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viernes, 12 de diciembre de 2025

EL GENOCIDIO DEL PUEBLO FEDERAL: EL ‘SICARIATO’ UNITARIO DE MITRE Y SARMIENTO

 

EL GENOCIDIO DEL PUEBLO FEDERAL: EL ‘SICARIATO’ UNITARIO DE MITRE Y SARMIENTO  


Gonzalo V. Montoro Gil




ÍNDICE

CAPÍTULO 1: Introducción- El ‘Sicariato’.- CAPÍTULO 2: El anglo-mitrismo, con Sarmiento  y Urquiza Incluidos - fase militar CAPÍTULO 3: La Utilización Del Terror Como Instrumento CAPÍTULO 4: Desarrollo Del Genocidio De Nuestro Pueblo CAPÍTULO 5: Antes y después de la batalla de Caseros. CAPÍTULO 6: La Maquinaria Judicial Cohonestando La Violencia Unitaria CAPÍTULO 7: Después De La Batalla De Caseros, La Batalla De Pavón CAPÍTULO 8: Sigue El Genocidio-El Turno De Paysandú Y El Paraguay CAPÍTULO 9: Inglaterra La Principal Beneficiaria CAPÍTULO 10: El Plan Sistemático Unitario Para El Exterminio Total Del Pueblo CAPÍTULO 11: El Asesinato Del ‘Chacho’ Peñaloza-La Ceguera De Ciertos  Federales. CAPÍTULO 12 Nuestra Subordinación Ideológica, Cultural Y Económica CAPÍTULO 13: Brasil Entra En Escena-Sarmiento Y Mitre Desatan Todo Su Odio. CAPÍTULO 14: El Gaucho-Su Desarraigo Y Su Dolor CAPÍTULO 15: Vicente López Y Planes, Uno De Los Primeros Es Renegar De Su Pasado – La Debacle Poblacional, Administrativa Y Económica Luego De Caseros-Rodolfo Irazusta Nos Enseña CAPÍTULO 16: La Destrucción Del Espíritu Nacional CAPÍTULO 17: No Es Lo Mismo ‘Cultura’ Que ‘Instrucción’- La Tipología Del Gaucho. CAPÍTULO 18: Argentina: Colonia Material Y Cultural CAPÍTULO 19: Liberales Y Socialistas, Coinciden En Una Sociedad Puramente Material CAPÍTULO 20: José Hernández, El ‘Chacho’ Peñaloza, Felipe Varela Y Otros Federales Faltos De Conocimiento De La Causas De La Debacle. CAPÍTULO 21: La ‘Historia Oficial’: La Conspiración Del ‘Silencio’: CAPÍTULO 22: La Barbarie De Los Civilizados. CAPÍTULO 23: El Liberalismo Masónico Y La Destrucción Del ‘Sistema Americano’ De Rosas - Mitre, Saldías Y Los ‘Nobles Odios’. CAPÍTULO 24: El Unitarismo - La ‘Concepción Literaria De La Historia’. CAPÍTULO 25: La Estructuración Jurídica De La Subordinación CAPÍTULO 26: La Raíz Masónica Del Contubernio “Anglo-Mitro-Sarmientista” CAPÍTULO 27: La Masonería Y El Catolicismo CAPÍTULO 28: La Masonería Hoy En Nuestro País. CAPÍTULO 29: Resumen De La Desmembración De Las Provincias Unidas CAPÍTULO 30: Epílogo – (Bibliografía De Consulta)

 

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CAPÍTULO 1

 

Si Quieres Conocer La Causa Pasada, Mira El Efecto Presente. Si Quieres Conocer Un Efecto Futuro Mira La Causa Prsente

Sutra De Shinjikan

 

INTRODUCCIÓN

 

Antes de adentrarnos en el estudio de quiénes eran estos esbirros, comúnmente asociados a Bartolomé Mitre y Sarmiento, preferimos usar el término ‘sicario’ en lugar de ‘procónsul’, con el que suelen ser nombrados.

La razón de esta elección radica en que el término ‘procónsul’ proviene de la antigua Roma, donde designaba a un gobernador de una provincia que ejercía la autoridad del cónsul o del emperador, con jurisdicción y símbolos consulares específicos.

Por supuesto, entre sus funciones estaba la de ejercer violencia sobre las personas si era necesario; sin embargo, lo primordial era ejercer la autoridad ejecutiva, legislativa y judicial en nombre del Emperador romano en tierras lejanas a Roma.

Así, tenían funciones de administración en las provincias por delegación del Cónsul o del Emperador, con un mandato que duraba entre 4 y 6 años, prorrogable en caso de necesidad.