extranjeros - vino a significar, a su
vez, en el lenguaje liberal, "lo argentino" contrapuesto a "lo
europeo".
“Los hombres que
trastrocaban el país comenzaban así por trocar la gramática. De la misma
manera, en su vocabulario fue tirano
el más popular de los gobiernos habidos en el siglo pasado, mientras llamaron democrático a sus oligarquías que
gobernaron siempre de espaldas al pueblo.
“Terminaba el reinado de
los hechos. Ahora comenzaría el régimen de las fórmulas y la política de las
frases.. Se gobernó con palabras brillantes y con períodos sonoros (constitución, progreso, libertad, gobernar
es poblar, la victoria no da derechos, América para la humanidad),
sacrificando a ellas la realidad espiritual, territorial y económica de la
Argentina.
“La enajenación
económica fue paralela a la territorial y espiritual. En nombre de la libertad
de comercio se arrasó con la manufactura criolla, que tanto había prosperado
desde 1835. El libre cambio se tenía que imponer por dos motivos esenciales: el
espíritu liberal y el espíritu colonial.
“La mayor parte de los
vencedores eran, al menos por entonces, librecambistas. Sarmiento, en el mismo
libro que acusaba a Rosas de no haber hecho nada por la industria, se
manifestaba decidido partidario de la no industrialización del país: "La
grandeza del Estado - ha de decir - está en la pampa pastora, en las
producciones tropicales del norte y en el gran sistema de los ríos navegables
cuya aorta es el Plata. Por otra parte, los españoles no
somos ni industriales ni navegantes, y la Europa nos proveerá por largos siglos
de sus artefactos en cambio de nuestras materias primas".
Estos
párrafos del citado autor, nunca desmentidos por las usinas supuestamente
historiográficas liberales y socialistas acudían al silencio cuando se les
imposibilitaba refutar documentalmente todo lo que se presentaba
fehacientemente ante sus rostros pétreos
y adustos, nos hace notar que los unitarios por boca de Sarmiento o Mitre, a la
par de viles traidores a su suelo, eran, además, ignaros en un grado alarmante,
para beneplácito de sus mandantes ingleses, franceses y brasileños con sus
Banca detrás.
Puesto
que decir que los españoles eran buenos ‘industriales, confundiendo ‘industriales’ con la palabra ‘comerciantes’. Tal vez no eran hábiles
mercantiles los españoles como los ingleses, pero lejos de ser ineptos
industriales; al contrario, los españoles eran industriosos y además edificaron
en toda Ameríca universidades y colegios diseminados por todo el continente, lo
que no hicieron los anglosajones y franceses.
Y
decir que los españoles no eran ‘navegantes’,
demuestra un analfabetismo cultural del que se vanagloriaban (aparte una
malignidad- rayana en el desquicio). Los españoles, portugueses, holandeses
eran hábiles y colosales navegantes lo
que demuestra su llegada a América desde el norte hasta los confines de los
mares del sur.
¿Cómo
solucionaban entonces los Unitarios la cuestión demográfica? Alberdi en su
etapa trasnochada decía en ese engendro que era un canto a la entrega de su
patria, ‘Las Bases’ decía que la organización política liberal podría hacerse
eliminado la raza argentina porque “la
raza hispana tenía un tenebroso pasado colonial y que, por lo tanto, no eran
las leyes las que había que cambiar sino los hombres”
Rodolfo
IRAZUSTA con su habitual veracidad sagaz e irónica –nunca refutada y casi
siempre silenciada- decía que personajes
petulantes, innobles con sus infundios como estos nos permite conocer su “catadura moral de quienes mienten a
sabiendas, aportando su esfuerzo a la innoble tarea de corromper la conciencia
nacional mediante la adulteración de l verdad histórica…propiciando así elogio
meloso de todo engendro canallesco…falsificando nuestro pasado histórico, haciendo desfilar por la pasarela
privilegiada del procerato a los responsables de que la Nación no sea hoy lo
que pudo e iba en camino de ser”.
Es
que como bien dice el entrerriano se debe conformar la política con la historia
y no hacer política con la historia. Lo contrario –acomodar la historia a la
política es subvertirlo todo a fuerza de tener que mistificarlo todo, como
decía Sarmiento que en su ‘Facundo’ había ‘inexactitudes
a designio’, también le decía a Nicolás Avellaneda respecto a los tratados federales los ‘unitarios han suprimido después con aquella
habilidad con que sabemos rehacer la historia ‘y Mitre a Saldías que ‘no había que olvidar los nobles odios’
por encima de las verdades históricas que hubiera.
La
tormenta, el derrumbe del gobierno federal y su ‘Sistema Americano’ comenzó a
ejecutarse ya antes de la Batalla de Caseros. Terminada ésta, las consecuencias
no se hicieron esperar cuyos efectos cubren hasta hoy a nuestra adormecida
sociedad.
Es
que debemos recordar que Caseros fue una guerra internacional entre Brasil y la
Confederación Argentina camuflada en una batalla civil. Pues, como bien dice
Pedro Santos MARTÍNEZ y tantos otros historiadores, documentos en mano, durante
el ataque brasileño, primero a la Banda Oriental y luego a la Confederación “Urquiza y los uruguayos actuaron como
auxiliares del Brasil y no a la inversa”
no solo en Caseros, sino en la que se aproximaba guerra contra el Paraguay.
La
debacle militar trajo la debacle política soberana y, como lógica consecuencia
la debacle cultural, económica y administrativa.
Al
respecto valen las reflexiones de Roberto FERNÁNDEZ CISTAC al decir que “Aclaremos que el cuadro de desorden
contable, dudosa administración
y endeudamiento leonino no es exclusivo de la modernidad sino que viene de
bastante lejos; comenzó luego de Caseros a punto que en 1875 un tradicional
diario porteño, insospechable de ‘rosismo’, podía denunciar: "...los
escándalos
administrativos que acusan el manejo de los intereses públicos, derroche,
favoritismo, corrupción y sórdida avaricia ...hemos denunciado el hecho, que
nadie rectificó, que la administración Sarmiento, al dejar el Gobierno, lo hizo
sin presentar la cuenta de inversión de doce millones de pesos fuertes que
hasta hoy nadie sabe cómo ni en qué se gastó ...el 50% de la renta pública se
ha invertido en fiestas, paseos y ostentaciones para halagar la vanidad de los
que mandan y de su corte...". (Diario La Nación, editorial del 14 de
diciembre de 1875.
“Por último, digamos que
Rosas aplicaba su concepto de la Soberanía
nacional principalmente en este tema de la riqueza y su manejo; no hay
hombres libres en una Nación esclava y hablar de libertades públicas en una
factoría tributaria de una metrópoli financiera es igual que dar un concierto
en un hospital de sordos.
“Recordemos siempre
aquellas cláusulas económicas de los tratados Arana-Shourten y Arana-Lepredour:
los ríos interiores están sometidos exclusivamente a la legislación argentina
para comprender que sin capacidad de autodeterminación no hay plan económico ni
bueno ni malo porque sólo hay órdenes de afuera.
“Resumiendo, Juan Manuel
de Rosas nos lega dos principios esenciales en materia política y conducción
económica: moral estricta en lo contable y financiero …. y plena soberanía para
tomar las decisiones que hagan a la grandeza de la Nación y a la felicidad del
pueblo sin ataduras ni condicionamientos de ninguna clase. Si no podemos
invertir, si no podemos emitir, si no podemos dar crédito, si no podemos hacer
nada sin conformidad y supervisión de los organismos internacionales solamente
interesados en cobrar, ¿qué clase de economía libre es esa y qué tipo de plan
económico puede elaborarse?”,
termina preguntándose, con lógica, el autor citado.
Debemos
tener conciencia que siempre el país
estuvo envuelto en guerras contra el Brasil y que primero, Caseros y luego
–como broche final- la destrucción del Paraguay independiente, significaron la
debacle y la pérdida del destino que tenía fijado la Confederación Argentina y,
por efecto directo, toda Hispanoamérica.
Veamos
unos pocos pasajes de lo que decía Rodolfo IRAZUSTA en una conferencia
transmitida por radio desde la ciudad de La Plata, hacia el año 1957, con
motivo de tratarse la reforma constitucional de 1857. Esa intervención fue
reproducida posteriormente, por escrito, de forma textual, en un trabajo tal
vez poco conocido: “La Reforma Constitucional”, incluido en el libro ´Artículos
y Discursos — Un homenaje a su memoria´, publicado en 1968. En ese volumen
se rendía homenaje al ilustre patriota al año de su fallecimiento y, en sus
páginas, varios escritores y amigos trazaron semblanzas del personaje, además
de publicarse trabajos del homenajeado, como el mencionado.
En
esa conferencia radial, Don Rodolfo decía lo siguiente, y se vincula
directamente con el tema de cómo, tras Caseros, se desmanteló el andamiaje duramente
creado y sostenido por Rosas, y con el inicio de la persecución de todo lo que
significara criollo:
“La notable política
exterior de la Confederación era difícil de contrarrestar y difícilmente se
hubiera prestado el Brasil a desafiarla, si no hubiera encontrado agentes
argentinos dispuestos a secundar sus designios. Desgraciadamente éstos
sobraban.
”En primer lugar los
sitiados en Montevideo; a continuación, todos aquellos que se sentían fatigados
por una lucha de veinte años. El general Urquiza personalizaba la fuerza mejor
organizada de la época y tenía ambición. ”Habiendo vencido a Rivera en India
Muerta y a Paz en el Potrero de Vences, quedaba consagrado como el mejor
guerrero de su tiempo. Conocía como nadie el terreno de una posible contienda
con el enemigo tradicional.
”Esa era su guerra si se
ofrecía; pero no la quiso hacer. En vez de esa guerra nacional que muchos
creían inevitable, prefirió el planteo contrario. En vez de orientar sus
caballerías hacia Río de Janeiro decidió dirigirlas contra Buenos Aires,
ayudado inclusive por las tropas del Brasil. ¡Abismos del corazón humano! Quien
pudo quedar en la historia argentina como un capitán más grande que San Martín,
prefirió defraudar a sus hermanos de armas, empañar su prestigio al extremo de
buscarse una muerte siniestra.
”La enseñanza de Caseros
es la más gráfica de la historia constitucional argentina. El general Urquiza
quería sinceramente la constitución. Para lograr su propósito se complotó con
el extranjero en circunstancias particularmente onerosas. No teniendo genio
político alguno, se comprometió sin medida ofreciendo al aliado la satisfacción
de todas sus ambiciones en desmedro de nuestra nación.
”Prometió el
reconocimiento de la soberanía del Brasil sobre las Misiones Orientales que
estaban al alcance de un caballazo de sus huestes y cuya propiedad involucraba
la definitiva independencia de la Banda Oriental.
”Prometió y cumplió el
reconocimiento de la independencia del Paraguay que Rosas había diferido
esperando que el tiempo y la reflexión convencieran a los paraguayos de lo
absurdo de tal independencia.
”Tomó en préstamo el
dinero necesario para la movilización y prometió pagarlo y pagó después,
otorgando ventajas que valían mil veces más. ….”
Suscribimos
lo expuesto por Irazusta, salvo en el punto que señala que Urquiza buscaba
sinceramente la constitucionalización del país. Nosotros consideramos que esa
afirmación no corresponde a la realidad: esa disculpa fue, a nuestro juicio, el
pretexto utilizado para alentar a sus tropas a rebelarse contra el gobierno
legítimo. Su verdadero móvil no fue la defensa de una Constitución, sino el
deseo de gloria personal y una insatisfacción perenne por acumular riqueza,
proviniera de donde proviniese (del imperio del Brasil, del contrabando de oro
y ganado que realizaba, etc.).
¿Cuál
fue el resultado del accionar de Urquiza, las consecuencias?
Lo
sigue diciendo Irazusta:
“Tuvimos constitución a
costa de tres provincias, de quedar endeudados con el verdadero vencedor, de
otorgar la soberanía de los ríos y allanarnos sin contraparte a todas las
exigencias de las potencias marítimas que Rosas había rechazado. ¡La
constitución nos salió bastante cara!. Pero eso no es nada. El estado argentino
había desaparecido con la anarquía, la segregación de Buenos Aires y una guerra
civil endémica por otros diez años. ¡Maravilloso Resultado!. Todo sea por la
libertad. Pero esa libertad, ¿la obtuvimos?. Los unitarios que prevalecieron
después de Caseros, después de Pavón, dijeron que el pueblo no estaba preparado
para la libertad. De lo que se trataba no era de la libertad de los criollos
sino de la libertad de los gringos para robar a los criollos. Estos gauchos no
merecían otra suerte, ¡Ya lo dijo Sarmiento!”
Esas
tres provincias fueron la Banda Oriental, el Paraguay, Tarija y nosotros
sumaríamos a las Misiones Orientales, y por qué no, Rio Grande del Sur.
Gracias
a Rosas pudimos conservar Entre Ríos, Corrientes y Misiones que estuvimos a un
tris de perderlas en una pretendida y nebulosa
creación llamada ‘Republica del
Plata’ fogoneada por el Brasil, por los unitarios y por el propio Urquiza,
lo que parece que la historia oficial parece olvidar –u omitir.
Por
eso, cuando decimos que el creador del Estado Argentino fue Rosas, estamos
diciendo una verdad manifiesta e incontrastable: Manuel Oribe, a la sazón, el
comandante de todas las fuerzas federales por designación meritoria de Rosas,
combate en la histórica batalla de Arroyo
Grande, en la Pcia. de Santa Fe, el 6 de Diciembre de 1842, donde se jugó
–literalmente- la integridad de nuestro territorio, contra las fuerzas de
Rivera, que pretendía, de ganar la batalla, la secesión de Entre Ríos y
Corrientes para formar un nuevo estado junto a la Banda Oriental que se iba a
llamar con el pomposo nombre de “Federación del Uruguay”, para beneplácito de
Inglaterra, Francia y Brasil.
Rivera
contaba con el auxilio de la diplomacia brasileña e inglesa y Unitarios de
ambos lados del Plata. La suerte de nuestra patria se jugaba nuevamente en
batallas sangrientas.
Con
Oribe al mando con el concurso de los generales Pacheco, Urquiza, los Coroneles
Pedro Ramos, Mariano Maza, Gerónimo Costa y otros, se detuvo y se abortó la
intentona de fragmentar, una vez más, nuestro territorio. Rivera huyó como pudo
perdiendo chaqueta, sable y pistolas.
El
día que nuestra patria recobre su conciencia nacional en sus dirigentes, se
recordará esta batalla con los fastos que correspondan por ser un hecho
definitivo en la unidad nacional de la Argentina.
Luego
Oribe cruza el río Uruguay comienza el sitio de Montevideo.
Es
lícito recordar, que en 1843 cuando las tropas de Oribe rodeaban a esa babel de
extranjeros que convivía como hormiguero en Montevideo, viéndose la llamada
Comisión Argentina acorralada, perdida, desesperada, implora a cualquier costa
a cualquiera que quisiese ayudarlos, ayuda económica y militar a cambio de la
entrega de Entre Ríos, Corrientes y Misiones si aceptaban en Europa la oferta
deshonrosa que había hecho en su momento Florencio Varela, otro gran traidor a
su patria.
Decía
Carlos IBARGUREN –citando a Alberto Ezcurra Medrano- que en concordancia a esa
propuesta, el 6 de Febrero de 1845, cuando se avecinaba la invasión
franco-inglesa, el imperial Vizconde de Abrantes dirigía una nota reservada a
su gobierno donde decía “La conversión de
Corrientes y Entre Ríos [que por entonces incluía a Misiones] en estados independientes, a pesar del ejemplo
del Uruguay que tantas incomodidades nos causa, juzgo con todo que no nos traería
ningún inconveniente Este estado será un obstáculo a la realización del plan de
Rosas –que tal vez pueda pasar a sus sucesores- de unir por los lazos
federativos todas las provincias que formaron antes el Virreinato. Plan que si
se llevase a efecto, nos daría un vecino asaz poderoso que muchos nos
inquietaría”.
Pero
no termina su análisis allí. En otra comunicación el 27 de Enero de 1846, en
plena guerra de la Confederación Argentina contra los mayores imperios
europeos, dice el diplomático del imperio esclavócrata y desintegrador de la
hispanidad, permanente súbdito del imperio inglés: “la independencia de la Republica del Paraguay es evidentemente
necesaria para complementar dicho equilibrio. La anexión del Paraguay a la
confederación daría a ésta, además del orgullo de conquistadora, un aumento de
territorio y de fuerzas tales que el equilibrio dejaría de existir”.
La
desintegración de nuestra patria pasa, para el diplomático brasileño, de ‘no serle inconveniente’ a ser ‘necesario’ impulsando la pronta
independencia de cuanta provincia de la Confederación se pudiese impulsar,
hasta lograr la pronta, también, independencia del Paraguay, no vaya a ser que
la misma terminase aceptando la propuesta de Rosas de incorporarse
voluntariamente a la Confederación.
Volviendo
a Irazusta, el citado dice que la guerra endémica después de Caseros, duró
otros diez años. Se queda corto el autor: por lo menos fue hasta fin del siglo
XIX. Los muertos por el Sicariato Mitrista
son testigos de ello.
El
3 de Julio de 1967 moría Rodolfo Irazusta. Al año siguiente, 1968, en
Gualeguaychú, Provincia de Entre Ríos, hubo actos de homenaje en su memoria y
sentidos discursos por una Comisión de Homenaje efectuada al ilustre historiador, escritor y periodista.
Una
de esas semblanzas fue trazada por Carlos MUÑOZ, amigo del homenajeado que haciendo
suyas las palabras del poeta Lizardo Zía, dijo de Irazusta, en palabas
proféticas, Rodolfo, “nunca patriotero ni
verboso; siempre enemigo de esa forma teatral de patriotismo empingorotado que
llena las funciones de gala con himnos y banderas pero vende el país al
extranjero por ese plato de lentejas que es la cuenta de unos honorarios de
rábula. Rodolfo Irazusta siente el dolor, piensa el dolor del nativo condenado
a dejar su tierra, en ella desterrado no por la espada sino por el oro extranjero”.
"Desde hace muchos años Rodolfo Irazusta
comprendió que el edificio nacional se desmoronaba sobre ese quebradizo
armatoste del liberalismo reaccionario
que es la Constitución del 53, y con esos pésimos maestros de obra. a
quienes se debe la zozobra nacional, reclutados hace medio siglo, entre la polilla de los viejos códigos y el
papelerío de las Facultades. A esa tremenda confusión de personas y de valores,
a esa substitución de la inteligencia práctica por la inútil teoría ingeniosa y
más que todo, a la profunda corrupción
moral, que si bien lleno los bolsillos debe nuestro país los actuales
bamboleos”.
En
estas reflexiones hechas por Muñoz en 1968 puede colegirse que nada ha cambiado
hasta el presente.
Entonces,
volviendo a Urquiza, ya sin ningún atisbo de Federalismo, éste, revela
completamente sus intenciones y, junto con su socio Bartolomé Mitre, Sarmiento
y los centralistas porteños Unitarios, se unen en una alianza que favorece los
intereses extranjeros, los cuales socaban materialmente a nuestra Nación.
¿Cuáles
eran esos intereses extranjeros? Simple. Desde la batalla de Caseros nuestra
producción y riqueza ha sido de carácter casi exclusivamente agropecuario,
exportador de materias primas llevado a cabo por los victoriosos intereses
anglo-franceses abortando nuestro incipiente desarrollo manufacturado que
asomaba en nuestra patria.
El
destierro forzado de nuestra cultura que siguió a la derrota miliar nacional
hizo que la actividad industrial fuera vista por la ‘Intelligentzia’ Unitaria triunfante como algo descabellado e
inimaginable para el rancio centralismo portuario, considerando que aquella
actividad proto-industrial no era propia intentarla.
La
economía del país, así por dictados de los Unitarios llamados a partir de la
Batalla de Pavón en ‘Liberales’, reposaba casi exclusivamente en los productos
de la tierra, pero en su estado más innoble de elaboración. De tal modo luego
se transformaban en el extranjero
proteccionista con evidente beneficio para las economías imperiales que nos
devolvían lo exportado primariamente en productos manufacturados.
Obviamente,
el capital extranjero demostró poco interés en establecerse en el país para
elaborar nuestras riquezas naturales, lo que significaría beneficiar nuestra
economía y desarrollo en perjuicio de los suyos, y entrar en competencia con
los productos que se seguirían allí elaborando.
Prueba
de ello son las palabras de Woodbine Parish decía en 1829: "El Río de la Plata debe considerarse como el más rico mercado que
se nos ha abierto desde la emancipación de las colonias españolas, si
consideramos no sólo la cantidad de nuestras facturas que aquel país consume,
sino también las grandes cantidades de materia prima de retorno, proveyendo a
nuestras manufacturas de nuevos medios de producción y provecho" .
Reflexionando
sobre estos dichos José María ROSA pudo bien decir que “Veintiséis años de liberalismo económico habían producido el efecto
imaginable. En 1825, época de Rivadavia, las exportaciones (cueros, carnes
salada, sebo), totalizaban cinco
millones de pesos fuertes mientras las importaciones (tejidos,
alcoholes, harinas), pasaban de ocho,
la mitad provenientes de Gran Bretaña”.
La
diferencia entre los ocho millones importados con los cinco exportados se
cubría en metálico. Claro está que se producía un drenaje continuo de oro y
plata (en barras solamente salieron del país en 1822 por valor de 1.350.000
pesos fuertes) pagados principalmente por el interior, que carecía de productos
que exportar.
La
diferencia entre los ocho millones importados con los cinco exportados se
cubría en metálico. Claro está que se producía un drenaje continuo de oro y
plata (en barras solamente salieron del país en 1822 por valor de 1.350.000
pesos fuertes)
En
consonancia con lo anterior, Víctor Eduardo ORDOÑEZ (1983) presenta las
consecuencias de la derrota de la nación en su independencia y el martirio
silencioso que, según él, sufrimos hasta hoy. Señala que, desde que el
unitarismo —convertido en liberalismo— tomó el poder, el Ejército y la Marina,
principalmente, han vuelto su acción contra su propio pueblo, sirviendo como
ariete armado para sostener, por la fuerza, a las potencias ocupantes. Estas
fuerzas, afirma, vienen conduciendo a la nación, desde 1852, a una caída y
fragmentación permanentes, no solo territorial, sino también social y
económica.
“El Estado que se engendró de la ocupación del poder ‒del poder
social primero, y político y jurídico posteriormente‒ no pudo ser sino
éste que vemos y que nos tiraniza con implacable impiedad. Los males de la
Nación provienen de la malformación del Estado y ello ocurre porque, en
general, éste ha actuado siempre en beneficio y al servicio del partido
vencedor.
“El Estado ha sido ocupado por el liberalismo, lo que ocurrió con la
ocupación de Buenos Aires por las tropas de Urquiza en 1852 y de la
Confederación por las de Buenos Aires en 1860; el estatuto de esa victoria fue
fijado en la Constitución de 1853 que aún nos rige y cuyo sentido y propósito
no es el asegurar la convivencia entre los argentinos sino fijar el sistema
jurídico de la derrota nacional, así como tampoco es el de determinar la forma
jurídica del Estado sino el de afianzar la preeminencia del partido liberal que
desde entonces reina de un modo incontrastable. Así, la Constitución hace
imposible al Estado.
“El partido liberal utiliza al Estado contra la Nación para doblegarla;
con ello deforma y destruye al Estado mismo, que es utilizado en contradicción
con su naturaleza, misión y deber. No es raro que un Estado así de contrahecho
sea tan débil y fracasado como éste que nos ha llevado al borde de la
disolución. Por supuesto, no admite (no puede admitir) la presencia ni la
rivalidad de ningún otro partido ni sector y sólo tolera sus propias variantes
“El liberalismo, comenzando en Caseros, ha obligado a las Fuerzas Armadas
a comportarse como policía y como tropa de ocupación,
“Proceso antihistórico que la Argentina moderna vive desde su creación,
cuando un militar bonapartista la fundó con el apoyo de las bayonetas
brasileñas. Es que la Argentina moderna fue fundada por sus enemigos y
sostenida por ellos”.
Entonces, tras la derrota militar de la nación, vino
el sometimiento cultural, social y económico. Los negocios comenzaron a
realizarse al margen de los intereses nacionales después de Caseros, y se profundizaron tras la Batalla de Pavón.
El clavo sobre el ataúd se verificó definitivamente con la masacre del
Paraguay.
Debemos recordar que no solo hubo un ataque militar al
Paraguay por las fuerzas mitristas, por
las columnas de Venancio Flores (el llamado “Degollador de Cañada de Gómez”) y
sus aliados orientales y brasileños, sino también la acción coordinada de una
oligarquía porteña centralista que, en consonancia con lo militar, se
enriqueció a costa de la sangre criolla nativa asi como la paraguaya. Esa
oligarquía hizo negocios de proveeduría armamentística y ganadera a gran
escala; entre los beneficiarios se cuentan Mitre, José Gregorio Lezama,
Marcelino Carranza, Anacarsis Lanús, Enrique Yateman —sobrino político de
Mitre—, Jorge Ferrán, y, por supuesto, el inefable y no arrepentido Urquiza,
siempre presente en los negocios espurios y oscuros que implicaban traicionar a la
patria.
Todo esto está documentado en la historiografía de
Fermín CHÁVEZ, quien transcribe numerosa correspondencia entre los implicados,
en la que se urdían negocios antes, durante y después de la guerra injusta
contra el Paraguay. Esos negocios acompañaron a Urquiza incluso hasta el día de
su muerte: el entrerriano llega a reconocer, de algún modo, su dependencia
frente al Banco de Londres a cambio de varias onzas de oro.
Dice Chávez al respecto: “Pagares al descubierto. El 2 de enero de 1863, el general Urquiza firmó
contrato con el Banco de Londres, Buenos Aires y Rio de la Plata, para la venta
en el mercado británico de lanas, .cueros, sebo, ceniza y huesos. Según
testimonio aportado por Antonio P. Castro, dicho Banco le anticipo al
gobernador de Entre Ríos, por la faena de 1863, la cantidad de 3.000 onzas de
oro, equivalente a 51.000 pesos fuertes. La lana a cornercializar se estimó en
140.000 kilogramos.
“Este contrato es, aparte de simbólico, elocuente. Los productos del
hacendado de San José comenzaban a jugar un importante panel en el desarrollo
de sus relaciones con el Puerto y con la oligarquía mercantil porteña, cuya más
junta expresión política era el liberalismo mitrista. Porque quien decía
‘mercado inglés’, en 1863, decía Lezama, Carranza o Lanús, nombres
representativos de una clase y de un partido.
“El 9 de mayo de 1863, Jorge Ferrán ---comerciante extranjero y socio de
don Justo—, le escribe al entrerriano una carta, desde el vapor Salto, que
sería conducida hasta el palacio de San José por el conspicuo masón y hombre
del mitrismo, Enrique S. Yateman, el mismo que tuviera. Intervención en el
conocido episodio previo a in batalla de Pavón.
“Ferrán le expresa a Urquiza que ha conferenciado con Mitre y le añade lo
siguiente: ‘-Los documentos contra el Gobierno Nacional que V. E. se dignó
confiarme están en poder del señor Lezama en calidad de depósito contra recibo
que obra en mi poder hasta mi regreso a Buenos Ayres para cuyo tiempo seguiré
gestionando los intereses de V. E. en conformidad con las instrucciones que
recabaré de V.E. cuando tenga el honor de verle.
“Este texto nos revela, a un nuevo personaje, Jorge Ferrán, y nos inicia
en el proceso de sometimiento económico y político, definitivo, del general
Urquiza, todavía jefe visible del partido Federal”
“Este es un ejemplo, y un solo ejemplo entre varias cartas enviadas entre
los personajes descriptos, por el que la entrega de nuestra nación a manos de
la Banca Mundial y la masonería
conductora, se articuló duramente ya no solo militarmente sino en su faz
comercial“.
Cómo será el servilismo de Urquiza que ALBERDI, al
que no se le pude imputar ‘rosismo’
alguno, aunque volviendo de su ceguera histórica, da en apretada síntesis una
visión cabal de la moral y entreguismo del entrerriano Jefe del Ejército de la
Confederación Argentina, devenido en furgón de cola del ataque brasileño a
nuestra nación..
"Urquiza ha puesto
la patria, la amistad, la religión, el honor a los pies de su fortuna, y no tiene
más Dios que ella. El se ha vendido y ha vendido su ídolo, sus millones, como
el tesorero de la primera Iglesia; y después de entregar la patria en manos de
sus fariseos, goza tranquila del provecho de su felonía, como algunos creen que
acabó sus días el falso apóstol de la religión cristiana. Pero su nombre, en la
historia, tendrá el mismo honor y será, tan respetado coma el de
Iscariote"
(todavía estamos esperando el condigno castigo y el destierro de honores del
felón e infiel de Urquiza).
Tan
es así que estas palabras de Alberdi movieron a reflexión de Fermín CHAVEZ “Alberdi
escribía esto después de observar el comportamiento de Urquiza, a partir de la
"aventura colorada" de Flores, y el desamparo en que dejó a las provincias
mediterráneas y andinas el antiguo jefe confederal, que todavía en 1868
gestaría movimientos revolucionarios con vistas al posible triunfo de sus
aspiraciones presidenciales. Alberdi hallaba así una aceptable explicación a
los vaivenes urquicistas que se producen entre 1865 y 1868, esto es, en el
curso de un periodo en el que, por momentos, pareciera considerarse aún el jefe
del partido Federal entregado en Pavón. Con esos vaivenes y dobles juegos,
encendió esperanzas y alentó cruzadas cuyas banderas tenían inscripto su
nombre”.
De tal modo, cuando cae Rosas cae como un castillo de naipes, por etapas, todo
el andamiaje toda la estructura de la Confederación Argentina que tan
pacientemente iba construyendo el Restaurador.
*****
CAPÍTULO
16
XVI.- LA DESTRUCCIÓN DEL ESPÍRITU NACIONAL
Como
consecuencia de lo descripto el historiador DÍAZ DE VIVAR manifiesta que “De dos medios (aparte de los sangrientos),
van a disponer los civilizados para destruir el espíritu nacional: la prensa y
la escuela. Con estos dos medios de difusión, los más poderosos de la época,
propagarán sus apotegmas antinacionales:
“1) El argentino es
incapaz de progreso porque procede de una raza inferior (Sarmiento, Juan María Gutiérrez);
2) Debemos entregarnos a las razas viriles,
brasileros, orientales, europeos (Mitre); 3) La "patria" es la
humanidad (Alberdi); “4) El argentino carece de aptitud para administrar: hay que entregar la economía
nacional al extranjero; 5) Hay que extinguir al gaucho y a la
"provincia", focos de regresión.
“Para que la prensa y la
escuela tuvieran un instrumento apropiado para la obra de desnacionalización se
escribió la Historia falsificada que sirve de texto a la enseñanza oficial, con
el criterio de los entregadores; novelón que divide a los argentinos del
pasado, corno dice Phelam Horton, en ángeles y demonios.
“Los ángeles son los
hombres de "luces" que propiciaron el desmembramiento del país
argentino; el inglés Cánning que nos arrebató la Banda Oriental es un semi
Dios; en su altar están los traidores de Montevideo v Chile: Agüero, Florencio
Varela, Lavalle, Sarmiento, que pretendieron entregarnos a Francia, Inglaterra
y fraccionariamente a Chile.
“Los demonios son los
que sostuvieron las ideas que fundamentan la Constitución que hoy nos rige, los
campeones de la integridad territorial: Artigas, Estanislao López, Ibarra,
Aldao, Pedro Ferré defensor de la economía europea y afirmó no sólo el derecho
de nuestra patria, sino nacional, y sobre todo, Rosas, que impidió la
recolonización de todas las nuevas nacionalidades de Sud América, a vivir
libres y como entidades autónomas en el concierto de las naciones civilizadas” –
Si
se observa bien, lo dicho por los unitarios en aquellos tiempos no dista mucho
de lo que hoy dicen y proclaman los liberales otrora unitarios: Los que saben
son los europeos, la patria es la Humanidad, el argentino carece de capacidad
para administrarse y crea riqueza.
Esto
es, nos han inculcado y nos inculcan aún hoy, una supuesta inferioridad que nos
haría faltos de sapiencia y voluntad para manejarnos independientemente
introduciendo en nuestras mentes, ya desde niños, un complejo de inferioridad
que nos hacía fácilmente manejables. Así los liberales y los ‘progresistas’ de
hoy nos dieron la culura que supuestamente no tuvimos en los gobiernos
Federales.
*****
CAPÍTULO
17
XVII.- NO ES LO MISMO
‘CULTURA’ QUE ‘INSTRUCCIÓN’- LA TIPOLOGÍA DEL GAUCHO
Lo que
sucede es que la historia oficial unitaria confunde ’cultura’ con
‘instrucción’; lo cual es bien distinto, como dice Pablo YURMAN.
“La ‘Instrucción’ es un sistema
educativo donde se prioriza la instrucción, la erudición que es el acopio de
conocimientos técnicos. En cambio, la ‘cultura’ no es el mero acopio de datos
técnicos, sino el cultivo de los valores.
Y el sistema educativo, sarmientino,
-sigue diciendo el autor-que prescinde del elemento religioso, de las
valoraciones éticas profundas que era lo propio de nuestro ‘ethos’, de nuestra
raíz cultural, es un sistema educativo que solo prioriza la erudición, el acopio
de conocimiento técnico y no el cultivo de los valores”…”Valores como la
solidaridad, el valor del esfuerzo, el valor de la palabra empeñada, la tutela
de los más frágiles y desprotegidos, el respeto de los mayores, el valor de la
superación personal, etc y su transmisión a las nuevas generaciones.” “La
erudición, la instrucción que es lo único que entraba en el sistema sarmientino
es el acopio de conocimientos: saber leer, escribir, sumar, restar pero no
necesariamente tiene que ver con los valores”. “Y por eso podemos encontrar,
paradójicamente, graduados universitarios que conocen muy bien lo suyo pero que
son ‘incultos’; es decir, tenemos eruditos incultos porque no son conscientes
de cuáles son los valores que hacen más humana la existencia. Y como no son
conscientes que dan la cultura y no la escolaridad son incapaces de
transmitir esos valores a las próximas
generaciones.
Podemos también tener personas
‘cultas’ que son analfabetas. Pero sabían cuáles son los valores que dan
sentido a la vida”.
Al respecto,
pongamos resaltado, blanco sobre negro a fin de evitar malos entendidos y que
son casi una obviedad respecto a la desculturización persistente en nuestra
sociedad desde 1852, oficialmente con el monopolio de la historia oficial dada
por cierta e incuestionable: el historiador Oscar J.C. DENOVI dice que:
“Esta situación
prolongada por tanto tiempo y vigente en innumerables cuestiones de la memoria
de nuestro pasado colectivo admite hoy sólo dos posibilidades:
“a) Hay quienes alejados
del estudio de la historia y solamente con la información recogida en el
sistema educativo primario y secundario, o con la lectura de lo que ofrecen los
medios, opinan con esos elementos informativos, es decir, son ignoran-tes en
materia histórica ya que sostienen una versión errónea por desconocimiento.
“b) Por el contrario hay
quienes conocen toda la verdad, pues conocen debida-mente toda la información,
pero ocultan, deforman. mutilan en el mejor de los casos descontextúan los
hechos —la forma más sutil de tergiversar— y por consiguiente obran de mala fe.
“Los comprendidos en la
primera situación son muchos, la gran mayoría que ad-hiere a una posición o
entra en duda ante la noticia que conmueve su visión obtenida de los manuales
del sistema educativo. Es el público en general que no tiene por qué saber más
allá que lo que le dieron en el sistema educativo y de lo que le refuerza a lo
largo de la vida posterior a la edad del estudio, la comunicación recibida
asistemáticamente por la prensa escrita y oral y por otros mecanismos de
difusión cultural.
“Digamos que, pese a que
nada ayuda, gran parte de ese público. —el pueblo—tiene conocimiento de la
verdadera historia de la Argentina, total o parcialmente gracias a la difusión
de la literatura del Revisionismo.
“Los comprendidos en la
segunda son aquellos que sirviendo intereses diversos de facción, instrumentan
una concienciación al revés, negativa de la cultura y la tradición argentinas y
de sus orígenes siguiendo la antinomia civilización y barbarie y prolongando la
vigencia de la vieja controversia del siglo pasado a nuestros días: Son
corruptos intelectuales por la falsedad de sus argumentos históricos, probados
largamente como falsos, por las tergiversaciones largamente probadas como
tergiversadas y por los ocultamientos, también largamente puestos en evidencia.
Y corruptores, moralmente hablando, por los fines a los que se prestan o
proponen”.
Más allá de
que si la alteración de la verdad histórica fue hecha adrede, dolosamente por
ciertos personeros de los intereses extranjeros, como Mitre, Sarmiento, Vicente
F. López, Juan Cruz y Florencio Varela, Agûero, Salvador M. del Carril y el
inefable Urquiza, entre otros, o si fue sostenida en el tiempo por los
herederos de los primeros (Levene, Celesia, Gandía, Isidoro Ruiz Moreno,
Romero, Ramos Mejía, María Sáenz Quesada- esta última fiel exponente de
desconocimiento supino de la historia- y tantos otros que en forma con
apariencia inocente y desinteresada –o no- desparramaron educativamente una
historia que creían verdadera, con el monopolio de la publicidad persistente de
la historia oficial a través de medios gráficos, logias y escuelas
Lo
importante son las consecuencias y ellas son el daño causado y extendido por
generaciones que ha golpeado no solo económicamente a nuestra nación sino
también ha contribuido a crear desde lo psicológico y emocional a sostener una
subvaloración de nuestros valores hispanos y cristianos que hemos felizmente
heredados inculcándonos una miopía para generar nuestro crecimiento como
nación.
En tal
sentido Ramón DOLL, citado por Denovi, dice que "Rosas había sido
arrojado al osario de los héroes ignorados, porque su recuerdo ofende al
espíritu colonial, a ese tremendo servilismo colonial en que yacen los
argentinos. No nos referimos a nada económico; la colonia económica puede ser
un bien, puede ser una etapa necesaria de la independencia real. Lo terrible,
lo tremendo es el colonialismo intelectual psicológico y político. Un
colonialismo intelectual que desemboca en esta triste cosa: el agnosticismo
político; mejor dicho, la atrofia del sentido nacional, con el que se percibe
la política interna y externa”.
Y
reafirmando lo dicho por Doll, Denovi concluye que el colonialismo mental que
nos afecta, es “un colonialismo por demás
evidente en los sectores del intelecto ligados a los grupos dominantes de las
universidades, la cultura y el periodismo donde predomina un izquierdismo
inconducente y declamativo, que luego se traduce en un práctico servilismo
abominable”.
Como
puntualizó Juan Carlos NEYRA, muy agudamente “la colonia proyectada por Inglaterra, con la anuencia de los servidores
nativos, necesitaba del fondo cultural. Arte europeizante, ciencia
positivistas, literaria afrancesada y una historia elaborada exprofeso, con el
fin de justificar la derrota del país en la figura del Restaurador”.
El
país tenía su propia cultura, renegada por los afrancesados que vivían en una
burbuja. El propio José Hernández
decía por boca de ´Martín Fierro’ en uno de sus versos –símbolo social de una
época-“El gaucho más infeliz/tenía
tropilla de un pelo. Recuerdo que maravilla/como andaba la gauchada/ siempre
alegre y bien montada….Estaba el gaucho en su pago con toda seguridad”.
Esto
verifica, en solo unas pocas líneas, que el gaucho tenía propiedades, era feliz
con su familia y tenía la seguridad que tuvo en la época de don Juan Manuel,
por lo que no era un trashumante al que lo llevó la caza indiscriminada del
Sicariato Anglo-Mitrista y Sarmientista, sino que era hombre aquerenciado a su
tierra y su familia.
Declaración sobre las tipologías personales de nuestros
gauchos, alejándose de los conceptos falsos y descriptivos de figuras como
Sarmiento, Mitre y otros Unitarios. Para estos últimos, la historia
tergiversada de nuestra patria incluye necesariamente las características
existenciales y morales de nuestra gente. Sin embargo, no solo se refieren a
dichas cualidades morales, sino también a sus capacidades.
Un ejemplo ilustrativo es Richard SEYMOUR, un inglés que
visitó la Argentina en el siglo XIX. En su obra, Seymour describe sus
experiencias en nuestra región durante los años 1865 a 1868. Relata su visión
sobre la vida en estas latitudes, incluyendo la relación con los indígenas, las
costumbres del gaucho, el desarrollo del ferrocarril, la introducción del alambrado,
la llegada del arado a vapor y las vidas de quienes, desde lejos, intentaron
establecerse en la zona.
Seymour no puede dejar de reconocer la superioridad de este
tipo de hombre americano frente al labriego inglés: destaca sus nobles modales,
la generosidad de su espíritu sencillo, su cortesía, su lenguaje medido y
digno. Lo describe como "el caballero más culto", empleando palabras
y frases que un campesino en su país ni siquiera podría imaginar usar.
En definitiva, Seymour presenta una visión muy positiva y
respetuosa hacia las gentes y costumbres de nuestra región., el historiador
Raúl PUIGBÓ hace un análisis detallado de la personalidad e idiosincrasia de
nuestros gauchos y su desarrollo social y cultural.
Dando prueba de sus virtudes mencionadas por autores y
testigos extranjeros, donde estos autores sostienen que el gaucho ha sido la
base más sólida para la formación de nuestra nacionalidad, con un obscuro
instinto de patria, su modo cortés de comportarse, su innegable hospitalidad,
su religiosidad., su marcada sociabilidad,
Esa sociabilidad le hizo decir a Charles Darwin que “los gauchos o gente de campo son muy
superiores a los que residen en las ciudades. El gaucho es invariablemente el
más cortés, fino y hospitalario. No me he topado con un solo ejemplo de rudeza
o falta de hospitalidad”
¿Dónde
están los bárbaros, atrasados, trogloditas y pícaros que Sarmiento retrata en
su fantasía eurocéntrica? Tal vez, en realidad, Sarmiento se refería como
pícaros y bárbaros a sí mismo y al grupo anglo-portuario. Alberdi, en sus
últimos años, conocedor de la bajeza que predominaba en el círculo centralista
y consciente, como provinciano, del resentimiento que algunas personas
alimentan, afirmó que “es mucho menos de
temer el más crudo localismo porteño que un provinciano radicado en Buenos
Aires para que no le crean un traidor o para que no le otorguen empleos
importantes”.
Encandilado
por su visión sesgada, Sarmiento —cegado por la sangre y la muerte que azotaron
el país— se aventuraba en disquisiciones supuestamente culturales. En
particular, suspiraba por las luces británicas, improvisando como un sabelotodo
sin formación ni información sólida. En su delirio propio de una persona
desequilibrada y extravagante, proclamaba alegremente —sin conciencia de la realidad
que lo rodeaba— en forma ostentosa y para ser escuchado:
“…¡Lástima grande que los habitantes de Buenos
Aires no conocieron en aquel momento las instituciones inglesas, pues en aquel
momento [se refiere a
las invasiones inglesas] perdimos 50 años
de civilización”
En
carta a María Mann, el 23 de enero de 1866
le dice “…imagínese lo que sería una
colonia Norteamericana en San Juan produciendo plata y educando al pueblo…” y
en carta del 1 d abril de 1868 le escribe diciendo que “con los emigrados de California se está formando en el Chaco una
colonia norteamericana. Puede ser el origen de un territorio, y un día, de un
Estado Yankee con idioma y todo…” .
Hoy
en día, su comportamiento sería considerado un profundo desequilibrio mental.
Sin embargo, en aquel entonces, su pluma y su verba eran tomadas en serio por
el pequeño pero financieramente poderoso grupo de Buenos Aires.
¿Cómo
era posible sostener tanto dislate?
Organizando
un exuberante genocidio de su pueblo, a fin de que ‘la cuadratura del círculo’ se haga factible a nuestros ojos, como
una realidad incuestionable.
Y cuando sostenemos en varios pasajes que nuestra
historia ha sido ‘mistificada’’ lo decimos porque así fue reconocido por
el propio Sarmiento, no solo a algunos exaltados obsecuente como José María
Ramos Mejía que había ‘comprado’ lo sentenciado por Sarmiento sobre quien era
Rosas, sino cuando éste lo expresa, como ya lo hemos adelantado arriba, en sus
memorias (‘Campaña del Ejercito Grande’) al decir que “Esta fue la batalla de Caseros para los de casa. La batalla para el
público puede leerse en el Boletín N9 26, novela muy interesante que tuvimos el
honor de componer entre Mitre y yo, con algunos detalles que con el tiempo
vendrán".
De este modo se ha escrito nuestra historia en los
libros escolares durante generaciones…
Y referido a la instrucción en nuestras escuelas
agrega el autor citado, (en consonancia con lo ya expresado certeramente por
Pablo YURMAN) “Otro elemento poderoso
puesto incondicionalmente por los gobiernos al servicio del reajuste, ha sido
la instrucción pública. Las nociones elementales adquiridas en la escuela
tienen una importancia fundamental: son las que perduran y forman la conciencia
futura de difícil rectificación. Ya sea por rutina, que es una forma de la
indolencia, o porque la mentira es mucho más fácil y menos riesgosa que la
verdad, lo cierto es que la gente, en general, es poco propensa a salir del
error en que, de buena o mala fe, ha sido educado, máxime si ello le exige
el menor esfuerzo intelectual.
“Y esta importancia no la ignoran los usufructuarios de la historia
oficial. Por eso obligan a los profesores y maestros, bajo la constante amenaza
del apercibimiento o la cesantía, a inculcar la impostura oficializada.
“Y cuando en ellos o en los alumnos, como ocurre hoy día, se diseña un
olvido, tímida rebeldía o conato de apreciación independiente, es
despiadadamente castigada, no porque el hecho en sí lo merezca, sino como
brutal escarmiento que sirva de precedente aleccionador. Esto demuestra la
supervivencia y recrudecimiento de la barbarie encarnada en la instrucción
pública”.
*****
CAPÍTULO
18
XVIII.- ARGENTINA:
COLONIA MATERIAL Y CULTURAL
Sobre
el tema ilustra Norberto CHINDEMI al hacer un comentario al excelente libro del
historiador Rómulo E. Carbia (‘Historia
de la Leyenda Negra hispanoamericana’) que
“…frente a la "secular patraña"
anti-hispana y anti-católica y, por tanto, anti-argentina, urdida por espurios
intereses sajones y protestantes, resucitados hoy por ciertos indigenismos de
un mismo origen, asistimos, en efecto, al más despiadado ataque de un Nuevo
Orden Mundial manipulado por poderes financieros e ideológicos que pretenden la
erradicación definitiva de nuestros valores, de nuestra tradición y, por tanto,
de nuestro futuro.
“Pero hay quienes no se
resignan a perderse en las cotizaciones bursátiles, ni en los mercados
usureros, ni en los parloteos simiescos de un sistema pretendidamente
democrático, que ha prostituido la política, la culture, la religión, la
economía, la sociedad. En el siglo XIX el imperialismo dividió a los
hispano-americanos en republiquetas; hoy pretende hacerlo en etnias. Objetivo?
Que no podamos erguirnos con fuerza frente a la sinarquía (termino, hoy
olvidado, pero que conviene desempolvar) triunfante”.
Dos
reflexiones respecto a lo expresado por Chindemi: es correcto lo que menciona y
nos hace recordar en lo tocante a la
‘Sinarquía’ internacional (hoy denominada ‘mundo uno’, etc) los estudios enjundiosos que sobre el tema ha escrito el
recordado profesor, filólogo, teólogo, historiador de renombre Carlos Alberto
Disandro, a los cuales remitimos.
Ahora
bien, cuando Chindemi dice que el parloteo simiesco es de un sistema
pretendidamente democrático, debemos tener presente que la esencia misma de la
democracia es el de ser un sistema de irresponsabilidad que se basa,
justamente, en un parloteo sin sustancia alguna, porque como se dijo alguna vez
“en la democracia, las formas son su
esencia”.
Sobre
el anti-hispanismo explica Marcelo GULLO, cuál fue el método que utilizó –y
utiliza- Inglaterra para hacer de nuestra Hispanoamérica una colonia, colonia
cultural y material.
Dice
el autor que “hay una falsificación de la
historia -construida desde los centros hegemónicos del poder mundial- que
oculta el camino real que recorrieron las naciones hoy desarrolladas para
construir su poder”
Primero,
la hispanofobia, el odio a España, a través de la conocida ‘Leyenda Negra’.
Segundo, esos
mismos predican el libre comercio (para el afuera, no hacia adentro de sus
países) porque saben que, mediante el proteccionismo económico, se puede
construir un país industrial. Reconocen que la industria es poder, por lo que
buscan impedir que otras naciones desarrollen su industria y, en consecuencia,
su poder.
Tercero, Inglaterra,
además, promueve el iluminismo a través de las logias masónicas, desterrando el
cristianismo desde sus raíces en toda Hispanoamérica. Este proceso elimina del
alma de las masas toda idea de trascendencia, efecto de la religión, con el fin
de someter a estos países mediante una inmanencia buscada por ellos mismos, que
elimina cualquier atisbo de trascendencia tanto en las personas primero y
luego, como consecuencia, en sus naciones a las cuales así finalmente sojuzga.
Inglaterra
sabe que el poder material de una nación se construye a partir de sus raíces
profundas. Conoce que en el origen del poder nacional siempre hay una fe
fundante; en este caso, el cristianismo, que por su naturaleza es una visión
del mundo trascendente. Cuando esa fe se fragmenta y comienza a descomponerse,
también se desmantela y derrumba el poder del país. Por ello, logra convencer a
otros países de que el éxito nacional consiste en hacer lo contrario de lo que
Inglaterra hace para sí misma.
De esta
manera, los ingleses logran que esas naciones se conviertan en exportadoras
exclusivas de materias primas, endeudándolas artificialmente para mantenerlas
atadas a la usura de la banca extranjera — causalmente casi siempre la banca
inglesa— y así manipular su voluntad política. Esto se realiza muchas veces
mediante un cipayaje local bien remunerado: en nuestro caso, figuras como
Sarmiento, Mitre, Vicente F. López, Florencio Varela, Alsina y otros tantos.
Cuando
Sarmiento y Mitre dirigieron el país- dice Carlos STEFFENS SOLER-, “masacraron, sin perdón y sin piedad. a las
masas federales, viejos restos del heroísmo ‘rosista’ que obstaculizaron, en lo
que pudieron, la entrega que ellos venían preparando desde tiempo atrás; por
eso se fusilaron batallones enteros de argentinos después de Caseros, por eso
se confiscaron bienes, por eso se proscribió la memoria de Rosas y por eso y
para eso se hizo una historia oficial
adulterada”.
Por eso, Inglaterra, mediante un liberalismo orientado hacia
el exterior, basado en el libre comercio y la desindustrialización de otros
países, logra consolidar el proteccionismo y la industrialización en su propio
territorio. Al promover el libre comercio hacia el exterior y, al mismo tiempo,
inhibir la producción local en los países sometidos, logra exportar sus
productos industriales con éxito, porque, como bien saben, "la industria
es poder".
Esa transferencia, esas acciones centrípetas, que nos
desgajaron nuestra raíz hispánica no fue solo cultural, sino
-paralelamente-también transferencia usuaria económica.
Así nos lo prueba –solo unos ejemplos- Juan Pablo OLIVER. El
mismo dice que “Por Decreto de abril 21
de 1857 el Gobierno Nacional celebra un contrato con el banquero Jose
Buschental judío alemán embuchemal" como lo tildaba "La Gaceta"
cuando su centro de operaciones se reducia a Montevideo --- por el cual este
toma bonos del gobierno al 24 % anual. En 5 de junio de 1859, el gobierno
coloca nuevos bonos al tipo de 75 % e interés del 2 % mensual, vale decir
interés anual neto del 32 %.
“En 30
de agosto de 1859, siguiendo el ejemplo de Montevideo, se arriendan a
Buschental todas las aduanas de la Republica, con amplias facultades de administración,
disposición, modificación y creación de impuestos, remoción de empleados, etc.
“Por su
parte el Estado de Buenos Aires -menos angustiado de fondos, pero con idéntico espíritu
de entrega- inicia una serie que luego sería cada vez más premiosa: Ley 19
agosto 1854: "El Gobierno concede a los señores "Jaunet Freres'', por
diez afios el derecho exclusivo para iluminar la ciudad con gas . .
“Por
ley octubre 30 de 1857, se derogan disposiciones de Rosas relativas a la concesión
de tierras públicas únicamente a nacionales y se dispone "que la calidad
de extranjero no obsta para adquirir la propiedad".
“Ley
mayo 14 de 1857, concesión ferroviaria a Mr. Edward Hopkins. Eduardo Hopkins
era el mismo que en 1846 desempeñando funciones de comisionado de los EEUU en
Ia provincia del Paraguay a objeto de transmitir informaciones de carácter
comercial, se arrogó atribuciones diplomáticas en terminos ofensivos Para Ia
Confederación. Ante el enérgico reclamo interpuesto par Rosas, el Gobierno de
los EE. UU. reprobó públicamente la conducta de su comisionado, ordenó su
regreso y presentó excusas oficiales al gobierno argentino
“Se
instala el 28 de diciembre de 1857, con monopolio de emisión, etc., el
"Banco Mauá y Cia.", instrumento del capitalismo brasilero en el
Plata, agente. para el cobro de las indemnizaciones y colocación de empréstitos
ruinosos al Gobierno de Parana (ver Hansen y Besouchet) . “·En 1856 se abre el
Banco Wanklyn y Cia.; en 1862 concesión a la "Buenos Aires Great Southern
Railway Company Limited"; en 1864 a "The Central Argentine Railway
Com-pany Limited"..- “
El Unitarismo fue desarticulando todos los resortes
económicos en manos nuestras para transferirlas a las empresas extranjeras
basadas, éstas, en regulaciones usurarias..
*****
CAPÍTULO
19
XIX.- LIBERALES Y SOCIALISTAS, COINCIDEN EN UNA SOCIEDAD
PURAMENTE MATERIAL
Coinciden en sus intereses lo liberales con los marxistas
–hijos putativos de los primeros.
STEFFENS SOLER sigue diciendo, con propiedad, que los comunistas tienen un amor desmedido por el
liberalismo a pesar que dicen que lo combaten “¿Acaso por los mismos motivos por los que el señor Marx era
librecambista? Marx decía: -En general el sistema Proteccionista es hoy
conservador, en tanto que el sistema librecambista actúa destructivamente.
Disocia las nacionalidades anteriores y hace culminar la oposición entre
proletariado y burguesía. En una palabra: el librecambismo acelera la
revolución social. Y sólo en este sentido revolucionario voto yo por el
librecambio-“
En
las elecciones ganadas por Sarmiento-en 1868-,
le escribe el 17 de Junio a Domingo de Oro, el método “Liberal” utilizado: “…para ganarlas, nuestra base de operaciones
ha consistido en la audacia y el terror que, empleados hábilmente, han dado
este resultado. Los gauchos que se resistieron a votar por nuestros candidatos
fueron puestos en el cepo y quemados sus ranchos, perdiendo sus escasos bienes
y hasta su mujer. Establecimos depósitos de armas, cantones de gente armada,
encarcelamos a los complicados en una supuesta conspiración, y bandas de
soldados armados recorrían las calles acuchillando y persiguiendo a los
opositores. Tal fue el terror que sembramos el día 29, que triunfamos sin
oposición. Esta es la palanca con que siempre se gobernará a los porteños, que
son unos necios, fatuos y tontos…”
En
carta a Rafael García, el 28 de Octubre de 1868 reconoce que “Si miento
lo hago como don de familia, con la naturalidad y sencillez de la verdad (¡!)…”.
Sarmiento se enorgullece de ser embustero, e hijo de embusteros y mentirosos.
Se considera a sí mismo una deidad y la mentira es para él un arte que maneja
día a día y la perfecciona.
Poco
se puede agregar a esta confesión suya, lo que sí no puede negársele es su gran
capacidad de cinismo, dado que debe existir pocas personas que se jactan de sus
propios defectos.
De
allí al sometimiento político y económico no hay más que un paso; para el
sometimiento militar lo tenían a Mitre y Sarmiento, en alegre coyunda.
Dice
BERNASCONI que “el Imperio Británico que
tanto había bregado por engendrar una clases dominante a su servicio ya no tendrá que molestarse en la búsqueda de
supuestas justificaciones teóricas de su expansión colonial; de eso se
encargaban algunos ‘natives’ , como decía Sarmiento“
Como
lúcidamente nos hace ver este autor “El
imperialismo mercantil, el invento tal vez más sutil de la inteligencia
británica, no apela a la ocupación militar de los países cuya subordinación
colonial le interesa; se funda en el control de los pilares fundamentales de
sus economías. Por eso, la sutileza le es indispensable para disimular su
penetración sustrayéndola a la atención de los pueblos nuevos e incautos. El
sigilo es de la esencia del imperialismo para dominar evitando en la medida de
lo posible su detección. Por eso una compleja e intrincada telaraña de
empresas, empresarios y hasta instituciones supuestamente de fines humanitarios
se extiende silenciosa en los países económicamente sometidos sin que la araña
que acecha se deje ver“.
La
agresión inglesa fue, en esencia, cultural y económica: los mencionados
lacayos, establecidos en nuestro suelo, llevaban a cabo la limpieza física,
dejando —como en el Paraguay— un interior desolado tras tanta mortandad y
carnicería organizada desde Buenos Aires.
Esta
limpieza tenía además otro propósito: conscientes de su culpa y de ser los
artífices de la destrucción de su propia patria, preferían no dejar testigos
que, en el futuro, pudieran denunciarlos y señalarles como homicidas de su
propia gente.
*****
CAPÍTULO
20
XX.- JOSÉ HERNÁNDEZ, EL
‘CHACHO’ PEÑALOZA, FELIPE VARELA Y OTROS FEDERALES FALTOS DE CONOCIMIENTO DE LA
CAUSAS DE LA DEBACLE
De
Sarmiento, ese teórico y ejecutor de la persecución de su propio pueblo, dijo
en una carta pública: “Aquellos tiempos
se pasaron; ya no se arrojará a los adversarios por el balcón como a Benavidez,
ni se los matará con sus hijos en los brazos como a Virasoro; ni se colocará la
cabeza en un palo como a Peñaloza...Esos tiempos no volverán, porque no
volverán las pasiones que los agitaron, ni los hombres que los produjeron. De
esos hombres, uno de los últimos es el Sr. Sarmiento, que siente que se va, y
al despedirse quiere hacer a la generación actual heredera de los odios que han
agitado su vida, que son ingénitos a su naturaleza, y de que no puede ni quiere
desprenderse...Ya no es la época de llevar a las esposas de los generales cuya
cabeza se había puesto en un palo, con una cadena al pie y una escoba en la
mano, mezclada entre los presidiarios, a barrer las plazas públicas, como se
hizo en San Juan siendo Ud. gobernador el año 63 con la infortunada viuda del
general Peñaloza…”.
Dos
errores comete, lamentablemente, Hernández: el primero, pensar que la liquidación
física terminaba allí. No contempló Hernández que la matanza seguiría y que
luego de la eliminación física, o paralelamente a ella, se extendería la
matanza cultural por todos los medios: diarios, discursos, programas de
escuelas, etc.
El
segundo error, y persistente en el tiempo, es no haber observado ni en aquel
entonces ni en ese tiempo presente que Rosas fue la muralla contra todo este
vaciamiento cultural que envolvió a nuestra nación en un iluminismo
protestante, en un determinismo materialista, cortando la raíz transcendente
hispanoamericana que era la esencia de nuestro pueblo por un utilitarismo
calvinista inmanente hasta el dia de hoy. Rosas lo advirtió; no lo escucharon.
Es
que como bien ha dicho BERNASCONI, “La
impotencia y la desesperación suelen ser malas consejeras. Se ha encontrado
entre los papeles de López Jordán un Memorándum —redactado por Hernández— en el
que se buscaba la cooperación del Brasil para reiniciar la lucha. Esto en 1874. También es cierto que el mismo
no habría sido tramitado. Pero no es menos cierto que al menos se pensó en
hacerlo. El mismo hombre que se negaba a ir contra el Paraguay y le decía a
Urquiza que los enemigos eran los brasileños y contra ellos había que luchar,
ahora intentaba el apoyo del Imperio. Esto nos lleva a lo ya sostenido de la
ingenuidad de algunos caudillos federales y que el indudable patriotismo que
sentían era profundo aunque de dudosa lucidez. Esto tiene relación con lo
sostenido en su momento con relación al alzamiento de Urquiza contra Rosas en
alianza con el Brasil. Hay quienes pretenden relativizar y hasta justificar lo
que no puede ser calificado sino como traición a la patria porque dicen que el
pueblo entrerriano participó de la gesta con notorios hombres del federalismo,
como el mismo López Jordán. Es que no en todas las cabezas había una clara
conciencia de patria, como sí la tenía Rosas. Algunos federales, de romántico
—y a veces provinciano— patriotismo se sumaron porque no veían —al menos con
claridad— que la patria estuviera en juego, o acaso creyeron que el pecado
podría redimirse luego alejando al Imperio. Lo que vino después de Caseros ha
demostrado hasta el hartazgo que estaban equivocados. Lo que vino nos exime de
probar que en Caseros la patria estaba con Rosas, jamás en el otro bando”.
Al
decir el autor citado, hombres como Peñaloza, Felipe Varela, los Hernández,
Olegario Andrade, Carlos Guido y Spano, etc. mas allá de su patriotismo
innegable, no pudieron detectar con una visión abarcadora, lo que estaba en
juego, la proyección de los tentáculos ingleses escondidos en los pliegues
oscuros de la política global, siendo las caras visibles, primero, Mitre y
Sarmiento y luego sus sicaros ejecutores de sus políticas de destrucción.
Volvamos
unos años atrás: una prueba documentada acerca de los párrafos anteriores, lo
da una carta del ‘Chacho’ Peñaloza dirigida a Prudencio Vidal Guiñazú, en la
que lo exhorta a unirse a los esfuerzos de la Coalición del Norte contra el
régimen de Rosas.
La
carta, que posee Aníbal Gómez Llambí está fechada el 27 de mayo de 1841 en su "Campamento en
Marcha" y toda ella expresa un júbilo optimismo sobre el inminente éxito
de las fuerzas unitarias, que el ‘Chacho’
integraba:
“.Libertad,
Constitución o Muerte.-“Campamento
en marcha, 27 de Mayo de 1841. “Sr. Don Prudencio Vidal Guiñazú.
“Compatriota y amigo.
“Esta no tiene otro
objeto que en algún modo retribuirle el servicio que ha hecho Ud. a esta
provincia cuando ha estado con fuerzas, pues es Ud. el único que no ha hecho
males.
“Es pues en este sentido
que voy a hablarle con el lenguaje de la franqueza y amistad que he tenido y
tengo a su persona.
“El Gral.
Madrid ha derrotado completamente las
fuerzas que mandaron de Córdoba a las órdenes del Cnel.
Lagos, y las que el Fraile mandó desde La
Rioja a las órdenes del Cnel. Flores,
y Cnel. Maza,
este último mandaba seiscientos infantes, todos los que han sido prisioneros o
muertos, siendo la única fuerza mejor del ejército de Rosas.
“El ejército del Gral.
Madrid, está en marcha, con fuerzas muy
considerables, su número lo ignoro pero no baja de setecientos veteranos, esto
lo sé por un buen hombre que hace tres días ha llegado allá, el Gral.
Lavalle con tres mil hombres de las armas, ya en operaciones,
caballadas gordas como debe Ud. suponer, pues ha estado sin moverse en los
pueblos, excuse hablarles del entusiasmo pues todo el mundo se presentó
voluntario a tomar una lanza. Ud. sabe muy bien que el Fraile cuando marchó del
Valle Fértil dijo que iba a atacar al Gral. Lavalle, efectivamente
apuntó para los Colorados y despachó su vanguardia como a 4 o 5 leguas adelante
de los Colorados, allí recibió noticias positivas de la fuerza que tenía el Gral. Lavalle, y sin más
contramarchó
hasta las casas viejas, esto debe Ud. saberlo
muy bien. Ud. advertirá que el Gral. Lavalle no se movía
sobre el Fraile, era por dos razones, la primera para que el Fraile luego que
supiese el Gral. se movía se ponía en retirada, y le sucedía al Gral. lo que al
Fraile le sucede hoy que está completamente a pie, la segunda porque estaba
pendiente la batalla de Madrid que
aunque era tres veces inferior en fuerzas en aquella fecha no tenía su fuerza
reunida y en este caso el Gral. Lavalle podía
auxiliarlo.
“Hoy Oribe con
todas sus fuerzas se concentrará en los Llanos, con dos objetos, o a dar una
batalla (que no lo creo) o emprender una retirada sobre San
Juan.
“Las provincias de Tucumán, Salta, Jujuy,
y Catamarca,
obran en masa contra el tirano.
“La República
Oriental y Corrientes,
con un fuerte ejército a las órdenes del Gral.
Paz amagan de cerca al tirano de los
pueblos Don Juan Manuel de Rosas.
“Recientemente se han
recibido comunicaciones de aquella república, y de las provincias enumeradas.
“Persuadido de su
honrado patriotismo y demás buenas cualidades que hacen recomendables los hombres
en la sociedad, quiero darle la prueba más inequívoca de amistad.
“Mande Ud. un hombre de
su confianza para que vea las comunicaciones ya de los generales como de las
provincias, y repúblicas hermanas que nos ayudan en esta guerra y entonces se
convencerá de que los tienen engañados con groseras mentiras.
“Estos no son otra cosa
que una reunión de ambiciosos que solo tratan de la ruina de los pueblos y
nuestra total destrucción para gobernar a su antojo y ser nosotros sus
miserables esclavos.
“Acepte Ud. la sincera
amistad de su mejor amigo, Dios patria y libertad.
Ángel Vicente Peñalosa (sic)
A.d.
“Don Lucas Agüero le manda mil recuerdos y dice que es tiempo que abra los ojos
y mire por el bien de su provincia y de su fortuna particular.
“Fdo. Angel Vicente Peñalosa“ (sic)
(Se
respeta la ortografía original)
Esta
carta de mayo de 1841 es un
vívido ejemplo de la limitada visión política continental de Peñaloza. Para
entonces, ya no podía desconocer que en 1838 Rosas tuvo que enfrentar una
invasión francesa en nuestras aguas. Sin embargo, ni siquiera entonces
comprendió realmente lo que las fuerzas extranjeras que asolaban nuestro
territorio intentaban hacer.
Esto
revela que, a pesar de los acontecimientos recientes, Peñaloza no lograba
captar completamente la gravedad de la intervención extranjera ni sus profundas
implicaciones para la nación.
No
podía desconocer lo que Sarmiento decía de esa invasión y que reconocía en voz
alta y muy suelto de cuerpo que ellos, los Unitarios, eran traidores a la causa
Americana (“Los
que cometieron aquel delito de leso americanismo (apoyar la invasión francesa),
los que se echaron en brazos de la Francia para salvar la civilización europea,
sus instituciones, sus hábitos e ideas en las orillas del Plata, fueron los
jóvenes, en una palabra, ¡fuimos nosotros! ... Somos traidores a la causa
americana, española, absolutista, bárbara... De eso se trata, de ser o no ser
salvajes”). ¿Nada de esto fue visto
por Peñaloza? ¿Nada de esto lo hizo reflexionar?.
Como
hemos señalado, Peñaloza combatió codo a codo con los Unitarios, aliados de
Lavalle, Lamadrid y Paz, enfrentándose a Rosas —a quien denominaba “tirano”— y
a su política de defensa de la soberanía nacional.
Es
insólito y triste que Peñaloza pidiera la ayuda de las provincias contra los
federales, a quienes acusaba de engañar a la población con mentiras y de buscar
únicamente la destrucción para imponerse y convertir a los Unitarios en
miserables esclavos.
Resulta
difícil reconciliar la sinceridad y patriotismo ingenuo de Peñaloza con su
desconocimiento de las verdaderas intenciones de sus amigos Unitarios.
Aunque
luchó junto a ellos y se opuso a Rosas, Peñaloza terminó siendo víctima de su
propia ingenuidad y de una visión demasiado limitada de la política y la
historia. Es triste y, en cierto sentido, trágico que creyera en las mentiras
sobre los Federales y confiara en sus amigos Unitarios sin entender realmente
sus verdaderas intenciones.
En otra
carta, esta vez dirigida a Urquiza, el 7 de Junio de 1863 decía lo siguiente: “Si Ud. estuviese en estos pueblos vería
cuanto han sufrido y cuanto los han asesinado y vería también que este
movimiento es contra otra tiranía peor que la de Rosas”.
Puede
notarse acá, una vez más, la errónea concepción de la geopolítica del momento
de Peñaloza creyendo en la tiranía de Rosas, creyendo en que la Constitución
iba a salvar al federalismo y creyendo, ingenuamente, en que solo Urquiza iba a
poder contener al centralismo unitario porteño.
Como
epitafio de estos párrafos el historiador riojano Armando R. BAZÁN sentencia: “El entrerriano no solo no contestó sus
cartas; ni siquiera las abrió y se las pasó a Mitre para demostrar que él no
estaba comprometido con la revuelta ‘chachista’.”. Esto siempre se supo;
Mitre lo sabía. Una traición mas de Urquiza y van….
La
historia demuestra que su perspectiva estrecha, centrada únicamente en su
territorio o “patria chica”, le impidió comprender la lucha más amplia por una
nación unificada y soberana.
Con el
paso de los años —demasiados años— Peñaloza despertó de ese grave error, pero
fue demasiado tarde: finalmente fue perseguido y asesinado, al igual que su
mujer fue humillada, a manos de aquellos a quienes defendió durante tanto
tiempo.
De ese
modo, la visión de estos patriotas, incluso antes de Caseros, no iba más allá
de su estrecho terruño y su “patria chica”, y eso resultó fatal. Para luchar
por una nación libre primero hay que mirar el mapa completo y entender contra
quién se pelea y por qué.
Un
ejemplo de ello es José Joaquín de Rivadavia, hijo de Bernardino Rivadavia,
quien tras luchar por la causa federal terminó uniéndose a las fuerzas
gubernativas Unitarias —comandadas por su antiguo enemigo Mitre y el Brasil—
que combatieron contra el Paraguay, el último bastión federal y soberano.
Del
mismo modo, Felipe Varela dejó también su testimonio "Nuestros pueblos han sido desolados, saqueados y guillotinados
por los aleves puñales de los degolladores de oficio: Sarmiento, Sandes,
Paunero, Campos, Irrazábal y otros varios oficiales dignos de Mitre ...Cincuenta
mil víctimas hermanas, sacrificadas sin causa justificable, dan testimonio
flagrante de la triste e insoportable situación que atravesamos..."
“…,"Muchos pueblos han sido saqueados, desolados, guillotinados por
puñales aleves. Ahí la historia En 1862 salieron los ejércitos porteños
enviados por Mitre al mando del coronel Arredondo a pacificar provincias. Fue
en ese mismo año que ese famoso coronel plantó la horca en nombre de la ley en
la plaza de La Rioja, al frente de la puerta principal de la iglesia,
estrenándola por primera vez con catorce infelices cuyos cadáveres fueron
arrastrados desde la misma plaza hasta el panteón. En ese mismo año, por orden
del mismo coronel pacificador, los pueblos de Machagasi, Alazán y Guandacol
desaparecieron abrasados por las llamas y se disipaban en negros torbellinos de
humo y chispas, con sus sementeras y cuantos recursos de vida poseían. En 1863,
la ciudad de La Rioja era entregada por el general Taboada, otro de los
‘pacificadores’ de Mitre, al más vergonzoso pillaje, al saqueo más inaudito, al
par que alli se encerraban familias honradas en los cuarteles, entregándolas a
la depravación de una una tropa inmoral y corrompida hasta el infinito. Desde
esa fecha hasta 1862 los pueblos de Famatina, Chilecito, Vinchina, Hornillos
han presenciado los actos de barbarie mas salvajes, el martirio de mujeres
preñadas, el ahorcamiento de centenares de infelices, el suplicio de viejos y de niños, el degüello de tantos,
en fin , que sería traspasar los límites de un simple manifiesto el entrar a
dar cuenta de tanto hecho atroz”
Este
devastador y angustioso mensaje de Felipe Varela refleja una profunda
incomprensión de lo que estaba ocurriendo, junto a una desgarradora desazón.
Nos muestra que, por encima del dolor inconmensurable, los patriotas no podían
ver más allá de los sucesos inmediatos y quizás desconocían la fría y calculada
política de los centralistas.
No se
trataba solo de la carnicería perpetrada por los sicarios que galopaban por
todo el territorio, exterminando a inocentes gauchos y a sus familias, sino que
estas atrocidades eran promovidas y ordenadas desde el gobierno central de
Mitre y Sarmiento. Incluso el ‘Chacho’ Peñaloza confió en las palabras de
Mitre, un error que le costó la vida.
La
‘colonización pedagógica’ al decir de Arturo Jauretche implicaba los ‘nobles
odios’ que primaban sobre la verdad histórica como lo confesaba el propio
Bartolomé Mitre impulsando a rajatabla el silenciamiento de aquellos que osaban
fundadamente desmontar la barbarie iluminista. Y cuando no podían silenciar a
San Martin, a Carlos Guido y Spano, a José Hernández, a Olegario Andrade, a
Homero Manzi, entre otros, señalaban de ellos solo la parte artística o
militar, escondiendo su crítica política nacional.
Aunque
si podemos dejar en claro, con meridiana evidencia que estos Federales que
sufrieron el escarnio y el embate del unitarismo triunfante, fueron los
primeros en cavarse la fosa: Guido y Spano, José Hernández, Olegario Andrade,
Evaristo Carriego, Rafael Hernández, entre otros.
Con
sus pensamientos y acciones contra el gobierno soberano de la Confederación
Argentina al mando de Juan Manuel de Rosas contribuyeron y no en poca medida, a
su caída.
Así
lo subraya Julio IRAZUSTA al decir que estos eran Federales Urquicistas vieron
–y sufrieron, digamos nosotros- muy bien los efectos de la caída de Rosas y la
traición de Urquiza (aunque bastante tarde) pero fueron incapaces de ver las
causas del mal que aquejaba al pueblo argentino.
*****
CAPÍTULO
21
XXI.- LA ‘HISTORIA
OFICIAL’: LA CONSPIRACIÓN DEL ‘SILENCIO’
Otro
de los métodos que utilizó el Unitarismo vencedor fue anular el sentido de
pertenencia de nuestro pueblo aún en la música.
A
partir de 1853, Urquiza no solo prohíbe la música afecta de los descendientes
de africanos y mulatos, sino que muchos que eran esclavos en el Brasil y que
buscaron refugio en la llamada ‘tiranía’ de Juan Manuel de Rosas (perdóneseme
la ironía), fueron devueltos al Brasil cumpliendo promesas al Imperio del
Brasil de ‘Libertador del pueblo argentino’ (perdóneseme la segunda ironía) Justo
José de Urquiza, ante el terror y amargura entre quienes fueron devueltos.
Qué
diferente al gobierno de Juan Manuel de Rosas que mientras los unitarios
vedaron el ingreso a las clases mas humildes, en especial, aquellos de raza
negra, a las escuelas públicas, don Juan Manuel y su mujer, Encarnación, al
contrario, trataban de colaborar con los monjes mendicantes en la educación de
aquellos, como bien decía el historiador Juan
Carlos NEYRA,
Las
gerontólogas y escritoras Graciela H. GIUFFRIDA y María Cristina PÉREZ CID nos
dan la pauta de ello en un enjundioso trabajo donde describen al respecto que “Luego de que los esclavos de origen
africano tuvieran prohibido expresarse en las calles, allá por 1853, comenzaron
a reunirse en lugares cerrados, lugares de reunión que ya existían, llamados
tangos o tambos. Según muchos estudiosos del tema, inclusive ése sería el
origen del término (…). …..
“En su escrito sobre la
identidad cultural, nos dice la investigadora colombiana Olga Molano: “El
concepto de identidad cultural encierra un sentido de pertenencia a un grupo
social con el cual se comparten rasgos culturales, como costumbres, valores y
creencias (…)….
“La identidad cultural
de un pueblo viene definida históricamente a través de múltiples aspectos en
los que se plasma su cultura, como la lengua, instrumento de comunicación entre
los miembros de una comunidad, las relaciones sociales, ritos y ceremonias
propias, o los comportamientos colectivos, esto es, los sistemas de valores y creencias
(…). Un rasgo propio de estos elementos de identidad cultural es su carácter
inmaterial y anónimo, pues son producto de la colectividad.”… O sea, el sentido
de pertenencia, con toda la carga afecto-cognitiva que conlleva, es el elemento
arraigante y movilizador de la actividad grupal, y lo que es todavía más
importante, constituye un generador de valencias y cohesión intragrupal”
Concordante
con lo manifestado por las citadas autoras, ya por el año 1991 cita Fermín
CHAVEZ un escrito de 1907 del conocido
médico José María Ramos Mejía que decía
“Allá por el año 1860 los candombes guardaban un discreto silencio pero
conservaban, sin embargo, la oculta devoción intima por el "grande
hombre" [refiere a Rosas], y su
composición y sus ritos originales seguían inalterables su curso normal. El
domingo, un rumor sordo solía levantarse en el silencio de la tarde; la negrada
federal, ya que no por las calles de la ciudad como antes, hacia sus desfiles,
bajo el parral y en la huerta del antiguo sitio, gesticulando su admiración por
el amo viejo, ausente de cuerpo pero viviente dentro del espíritu fanatizado,
que no lo olvido jamás”
Por
ello, el unitarismo de Mitre, de Sarmiento y de Vicente F. López, al destruir
—física, cultural y religiosamente— el sentido de pertenencia de nuestro
pueblo, preparó el terreno para imponer de manera arbitraria y falsaria, una
historia (y unos valores) inexistentes y contranaturales, fijándolos de forma
indefinida.
El
Unitarismo sabía la importancia de ‘fabricar’ un pasado inexistente en cuanto a
las virtudes declamadas. Sabían que el pasado es la fuerza viva y el actuante
que sostiene nuestro hoy, al decir de José Ortega y Gasset, citado por el
ilustre historiador Luis c. ALEN LASCANO, lo que llevaba esa mistificación del
pasado histórico a establecer las pautas de educación desde entonces al
presente. Esto es, “el sustento de la
historiografía clásica enseñada y repetida hasta la actualidad, con variantes
más o menos ingeniosas, para todos sus epígonos”.
El
historiador mencionado cita a Joaquín Díaz de Vivar el cual sentencia con
acierto que “"La historia del Pals
Argentino aún no ha sido escrita; la que corre como oficial u oficiosa, no es
sino un alegato realizado por hombres que fueron autores del drama, antes de
convertirse en autores de su historia. Y es así que el juicio por ellos emitido
se resiente por la pasión que resuman sus plumas, esgrimidas como ardientes
espadas flamígeras, con las que intentan impedir el advenimiento at sitial de
honor de sus adversarios del pasado, por justo que ello fuera".
Y volviendo a Mitre, todo esto ya venía de lejos,
como se dijo: solo
cambiaban los actores y los atuendos. En 1887 el periodista y militar Epifanio
MARTÍNEZ escribió en forma lapidaria y sumariamente quién era Mitre: y qué
representaba:
“Siete años gobierna at país con la ley
marcial...Sandes, Arredondo, Rivas erigidos por a en procónsules
extraordinarios, llevan a cabo actos de exterminio en masa. Tres veces invadida
a sangre y fuego La Rioja, como la antigua Jerusalén, queda convertida en un
sepulcro. San Luis, Mendoza, San Juan, Santa Fe tiemblan bajo la mano
enguantada de este principista de la sangre. Tiemblan también las áreas
públicas, porque a la sombra de este puritano sin mancha, se pierden diez
millones de pesos bajo el ministerio de Elizalde…”.
Y
eso que el tal Martínez era Unitario….
Se
reiteran una y otra vez el océano de sangre que producen los ‘sicarios
‘Orientales, por orden de Mitre y Sarmiento pero también por gusto personal. Se
ceban en cada aniquilación que producen en los pueblos sumiendo a ellos en un
tortuoso silencio de cementerio. Dejando un legado de dolor y mudez en los las
tierras arrasadas impunemente.
Mitre
tuvo en Sarmiento al mentor ideológico de un proyecto de “limpieza social” del gauchaje para eliminar la “barbarie”, complementada con políticas
llamadas por el Unitarismo ‘educativas’
y de ‘pacificación’ como sostén
paralelo a la destrucción fríamente diseñada.
Como
hemos dicho arriba, en el Prólogo, miles de gauchos riojanos, catamarqueños y
cordobeses pasaron por las dagas ‘civilizadoras’
de sus compatriotas y los orientales al servicio de Mitre.
De
tal modo, ajustadamente señala BERNASCONI, “…En
la historia que se enseña en las escuelas, incluyendo niveles superiores en los
que sería de esperar cierta altura, Sarmiento es presentado como una mente
superior portadora de un pensamiento profundo y elevado. Todo un ejemplo de lo
que puede hacer la falsificación de la historia.
“El pedestal al que él
mismo se subiera en vida se ha mantenido incólume a pesar de los estremecedores
terremotos que la investigación seria de su vida e ideas han desencadenado. La
mano piadosa del pensamiento oficial ha debido correr una y otra vez a sostener
la estatua, contando, eso sí, con la invalorable ventaja de una miríada de
conciencias adormecidas por la siembra diaria de falsedades, obra ésta del
sistema educativo que, fundado entre otros por el mismo prócer, es hasta hoy
regenteado por sus herederos ideológicos en un ejemplo sin par de
"supervivencia.
“Lo que demuestra que
ciertos prestigios y ciertos proceratos dependen no de sus méritos intrínsecos
sino de la permanencia del sistema oligárquico que los sostiene.
“El
pensamiento nacional ha trabajado a destajo por el esclarecimiento de estas
cosas, pero día a día las hormigas prácticas se ponen el guardapolvo y van a
las escuelas a administrar el narcótico adormecedor en las tiernas mentes de
los educandos."
Y
citando a Ernesto PALACIO el mismo enseña desde una cátedra perenne en el
conocimiento de la realidad que “Sabido
es que, aparte de la guerra de la independencia, enseñada con acento
antiespañolista, los motivos de exaltación que ofrecen nuestros manuales son la
Asamblea del año XIII, con sus reformas ¡liberales!, el gobierno de Martín
Rodríguez, la Asociación de Mayo ¡tan intelectual!, las campañas “libertadoras”
de Lavalle, Caseros y –gloriosa coronación- las presidencias de Sarmiento y
Avellaneda… Historia convencional, escrita para servir propósitos políticos ya
perimidos, huele a cosa muerta para la inteligencia de las nuevas generaciones.
“El trabajo de
restauración de la verdad, proseguido con entusiasmo por un grupo cada vez
mayor de estudiosos, no ha llegado a conmover la versión oficial, que pronto se
solemnizará en una veintena de volúmenes bajo la dirección del doctor Ricardo
Levene.
“Será sin duda un
monumento; pero un monumento sepulcral que encerrará un cadáver. No es posible
obstinarse contra el espíritu de los tiempos. Ante el empeño de enseñar una
historia dogmática, fundada en dogmas que ya nadie acepta, las nuevas
generaciones han resuelto no estudiar historia, simplemente.
“Con lo que ya llevamos
algo ganado. Nadie sabe historia, ni 1a verdadera ni la oficial. No hay un
abogado, un médico, un ingeniero que (salvo casos de vocación especial) sepan
historia. Y es porque, en las lecciones que recibieron, sospechan confusamente
la existencia de una enorme mistificación….
“Diré solamente que
dicha versión no se ha independizado, que sigue siendo tributaria de la escrita
por los vencedores de Caseros, en una época en que se creía que el mundo
marchaba, sin perturbaciones, hacia la felicidad universal bajo la égida del
liberalismo y en que no sospechaban los conflictos que acarrearía la revolución
industrial, ni la expansión del capitalismo, ni la lucha de clases, ni el
fascismo, ni el comunismo. Impuesta por Mitre y por López tiene ahora por
paladín al arriba citado doctor Levene, lo que, en mi entender, es altamente
significativo.
“Fraguada para servir
los intereses de un partido dentro del país, llenó la misión a que se la
destinaba; fué el antecedente y la justificación de la acción política de
nuestras oligarquías gobernantes, o sea, el partido de la “civilización”.
“No se trataba de ser
independientes, fuertes y dignos; se trataba de ser civilizados. No se trataba
de hacernos, en cualquier forma, dueños de nuestro destino, sino de seguir
dócilmente las huellas de Europa. No de imponernos, sino de someternos. No de
ser heroicos, sino de ser ricos. No de ser una gran nación sino una colonia
próspera. No de crear una cultura propia, sino de copiar la ajena. No de poseer
nuestras industrias, nuestro comercio, nuestros navíos, sino entregarlo todo al
extranjero y fundar, en cambio, muchas escuelas primarias donde se enseñara,
precisamente que había que recurrir a ese expediente para suplir nuestra propia
incapacidad. Y muchas Universidades, donde se profesara como dogma que el
capital es intangible y que el Estado (sobre todo, el argentino) es “mal
administrador”.
“Era natural que, para
imponer esas doctrinas, no bastara con falsificar los hechos históricos. Fue
necesario subvertir también la jerarquía de los valores morales y políticos. Se
sostuvo, con Alberdi [
éste con los años cambiaría –tarde- su modo de pensar] que no precisábamos héroes, por ser éstos un resabio de barbarie, y que
nos serían más útiles los industriales y hasta los caballeros de industria; y
que la libertad interna (¡sobre todo para el comercio!) era un bien superior a
1a independencia con respecto al extranjero.
“Se exaltó al prócer de
levita frente al caudillo de lanza; al civilizador frente al bárbaro. Y todo
esto se tradujo a la larga en la veneración del abogado como tipo
representativo, y en la dominación efectiva de quienes contrataban al abogado.
“Con este bagaje y sus
consecuencias –un pacifismo sentimental y quimérico, un acentuado complejo de
inferioridad nacional- nos encontramos ante un mundo en que todos estos
principios han fracasado.
“Las condiciones del
mundo actual demuestran que Rosas tenía razón y que las soluciones de nuestro
futuro se encontrarán en los principios que él defendió hasta el heroísmo, y no
en los principios de sus adversarios, que nos han traído al pantano moral en
que hoy estamos hundidos hasta el eje.
“Si después del ‘53
seguimos siendo una nación, a Rosas se lo debemos, a la unión que se remachó
durante su dictadura y que la ulterior tentativa secesionista no logro quebrar.
Esto lo han reconocido hasta sus peones enemigos, empezando por el mismo
Sarmiento. Siendo así ¿cómo no guardarle gratitud?, ¿cómo no admirar su
grandeza?”
Seguir
absorbiendo la invención de una historia a todas luces probada que ha sido
falsificada nos lleva a debilitamos interiormente y a vaciarnos la existencia
de las realidades de nuestro pasado que impiden, por no conocer quienes hemos
sido, el proyectarnos hacia adelante en el tiempo, sabiendo lo que queremos y
habremos de ser.
Ese
dogmatismo no es una mera afirmación dogmática valga el retruécano.
Carlos
M. DARDÁN pregunta y se pregunta qué es la historia.” La historia es la memoria de los pueblos. Es a éstos, lo que una
experiencia recordada al hombre. En la medida en que el pasado vive en nosotros
un tesoro de sabiduría nos enriquece la prudencia que deriva de la misma guía
nuestros pasos por el presente casi siempre incierto con la gran seguridad de
los senderos ya recorridos.
” Por ello encierra una
profunda gravedad la advertencia clásica de Maeztu: "En el pasado
hallaremos el camino del porvenir". Solo que el gran tradicionalista
español debió haber precisado para nosotros su pensamiento diciendo: "en
la verdad del pasado hallaremos el camino."
” Porque una historia
falsificada —no ya una interpretación liberal de la historia— lejos de ser un
camino hacia la luz, es una senda tortuosa hacia las sombras; equivale a una
.experiencia, no tenida en cuenta; a un consejo no seguido; a una dolorosa
orfandad, corno aquella que caía sobre los hogares romanos cuando los dioses
familiares eran alejados por el olvido.
” Entendidas así las
cosas, ¿cómo nos ha de extrañar la amarga odisea de nuestra Patria, si a partir
de Caseros, sobre la demolición de su experiencia histórica se trazó un camino
que no lleva a ninguna parte? ¿Si ésta es la hora en que nadie sabe en la misma
ni lo grande que fuimos, ni lo pequeño
que somos? ”
CORVALÁN
MENDILAHARSU nos pone sobre la mesa un ejemplo impactante: Resulta que en su
momento el historiador envía al diario ‘LA NACIÓN’ órgano de choque del ideario
‘mitrista’ para moldear las mentiras
sobre nuestra historia en los cerebros de nuestros habitantes, más propensos a
aceptar como reales todo lo que se pone en un diario, sin analizar
personalmente si lo que allí se dice es verídico.
Como
decíamos, envía un artículo fechado el 9 de Diciembre de 1939 sobre Juan Martín
de Pueyrredón adjuntando documentación que avalaba lo allí dicho. Se refería
tal artículo a una casa de comercio que había abierto el citado Pueyrredón y
también documentación que acreditaba el casamiento del mismo con una prima
suya.
A
los pocos días le devuelven ceremoniosamente el escrito, pero le dicen que “no van a publicarlo a pesar de las
evidencias acompañadas y el criterio allí sustentado pero que aunque comprenden
la buena fe de su personal punto de vista hemos de manifestarle que nos
atenemos al nuestro [se refiere al criterio] en esta materia”.
Finaliza
el autor exclamando “….el fallo
‘académico’ (sic) es monstruoso. El ‘criterio’ del diario ha tenido más valor
que la documentación del artículo”.
Bueno,
no debería sorprendernos. Mitre, desde su diario, continúa negando con coherencia
el valor de cualquier documento que contradiga su ideología. Recordemos que
cuando Saldías le presenta su trabajo monumental sobre la Confederación
Argentina, Mitre, indignado —porque sabía que lo que señalaba Saldías era
cierto—, sin importarle la veracidad de la documentación adjunta, le responde
en una carta del 15 de octubre de 1857 que él, es decir, Saldías, había
olvidado los ‘nobles odios’ que deben
guiar los actos.
No
importaba la verdad por más hechos y documentos que hubiera. Le manifiesta, después de leerla, entonces, que
prefería él –Mitre- conservar sus "nobles
odios". Ocurría que, a la luz de la documentación, el "Tirano" no lo parecía tanto.
Con
respecto todo estos últimos párrafos, el Dr. Alberto OTALAGANO dijo en 1974 “…La historia es a las Naciones lo que la
memoria es a los hombres: El conocimiento o la noción del origen, de una
identidad a través del tiempo y del espacio, que se integra con el conocedor,
en cuanto a tal, conformando su ser existencial. El presente es hijo del pasado,
como el futuro lo es del presente. Conocer realmente el pasado es conocer la
génesis de la problemática del presente para encontrar la solución. La historia
es la forja de la conciencia Nacional (o sea el conocimiento de lo que se es
por lo que se ha sido y en función de lo que se deberá ser). Definición por
antonomasia del “ser argentino” y especificación de su destino… El hombre en
tanto historia, integra una comunidad de destino en lo universal, o sea profesa
una religión común, tiene un pasado y un presente comunes a todos los que
habitan con él en su mismo territorio: conciencia de tener una comunidad y de
haberla tenido, o sea, conciencia histórica. Conciencia de una tradición común,
presente común y de un futuro común…” .
GOETHE
definió “…no se puede amar lo que no se
conoce…”. Y el conocimiento es un hecho de la razón, que apoyada en la
moral y en la inteligencia, nos conduce a la verdad de los hechos. Así el
conocimiento no depende de nuestra voluntad o sentimientos o de elucubraciones
más o menos filosóficas, pero que no se apoyan en el conocimiento de la verdad
(la cual, recordemos es una categoría permanente de la razón).
*****
CAPÍTULO
22
XXII.- LA BARBARIE DE
LOS CIVILIZADOS
Sobre
el latiguillo que utilizaba persistentemente el centralismo porteño llamando ‘bárbaros’ a quienes solo defendían su
tierra, su familia, sus pueblos, señala BERNASCONI que “No
es Bárbaro el que defiende su mundo. Bárbaro es el que quiere destruir ese
mundo para poner en su lugar su imperio esclavista. Sus embates no suceden en
el campo de la espiritualidad sino en los campos de batalla y sus avances no se
verifican en el terreno del saber sino en un barro chapaleado en sangre. No
llevan la "civilización", cualquiera que sea el concepto que se
tenga de ella, sino su voracidad…"en la feroz represión desatada después de
Pavón por los civilizados comandados por Mitre y Sarmiento, ¿quiénes eran los
bárbaros? ¿Los pueblos que defendían sus hogares? ¿Peñaloza, cuya magnanimidad
fue reconocida hasta por sus enemigos, que jamás apeló a violencia
innecesarias, que conservó las vidas de sus prisioneros y cuidó de ellos mejor
que de sí mismo mientras los procónsules portuarios asesinaban sistemáticamente
a los gauchos que caían en sus manos?"”.
Así,
Alberdi, de vuelta de sus desvaríos liberales llamó a hombres como Sarmiento o Mitre "bárbaros letrados de las ciudades", es decir bárbaros
con toga. Es que, como dijera: "La civilización no es cultura. Se puede hablar latín y griego y ser un bárbaro".
Efectivamente, no representaron la cultura europea, ni su
técnica, ni su arte, ni su filosofía. Solo usaron sus trajes. Fueron el
mascarón de proa de la nave invasora.
No trajeron civilización, sino la silueta borrosa de una
cultura importada, copiada sin beneficio de inventario, e incluso sin beneficio
alguno. Devastaron la tierra, cegando en su cuna un destino nuestro y americano
(parafraseando a José Antonio Primo de Rivera) que se truncó, dejando la tierra
yerma e inerme ante el avance extranjero.
Dejamos de ser voluntad nacional, existencia propia, para
quedar a la sombra de un destino impuesto por el extranjero.
No civilizaron nada; aplastaron nuestra civilización
hispano-criolla, pretendiendo ahogarla con una seudo-civilización importada a
la que servían, y en el proceso, proscribieron y sangraron a nuestro pueblo,
relegándolo fuera de la sociedad.
Todo esto es exactamente lo opuesto a lo que hicieron los
griegos, los ingleses y los norteamericanos cuando la hora les exigió una
respuesta creadora.
“¿Qué
queda entonces del Sarmiento civilizador que por tal cosa entendía Samiento—[además, Mitre,
Florencio Varela, Valentín Alsina, etc.]—
copiar lo europeo? Sólo quedan los trucos de un tramoyista. Un hábil manipulador de la pluma que mató en su cuna la única civilización
posible: la nuestra”, al decir de
BERNASCONI."
Es que además de inundar de sangre todo nuestro territorio
intentando crea la ‘cuadratura del
círculo’ a través de sus matarifes que hemos estado señalando, estos
soberbios vacíos de todo, se las ingeniaron para que el futuro siguiera
sosteniendo su noble causa.
“En su
libresca barbarie perdieron la oportunidad de ser una auténtica clase
dirigente como las que hemos visto en otros tiempos y en otras latitudes. Si ha
habido en el mundo extravío ese ha sido el de esos hombres. Erraron en todo; en
su idea de país y en su visión del mundo.
“Ciegos
pero obstinados en propagar su ceguera no olvidaron edificar una estructura que
les garantizase la perdurabilidad de sus extravíos. Impusieron un despotismo turco, como dice Alberdi,
para cerrar toda posibilidad de disidencia, de manera que a nadie se le pudiera
ocurrir revisar ni entonces ni nunca sus actos y las que suponían sus
brillantes ideas. Tal vez conscientes de la nulidad de estas, sabían que sólo
un cerrado despotismo podía asegurar su permanencia.
“Así,
instauraron la dictadura de un aparato cultural dueño de diarios y medios de
comunicación; impusieron una enseñanza en la escuela, en los establecimientos
secundarios e incluso en las universidades en la que se falsea la historia y se
niega toda posibilidad de pensamiento propio; levantaron un muro de silencio en
torno a los pensadores y escritores que no se sujetaran a su falsa ideología,
para cerrarles el camino del acceso al público.
“Con
ello hicieron todo el daño que era de esperar en su tiempo, pero también
dejaron la semilla del mal para el futuro. Fueron bárbaros previsores;
previeron dejar sus estatuas fuera del alcance de las generaciones futuras”.
De tal modo, Alberdi, al final de sus días pareciera que se
le iluminó el cerebro y –demasiado tarde, como fue usual en él- dijo que “los liberales argentinos son amantes
platónicos de una deidad que no han visto no conocen. Ser libres, para ellos,
no consiste en gobernarse a sí mismo, sino en gobernar a los otros. La posesión
del gobierno: he aquí toda su libertad. El monopolio del gobierno: he aquí todo
su liberalismo…La Republica Argentina tiene dos constituciones: una escrita que
es letra muerta; y otra no escrita que es la real y vivaz. Cada una tiene el
gobierno que será según ella, uno aparente, otro real”.
Así también pensaba Rosas pero décadas antes, mientras en ese entonces Alberdi atacaba al gobierno
federal y a su sistema que en el ocaso de sus días, reconocía verdadero.
En otro párrafo de sus ‘Memorias Póstumas’ (mas póstumas que
nunca, ya que su ‘revelación’ de las bondades del gobierno de Rosas le llega
tarde al tucumano, luego de haberlo denostado y combatido por años y por ende,
haber combatido contra su propio país) dice que
“En
nombre de la libertad y con pretensiones de servirla, nuestros liberales Mitre,
Sarmiento y Cia, han establecido un despotismo turco en la historia, en la
política abstracta, en la leyenda, en la biografía de los argentinos. Sobre la
Revolución de Mayo, sobre la guerra de la independencia, sobre sus batallas,
sobre sus guerras, ellos tienen un alcorán que es de ley aceptar, creer,
profesar, so pena de excomunión por el crimen de barbarie y caudillaje".
Bueno, digamos que lo que le imputa a Mitre, Sarmiento y cia,
le cabe al tucumano como partícipe de lo que acusa a los mencionados. Y sin
temor a equivocarnos podemos decir que la referencia ‘..y cia’ incluye a él mismo como factótum principal de la agresión
a su patria.
Prosiguiendo
con el historiador BERNASCONI respecto a todos estos cipayos. ellos “han contado, es
cierto, con el auxilio de los imperialismos
que se han sucedido y a los que bien les sirve que nuestro pueblo dude de sí
mismo. Un pueblo que duda de sus posibilidades es una nación que no se pone de
pie y que se entrega inerme a las pretensiones del imperio de turno.
Es
correcto lo que dice el autor aludido en el sentido de que los imperialismos
extranjeros —incluyendo a Brasil en este grupo— buscan que Argentina dude de sí
misma, con el fin de mantenerla siempre de rodillas y sin confianza en su
capacidad de decidir su propio destino.
Sin
embargo, me permito disentir en un aspecto con lo mencionado por el autor
entrerriano: no es que los Mitre y Sarmiento contaran con el auxilio de los
imperialismos, sino que fue al revés.
Los
imperialismos, para lograr sus objetivos de control político, económico y
también cultural —en una visión inmanentista—, contaron con el pensamiento y
las armas de sus siervos autóctonos. Como dice el dicho: “los de afuera no pueden si los de adentro no los dejan”. Esto lo
supieron muy bien los ingleses, franceses y todos los invasores que han llegado
a nuestro suelo, especialmente cuando existió un gobierno soberano en las manos
de don Juan Manuel de Rosas y su gobierno federal.
Por eso,
tras la terrible crisis existencial que sufrió nuestra patria en el siglo XIX,
le siguió un estrago cultural – con plena actividad masónica a tales efectos-
que perdura hasta hoy, con el objetivo de asegurar el control no solo físico
—como en tiempos pasados—, sino también de las mentes y pensamientos políticos
de las generaciones siguientes. Todo esto ha sido posible gracias a la
colaboración firme de las logias masónicas, como se dijo, tanto aquí como en el
extranjero, que en un contubernio feroz nos mantienen en un sempiterno destino
de colonia.
De tal modo, al decir del citado autor con
extrema lucidez: “ la ignorancia abre las
puertas a los salones dorados. Apresados
enjambres de mercenarios de la historia revolotean rabiosos en
torno de las insignes mentiras cuya custodia les ha sido confiada por el
aparato cultural, el que bien sabe que cualquier
descuido de sus abejas laboriosas puede permitir el filtro de la verdad
prohibida. La guardia del lobo tiene custodia. Y ella debe ser compacta y
celosa para que la falsedad no sea sentida ni mucho menos conocida. Es que en
ella se funda toda la política del sistema instaurado. Nada cuesta entender
entonces a Alberdi cuando decía que la
falsificación de la historia es la otra cara de la falsedad de la política,
mientras señalaba con su dedo acusador a Mitre y a Sarmiento. Ambos falseaban
la historia para justificar su falsa política y falseaban la política para
falsear nuestras vidas y presumir de profetas. Falsos también, como
casi todas sus cosas. Y todo para que cuatro filibusteros hagan su agosto a
costillas del país. Para eso difamaron primero y asesinaron después a todo un
pueblo. Y a eso le llamaron Civilización.".
Y eso se ve hasta nuestros días, sino leer que sucedió en nuestro país
con la muerte de Isabel II de Gran Bretaña, en un trabajo nuestro anterior, ”La Muerte De Isabel Ii-Mensaje De Los
Cipayos-Reflexiones De Los Patriotas” Aquí unos pocos párrafos:
“Todos los políticos y
funcionarios de todos los partidos políticos en compungida tenida. Cipayos
rastreros en contubernio masónico, alaban y lloran a la difunta.
“Fueron varios los
centros de ex combatientes que cuestionaron el “tratamiento edulcorado” de la figura de la fallecida Reina Isabel
II. Pero hubo dirigentes de la política que prefirieron resaltar otros ejes de
la monarca, como fue el caso del ex ministro de Educación Alejandro Finocchiaro que dijo:
“Su majestad, dignidad y entereza en el ejercicio de su función la colocan
en la historia grande de un país en donde no han faltado destacadas figuras. Isabel
I y Victoria la esperan en el panteón de las grandes“, escribió
Finocchiaro, y docente de la Universidad
Nacional de La Matanza (UNLaM) en su cuenta de Twitter.
https://elnacionaldematanza.com.ar/2022/09/09/la-unlam-reto-a-finocchiaro-por-su-reverencia-a-la-reina-isabel-y-la-falta-de-respeto-con-los-ex-combatientes/
“Desde aquí, y por
ahora, contestamos a semejante brulote con un viril ‘corte de manga’ a ese
nefasto siervo del imperio y traidor a la patria, al cual se suma a una larga
lista.
“Seguramente desde los
templos masónicos que con seguridad este personaje transita, sonreirán con las
palabras de su fiel hermano ‘tres puntos’.
“Con gente como esta, es
más que evidente que nuestro país sigue su derrotero desde 1852 de seguir
siendo una colonia a causa de estos políticos y, más aún, docentes que con su
prédica colonial siguen envenenando el cerebro (y corazón) de nuestros jóvenes,
manteniendo ese ‘status quo’ que tenemos hoy como colonia, reduciéndonos a
simple factoría de materias primas y debilitando nuestra conciencia de nación..
“Quizás algún
desprevenido crea que todo esto es parte del pasado. Craso error. La
auto-denigración, la incapacidad para desarrollarnos, el inculcarnos la
subestimación de nuestras aptitudes, sigue vigente y que, por tanto, debemos
inclinarnos ante los europeos y su condescendencia.
“Nos enteramos que año
tras año ‘besamanos’ nativos acudían presurosos a festejar el cumpleaños de la
Reina británica Isabel II hace poco tiempo, a la embajada y veremos que nada ha
cambiado, salvo las personas y los atuendos.
“A 40 años de Malvinas:
festejaron en Argentina los 96 años de la reina Isabel II políticos,
periodistas, empresarios, jueces y artistas” (Por KONTRAINFO-29-04-22”
“Más allá de las
vomitivas declaraciones de los políticos que nos retrotraen mágicamente al
Unitarismo del Siglo XIX, voces se alzan recordándonos patrióticamente, en Argentina y España, quién
era Isabel II.
“Dice FERNANDO LÓPEZ-MIRONES que
Isabel II es la más importante figura masona del mundo, la enemiga ancestral de
la Hispanidad, la ladrona de las Islas Malvinas a la Argentina y la
prolongadora de la única colonia dentro de Europa, en España: Gibraltar,
Asistimos asqueados a una vergonzosa campaña de culto anglófilo por parte de
todos los medios de comunicación.
“Los británicos son
expertos en hacerse publicidad a sí mismos incluso en las peores
circunstancias, mientras los hispanos lo somos en auto criticarnos delante de
todos. Mala mezcla.
“Esa señora, a la que
solo Dios puede juzgar como persona, era monarca de 24 países, gran parte de
ellos paraísos fiscales, incluida la City de Londres, donde mora todo el dinero
negro y sucio del planeta Tierra.
“Todo el capital de
asesinos, corruptos, negocios sucios, tiranos y dictadores está bien guardado
por su Graciosa Majestad. Mientras, en toda Hispanoamérica, el cine dominado
por el globalismo, cada vez que toca un mito hispano lo destroza mostrándolo
sucio y malvado.
"Seréis como
nosotros" les murmuraban al oído. Y muchos imbéciles le creían olvidando
que su sociedad ya estaba estamentada, y a nosotros nos correspondería,
eventualmente, el lugar de los parias. Y solo miraríamos de afuera, con ojos
embobados, y boca babeante de admiración, la seriedad del boato y elegancia de
su clase dominante.
“Exactamente como ahora.
Subyugados por deudas. Dependiendo de sus bancos. Aceptando sus leyes. Votando
a candidatos que responden a distintas " terminales" siempre
aprobadas por grupos de finanzas que le son afines. Pero... repitiendo con ojos
en blanco, y espasmos de emoción..." Que elegancia!... que distinción, que
pena no fueron finalmente nuestros colonizadores "..
“Olvidan algo
importante. Y es que en verdad...sí lo son. Podría pasar que seamos una
colonia. Que paga sus impuestos religiosamente en modo de deuda eterna. Y
trabaja para ello. Y a la que no le permiten jamás tener un caudillo que
vaya contra esto. Y que no puede educar a sus hijos para ser algo más que lo
que ellos aceptan. Y que deberemos tener sólo los hijos que nos dejan. No es la
reina, claro. Pero si lo que significa. Al fin, nos hicieron colonia.
“Por eso, como afirmaba
(de un modo algo bizarro pero ilustrador y perdónese el término) el gran Blas
de Lezo..." todo buen hijo de español, debe mear siempre en dirección a
Inglaterra "
En
fin nada nuevo bajo el sol, antaño y hogaño.
*****
CAPÍTULO
23
XXIII.- EL
LIBERALISMO MASÓNICO Y LA DESTRUCCION DEL ‘SISTEMA AMERICANO’ DE ROSAS - MITRE,
SALDÍAS Y LOS ‘NOBLES ODIOS’
El
historiador marplatense Luis GOTTE, suscribiendo todo lo mencionado en este
trabajo refiere respecto al nuevo embate del liberalismo masónico actual, no
desmentido, al cerrarse o ‘refundirse’
los diferentes institutos culturales como el “Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas”,
el “Begraniano”, el “Browniano” y otros se presenta una nueva
declaración de guerra cultural. “No es un
mero ajuste fiscal: es una operación de demolición simbólica, una avanzada
contra los pilares de la memoria nacional y federal”.
Y dijo más el autor citado, llamando despertar
las conciencias nacionales: “El gobierno
colonialista actual ha trazado con precisión quirúrgica su línea de fuego
ideológica: es pro-británico, atlantista y profundamente anti-hispano. A ello
se le suma su evidente tendencia al centralismo político, con un desprecio
explícito por el federalismo provinciano. No es una novedad para quienes
conocemos nuestra historia. Lo verdaderamente alarmante es el regreso, sin
maquillaje, del proyecto mitrista de 1861: la construcción de una Argentina
unitaria, liberal, extranjerizante, y con una historia falsificada al servicio
del poder.
“Tras Pavón -1861-,
Bartolo Mitre no solo vencerá militarmente a las provincias, a través de sus
‘sicarios’: aniquiló su relato, su memoria, su identidad. Persiguió a los
enemigos, como también aniquilará sus ideas federales. Allí donde surgía una
voz disonante frente al dogma liberal, se apagaba con censura o se ridiculizaba
desde los círculos ilustrados porteños. Su arma predilecta fue la pluma:
escribió una historia a medida del imperio británico, redujo nuestra
complejidad a una lucha maniquea entre “civilización” y “barbarie”, y elevó a
su linaje político al panteón de los padres fundadores.
“Y no era ingenuidad ni
error metodológico: era un proyecto ideológico consciente. Su pertenencia a la
masonería internacional de línea británica no es detalle menor. Allí donde la
historia debía construirse con documentos, pruebas y debate honesto, Mitre
impuso los "nobles odios" como principio historiográfico. La mentira
convertida en recurso legítimo. El odio como categoría política.
“El proyecto mitrista se
reactualiza con nombres nuevos, pero con los mismos métodos: un Instituto
Nacional de Investigaciones Históricas, con rango de dirección general y un
consejo ad honorem, será el nuevo tribunal de la verdad oficial. Desde allí se
decidirá quiénes serán héroes y quiénes serán olvidados, quiénes se enseñarán
en las escuelas y quiénes quedarán proscritos de la historia patria.
“No exageramos. Estamos
ante una dictadura cultural de cuño liberal, que viene a desmantelar la
tradición hispanoamericana, a borrar a las provincias del relato nacional y a
reponer al Puerto como centro hegemónico.
“Se nos impone
nuevamente la pedagogía del olvido. Como en 1861. Y como entonces, será el
pueblo, las provincias, los historiadores valientes y los militantes de la
memoria los que se levanten contra este nuevo relato imperial”.
Correcto.
Esto ya había sido señalado en la “Revista
del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas” (IIHJMR)
en su primer número, fechado en enero de 1939 (Año 1, Nro. 1). En su
Declaración de Principios del 6 de agosto de 1938, se señala que la razón del
ocultamiento de la verdad sobre el gobierno de Rosas, e incluso la prohibición
de nombrarlo, no respondió a una cuestión de forma de gobierno ni a una
negativa a constituir el país mediante una Constitución. El motivo principal
fue la resistencia férrea de Rosas ante un extranjero invasor que intentó
anular nuestra soberanía y fragmentar nuestro territorio.
No solo
Rosas tenía en claro las consecuencias de la fragmentación de Hispanoamérica,
pero la intención de la Confederación Argentina es impedirla pacíficamente,
mediante negociaciones con otros Estados, conformándose lo que se llamó el
‘Sistema Americano’ de Juan Manuel de Rosas.
El
historiador Luis Oscar BUJÁN en un trabajo sobre la política exterior de la
Confederación Argentina en el gobierno de Rosas desgrana comentarios de Rosas,
Anchorena, Guido, Garrigós, diciéndonos al respecto, por ejemplo, que Rosas
escribía a Oribe en 12 de enero de 1842 "...respecto
de Tarija, no es digno de la República Argentina reincorporarla por la fuerza,
ni reclamar nuestros derechos en circunstancias que Bolivia se encuentra
afligida y envuelta en anarquía. Que esto debe ser obra de la paz, por
negociaciones pacíficas, dignas y honorables" Se sentaba así uno de los
principios rectores de la política exterior nacional: no utilizar la fuerza
ante un país hermano con dificultades cuando asiste la razón y el
derecho".
En el
mismo sentido el historiador citado nos da otra prueba coincidente de la
política ‘Americanista’ de Rosas: el Diputado Garrigós escribía a Guido en
1839: "Los gobiernos de Europa nos
tratan como sus subalternos con el más alto desprecio, considerándonos como
salvajes o berberiscos; y es porque somos débiles. Deberíamos pues pensar en
hacernos fuertes (...) y esto lo conseguiríamos haciendo causa común los
americanos (...) deber nuestro es
marcar a los gobiernos de América la línea de conducta que deben observar, si
es que quieren realmente ser libres e independientes.
Coincidiendo
con Garrigós,- sigue escribiendo Buján- Anchorena afirmaba que: "La causa que actualmente sostenemos es
la de toda la Confederación, es la de todas las repúblicas americanas".
“Vicente
Sierra sostenía al respecto que: "No
era esta una literatura que buscara trascendentalizar hechos por razones
menguadas de política interna, sino expresión de un alto pensamiento
americanista, tendiente a establecer que no había problemas argentinos,
chilenos, peruanos o bolivianos que no fueran problemas continentales, sobre
todo si se trata de fortalecer una unidad dispuesta a enfrentar presiones
exteriores..
Es
también Guido quien vuelve a plantear el tema de la unidad continental y de los
peligros que ésta representaba para las potencias europeas: "...preveo muy claramente cuál será la
política del Gobierno Británico, que no omitirá medios cuando no para impedir
la reunión del congreso (convocado por el Perú), al menos para debilitarlo y
desacreditarlo (...) bien conocen los soberanos europeos cuanto les vale en el
Nuevo Mundo la subdivisión de los estados y la influencia comercial que ejercen.
En
relación al Paraguay y el Uruguay, finaliza Buján citando a Sierra, que Rosas “seguramente esperaba que el tiempo hiciera
comprender a los orientales, como también a los paraguayos, la conveniencia de
volver al seno de la Confederación Argentina, por propia decisión no como
resultado de una imposición militar o diplomática.
“Hispanoamérica era la expresión
de un Estado que había estallado por la acción quedado reducida a una veintena
de estados que luchaban por constituirse como les al tiempo que constituir
alguna forma de unión que les permitiese defenderse e las amenazas extranjeras.
Esto le permitió afirmar a Sierra que: "Rosas, al defender principios
argentinos, defendió principios americanos. No sólo defendió a la Argentina o
al Uruguay, sino a Hispanoamérica en su oposición a la agresividad e las
potencias en los afanes expansivos de su comercio (...) Intuyó como necesaria
la unidad de los Estados americanos, pero comprendió que esa tarea no
correspondía a su época. Sería obra del futuro".
Pero los
Unitarios, brasileños y anglo franceses no descansaban en sus intereses
espúreos.
Progresivamente,
la actividad destinada a vulnerar nuestra soberanía se desarrolló de la
siguiente manera:
Primero,
una vez que el Unitarismo se apoderó militarmente del gobierno, procedió a
eliminar las soberanías políticas autónomas y federales del interior del país
mediante una matanza indiscriminada del pueblo. Esto no solo afectó físicamente
a sus cuerpos, sino también sus sentimientos de defensa patria, destruyendo su
psiquis y voluntad.
Segundo,
sobre una tierra arrasada y con voluntades débiles, sobrevivientes sin familia
ni futuro comenzaron a ser sometidos a un proceso de sustitución cultural. Se
intentó reemplazar su cultura nativa, heredada del cristianismo hispano, por un
injerto cultural ajeno a su idiosincrasia, a través de la enseñanza desde la
escuela primaria hasta la universidad, junto con un constante bombardeo
mediático de diarios, revistas y libros que promovían una historia inventada.
Este
proceso fue resultado de eliminar todo rastro de orgullo y dignidad que ya
había sido pisoteado militarmente durante el ‘sicariato’ mitrista y,
posteriormente, fue acompañado por un plan de sustitución cultural diseñado
para enmascarar un vacío real en nuestra soberanía de pensamiento y en nuestras
decisiones políticas autónomas.
Al
respecto, como ya señaló el historiador Pablo YURMAN, no debemos confundir la ‘instrucción’ —de la cual se vanagloriaba
el Unitarismo triunfante con la apertura de colegios y universidades—, con la ‘educación’, que en realidad no existió.
Quienes intentaron proponer una educación genuina fueron rápidamente excluidos
de la sociedad, como le ocurrió a Ernesto Quesada. Mitre se lo hizo notar en
carne propia.
Si bien
esta generación ilustrada, conocida como la ‘del 80’, promovía la instrucción
en materias como matemáticas, física, química o biología, su gran defecto radicaba
en eludir toda formación cultural que resaltara nuestras virtudes nativas o
defendiera nuestra soberanía política y económica, atacada tanto por invasiones
físicas como culturales. Esta generación inculcaba una fobia hacia nuestras
raíces hispanas y hacia nuestra fe fundante, adoptando un culto iconoclasta que
rechazaba la tradición heredada y la autoridad de las figuras que la
representaban.
En
numerosas ocasiones, los encomios Unitarios hacia personajes nefastos y
traidores a la patria se colaban en libros o publicaciones con contenido
aparentemente apolítico, insertando subrepticiamente loas a estos personajes
sin que ello se notara a simple vista.
Del mismo
modo, se menospreciaba a ciertos héroes patriotas, perfilándolos de manera
distorsionada, alejándolos de la realidad histórica y presentándolos como
asesinos o retrógrados.
Esta
visión distorsionada se inculcaba en las mentes y pensamientos de los alumnos,
creando estereotipos que deformaban el verdadero legado histórico de los
personajes oficialmente denostados.
Ya
hemos probado estos asertos en otros trabajos a los que remitimos al lector que
desee profundizar:
(ver
“El
Alte. Guillermo Brown (Y La
Mistificación Unitaria De La Historia”) https://elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com/2020/08/el-alte-guillermo-brown-y-la.html
(ver “La Enseñanza Escolar Bajo La Tiranía Del
Unitarismo Liberal (1852-2021)”
(ver 'El Silencio-Arma
Cultural Preferida Del Unitarismo Liberal')
https://elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com/2022/07/el-silencio-arma-cultural-preferida-del.html
Hemos manifestado que el ataque a
nuestra soberanía por parte de Inglaterra y Francia se ejecutó mediante sus
agentes locales, como Sarmiento y Mitre, por dos vías principales: la primera,
de carácter militar, mediante el ‘sicariato’ que hemos venido denunciando; la
segunda, de índole cultural, cuya penetración se llevó a cabo a través de
diversas logias masónicas y sus miembros, quienes respondían a esos intereses
extranjeros.
Una de esas armas ‘culturales’,
además de contar con financiamiento inglés y francés, consistía en el complot
del silencio...
Varios ejemplos abundan e inundan
las páginas de nuestra historia sometida y acallada.
Una
muestra de ello nos da Carlos STEFFEN SOLER y son las palabras de Valentín
Alsina respecto al acto solemne de San Martin de legar su sable a Rosas. Dice
el ilustrado liberal; “es mejor no hablar
de esto…por supuesto que en el diario me he guardado de decir nada de esto”.
Quizá el
caso más paradigmático lo sufrió Adolfo Saldías tras la publicación de su obra
originalmente titulada Historia de Rozas, cuyo nombre fue cambiado por
sugerencia de Bernardo de Irigoyen a Historia de la Confederación Argentina.
Su
inocencia quedó acompañada por un muro de silencio por parte de quienes hasta
entonces lo habían elogiado como un historiador prometedor.
José
María Rosa describe los momentos aciagos vividos por Saldías al presentar su
obra: el unitarismo porteño, atónito y silencioso respecto a su trabajo y a su
persona, lo condenó al olvido. Fue castigo por atreverse a desafiar a los
falsificadores de la historia nacional, surgidos tras sus victorias militares
en Caseros, Pavón, la guerra contra el Paraguay y las masacres en el interior,
contra todo lo que oliera a federalismo y a soberanía.
Esa fue
nuestra tragedia: perdimos la soberanía sobre las Misiones Orientales, sobre
nuestros ríos interiores, sobre Magallanes, y sobre Tarija y Chuquisaca; la
Banda Oriental y el Paraguay quedaron desgajados, pulverizándose nuestro tronco
hispanoamericano para la gloria de Brasil, Inglaterra y Francia.
Por eso
los unitarios debieron seguir fomentando los “nobles odios” mitristas, a fin de
sostener un relato mistificador de la realidad. E
sa
conspiración del silencio y la tergiversación de nuestra historia patria —que
condenaba al ostracismo a quien osara desenmascarar las mentiras unitarias y
sus crímenes— no fue solo cultural: como señala Rosa, implicó también cárcel,
exilio y pérdida de cargos públicos y docentes.
Dijo ROSA
puntualizando y describiendo el silencio corporativo del ‘entablishment’
anglófilo y usurpador del poder: “Con todo, debía agradecer -Saldías- a
Mitre la oportunidad de que se hiciera algún alboroto en torno a la Historia de
Rosas. Porque después llegaría el silencio. Los diarios cobraron una repentina
afonía, los críticos enmudecieron, los escritores callaron; en los salones del
Club del Progreso encontraba pausas rumorosas, o sonrisas irónicas de quienes
se regocijaban íntimamente de su paso en falso. Los amigos más queridos se
volvieron taciturnos, los compañeros y cole-gas se tornaron lacónico; nadie
hablaba, nadie escribía, nadie comentaba el libro que él creyera iba a conmover
a la Argentina. No había ataques ni elogios: quietud, reposo, distancia
solamente.
"De
cuando en cuando le llegaba alguna anécdota como la comentada por el mismo
Saldías en febrero de 1898 en La Biblioteca de Groussac: Un profesor lo había
llamado "panegirista del tirano" en clase —¿Usted ha leído el libro
de Saldías?— ¿Yo? Yo no leo eso—.
"No,
no lo leían, no podían leerlo. Estaban instalados en la cómoda idea de la
historia oficial y no querían cambiar. Pues todo cambio significaba molestias,
meditar, abrir un juicio, comparar lecturas, quitar del pedestal algunos
próceres y poner otros. La ley del mínimo esfuerzo se cumple —y sobremanera— en
los esfuerzos intelectuales.
"Eran
argentinos, sinceramente argentinos, pero tenían su "idea" y todo lo
que chocara con ella los irritaba. No tanto por ir contra esa
"patria" formal recibida desde la niñez, sino porque le señalaba un
esfuerzo que no tenían deseos de tomarse. Mitre había hablado y se acabó
—magister dixit— la pretensión de rehabilitar tiranos.
Recurrió
a los "hermanos" de la logia; recibió acuses amable de recibo y la
promesa "de leerlo en la primera oportunidad". Insistió ante los
periódicos ligados a la fraternidad: "El libro del doctor Saldías
demuestra las condiciones estimables de su autor para la narración histórica,
que nos hacemos un deber en señalar afín cuando no compartamos su juicio sobre
la tiranía de Rosas" decía ´Nacional´. Frases de favor de alguien que no
leyó o no quiso leer, o no Pudo hablar.-“
Este
autor señala que la obra tuvo una repercusión notable y satisfactoria entre
Manuelita Rosas, la familia Terrero y algunos otros patriotas, así como en
Europa y el resto de América, lo cual supuso un bálsamo y un consuelo para el
silenciado Saldías.
Sin
embargo, la narración vuelve a lo recurrente: todos los caminos conducen a la
Masonería como causa y sostén —a lo largo de las décadas— del sometimiento de
nuestro país a los imperios extranjeros.
En este
punto discrepamos respetuosamente con las palabras del gran historiador José
María Rosa: no creemos que muchos de esos actores “fueran argentinos,
sinceramente argentinos”. Eso no los exime de su responsabilidad en la
decadencia nacional; fueron, de manera dolosa, cómplices y testaferros
económicos y culturales de los intereses inglés, francés y brasileño. Todos
ellos fueron conscientes, a lo largo de los años, de su participación en
crímenes primero militares y luego económicos y culturales, perpetrados contra su
propia patria.
*****
CAPÍTULO
24
XXIV.- EL UNITARISMO -
LA ‘CONCEPCIÓN LITERARIA DE LA HISTORIA’
Esa
colonización cultural de la que están tan orgullosos los Unitarios de ayer y
hoy nos lo da por ejemplo, Ricardo Rojas, henchido de orgullo, en su edición
del diario ‘La Nación’ del 27 de
Noviembre de 1938 ”…Inglaterra tomó a su
cargo la tutela de nuestra economía”.
El propio
Sarmiento renegado de su patria decía que “en
Montevideo se asociaron la Francia y la República Argentina europea para
derrocar al “monstruo del americanismo, hijo de la pampa”. Ese ‘monstruo’ era Facundo Quiroga.
En fin, y
como dice STEFFENS SOLER, “la cursilería
consiste en querer ser lo que no se es; el castigo de esta presunción idiota es
su permanente condición de tentativa frustrada: el medio pelo intelectual moral
o social, cuanto más se “esfuerza más se distingue”.
“La verdad se impone porque es y la mentira se
resfría porque no es. La mentira alevosa que se ha tramado acerca de la
historia argentina entra en el último periodo de su evolución pútrida. No hace
otra cosa que descomponerse. Cae, como cae una piedra lanzada con demasiada
fuerza. Mitre, Sarmiento, Alberdi, Echeverría, Varela, Mármol eran mentiras
lanzadas al espacio con una determinada impulsión que termina ya. La mentira los hizo próceres, la verdad los coloca en el triste
papel que les tocó en suerte desempeñar en la vida; fueron instrumentos
conscientes o inconscientes, sensibles al dinero o a la exaltación personal,
pero simples instrumentos de la extranjerizaci6n interesada que debía presidir
en lo espiritual, el paso de la patria a la factoría”.
Estos
intermediarios del poder anglo-francés acceden al poder mediante el asalto a
las instituciones y, desde allí, comienzan a construir una política histórica
que favorece sus intereses comerciales, creando una aureola de gloria en torno
a personajes pomposos que no son más que mitos en la historia política de la
nación.
Como ya
hemos señalado en otros trabajos, el Unitarismo constituye una “concepción
literaria de la historia”, tal como la definió con ironía pero con acierto el
inglés Halford J. Mackinder; esta corriente distorsiona la historia desde dos
ángulos claros: primero, atribuyendo virtudes a personajes que en realidad
carecieron de ellas; y segundo, asignando defectos y vicios inexistentes a
otros.
De este
modo, los gobiernos unitarios, al controlar la narrativa histórica, justifican
su propia existencia. Estos ideólogos, nacidos en nuestra tierra pero
mentalmente colonizados, desconocieron nuestra realidad, asumiendo que esta
debía ajustarse a sus ideas abstractas y no al revés. Y cuando los hechos no
encajaban en sus fórmulas teóricas, desvinculadas completamente de la realidad
nacional, no les importaba: persistían en sus altisonantes, pero vacías,
palabras, desentonando con nuestra identidad.
Acertaba
STEFFENS SOLER cuando decía que nuestros cipayos empavonados “eran advenedizos del tipo de los semicultos
que querían injertarse por la vía de los plagios indecorosos, en cualquier rama
de la cultura francesa”….y era notorio “las
entregas de dinero que Francia había desparramado entre esos ‘patriotas’ para
que alteraran la unidad argentina y rompieran la resistencia que el país oponía
“.
Pero en
algo se equivocaba el gran historiador: Estos mediocres lacayos tuvieron sus ‘’descendientes’
(sic) que han vivido haciendo honor a sus también masónicos padres culturales.
Y como
ejemplo de lo referido hemos encontrado un
libro que es un nuevo ejemplo ilustrativo de lo mencionado anteriormente:
Existe un
viejo libro de prosa exquisita que presenta viñetas de la ciudad de La
Plata: La Ciudad del Bosque (Viñetas Platenses), escrito por Rafael
Ernesto Arrieta en 1935.
Se trata
de un libro de excelente calidad literaria que ofrece una detallada pintura de
la ciudad y de sus habitantes, del Colegio Nacional, de los barrios, profesores
y maestros de la época, abarcando desde fines del siglo XIX —es decir, desde la
fundación de la capital bonaerense— hasta algunos años antes de la publicación
del libro.
En sus
páginas desfilan anécdotas, paisajes de una ciudad recién nacida, relatos sobre
los esfuerzos para su desarrollo y descripciones de la belleza de sus
construcciones monumentales.
El libro
pertenece a la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la
Universidad Nacional de La Plata, Biblioteca de Humanidades, Tomo XVI.
Sin
embargo, lo primero que llama la atención es el listado de personajes, entre
ellos, la mayoría docentes de dicha facultad que respaldan la obra con su
nombre. Todos avalados por los mayores masones de nuestra nación como Mitre y
Sarmiento.
Encontramos
–entre otros y por mencionar a algunos- a Alberto Palcos, Tomás D. Casares,
Ricardo Levene, Ricardo Caillet Bois, Enrique M. Barba, José María Monner Sans,
entre otros.
Representan
lo más rancio del Unitarismo masónico, que a través de su docencia sostuvieron
la ficción de nuestra historia patria, especialmente en lo que respecta a la
cultura nacional, la cual es soslayada en estas páginas (no confundir con la instrucción,
que es una cuestión técnica, científica y que es algo bien distinto, a lo que
significa ‘cultura’, como se explicó anteriormente).
Así, en
medio de los bosquejos literarios que describen la ciudad en sus albores, se
deslizan encomios a personajes que, sobre una tierra quemada y doliente por las
acciones de Mitre, Sarmiento y sus ‘sicarios’, edificaron un panteón de próceres
que ejercían una docencia sobre personas y hechos interpretados y valorados dogmáticamente.
Realizados sobre un país cuya voluntad soberana anulada los había dejados arrodillados,
y sumisos ante el poder extranjero dirigente, al cual admiraban embobados en
sus relatos.
La prédica insuflada de un heroísmo inexistente
produjo un embotamiento en las terminales del pensar criterioso de las
generaciones de educandos. Fue una persistente llovizna de ‘clichés’ repetidos
,una y otra vez, en las mentes y corazones de los mismos que lograron, de tal
modo, adormecer, abotargar sus criterios independientes en la búsqueda de
nuestras verdades históricas por el bombardeo continuo de falsedades al que
eran sometidos, lo que aun hoy persiste.
Así aparecen
las glorificaciones en varias de sus páginas a Joaquín V. González fundador de
la Universidad de La Plata, a Marcos Paz (pag.21); Jorge Susini y su admiración a Mitre (pag.37), diciendo
Arrieta que Susini era ‘un normalista
forjado en la fragua de Sarmiento’ (sic) (pag.38); el español Juan Mas y Pi
(pag.41).
El autor se deshace en floridos elogios de Agustín
Alvarez (pag.80/86); del Director del Museo Samuel Lafone Quevedo (Digamos al
pasar que este Lafone, tuvo como padre un triste traidor y contrabandista. En
Montevideo imperaba un gobierno liberal, unitario y en la oportunidad el tal
Lafone forma parte como director de una sociedad por acciones llamada ‘British River Plate Company”. Esta
compañía adquiere, en Montevideo con el aval de Ousseley y Deffaudis, todos los
derechos de aduana y al percepción de todos los impuestos y contribuciones).
El autor aprovecha una descripción detallada y
precisa de la ciudad de La Plata, de Tolosa, y otras localidades para, una vez
más, elogiar a Sarmiento (págs. 146-147).
Tampoco podía faltar —aunque de manera sutil y sin
nombrarlo directamente— la mención al llamado ‘Tirano’. En este caso, Arrieta
menciona a un profesor, el Dr. Juan Mariano Larsen, y tras elogios enfáticos,
señala que Larsen «fundó una escuela
durante la tiranía y no se alejó más de la docencia».
Cabe aclarar que, para la mentalidad imperante de la
época, la palabra ‘tiranía’ era
sinónimo indiscutible, irrebatible de ‘ Juan
Manuel Rosas’. Este uso era un «fallo
inapelable de la historia», como solían afirmar los ‘bienpensantes’. Cuestionar esta idea significaba la exclusión
inmediata, no solo del cuerpo docente, sino de la sociedad en su conjunto.
Quienes osaban hacerlo eran silenciados socialmente mediante un terrorismo
psicológico, moral e intelectual, ejercido por censores que habrían hecho
palidecer a la sociedad actual.
La supuesta ‘tiranía’ (sic) ejercita por Rosas en su
gobierno no es más que otra falacia Unitaria que se ha repetido como una
letanía hasta el hartazgo y a las pruebas me remito:
Cuando en Octubre de 1840 Lavalle huía hacia
Bolivia, Oribe consulta a Rosas a fin de proseguir hasta Tarija a fin de
reincorporarla a la Confederación. Nada costaba conseguirlo dado que Tarija
estaba abierta y disponible y Oribe tenía un ejército poderosísimo.
Pero, el ‘tirano’ Rosas le escribe el 12 de Enero de 1842 y le dice: " que mientras yo estuviese en el gobierno conceptuaría
indigno hacer la guerra a Bolivia para reincorporar Tarija, y mucho menos en
esas circunstancias en que ese país era presa de la anarquía: que pensaba que
esa reincorporaci6n era y debía ser el resultado de negociaciones honorables
cual cumplía a las repúblicas americanas entre si"
Rosas demuestra en los hechos, no solo en las
palabras, una actitud legalista y respetuosa por los hermanos bolivianos que
contrasta con el remanido latiguillo Unitario de que Rosas era un ‘tirano’: ‘Facta non Verba’.
Irrebatible la realidad sobre el comportamiento de
Rosas a lo largo de todo su gobierno con respecto a los países hermanos, y aún
con algunos Unitarios a los que trató con respeto como el Gral. Paz, que
devolvió su gesto leal, con mala moneda no cumpliendo con su palabra, y
combatiéndolo traicioneramente así como con Chilavert y Pedro Díaz, -Unitarios
ambos- a los que aceptó que se incorporaran a ejército Federal ante el ataque
de Francia, Inglaterra y luego Brasil..
Sin olvidar que en su momento Rosas invitó a formar
parte de su gobierno a Alberdi y en las postrimerías de su gobierno, al propio
Sarmiento, como hemos demostrado documentalmente en otro trabajo (“El Día Que Rosas Invitó A Alberdi Y A
Sarmiento A Formar Parte De Su Gobierno”
https://elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com/2024/12/el-dia-que-rosas-invito-alberdi-y.html)
Sobre todo esto, por supuesto, el unitarismo ha
hecho ‘silencio’, arma predilecta del mismo cuando la realidad de los hechos
los golpea en la cara.
Hemos hablado en otros trabajos –mencionados arriba
y a los cuales remitimos para quien desee profundizar sobre el tema- sobre la
imposición Unitaria del ‘Silencio’ como uno de los brazos de la mistificación
de nuestra historia y sobre la realidad vergonzante de nuestra soberanía, a lo
largo de décadas.
Pero debemos agregar el magnífico
estudio sobre el tema desarrollado por nuestro historiador Ricardo FONT
EZCURRA, el cual desgrana una serie de elementos que nos da una visión exacta
de la educación que se impartía en escuelas, diarios, revistas, etc a través de
los vencedores de Caseros, Pavón, Paysandú, Paraguay–y todavía en 1939 cuando
se escribió su trabajo- y que se ven reiterados hasta nuestros días por las
grandes empresas periodísticas que siguen la mistificación de la historia como
desde 1853.
“La victoria confiere a
los vencedores, entre otros privilegios, el de escribir la historia de los
vencidos. Por eso, de todo cambio político de los pueblos, no solo del régimen,
sino también de la simple sustitución de gobernantes, se deriva una resultante injusta, pero
lógica: el “reajuste” de la historia.
Es decir, su adaptación
a la ideología o tendencia imperante y a las nuevas necesidades políticas,
tendiente a crear o formar, con prescindencia absoluta de la“La historia,
reducida a simple género literario, se convierte en instrumento político -en
medio subalterno de venganzas y persecuciones-, y los que ayer no más fueron
personajes legítimos o titulares de grandes hazañas pasan aser, cuando no
omitidos, figuras detractadas por sus servicios en posesión del gobierno.
“Nadie discute ya, que
la Triple Alianza del 51, Brasil–Uruguay–Entre Ríos-, que derrotó en Caseros a la
Confederación
Argentina, fue la causa de nuestra desmembración territorial definitiva, de la
pérdida de su magnífico dominio fluvial y del menoscabo de nuestra soberanía
sobre la isla de Martín García.
“Por eso nuestro
panorama histórico ha sido exhibido por los “vencedores”
de Caseros a sueldo del Brasil, en consonancia con esa necesidad de
ocultación y como justificación de su permanente alianza con el extranjero
en contra de los intereses nacionales. Nada frenó desde entonces su denuedo
contra quienes ya no estaban en situación de defenderse.
“Y, al mismo tiempo que
disfrazaban su propia actuación con un ropaje piadoso para pasar dignamente, a
pesar de todo, a la posteridad, sus adversarios y los hechos en que estos
actuaron fueron presentados con una espectacular desfiguración.
“Las ‘mentiras de
bronce’ y de cronología así confeccionadas fueron distinguidas con el
presuntuoso nombre de “intocables” —previsor nombre que los defiende de
indiscretos análisis; El juicio histórico dictado por los protagonistas es el
fallo ‘inapelable de la historia cuya extravagante inefabilidad niega
implícitamente el derecho de revisión y la nomenclatura y la estatuaria
tuvieron su condigna y pintoresca
sustitución.
Y así, bajo el signo de
la impostura, como hemos dicho arriba, floreció en nuestro país eso que se
designa con el sugestivo nombre de HISTORIA OFICIAL.[…]
“¿No será posible
restituir al general Juan Facundo Quiroga su auténtica
personalidad, de la que fue despojado por los conocidos “inexactitudes y
designios” de Sarmiento y a la que se ha adherido luego sin mayor examen
la interminable carrera de plumíferos venales y plagiarios?
“En el caso del general
Juan Lavalle, el “reajuste” adquiere caracteres
morbosos. Es sabido que, amotinando en 1828 contra las autoridades con la
muerte, fusiló por su orden al coronel Manuel Dorrego, Gobernador de la
Provincia de Buenos Aires. Verdugo auténtico en la vida real, se le exhibe como
‘mártir’ según se lee en el pedestal de su estatua erigida, con el refinado
ensañamiento, en el solar de la familia del que hiciera asesinar.
“La Plaza Lavalle
construida en terrenos de la familia de Dorrego, la estatua
de Sarmiento erigida en el sitio que ocupaba la casa de Rosas y la denominación
“3 de Febrero” a la finca que fue confiscada a éste, constituyen una prueba de
la persistente memoria sobre las víctimas. La casa de Dorrego, hoy constituyen
una pruebas evidente de que en todos
esos homenajes ha tenido una buena participación el odio de los homenajeantes,
que, sin estar exentos de ninguna culpa, han arrojado montañas de piedras,
dividiendo profundamente a la familia argentina.
“Pero tenía que ser “el
hombre de una honradez segura”, “el genio pragmático”, “el de la obsesión
civilizadora; tenía que ser Sarmiento el que sobrepasara todos los límites
imaginables del embuste en su libro “Campaña
Ejército Grande”, dice: “Esta fue la
batalla de Caseros para los de la casa. La batalla para el público puede leerse
en el boletín Nor.26,novela muy interesante que tuvimos el honor de componer
entre Mitre y yo, con algunos detalles que con el tiempo vendrán”
“Y está al alcance de
cualquiera el comprobar que la batalla de Caseros, que
se describe en los textos escolares oficiales, no es otra cosa que esa novela,
que, por otra parte, nada tiene de interesante.”
Es
contundente y se deriva de todo lo confesado en los anales, en las memorias de
los ‘desmemoriados a designio’ lo que
los vencedores han querido dejar es presentar a los vencedores como
triunfadores de la libertad y del progreso, y omitir las consecuencias nefastas
que esos triunfos trajeron para el país.
El
citado autor, se pregunta y nos pregunta “¿Cómo ha podido lograrse esa
magnífica mistificación? ¿Cuáles han sido los elementos y de qué medios se han
valido sus autores para imponer en el país esa historia dictada por la pasión y
el interés?
Y
se responde: “Ante todo, el uso abusivo
de la “palanca” oficial, cuyo natural punto de apoyo, el “presupuesto”, ahoga
muchas resistencias. Va de suyo que todo esto hubiera sido imposible sin el
amplio concurso prestado por la oligarquía extranjerizante que nos ha
gobernado. Decía Alberdi: “¿Qué discusión, por otra parte, puede haber con un
historiador que tiene en un mismo tintero la pluma del historiador y la pluma
que hace decretos? En el calor del debate, ¿no es de temer que una equivocación
de pluma le haga responder a una objeción con un decreto de proscripción o de
destitución?”.[…]
“Otro elemento poderoso
puesto incondicionalmente por los gobiernos al servicio del reajuste, ha sido
la instrucción pública. Las nociones elementales adquiridas en la escuela
tienen una importancia fundamental: son las que perduran y forman la conciencia
futura de difícil rectificación. Y sea por rutina, que es una forma de la
indolencia, o porque la mentira es mucho más fácil y menos riesgosa que la
verdad, lo cierto es que la gente, en general, es poco propensa a salir del
error en que, de buena o mala fe, ha sido educada, máxime si ello le exige el
menor esfuerzo intelectual.
“Y esta importancia no
la ignoran los usufructuarios de la historia oficial. Por eso obligan a los
profesores y maestros, bajo la constante amenaza del apercibimiento o la
cesantía, a inculcar la impostura oficializada. Y cuando en ellos o en los
alumnos, como ocurre hoy día, se diseña un olvido, tímida rebeldía o conato de
apreciación independiente, es despiadadamente castigado, no porque el hecho en
sí lo merezca, sino como brutal escarmiento que sirva de precedente
aleccionador. Esto demuestra la supervivencia y recrudecimiento de la barbarie encarnada
en la instrucción pública.[…]
“Disponen, -dice el
autor- además, del poder que significa el derecho de gobernar,
y de importantes empresas comerciales de difusión que ejercen decidido
valimiento en beneficio de determinadas tendencias y personajes vinculados a
sus negocios.
“Estas callan y ocultan
hechos transcendentales y excluyen a eminentes personalidades, realizando
metódicamente la "conjuración del silencio" alrededor de todo lo que
no coopere o desvirtúe su interesada finalidad; y lo que es más dañoso,
amenazan de "excomunión" a todo el que no se someta y transija con
sus inicuas exigencias.
“Por todo lo cual
nuestros recelosos historiadores y biógrafos, aspirantes a los sillones
académicos y premios oficiales, con que, a manera de treinta dineros, se
retribuye en nuestro país la traición a la verdad histórica, se guardan muy
bien de decirla; y en su permanente lagoteo, adaptan sus "historias"
y "biografías" a la política del momento, en lugar de extraer para la política, útiles enseñanzas de la
historia. Con lo que ésta ha perdido su principal razón de existir…”.
Al
leerse estos párrafos del ilustre escritor e historiador, publicado en el año
1939 y reproducido en el año 1995, confirmados, con pesar, que si bien algo
puede haberse modificado, hoy día, gracias a ciertas y autónomas redes
sociales, las grandes empresas periodísticas siguen la mistificación de la
historia como desde 1853 y derraman su bilis en Academias, Colegios, Escuelas y
en el inconsciente colectivo de la población.
El
liberalismo anglosajón requiere para su dominio sobre nuestro país, cipayos
supuestamente ‘intelectuales y serios’ que sostienen con sus discursos lo
iniciado por Sarmiento, Mitre, Vicente Fidel López, entre otros: la falsedad de
una historia creada, inventada por los primeros y que los actuales ahondan y
sostienen con sus dichos alejados de toda realidad, la subordinación política,
económica y social que padecemos hasta el día de hoy.
Arturo
PELLET LASTRA los identifica claramente: todo comenzó con “la tergiversación de la historia, que provocaron muchos caballeros
"liberales" al contarnos mal y falsamente los hechos de que habían
sido contemporáneos o habían sido contemporáneos sus padres, transmitiendo de
boca a oreja -sin documentación que los avalara- sus sectarias y aviesas
historias.
“Este estilo de
historiar "lo que conviene" y es "políticamente correcto"
caracterizó a generaciones de sectarios y popes de la historia transmitida por
vía oral.
“La engendraron
"próceres" como Vicente Fidel López al contar su versión recibida de
la boca de su padre, que transmitía con su "fervor patricio" y sus
prejuicios los hechos que había presenciado corno testigo interesado o
protagonista jugado.
“La misma tesitura se
sabe que caracterizó a Mitre, Sarmiento y Alberdi, como fundadores de la
versión histórica de la Argentina del siglo XIX, en la cual ellos eran los
"buenos" y los caudillos federales, los "facinerosos" que
había que volver a enterrar, metafórica y literariamente, cuantas veces fuese
necesario para que la Argentina tuviese una historia a la medida de sus ideales
burgueses, "liberales" y -sin duda a lo menos para mí- antinacionales”.
“En esta tarea más que
centenaria de mistificación de la historia, se destacaron aquellos
"próceres" fundadores de la historia liberal y antirrosista y sin
duda sus continuadores a lo largo del siglo XX y en estos comienzos del XXI..
“Siempre militaron con
entusiasmo en la tarea desintegradora de mantener las antinomias de
"buenos" y "malos", […] historiadores de carrera tales corno
Ricardo Levene, José Luis Romero, Félix Luna, Natalio Botana, Tulio Halperín
Donghi y otros, para quienes la Academia Nacional de la Historia siempre tuvo
sus puertas abiertas de par en par, que por contraste se le cerraron a
revisionistas como José María Rosa, Fermín Chávez y a todos quienes optamos por
contar la historia documentada y no sectaria”.
Entre
esos ‘otros’ podemos mencionar a Beatriz Sarlo, Juan José Sebreli, Horacio
González; y más acá en el tiempo, a la nueva camada de escribas del régimen
como Felipe Pigna, Federico Pestanha, Luis Launay, Rodolfo E. Szelest., Camila
Perochena, Natasha Niebieskikwiat, entre otros
.Eduardo
CORVALÁN POSSE traza un cuadro perfecto sobre la conspiración del silencio
seguida al derrocamiento de Rosas “...se excluye sistemáticamente el nombre de
Rosas de las calles y paseos públicos mientras se le concede ese honor a una
porción de personajes anodinos, cuando no traidores o enemigos de la patria.
No sólo se excluye el nombre de Rosas, sino que se procura excluir el de
todo personaje ‘rosista’ o hecho de armas favorable a Rosas. Para citar un
ejemplo, ninguna calle de Buenos Aires lleva el nombre de ‘Costa Brava’,
combate en que se cubrió de gloría la armada argentina, derrotando a la
oriental, que mandaba José Garibaldi.
Sin embargo, este aventurero, saqueador e incendiario, tiene hoy varias
calles y monumentos y — parece increíble — lleva su nombre un guardacostas de
esa armada nacional contra la cual luchó pérfida y deslealmente. A ese extremo
ha llegado la pasión ‘antirrosista’". .
La educación mencionada por EZCURRA MEDRANO en
colegios y escuelas no se limitaba a ese tipo de establecimientos. Su
influencia llegó incluso a minar el conocimiento de nuestra historia en
organismos militares, y aún hoy persiste, especialmente en la Provincia de
Entre Ríos, la tendencia a rendir homenaje al traidor entre los traidores de su
patria: Justo José de Urquiza.
Como ejemplo, puede mencionarse un acto de homenaje
al que fuera llamado ´Pronunciamiento´, preparado días antes del 1.º de
mayo de 1951 por el entonces Gobernador de Entre Ríos, General Ramón Albariño.
(¿Qué diría López Jordán, si estuviera vivo, ante un homenaje tan humillante
para la patria?)
Ante esta situación, el entonces Presidente del
Instituto de Investigaciones Históricas “Juan Manuel de Rosas”, el eminente
historiador José María ROSA, no pudo permanecer en silencio ante lo que
percibía como una aberración — quizá algo a lo que ya estaba acostumbrado-,
tratándose de un jefe de gobierno provincial y, además, de un militar de alto
rango. Por ello respondió con una carta pública, reproducida posteriormente en
la Revista del Instituto N° 15-16, de septiembre de 1951.
En la carta decía ante la actitud oficialmente
asumida en la provincia de Entre Ríos con motivo del próximo centenario del
Pronunciamiento de Urquiza...
"Señor Gobernador:
Nos dirigimos a V. E. con motivo de los actos que prestigia en homenaje al
Pronunciamiento del 1º de mayo de 1951.
“Creemos que el señor
Gobernador está mal informado sobre el acontecimiento histórico que se propone
recordar; y ha sido sorprendido en su buena fe de argentino y de militar. No
vea en nuestras palabras señor Gobernador, otro propósito que el de contribuir
a su mejor gestión de gobernante. No formulamos crítica alguna, porque bien
sabemos que en el error en que ha incurrido V. E., incurren muchos argentinos
con la mayor buena fe.
“Precisamente la razón
de ser nuestro instituto es la de enseñar la verdadera historia argentina a
esos argentinos de buena fe.
"El llamado Pronunciamiento
del 1º de mayo de 1851 no fue simplemente un "levantamiento contra la
tiranía" como lo dice V. E. es algo grave, gravísimo: es —lea V. E. el
texto del documento— la separación de una provincia argentina del Pacto de
Confederación, a los efectos de asumir el manejo de "sus relaciones
exteriores y negocios generales de paz y guerra" para encontrarse en
aptitud de entenderse directamente con los demás gobiernos del mundo".
"Suponemos no sabe
el señor Gobernador que en mayo de 1851 la Confederación Argentina se
encontraba abocada a un conflicto gravísimo con el Imperio del Brasil. Habían
quedado rotas las relaciones el 30 de setiembre de 1850, y ambos estados se
aprestaban para la guerra inminente: el Brasil con un ejército de 20.000
hombres colocados en la frontera de Río Grande al mando de su mejor hombre de
armas, el Conde de Caxias.
“Y la Argentina con otro
ejército equivalente comandado también por su mejor jefe militar el hetzlio que
el señor Gobernador se propone recordar: un general argentino al frente de su
ejército preparado especialmente para esa guerra, separa la provincia que
gobernaba de la Confederación Argentina, y concluye un tratado de alianza, el
29 de marzo de 1951. con el Imperio enemigo.
“Suponemos que el señor
Gobernador ignora esto. Como debe ignorar que la guerra entre Brasil y la
Argentina quedó formalmente declarada el 18 de agosto de 1951, apenas las
tropas brasileñas Irrumpieron la República Oriental. Y que la batalla de
Caseros el 3 de febrero fue librada existiendo un estado de guerra entre ambas
naciones.
"Suponemos que debe
ignorar que en el ejército llamado ‘Grande’ que luchó en Caseros combatían
4.000 hombres de línea brasileños mando del Brigadier Márquez de Souza,
vizconde de Porto Alegre.
"Suponemos debe
ignorar que toda la campaña culminada en Caseros fué financiada por el Brasil
(art. 69 del tratado del 21 de noviembre 1851), como tambien el mismo imperio
proveyó las armas y municiones (art. 30). Pida el señor Gobernador el Registro
Oficial de la República Argentina, que debe existir en la biblioteca de la Casa
de Gobierno, y el tomo II pág. 475 encontrará ese tratado.
"Como también que
en el momento de librarse la batalla de Caseros el grueso del ejército
brasileño al mando del Conde de Caxias se encontraba en Colonia. y la escuadra
imperial del Almirante Grenfell se disponía transportarlo a Buenos Aires para
tornar al ejército argentino entre fuegos, según el plan de operaciones
militares dispuesto por el gabinete imperial (lea ‘Ladislao dos Sardo Títara, "A
Campanha do Grande Essercito Aliado na Guerra do 51.52” entre otros libros).
"Como no debe saber
que producida la batalla de 'Caseros las tropas brasileñas desfilaron por
Buenos Aires con sus banderas desplegadas eligiendo para hacerlo el 20 de
febrero de 1852, que precisamente era el aniversario de Ituzaingó.
"Como no debe saber
que, como resultado de esta guerra internacional se firmó el tratado del 12 de
octubre de 1852 por el cual la Argentina renunciaba a las Misiones Orientales
que de derecho le correspondían, como renunció también a la soberanía argentina
de los ríos, debió reconocer la independencia de Paraguay, y cesó de ser un
peligro para unidad brasileña y un obstáculo para su expansión, perdió la
esperanza de lograr la unidad del Plata, y dejó de ser la nación rectora de
América del sur.
"Como no debe saber
que el Pronunciamiento del 1º de mayo de 1851 entre fue una condición que
Brasil le impuso a Urquiza, como la sabría si lee la correspondencia entre el
Ministro de Relaciones Exteriores del Brasil Paulino Soares de Souza, y el
Encargarlo de Negocios de Brasil en Montevideo (gestor de la alianza con
Urquiza) Duarte de Ponte Ribeiro: " El gobierno Imperial está pronto para
entenderse con los generales Urquiza y Garzón para realizar este plan —escribe
Souza a Pontes el 11 de marzo de 1851 (cincuenta días antes del
Pronunciamiento)—. Pero es preciso ante todo que Urquiza se declare y rompa con
Rosas de una manera clara, positiva y pública, y que se comprometa a concurrir
para expulsar a Oribe y a las tropas argentinas del Estado Oriental... Es
preciso mucha brevedad y decisión en todo eso".
Y
después del Pronunciamiento el mismo canciller brasileño le escribía a su
ministro a propósito de la modificación del tratado del 29 de mayo:.
"Conviene mucho
eliminar los artículos 2º y 3º en lo que Urquiza y el gobierno de Montevideo no
pueden de convenir. No parezca que Urquiza obró por instigación nuestra y que
su declaración fue una condición que le impusimos. Aunque sea así que no
aparezca en el convenio... hecho el edificio se tiran los andamios" (Carta
del 17 de junio de 1851). Esta correspondencia ha sido ampliamente publicada, y
el señor Gobernador podría encontrar ambas cartas en las páginas 318 y 333 del
libro “A vida do Vizconde do Uruguai” de
José A.,. A. Soares de Souza (Río de Janeiro, 1945).
“Como no debe saber
tampoco el señor Gobernador que Urquiza fue el primer arrepentido de su acto.
Pida en la biblioteca de la Casa de Gobierno la ‘Historia de los Gobernadores’,
de Zinny, y en el tomo II!. Pag.326 encontrará la siguiente carta: "Toda
la vida me atormentaré constantemente el recuerdo del inaudito crimen que cometí al cooperar en
modo que lo hice a la caída del General Rosas. Temo siempre; ser medido con la
misma vara y muerto con el mismo cuchillo, por los mismos que por mis esfuerzos
y gravísimos errores he colocado en el poder".
“No. El señor Gobernador
de Entre Ríos no debe conocer nada de eso. De allí que quiera recordar a
Urquiza precisamente por un acto que debe permanecer en un piadoso olvido por
respeto a su memoria.
“Hubiéramos querido, en
homenaje a Urquiza silenciar lo que pasó el 1º de mayo de 1851. Pero el señor
Gobernador mal informado sobre historia argentina no ha querido silenciarlo.
"El señor
Gobernador de Entre Ríos está en el deber de recordar la memoria de Urquiza.
Pero hágalo por sus buenas acciones que son muchas, y no precisamente por actos
de los cuales el mismo Urquiza se arrepiente, y califica, ya en el ocaso de su
vida, de "inaudito crimen-.
“Adhiérase, por ejemplo,
al homenaje que el ‘Instituto Juan Manuel de Rosas’ prepara para el 4 de
febrero, aniversario de la batalla de ‘Laguna Limpia’ librada en 1846, donde el
General Urquiza, como militar de la confederación y cumpliendo instrucciones
del General Rosas, derrota al ejército unitario que se habla apoderado de la
provincia de Corrientes con la cooperación de las escuadras de Francia y de
Inglaterra, en conflicto con la Confederación desde el 2 de agosto del año
anterior.
"Ese es un hecho de
la vida de Urquiza que merece recordarse. Allí defendió a la Argentina y venció
a los aliados de las potencias extranjeras enemigas. Allí defendió la misma
bandera azul y blanca que acababa de cubrirse de gloria dos meses atrás en la
Vuelta de Obligado.
"Por eso esperamos
que el señor gobernador de Entre Ríos, como argentino, como entrerriano, como
militar y, como urquicista y como mandatario elegido por un partido popular que
ha hecho bandera de la integridad nacional, nos envíe su adhesión entusiasta a
nuestro homenaje.
“Y que en posesión de la
verdad histórica sobre el Pronunciamiento del 1º de mayo de 1851, deje el
homenaje de ese episodio para quienes mantienen deliberadamente el fraude
histórico, con la pretensión de justificar su extranjerismo y su repudio a los
grandes movimientos populares. "Lo saluda atentamente,
José María Rosa, presidente."
La
gravedad del recordatorio del Gobernador
de Entre Ríos, General Ramón Albariño conmemorando a Urquiza es más grave aún
que si lo hubiera hecho un civil. Es que cuando quien conmemora a un
traidor y falso prócer es un militar
como Albariños no puede ignorar que está rindiendo honor a quien, según reglas
que son universalmente aceptadas, debe merecer el fusilamiento por la espalda
por traición a la patria, en tiempos de guerra.
Breves y categóricos argumentos, lapidarios, de tal
intensidad que el gobernador entrerriano no ofreció respuesta alguna.
*****
CAPÍTULO
25
XXV.- LA
ESTRUCTURACIÓN JURÍDICA DE LA SUBORDINACIÓN
Tras los triunfos militares del unitarismo redivivo,
era imprescindible sostener su poder. La entrega de la soberanía económica,
junto con una fuerte descaracterización cultural —perdón por el neologismo—,
abrió paso a la necesidad de estructurar jurídicamente esa subordinación. Y la
subordinación estructurada jurídicamente, alimenta la subordinación
cultural y ésta, a aquella. Se
retroalimentan.
Por ello la Constitución de 1853 con sus reformas
posteriores dieron el anclaje definitivo a nuestra subordinación como nación al
Brasil y a Inglaterra: la internacionalización de los ríos interiores, promesa
de ese sumo traidor vanagloriado por el liberalismo, Urquiza, al Brasil pagando
con ello los cuantiosos prestamos que el Imperio, vía el Barón de Mauá
-delegación en Sudamérica de la Banca Rothschild- otorgó generosamente al
insaciable gobernador entrerriano.
Recordemos que Urquiza acordó con el Barón la
instalación en Rosario de un banco brasileño- un acto más de penetración de los
Braganza- el llamado ‘Banco Mauá’, otorgándole al mismo la exclusividad para
emitir billetes y acuñar monedas.
La Constitución de 1853, copia fiel de modelos
foráneos —países con otras tierras, otras culturas y otras necesidades, como
Estados Unidos—, profundizó la distancia entre el país real y el país legal.
Esa brecha sigue generando perturbaciones en el desarrollo de nuestra nación
soberana.
Se crearon construcciones jurídicas ad hoc,
impulsadas, entre otros, por Alberdi y otros ideólogos hispanófobos y masones,
que implantaron sobre nuestra idiosincrasia hispánica una estructura desconectada
de la realidad, basada en abstracciones de laboratorio, disociándose de
cualquier empirismo organizador.
El unitarismo, el liberalismo —o, como se suele
decir, el neoliberalismo, que no es más que lo mismo con otro nombre—, así como
el socialismo en todas sus formas, suelen utilizar vituperios y palabras
rimbombantes sin contenido verificable.
Su verdadera esencia, recordémoslo, es un culto a
las formas sin sustancia, especialmente cuando se enfrentan a verdades
incontrastables.
Pero cuando esas verdades son de profundo alcance y están demostradas con
claridad, de modo que estos conglomerados de cipayos no pueden contradecirlas
con datos o documentos, optan por lo que mejor saben hacer en esas
circunstancias: guardar silencio. Ese ´silencio típico, que no dice nada porque
nada puede decir para sostener sus falacias.
Y esto ocurrió ante la nota o carta de José María
Rosa: un silencio profundo como respuesta.
Es un hilo conductor que se remonta a las matanzas
llevadas a cabo por los sicarios de Mitre y Sarmiento, cuyas acciones abonaron
la tierra de cadáveres nativos sobre la que, luego -y también paralelamente- se
fue diseñando una novelada historia ad usum de su ideología.
Una historia que termina forjando una cultura y un
pensamiento falsos, con valores artificiales sobre una realidad inexistente que,
incluso en nuestro pasado más reciente, facilita que gobernadores y militares
de alto rango —como el tal General Ramón Albariño— rindan homenajes a una de
las páginas más oscuras de nuestra mistificada
historia, a la que hemos venido llamando el “sicariato” institucional o
cultural, correlato del “sicariato” militar.
*****
CAPÍTULO
26
XXVI.- LA RAÍZ MASÓNICA DEL CONTUBERNIO
“ANGLO-MITRO-SARMIENTISTA”
El tema de la Masonería involucradas en las luchas
en nuestro territorio es algo histórico y que está atado al ‘Sicariato’ que
venimos tratando.
Digamos que ya en la época de Dorrego, la Masonería
se movilizó y decidió no esperar más. Masones de entonces —como Salvador María
del Carril, Juan Cruz Varela, Florencio Varela, Julián Agüero, Ángel Gallardo,
Díaz Vélez, Valentín Alsina, Martín Rodríguez (cuyo odio por Dorrego era
ampliamente conocido), Álvarez Thomas, Niceto Vega, Juan Andrés Gelly,
Pedernera, Félix Alzaga y muchos otros—, miembros del Gran Oriente,
integraron un grupo llamado “Club de San Roque” cuyo objetivo fue eliminar
físicamente al gobernador Manuel Dorrego. En una reunión celebrada en Buenos
Aires el 30 de noviembre de 1828 se resolvió que Lavalle sería el ejecutor de
ese magnicidio.
Esas logias masónicas actuaron en coordinación con
logias inglesas, que formaban parte de la conspiración, dado que Dorrego
atacaba intereses británicos. Tomás Guido dejó constancia de ello en sus
declaraciones públicas.
Rosas
también fue propuesto como posible ejecutor, pero Lavalle se opuso
terminantemente a su participación.
El
atentado se consumó tal como se había previsto: el 1 de diciembre de 1828
Manuel Dorrego, gobernador de la provincia de Buenos Aires, fue fusilado.
Los ‘Sicarios’ Unitarios –de la Banda Oriental en su
mayoría- pertenecían a la masonería, así como los garibaldinos y demás
mercenarios europeos.
Es cierto que no solo los Unitarios pertenecían a
las Logias masónicas; algunos de los Federales también.
¿Dónde radica la diferencia, en cuanto los efectos
políticos?
Siguiendo al historiador Marcos CHINDEMI en un
análisis y crítica que hace de un libro del masón Emilio J. Corbière, nos dice que en la época
del gobierno de Juan Manuel de Rosas, estos Federales “nunca se manifestaron como masones puesto que sabían bien que Rosas no
permitía el accionar de ninguna secta..”.
Es cierto, y la actividad en su gobierno por parte
de masones de bajo perfil, lo confirman: Manuel J. García es un buen ejemplo.
Rosas conocía las afiliaciones masónicas pero con su sola presencia infundía
precaución en sus funcionarios logistas que no develaban su condición y se
avenían a las órdenes del Restaurador de las Leyes.
Luego de la caída de Rosas, estos Federales se sacan
la ‘máscara’ y a partir de allí comparten
pensamiento y acciones con sus ‘hermanos’ Unitarios de las Logias, de allí que
no debe llamar la atención que muchos de ellos, fervientes ‘rosistas’ en su
momento, desde el mismo momento de la caída de Rosas haya aparecido como
víctimas de éste, sin inmutarse un ápice.
Esta caída del gobierno soberano Federal como cita
Chindemi citando a Jorge Sulé que a su vez cita al historiador canadiense H.A.
Ferns el cual ha dicho que la Argentina hubiese podido seguir el camino de los
Estados Unidos ”si, tras la caída de
rosas, no hubiese existido una presión extranjera ´-es decir, Inglesa- en favor
de los terratenientes”. Quien dice ingleses, dice Logias masónicas.
Logias que partiendo de su anticristianismo por su odio a la Iglesia, hizo que ésta las
declarara enemigas de la FE, puesto que “principios
siempre han sido considerados irreconciliables
con la doctrina de la Iglesia, en consecuencia la afiliación a las
mismas sigue prohibida por la Iglesia”. Esto dicho, actualmente, en el año
1983 por la Sagrada Congregación para la
Doctrina de la Fe.
Hacemos
estos comentarios iniciales por las siguientes razones:
Debernos mencionar por encima de las victorias militares —ejecutadas por Brasil con
Urquiza como aliado, por los orientales “colorados” y por los unitarios de ambas
márgenes del Plata contra la Confederación Argentina— estaba Inglaterra, que
actuó como titiritero; desde ultramar movía los hilos de forma solapada.
Ahora
bien, quienes realmente decidían las políticas económicas y políticas de
Inglaterra era la Masonería que actuaba desde la isla y que, como era habitual
dirigían nuestro gobierno..
Para
operar sus intereses en nuestro continente, contaban con una “pata”
sudamericana: el Brasil, aliado también por la vía masónica de Portugal.
La Banca
inglesa, representada en gran parte por la familia Rothschild, canalizó parte
de sus intereses en Brasil a través del banco de Irineu Evangelista de Sousa,
vizconde de Mauá (la Casa Mauá), que operaba como su sucursal regional. Mauá
financió numerosas operaciones que afectaron directamente a la región:
apoyó a
Urquiza en su levantamiento contra el gobierno nacional
financió
la intervención brasileña en Paysandú;, actuando también en forma directa.
aportó
fondos a las campañas militares del Brasil, de la Argentina y de los orientales
“colorados” contra el Paraguay.
Tras el
levantamiento del bloqueo anglo‑francés en el Río de la Plata, fue el Banco
Mauá quien financió las actividades de la Comisión Argentina en Montevideo y
facilitó el tiempo necesario para la llegada de Urquiza en auxilio. Más
adelante financió la campaña de Urquiza contra Rosas.
Dado que
detrás de Mauá estaban los recursos prácticamente inagotables de Rothschild,
resultó muy difícil desarmar y derrotar militarmente a los grupos que recibían
ese apoyo. La Confederación Argentina y el Paraguay sufrieron las consecuencias
de ese respaldo financiero.
En
Uruguay, donde inició inversiones desde 1850, Mauá fundó en 1857 el Banco de
Emisión y de Descuentos de Montevideo. En 1858 estableció en la Argentina la
primera sucursal de un banco extranjero, la Casa Mauá en Rosario (provincia de
Santa Fe). A partir de 1864, ese banco administró —como forma de garantía por
un adelanto— la recaudación de impuestos de la provincia de Santa Fe; también
otorgó préstamos importantes al gobierno nacional.
Con la
crisis financiera de 1864 la Casa Mauá entró en colapso y se declaró en
quiebra. Respaldado por el gobierno imperial, poco después creó un nuevo banco,
Mauá y Cía., que continuó financiando al gobierno de la provincia de Entre Ríos
y, de modo personal, al general Urquiza. Incluso adelantó al gobierno imperial
los fondos necesarios para comprarle a Urquiza gran parte de los caballos de
Entre Ríos, que éste adquirió de manera masiva.
Por ese
motivo, los opositores a la guerra quedaron desarmados y a pié, y la mejor
caballería argentina —la entrerriana— fue empleada en la campaña del Paraguay
como tropas de infantería.
Increíblemente,
y como si fuera un contrasentido histórico, varias ciudades recuerdan a esos
protagonistas: en Montevideo hay una calle que lleva su nombre; en Rosario
existe un pasaje con el nombre del verdugo de su propio país; y hasta en
Paysandú (Uruguay) se conserva una calle con su nombre.
No fue el
único interviniente: José de Buschental, también masón y financista nacido en
Estrasburgo, se radicó de joven en Río
de Janeiro y en Montevideo, donde financió al Imperio, a Urquiza y a los
unitarios de Montevideo, sosteniendo sus campañas contra el federalismo de
ambas orillas.
Dado el
papel que ha tenido la Masonería —que, según esta interpretación, fue principio
y motor del ataque sistemático a nuestra soberanía— sus miembros han sido
reivindicados hasta hoy, tanto nacionales como extranjeros (por ejemplo, Mauá).
En suma,
y según lo expuesto detrás de todo ataque militar a nuestra patria detrás de
toda ruina económica, detrás de todo diseño de historia argentina falsificada,
detrás de toda conformación de una cultura social afín a los intereses
foráneos, siempre ha estado la Masonería.
Con la derrota nacional en la batalla internacional
de Caseros comienzan los años de persecución a los nativos del país; años de
oprobio y humillación, años de matanzas y levas forzosas hacia las fronteras,
de degradación moral y de protección al extranjero especulador financiero. La
mano de la masonería se deja ver.
El historiador Juan Carlos NEYRA describe lo sucedido en Tandil en Enero de
1872 “El 1 de enero de 1872 la población
de Tandil despierta azorada por la noticia sobre la matanza de varias familias.
Mujeres, niños y hombres morían apuñalados, lanceados, degollados o baleados
por una montonera de cuarenta o cincuenta paisanos que, enarbolando divisas
coloradas y dando vivas y mueras, recorrieron la población y sus alrededores
desparramando el terror entre los extranjeros de todo origen.
“Hacía muchos años que en las llanuras de Buenos Aires no se alzaban
banderas federales, ni se daban vivas a la Confederación Argentina. A los
“mueras” contra los gringos se agregaba una sorpresiva palabra incorporada al
lenguaje paisano: “mueran los masones”, sin duda por el adoctrinamiento de
alguien que conocía la condición de tales de los gobernantes soportados por el
país desde el derrocamiento de Rosas, y la existencia de “hermanos masones en
la nueva sociedad tandilense como en diversos lugares del país.
“El odio y el desprecio al gringo venía de lejos, igual que a los herejes
ya mentados en ocasión de las invasiones inglesas o en las proclamas de los
caudillos federales. A tal punto que cualquier acto contrario a la costumbre o
a la sana conducta era calificado de herejía. Con los masones no ocurría lo
mismo, ya que en tiempos del Restaurador habían sido barridos junto a los
unitarios y los aliados extranjeros en la cómplice traición a la Patria…”.
Como puede leerse, ya la masonería se iba adueñando
del país y la población sabía cómo operaban en desmedro de su patria quedándose
con sus riquezas.
Con la derrota de la patria en la batalla de Caseros
y su posterior claudicación, surgieron los empréstitos que, en definitiva,
ajustaron aún más la soga al cuello de nuestra nación, como castigo por haber
alcanzado la independencia.
Para ocultar esta cruda realidad, los herederos
ideológicos de la Revolución Francesa se empeñaron en ensalzar a los personajes
siniestros que nos entregaron a manos de la banca internacional, quienes
llegaron cuando cesaron los cañones y sobrevino un silencio sordo y humeante,
similar al de un cementerio.
De esta manera, los libros y textos históricos
presumieron jactanciosamente de relatar sus acciones devastadoras, pero lo
hicieron desde una óptica sesgada. Por eso, como afirmaba el historiador
mexicano Carlos Pereyra, “a Rosas no se
le ha historiado, sino novelado”.
Vicente SIERRA nos da una visión hasta sociológica
de la relación de Rosas con los Unitarios, aún después de expatriado nuestro
Restaurador. Los temores de éstos, sabedores de su ignominia, del espíritu del
Restaurador en el alma de su pueblo: Unos párrafos de su trabajo dice:
“…el antirrosismo tiene un contenido histórico y un claro sentido
político. En un país como el nuestro, donde todos los delitos políticos han
sido perdonados y las pasiones no han llegado nunca a ser inexorables; en este
país de periódicas amnistías de hecho o de derecho, que levanta monumentos a
Lavalle y a Dorrego, el odio a Rosas resulta harto extraño….
“La verdad, en cambio, es que Rosas no ha sido "perdonado"
porque los detentadores del poder aliados a los imperialismos que explotan al país
como a una factoría, no han dejado nunca de temerle.
“Apoyados en una falsa tradición nacional hecha al paladar de sus
intereses mercantiles y difundida mediante la apropiación de la escuela pública
—que es hoy la gran usina encargada de deformar la mentalidad de la juventud
argentina— al lograr mantener alejada de la comprensión popular la verdad sobre
la figura del gran caudillo de la argentinidad, se creyeron triunfadores,
aunque temiéndole muerto, con un terror que, hoy día, es pánico en editoriales
de ‘La Prensa’. “. Hoy podríamos decir que los diarios que cumplen
esa función son, principalmente, ‘Clarín’
Y ‘La
Nación’. (Este último dice en su epígrafe
ser una ‘Tribuna De Doctrina’ cuando solo representa una triste ‘doctrina de tribuna’)..
Nuestros libros escolares, junto con los
voluminosos, fantásticos y grandilocuentes relatos de Mitre, Sarmiento y
Vicente F. López, Marcos Paz, y posteriormente Ricardo Levene, Ricardo Rojas,
Sergio Bagú y tantos otros a los cuales nos referiremos convirtieron la figura
de Rosas en una novela folletinesca y panfletaria.
Ahora bien, ¿Y
qué tenían en común todos estos personajes pseudo-educadores, que tomaron por
asalto militar y culturalmente nuestra patria
Eran masones: es decir, antropocéntricos
recalcitrantes, ilustrados, iluministas, jacobinos, anticristianos,
anticlericales, relativistas y materialistas con sus ‘nobles odios’ a todo lo que tuviera olor a hispanidad.
Sergio Bagú, por ejemplo, alaba al Jacobino Mariano
Moreno reconociendo, eso si, que el tal anglófilo Moreno estaba en relaciones
con los ingleses, reconoce la correspondencia reservada con Lord Strangford por
intermedio de un espía llamada o Padilla que, casualidad o no, es el que hizo
fugar a Beresford de Luján cuando estaba allí prisionero.
Y como desgana Ramón DOLL en el análisis que hace de
la obra literaria de Bagú, éste ensalza a la entelequia, a las ideas puras de
Moreno que con su pensar y actuar desquicia una sociedad y la envenena desde la
cuna con el virus de la anarquía, del entendimiento indignante con el
extranjero inglés.
¿Qué decía Moreno en su ‘Plan de Operaciones’?
Que había que ser cuidadoso con los intereses
ingleses; no ofenderlos, proteger su comercio, tolerarlos aunque sufra nuestro
país algunas exacciones; los bienes ingleses son sagrados porque a los ingleses
les interesa que América se desuna o se dividan y formen una sociedad separada
donde Inglaterra pueda extender mas sus miras mercantiles y ser la única por el
señorío de los mares.
Concluyente y diáfanamente explicada la política
imperial inglesa en el Rio de la Plata, introduciendo sus mercaderías y así
arruinando las artesanías e industrias de las provincias aumentando la
desocupación, beneficiándose solo Buenos Aires con los ingresos aduaneros que
ella controla y enriquece para si, empobreciéndose el interior.
La
masonería detrás de todo el escenario, movía sus hilos para hacer su negocio.
Esto lo sabían claramente tanto Mitre como Sarmiento, sabedores de ser solo
instrumento de aquellos.
El
29 de septiembre de 1868, en un
banquete que la masonería le ofrece a Sarmiento y Mitre, éste, agitando un
instrumento masónico “¿Qué es Sarmiento? un pobre hombre como yo, un
instrumento como este...” (Mitre. Discurso masónico. Arengas Selectas.
p.83). “¿Que somos ahora? No somos sino agentes serviles y pagados a
módico precio de las plazas extranjeras” (Vicente F. López en la
Cámara de Diputados. Diario de sesiones 1873.p.261).
Ellos creían con una estupidez, una soberbia
imperdonable, en un "progreso indefinido", aunque lo único que ha
progresado indefinidamente, hasta el asombro, es la miseria en nuestro
interior, tanto que se ve en cuestiones alimenticias, de salud que presenta una
mortalidad no solo infantil, sino de personas de tercera edad sometidas como
esclavos a directamente intentar –muchas veces infructuosamente- sobrevivir día
a día, como se pueden fácilmente comprobar hasta hoy día. El Unitarismo con
distintos nombres avasalla con sus ideas de laboratorio y el apoyo de la
prensa, lo poco que queda de autonomía federal.
Por ejemplo, Marcos Paz, vicepresidente de la Nación
durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, tuvo relación con la masonería.
Aunque no fue uno de los grandes líderes masónicos como Sarmiento o Mitre, fue
iniciado en 1857 en la logia “Unión del Plata”. Su pertenencia refleja la
fuerte influencia que esta institución ejercía en la política argentina de la
época.
Jorge A.
Susini fundó en mayo de 1922 el Instituto Susini. Recibió el título de ‘maestro’
en 1888, otorgado por Domingo F. Sarmiento, masón grado 33 y Gran Maestre de la
Gran Logia de la Argentina entre 1880 y 1883. Ese mismo año, Susini obtuvo
también su título de profesor de Enseñanza Media, Normal y Superior. El escudo
del ‘Instituto Susini’ exhibe, entre
otras figuras, un triángulo o pirámide, símbolo masónico típico que representa
al Gran Arquitecto del Universo, evocando su omnipresencia, omnisciencia y
poder creativo.
Por su
parte, Juan Mas y Pi fue un destacado masón español del siglo XIX, conocido por
su activa participación en logias y su militancia política republicana. Fue
presidente de varias logias en Barcelona, incluyendo “Vera” y “Libertad del
Porvenir”. Su hija fue además iniciada en una logia de adopción. Durante la
época en que Mas y Pi ejerció su influencia, existía un estrecho vínculo entre
la masonería y el republicanismo en España, lo que sugiere que su compromiso
masónico estaba estrechamente relacionado con sus convicciones políticas.
Agustín
E. Álvarez fue un militar, sociólogo, moralista y educador argentino de la
llamada generación del 80, en el
siglo XIX, destacándose en los ámbitos médico, legal, político y social en
Mendoza. Fue iniciado como masón en la Logia Obediencia a la Ley N° 13, y en
junio de 1905 fue elegido Gran Maestre de la Gran Logia Argentina de Libres y
Aceptados Masones, cargo que ocupó hasta 1906.
Digamos
que el Dr.Álvarez fue una figura muy importante
del G.O.F.A (el ‘Gran Oriente Federal Argentino’).lo
mismo que los integrantes del Consejo de Redacción, Dres. Augusto Barcia,
Manuel Blasco Garzón, Pablo Barrenechea
Colaboradores
en la Revista Liberalis, que aparece en Buenos Aires desde 1949. El Dr. Agustín
J. Alvarez es también Presidente del Ateneo Liberal Argentino; y el masón Dr.
Pablo Barrenechea lo es de la Liga Argentina de Cultura Laica. Y ambos líderes
masónicos colaboran en Acción Laica Argentina junto con la Sra. Alicia M. de
Justo y con los Sres. Américo Ghioldi, Carlos Sánchez Viamonte y otros
paladines del laicismo escolar.
Samuel
Alejandro Lafone Quevedo (nacido en Montevideo el 28 de febrero de 1835 y
fallecido en La Plata el 18 de julio de 1920) fue un industrial, arqueólogo y
lingüista uruguayo. Se formó en Inglaterra, donde obtuvo un magister artium y un bachillerato en
humanidades. A fines del siglo XIX regresó a Buenos Aires y en 1906 se hizo
cargo del Museo de La Plata, además de asumir la rectoría de la Facultad de
Ciencias Naturales en la Universidad de La Plata. (ver arriba lo mencionado
acerca de este personaje y de su padre)
Aunque no
hay registros que indiquen que Lafone Quevedo fuera masón, su padre, Samuel
Fisher Lafone, sí lo fue. Era un protestante inglés, masón y calvinista. En
1832, el padre se enamoró de María de Quevedo y Alsina, integrante de una
familia católica tradicional que se opuso a esta unión por motivos religiosos.
Samuel Fisher Lafone fue además un contrabandista aliado de Urquiza, que
comerciaba entre la Banda Oriental y Entre Ríos, violando leyes argentinas y
traficando con oro y ganado en ambas orillas.
Juan
Mariano Larsen, nacido en Marsella el 11 de febrero de 1821 y fallecido en
Buenos Aires el 4 de noviembre de 1894, fue un educador francés que actuó en
Argentina durante la segunda mitad del siglo XIX. Reconocido masón, ocupó el
cargo de Pro Gran Maestre entre 1879 y 1880.
Que como
bien dice Carlos STEFFENS SOLER, “todos
escribas a sueldo de cancillerías europeas y americanas. Personajes
internacionales y trashumantes que dejaron más tarde un sello inconfundible en
la llamada organización nacional que no fue otra cosa que el reglamento de la
actual factoría”. Clarísimo y comprobable en los hechos a lo largo del
tiempo..
Sí,
podemos mencionar que no solo escritores e historiadores han escrito sobre
ella; también presidentes y jefes de estado nos han advertido de las prácticas
de estas sociedades disolventes.
El
Presidente de los EEUU de América en su momento John Q. Adams dijo 1825-1829
que “La Masonería es engañosa y
fraudulenta….Su promesa es la luz, su práctica es las tinieblas”.
En
nuestra propia independencia de España tuvo incidencia importante la impronta
inglesa y su masonería que en su pelea ancestral con el Reino de España, apoyó
nuestra separación independentista de ésta beneficiándose con la creación en
América de un sinnúmero de repúblicas o republiquetas que eran, así, más fácil
de conquistar, cuanto menos económicamente.
A
modo de ejemplo, y como ya se dijo, la que fue Nueva Granada (la gran Colombia)
se fragmentó en el tiempo en nuevos países: Colombia, Ecuador y luego por
impulso de los EEUU de Norteamérica el ‘invento’
(sic) de Panamá separándola de Colombia para así controlar el Canal
interoceánico.
Leonardo
CASTAGNINO nos recuerda a todos que “…El
Presidente Theodore Roosevelt propuso construir un canal en Centroamérica, y en
1903 ofreció al gobierno colombiano comprar una franja de tierra de lo que hoy
es Panamá.
Al mismo tiempo que Colombia rechazaba la oferta de Roosevelt, se desató una
rebelión en el área designada para la ubicación del canal. Roosevelt apoyó la
revuelta y rápidamente reconoció la emancipación de Panamá frente a Colombia.
Unos días después, el francés Phillip Bunau Varilla, quien viajó a Washington
como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la naciente República de
Panamá, vendió a Estados Unidos la zona del canal. En 1914, el Canal de Panamá
se abrió al tráfico marítimo”.
También
las Guayanas, colonias europeas hasta el día de hoy, más allá de banderas supuestamente
soberanas.
En
esa disputa con España Inglaterra ‘fogoneó’
e incentivó la grandeza del Brasil territorial y económicamente a costa de la
fragmentación de la América española. La masonería inglesa y francesa jugó
papel trascendental en ello.
Pero
claro, con sus límites: no permitieron que el Imperio del Brasil fuese
demasiado lejos y no dejaron que se apropiara de la Banda Oriental sino que con
sus manejos políticos lograron que la Banda Oriental (y el Paraguay) se
separara de la Confederación Argentina conformando un ‘estado-tapón’, que
subsiste hasta el día de hoy, privando que el Río de la Plata fuese de un solo
estado (‘mutatis mutandi’ al igual
que hicieron con Gibraltar para controlar la entrada al Mar Mediterráneo (‘Nihil Novum Sub Sole’).
Es
más, la masonería enquistada en la Banda Oriental y en especial en Montevideo,
El 3 de noviembre de 1834 crea el Supremo Tribunal del Grado 31, el
primero en funcionar en el Río de la Plata, y curiosamente ( o no tanto…),
también en el Peñón de Gibraltar.
Es
decir que tanto ingleses y franceses utilizaban un mismo método –y lo siguen
usando hasta el día de hoy- que consiste en poder tomar posesión de terrenos
estratégicamente ubicados para controlar distintas vías de acceso a riquezas
tanto en tierra como en mar, en una sagaz acción geopolítica imperial.
Uno
de los errores más grandes en política –y que no se ‘perdonan’- es creer que
porque comportamientos o hechos sucedieron hace muchos, pero muchos años, los
criterios filosóficos-políticos que los mueven han cambiado. Nada más
equivocado: en el caso que nos trae, la línea de pensamiento y de fines de la
masonería son los mismos desde siempre aunque cambien los métodos o medios para
su logro, ‘agiornándolos’, si es
necesario.
Contemporáneamente
en nuestro territorio sudamericano, dos de nuestros máximos héroes vislumbraban
empíricamente esto y, gracias a Dios, lo combatieron.
Primero,
José de San Martín: “Si sentimientos
menos nobles que los que poseo a favor de nuestro suelo fuesen el norte que me
dirigiesen, yo aprovecharía de esta coyuntura para engañar a ese heroico, pero
desgraciado pueblo, como lo han hecho unos cuantos demagogos [ léase
‘unitarios logistas’] que, con sus locas
teorías, lo han precipitado en los males que lo afligen y dándole el pernicioso
ejemplo de perseguir a los hombres de bien, sin reparar a los medios..”
carta a Tomás Guido el 5 y 6 de Abril de 1829.
En
plena ebullición revolucionaria y jacobina, en Europa toda, Jordán B. GENTA nos
transcribe una carta de José de San Martín a Rosas refiriéndose a las logias
masónicas- como Garabaldi y Mazzini en
Italia asolaban con su odio visceral todo lo jerárquico de orden que imperaba
hasta esos momentos en distintos países del viejo continente: “"En cuanto a la situación de este
viejo continente, es menester , no hacerse ilusiones, la verdadera contienda que divide á su
población es puramente social: es, en una palabra, la del proletario con el
capitalista, la del pobre con el rico, Calcule V. lo que arroja de si un tal
principio, infiltrado en la gran masa el pueblo por las predicaciones diarias
de los clubs y la lectura de miles de panfletos. Si a estas ideas se agrega la
miseria espantosa de millones de proletarios, agravada en el día con la
paralización de la industria, el retiro delos capitales, en vista de un
porvenir incierto; la probabilidad de una guerra civil, por el choque de las
ideas y partidos, y en conclusión, la de una bancarrota nacional visto el
déficit de cerca de 400 millones, en este año, y otros tantos en el entrante:
éste es el verdadero estado de la Francia, y casi del resto de la Europa con la
excepción de Inglaterra, Rusia y Suecia que hasta el día siguen manteniendo su
orden interior" .,
Y,
segundo, Juan Manuel de Rosas: “Obsérvese que
el haber predominado en el país una facción que se hacía sorda al grito de esta
necesidad ha destruido y aniquilado los medios y recursos que teníamos para
proveer a ella, porque ha irritado los ánimos, descarriado las opiniones,
puesto en choque los intereses particulares, propagado la inmoralidad y la
intriga, y fraccionado en bandas de tal modo la sociedad, que no ha dejado casi
reliquias de ningún vínculo, extendiéndose su furor a romper hasta el más
sagrado de todos y el único que podría servir para restablecer los demás, cual
es el de la religión…Después de esto, en el estado de agitación en que están
los pueblos, contaminados todos de unitarios, de logistas, de aspirantes, de
agentes secretos de otras naciones, y de las grandes logias que tienen en
conmoción a toda Europa”-carta de Rosas a Facundo Quiroga el 20 de Diciembre de 1834.
Es
cierto que también desde dentro del territorio de la Confederación Argentina
existían grupos unitarios marcadamente logistas como por ejemplo un secretario
de Rosas era miembro del ‘Club de los
Cinco’ conformado además por otros conspicuos miembros como Carlos
Tejedor, Santiago Albarracín, Rafael Corvalán –lamentablemente hijo del
Edecán de J.M. Manuel Corvalán- Jacinto Rodríguez Peña y
el escribiente de Rosas, Enrique Lafuente (miembro de la ‘Asociación de Mayo’
también), todos ellos informantes e infiltrados masones y ‘antirrosistas’, que actuaban para su derrocamiento, como hemos
mencionado en otro trabajo (MONTORO GIL,
Gonzalo V. ('J.M.de R.-Aspectos
Poco Conocidos de su Vida y su Familia'-
www.elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com-
27-2-19)
Del
mismo modo desde la otra orilla la llamada ‘Comisión Argentina’ conformada por
‘logistas’ Unitarios y masones, llamados representantes del ‘Gobierno de
Montevideo’, intentaban derrocar a Rosas con ayuda de la masonería brasileña y
europea.
Se
puede señalar que En el año 1827 un grupo de inmigrantes franceses fundan en
instancia la Logia Les Enfants Du Nouveau Monde, que solicita su carta
patente en 1842 del Gran Oriente Francés y
que le llega el 16 de junio de 1844 con el distintivo Les
Amies de la Patrie. Esta logia funcionó hasta 1937 y en ella fue
iniciado el “héroe de dos mundos”, Giuseppe Garibaldi, durante su estancia en el
país. Lo cual demuestra cabalmente el grado de compromiso que tenía el masón
Giuseppe Garibaldi con el Gobierno masón, unitario, de Montevideo controlado
por los franceses.
Y,
es claro que el acuerdo Southern – Arana causó espanto en los masones
enquistados en la ciudad mencionada. El autor citado menciona que “Los negociantes extranjeros que prosperaban a costa de la usura con que
ayudaban a mantener ese gobierno, adelantándole dineros sobre los impuestos y
sujetándolo a sus conformes, explotaron también ese rechazo prodigando cartas y publicaciones en
las que bajo los acentos del falso patriotismo velaban su acento quejumbroso de
judíos”.
En
la Asamblea Nacional francesa se discutía los pasos a seguir en su guerra
contra Rosas y la Confederación. “El
objeto del proyecto -sigue diciendo SALDÍAS- y el subsidio presupuesto no satisficieron al diputado ciudadano
Gerdy, un declamador fácil, pero a obscuras de todo lo que tenía relación con
los países del Plata quien presentó en sustitución este proyecto en favor de la
política guerrera: «-La asamblea nacional asigna diez millones al gobierno para
terminar honrosamente el negocio del Plata y hacer con Montevideo y la
provincia del Uruguay un tratado que asegure su independencia, la libertad de
los ríos y los intereses europeos….-”
Como
veremos a continuación, las luchas políticas en Francia hacían que la cuestión
del Plata tuviera dos bandos en pugna en la Asamblea Legislativa y en los miembros del Gabinete.
Pero no vaya a creerse que alguno de los dos bandos tuviera presente que se
estaba violando la soberanía de un lejano país.
No. Nada más lejos. Era una cuestión económica
de las logias revolucionarias que asolaban el noble suelo francés.
Unos
con el masón Thiers querían seguir la guerra contra la Confederación Argentina
a como diera lugar rechazando el inminente acuerdo entre ésta y Francia que
estaba llevando adelante el Almirante Lepredour con Felipe Arana, Ministro de
Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina.
Léase
al respecto lo que sigue diciendo SALDÍAS: “En
efecto, como el gabinete estaba obligado a pedir a la asamblea los dineros para
seguir dando a la ciudad de Montevideo el subsidio de doscientos cincuenta mil
francos mensuales con arreglo a la convención de 12 de junio de 1848, que
estableció de hecho el protectorado francés en esa plaza, la comisión de
créditos dela asamblea, inspirada por Mr. Thiers, se apoderó del fondo de la
cuestión, pidiendo al Ejecutivo todas las piezas referentes a la negociación
Lepredour, y avocándose las funciones del gabinete, pues entró en la discusión
de los artículos de un tratado que no era discutible, porque no podía
considerársele como celebrado cuando los gobiernos contratantes no se habían
puesto de acuerdo todavía sobre los términos precisos de la negociación”.
Queda
claro que era una invasión; se quería formar un protectorado francés en la
Banda Oriental; había que contratar mercenarios extranjeros que fueran a
combatir y había que dar dinero a los Argentinos miembros de la ‘Comisión
Argentina’, que lucraban con el despojo al pueblo Oriental.
La
llamada pomposamente ‘Comisión de
Créditos’, en París, era la encargada de reclamarle las ingentes sumas al
Gabinete del gobierno francés las sumas que se necesitaban para el costo de
semejante aventura fenicia y mercenaria.
Esa
Comisión presenta como fundamento de la urgencia del préstamo y envío de dinero
en que una parte del Montevideo quiere rendirse y el otro quiere resistir
todavía más el embate de Oribe y Rosas. Por lo que hay que apurarse para volcar
la balanza a favor de la continuación de la guerra.
Y
esta Comisión en forma desvergonzada no tiene pudor en decir que éste último
grupo “de los desterrados de Buenos Aires
que alimentan antiguos resentimientos, extranjeros, franceses, españoles,
italianos qué han tomado las armas hace algunos años y se han comprometido así.
Unos y otros parecen decididos a no aceptar la capitulación. El pueblo, al
contrario, está fatigado de un sitio que dura hace cinco años”.
Esto
es, nadie quería esta guerra, salvo el contubernio entre el grupo belicista de
Adolphe Thiers, los emigrados traidores unitarios argentinos, masones todos,
que junto con los financistas que tenían controlada a Montevideo desvalijando
sus riquezas, y los mercenarios de varios países que obtenían ganancias con el
contrabando.
Este
sujeto Thiers era un político avezado que basó toda su carrera en dedicarse a
promover agitaciones para llevar a Francia a alguna guerra.
Téngase
presente- por ejemplo- la memoria que presentó al Gobierno francés el Coronel Melchor Pacheco y Obes, traidor a su
patria Oriental, como buen Masón. Era agente del gobierno de Montevideo en
París, y en la que solicitaba, dice SALDÍAS,” a la ‘Comisión de Créditos’ la autorización y el dinero para de reclutar
en Francia voluntarios entre los hombres desocupados, garantizándoles
concesiones de tierras y ganados en el Estado Oriental: le dijo a la Comisión
de Créditos en Francia, en su desvarío ideológico “Esta sería una manera de crea una fuerza permanente organizada propia
a la defensa del territorio”. l Esto
es, su meta, casi desesperada, era convencer al gobierno francés de que no
retirase el apoyo a la causa de la Defensa de Montevideo.
Es
decir, este sujeto cipayo, funcionario del gobierno usurpador de Montevideo,
pretendía dar tierras Orientales y dinero a mercenarios de todo el mundo
formando un ejército ‘permanente’ a
cambio de que guerrearan en el Rio de la Plata para derrocar al Presidente
Oribe y a Rosas. Es claro, debían ser mercenarios y por una enorme suma de
dinero pues ningún Oriental quería sumarse a esta ignominia. Hacía rato que el
pueblo nativo quería la paz como lo confesó en Francia la Comisión referida, “. El pueblo, al contrario, está fatigado de
un sitio que dura hace cinco años”, como ya se dijo.
Y
es que era así, no solo el pueblo Oriental estaba cansado de ese virus que se
había enquistado en la ciudad de Montevideo con el solo fin de lucrar con el
sudor del pueblo y la soberanía de estas tierras sino que también los propios
comerciantes franceses que trabajaban honestamente en ambas orillas del Plata
rogaban que se acabara con el bloqueo francés, así como los comerciantes en
Francia que hacían negocios en el Plata, pedían lo mismo.
SALDÍAS
nos señala acertadamente que el Almirante Lepredour mandó un mensaje a la
Asamblea francesa en tal sentido, en la que decía que “….que más de diez mil franceses prosperaban en Buenos Aires al
amparo de amplias garantías y en los diferentes ramos del comercio y fecundas
industrias rurales del país; como asimismo una petición suscrita por algunos cientos
de negociantes, armadores, banqueros, exportadores y fabricantes de Francia en
la que pedían la ratificación del tratado Lepredour. «En el momento en que los
negocios del Plata acaban de recobrar una grande actividad, decían, los
intereses franceses comprometidos en Buenos Aires se han aumentado
considerablemente y su grande importancia justifica las alarmas del comercio.
Persistir en la intervención sería sacrificar los intereses de nuestros
nacionales establecidos en Buenos Aires, como también los de los negociantes y
fabricantes establecidos en Francia, casi exclusivamente en provecho de una
compañía que explota la aduana de Montevideo, y cuyos agentes tratan de abusar
del gobierno repitiendo que el comercio pide la continuación de la intervención!
El
objetivo era seguir manejando la Aduana de Montevideo que dejaba pingues
ganancias con el contrabando y solo se podían mantener en pie “gracias al terror que los extranjeros
ejercen sobre sus habitantes que si no fuera por eso hace rato que hubieran abierto las puertas de la ciudad y
llamado a Oribe a hacerse cargo del gobierno, diciendo que los habitantes
quieren paz cualquiera que sea, los extranjeros solo la guerra”, decía dice
Lepredour en Junio de 1849,.
Estos
mercenarios jugaron un papel importante
no solo en la defensa de Montevideo, como el asesino masón Garibaldi,
sino también el derrocamiento del gobierno de la Confederación Argentina al
mando de Juan Manuel de Rosas en la batalla de Caseros el 3 de Febrero de 1852.
El tiempo se aproximaba….
Pero
no solo están las tropas mercenarias de Garibaldi. El Brasil contrató a
mercenarios alemanas, franceses, genoveses.
Los
alemanes llegaron a Río de Janeiro en Julio y Agosto de 1851 y traían consigo
mucho armamento, sumamente moderno para la época. Conformaron éstos batallones
de artilleros y de infantería. Eran como 1.800 alemanes pero al momento de la
batalla en la Banda Oriental habían desertado muchos al tal punto que quedaron
apenas alrededor de 300 en condiciones de luchar.
El
dinero, los recursos de los agresores era interminable –Banca mediante- para
solventar los gastos militares del propio Imperio, de las tropas de Urquiza y
de los mercenarios referidos.
Ese
dinero posibilitó que el armamento de los aliados fuera superior a los de la
Confederación y ello se notaba sobre todo en el equipamiento naval donde el
Imperio ejercía prácticamente solitario dominio en las aguas del Rio de la
Plata. La ausencia de una marina de guerra fue el talón de Aquiles de la
Confederación Argentina.
Toda
esta situación era bien conocida por el gobierno inglés que siempre supo de las
maniobras del Imperio brasileños que fueron cercando con su diplomacia certera,
la gobierno de Rosas y al de Oribe. Diplomacia, que como sagazmente dice Ramón
J. CÁRCANO “el Impero aplicaba un
criterio oportunista y utilitario a su
conducta. Prudente, cauteloso, escurridizo, variaba de actitudes y
procedimientos según las circunstancias, pero conservaba inalterable su
orientación política y obraba a con plena seguridad “. Gobernador de Córdoba
e Historiador liberal lejos de ser amigable con el ‘Rosismo’ pero conocedor
profundo de la diplomacia de Itamaraty por haber sido designado Embajador en el Brasil en 1938.
También
las debilidades materiales lo supo el gobierno español, pues uno de los espías
de dicho gobierno Antonio Cuyas y Sampere, que oficiaba de secretario y amigo
de Urquiza en realidad trabajaba en última instancia para el Rey español que
siempre estaba al tanto de lo que sucedía en estas tierras, como bien se
desprende de la correspondencia entre el catalán y la monarquía española, la
que luego de Caseros, lo condecoró..
Quien
desee saber en detalle la vida de este solapado espía, puede acceder a nuestro
trabajo sobre el tema: “Antonio Cuyás Y
Sampere, (¿Manipulador O Espía De Urquiza? ¿O Espía Del Reino De España?) “
Mariano
GARCÍA nos sigue entregando datos sobre el tema de los préstamos de la banca
mundial para sumar más extranjeros mercenarios: “La contratación de mercenarios está mencionada varias veces en la
correspondencia del grupo montevideano. En 10/1848, John Le
Long y José Ellauri prometían ayuda desde Francia mediante el
envío de 8000 voluntarios «armados y reunidos en cuerpo, bajo la dependencia de
nuestra autoridad gubernativa». En 7/1849 el agente de Montevideo en París
tramitaba la preparación de un cuerpo de 5000 emigrantes, reclutados entre los
indeseables de las agitaciones francesas, de quienes la policía veríase libre
con satisfacción. Ellauri le escribía al canciller uruguayo que el
ministro Edouard Drouyn de Lhuys lo había autorizado a reclutar
voluntarios (3/7/1849). A los subsidios franceses se agregó el Empréstito
Buschenthal y una importante operación financiera concertada entre el
nuevo canciller brasileño Paulino Soares de Souza y el agente
uruguayo Andrés Lamas. Estas entradas oxigenaron las finanzas
montevideanas, permitiéndoles adquirir cuantioso material bélico y la
contratación de mercenarios armados”.
En
el mismo sentido Pedro Santos MARTÍNEZ nos hace llegar la información del
representante británico en Rio de Janeiro, cuando se preparaban las acciones de
Urquiza, Garzón sometidos económicamente –y a la dialéctica también- del
Brasil.
El
dinero del Imperio corría a raudales comprando conciencias. Dijo el
representante británico que referimos –Hudson- a Palmerston en Marzo de 1851
que “el gobierno brasileño .logró un préstamo de 500.000 libras de la casa
Gómez y Paiva, prestamista, al precio de 86 a ser entregado en doce cuotas
mensuales, aunque los gastos de gobierno imperial, a menos que fueran utilizados en activos preparativos para la
guerra, no podían requerirle contratar un empréstito tan grande”.
La
alharaca pseudo‑filosófica y el sofisma de la cacareada libertad,
igualdad, fraternidad , la supuesta constitucionalización del país,
quedaron sepultados, como una mentira grosera, bajo la bruma de la realidad:
negocios cimentados en sangre argentina; el terror legitimado; la banca
internacional ocupando nuestro suelo, apropiándose de nuestros de nuestros
recursos, nuestro crédito, nuestras tierras y de nuestra moneda; y así
configurando un statu quo, un lazo, una cadena que garantizaba el dominio sobre
nosotros sin posibilidad deshacernos de eses yugo. Todo ello contribuyó a que
Oribe tuviera que rendirse casi sin disparar ante el avance de las tropas
imperiales y urquicistas hacia fines de 1851 en territorio oriental.
La
tranquilidad del Imperio brasileño —y de Inglaterra— respecto a un triunfo
frente a la Confederación estaba basada en una certeza compartida por las
partes en pugna (y que Rosas, presumiblemente, también entendía): el dinero, el
oro, eran prácticamente inagotables y Brasil los disponía generosamente.
La
banca internacional proporcionaba esa seguridad; la Masonería, con influencia
sobre esa Banca, que en definitiva, ésta era la instrumentación monetaria de
aquella, definía las reglas que conducían a la victoria imperial frente a las
limitaciones económicas de la Confederación Argentina. Esas carencias
probablemente minaron el ánimo del Restaurador y de sus oficiales, ya fatigados
por una guerra sempiterna, interminable.
Si
a esto se suman:
Las
infidelidades entre los más cercanos a Rosas, motivadas por dádivas económicas
o sea por la pérdida de alicientes y energías
por lo exhaustos años fuera de sus hogares sin resolverse de una vez por
todas el conflicto en la Banda Oriental
El
pronunciamiento de Urquiza y la rápida rendición de Oribe, que privaron a
la Confederación de sus dos mejores ejércitos y de su abundante material
bélico;
El
cerco diplomático ejercido por Brasil tal como se explaya arriba Ibarguren y
Cárcano, Martínez, entre otros ;
La
casi inexistente marina de guerra argentina, en marcado contraste con la bien
pertrechada flota brasileña;
….entonces
el triunfo militar de la Confederación resultaba prácticamente imposible. Y
siempre estaba el factor decisivo: el oro —el flujo constante de recursos desde
el Imperio— que inclinó la balanza de manera definitiva.
Dice
Pedro Santos MARTINEZ que “El gobernador
entrerriano, por intermedio de su hijo Diógenes, solicitó al representante
brasileño en Montevideo -Honorio Carneiro Leao- un empréstito de cien mil
patacones mensuales con el objeto de cubrir gastos de la campaña contra Rosas y
sin cargo de rendir cuentas,
“El imperio comprendió que era necesario
acceder al pedido de Urquiza, pues de otra manera se podía perder la guerra
contra la Confederación.
“Pero como Brasil desconfiaba del mandatario
entrerriano, le exigió previamente la firma de un tratado que se llamó
"Convención para establecer el modo de satisfacer los deberes de la
alianza celebrada en Entre Ríos y Corrientes con el Brasil y la República
Oriental del Uruguay".
“El documento fue suscripto en Montevideo el
21 de noviembre de 1851, acordándose de conservarlo "secreto hasta que se
consiga su objeto" (art. 21). “En
la nueva Convención intervinieron Entre Ríos y Corrientes como Estados, es
decir, separados de la Confederación Argentina. ……
Para que Entre Ríos y
Corrientes pudieran sufragar los gastos de movilización, el emperador del
Brasil les concedía un préstamo mensual de cien mil patacones por el término de
cuatro meses o hasta el derrocamiento de Rosas, si este hecho sucedía antes de
la fecha indicada (art. 6º).
“Era muy importante para nuestro país el
contenido del art. 7º, porque en él se estipulaba que, una vez derrocado Rosas,
Urquiza quedaba comprometido a obtener "el reconocimiento de aquel
empréstito como deuda de la Confederación Argentina". Si no pudiera
lograrse éxito en la campaña, "la deuda quedará a cargo de los Estados de
Entre Ríos y Corrientes, y para garantía de su pago con los intereses
estipulados" los gobernadores de esas provincias "hipotecando las
rentas y los derechos de propiedad pública de los referidos Estados.”
Es
decir, al aceptar el soborno —para su propio bolsillo y el de sus tropas— Urquiza
entregó, en los acuerdos, la soberanía de las Misiones Orientales, que Brasil
ocupaba ilegalmente desde comienzos del siglo XIX. Cedió la libertad de los
ríos interiores de la Confederación al Brasil; se comprometió a reconocer
deudas con sus intereses por los préstamos y a ofrecer en garantía las tierras
y las rentas de las provincias de Corrientes y Entre Ríos. Además, pactó que,
si no lograban vencer a Rosas, se separaría de la Confederación junto con
Corrientes para formar un nuevo Estado. “Tal felonía ni el sepulcro podrá hacer
desaparecer.”
No
debemos olvidar que tras el dinero estaba la Banca y tras la Banca, la
Masonería moviéndolos hilos, cual titiritero, desde Europa a través de sus
agentes en Brasil y en Montevideo (Mauá, Buschental, Yateman, Cuyás y Sampere,
etc)
En
el mismo sentido toma conocimiento de estas maniobras entre la Banca mundial,
Brasil y el Gobierno de Montevideo el embajador argentino en el Brasil, Tomás
Guido.
Más
allá de no cumplir con su neutralidad el Imperio del Brasil seguía dando
dinero, armas municiones, alimentos al Gobierno de Montevideo. Pero claro, no
podía aparecer el propio Imperio violando la neutralidad entonces quien
aparecía como dador del crédito era Ireneo Evangelista da Souza por el mes de
Septiembre de 1851.
Pero
Guido, dice SALDÍAS en la obra citada, sabía no solo que Da Souza aparecía
firmando el crédito sino que detrás de éste y quien manejaba como un titiritero
a todos, se encontraba José Buschenthal.
¿Quién
era ese tal Buschenthal?. Era un banquero y masón casado con la hija del barón
de Sorocaba. En Brasil desarrolló varios negocios de mucho riesgo que
terminaron en la quiebra, por lo que decidió trasladarse a Inglaterra y luego a
España para continuar con sus actividades comerciales y financieras. En Madrid
adquirió mucha influencia en los círculos de los altos negocios. Pero también
allí lo alcanzó la bancarrota y decidió trasladarse a París, donde conoció a
José Ellauri, al que ya mencionamos arriba, que estaba buscando fuentes de
financiamiento para Uruguay. Buschental colaboró con el ministro uruguayo en la
búsqueda de préstamos, aunque sin éxito. Gracias a ese contacto con Ellauri,
Buschental decidió probar suerte en Uruguay y lo hizo en 1849.. Instalado en
Montevideo, fundó un saladero en la costa del río Santa Lucía, que abastecía al
ejército francés. En 1870, este banquero y comerciante murió en Londres,
Inglaterra.
Que
se puede deducir fácilmente de todo esto: primero, que la única forma de
mantener la plaza de Montevideo por esos usurpadores franceses y extranjeros
(la mayoría, ya que había pocos Orientales nativos allí en esos momentos) era
con dinero que provenía de la banca europea y lo segundo a deducir es que el
propio Lepredour desbocado en su lenguaje, por un lado reconoce que Uruguay es
‘una provincia’ de la Confederación Argentina pero por el otro reconoce que la
intención de Francia es lograr su independencia y así ser una marioneta del
país europeo a fin de manejar a voluntad la navegación de los ríos interiores y
el usufructo de esas tierras ubérrimas. Todo, es válido aclarar, con los
traidores nativos unitarios y masones.
La
Masonería estuvo –y está presente- en aquellos que siempre han traicionado a la
nación aliándose con poderes extranjeros que intentan sojuzgar su independencia.
Sarmiento,
uno de ellos, como bien estudia en profundidad Jordán Bruno GENTA en sus
trabajos sobre el supuesto prócer de los niños y la masonería financiando éstos
cuanto libro u obras completas tuvieran Sarmiento, Vicente Fidel López y
Bartolomé Mitre, entre otros (Ver ‘Sarmiento
y la Masonería’, ‘La Masonería y la
Historia Argentina’ en el que Sarmiento destila su pestilencia , su odio
masónico contra todo lo que tuviera color y olor a España, a la fe fundante de
nuestros hombres, con un espíritu materialista, antropocéntrico, utilitario y,
además, servil en sumo grado.
Es
decir que no solo Mitre y Sarmiento, cabezas visibles de la mistificación de
nuestra historia, apuntalaron la construcción de una historia inexistente en
cuanto a sus virtudes, sino que otros, como Miguel Cané, Esteban Echeverría, o
el inefable Vicente Fidel López que, según puntuales adjetivos calificativos
dados por Juan Carlos NEYRA, ’fue un
cronista de la infamia que lleva por delante lo que encuentra a su paso,
miente, insulta, tergiversa, suprime, corrige o agrega, el asunto a degradar no
solamente a Rosas sino a cuento pertenezca su patria a a su pueblo. Sus babas
aún envenenan nuestra historia’.
Digamos
que muchos militares, aun de la guerra de la Independencia, engrosaron las filas
internacionalistas de la Masonería, con fuerte influencia de Francia e
Inglaterra.
Otros,
que tal vez no llegaron a serlo, se apoyaron en la Masonería –o la Masonería se
apoyó en ellos- para lograr sus fines que coincidían.
Uno
de los fue el General Juan Lavalle el ‘lamebotas’
empleado de Francia y varias veces traidor a la causa de la independencia de
nuestro país.
Si
bien se ha dicho que no era masón, la Masonería estuvo apoyando al citado y sus
ejércitos, seguramente en forma económica, aun en su camino al exilio en el
cual sembró matanzas y el terror en las poblaciones a las que llegaba.
Vease
sino una carta que le envía a Dionisio Puch (y que transcribe en su totalidad
Alberto EZCURRA MEDRANO) ordenando fusilamientos varios en Salta a distintas
personalidades ya que de no hacerlo “…no
podremos concurrir con nuestros elementos en apoyo del Segundo Ejercito
Libertador (‘sic’) y del poder del Oriente, que lucha contra la tiranía…”..
Queda
evidenciada la injerencia material e ideológica de la Masonería en las mentes y
en las decisiones de índole militar del unitarismo.
Masones
como Bernardino Rivadavia, Julián Agüero, Florencio Varela, Salvador María Del
Carril (hermano masón, fundador de la Logia San Juan
de la Frontera Nº 33),
Julián Segundo de Agüero, Bernardino Rivadavia, José María Paz, Juan B.
Alberdi, Juan Cruz Varela, Valentín Alsina, Domingo F. Sarmiento -desde Chile-,
etc ‘rodearon’ (sic) a otro futuro masón y traidor como Justo José de Urquiza
(entró en la Masonería el 21 de julio de 1860; curiosamente 14 meses antes de
su derrota en Pavón a manos de Mitre, convencido él por Bartolomé Mitre y otro
masón como Dalmacio Vélez Sarsfield) y a tantos otros (José Mármol, Santiago
Derqui, Juan Gelly y Obes, Rafael Obligado, Aberastani, Eduardo Conesa, Paunero,
José Roque Pérez) junto a la masonería que dirigía la política del Imperio del
Brasil con el Barón de Mauá financista de los ejércitos brasileños, y ‘urquicistas’ todos juntos lograron
durante 1851 y finalmente en la Batalla de Caseros 1852 la derrota del soberano
gobierno de la Confederación Argentina presidida por Juan M. de Rosas.
Pero
no debemos olvidar que como ya hemos tratado oportunamente en otro trabajo
nuesetro: el Barón de Mauá, a su vez, era empleado- de algún modo debemos
llamarlo- de la banca Rothschild y otros banqueros (Baring Brothers, por
ejemplo) miembros conspicuos de la masonería europea. Desde allá se movían los
hilos invisibles que financiaron el desmembramiento de las naciones hispanas en
el continente.
El
propio Mayer Amschel Rothschild (1744-1812) dijo “dadme el control del dinero de una nación y no me importará quien
redacte sus leyes”.
En
uno de los mejores trabajos sobre el llamado ‘Pronunciamiento’ del ‘fenicio’ y
contrabandista Justo José de Urquiza y la traición a su patria lo ha dado José
María ROSA que nos adentra puntillosa y documentalmente en lo que ya también
otros autores citan:
Que el pronunciamiento de Urquiza no tuvo por
miras –en él- ni crear una Constitución ni ningún otro tipo de visión jurídica
distinta a la existente en ese momento. Su solo interés era continuar con la
exportación ilegal del oro al extranjero y el contrabando de carne y otros
productos a través de la frontera de Entre Ríos con Brasil y los sublevados del
Gobierno de Montevideo. El dinero que corrió a raudales para apátrida
entrerriano y para Lamas y otros miembros del Gobierno de Montevideo que
resistía el asedio del Oribe y de toda la Banda Oriental fue dado en especial
por el Imperio que –con rabia disimulada- tuvo que darle el dinero que pedía
Urquiza para confirmar su traición a la patria.
Jugó
particular actuación el ‘correveidile’
asesor comercial de Urquiza el catalán Cuyás y Sampère que oficiaba de lazo
entre éste, los funcionarios del Imperio del Brasil y los miembros de la
Comisión Argentina en Montevideo preparando –con fruición y oro mediante- el
asalto por la retaguardia del ejército Oriental de Oribe y contra el gobierno
de la Confederación Argentina.
El
citado autor dice que “El 11 Cuyás vuelve
a escribir a Urquiza para informarle de la llegada a Montevideo de la totalidad
de los buques de la expedición francesa. Y agrega, sugestivamente que habría de
correr abundante el oro como en 1838: Han llegado a más – dice -, grandes
cantidades de dinero remitidas por el banquero de París Rothschild, con el
intento de comprar las letras que los agentes franceses giren contra el Tesoro
de Francia, y pertenecientes otras a la Caja de la División Expedicionaria. Las
primeras se hacen subir a 40 mil onzas de oro, y las segundas a 10 mil. Ayer
salió el almirante (Lepredour) para Buenos Aires”
Sigue
diciendo José María ROSA “Solamente con
la certeza de un público e irreversible “pronunciamiento” de Urquiza contra
Rosas, y previo compromiso formal y garantizado de dar al Imperio los gajes de
la victoria (Misiones Orientales, libre navegación de los ríos, Garzón en la
presidencia de la República Oriental, tratados que significaran el protectorado
brasileño en el Uruguay, reconocimiento de la independencia paraguaya para que
cayera igualmente en la órbita del Imperio, pudiendo quedarse Urquiza con los
restos del naufragio de la Argentina) se arriesgaría Brasil a apoyarlo
públicamente”.
Tengamos
en cuenta que el Gral. Garzón traidor a su país y al Gral. ribe, fue un masón
declarado, así como Andrés Lamas y Manuel Herrera y Obes, lacayos del Imperio
del Brasil, también masones, naturalmente.
Prosiguiendo
con ROSA el mismo nos señala que “Esa
traición de Urquiza, reconocida por él mismo en sus cartas y reconocida por sus
socios en este juego macabro, como Alsina que le escribe a Lamas diciéndole que
“Una franca guerra entre el Imperio y la Confederación, pondría a los
argentinos aliados de Brasil (los unitarios de Montevideo, y ahora Urquiza), en
una postura desairada y poco explicable moral y patrióticamente. Porque – y la
palabra va por cuenta de Alsina – lo de Urquiza sería llamado por la historia
una apostasía y no una conversión a la causa de la libertad.¿ Y lo suyo?.
“-Mi posición como
escritor argentino es delicada-, explica Alsina a Lamas instándole a que el
Imperio no declarase, ni aun con el naipe Urquiza en su poder, una guerra lisa
y llana a la Confederación Argentina. El 22 de noviembre, en postdata a una
carta a Lamas de esa fecha, el jefe de los unitarios de Montevideo aclaró a Río
de Janeiro su pensamiento: -Para mí, amigo - Alsina escribe a Lamas - esto es
evidente (la apostasía próxima de Urquiza). Por lo mismo el Brasil debiera
apresurarse a aprovechar la ocasión, a la que pintan calva, y dar a Rosas un
golpe de sentido, con posibilidades y sin peligro, en el Estado Oriental”.-
“ -¡Hay que aprovechar
el momento, este momento!-, escribía Lamas en Río de Janeiro a Paulino: hacer
tratados que ataran bien fuertes a lo que quedase del Estado Oriental con el
Imperio vencedor-”.
La
Masonería argentina, oriental, inglesa, francesa y brasileña jugando un papel
primordial en todo esto en un contubernio conspirativo francmasónico logista
asesino-
¿Cómo
comenzó todo en nuestro país?
Ya
comentamos en otro trabajo lo que explicaba Alberto J. BONDESIO . “En 1834 Juan Bautista Alberti, Juan María
Gutiérrez, Marcos Sastre, Vicente Fidel López, Miguel Cané, Carlos Tejedor,
Juan Thompson, Félix Frías, y otros fundaron el Salón Literario y en 1837
Esteban Echeverría juntamente con Alberdi, Gutiérrez, José Mármol, Rivera
Indarte, Pastor Obligado y otros fundan la Joven Argentina o la Joven
Generación Argentina que fue disuelta al año siguiente por el gobierno de
Rosas. En 1838 Alberdi junto a otros emigrados argentinos crea en Montevideo,
la Asociación de Mayo. Asimismo aparecen simultáneamente asociaciones similares
en San Juan, Tucumán, Córdoba, etc. en cuyo seno trabajarán Domingo F.
Sarmiento, Benjamín Villafañe, Marcos Avellaneda, Vicente Fidel López entre
otros”.
“Todas estas sociedades
secretas tenían algo en común: realizar trabajos subterráneos, fomentando las
diversas coaliciones para derrocar al gobierno de Rosas”.
“Pero, una vez vencido
Rosas, para los Unitarios que habían vuelto del extranjero Urquiza era una
molestia para sus planes y lo consideraban otro tirano mas. Entonces a fin de
combatir al ‘nuevo’ tirano se formó otra logia llamada ‘Juan-Juan’ de la que
formaban parte: Miguel Estévez Seguí, José Mármol, Adolfo Alsina, Juan José
Monte de Oca, José María Moreno, y algunos militares como José María Pirán,
Emilio Conesa y Emilio Mitre”.
Sigue
diciendo BONDESIO tomando las riendas
del poder, “en 1856, durante el gobierno
porteño de Pastor Obligado, aparece una nueva sociedad secreta denominada
‘Juan-Juanes’, que se constituyó como un verdadero ‘control del Estado’,…
Después de Caseros, los emigrados venían dispuestos a imponer su bárbaro
despotismo ejerciendo actos más deleznables que aquellos que decían combatir”·.
“Este grupo,
representante del tan decantado "espíritu" de Caseros y que capitaneaban
Bartolomé Mitre, Domingo F. Sarmiento, José Mármol, Ángel Somellera, Vicente
Fidel López, los Alsina y otros dominaron la prensa, las cámaras y el gobierno
y los que no pensaban como ellos quedaron excluidos de la vida pública. Estos
mismos fueron los que se apresuraron a incinerar, en el patio de la casa de
Rosas, el rico archivo de nuestra historia para que no pudiera oponerse el
testimonio de los documentos a las calumnias y falacias que ellos escribían en
lo que dio llamarse la “historia oficial” ”.
“Este ‘espíritu de
Caseros’ de los facciosos del porteñismo liberal, masón y disolvente mantuvo
por varios años la tónica de una política de odio y de separatismo que ocasionó
gravísimos daños al país y que, a más de cien años de distancia, se ha renovado
en nuestra historia… Durante los diez años posteriores a Caseros fueron
fundándose distintas logias que respondían a la Gran Logia de la Masonería
Argentina fundada el 9 de marzo de 1856 y a la que pertenecieron todos los
personajes liberales que mencionamos en este trabajo.”.
Aníbal
RÖTTJER nos da el origen y el derrotero de nuestra masonería vernácula.
“La fundación OFICIAL de la masonería en la
República Argentina data del 9 de marzo de 1856, con la apertura de la logia
madre “Unión del Plata”, que sesionó en sus primeras “tenidas” en una finca
ubicada en la esquina de Brasil y Balcarce, junto al parque
Lezama. Su “regularización” la recibió del Supremo Consejo del
Uruguay, el 11 de diciembre de 1857”.
Después de la batalla de
Caseros, los primeros masones que instalan sus logias en la Argentina, son los
extranjeros. Los franceses fundan en 1852 la logia “Amie des
naufragés”; y más tarde, las logias “Amis de la verité” y “Humanité
Fraternité”.
“Los ingleses
crean la logia “Excelsior” en 1853, y luego “Estrella del Sur”. Tal
vez hubo por esos años algunas logias españolas e italianas, y probablemente
algún “taller” mixto que funcionaba en 1855 con masones argentinos y españoles
bajo la jefatura de Miguel de Valencia. Más adelante los italianos
fundarán las logias “Italia”, “Unión Italiana” (a la que perteneció José
Ingenieros y su padre), “Roma”, “Sette Colli”, “Leonardo da Vinci”, etc.
“Entre los
primeros catorce masones argentinos inscriptos en 1856 en la logia madre para
la República Argentina figuran: Domingo Faustino Sarmiento (iniciado en 1854 en
la logia “Unión Fraternal” de Chile), y Santiago y Francisco
Albarracín. Dicen los masones que en 1856 “se reinicia la tradición
masónica en la Argentina”.
“La euforia liberal de
la época y el esnobismo tentador llevaron a las logias a muchos hombres
públicos argentinos –como sucedió en Francia en el período
prerrevolucionario-. La novedad del momento cautivó a los vacilantes
en su fe, carentes de sólida formación religiosa; y se afiliaron a la masonería,
cuya finalidad última desconocían completamente, pero de la cual fueron dóciles
instrumentos desde las altas esferas del gobierno. Porque una es la
masonería ordinaria o de aparato: la de los banquetes, fiestas y reuniones, y
otra la alta masonería oculta, la principal, la gran responsable. La
experiencia históricamente ha comprobado que a veces se han afiliado a la
masonería verdaderos patriotas, los cuales, cuando aparecieron los fines reales
de la Orden, creyeron que eran desviaciones, y entonces reaccionaron2.
“ El liberalismo
asimiló los principios naturalistas y positivistas, constituyéndose en una
verdadera filosofía que negaba al ser y a la nacionalidad y a todo el conjunto
de sus valores espirituales. Esta etapa dio primacía a los intereses
materiales y coincidió con el auge del liberalismo económico y la penetración
del capitalismo imperialista. Era la pérdida irremediable de nuestra
soberanía. Para disimularlo, la oligarquía concibió su plan laico
como una forma de defensa de la soberanía del Estado frente a los “abusos” que
en materia de matrimonio y educación consumaba la Iglesia… El
liberalismo desfiguró nuestra fisonomía tradicional, violentó nuestras
convicciones espirituales, comprometió nuestra independencia, dilapidó nuestras
riquezas, traicionó las justas aspiraciones del pueblo, abatió las columnas que
defendían nuestra soberanía y falsificó los hechos históricos para desalentar
toda posible empresa recuperadora… Los liberales de hoy están en la
misma línea de pensamiento que sus antecesores liberales de ayer o de hace un
siglo….. Siguen empacados en l avieja huella en que se atascaron sus
abuelos…”.
Muchas
veces información de hechos que declaran ciertas personas con el afán de darlos
a conocer con un sentido positivo y de grandeza no hacen más que confesar su
propia ruindad intrínseca.
Un
ejemplo de ello son las declaraciones Gran Maestre de la Masonería Argentina Ángel Jorge CLAVERO. El referido comienza por decirnos
que si bien ya existían logias en la Argentina “El 11 de diciembre de 1857 siete de las logias masónicas existentes en
la ciudad de Buenos Aires se agrupan y constituyen la actual Gran Logia de la
Argentina eligiendo como primer Gran Maestre al doctor José Roque Pérez. En
nuestro país, la Gran Logia nace en 1857 en pleno desarrollo del proceso de
organización nacional, después de Caseros. Será la Masonería el ámbito neutral
de encuentro para muchos dirigentes, un lugar donde se discutirían proyectos de
fuerte incidencia en la sociedad, entre ellos la secularización de los
cementerios (1859), la unificación del país con el ingreso de Buenos Aires a la
Confederación (1860), la sanción del Código Civil (1869), la lucha contra la
epidemia de fiebre amarilla (1871) en la que perdió la vida Roque Pérez, primer
titular de la Masonería, a la cabeza de los rescatistas, el Congreso Pedagógico
(1882), la ley 1.420 de educación común, gratuita y obligatoria (1884) y la
creación del Registro Civil (1884). Ya en el siglo XX, la Reforma
Universitaria, cuyo centenario celebraremos el año que viene.
No llama la atención,
entonces, que prohombres de la Masonería como Justo José de Urquiza, Santiago
Derqui, Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento, entre otros, hayan
alcanzado la Presidencia de la Nación, ni que los propios Mitre, Sarmiento y
también Leandro Alem hayan sido elegidos Grandes Maestres de la Masonería
Argentina.
La reinstalación de las
Instituciones en 1983 abrió una nueva perspectiva, en que la Masonería
Argentina se ha reinstalado en las capitales de todas las provincias y ha
recuperado buena parte de su membresía. En diversas universidades nacionales
funcionan cátedras de Librepensamiento y la tarea en defensa del laicismo y la
igualdad de oportunidades acaba de ser reconocida por el Comité de Laicidad
Republicana de Francia.”.
¿Qué
confesión tenemos acá? Primero, que el derrocamiento del soberano gobierno de
Juan Manuel de Rosas, a partir de la batalla de Caseros el 3 de Febrero de 1852
significó el desarrollo y engrandecimiento de la Masonería en el país y, en
especial, el tomar el resorte del gobierno de la Nación a través de una
sucesión ininterrumpida de presidentes y funcionarios masones.
Ello
trajo como efecto una serie de medidas legislativas –como al día de hoy- que
dan impulso a la disgregación nacional como puede ser los Congresos
Pedagógicos, la tristemente famosa Reforma Universitaria del año 1917
contemporánea a la Revolución nihilista Soviética e inspirada en sus teorías
(pero no en su práctica vertical). Que los altos y bajos que tuvo la Masonería
en cuanto al manejo de los resortes políticos durante algunos años en el país,
se asienta definitivamente con el nefasto régimen democrático desde 1983. O
sea, Democracia igual a Masonería. Las universidades son calderas donde se
cuecen las ideas que van minando nuestra integridad y espiritualidad argentina
a través de cátedras liberales cuyas ideas provienen –donde sino!- de la
Francia masónica, jacobina asesina que debilita nuestras defensas emocionales,
físicas, intelectuales y psicológicas.
José
Roque Pérez, primer jefe máximo de la Masonería en la Argentina, en su discurso
en incorpora a Urquiza y a Mitre a la Masonería el mencionado día 21 de Julio
de 1860 (aunque ya en 1857 Urquiza había empezado los contactos a tal fin).
En
1857 Roque Pérez había sentenciado que al “Estado
le tocaba fijar las reglas que deben regirla (a la sociedad) desde su formación
hasta su disolución” (¡Menos mal que los Masones siempre han declarado que
no se metían en política!)
Dijo
un masón como Antonio P.CASTRO- y lo menciona como algo positivo-:
“'Si en épocas no muy
lejanas, ellos han representado ideas políticas divergentes; si en el campo de
la lucha han chocado sus espadas, la hidalguía de sus corazones y la altura de
sus ideas les han hecho concebir que ésas son luchas estériles para los
pueblos, de las que la humanidad sólo recoge lágrimas y despojos. Sólo la
concordia, la fraternidad y la libertad en él orden han podido producir bienes
perpetuos. Y abrazando con fe sus leyes y principios, esos hombres y sus
adictos se presentan a nuestros ojos como los Verdaderos Masones, como los
obreros de la paz y los re constructores de la sociedad. . ¡Sí, felices
vosotros que al fundar la Masonería en este país, dábais a su primera logia el
nombre de «Unión del Plata» y a su hija primogénita el de «Confraternidad
Argentina». Estos dos nombres simbolizan lo que véis hoy realizado, después de
cinco años de lucha desgarradora; y esas dos logias, que desde un principio
manifestaban nuestros votos por la Unión Nacional aún existen vivas y florecientes
para recibir en su seno, la una al Jefe de la República, la Unión del Plata; la
otra, a los dos guerreros que cruzando sus espadas en el campo de batalla,
firmada la paz, se daban el abrazo de hermanos y condujeron a la República al
estado de felicidad en que hoy se encuentra, estableciendo la verdadera
confraternidad argentina. Es que ambos eran «hermanos» al ligar sus esfuerzos
para derrocar la espantosa tiranía que oprimía a los argentinos y para alzar en
alto el pendón de la ley, de la libertad, del progreso y del orden, en la
sociedad que les confiere sus destinos... El acto de hoy —concluye Roque Pérez—
tiene pues un alcance y una importancia solemne, que dando realce a nuestra
institución, nos obliga a ser fieles cooperadores de la obra colosal de sellar
para siempre la revolución de nuestros pueblos y de mantener elevado y puro él
pendón de nuestros padres [?], su creencia y su fe política, al crear una
grande y poderosa República unida por el vínculo indisoluble de la Constitución
Nacional. Nos impone, antes que todo, el deber de acallar nuestras pasiones, de
no desmentir en ninguna ocasión los principios profesados por el verdadero
masón de trabajar con constancia para conseguir el imperio de la ley, de ¡a
libertad y de la concordia, sin el cual toda sociedad es un caos; todo derecho,
una mentira absurda; todo ascenso, un favoritismo repugnante en que se
sacrifica la virtud y el mérito a la adulación y a la bajeza".
Un ejemplo
del poder disociativo de la masonería que se mueve entre sombras para –en
nuestro país- disgregar de todas las maneras posibles nuestro territorio lo da
el pacto infamante entre Mitre y Urquiza en la pseudo-batalla de Pavón el 17 de
Setiembre de 1861.-
Así, “En 1860, luego de unos pocos años del
derrocamiento del gobierno nacional y soberano de Juan Manuel de Rosas,
Urquiza, gobernador ahora de Entre Ríos, “ invita a su Palacio de San José, en
Concepción del Uruguay, a Mitre y a Derqui. Este llega el 8 de noviembre
de 1860 y Mitre el día 10, acompañado de un gran séquito: el Coronel Gelly y
Obes, ministro de Guerra; los de igual graduación, Conesa, Albariños, Chenaut,
Paunero, Dionisio Quesada y Juan Peña; dos edecanes y varios oficiales
ayudantes”. (Cfr. “Batalla de Pavón “
Portal http://www.revisionistas.com.ar/?p=702)
Por la
muerte –anunciada insólitamente por el propio Sarmiento con 6 días de
anticipación- del Coronel José Virasoro, Gobernador de San Juan a manos del
Unitario, ‘mitrista’ y masón
Aberastain en un hecho planificado por los porteños.
Urquiza,
indignado por la muerte de su amigo, junto a sus fuerzas de Entre Ríos entre
quienes se encontraba José Hernández, Leandro N. Alem y otros Confederados, se
preparan para entrar en batalla frente al ejército de Mitre. El triunfo estaba
asegurado por el alto espíritu y moral de los soldados y por su preparación.
Pero de
pronto, y en forma inentendible para muchos, Urquiza comienza a apartarse de su
ejército.
“¿Es cierto que Mitre, estando el
ejército en marcha, llega hasta la ciudad de Rosario para conferenciar en la
logia masónica con Urquiza? ¿Es cierto el dato que llega al campamento de
Urquiza y que la tropa no quiere creer? Pero si ello puede o no ser
cierto, lo que es exacto es que Urquiza realiza frecuentes reuniones en la
logia masónica de la calle Laprida y que antes de la batalla, y posteriormente
a su entrevista con Mitre en Las Piedras, se reúne con su “hermano Mitre” en
ese mismo local de la masonería y allí ambos se abrazan ‘fraternalmente’ y
convienen el resultado de la batalla que luego no más librarán (dicho por Dr.
J. Y. Taillón, grado 33 de la masonería, en acto público del año 1928, en el
local de la logia 17 de la calle Laprida, en ocasión de pronunciar una
conferencia antifascista el intelectual italiano Dr. Mosca).”.
(Cfr.
“Batalla de Pavón “ Portal http://www.revisionistas.com.ar/?p=702)
“El 12 de setiembre, medio
desorientado por la profusión de regimientos que ocupan el campo, llega al ejército
de la Confederación, en demanda del general Urquiza, el caballero
norteamericano y sobrino político de Mitre, Mr. Yateman. Es un hombre joven,
elegante, distinguido y delicado. Viste a la inglesa y se defiende del
fuerte sol con un sombrero Panamá de anchas alas, rodeado de un pañuelo blanco
de seda”. ”.
(Cfr.
“Batalla de Pavón “ Portal http://www.revisionistas.com.ar/?p=702)
“¿Qué busca este extranjero en las
filas del ejército de la Confederación? ¿Qué quiere este extranjero en vísperas
de una batalla entre dos fuerzas argentinas? ¿A quién representa, quién lo
manda?”. ”.
(Cfr.
“Batalla de Pavón “ Portal http://www.revisionistas.com.ar/?p=702)
“Mientras, amable y cortés, Mr.
Yateman prohombre de la masonería porteña, satisfecho del buen éxito de su
misión, da rienda a su caballo y sale al trote inglés hacia el campamento de
Mitre. Pero la suerte de las armas ya está decidida. Al día siguiente
el ejército retrocede y acampa sobre el Arroyo Pavón….. La intervención de Mr.
Yateman en un asunto de la máxima importancia como la batalla de Pavón, donde
la oligarquía porteña jugaba su suerte definitiva, se explica por diversas
razones: Primero mister Yateman es prohombre de la masonería universal, cuya
filial argentina tiene en sus manos la dirección de la política argentina
centralista, cuyos hombres dirigentes son Mitre, Alsina, Sarmiento, Vélez
Sársfield, Obligado, etc.” ”.
(Cfr.
“Batalla de Pavón “ Portal http://www.revisionistas.com.ar/?p=702)
“Luego de la
batalla de Pavón, insólitamente a pesar del triunfo de las armas Urquiza se
retira con todo su ejército hacia Entre Ríos cediendo el triunfo –acordado- a
Bartolomé Mitre, su hermano masón “A pesar de todo ello, a pesar de los
recursos de que podía echar mano para proseguir la campaña, Urquiza se retiró
del campo de batalla, indiferente, tranquilo, glacial, como un personaje ajeno
a lo que acababa de producirse, sin atender los partes que le traían, ni
responder a las preguntas o indicaciones que le hacían sus allegados,
sorprendidos”.
(Cfr.
“Batalla de Pavón “ Portal http://www.revisionistas.com.ar/?p=702)
Los esbirros
de Mitre –en especial italianos y uruguayos- iniciaron una caza y degüello de
aquellos pocos que aun quisieron luchar. Una vez tomados prisioneros se produjo
una matanza indiscriminada de todos los prisioneros, para beneplácito de
Sarmiento, Mitre, etc… ¿Urquiza? Bien, gracias, muy tranquilo en sus
propiedades entrerrianas asistía
impertérrito a los asesinatos por todo el país de quienes le brindaron la
confianza y sus vidas. Fue ejecutado todo federal vivo que fueron encontrando
los ‘mitristas’ y sus matones (entre
los asesinados se encontraba Jerónimo Costa, héroe de nuestra independencia y
defensor de nuestro país en las batallas de Vuelta de Obligado contra el
invasor Inglés y Francés)….. Y cuando Mitre se presentó como candidato a
Presidente de la Nación Urquiza abogó para que se lo vote. El Pacto masónico
está concluido en los hechos.
Luego
del derrocamiento de Rosas, único interregno en que la Masonería –más allá de
la existencia de masones en la Confederación Argentina- no pudo dirigir los
destinos de nuestra política vernácula,
prácticamente todos los presidentes y dirigentes económicos y sociales
de la Argentina han sido masones.
No
importa la ideología política que tuvieran, ni que fueran militares o civiles.
La debacle permanente y sin interrupciones de nuestro país desde el 3 de
Febrero de 1852 a media tarde no se puede explicar si no tenemos en cuenta este
hecho.
De
boca de los propios masones se confirma lo dicho arriba: el contubernio
antinacional, ateo y antihispano estaba en marcha. Los mismos dicen en su
portal oficial respecto a Urquiza:
“La
Masonería, instalada institucionalmente dos años atrás [1859], tuvo
entonces activa participación en la búsqueda de la definitiva pacificación.
“En 1857, se habían
constituido el Supremo Consejo
Grado 33 y la Gran Logia del Gran Oriente Argentino, presididos ambos
por José Roque Pérez. El país estaba dividido
entre unitarios y federales, porteños y provincianos. En ese
contexto, las Logias Unión del Plata N° 1 y Confraternidad Argentina N° 2, se
propusieron alcanzar la unión y confraternidad de la dividida sociedad
argentina, lograr la armonía y
pacificación del país, unificar los criterios, zanjar los diferendos políticos
y evitar la lucha fratricida”.
“En la noche del 27 de
junio de 1860, el Presidente de la Confederación Argentina, Dr. Santiago
Derqui, recibió en Paraná una comunicación del Gobernador de Buenos Aires,
Bartolomé Mitre, quien a instancias de la Masonería lo invitaba
a visitar la Ciudad de Buenos Aires para asistir a los actos oficiales del 9 de
julio donde se celebraría un nuevo aniversario patrio. Urquiza, gobernador de
Entre Ríos y presidente del Partido Federal, recibió una invitación idéntica”..
“El 6 de julio, Derqui y
Urquiza llegaron a Buenos Aires acompañados de una importante comitiva.
Culminados los festejos populares organizados por el Gran Oriente
Argentino de la Masonería, se acordó la celebración de una tenida en la
sede de la Institución para el 21 de julio a la que se
denominó Tenida de la Unidad Nacional, con activa participación de
las Logias Unión del Plata y Confraternidad Argentina”..
“La tenida fue
presidida por José Roque Pérez, y durante su transcurso se otorgó el Grado
33 a Bartolomé Mitre, (Gobernador de Buenos Aires, unitario), Domingo
Faustino Sarmiento, (unitario), Santiago Derqui (Presidente de la
Confederación Argentina, federal), Justo José de Urquiza (Gobernador de Entre
Ríos, federal) y a Juan Andrés Gelly y Obes, Jefe del Estado Mayor durante la
Triple Alianza y hombre de la estrecha confianza de Mitre”..
“Los invitados
fueron recibidos por el Supremo Consejo Grado 33 en pleno y por los
Venerables Maestros (presidentes) de todas las logias de Buenos
Aires. Tras los saludos, el Soberano Gran Comendador se retiró con los
miembros del Supremo Consejo, en tanto una comisión especial condujo al
resto a un templete próximo, donde les fue otorgada la más alta
distinción de la Masonería, el Grado 33. De regreso al Templo Central,
fueron recibidos con incesantes salvas de aplausos y vivas a la
patria”..
“Ocupando el alto
sitial del centro, el Dr. Roque Pérez sentó a su derecha
al Presidente Derqui y a su izquierda al Gobernador Mitre; en
los sitios especiales e igualmente destacados de la cabecera tomaron ubicación
el Gobernador de Entre Ríos Justo José de Urquiza, los ministros
porteños Sarmiento y Gelly y Obes. De inmediato, Urquiza y
Mitre, con sus manos sobre el Libro de Ley Sagrada, la Escuadra y el
Compás, prestaron el solemne juramento y se comprometieron: “A OBLIGARSE
POR TODOS LOS MEDIOS POSIBLES A LA PRONTA PACIFICA CONSTITUCION DEFINTIVA DE LA
UNIDAD NACIONAL”.
“José Roque
Pérez pronunció entonces un discurso en cuyos párrafos salientes
expresó que “un gran acontecimiento nos reúne y agrupa en este lugar... es
la presencia del Presidente de la República Argentina, del Primer Magistrado de
Buenos Aires y del Gobernador de Entre Ríos, que vienen a tomar un asiento
entre nosotros, no en calidad de Magistrados, sino en la de hermanos y fieles
sostenedores de nuestra Orden”
“…Estos
nombres simbolizan ya lo que veis hoy realizado, después de cinco años de
luchas desgarradoras, el Jefe de la República, y los dos guerreros que cruzaron
sus espadas en el campo de batalla, firmada la paz se daban el abrazo de
hermanos que es la verdadera UNIÓN NACIONAL ARGENTINA”....”
“Como símbolo de la
Unión Nacional, Bartolomé Mitre (Jefe del Partido Unitario), y Justo José de
Urquiza (Jefe del Partido Federal), se afiliaron a la Logia Confraternidad
Argentina N° 2 que, a partir de ese momento también se conoció como
Logia de la Unidad Nacional”..
En
la tenida masónica del 21 de Julio de 1860
presidida por José Roque Pérez, se confiere el grado 33 a Mitre,
Sarmiento, Urquiza, Juan Andrés Gelly y Obes, como ya se dijo.
Las
palabras altisonantes, el palabrerío absolutamente insustancial, la fraseología
vacía y los adjetivos carentes de significado alguno (‘humanidad’, ‘civilización’,
‘progreso’, ‘fraternidad’ etc), hacen a sus miembros, en el llano y en público
pertenecer a bandos adversarios, cuando en realidad todo era y es una mera
máscara.
Bajo
esa apariencia se exaltaban ideas fraternales que, en verdad, estaban dirigidas
a manipular a quienes tenían un débil sentimiento patriótico, dóciles en la
defensa de intereses extranjeros, manejando la voluntad de aquellos a quienes
elegían para ejecutar sus planes. Así destruían la Iglesia y las creencias
cristianas de quienes inocentemente se incorporaban a sus huestes, simulando
una filantropía inexistente.
Cuando
los panegiristas liberales hablan muy sueltos de cuerpo que significa el
término. "Instituciones", según Carlos Enrique Pellegrini (padre del
futuro presidente de la nación) no tiene ni gramatical ni lógicamente, el
significado que en general le ha sido dado por esos escritores liberales: "institución" –al decir
Pellegrini “es lo "instituido",
las formas sociales que existen fuera de la voluntad de los hombres, que
preexisten y subsisten a éstos: ¿Qué es una "institución"? - se
preguntan Mauss y Faugonnet en el artículo "Sociologie" de la
"Grande Encyclopedie" - sino un conjunto de actos o de ideas que los
individuos encuentran delante de ellos, y que se imponen a ellos?”. Y
expresaba tambien en artículo llamado ‘Prospecto’,
en su revista ‘La Revista del Plata’
Nro.1 de septiembre de 1853, combatiendo el oleaje de aquellos que comenzaban a
desarmar el andamiaje que tanto costó a nuestra patria en la defensa de sus
intereses patrios, “el absurdo a donde
nos arrastraba la política superior a Caseros, de querer ser "un pueblo
preocupado de grandes teorías, haciendo esfuerzos gigantescos para asemejarse
políticamente a las naciones más cultas; pero que por abrazar, tal vez, una
vana sombra, deja caer en el olvido los verdaderos elementos de su grandeza”
Todo
esto explica lo aparentemente inexplicable: la farsa teatral de la batalla de
Pavón, que dejó a Mitre como dueño del país. Admitamos que lo ‘inexplicable’ – como dicen algunos
historiadores ingenuos o inescrupulosos- es en realidad una postura fraudulenta
del Unitarismo y del Liberalismo, que fingen desconocer los hechos reales
ocultando las verdaderas causas de los sucedido manteniendo un silencio y
ocultamiento de ello por sus juramentos.
Léase
por ejemplo un párrafo de José Roque Pérez en su discurso cuando dice, medio
subrepticiamente, como al pasar, que los masones tienen el deber de “no
desmentir en ninguna ocasión los principios profesados por el verdadero masón”.
Ya sabemos que pasa con aquellos que osasen revelar los fines verdaderos…tienen
un lugar en el cementerio esperándolos.
Juan
Manuel de Rosas sabía bien todo esto.
En
carta a Estanislao López en Junio de 1834 demostraba con perspicacia las intrigas de las Logias
que erosionaban permanentemente la soberanía de nuestra patria.: “Sucedió después otra administración formada
por la logia que supo en medio de la borrasca conducir a los federales del modo
que quiso y creyó más conveniente a sus intereses, ¿Qué "extraño, pues,
que se haya solicitado empeñosamente la libertad de Paz por las personas y en
los términos que usted me indica? Pero, ¡ah mi querido compañero que antes hubo
de caer en los "lazos de la perfidia armada! ¿Cree usted que si todos
ellos no, fueran uno en lo esencial del objeto, se habrían de haber ido a
Montevideo, Balcarce y los corifeos? Colocados hoy Rivadavia y Agüero a la
cabeza del gobierno de Buenos Aires y escoltados de cien mil soldados no
habrían tenido valor de hacer en seis años lo que la administración del general
Viamonte ha hecho en seis meses, en contra del partido Federal.
"Hablo así, porque
ellos han confesado y convenido entre sí, que la Federación ha triunfado
absolutamente de la unidad, pues que contrariar la opinión de las masas es
acabarse de perder y dejar el completo triunfo a sus enemigos, en cuya virtud
todo lo que les convenía era tender las redes de la logia, para lograr por ese
medio al fin, triunfar de sus enemigos, mandar la tierra proclamando federación
y conducirlos después, según les pareciera más conforme a sus fines”
En
este último párrafo Rosas hace notar que los logistas por una cuestión de
conveniencia se adaptan, se mimetizan con el poder de turno, para intentar
domesticarlo, manejarlo para conseguir sus fines
Por
otra parte, y en consonancia a lo que venimos probando “ la Logia Unión del Plata Nº 1, a la que pertenecía Derqui, proclamó
miembro de honor a Urquiza quien retribuyó a través del Dr. Pedro Díaz de Vivar
con una medalla conmemorativa del Primer Aniversario del Pacto de San José de
Flores para cada dignatario de la Gran Logia de la Argentina y los
miembros del Supremo Consejo, “en prenda de reconocimiento por vuestro eficaz
apoyo para obtener la pacificación”. Por entonces, Buenos Aires revisó la
Constitución, propuso modificaciones que fueron aceptadas en una
nueva Convención Constituyente reunida en Santa Fe”.
“El 9 de agosto de 1861,
la Logia Asilo del Litoral de Paraná proclamó a Urquiza miembro de
honor. Con todo, nuevas desavenencias entre Buenos Aires y la
Confederación determinaron una nueva contienda, esta vez en Pavón. Pese a
que las fuerzas de la Confederación tenían asegurado el triunfo, Urquiza se
retiró del campo de batalla para obtener la pacificación definitiva y se
dirigió a Entre Ríos. En coincidencia con ese gesto, el Presidente Derqui y el
Vicepresidente Pedernera renunciaron a sus cargos y entre todos abrieron el
camino a la presidencia de Bartolomé Mitre”.
“Urquiza mantuvo la
autonomía del gobierno de Entre Ríos y conservó el cargo de
gobernador. Hubo un acuerdo tácito con Mitre, por el cual éste nunca se
enfrentó políticamente a Urquiza. A cambio, Urquiza se mantuvo neutral durante
todas las rebeliones federales de esa década. Urquiza también otorgó su apoyo
político al Presidente Domingo Faustino Sarmiento. Mitre y Sarmiento fueron
huéspedes de Urquiza en el Palacio San José, ambos fueron recibidos por separado con
honores excepcionales: pasaron entre una doble fila de gauchos formada como
guardia de honor entre el puerto de Concepción del Uruguay y el Palacio San
José”
(Cfr.La
Gran Logia De La Argentina De Libres Y Aceptados Masones - Tte. Perón 1242 - CABA
| Teléfono: (011)-4382-2585 -http://www.masoneria-argentina.org.ar/novedades-y-eventos/115-justo-jose-de-urquiza)
La
masonería no solo jugó su papel, a través de Inglaterra, en el Plata sino también en el Pacífico.
En
un meduloso estudio sobre la guerra entre Chile contra Perú y Bolivia, la
historiadora Cecilia GONZÁLEZ ESPUL nos da detalles de la actividad masónica
inglesa en todos estos países que llevaron a una guerra fratricida impulsada
por los intereses privados de las Logias que se extendían a los gobiernos de
turno.
El
guano, los salitres, el oro, plata cobre, bronce, hierro, etc despertó la
codicia de los capitales ingleses que manejaban el comercio y las finanzas en
Chile. Sumado a las empresas inglesas existentes en Bolivia y Perú que también
controlaban las riquezas de esos países y que trabajaban en concordancia con
las de Chile, el final era previsible.
Por
ejemplo, la Compañía de Salitres de Antofagasta cuyos miembros eran ingleses y
pertenecían a la Logia masónica ‘Gran Logia de Chile’ cuyos directivos eran
George Hicks, el inglés Evaristos Soublete, gerente general de la Compañía y
Gran Maestre de la Logia, que instigaban a la guerra.
Chile
con un enorme poderío marítimo enfrentó entre 1880 a 1883 a Perú y Bolivia
sumidas en pobrezas y deudas con las empresas privadas extranjeras y con la
propia Inglaterra, perdiendo territorios como Atacama, Tarapacá y Arica.
Tanto
en los gobiernos de los tres países como en las empresas chilenas que operaban
comercialmente en los territorios mencionados cuya población fue mayormente
chilena, la masonería nativa subordinada a la inglesa jugó papel importante
para fragmentar territorialmente la costa oeste del pacífico y destruirlas
luego comercialmente ya que no solo Perú y Bolivia quedaron sumidas en una
pobreza y deudora de los vencedores perdiendo no solo territorio, sino que la
propia Chile quedó más dependiente de los extranjeros ingleses y masones que manejaron
su industria al ser los propietarios de todo yacimiento minero, la producción,
el transporte y la comercialización de los productos , amén de tener que pagar
–Chile- altos intereses usurarios por los prestamos recibidos para la guerra
contra sus vecinos. Los acreedores no eran solo ingleses, sino también
franceses, alemanes, belgas, holandeses.
Caro
le salió a Chile el apoderarse militarmente de las zonas peruanas y bolivianas
mencionadas.
También
estos países quedaron sus finanzas, economías en manos totalmente de los
extranjeros y sus bancas, como la de la
Casa Dreyfus y Cía que era acreedora del fisco peruano en millones de libras
esterlinas que tuvo que reconocer el nuevo gobierno peruano para que dicha Casa
le otorgase un crédito en condiciones usurarias además de quedarse los
acreedores ingleses con la concesión de los ferrocarriles por 25 años.
Similar
situación en Bolivia con el agravante que perdió totalmente su salida al mar.
Como
puede probarse en este enjundioso y detallado trabajo de la citada autora, la
masonería manejaba, y maneja los gobiernos y la economía de estos países.
Luego
de tomar un anti-revulsivo por todo lo leído ¿que estaba sucediendo en nuestro
país? Sigamos con las ‘confesiones’ de Sarmiento que corrían temporalmente, en
paralelo a la guerra del Pacífico descripta.
Mitre,
Sarmiento, y toda la llamada ‘generación del ’80’, tenían –y tienen- como
estrategia masónica ocultar hacia afuera
todo lo que tenga que ver con la Masonería y sus fines.
Debemos
tener presente la honestidad en admitirlo de parte de Sarmiento: un Masón como
Antonio Zúñiga reconoce en su artículo de 1922, “La Logia de Lautaro y la Independencia”, en la Revista Masónica
Americana pag.338, en que se puede encontrar en la Revista Masónica Americana,
Tomo 1, pag.9, respecto a Sarmiento en el sentido de que “…Sarmiento
mentía, mentía siempre: en 1882 ocupó el cargo de Secretario General de la
masonería y cuando antes, en 1880 habíase presentado como candidato a
Presidente de la República, él negó públicamente su condición de Masón, pero en
la logia exclamó: “… ¡Yo sólo he cumplido con la consigna masónica de no
revelar mi carácter de tal…” .-
*****
CAPÍTULO
27
“No Me Mueve, Mi Dios, Para Quererte El Cielo Que Me Tienes
Prometido, Ni Me Mueve El Infierno Tan Temido Para Dejar Por Eso De Ofenderte.
¡Tú Me Mueves, Señor! Muéveme El Verte Clavado En Una Cruz Y Escarnecido;
Muéveme Ver Tu Cuerpo Tan Herido; Muéveme Tus Afrentas Y Tu Muerte. Muéveme En
Fin, Tu Amor, Y En Tal Manera Que Aunque No Hubiera Cielo, Yo Te Amara, Y
Aunque No Hubiera Infierno, Te Temiera. No Me Tienes Que Dar Porque Te Quiera,
Pues Aunque Lo Que Espero No Esperara, Lo Mismo Que Te Quiero Te Quisiera”
(Soneto A Cristo Crucificado Anónimo Español Del Siglo XVI
Encontrado Escrito En La Libreta Personal De Juan Manuel De Rosas)
XXVII.- LA MASONERÍA Y EL CATOLICISMO
En fin, la
masonería promueve una visión relativista de la verdad religiosa que la Iglesia
Católica considera inaceptable. Mientras la masonería concibe a Dios como el
“Gran Arquitecto del Universo”, accesible solo a través de la razón, la Iglesia
Católica lo define como el Dios revelado en Jesucristo, Hijo consustancial al
Padre. Así, la masonería niega la divinidad de Jesús, postura que motivó su
condena por parte de la Iglesia.
Efectivamente,
la Iglesia Católica ha condenado sistemáticamente a la masonería a través de
diversas constituciones y encíclicas: desde la constitución Próvidas
Romanorum de Benedicto XIV en 1751; Ecclesiam a Jesu-Christo de
Pío VII en 1821; Quo Graviora de León XII en 1825; las
encíclicas Traditi Humilitati Nostrae de Pío VIII en 1829
y Mirari Vos de Gregorio XVI en 1832; así como las múltiples
condenas de Pío IX entre 1846 y 1873, incluyendo el Syllabus, Qui
Pluribus y Apostolicae Sedis; hasta la encíclica Humanum
Genus de León XIII (1884) y las posteriores instrucciones y
declaraciones oficiales del Santo Oficio hasta el siglo XX. Finalmente, el 19
de marzo de 1950, el Osservatore Romano, órgano periodístico
oficial del Vaticano, reiteró que las condenas a la masonería permanecen
válidas en toda su integridad.
Desde
tiempos inmemoriales la masonería como sociedad secreta pero, más allá de ello,
como sociedad o grupo de personas y organizaciones disociadora y
disgregadora de las nacionalidades y
soberanía de los países en el mundo, de valoración de las jerarquías naturales,
así como idea de concentración sinárquica de poder y riqueza, intenta lograr el
‘mundo-uno’ que tan bien a descripto
en su momento George Orwell en su libro ‘1984’
o el ‘Nuevo Orden Mundial’ tal como está escrito en los billetes de un dólar (‘Novo Ordo Seclorum’).
Tengamos
presente que la Revolución Francesa y su baño de sangre es obra de los
francmasones, con Mirabeau a la cabeza, como bien lo reconocen los propios
masones “…A la influencia de la Masonería
y de sus miembros se deben los grandes movimientos libertadores de Europa y
América. La propia Revolución Francesa estuvo muy empapada de los principios
masónicos, encarnados en la misma fórmula que todavía irradia luz con la trilogía
de IGUALDAD, LIBERTAD, FRATERNIDAD”. (cfr. (La Gran Logia De La Argentina
De Libres Y Aceptados Masones - Tte. Perón 1242 - CABA | Teléfono:
(011)-4382-2585) http://www.masoneria-argentina.org.ar/que-es-la-masoneria)
León MEURIN Arzobispo Alemán jesuita (1825-1895)
escribió en el año 1893 que “….el general
Garibaldi aprendió de los Jefes de la Orden: «Fraternidad, la promesa
omnipotente con la que hemos establecido nuestro poder, quiere decir:
«Fraternidad de la Masonería, para constituir un Estado dentro del Estado, con
medios y funcionamiento independientes del Estado y desconocidos para éste.
«Fraternidad en la Masonería, para constituir un Estado por encima del Estado,
con una unidad, un cosmopolitismo y una universalidad que le hagan superior al
Estado». «Fraternidad en la Masonería, para constituir un Estado contra el
Estado, en tanto que existan los ejércitos permanentes, instrumentos de
opresión, principios de parasitismo, obstáculo para toda fraternización.
Llegará un día en que después de la escisión integral de Europa en dos
imperios, el alemán de occidente y el ruso de oriente, la Masonería los unirá
en uno solo, con Roma como capital de todo el universo».
Mauricio CARLAVILLA sintetiza en el epílogo del libro
del Arzobispo Meurin citado que “….su
táctica de siempre fue ocultarse y disfrazar sus acciones, al saber como nadie
que la mayor fuerza subversiva y conspiradora radica en la invisibilidad; en
lograr la más absoluta incredulidad en
el adversario a derrotar, no sólo incredulidad sobre su acción, sino sobre su
misma existencia real. Desde hace siglos, la Masonería sabe muy bien lo que en
nuestros días diría uno de sus grandes hombres, León Trotzky : -‘somos fuertes
porque no nos conocen’- .
“La Masonería miente de manera sistemática y constantemente, por ser en
esencia conspirativa y subversiva; y anormal seria, siendo así, poder hacer su
historia sobre la base de sus propios testimonios, a conciencia y sabiamente
falseados. Por lo tanto, el arte histórico ha de utilizar diferentes medios de
los usados con otras entidades para llegar a la verdad o aproximarse a ella,
cuando de la, Historia de la Masonería se trata”.
“Medios históricos extraordinarios ha encontrado y empleado Monseñor
Meurin. Su investigación ha buceado y atenazado aquello en que la Masonería no
puede mentir. Y no puede mentir en ello, porque si mintiera dejarla de ser ella
misma; y dejar de ser es morir”.
“La Masonería no puede mentir en sus ideas; ideas constitutivas de su
espíritu como entidad; porque con tales ideas forma, mejor, deforma, el
espíritu de los entes que Ia constituyen. Si variara o mintiera en su
ideología, los masones dejarían de ser masones, aun cuando masones continuasen
llamándose; y sin masones no habría Masonería. No puede ser más evidente ni
sencilla la razón por la cual le es imposible mentir a la Masonería sobre su
ideología”
Dos aclaraciones al libro de Meurin citado: Trotsky
era un seudónimo. Su nombre real era Lev Davídovich Bronstein. Es sintomático
que los masones no solo oculten sus verdaderas intenciones sino también sus
verdaderos nombres.
La segunda aclaración es que cuando el autor refiere
que el masón ‘no puede mentir en sus
ideas’ -cuando anteriormente mencionaba que la Masonería miente siempre-,
se refiere a que la Masonería y los masones no pueden mentir en sus ideas PARA
DENTRO DE LA ORGANIZACIÓN. No para el vulgo no iniciado y la sociedad toda.
FERRARI
BILLOCH escritor, investigador e historiador enjundioso de España nos dice que
existen masones que confesaron sus acciones disolventes. Uno de ellos “...Herni Martín confiesa que las logias fueron
hasta 1789 instrumento general de la filosofía y el instrumento de la
revolución. El ‘hermano’ Gastón Martin declara francamente que la Masonería no
solo había predicado las doctrinas de la revolución, sino que preparó también a
sus jefes”.
En
tal sentido Sicard Des Plauzolse, ‘hermano’ orador de la Asamblea General del
Gran Oriente Francés confiesa sin pudor “Un
enemigo de nuestra orden ha dicho que el espíritu masónico creó el espíritu
revolucionario. Es el más precioso testimonio que puede rendir a la acción
masónica en el pasado”. No hubiera habido Revolución Francesa sin la
existencia y acción de la Masonería. A confesión de parte, relevo de prueba.
El
citado autor español relata una carta de Voltaire a Federico el Grande por el
cual el primero reniega de la posibilidad de ser masón pero que –obviamente-
finalmente hocicó y se volvió una masón consumado “….-En cuanto a lo que Vuestra Majestad me pregunta relativo a si soy
masón, he de decirle que no. Y ello, porque si toda mi vida la he pasado
rompiendo o tratando de romper cadenas, ¿por qué ni para qué atarme yo mismo
con ésta, que para mi sería infinitamente dura y angustiosa?-A pesar de sus
protestas, Voltaire, naturalmente acabó por ser un esclavo de la secta y tuvo
por gala ser masón!”
Sigue
diciendo FERRARI BILLOCH en este antiguo trabajo, que ya la masonería impulsó y
dirigió las revoluciones de 1830, 1848, 1871 y 1917 en Rusia y en la España en
los primeros años del Siglo XXI, y –premonitoriamente y con Republica-
terminaron en la guerra civil de 1936.
Es
que como dice el autor “ya sabemos la
sentencia masónica: con las democracias la Orden se desparrama, floreciente y
frondosa. Con las dictaduras, pacta…Pacta si el dictador no arranca de cuajo la
raíz, asombrosamente reproductora”.
El
autor desarrolla y prueba ‘in extenso’ y hasta el
más mínimo detalle el hecho de que las Organizaciones Internacionales son obra
de la Masonería, su creación primaria y su quinta-columna para penetrar en las
naciones destruyendo los cimientos de su soberanía.
En
especial menciona la Sociedad de Las Naciones, organización masónica creada
luego de la 1era.Guerra Mundial para sojuzgar a las naciones soberanas vencidas
que se opusieron a aquellos países que se quisieron oponer a esta hidra
venenosa internacional.
Es
llamativo que, ‘mutatis mutandi’, lo
que el autor menciona acerca de la Sociedad de las Naciones y las
Organizaciones que la orbitan sea exactamente igual a lo que es hoy su
reemplazo: las Naciones Unidas y todas las Organizaciones internacionales que
de ella dependen (OIT, Amnesty Internacional, Asamblea Permanente de los
Derechos Humanos, etc). Una réplica. Es decir, ‘cambiar para que nada cambie’ como decía el Giuseppe Tomasi
di Lampedusa, entre finales de
1954 y 1957, en su libro ‘Il Gattopardo’.
Dice
textual el autor español en párrafos que merecen ser expuestos en su totalidad:
“Desde el primer
momento. ya he señalado-de todos es sabido--el carácter internacional de la
Masonería. Es un anti-Estado, que funciona al margen de la tolerancia oficial
de los Estados. En las mismas naciones, el tejido de logias constituye un
verdadero súper-Estado. No tengo por qué insistir sobre esto. Ahora bien: junto
a esa vida tenebrosa, sectaria, que fluye por conductos subterráneos y se
pierde en el hermetismo propio de esta organización esotérica, existe esa otra
vida paralela de las organizaciones profanas, que puede enfrentarse
descaradamente con las cuestiones internacionales - y nacionales -sin que asome
el mandil o el triángulo masónico. La Masonería nunca se expone a un fracaso,
porque como tal ja-más aparece a la luz del día. Las glorias y las desdichas,
para sus hijuelas: la Sociedad de Naciones, la Liga de los Derechos del Hombre,
Asociación de Librepensadores, Patronatos, Rotarismo. ..Son numerosas las
fíliales de la Masonería, que, bajo la denominación de sociedades, ligas o
asociaciones dirigidas casi siempre por hermanos-, permiten ejercer una
influencia en el mundo profano y se infiltran subrepticiamente en vida misma
del país”.
"No se ha
abandonado, a través de las contingencias de los siglos el principio sustentado
por los conspiradores de la cábala: apoderarse del Poder y retenerlo
solapadamente en su beneficio, sin exponerse la asociación, como tal, a los
desgastes de aquél. Sin estos peligros, ella hará reyes y pontífices -y
naciones--, como única depositaria de los grandes secretos religiosos y
sociales. Por eso creó la Masonería, de acuerdo con los tiempos modernos esa
filial queridísima suya: la Sociedad de Naciones”.
"Generalmente, el
público está convencido de que la idea de la Sociedad de Naciones pertenece al
presidente Wilson. Sin embargo, la creación de un súper-gobierno fue estudiada
en los centros masones mucho antes de la terminación de la guerra mundial”.
"…...Cuando se
halle establecida la República en toda la vieja Europa bajo el nombre de los
Estados Unidos de Europa -escribe el ‘Almanaque de los Francmasones’-, será
cuando reine Israel en autócrata sobre esta vieja parte del mundo." [ y decimos ¿no es la la Unión
Europea un paso más hacia tal fin, hacia la pretendida globalización?
–ver(https://www.consilium.europa.eu/es/policies/joining-the-euro-area/convergence-criteria/]
"Incluso el
renacimiento del sionismo es obra de la Sociedad de Naciones, según confesión
del propio hebreo Cassin. Después de una intensa campaña para preparar la
opinión pública, en 2 de enero de 1917 se celebra en Paris una conferencia de
la Masonería de los países aliados y se acuerda convocar un Congreso de la
Masonería de las naciones aliadas y neutrales para estudiar los medíos de llegar
a la constitución de la Sociedad de Naciones. "Es un deber de la
Masonería, como consecuencia del drama cruel que le des-arrolla actualmente,
dirigir a los pueblos hacía una organización general que será su
salvaguardia."
"Por su parte, el
presidente del Consejo de la Orden, hermano Corneau, y el gran maestre de la
Gran Logia de Francia, General Peigné, dicen en la Memoria del Congreso de las
naciones aliadas y neutrales en 1917: ”.
"-Preparar los
Estados Unidos de Europa, crear una autoridad super-nacíonal, destinada a
resolver las diferencias entre las naciones. La Francmasonería será el agente
de propaganda de esta concepción de paz y de felicidad mundial, que se llamará
la Sociedad de Naciones-." [Hoy,
Naciones Unidas, Unión Europea, etc –ver https://www.consilium.europa.eu/es/policies/joining-the-euro-area/convergence-criteria/]
"En la sesión del
28 de junio, presidida por el general Peigné, fue votado el Estatuto de la
futura Sociedad de Naciones: ”.
.Articulo 1. Los países
firmantes acuerdan constituir entre ellos una unión política, económica e
intelectual bajo el nombre de la Sociedad de Naciones”.
Art. 2. En el Parlamento
internacional, el Poder ejecutivo se ejerce por un Ministerio o Consejo de
Naciones, compuesto sobre la base de la representación a razón de un miembro
por nación. Estos miembros serán elegidos por el Parlamento internacional de su
propio seno. El presidente del Consejo de las Naciones será elegido por los
miembros del Parlamento”.
Art. 12. El Parlamento
Internacional designara el lugar de sus reuniones, la población que haya de ser
la capital del mundo, cuyo territorio será internacionalizado." …..[tal vez, se ha avanzado un paso más:
Israel en el año 1980 declaró su capital a la ciudad de Jerusalén…¿futura
capital del mundo? Esto fue escrito por los masones en 1917, como se dijo.]
"Pues bien: los
estatutos de la Sociedad de Naciones, tal como figuran en el Tratado de
Versalles, están redactados casi en los mismos términos acordados en el
Congreso masónico citado”.
"Declara la
Asamblea General de la Gran Logia de Francia, reunida en 1923: ”.
"La Sociedad de
Naciones, que nosotros hemos creado, tendrá una fuerza moral y real tanto mayor,
y tanta mayor influencia sobre los pueblos, cuanto más se apoye sobre las
agrupaciones masónicas del mundo entero."
"Es clara y
terminante la labor de la Sociedad de Naciones: pacifismo, propaganda
antimilitarista, negación del sentimiento nacional -concepción sublime del
sacrificio patriótico -, socavar los pueblos fuertes, desmoralizándolos por
todos los medios. He aquí el ideal mas6nico.y todo, ¿para qué? Cuanto más
débiles sean las naciones, más potente será la fuerza oculta y sagaz del
demoledor consorcio judío-masónico, y más próximo estará el momento de la
Implantación de los tenebrosos fines que persigue la secta: la soñada República
Universal bajo la férula del despotismo de los hijos de Israel”..
"….Desde luego la
Liga de los Derechos del Hombre es una organización clara y netamente masónica.
Voy a conceder la palabra al ‘hermano’ (sic) Alejandro Mintz en la sesión del
Comité Ejecutivo de 13 Asociación Masónica Internacional. Dice en su informe el
doctor Míntz:”.
"Una francmasonería
sin participación intensiva en la lucha espiritual por la salvaguardia y la
defensa de los derechos del hombre nos ha parecido incompleta e insuficiente.
Además de esto, la Historia de la Masonería nos ha demostrado que este Arte
Real no ha llegado al apogeo de la gloria más que a partir del momento en que
el augusto principio masónico se ha desposado con la luminosa idea de los
derechos del hombre para la salvación del mundo”.
”¡Qué acontecimiento
fascinador, único en su género, cuando en la época de la realización, las dos
grandes ideas Iuminosas, el principio masónico y la concepción de los Derechos
del Hombre (encerradas a al principio en la tranquila atmosfera de los Templos y llevada después por los Hermanos
Masones al ruidoso foro de la política), han actuado recíprocamente una sobre
la otra con una fuerza extraordinaria! ”..
“¡Y qué acontecimiento
que ha conmovido al mundo entero, cuando esas Ideas, desencadenadas por los
HH:. Masones, después de la toma de la Bastilla, han producido esa explosión
espiritual inaudita y se han manifestado en esa extraordinaria revelación que
se llama la Declaración de los Derechos del Hombre y de los Ciudadanos! ”.
Para la
Masonería, en fin, “la Fraternidad está por encima de la nacionalidad”, como ya
hemos dicho en anteriores trabajos. Y erige al hombre en Dios.
Monseñor León MEURIN advierte que para los masones “el hombre es una emanación
individual de la Divinidad, y por lo tanto Divino en sí mismo, por lo que,
implícitamente, la Masonería es una audaz deificación de sí mismo”.-
Lapidario.
Y más que revelador. Obsérvese las intenciones reales de la Masonería en
contraposición a su declamada fraseología pacifista y de hermandad entre todos
los hombres, una especie de sociedad benéfica, filantrópica y de caridad.-.
Los
llamados Illuminatis es una Orden
nacida en Alemania a fines del Siglo XVIII y tienen como fin tomar control del planeta con el Llamado
Nuevo Orden Mundial que es el gobierno mundial y la destrucción del
Cristianismo como bien lo ha descripto Vicente de Paul de la orden religiosa
Inmaculado Corazón en su libro “From a Nymph of Satán to a bride of Christ”,
dando sobradas pruebas de lo dicho.-
Autores
como el francés Agustín Barruel (1741-1820), la británica Nesta Helen Webster
(1876-1960) o el canadiense William Guy Carr (1895-1959) la vincularon con
eventos como la Revolución Francesa de 1789, las Revoluciones de 1848, la
Primera Guerra Mundial o la Revolución Bolchevique de 1917. La mayoría de los
miembros que conforman este grupo son personas muy poderosas e influyentes,
banqueros adinerados, los mejores líderes políticos y la élite empresarial;
varones del petróleo, y los altos cargos de grandes corporaciones
multinacionales y de la industria farmacéutica.
Esta
elite de Illuminatis pertenece a los
grados más elevados de la masonería. Se le conoce como el gobierno invisible
detrás de los gobiernos y son ellos los responsables de los eventos mundiales
por su gran poder.
Las
estructuras empresariales consolidarán monopolios, que insertados en el sector
financiero, lograrán un único poder económico – financiero. Son personas muy
ricas y poderosas que controlan la economía a través del control de los bancos
centrales, la política local e internacional de los Estados Unidos y de los
países europeos.
Todo
organismo internacional (ONU, OIT, organismos ambientalistas, ETC) no son más
que ‘quinta-columnas’ de la sinarquía
y poderes mundiales de absorción y anulación de cualquier atisbo de soberanía
nacional escudadas en pseudo organizaciones que dicen ser democráticas e
igualitarias, que dicen ser filantrópicas, pero que no son más que
organizaciones que esconden poderes financieros que las dirigen, que son sus
dueños y que pretenden un ‘mundo-uno’ para subyugar a las mencionadas
soberanías nacionales y así apoderarse, primero de sus decisiones y luego de su
entera economía transfiriendo la riqueza de las mismas para ellos (como –a modo
de ejemplo- Rockefeller Fundation, Fundación Ford, FMI, George Soros y el Open
Society Institute, los Rothschild, la banca Kuhn, Walter Rathenau, Loeb and
Cia. Casa de Orange, la Banca Morgan, Banco Mundial, National Geographic,
Ejército de Salvación, FLACSO, Amnesty International, y la logia masónica B'nai
B'rith Argentina, Club Bilderberg, la Trilateral Comision, G20, OCDE
-Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica con sede en París-,
etc).
Y
en este punto, ¿Qué es la OCDE? Veamos lo que este organismo mundial que
interviene en las políticas locales sobre todos los temas, -sobre todo en
política de salud, educación, planificación de vida, etc- con neto contenido
masónico dicen de si mismos:
“Es un Organismo
Internacional de carácter intergubernamental del que forman parte 37 países
miembros. La OCDE fue creada en 1960 con sede en París, para dar continuidad y
consolidar el trabajo realizado por la antigua Organización Europea de
Cooperación Económica (OECE) que se había constituido para canalizar la
implementación del Plan Marshall. La OCDE sustituyó a ésta en la tarea de
impulsar la reconstrucción y el desarrollo en el continente tras la Segunda
Guerra Mundial. Desde hace más de 50 años la OCDE es un foro en el que
los Gobiernos de estos Estados, todos ellos democracias con una economía de
mercado, trabajan conjuntamente con el fin de enfrentarse mejor a los desafíos
económicos, sociales y de buen gobierno para aprovechar de manera más eficiente
las nuevas oportunidades que surgen y coordinar políticas locales e
internacionales”.
(http://www.exteriores.gob.es/RepresentacionesPermanentes/OCDE/es/quees2/Paginas/default.aspx)
El
‘Mundo-Uno’, la Unión Europea y cuanto organismo se extienda por el mundo con
sus tentáculos tiene en la Masonería y el Sionismo sus directores. Esa unificación
facilita a éstos el manejo, la directriz política y económica mucho más fácil
que si tuvieran que lidiar con cada nación por separado y con sus
idiosincrasias particulares.
Benjamín
GARLAND nos comenta la creación artificial de estas logias en el ‘multiculturalidad’
tan en boga en los últimos años y las leyes represivas –necesarias-para
sostener su artificialidad.
Nos
pone de manifiesto las distintas conferencias dadas por distintos personajes
por todo el mundo para concientizar a los pueblos sobre este artificial sistema
a implementar cada vez más.
Uno
de ellos es una conferencia que tuvo
lugar en Israel allá por el 7 de Mayo de 2013, llamada la "Contribución Judía al Proyecto de
Integración” -http://www.kas.de/wf/doc/kas_36349-1522-1-30.pdf?131211155732-
patrocinada por la “Fundación
Konrad Adenauer” de Alemania, por “The
Centre for de Study of the European Politics and Society National Jean Monnet
Centre of Excellence”, por la “Ben
Gurion University of Negev”.
Allí
el doctor Sharon Pardo, ellos son y han sido los principales promotores e
instigadores de la "multiculturalización" de Europa, es decir, la
integración forzada y la destrucción de la identidad, cultura y tradiciones de
los europeos Blancos autóctonos, que van ahora, gracias a este multiculturalismo,
probablemente a ser sustituidos por un califato islámico, que comenzará con
‘ghettos’ y que se irá expandiendo como el aceite por toda Europa. “Este mestizaje y destrucción deliberada de
la identidad europea –dice Garland-
es el objetivo de la Unión Europea”. Walter Rathenau y Fritz Bauer
comenzaron hace años este ataque a las soberanías de las naciones europeas, a
fin de disgregar, atomizar su cultura y controlarla mediante las logias
citadas. En la actualidad también Richard Coudenhove-Kalergi, cuyas ideas
fueron la inspiración para la Unión Europea y para el "proyecto
de integración" europeo, son el modelo a seguir.
España
también hay personajes que obran en el mismo sentido como, por ejemplo, un
embajador español llamado Álvaro Albacete que en conferencias similares usa la
historia de la Inquisición como el pretexto moral para permitir la inmigración
masiva en España en particular y en Europa.
Este
personaje ha sido el Secretario General Adjunto del KAICIID y se ha ocupado activamente de la promoción
del diálogo interreligioso para la consolidación de la paz, especialmente en la
República Centroafricana y Nigeria. el diplomático Albacete fue Embajador
en Misión Especial y abordó el diálogo interreligioso e intercultural en
representación del Ministerio de Asuntos Exteriores español. También
trabajó para el tristemente conocido Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
en Argentina, Bolivia, Panamá y Paraguay. Como Secretario General
Adjunto, el Embajador Albacete desarrolla y coordina las políticas y
acciones del KAICIID en el ámbito internacional, en cercana cooperación con la
Unión Europea, las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales.
Que
es el KAICII? Según informan ellos mismos, son “un Centro Internacional de Dialogo… una organización
“Intergubernamental, multirreligioso, multilateral e inclusivo-. Es una
organización intergubernamental cuyo mandato consiste en promover mundialmente
el uso del diálogo para prevenir y resolver conflictos, así como para mejorar
el entendimiento y la cooperación. Durante un proceso de negociación y
desarrollo que duró siete años, el mandato y la estructura del KAICIID se
diseñaron para fomentar el diálogo entre personas de credos y culturas
distintas, ya que el diálogo tiende puentes entre animosidades, reduce el miedo
e inculca el respeto mutuo”. Está conformado –según ello aseguran “con una Junta Directiva compuesta por
representantes de las principales religiones del mundo”.
Trabajan
en colaboración con la UNESCO, La Asociación
Internacional sobre Religión y Desarrollo Sostenible (PaRD),
Oficina de las Naciones Unidas para la Prevención del Genocidio y la
Responsabilidad de Proteger, la Alianza de Civilizaciones de las Naciones
Unidas, La Red Para
Los Pacificadores Religiosos Y Tradicionales, Organización
de Cooperación Islámica, la Universidad Complutense de Madrid (UCM),
El Instituto
Superior de Ciencias Religiosas de Barcelona (ISCREB), La
Organización Islámica para la Educación, la Ciencia y la Cultura (ISESCO), Religiones
por La Paz, La Organización Mundial del Movimiento Scout (WOSM), y
cuanta organización el lector pueda imaginar. Es evidente que esta Organización
interreligiosa es la ‘pata’ religiosa que ostenta claramente la Masonería en su
accionar para seguir contaminando a las naciones y lograr su tan ansiado ‘Mundo-Uno’ y así les será más fácil su
dominio económico, social y político de las naciones.
La
Masonería que dirige cual titiritero los gobiernos de Europa y EE.UU de
América, ha ‘inventado’ la que fue llamada ‘Primavera
Árabe’ a fin de derrocar a aquellos gobiernos que osaron ser soberanos y
que pusieron el dedo en la llaga en aquellas logias: el manejo del propio
dinero y sus reservas de oro y petróleo.
Ya
lo había dicho Winston Churchill en sus ‘Memorias’ que la causa real de la II
Guerra Mundial fue el intento de las Alemania e Italia “..de retirar su poder económico del sistema de comercio mundial y
crear su propio mecanismo de cambio, que le
negaría beneficios a la Finanza Mundial”. Bueno, no se le puede
achacar el Primer Ministro una honestidad brutal que tiene por causa el saberse
impune. Igualmente le sucedió a Libia e Irak y pagaron su afán de independencia
con sus líderes ahorcados vistos por la TV en directo y sus naciones destruidas
material y económicamente hasta el día de hoy.
El escritor, investigador, historiador, analista
geopolítico estadounidense Frederik William ENGDAHL en un artículo
publicado el 17 de Marzo de 2016 en el portal ‘New
Eastern Outlook’ ‘(ournal-neo.org)
nos hacer ver el “ descubrimiento de una
cantidad de correos electrónicos desclasificados recientemente que fueron parte
de la correspondencia que sostuvo la derrotada candidata presidencial
estadounidense, a la sazón ministra de Relaciones Exteriores, que dicen
relación con la planificación para derrocar el régimen de Khadafi en Libia en
2011, en razón de la amenaza que éste representaba para la hegemonía financiera
de los bánksters internacionales de
Londres y Nueva York, como ya es ampliamente sabido, mediante sus planes de
crear una nueva moneda pan-africana que habría reemplazado al dólar en las
transacciones del petróleo, cosa inaceptable para aquéllos”.
En
efecto, entre el que en su momento fue el presidente Barak Obama, Hillary
Clinton, a la sazón Ministra de Asuntos Exteriores de los EEUU en aquellos
momentos, Sid Blumenthal, mas “Samantha Power, en ese entonces una
importante asistente en el Consejo Nacional de Seguridad y hoy embajadora de
Obama ante Naciones Unidas, y Susan Rice, entonces embajadora de Obama
ante la ONU y ahora Consejera de Seguridad Nacional, la que impulsó a Obama a
una acción militar contra Khaddafi”.
EE.UU
utilizó cuanta ONG y grupos de Derechos Humanos tuvo como Freedom
House y National Endowment for Democracy, “aliadas en secreto, como de costumbre, con las
Fundaciones Sociedad Abierta del multimillonario especulador George
Soros, junto con agentes del ministerio de Asuntos Exteriores y de la CIA”.
Este
material desclasificado pone a la luz el real objetivo de la OTAN y los EE.UU
en hacer caer gobiernos como el de Irak, Egipto, Tunez, Libia, etc. y que lejos
tuviera que ver con cuestiones de supuestas armas atómicas que estos países
pudieran tener. Khaddafi de Libia, Ben Ali de Túnez y el Egipto de Mubarak iban
próximamente a lanzar una moneda respaldada por oro e independiente del dólar
estadounidense: El Dinar de oro..
Sigue
diciendo ENGDAHL que de los archivos y documentación desclasificados
recientemente se ha podido saber que “….no
fue una
decisión personal de Hillary Clinton eliminar a Khaddafi y destruir su
infraestructura estatal entera. La decisión, está claro ahora, provino de
círculos muy altos en la oligarquía estadounidense del dinero. Ella fue
simplemente otro instrumento político de Washington que puso en práctica el
mandato de aquellos oligarcas. La intervención tenía que ver con desbaratar los
bien establecidos proyectos de Khaddafi de crear una moneda africana y árabe
basada en el oro para que sustituyera al dólar en las transacciones de
petróleo. Desde que el dólar estadounidense abandonó el cambio de dólares por
oro en 1971, el dólar en relación al oro ha perdido dramáticamente su valor.
Los Estados petroleros de la OPEP árabes y africanos se han opuesto durante
mucho tiempo al desaparecido poder adquisitivo de sus ventas de petróleo,
obligadas desde los años '70 por Washington para que fueran únicamente en
dólares estadounidense, cuando la inflación del dólar se elevó en más de un
2.000% hasta 2001!”
La enorme cantidad de oro que tenía Libia “estaba destinado a ser
usado para establecer una moneda pan-africana basada en el Dinar de oro libio…. Hacia 2008 la perspectiva por parte de un número creciente de Estados
petroleros africanos y árabes de un control soberano de sus ingresos estatales
por petróleo y gas estaba causando una seria preocupación en Wall Street así como en la City de Londres. Se trataba de
una enorme liquidez, de billones, que ellos potencialmente ya no controlaban……
“En 2009 Khaddafi, que era entonces
el presidente de la Unión Africana, había propuesto que el continente
económicamente deprimido adoptara el "dinar de
oro". En los meses anteriores a la decisión
estadounidense de conseguir una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU,
con el apoyo británico y francés, que les daría la justificación legal para una
destrucción por parte de la OTAN del régimen libio, Muammar Khaddafi había
estado organizando la creación de un dinar respaldado por oro que sería usado
por los Estados petroleros africanos así como por los países árabes de la OPEP
en sus ventas de petróleo en el mercado mundial”.
“ Las naciones africanas productoras
de petróleo estaban planeando abandonar el petrodólar, y exigir el pago en oro
por su petróleo y su gas. La lista incluía a Egipto, Sudán, Sudán del Sur,
Guinea Ecuatorial, Congo, República Democrática del Congo, Túnez, Gabón,
Sudáfrica, Uganda, Chad, Camerún, Mauritania, Marruecos, Zambia, Somalia,
Ghana, Etiopía, Kenia, Tanzania, Mozambique y Costa de Márfil, además de Yemen,
que acababa de hacer nuevos y significativos descubrimientos de petróleo. Los
cuatro Estados miembros africanos de la OPEP —Argelia, Angola, Nigeria, un
gigantesco productor de petróleo y el productor de gas natural más grande de
África, y Libia, con las reservas más grandes— estarían en el nuevo sistema
del dinar de oro”.
“El sueño de Khaddafi de un sistema
de oro árabe y africano independiente del dólar, desafortunadamente murió con
él. Libia, después de la cínica destrucción del país por
la "Responsabilidad de Proteger" de Hillary Clinton, hoy es
un caos, desgarrado por la guerra tribal, el caos económico, y terroristas
de Al-Qaeda y DAESH o ISIL. La soberanía monetaria sostenida por la
agencia monetaria nacional 100% estatal de Khaddafi y su emisión
de dinares de oro, se ha acabado, reemplazada por un banco central
"independiente" atado al dólar”
Como
puede leerse – todo extractado de profusa documentación- las grandes logias
siempre activas no podían permitir que naciones dejasen de tener sus economías
atadas al dólar, como también sucedió antaño con Italia y Alemania en el mismo
sentido y de las otras existentes en Europa que se plegaron jubilosamente a
este afán de recuperar la soberanía sobre la propia moneda y que no pudo ser al
iniciarse la 2da.Guerra Mundial tras la cual se acabó el sueño de independencia
–hasta el día de hoy- de ambas naciones (y con efecto dominó, en las otras).
Esa pérdida de soberanía ha llegado hasta en los símbolos patrios: luego de la
2da Guerra Mundial a Alemania se le ha impuesto una bandera (negra, amarilla y
roja) que no es la históricamente suya
(tres bandas negra, blanca y roja), como así también le han cambiado la letra a su himno nacional en un
hecho inédito hasta el día de hoy.
Lo
mismo ha sucedido en nuestro país: en 1871 Sarmiento ordena el cambio de color
de nuestra bandera que pasó de ser la de Belgrano azul-celeste y blanca a la
Unitaria utilizada por Lavalle en la invasión a nuestra tierra desde Montevideo
junto a los franceses en 1838 y 1839: celeste y blanca.
En
fin, LEYRO nos hace recordar las
palabras de James Warburg ante la Comisión del Senado Norteamericano para
Asuntos Exteriores en 1956: “El gran
interrogante de nuestro tiempo no es si el unimundo («une world») puede
ser alcanzado o no, sino si el unimundo puede ser alcanzado con medios
pacíficos o no. Nos guste o no tendremos unimundo. El interrogante es
sólo si mediante acuerdo pacífico o no”.
“En todo caso, -dice el autor argentino citado- cualquiera sea el método que decidan
emplear, en definitiva, a los promotores del NOM —el Imperialismo Internacional
del Dinero, como los denunciara S.S. Pío XI en “Quadragesimo Anno”— les resulta
imprescindible, y es su objetivo directo, el deterioro mundial de la educación
en cantidad y calidad, así como de otros valores trascendentes, ya que no se
puede terminar de dominar a un pueblo educado, porque la base del poder es la
ignorancia del tiranizado, y siempre es más fácil enfrentarse con una legión de
lelos”.
“También respecto de los valores podemos
mencionar a Teodoro Roosevelt, masón también, quien en el año 1912 dijera:
“Creo que la asimilación de los países latinoamericanos a los Estados Unidos
será larga y difícil mientras esos países sigan siendo católicos”; pensamiento
que fuera recordado por el entonces Cardenal Joseph Ratzinger en un discurso de
1985”.
El
grupo de los Illuminati controlan la
Federal Reserve, ellos crean dinero de papel que no existe y lo prestan y
cargan intereses del préstamo otorgado a las naciones. Por esta razón fabrican
guerras para ganar dinero de las deudas de las naciones. Los Illuminati controlan la prensa, y las
grandes corporaciones.
Además
controlan el sistema educativo de los Estados Unidos mediante una organización
de las Naciones Unidas llamada UNESCO. Fueron los Illuminati quien crearon las Naciones Unidas bajo la organización
CFR (Council on Foreign Relations) porque esta organización de CFR está
compuesta por Illuminatis.
El
objetivo es abolir los gobiernos soberanos nacionales creando un Gobierno
Mundial controlado por las Naciones Unidas y demás organizaciones
internacionales con poder de decisión por sobre las decisiones de los países,
las religiones, la familia, la propiedad privada con altos impuestos, el
sentido de la nacionalidad y el amor a la patria.-
Es
una tarea de demolición de las fuerzas masónicas, esta concentración de poderes
(supuestamente) contrapuestos que obran sinérgicamente y que se aplican a todos
los países del mundo, incluido el nuestro:
1- Transvasamiento de conceptos históricos, tradiciones y costumbres, por
pautas mundialistas (hábil manipulación de los medios de comunicación social),
contribuyendo a modificar el sentimiento nacional y el consecuente derrumbe del
espíritu nacional
2-Finalización del concepto de las soberanías nacionales, reemplazándolo
por la concepción unimundista de los “derechos universales”. Desaliento de las
prácticas folklóricas, (costumbres y música).
3-Negación de la presencia de Dios, reemplazo de los conceptos
tradicionales de amor a la tierra y a la nación apuntando las enseñanzas son en
función de temas económicos según los criterios de los poderes internacionales
como solución a los problemas existentes.
4-La concentración de las riquezas en un sector social: empresarios,
financistas y dirigencia política (“incluidos del nuevo orden”), generará en un
gran sector de la población condiciones extremas de pobreza (“excluidos del
nuevo orden”) haciendo desaparecer a la clase
media. C C C C
5-Establecer un estado de confusión y desconcierto, necesario éste para
las imposiciones políticas y económicas del "nuevo orden
internacional".
6-Compartir el poder con elementos subversivos, integrantes de la mafia,
económica y política, y con narcotraficantes, etc., estructurando un poder
omnímodo e Inclusión de renombrados artistas y deportistas, como dirigentes
políticos, con la finalidad de aprovechar su popularidad
7-La oposición de partidos existentes (ya sea de derecha, centro o
izquierda, tendrá vigencia, en tanto y en cuanto no se aparten del sistema
del “nuevo orden internacional”. Por lo tanto, la oposición no será
auténtica, seria, ni real. La democracia será el "disfraz" detrás
del cual se ocultará la peor dictadura totalitaria,
8-Visitas de políticos, consejeros, representantes de distintos tipos de
organizaciones mundiales, etc., serán permanentes con la finalidad de mantener
las expectativas y esperanzas de los “súbditos del nuevo orden internacional”.
9-Subordinar la política exterior nacional a la del gobierno de los
Estados Unidos (actualmente sede del “nuevo orden internacional”), a
través de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la que funcionará
como brazo político regional del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
dando cumplimiento al principio de soberanía limitada de las naciones.
De
tal modo el comunismo, el liberalismo y la masonería siempre alentaron la democracia irresponsable
y anónima y se opuso a la ruptura, por
fuerzas nacionales, del orden ‘legalmente’ constituido, porque siempre supo que
la democracia o el régimen partidocrático es un elemento de descomposición
nacional que hace a la aparición de de esas fuerzas trasnacionales”.-
En
una época la Monarquía era un escollo o barrera contra la insidia masónica
causante –entre otras cosas- de la Revolución Francesa.
Pero
desde ya hace años la Masonería –como la humedad debajo de los cimientos de la
ciudad (Cristiana, en este caso)- se ha ido infiltrando y posesionándose las
almas y de la autoridad que emanaba de los monarcas. Pero esto las monarquías
guardaban en silencio su contubernio con los masones.
La
Familia Real de Inglaterra, es decir, la reina Isabel II y la Casa de
Windsor, han sido y son representantes de alto nivel que controlan
los estratos superiores del Nuevo Orden Mundial. Los centros para la toma de
decisiones de este esfuerzo se encuentran en Londres (en especial la City de
Londres), Suiza-Basilea y Bruselas (sede de la OTAN).
Actualmente,
ya directamente los monarcas no tienen inconvenientes en salir a la luz, y
declamar públicamente su condición masónica. Y sino veamos lo que acaba de
publicar la prensa (OKDIARIO del 11/3/2019) donde se nos informa que el monarca español
Borbón Felipe VI (hijo de ese otro masón traidor a España que fue su padre el
inefable Juan Carlos) declara su condición de masón: “….Los masones españoles conceden al rey Felipe VI su más alta
distinción. La Gran Asamblea de la Masonería Española ha concedido, "en
votación blanca y sin mácula", su más alta distinción, la medalla de la
Orden Masónica del Fundador con distintivo rojo, al rey.
“Según ha informado la
Gran Logia de España en un comunicado, el título que les corresponde a esta
distinción concedida a Felipe VI es el de "Caballero de la Orden Masónica
del Fundador de los Francmasones Antiguos, Libres y Aceptados de la Única y
Reconocida Gran Logia de España".
“La concesión por
unanimidad de la Gran Asamblea coincide con el 40 aniversario de la
legalización de la Masonería en España, "tras una de las persecuciones más
sistemáticas que ha vivido en ningún país del mundo".
“Con esta concesión al
Jefe del Estado, la Masonería quiere "manifestar su gratitud a la sociedad
española, por los valores de entendimiento fraterno que desde 1978 han amparado
y protegido la existencia ininterrumpida de la Masonería en España"
“La Orden Masónica del
Fundador con distintivo rojo constituye la más alta condecoración que puede conceder
la Masonería Española y está reservada a soberanos, jefes de Estado y
personalidades que destaquen "por su labor en bien de la humanidad, la
promoción del conocimiento de la Masonería en la sociedad o el desarrollo de
las libertades cívicas y de la educación".
Bien describe GENTA el ‘modus operandi’ de
estas sociedades “Su actividad consiste en fingir horror a la autoridad personal pero
saben que ella no puede ser más que personal. Prefieren Congresos y Parlamentos
democráticos con supuestas libres discusiones y votaciones pero luego de que
los ‘hermanos’ de los diversos partidos han preparado la solución logista. La
masonería indica: sed dulces como la miel, suaves como la seda y prudentes y
cautos como nuestra serpiente sagrada, cuya cola veréis siempre enroscarse en
torno a su presa con la suavidad de una caricia amorosa, envolviendo a las
almas hasta quebrar sus resistencias interiores y ahogarlas en la confusión de
todo con todo”.
*****
CAPÍTULO
28
XVIII.- LA MASONERÍA
HOY EN NUESTRO PAÍS
Aun
hoy, luego de la caída de Rosas, nuestra nación es ‘conducida invisiblemente’ – al decir de Genta- por la Masonería.
Tal conducción era ‘invisible’ por aquellos años que Genta escribió y vivió–año
1949-; pero al presente- año 2025- dicha conducción ha dejado de ser solapada y
se muestra desembozadamente, sin tapujos como tal.
Ya
más acá en el tiempo y en el siglo XX, nada ha cambiado: Juan D. Perón, Eduardo
Lonardi, Pedro E.Aramburu, Isaac Rojas, etc.
Comobien
nos instruye el Cnel. ANDRADE “el 7 de noviembre
de 1955 el catolicísimo General
Eduardo Lonardi, acompañado en la firma por su Ministro del Interior doctor
Eduardo B. Busso -Masón Grado 33° en el REAAM-, decreta la aprobación de los
Estatutos de la Masonería (Boletín
Oficial de la República Argentina, del 21 de noviembre de
1955, Carpeta de la Inspección
General de Justicia Nro 466)”.
“…y el 14 de diciembre
de 1955, Pedro E. Aramburu acompañado
en la firma por su Ministro del Interior Laureano Landaburu -Masón Grado 33°
del REAAM-, otorgó la personería jurídica a la Masonería Argentina como
‘institución benéfica y cultural.’ –(Boletín Oficial de la República Argentina,
Decreto Nro. 5541 del 14 de diciembre de 1955, Expte. Nro. 61879/55, Carpeta de
la Inspección General de Justicia Nro. 3355)- También, El 19 de abril de 1956, el Gabinete Nacional,
reunido bajo la Presidencia del General Aramburu decreta que Argentina ingrese
al Fondo Monetario Internacional (Comunicado de Prensa de la Presidencia de la
Nación del 19 de abril de 1956 a la hora 12.15, Punto 1°, publicado
íntegramente en diario Clarín del día 20 de abril de 1956)..
Debemos
recordar que como broche que cierra el círculo (o el compás, es más exacto
decir) el día 15-1-1958 siendo presidente de la Nación y masón Grado 33º,
asistió al almuerzo ritual de los miércoles del Rotary, servido en el Plaza
Hotel de Buenos Aires.
Dijo
el entonces presidente de nuestro país al ser ungido miembro honorario del
Rotary que: “Conozco los altos fines que
persigue esta institución y por ello he sentido una gran satisfacción cuando se
me ha invitado a concurrir a esta comida de camaradería… Ojalá, señores,
pudieran multiplicarse en el país instituciones de la naturaleza del Rotary
Club, porque de ellas emana una fuerza espiritual tan extraordinaria que, en
realidad, son el puntal, la garantía más segura para la democracia y la
libertad”.-
Isaac
Rojas, Masón grado 33 y vicepresidente del Rotary Club, fue a idéntica cena al
mes siguiente el miércoles 12 de febrero. En tal ocasión, el contralmirante
Isaac Rojas dijo en una cena al mes siguiente en el Rotary: “Soy un convencido del bien que hace a la
humanidad la organización a que ustedes pertenecen”;
Digamos,
como al pasar, que el Rotary Club es una sociedad
masónica fundada el 23 de febrero de 1905 en Chicago por el abogado masón Paul
Harris, y que adquirió carácter internacional en 1912; estableciéndose en la
Argentina el 8 de noviembre de 1919.
Como
ya hemos dicho alguna vez, la masonería
siempre alentó la democracia irresponsable y anónima y se opuso a la ruptura, por fuerzas
nacionales, del orden ‘legalmente’ constituido, porque siempre supo que la
democracia o el régimen partidocrático es un elemento de descomposición
nacional que hace a la aparición de esas fuerzas trasnacionales.-
Como dice
BRENNAN “Durante los doce años de los corruptos
gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández Wilhelm de Kirchner, los
intereses sionistas en la Argentina se expandieron de modo extraordinario. La
pérdida absoluta de credibilidad e imagen negativa, así como el definitivo
fracaso económico, social e internacional de la Administración Kirchner tornó
imposible su continuidad. Los dos candidatos alternativos, Daniel Scioli y
Mauricio Macri, estuvieron rodeados y apoyados por conspicuos economistas,
asesores y gurúes del partido sionista. Ambos candidatos mostraron total
reverencia por sus patrones sionistas. Por ejemplo, el principal asesor
económico de Scioli era Mario Blejer, asesor “sénior” del Fondo Monetario
Internacional, ex presidente del Banco Central de la República Argentina, ex
Director de Estudios del Banco de Inglaterra, asesor del Banco Central de
Israel, y director del poderoso grupo IRSA de Eduardo Sergio Elsztain, del
Banco Hipotecario y de YPF (la empresa estatal de petróleo)”.
“Los vínculos políticos de Macri y
ahora, Milei, lo ligan a intereses judíos no sólo en la Argentina
(Elsztain/Irsa), sino también a Israel. Siendo Jefe de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aire; Macri visitó Israel el 6 de julio de 2014 para reunirse con el
Presidente Netanyahu y firmar absurdos acuerdos de cooperación tecnológica en
asuntos de defensa y seguridad”.
“Entre las personalidades masónicas insertas
en el manejo económico mundial está Eduardo Sergio Elsztain y su nave insignia
IRSA, que debe su enorme crecimiento y expansión a la ayuda inicial del
financista judío húngaro George Soros. Elsztain, quien fuera miembro del
Partido Comunista Argentino en su juventud, hoy es el más grande terrateniente
en la Argentina y el vicepresidente y tesorero del Congreso Judío Mundial.
IRSA, la empresa insignia de su conglomerado que incluye al fraudulentamente
apropiado Banco Hipotecario”.-,
Nihil Novum
Sub Sole
*****
CAPÍTULO
29
XXIX.- RESUMEN DE
LA DESMEMBRACIÓN DE LAS PROVINCIAS UNIDAS
Alguien, a
quien no conozco ni se su nombre ha dado un bosquejo del itinerante desplome de
nuestra soberanía como nación.
Este
escritor, al cual no he podido identificar, ha escrito y desarrollado nuestra
caída y fragmentación de las tierras sudamericanas.
Lo que
prueba una vez más que más allá de nombres, subyace en nuestro país, personas
que conocen la realidad de lo que fue nuestra historia y que no se han tragado
el ‘sapo’ de la historia oficial, a la cual pudieron sobrevivir luego de años
de ideologización iluminista..
Haremos
mención de algunas líneas de su trabajo. Sea quien sea el autor lo saludamos
agradecidos con el brazo en alto como los romanos.
Dice
el autor desconocido que al Chaco Peñaloza lo tiraron al suelo, lo degollaron
sin juicio. Era Chacho el caudillo del pueblo, inocente, si, pro honesto. Su
cabeza por orden directa de Mitre (unimos en el relato y por nuestra cuenta al
continuador de la matanza: Sarmiento) fue clavada en una pica y exhibida en la
plaza de Olta.
No era un trofeo, era una advertencia. el
mensaje era claro, brutal, imposible de olvidar :el interior obedece o
muere. Entre 1862 y 1866 mitre (después
y coetáneamente siguió Sarmiento) no hizo la guerra; hizo limpieza. Más de 50.000 muertos fusilamientos saqueos
todo contra argentinos todo contra el interior todo en nombre de la
civilización
Agregamos
nosotros que pudo hacerlo gracias a sus ‘sicarios’ mercenarios orientales;
ambos, Mitre y Sarmiento no se iban a ensuciar las manos; menos Sarmiento que
nunca tomó un arma.
Mitre
no fundó una nación; la amputó y desde Buenos Aires escribió la historia, borró
caudillos inventó próceres y vistió la muerte con gloria.
El
‘Chacho’ (como tantísimos otros que la historia se ha encargado de documentar)
cayó degollado no por ser un ‘bárbaro’ como mendazmente decía Sarmiento, sino
por desobedecer a quienes humillaban a su patria y la vendían al mejor postor;
y desde entonces la Argentina aprendió –a sangre y fuego- que al poder no se lo
contradice; se lo teme.
Si
el costo de fundar la República fue enterrar la verdad y decapitar, fusilar,
masacrar al disidente ¿a qué intereses servían realmente esas 50.000 muertes? ¿A
la consolidación de la patria o a la apertura de un mercado para potencias
extranjeras?.
La
ejecución del chacho Peñaloza en 1863, de otros gobernadores, soldados y paisanaje federal que ya se habían
rendido no fueron meros incidente
militares o batallas militares sino fue el anuncio oficial de un modelo de
poder: .el degüelle en masa en lugar de ser un acto de barbarie se convirtió en
una herramienta de la civilización porteña adueñada por los Unitarios que
recibían órdenes –y dinero- de los anglo-francés y brasileños..
Estos
ordenaban, los Unitarios sea con Mitre, Sarmiento y otros más, que a su vez,
ordenaban las ejecuciones en el interior a sus ‘sicaros’, como hemos visto a lo
largo de este trabajo.
El
mensaje que el coronel Arredondo- ‘sicario sanguinario’ envió a Mitre era
explícito: “hemos cortado la cabeza de la
hidra”- la hidra no era un hombre sino la idea federal, la soberanía regional,
la voz del interior
Las
50.000 vidas que cayeron entre 1862 y 1866 no fueron víctimas de una guerra
entre ejércitos, sino del primer genocidio político ejecutado por el Gobierno
central de la época.
Su
objetivo no era vencer sino erradicar la resistencia al proyecto pergeñado por
los Unitarios siguiendo órdenes de un Estado- Nación liberal, masónico que se
estaba fundando desde Buenos Aires.
Mitre
no quería la paz con los caudillos; quería el silencio total y lo obtuvo a
través de fusilamientos sumarios como los cometidos por Rivas o irrazábal (dos
de los ‘sicarios’ que venimos tratando) que actuaron con la certeza de que el
terror era su mandato.
Esta
violencia sistemática planteó la base moral del Estado. la obediencia se
conseguía a punta de lanza y la disidencia se pagaba con la ‘pica’.
Quienes,
a esta altura, hoy llaman a Mitre o Sarmiento ‘estadistas’
olvidan que sus orden fueron escrita con sangre argentina. Específicamente
en el mapa de las provincias que se atrevían a cuestionar el puerto
La
verdadera respuesta a la pregunta de a quién servía Mitre no está en los campos
de batalla sino en los puertos y las aduanas y en la Banca inglesa.
La
resistencia federal del interior defendía proyectos con rasgos proteccionistas
y de autonomía regional necesarios para sus economías locales.
El
proyecto de Mitre y Sarmiento, en cambio, era el de la apertura total al
comercio Atlántico y el libre cambio, la puerta de entrada al capital
extranjero. La patria queel unitarismo había diseñado fríamente y que estaba
forjando tenía un precio y ese precio era la sumisión económica total de las
provincias.
Lo
que se segó con todo ello fue la posibilidad misma de un modelo económico
nacional alternativo que no dependiera del mercado externo. La sangre del
interior abonó la prosperidad de una oligarquía porteña obsesionada con el
puerto y la aduana y que veían en los caudillos federales un obstáculo
inaceptable para su enriquecimiento
Mitre y su ad-later, Sarmiento, fue ante todo
el brazo armado de un proyecto de clase que necesitaba centralizar las rentas
para su propio beneficio y para mantener lazos estrechos con con las potencias
marítimas.
La
prueba más irrefutable de la alineación de los Unitarios en el poder desdse
1853 con los intereses foráneos no es la
masacre interna sino su política externa, ejecutada simultáneamente.
La
guerra de la Triple Alianza (1864-1870) uniéndose al Brasil y Uruguay para
destruir el único modelo industrial y proteccionista de Sudamérica.:
Paraguay. Bajo Francisco Solano López Paraguay
era una potencia económica que había logrado un desarrollo industrial propio
con fronteras cerradas al capital inglés.
Y
tuvo, como correlato y paralelamente en Mitre ya vuelto con la cabeza gacha del
Paraguay luego de sus constantes pérdidas militares por su inoperancia las masacres del pueblo federald el interiora
través de los ‘sicarios’ mencionados para imponer el libre comercio interno,
eso si, ‘civilizadamente’ según la historiografía oficial escrito por los
mismos autores mencionados y luego extendiéndose durante años a quienes
siguieron sus huellas.
La
guerra de la triple alianza no fue una defensa de la soberanía Argentina fue
una guerra de liquidación regional con motivaciones económicas obvias para gran
Bretaña.
Los
ingleses que necesitaban algodón y nuevos mercados apoyaron y financiaron el
conflicto.
La
guerra contra el Paragua y –último eslabón comenzado en los albores del siglo, no
solo fue un desastre demográfico y militar sino que endeudó y alineó
definitivamente a la Argentina, Brasil y Uruguay con la banca británica.
Paysandú fue una señal primera.
El
asesinato de Dorrego, Quiroga y Chilavert hasta el degüello de Peñaloza y la
guerra de la Triple Alianza son entonces, varias caras de un mismo plan: todos
sirvieron para imponer la agenda del capital inglés y el liberalismo a
ultranza.
El
civilizador Mitre no solo trajo la deuda interna con el terror sino la deuda
externa con una masacre regional
La respuesta a la pregunta inevitablemente nos
devuelve al cadalso en Olta. si el costo de fundar la República fue enterrar la
verdad y degollar al disidente las 50.000 muertes no sirvieron a una patria
integrada; sirvieron a la apertura de un mercado. Mitre y Sarmiento a través de sus ‘sicarios’ no solo
mataron un modelo económico autónomo y la promesa de una soberanía
verdaderamente popular .Su victoria fue total: militar política y lo más
importante, histórica
Convirtió
el genocidio en la base de la fundación de un régimen y el terror, en ley pero
el eco de la cabeza del Chacho clavada en la ‘pica’ sigue recordándonos la
verdad incómoda: la nación que hoy conocemos nació amputada, construida sobre
el silencio y financiada con el pacto de la dependencia.
Es
hora de dejar de temerle al mito del estadista y de asumir la lección que el
degüello quiso enseñar.
La
historia de la argentina es la historia de a quién se le permite hablar y sobre
todo la historia de quién fue silenciado para siempre …
*****
CAPÍTULO
30
"Los pueblos que olvidan su
historia están condenados a repetirla"
Jorge
Agustín Nicolás Ruiz de Santayana
XXX.- EPÍLOGO
STEFFENS
SOLER refiere, como colofón de su trabajo en el primer número de la Revista del
Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas de Enero de 1939:
“La verdad se impone porque es y la
mentira se resfría porque no es. La mentira alevosa que se ha tramado acerca de
la historia argentina entra en el último período de su evolución pútrida.
“No hace otra cosa que
descomponerse. Cae, como cae una piedra lanzada con determinada fuerza. Mitre,
Sarmiento, Alberdi, Echeverría, Varela, Mármol, eran mentiras lanzadas al
espacio con una determinada impulsión que termina ya.
“La mentira los hizo
próceres, la verdad los coloca en el triste papel que les tocó en suerte
desempeñar en la vida; fueron instrumentos conscientes o inconscientes,
sensibles al dinero o a la exaltación personal, pero simples instrumentos de la
extranjerización interesada que debía presidir en lo espiritual, el paso de la
patria, a la factoría.”
Así,
al apoderarse del poder material y espiritual de la patria, socavaron —hasta la
muerte de sus intérpretes— la voluntad de soberanía, integridad y honor
nacional, en marcado contraste con el mercantilismo tributario extranjero que,
tanto ayer como hoy, dirige y controla a la prensa “grande y seria” del país.
En
el primer número de la mencionada revista, la Dirección, junto con los demás
miembros, expresa una suerte de declaración de principios al final de dicha
edición: La Razón de Ser y Fundación
del Instituto.
Y
allí se menciona, entre otros argumentos, que “…Inmediatamente por medio de una Dictadura militar en lo político y un
despotismo intelectual sin precedentes en la confección de la Historia los
proscriptos desconocen brutalmente veinte o más años del proceso argentino y decretan la
mutilación de una etapa en la que sin embargo ocurrieron acontecimientos
decisivos donde varias veces se jugó el Destino de la nacionalidad.
“Bartolomé Mitre, es el
brazo ejecutor de esa extraña resección histórica y durante su Presidencia, que
prácticamente constituyó una Dictadura militar sangrienta con una guardia
pretoriana de coroneles y generales uruguayos, la "civilización"
entró como un malón al interior del país, destruyó los cuadros donde se tejía
la urdimbre delicada de una cultura original y arrasó los centros provincianos
custodios de tradición argentina, todo lo cual, valía para Mitre menos que los
eructos alcohólicos de Sandes y de Iseas
“El Gobierno de Rosas
fue radiado también de la Historia. Se consideró un "salto atrás",
una involución; y se echó sal sobre la tierra donde Rosas habían puesto los
cimientos de un edificio que nos habría convertido en potencia mundial.
“Como consecuencia,
debido al despotismo de los liberales, ocurrió también que fue tenazmente
perseguido cualquier conato que con sentido político, tendiese a vindicar la
figura del Ilustre Restaurador.
“Escritores como Adolfo
Saldías y Ernesto Quesada conocieron el rigor de una oligarquía liberal más
sectaria que la más tenebrosa de las inquisiciones doctrinarias”.
Alfredo
TARRUELLA hizo un pormenorizado estudio, con la caída de Rosas, del ‘Sicariato’
y de nuestra entrega política, territorial, paso a paso, diciendo que “Rosas impidió la internacionalización de
los ríos que las potencias extranjeras necesitaban para dominar las provincias
argentinas. El pueblo le siguió en esta cruzada por la soberanía.
“Caseros pone fin a esta
política. Caseros es el triunfo del Brasil, que impone la pérdida definitiva de
la provincia de Tarija, el reconocimiento de la independencia del Paraguay, la
internacionalización de los ríos y una política brasileñista en el Rio de la
Plata”.
Obsérvese,
estimado lector, que a ningún gobernante inglés se le ocurriría
internacionalizar el Támesis, ni a un francés, el Seña, ni a un alemán, el Elba,
ni a un norteamericano, el Missisipi, ni a un brasileño, el Amazonas. Urquiza,
vil entreguista de nuestra soberanía a cambio del oro brasileño, no tuvo pudor
de tirar por la borda los beneficios para nuestra nación de los acuerdos
realizados por Rosas con tanto esfuerzo y sangre, con Inglaterra y Francia.
Continúa
el autor citado diciendo que “Caseros
pone fin a la gran política de Rosas, es un descalabro que solo ahora podemos
considerar en su verdadera magnitud. Caseros fue pues una vergüenza para los argentinos…..…
“En la naci6n
[Inglaterra], cuna del liberalismo, se ha fraguado el imperio de la esclavitud,
se han cometido los crímenes más execrables contra la libertad de los pueblos,
por medio de procedimientos maquiavélicos, que constituyen el ludibrio de la
civilización moderna.
“El proceso de nuestra
desmembraci6n territorial está unido consustancialmente a la britanizaciòn y en
general a la extranjerización del país en todas sus fases.
“Es fácil comprender entonces como la
oligarquía de Buenos Aires, soberbia e ignorante en días de prueba, no defendió
nuestros derechos soberanos. Estudiando los antecedentes de los próceres
liberales, encontraremos en casi todos ellos, en los más conspicuos, en los que
son adorados como personajes mitológicos por la inmensa plebe salida de
nuestras universidades, el renunciamiento a la integridad soberana de la
patria.
“Así solamente se
explica como la historia de nuestros tratados de limites sea la historia
nuestras claudicaciones, de nuestra falta de ideales nacionalistas, que de
haber existido nos hubieran evitado más de cien años de cansancio mental, de
fracasos, de búsquedas por rutas extrañas a nuestra verdadera y genuina
idiosincrasia…
“Con las provincias
cedidas y los tratados de límites definitivamente fijados, el país adquirió a
principios del siglo XX una nueva fisonomía. Se empequeñeció territorialmente
como así también espiritualmente.
“La historia falsificada
puso el visto bueno a todo lo hecho por los liberales, estableció como dogma
las enormes mentiras que proclama la prensa subvencionada por el extranjero. La
historia de nuestros tratados de limites es la historia de nuestros propios
fracasos“.
Dice
Pedro Santos MARTÍNEZ y otros que cita el referido historiador que “La
misma situación subsiste hasta nuestros días. Mediante diversos tratados,
Brasil desarrolla una activa y eficaz tarea de acercamiento y de compromiso con
los países limítrofes de Argentina. Los puntos neurálgicos de esa acción
diplomática son los mismos que los de la época colonial y los de 1850-51: la colosal
red de carreteras que permiten rápido y fácil acceso a Uruguay, Paraguay y
Bolivia y, al mismo tiempo, la eventual ocupación militar de esos países en
poco más de dos horas, pues las citadas carreteras son también pistas de aterrizaje;
el problema suscitado en el área por la construcción de la presa de Itapú y el
desarrollo del Operativo Misiones: la explotación de los yacimientos de hierro
de El Mutum (Bolivia); el interés por la salida de Bolivia al Pacifico que permitiría,
a su vez, la del ferrocarril brasileño que se propone unir el Atlántico con el
puerto de Arica (proyecto Capricornio); la pretensión de reclamar un sector en
la Antártida y la proyectada expedición "científica" a esa zona, etc.
Otra vez, como en el siglo pasado, el cerco a la Argentina (vid. mapa N4 3). ………desde
1494 hasta la actualidad, la problemática geográfica no ha variado, desde
Tordesillas a San Idelfonso, desde Ituzaingó a Caseros” y desde allí hasta
hoy.
Pondremos
a la luz un mapa del poder expansionista –hasta hoy día- del Brasil a costa de
las soberanías hispanas en América del Sur.
Mucho han colaborado nuestros nativos traidores Unitarios o sedicientes Federales devenidos en masónicas traiciones.
Esto
hizo, culturalmente, la distorsión de la mirada de los actuales funcionarios
sostenedores por ignorancia o a designio, de las posturas políticas brasileñas
incorporados después de tantas décadas transcurridas al imaginario de los
políticos nuestros.
Por
tales razones, el que posteriormente, fuera el Presidente del Instituto de
Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, José María ROSA, el 19 de
Diciembre de 1940, da una conferencia extensa por el cual abre el acto de la Asamblea General del Instituto,
que consideramos memorable por la justeza en el análisis de la degradación de
nuestro país luego de Caseros, hasta la fecha del mencionado Acto.
Tal
documento, de no fácil acceso y al que hemos podido localizar, amerita la
transcripción de algunos párrafos que resumen, que condensan los tópicos que
venimos desarrollando, es decir, la agresión unitaria a nuestra soberanía por vía
militar y cultural.
Nos
hemos tomado el atrevimiento de transcribir algunos de esos párrafos que
explayan mejor que nadie los temas que hemos tratado.
“…en tal sentido diré que creo que no hay
compatriota que ignore que el sol argentino desapareció de los horizontes de la
patria desde el día funesto de Caseros. Y de que fue, bajo el dolor de ese
cataclismo, y antes todavía de que la planta ignominiosa de los invasores extranjeros,
aliados de los traidores de la patria, hubieran dejado de hollar la virginidad
de nuestro suelo, que se estableció prepotente con el triunfo de las armas,
corno una maldición sobre el patrimonio argentino, la garra dinástica de la
oligarquía unitaria, que desde entonces hasta hoy, detenta el poder, como dueña
absoluta de los destinos nacionales.
“Pero, hay algo, además
de eso, que casi todos los argentinos en la hora presente parecen haber
olvidado. Ello es, que esos usurpadores para subsistir en el ámbito extraño y
hostil de la tierra que decían haber conquistado, crearon sobre ella de
inmediato los pbaluartes de fuerza-y de coacción, en que habrían de perpetuar
la indemnidad de sus posiciones.
“Que fue luego, apoyados
en tales reductos, estructura-dos con la virulencia del odio y la soberbia de
que estaban poseídos, comenzaron a cometer las más inauditas transgresiones y
crímenes políticos y sociales, para reprimir la vigorosa reacción del pueblo
nativo, que desde el primer día, se rebeló contra la inicua conculcación de sus
derechos, y contra los menoscabos a la soberanía de la patria, con que ella
había sido consumada
“Y por último que, fue
desde que estuvo consolidada en el poder, como fruto de esos medios, cuando esa
camarilla facciosa inició la predicación de la mentira histórica, que habría de
servir más tarde para negar y encubrir sus crímenes, y a la vez para cohonestar
la obra de extranjerizar y bastardear los vínculos de sangre de ese pueblo,
maléfico artificio, sobre el que acabaron por imponerle al fin, el dominio
absoluto, despótico y anti-argentino que ambicionaban..
“Pues bien este ha sido
y no otro, señores; no podemos ní debemos olvidarlo jamás, la síntesis del
proceso inicial en que se incubara el breviario de la calumnia con que los que
se titularon vencedores de Rosas consiguieron hasta ayer ocultar ante la
posteridad, los delictuosos orígenes de su equívoco entronizamiento, y también
de los ominosos recursos de que hicieron uso en aquel pasado, y que imperan
todavía, para falsificar la justicia y la verdad de los hechos en favor de la
impostura histórica, y encubrir el fariseísmo que inspiró el atentado de la
desintegración racial argentina que ellos propugnaron y perpetraron”.
El
autor refiere también, no solo a aquellos llamados ‘prohombres’ por la ‘Historia Oficial’, sino también contra la “ cohorte de los Juglares, que habiendo
desaparecido los ídolos, los prohombres, y los pontífices máximos, que crearon
y usufructuaron en vida, discrecionalmente, de aquella inaudita prominencia, se
han constituido hoy en sus turiferarios, vale decir en hijos adoptivos, y
herederos de su rentado y vitalicio panegirismo
histórico, y que pretenden prolongar hoy a base de esa trágica comedia
el goce de alguna de las sórdidas sinecuras de que aquellos sus desaparecidos,
y aprovechados precursores, le colmaron”.
Luego
ROSA hace referencia tanto a Mitre como a Sarmiento como hacedores nativos de
nuestra derrota como nación independiente.
Respecto
a Mitre dice “…Por ejemplo, Mitro, en lo
político, fue el primer usurpador y burlador de las leyes y de las
instituciones Iniciales de la República. Se opuso a lo sanción, y desconoció y
resistió abiertamente desde el año 53 hasta el 60, el régimen y los mandatos de
la Constitución Nacional, que el país se había dictado.
“Frustradas sus arbitrarlas especulaciones
políticas, urdió, puso en obra y logró el intento, de declarar estado
Independiente y segregar, a la Provincia de Buenos Aires, del cuerpo político
de la Nación.
“Perseverando en sus finos disolventes, al
cabo de esos 8 años de continuadas maquinaciones, crímenes e intrigas, logró
por un golpe de fuerza afortunado. apoderarse del poder y erigirse de hecho, en
Presidente de la República.
“A raíz de ese atentado,
1860. y para consolidar la prepotencia de su poder, Mitre despachó a Sandez, y
otros feroces malhechores e incondicionales militares, a dominar a sangre y
fuego la protesta de los pueblos del interior del país, que repudiaban su
gobierno.
“Uno de los partes con que Sandez y otros
sicarios daban cuenta al Presidente Mitre de su misión de masacrar argentinos,
decía: "Todos los prisioneros fueron pasados por las armas, conforme a las
órdenes de V. S."
“Al Sr. Presidente, no le habrán impresionado
mayormente la crudeza feroz de este sistema de hacer patria, civilizar, y
organizar liberal y democráticamente al país, no solo porque él mismo había
dado la orden de esas ejecuciones, que sino, porque también ya había impartido
órdenes semejantes, entre otras las del Gral. Gerónimo Costa, y 100, entre jefes,
oficiales y civiles, que eran sus adversarios políticos vencidos, y quo fueron
inmolados sin forma de juicio, como todos los argentinos disidentes, en
holocausto a la consolidación de su funesta égida política.
“Y como también contemplara con sus
felicitaciones, los asesinatos cometidos en la persona de los Grales.. Benavidez
y Virasoro ( año 1861).
“Por eso su período se
caracterizó por un permanente estado de guerra civil en toda la República, que
sólo produjo la ruina y las masacres militares do la mayoría de los pueblos del
Interior del país, los que abierta y desesperadamente lo resistieron desde el
principio al fin de su gobierno.
“Mitre fue el que introdujo el fraude
electoral en la contienda política argentina Fue el primer gobernante picó 1c6
la coacción oficial. El primero que a ese fin destituyó en masa a los empleados
públicos, y el que, impuso desde la presidencia a todos los gobernadores de
provincia (Alberdi)…...
“….En lo internacional, respondiendo a
compromisos inconfesados de aparcería política, arrastró al país, a la inicua,
sangrienta e inhumanitaria guerra contra el Paraguay, mancomunado con sus
aliados de Caseros, los gobiernos de Brasil y del Estado Oriental……
“…..Dijo de él Alberdi "Mitre debe sus
charreteras de General a la munificencia personal del Presidente Derqui que le
concedió ilegalmente el grado sin acuerdo del Senado, violando la Constitución,
y a sus catecismos sobre mitología e historia romana, pues solo en las columnas
de la prensa es donde ha hecho sus campañas militares. Por eso será, que nunca
se le ocurrió nada en el campo de la acción, y que sus pretendidas batallas se
cuenten por sus denotas".
El
autor que estamos tratando se refiere a continuación a la otra ‘pata’ de la
entrega. Faustino Valentín Quiroga Sarmiento (tal el verdadero nombre),
diciendo de él:
“Pasaremos ahora a Sarmiento, que fuera y es
todavía para los parásitos de su hipertrofia histórica, el titánico maestro,
constructor, demoledor, afirmador, negador, literato, pensador y educador de la
sociedad argentina, y que para nosotros no pas6 de ser, sin embargo, sino una
especie de troglodita desorbitado, sin patria, sin ley y sin destino.
“Soberbio y ambicioso, vivió torturado por
aparentar ser, lo quo no podía alcanzar a ser. Afectaba algunas veces aspectos
impulsivos de rusticidad, y otras la de puritano evangelista sin poder
disfrazar nunca, las profundas negaciones, debilidades y dobleces de su carácter.
“Vivió, compartiendo los acontecimientos, escribió,
difamó, calumnió hasta conseguir al fin enervar la incipiente mentalidad de sus
contemporáneos, y a fuerza do audacia, prolongo su fama, en una ciclópea como
absurda celebridad.
“Aspiró toda su existencia a alcanzar
artificiosamente la reputación de demócrata, liberal, y humanitario. El análisis
sereno de sus ideas y sus hechos, lo presentan por el contrario, como un
exponente de político epicúreo, ególatra, sórdido, y absolutista, que en su
avidez de prepotencia, e incapaz de hacer el bien, se aplicó a hacer el mal
“Fue así que destinó su poderoso cerebro a la
obra de destruir por la prédica del rebajamiento racial, los vínculos y
virtudes morales que caracterizaron al primitivo, abnegado y generoso pueblo
argentino.
“Recurriendo al agudo talento de Alberdi,
recordaremos que él decía a su respecto: "Sarmiento fatuo y veleidoso,
olvidando que la ignorancia, la indigencia material y la incultura general, no
es barbarie, y que barbarie es servirse del escarnio de esa desgracia para
encumbrar sórdidas y mezquinas ambiciones a su costa, escribió una obra
titulada Facundo, de la cual se gloriaba, y que difundió con su inmodestia
proverbial, por todo el universo". Y bien, "esa obra que Sarmiento
mismo confesó con desparpajo "que estaba urdida a base de mentiras",
fué una calumnia y una sátira soez, contra la Nación y la sociedad
argentina". ……
“….Mandó matar al Chacho, noble caudillo
redentorista que luchó denodadamente por la reivindicación de los derechos
primarios, de que habían sido despojados los desvalidos pueblos del interior de
la República, en su gobierno y en el de Mitre, masacrados en holocausto a la
prepotencia de la camarilla unitaria facciosa, que gobernaba desde Buenos
Aires.
"Lo hizo matar y
decapitar por los esbirros y crimina-les extranjeros introducidos por Mitre y
por él, con línea de organizador feudalmente en el país." (Alberdi).
“Sin embargo, dijo Alberdi, que
"Sarmiento, el general Sarmiento, lo hizo matar de miedo, prisionero
inerme y rendido, porque si él mismo hubiera tenido que enfrentarse con. el
Chacho, hubiera huido despavoridamente como un conejo"...
“General Arredondo, quien dijo en vida de
aquel, sin que sus conceptos, como tampoco los de Alberdi, fueran jamás
Impugnados. "Que el recuerdo del señor Sarmiento debía grabase en bronce
para escarmiento de los pueblos.". "Que Sarmiento había sido siempre
un amigo desleal, arrojado de las casas a palos, indigno de la confianza de
nadie, y chicoteado en las calles públicas." "Que la paz le ofendía y
la virtud le enfadaba. Que fué sanguinario en el poder, y difamador de los hombres
y de su patria". "Que llegó a envenenar a su protector para
arrancarle su fortuna y que sus sentimientos sanguinarios, estuvieron en todo
momento a tono con sus costumbres licenciosas, que exhibiera siempre, en la
impudencia y amoralidad de su conducta".
Para
finalizar, el autor que estamos mencionando realiza una recapitulación de ambos
traidores a nuestra –su- patria.
“Sarmiento, el del gesto despótico y adusto,
el de los puños llenos de verdades, que fuera solo el cuco de los párvulos, los
analfabetos y los pedagogos adocenados, también lo quiso ser todo, y lo fue
desgraciadamente para el país, pero en carácter de oligarca, atrabiliario,
improductivo y vesánico.
“Ambos militaron desde el año 52 al 60, bajo
banderas extranjeras en guerra contra su país, y si es por acaso que fueran
argentinos, fueron por tanto, reos de lesa patria.
“Ambos, como los parásitos a que se refiere Alberdi
cohonestaron los desvaríos de su propia esterilidad, con la denigración póstuma
del adversario vencido y desarmado.
“Ambos promovieron, por ambición y odio
político, el desmembramiento del patrimonio argentino.
“Ambos introdujeron el infamante tráfico de
la venalidad y la felonía en las conciencias militares, por el soborno del
dinero. Consta que lo realizaron para sobornar a las tropas de que se valieron
para consumar la sedición del 11 de Septiembre del 52, punto de partida del
entronizamiento del régimen de desintegración argentina que aún perdura en el
poder político del país.
“En esa oportunidad se hicieron omisiones
subrepticias de papel moneda para el caso, y con intervención del gobierno del
que formaba parte Mitre, se entregó a los Generales y demás jefes, oficiales y
tropa que tomaron parte en el movimiento desde $85.000, para abajo en dinero
contante, como premio a la traición.
Y esto mismo se repitió
al año siguiente para desmoralizar las fuerzas con que el pueblo unánime de la
Prov. de B. Aires, tenía sitiado a ese gobierno usurpador, dentro de la
Capital. Empezó a consumarse con el Comodoro Coe Jefe de la Escuadra que
bloqueaba a la ciudad, quien recibió del Gobierno 26.000 onzas de oro como
retribución de su felonía. (Ruiz Moreno).
Ambos, malgrado el
régimen de la Constitución, confiscaron los bienes de sus rivales políticos, y
ordenaron ol sacrificio, sin forma de juicio, de las vidas do sus adversarios,
prisioneros y rendidos.
“Ambos proclamaron y consumaron, la ley del
exterminio a muerte del hombro autóctono argentino. En efecto después del
triunfo de los usurpadores, el año 1861, Sarmiento le escribía a Mitre en documento
público: "No trate de economizar sangro de gauchos. Este es un abono que es
preciso hacer para bien del país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos."
“Ambos disociaron, desintegraron y retardaron
política y moralmente la unidad y el progreso material del país.
“Ambos desaparecieron del escenario, dejando
a la Nación regida por leyes por ellos prostituidos, sometido a directivas,
procedimientos y dictados de gobierno discrecionales, y dividida por desintegrantes
y exasperados odios y pasiones, cuya secuela la constituye el profundo caos, la
corrupción, el ludibrio y la bancarrota general en que hoy se debate angustiosamente
la supervivencia misma de la Patria.
“Ambos se identificaron y complementaron así,
tanto en la grandeza de la mistificación histórica, como en la encumbrada
prominencia de sus virtudes negativas, y en la inconmensurable trascendencia de
los daños derivados de su prolongada acción destructora.
“Y ambos, en fin, a su modo idénticos luteranos,
evangelistas, demócratas profesionales, simularon el culto de sus abnegados
postulados con tanto fervor que desde su iniciación política el año 52, y en el
curso de todos los años de su posterior y larga existencia, subsistieron
austera y púdicamente de los suculentos jornales del Estado.
“Estos son, a grandes rasgos, recogidos de
una ligera glosa de los Juicios que merecieron a sus conciudadanos los ribetes
objetivos que delinean la figura pública de estos dos exponentes de la facción oligárquica-unitaria,
que pensaron, legislaron, escribieron y gobernaron con despótica impunidad, se
puede decir que por 50 años, al país, y que por último impusieron sus
denigrantes dicterios por encima de la verdad, para encumbrar sus
personalidades y su gloria apócrifa por encima de la dignidad y hasta de la
existencia misma de la República Argentina…
“…Sin embargo señalaremos que el recurso que
con más eficacia ha servido al éxito y a la consolidación de la fraguada
aureola póstuma de sus héroes, no está, ni podrá afirmarse nunca, en la huera
exaltación póstuma de la verborragia parlamentaria, o de la copiosa producción
literaria con que ellos procuraron cohonestar la falta de probidad cívica, y de
virtudes patrióticas de que totalmente carecieron.
“Él finca en la descomunal audacia con que
procedieron a estructurar impunemente la fuerza despótica de su dominio
político, en el previo relajamiento de la unidad sagrada de los vínculos
espirituales y morales, que sustentaron hasta Caseros, la gravitación integral
de la patria
“Quebrantada esa unidad, que es la que había
presidido en obra y concepto el proceso
real de nuestra historia, fácil le fue, para servir a sus designios, desglosar de
ella el período de la llamada ‘época de
Rosas’…
Sino,
abrévese en lo documentado puntillosamente y hasta el hartazgo para oprobio del
unitarismo hueco de fundamentación documental en sus grandilocuencia de sus
arrebatos orales, por José María ROSA en su trabajo “Defensa y Pérdida de nuestra Independencia Económica” respecto a
que al momento de la caída del gobierno de Rosas, la economía del país era
harto floreciente gracias a la Ley de Aduana de 1835 y de otras medidas
protectoras como la prohibición de exportar oro y plata. Las provincias crecían
en sus producciones, en sus manufacturas.
Como
bien dice Carlos A. ELIZAGARAY, Rosas debe explicarle a Ferré y a otros
litoraleños que si bien Buenos Aires continuaba con el control de la Aduana,
ello se debía, necesariamente, a cumplir con lo requerido por el ejército
nacional, las relaciones exteriores y lo que necesitaban las provincias (no
olvidemos, aclaramos por si hiciera falta que la Confederación estaba por
aquellos años de 1834-1835-1836 en guerras internacionales que atacaban a la
Confederación Argentina por el oeste, norte y este del país).
Pero
Rosas, a cambio del control aduanero, imponía severos impuestos a las
importaciones de artículos similares a los que se producían en el país,
generando el florecimiento de industrias y artesanías del interior. Crece así
el comercio interior y multiplica el trabajo y aumentan las inmigraciones de
Europa y América, concluye el citado autor.
El
país era un enorme taller industrial que nos permitía exportar nuestros
productos no solo a Europa, sino también a las naciones del Pacífico, expresado
con asombro hasta por los políticos extranjeros que viajaban permanentemente
por nuestro territorio, a pesar que muchas de las decisiones económicas
dictadas por el gobierno de Rosas que favorecían a todo el interior iba en
contra de los intereses particulares del propio Rosas y de los hacendados de
Buenos Aires que vivían de la exportación de sus productos ganaderos. El
patriotismo de Rosas se hizo irrebatible e incontrastable.
“. …Ahora bien, - sigue diciendo LAGOS- esa cuña de sombra así falsificada e
incrustada, interrumpiendo la continuidad de nuestra tradición integral, es la
que ha servido de trampolín después de la caída de Rosas, para elevar,
magnificar y exaltar discrecionalmente, a aquellos que fueron sus
contradictores primero, y luego sus hábiles detractores, en la incipiente hora
de la adolescencia y de los albores orgánicos de la sociedad argentina…
“…Y bien; hombres que como ya hemos visto
llegaron hasta la temeridad de atentar contra la integridad del patrimonio.
¿Cómo habrían de haber trepidado después, en falsificar la historia para exculpar
sus crímenes, y justificar sus títulos a la exaltación póstuma que se habían
preparado?
“Cuando Rosas sentía tambalear su lucha
contra los argentinos en la ofensiva francesa de 1840 junto a sus ‘empleados’
unitarios dijo: "-La guerra que se
preparara contra el país es guerra sin padre para hijo, ni hijo para padre. El
honor de los pueblos, consiste en salvar a cualquier costa, los atributos de su
independencia, de su elevación moral y de su libertad". "Yo mismo
clavaría el puñal en el pecho de mi hija, si la viera ante ese deber, acusar
alguna cobardía-”.
En
consonancia a lo expresado profusamente por Lauro LAGOS, agreguemos que los
intereses británicos y franceses encontraron una correa de transmisión en los
iluministas masones como Mitre, Sarmiento y Vicente F. López, quienes fueron
los pioneros en este rol, seguidos por otros actores que mencionamos
anteriormente, en las postrimerías del siglo XIX y principios del XX.
Estos
contaron con un brazo de ejecución material: los ‘sicaros’ orientales, como
venimos demostrando. Mercenarios muy bien pagados, por otra parte.
De
forma paralela, el otro brazo ejecutor fue el educativo, que consistió en la
invención de una historia impuesta, con héroes inexistentes. Para ello, formaron
una pléyade de intelectuales señoriales y solemnes, con la mirada puesta allende
los mares, orientados hacia sus admiradas Francia e Inglaterra, ajenos a su
propio terruño.
No
en cuanto a sus descripciones geográficas —que eran literariamente impecables—,
sino en lo relativo a la integridad física y autónoma de esas tierras,
desgarradas de su hispanismo originario, de su cristianismo fundante y
sometidas económicamente al centralismo porteño, que actuaba como amanuense de
sus patrones británicos y franceses, a través de la banca internacional y una
masonería disolvente.
Sigue
diciendo, en tal sentido, el citado autor Lauro LAGOS: “Nuestra querida y soberana Confederación Argentina se enfrentó a
varias guerras internacionales contra una turba cosmopolita, mercenaria, materialista y masónica (léase, liberales en España,
Comunistas en Francia, Carbonarios en la Italia garibaldina) junto a los
emigrados cómodamente instalados y a salvo en Montevideo que secundaron y
alentaron las invasiones de los imperios, incluido el del Brasil”.
El
masón Mitre saludaba la intervención mercenaria de su hermano 33, el masón
Garibaldi diciendo que “La Francia, la
Gran Bretaña y el Brasil le prestaron su apoyo, dándose cita, en su recinto
sagrado, para combatir por su causa todas las razas viriles de la tierra que
persiguen un ideal”.
Esta
lastimosa declaración es transcripta por José M. NIÑO, en su libro ‘Mitre’,
tomo I, pag.177)
Y
esa agresión masónica viene ya desde el año 1806. Los ingleses si bien
perdieron en ese año y al año siguiente 1807, las batallas militares, no
perdieron el tiempo, dejaron sembrada su penetración ideológica en estas
tierras con un sentido político de largo aliento: dejaron fundadas tres logias:
"La estrella del Sur",
frente a la Iglesia de San Juan; "Los
hijos del Hirán", en el barrio de Montserrat, y la orden de "Los sublimes caballeros templarios-. Se
trataba de centros masónicos destinados a propagar las ideas liberales en
América (por supuesto, no en Inglaterra donde dichas ideas no hacían mella pues
era su arma ideológica y cultural utilizada como ariete fuera de sus tierras).
Como
tan bien expresara con agudeza el P. Luis Moisés JARDÍN LAHETJUZAN en un
trabajo suyo ‘La Dependencia’ algunos
de cuyos párrafos pertinentes aquí transcribimos:
“Históricamente, el
liberalismo fue un instrumento dócil y cómplice en las manos del imperialismo
inglés. Desde los días de Mayo hubo una infiltración de la masonería en las
Provincias Unidas.
“Ellos apoyaron la
agresión de la escuadra anglo-francesa a estas tierras.
“Ellos, masones,
liberales, convencieron a Lavalle (“espada sin cabeza” lo llamo San Martin) de
asesinar a Dorrego. Fueron los liberales los mayores enemigos de la
Confederación Argentina en favor de Inglaterra.
“Los indígenas llamaban
al Restaurador "el Padrecito Rosas”. Después de Caseros se hizo un
continuo exterminio de las tribus indígenas. Fue el liberalismo extranjerizante
y perverso el que llevo la guerra de la triple alianza al pueblo más
alfabetizado y con mayor tecnología industrial de la Hispanoamérica, guerra
vergonzosa e injusta al heroico pueblo paraguayo. Inglaterra no quería
competencia, los liberales hicieron el trabajo sucio y reafirmaron la
subordinación a la Pérfida Albión.
“Fuero los liberales
quienes persiguieron y diezmaron a los criollos, con la leva tiránica y bestial
que se tenga memoria
“El liberalismo busca,
quiere, trabaja, por el sometimiento de los pueblos a las internacionales del
dinero.
“Para el liberal la
usura es lícita y la explotación del obrero necesaria. Limitación de hijos
imprescindible, la existencia de pobres un delito, la lealtad y la palabra
empeñada una estupidez. El negociado, el robo legal, la trampa, una forma de vida.
“Pero eso si, han de
aparentar ser un señor, tal como
indicaban los ingleses a los funcionarios jefes de los ferrocarriles cuando
eran de ellos, aunque fuese un bruto grosero debía mostrarse como un señor.
Nuestros liberales los imitaban.
“El liberalismo finge bondad y decencia
pero es cruel y profundamente
corrupto.
“Nuestra patria ha sido
sometida por estos indeseables a un creciente sometimiento de los poderosos de
la tierra. Es necesario recuperar la independencia.
“Para ser independientes
debemos asumir los principios que nos dieron el ser: Nuestro origen hispánico,
nuestra gran herencia de la Fe, que mira a toda persona como lo que es : una
criatura capaz de ser redimida y ser un hijo de Dios.
“Heredamos el
maravilloso, fecundo idioma castellano. Tenemos el deseo, la nostalgia de un
Jefe que una la Fe y La Patria, para respetarlo y seguirlo. Aunque muchos no lo sepan en nuestro espíritu algo
de soldados, por eso nos honraba hacer el servicio militar obligatorio.
“Hemos de asumir el
estilo de vida que hicieron los fundadores y libertadores, al enseñarnos que la
vida es un acto de servicio tal como lo mostro
el General San Martin al libertar la Patria, esta Patria que defendió
Don Juan Manuel de Rosas, cuyo doctrinario fue el Libertador.
“Debemos recuperar la
Patria, la que quería el primer federal, el protector de los pueblos libres,
Don José Gervasio Artigas, que afirmó : "el gaucho más desgraciado debe
ser el más favorecido " , la que libertó de la España de las cortes
masónicas el Gran Capitán, que nos dijo : "serás lo que debes ser, o sino
no serás nada".
De tal modo y consonancia a lo manifestado, al decir
de FONT EZCURRA, “en materia histórica no
puede existir prescripción contra el error. Admitirla significaría suponer que
el error consumado o por el hecho de consolidarse puede convertirse en verdad,
como ocurre con ciertos fallos judiciales”.
Comenta, entonces, Héctor A. LLAMBÍAS que la primera
obligación de la inteligencia argentina consiste en la glorificación-no ya
rehabilitación- del gran caudillo, que decidió nuestro destino nacional utilizando
las justas reflexiones de Ernesto Palacio. Allí, recién allí, se producirá la definitiva alborada de nuestra
conciencia nacional.
“Los pueblos deben, a los jefes y conductores que verdaderamente los
amaron y sirvieron con todas sus energías, piadoso recuerdo y gratitud perenne.
Rosas sirvió a la Patria; con su inquebrantable firmeza la supo salvar en las
horas más terribles, veneró las tradiciones nacionales y restauro aquella
unidad que torpes ideólogos habían despedazado.
“Y sobre todo, amo fraternal y cristianamente al pueblo criollo, a ese
mismo pueblo al que aborrecieron sus adversarios y al que desprecian hoy, los
esmirriados descendientes de estos.
“Los actuales enemigos de Rosas, que aún quedan, prisioneros de
ideologías sino de intereses, mantienen bien la conjuración del odio, Pero sus
opiniones ya no son juicios históricos sino diatribas desesperadas”..
Como diría el ‘Ausente’ ha pasado ya la época de ir
‘contra’ o ser ‘anti’. Es la hora de ir ‘por’, a afirmar algo que peligra. Solo
los que afirman pueden triunfar. No es hora de ‘resistir’, de defenderse. Con
ello solo se retrocede. Solo los que afirman, dan testimonio, avanzan. Los que
van por el enemigo acérrimo de la patria son solo los que avanzan y
reconquistan.
Estamos ante una guerra solapada, silente en algunos
casos por eso, el que no avanza y conquista, retrocede. El que cree, afirma.
Argentina es una tarea a reconquistar y como diría José Antonio PRIMO DE
RIVERA, “Una nación es siempre un
quehacer”.
Y si se trata no solo de ser ‘anti’ sino de afirmar,
remitimos a un trabajo nuestro anterior “El
Empirismo Organizador Como Base Para La Restauración De La Soberanía Nacional” que
tan bien estructuró el Restaurador de las Leyes.
Alli, basándonos en el pensamiento pro-activo de San
Martín y Rosas, entre otros explicamos las conductas necesarias a instrumentar
como principio de recupero de nuestras decisiones soberanas, como por ejemplo,
en temas de educación, autores varios que formarán en conciencia histórica a
nuestros jóvenes.
En temas de geopolítica, utilizar como principio
rector el ‘Sistema de Reciprocidad’ entre naciones, saliéndonos de cuanto
organismo internacional masónico quiera embretar nuestros poderes de decisión y
de regulaciones legales, como las Naciones Unidas, FMI, Banco Mundial, etc y todas
las derivaciones de Organismos del ‘mundo-uno’
sinárquicos. Nulidad absoluta de la Constitución Nacional de 1853 y 1860
producto derivado del aborto de nuestro régimen institucional legal el día 3 de
Febrero de 1852, origen de la mordaza legal a nuestra soberanía, desde
entonces, retomándose como base legal los Pactos Federales y desde allí
articular nuevas leyes sobre dichas normas colectivas.
Utilizar como representación pública política las
derivadas de los Municipios, gremios y sociedades intermedias, dando por
terminadas las falsas representaciones partidocráticas,
En materia de economía, se deberá sanear la misma,
nuestro sistema económico recuperando el control y valor de nuestra moneda, del
crédito, cuyo ‘patrón’ será nuestro
trabajo y producción asi como denunciar como falsa la pretendida ‘deuda externa’ como bien se ha probado
en la ‘Doctrina Espeche’ y el caso ‘Olmo’. El capital lo tenemos y es el
producido a diario por el trabajo de sus habitantes, etc.
(Para profundizar mas sobre el tema, invitamos a los
lectores al trabajo digital mencionado).
No hay reposo. Debemos ir en unión al encuentro de
la patria. El móvil de nuestras acciones es legar a los que nos sucedan una
patria soberana mejor de la que hemos recibido. El pequeño destino de cada uno,
personal, se encuadra inserto en el destino de todos y, paradojalmente, por ser
de todos debe ser uno: una unidad de destino en lo universal.
Por todo
ello, es nuestra obligación transmitir a la Nación y a sus ciudadanos,
especialmente a los jóvenes, los hechos históricos tal como realmente
ocurrieron. De no hacerlo, estaremos formando una generación de descreídos,
nihilistas, desconectados de su realidad y de sus raíces fundantes; resentidos,
escépticos y desarraigados, como tan bien señalaba Ernesto Palacio. Esto no solo afectará su identidad y, por
ende, su futuro, sino que también contribuirá a su descristianización.
Por ello,
como bien decía Fernando GARCÍA DELLA COSTA,
ante la falsificación denodada de nuestra historia, ante la impostura
execrable llevada al aula, y cátedras, no basta –diríamos nosotros- repatriar
los restos de Rosas, como se hizo, sino que es necesario repatriar la
‘inteligencia’ argentina, a través de una persistente y machacona enseñanza de
nuestra historia real y no novelada como se ha hecho hasta ahora.
Dice bien
el citado autor que “solo la comprensión
de lo que Rosas es y fue, ya involucra una profunda revolución del alma
argentina que le va a permitir descubrir su destino, al intuir el rumbo de su
marcha histórica. Repatriada la ‘inteligencia’ argentina hace falta –nuevamente
y siempre acotamos- repatriar el pensamiento nacional, el saber del pueblo como
lo han venido haciendo ilustres historiadores nacionales”.
Falta que
la justicia se vea reflejada “desbrozando
los programas de enseñanza de la historia de toda novelística con que se ha
pretendido confundir a tantas generaciones de argentinos para cohonestar el
abandono del rumbo nacional de la enderecera de la soberanía, de paz y de
grandeza que don Juan Manuel de Rosas había señalado, y que Caseros truncó..”.
Esto fue escrito en 1951, y todavía esperamos…¿Llegará ese día, algún día? Nos
preguntamos.
Esto es,
no solo repatriar el cuerpo, como se hizo, sino repatriar la historia nacional
hundida en los abismos de la mentira. Así, el Restaurador será venerado por
todo el pueblo, públicamente, respetando su memoria como agradecimiento al dar
su vida por su nación.
Porque no
alcanza, como se dijo, con la reparación material (haber traído sus restos al
país) sino desarmar la retórica vana y vacua de los pseudo-historiadores bien
pagados por las usinas masónicas que desde las aulas, diarios y libros siguen
desfigurando la verdad histórica omitiendo con sus silencios documentos que
niegan una y otra vez, sus escritos.
De lo contrario,
de no suceder, todo ello, toda esa abulia y descreimiento hasta hoy, constituye
una traición profunda y absoluta: una TRAICIÓN RAIGAL, un crimen gravísimo contra la Nación, perpetrado
en función de intereses coyunturales, circunstanciales o partidarios, pero
también en defensa de los intereses permanentes y continuos de la banca, de los
imperios extranjeros de todo tipo, ávidos de colonizarnos, de la masonería
disolvente y de los iluministas que, al colocar al hombre y su razón en el
centro del mundo, vaciaron al ser humano de su fe.
Y, como
señalara el General San Martín, “…tal
felonía, ni el sepulcro la podrá hacer desaparecer…”.
Beatriz
Celina DOALLO al respecto sintetiza en
un somero racconto que “ a lo largo de la historia argentina, la
traición a la Patria ha tomado diversos formas y se revestido de muchos
rostros. Curiosamente, casi todos lo episodios de la traición ocurridos a
partir del 25 de Mayo de 1810 y hasta fines del siglo XIX, al pasar por la
hábil pluma de celebres historiadores se convirtieron en hechos heroicos, merecedores
de figurar en los textos de la misma categoría que la batalla de San Lorenzo o
el cruce de los Andes por el Ejército Libertador”.
A
lo largo de este trabajo, y comentando lo que sabiamente han probado distintos historiadores,
el Unitarismo triunfante con Sarmiento y Mitre a la cabeza, con posterioridad
al triunfo militar se abocaron en crean, en inventar una historia. Inventados
los héroes, inventados los tiranos y bárbaros.
Y
para ello, no solo se volcaron literariamente a darle valores a personajes y
hechos que no los tuvieron, sino que apoyaron sus discursos rimbombantes con el
nombramiento de cuantas plazas, monumentos, calles, parques, escuelas, pueblos,
ciudades y hasta partidos municipales, se cruzaban en sus caminos.
Al
respecto, es interesante un meduloso trabajo de Jorge Oscar CANIDO. El autor
conocedor de la ciudad de Buenos Aires, basado en documentación y trabajo de
campo, se tomó el tiempo para analizar –solo en la ciudad- los homenajes a
Sarmiento que se le hicieron tanto en vida como después de su muerte, nombrando decenas de lugares de la
ciudad con su nombre, para resaltar mas aún si cabe, la Historia Oficial sobre
este personaje nefasto para nuestra soberanía, haciéndolo acreedor a méritos
inexistentes.
Apenas
finalizada la batalla de Caseros, en 1852 comenzó a estructurarse la falsedad
de méritos, de cualidades de los ganadores de la batalla y deméritos
adjetivados hasta el hartazgo de los federales caídos y de lo que ellos
representaban.
Dice
el autor citado que “ha nacido LA
HISTORIA OFICIAL: la verdad, la mentira y la omisión, son las tres armas que
preclaros historiadores ponen al servicio de lo que Jauretche anatematizó como
la intelligenzia, se escriben libros, notas periodísticas y textos de estudio
que generaron una juventud que ignoraba la propia historia de su país. Son
silenciadas las voces esporádicas que se alzan para esclarecer la conjura de la
mendacidad y el silencio. …
“Al servicio de esta
historia se encuentran aún hoy los medios de difusión masiva, con grandes
espacios de publicidad, entrevistas, notas y críticas al servicio de cuanto
escriba mediático se presente a llenar algunas páginas; no importa el rigor
histórico, lo que ha generado pocos debates públicos. Y algunos historiadores
que merecen el respeto de la ciudadanía, sólo que tienen otra óptica, no
descienden a utilizar las armas señaladas en el párrafo precedente.
“Mientras, los
historiadores e investigadores del campo nacional no tienen editoriales, ni
canonjías que les permitan dedicarse, sin apremios económicos, a esclarecer la
verdad que subyace bajo tanto silencio ominoso, ni tampoco tienen cabida en los
medios, y por ende son ignorados por años.
“Corría 1855 cuando en
el pueblo de Belgrano se bautiza a una calle como Tres de Febrero, es decir que
las distintas autoridades de la Gran Aldea, el Pueblo de Flores y el de
Belgrano, por su cuenta, comienzan la ciclópea tarea de incorporar en los
lugares públicos de la ciudad a todo unitario que haya tenido alguna actuación
en su lucha contra Rosas, se resaltan todas batallas ganadas por los celestes y
luego por los liberales …..
“Luego le corresponde el
turno a Caseros, denominación establecida en 1857, recordando el derrocamiento
de Rosas a manos de Urquiza con su Ejército Grande y clara intervención del
Imperio del Brasil, y paralelamente se le pone el nombre de Rivadavia al Camino
Real o Federación o Camino del General Quiroga.
“Años más tarde se
produce el gran debate por el destino de las tierras de Palermo de San Benito,
y mediante la sanción de la Ley 658, aIlá por 1875, se consagra el triunfo de
Sarmiento sobre Rawson, siendo su proyecto eI que, puesto en marcha, denomina a
las tierras que fueran de Rosas como Parque Tres de Febrero, da así comienzo
una casi burda revancha, construyendo hitos que conformaron un ámbito cuasi
sarmientino y con seguridad de ensañamiento antirrosista.
“El Plano de Uzal de
1879 recoge la Avenida Sarmiento en lugar de la De las Palmeras, que daba
entrada a las tierras de Rosas y a su casa, convirtiéndose en un homenaje en
vida para el sanjuanino, cosa tan criticable, cuando la Sala de Representantes
le puso Paseo de la Encarnación al de la Alameda y Rosas a la calle Biblioteca.
“Sin embargo, es de suma
importancia saber que el Restaurador de las Leyes hizo cambiar las
denominaciones por Paseo de Julio (hoy Alem) y Estanislao López (hoy Moreno)
respectivamente a ambas, lo que implica que si tenía un ego superlativo, en
este cas no se notó.
“Y así continuó hasta el
presente la casa de Rosas, mientras existió, ubicada en la Avenida que
homenajeaba a su adversario, sin que a nadie se le ocurriera objetar la falta
de humildad y ética del arquetipo del educador argentino……
Recordemos
en el 3 de Febrero (fecha elegida adrede) de 1899 el intendente Bullrich hizo
dinamitar el Caserón de Rosas, demostrando su odio infinito a todo lo que huela
Federal.
“Así fue que la
Ordenanza del 28 de octubre de 1904 impuso nombres a varios cientos de calles
(avenidas, calles y cortadas), con lo que comenzó otra etapa pues con ellos se
recordaban triunfos unitarios sobre los federales con sus diversas variantes,
como la calle Libres, que recuerda el alzamiento de los unitarios en 1839, pese
a ser derrotados.
“Otras denominaciones
fueron: Oncativo, donde el general José María Paz triunfa sobre Facundo
Quiroga; Angaco, el coronel unitario Acha derrota al ejército federal de Aldao
en 1841; Yeruá, victoria de Lavalle sobre las fuerzas federales en 1839;
Caaguazu, donde Pascual Echagüe es derrotado por el general Paz; Manuel Osorio,
general brasileño que tuvo la "virtud" de luchar contra la Argentina
en Ituzaingó y en Caseros; Tonelero, recuerda la batalla perdida frente a la
flota Imperial Brasileña. En el puente de mando se hallaban los generales
Wenceslao Paunero, Bartolomé Mitre y Domingo F. Sarmiento.
“En 1904 y en virtud del
dictado de la Ordenanza del 27 de mayo, se denomina Italia a la plazoleta en la
que se iba a instalar la estatua ecuestre de José Garibaldi, mercenario del
Brasil, que luchó contra Rosas y contra el almirante Brown (a quien luego, en
su carácter de súbdito británico, se le prohibió volver a empuñar las armas
para defender a la Argentina, como lo había hecho por más de treinta años)….
“Por Ordenanza del 20 de
febrero de 1911 se denomina Domingo Faustino Sarmiento a la calle Cuyo, con lo
cual durante unos meses hubo dos calles y una avenida que homenajeaban al
prócer sanjuanino, hasta que el 12 de mayo de ese año se le impuso el nombre de
Coronel Salvadores a la calle de La Boca. Se fundamentó la medida en que, en la
ex Cuyo, se encontraba la casa de Sarmiento, argumento de ninguna validez
cuando se trata de Rosas.
“En el Rosedal se
instala un bajorrelieve realizado por el escultor E. Peynot, cuyo destinatario
también es el sanjuanino.
“Esta reiteración de
homenajes deja al desnudo la intencionalidad de lograr una cobertura
ideológica, ocupando espacios de los que pensaban distinto.
“Al promediar el año
1930 se decide establecer una plaza en Liniers, que llevará el nombre de
Domingo Faustino Sarmiento. …. Tres años más tarde se decide homenajear al
maestro de América y se denomina a una calle como El Maestro, previa
declaración de Sarmiento como el arquetipo del maestro en el continente. …
“En 1938 se recuerda a
nuestra Fragata Escuela Domingo Faustino Sarmiento, que no sólo es un homenaje
en sí misma, sino que en ese año se designa a una calle con el nombre de la
Fragata.
“Y hasta la fecha no ha
parado este afán de otorgarle distinciones, hasta repetidas, al sanjuanino, o
denominaciones que ataquen a la memoria de Rosas, como la calle Libres del Sur,
cuya denominación se establece en 1939.
“En 1940 se quiere
homenajear a la madre del sanjuanino y mediante la or-denanza 11.847 se
denomina a una calle Paula Albarracín de Sarmiento.
“En virtud de la sanción
de la Ordenanza N° 16.388 se realizan dos homenajes más, uno al denominar El
Profeta de la Pampa, libro de Ricardo Rojas dedicado a Sarmiento, y Recuerdos
de Provincia, a sendas calles de la ciu-dad.
“Luego se le dedica una
plaza en el barrio de Agronomía al Capitán Domingo Fidel Sarmiento, por la
ordenanza 22.111.
“En 1980, en el Parque
Domingo Faustino Sarmiento, ubicado en Balbin, Gral.Paz, Galván, Larralde y
Andonaegui, se instala un busto del prócer homonimo.
“Una Asociación de
Fomento donó un busto dedicado a Sarmiento, realizado por el escultor Adhemar
Dameno Peláez e instalado en el Parque Chacabuco.
“La calle Once de
Septiembre de 1888 que recuerda la fecha de fallecimiento de Sarmiento.
“No se termina aquí la
cantidad de homenajes que directa o indirectamente recibiera la figura del
maestro, a continuación figuran los institutos de enseñanza que ostentan su
recuerdo y homenaje: Escuela N° 2 Domingo E Sarmiento Escuela N° 25 Paula
Albarracín de Sarmiento Escuela N° 7 Recuerdos de Provincia Escuela N° 9
"Dominguito" Liceo N° 7 Domingo F. Sarmiento Escuela Técnica N° 8 P.
A. de Sarmiento
“Además, el Teatro
Sarmiento, la Biblioteca Sarmiento del Jardín Zoológico Eduardo Ladislao
Holmberg y algunos más que se han escapado a esta nómina.
“Homenajes directos e
indirectos a Domingo Faustino Sarmiento
1. Avenida SARMIENTO
(antes De las Palmeras). Plano 1879 Tierras y casa de Rosas.
2. Calle SARMIENTO
(antes Cuyo). 20-I -1911, porque estaba su casa.
3. Calle EL MAESTRO.
Ord. 5.295 (BM. 3522) 24-X11-1933. Tornado como
arquetipo del Maestro en
América.
4. Calle 11 DE SEPT
EMBRE DE 1888. Dto. 44.645. Día de su fallecimiento.
. 44.645 (61M. 18.938)
22-X -1990
5.Calle FACUNDO. Ord.
1344 (3M. 684) 28-XI-1925 (por el libro).
6.Calle EL CHACHO. Ord.
1344 (BM. 684) 28-X I-1925 (por un capítulo del libro)
7- Calle EL RASTREADOR.
Ord. 1334-28-12-1925 (por un capítulo del libro).
8-calle LOS RECUERDOS.
Ord. 1334-28-12-1925
9. Calle RECUERDOS DE
PROVINCIA. Ord. 16.388 (BM. 11.425) 27-VII-1960 (por el libro).
10. Parque PRESIDENTE
SARMIENTO. Ord. 35.523 (BM. 16 210) 30-1-1980 (Balbín, Gral. Paz, Galván,
Republiquetas y Andonaegui. Barrio Saa-vedra).
11. Plaza SARMIENTO.
Ord. 3.952, 27-VI-1930 (Cosquín, Tuyutí, Humaitá y El Rastreador. Barrio
Liniers)
12. Plaza EL MAESTRO.
Ord. 15.958, 18.862, 20.369 (BM. 11.292) 23-XII-1959 (Calderón de la Barca,
Ramón Lista y Beiró. Villa Devoto).
13. Monumento a
Sarmiento. Del Libertador y Av. Sarmiento (donde estaba la casa de Rosas).
14. Monumento a
Sarmiento. Del Rosedal. En tierras de Rosas.
15. Busto a Sarmiento.
Zoológico. 16. Busto a Sarmiento. Parque Chacabuco. 17. Calle Fragata
Presidente Sarmiento. Ord. 9.987 (BM. 5.365) 27-X11-1938. 18. Calle Paula
Albarracín de Sarmiento. Ord. 11.896 (BM. 6.037) 19-XI-1940 (antes Doña Paula).
19. Plaza Domingo Fidel
Sarmiento. Ord. 22.111 (BM. 12.993) 25-1-1967 (Berlín, Gándara, Gamarra y
Marcella. Barrio de Agronomía).
20. Calle EL PROFETA DE
LA PAMPA. Ord. 16.388 (BM. 11.425) 27-VII-1960 (libro de Ricardo Rojas dedicado
a Sarmiento).
21. Escuela N° 2 Domingo
E Sarmiento
22. Escuela N° 25 Paula
Albarracín de Sarmiento
23. Escuela N° 7
Recuerdos de Provincia.
24. Escuela N° 9
"Dominguito".
25. Liceo N° 7 Domingo
F. Sarmiento.
26. Escuela Técnica N° 8
R A. de Sarmiento.
27. Teatro Sarmiento 28.
Placas: Varias, pero se destaca la de la Plaza Lavalle.
“Nota. Sarmiento tiene
más homenajes que San Martín, Moreno y Belgrano juntos.
“Fuentes para corroborar
las citas de las denominaciones Homenajes directos e indirectos a Domingo
Faustino Sarmiento
1. Avenida SARMIENTO
(antes De las Palmeras). Plano 1879 Tierras y ca-sa de Rosas.
2. Calle SARMIENTO
(antes Cuyo). 20-11-1911, porque estaba su casa.
3. Calle EL MAESTRO.
Ord. 5.295 (BM. 3522) 24-X11-1933. Tomado como arquetipo del Maestro en
América.
4. Calle 11 DE
SEPTIEMBRE DE 1888. Dto. Odr. 44.645 (BM. 18.938) 22-XI-1990. Día de su
fallecimiento.
5. Calle FACUNDO. Ord.
1344 (BM. 684) 28-XII-1925 (por el libro).
6. Calle EL CHACHO. Ord.
1344 (BM. 684) 28-XII-1925 (por un capítulo del libro).
7. Calle EL RASTREADOR.
Ord. 1344 (BM. 684) 28-XII-1925 (por un capí-tulo del libro).
8. Calle LOS RECUERDOS.
Ord. 1344 (BM. 684) 28-X11-1925 (por el libro).
“Denominaciones que
destacan el resentimiento y la revancha contra Rosas y los Federales
1. Parque Tres de
Febrero. Ley Nacional N° 658. Abarca casi todas las tierras de Rosas.
2. Calle Tres de
Febrero. Plano año 1855.
3. Avenida Caseros. Acta
25-VIII-1857.
4. Calle Libres. Ord.
28-X-1904. Recuerda el alzamiento y la derrota unitaria de 1839.
5. Calle Libres del Sur.
Ord. 10.743 (BM. 5.670) 3-XI-1939. Idem anterior.
6. Plaza Libres del Sur.
Ord. 50.231 (BM. 20.210) 8-XII-1995. Idem anterior.
7. Calle General Manuel
Osorio. Ord. 8-X-1904 (General Brasileño que luchó contra la Argentina en
Ituzaingó y en Caseros).
8. Calle Tonelero. Ord.
28-X-1904 (Batalla perdida frente a la Flota Imperial Brasileña. En el puente
de mando se hallaban los Generales Wen-ceslao Paunero, Bartolomé Mitre y
Domingo Faustino Sarmiento. En Botafogo -Río de Janeiro- se homenajea la misma
batalla... ¿Quién se equivoca?)
9. Calle Oncativo. Ord.
28-X-1904. El General Paz derrota a Quiroga.
10. Calle Angaco. Ord.
28-X-1904. El Coronel unitario Acha derrota al Ejército Federal de Aldao en
1841.
11. Calle Yeruá. Ord.
28-X-1904. El General Lavalle derrota a los Federa-les -1839-. 12. Calle
Caaguazú. Ord. 2.390 (BM. 1.327). El General Paz derrota a Pascual Echagüe
-1841-.
13. Calle Don Cristóbal.
Ord. 2.390 (BM. 1.327) El General Lavalle derrota a los Federales de Pascual
Echagüe -1840-“.
Debemos
hacer dos aclaraciones: estos homenajes ditirámbicos son solo de Sarmiento y
solo en la Capital Federal. Por ello debemos sumar iguales homenajes a
Bartolomé Mitre y otros conspicuos traidores a la patria cuyos nombres pululan
por todo el país.
De
cosecha personal, si se me permite esta pequeña nota autorreferencial, puedo agregar dos homenajes – y que pone en
evidencia que seguimos siendo una colonia- que llevaron a quien esto suscribe a
enviar sendas cartas a dos organismos que homenajean a Sarmiento. Por supuesto
ninguna de ellas fue publicada o respondida.
La
primera fue una carta al Director del Hospital de Clínicas Dr. Marcelo Melo el
día 17 de octubre de 2018 (“Una decisión Lastimosa”):
“Buenas Tardes Dr. Melo, Mi nombre
es Gonzalo V. Montoro Gil y estando el otro día por la entrada del Htal. de
Clínicas me he encontrado con la desagradable sorpresa de ver un busto de
Domingo F. Sarmiento. Dicho personaje se caracterizó por el odio manifiesto a
la gente humilde diciendo que habría que matarlos a todos o dejarlos morir de
hambre, a los pobres de los hospitales, a los asilados y a los huérfanos. Justo
esa gente es la que concurre diariamente al Htal. ya que no tienen recursos
para ir a una clínica privada. Le hago llegar las palabras de Sarmiento, muy
lejanas a lo que promueve el Htal. y la condición de la gente que acude a
diario. ¿Dígame Ud. si las palabras y pensamientos de esta persona ameritan que
se le ponga un busto como homenaje, justo en un lugar donde acude la gente que
él denostó?. Un acto noble para con todos los pacientes sería removerlo. Muchas
Gracias. Lo saludo atte. Gonzalo V. Montoro Gil”
Acompañada a
la carta enviada le hacía llegar al susodicho director las palabras de
Sarmiento sobre la gente humilde con problemas de salud.
«Si los pobres de los hospitales, de
los asilos, de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se
mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un
insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. ¿Qué importa que el Estado
deje morir al que no puede vivir por sus defectos? Los huérfanos son los
últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más
de comer». Discurso en el Senado de Buenos
Aires, 13 de septiembre de 1859.
Pensamientos
y palabras del genocida Sarmiento. Lo que para él -y para los Unitarios-
representaba el pueblo, su pobreza, los huérfanos: que se mueran todos ya que
el "mendigo" es un "insecto, una hormiga". ¡¿ESE ES EL GRAN
EDUCADOR?! Según la historiografía oficial Sarmiento (el llamado 'Gran
Sanjuanino' (sic) 'El Padre de la Escuela' (sic) 'El Educador' (sic), etc)
según la historiografía oficial) es homenajeado hoy como el 'Defensor de la
Libertad y la Cultura' (sic)
Como se explicitó,
ninguna respuesta hubo a lo imputado al sanjuanino. El Unitarismo aplicó lo que
siempre ha aplicado cuando se ve descubierto en las falacias históricas en las
que suele caer…: “el silencio”
Los otros
correos enviados fueron al Centro Naval y a las autoridades de la Armada
Argentina, ambas el día 14 de Febrero del 2919 por una injuria y afrenta a la
Nación Argentina en la cual mencionamos que
“…. estando en otro día en los salones del
Centro Naval, en su sede de Av. Córdoba he notado con sorpresa, estupor
e indignación un cuadro de Domingo F. Sarmiento y un busto del mismo debajo de
un amplio espejo presidiendo el salón de fiesta, en claro homenaje. La sorpresa
y estupor, e indignación, resultan del hecho que el mencionado Sarmiento
permanentemente en su vida denostó y ofendió a nuestra Marina. No creo que sea
desconocido para las autoridades que el susodicho ha ofendido a nuestra Marina
en varias ocasiones, a saber lo escrito en una oportunidad en el
Diario “El Nacional” el 7 de mayo de 1879 “….las costas del sur no valdrán
nunca la pena de crear para ellas una Marina. ¡Líbrenos de ello y guardémonos
nosotros de intentarlo!…. El día que Buenos Aires vendió su escuadra hizo un
acto de inteligencia que le honra. No debemos ser Nación marítima….” ( SARMIENTO,
D. T. XLI pag. 165; T. XVI, pág 376.)
“Como puede leerse lo escrito por
el sanjuanino, no amerita que nuestra querida Armada se humille brindándole un
homenaje, una honra a quien nada estimaba a la Marina de su patria.
“Es más, en Setiembre de
1972 el entonces Director de la Escuela Naval, Capitán de Navío Roberto Ulloa,
rindiendo homenaje a Sarmiento diciendo (sin saber si sabía lo que estaba
diciendo) que ”…la demostración más que un deber de
gratitud (¿?) implica, además, un compromiso de vigencia real. Aquí
estamos para ratificar públicamente nuestra fe en los valores que defendió
Sarmiento (sic), de los que la Escuela Naval Militar se siente
custodio (resic), y así lo ha demostrado en su labor fecunda…” (Diario „La
Nación‟, 12/9/1972).
“No sabemos que gratitud, qué
valores respecto a nuestra Armada, qué custodio de nuestra Armada ha sido
Sarmiento como dice el mencionado Capitán Ulloa. El Capitán no puede haber
ignorado la vida de aquel y sus palabras ofensivas que son de público
conocimiento.
“Persistir en el error es grave,
pero siempre se está a tiempo de enmendarlos y la Armada Argentina puede
hacerlo: Por favor, hágase honor a nuestra Armada y a todos los argentinos
de bien y ORDENESE POR DONDE CORRESPONDA -y se haga conocer- que se
saque de nuestras paredes cuadros y bustos de quien tanto insulto ha hecho a
nuestra Marina ofendiendo a quienes dieron su vida por ella y a quienes hoy
día forman ilustres, sus cuadros. No nos merecemos tamaño insulto.
“Mi padre ya fallecido, Vicente
Montoro Hunt -ex miembro de la Promoción 75 de la Escuela Naval- no permitiría
que en el presente yo no haga esta manifestación a Uds. No olvidemos las
palabras del español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de
Santayana "Los pueblos que olvidan su historia están condenados
a repetirla" . ¿Será que somos una nación con poca memoria por eso
nos va como nos va?. “Saludo cordiales. Muy atentamente”.
Estos dos ejemplos son una muestra más como la ‘Historia Oficial’ sigue en pie con autoridades que continúan denigrando a su propio pueblo invocando virtudes de quien las carece por completo, ahondando cada día más un relato sobre nuestra historia que dista mucho de ser verídico profundizando nuestra decadencia moral y nuestro destino de colonia….
Esta
generación de falsificadores de nuestra historia, continúan como herederos de
los viejos Unitarios alimentado la oligarquía que nos gobierna y que nos
mantiene encadenados.
En tal
sentido, si nuestro presente de decadente debemos recordar que “el presente es el resultado de causas pasadas
y, a su vez, es la causa de efectos futuros”. Esta cita enfatiza la
conexión intrínseca entre los diferentes tiempos, donde lo que vivimos ahora es
una consecuencia de lo que ocurrió antes y será causa de lo que vendrá
después.
En tal
sentido y como ya hemos dicho al comienzo de este trabajo, "Si quieres conocer la causa pasada,
mira el efecto presente": Sugiere, en el tema histórico que estamos
tratando, que para entender por qué algo es como es en el presente (nuestra
debacle moral, ética, que nos lleva a una mayor desintegración como nación),
debemos observar las acciones y las decisiones tomadas en el pasado (el triunfo
de aquellas fuerzas expansivas imperiales a través de las guías de transmisión
que fueron aquellos que dieron la espalda a su patria por 30 dineros
coadyuvando a la invasión política, económica y territorial). El presente
es una manifestación de esas causas anteriores.
Del mismo
modo que "Si quieres conocer un efecto futuro mira la causa presente" ello
nos indica que para prever o influir en lo que sucederá en el futuro (recuperar
nuestra soberanía absoluta), debemos analizar las acciones y las decisiones que
estamos tomando en el presente, ya que estas son las causas que darán lugar a
esos futuros efectos.
Así como
la lava brota del magma, del interior de la madre tierra y se expande; así el
espíritu nacional brotará de nuestros genes y de nuestra historia (raíz de
nuestro ser), expandiéndose, representando lo nuevo en lo eterno, transformando
en formas y reafirmando en valores toda nuestra esencia humana y divina.
Si Dios
ha hecho la creación es deber de los espíritus nacionales comprenderla, darle
sentido (es decir, valorarla) ordenarla, y dar testimonio de ella dándola a
conocer…
*************
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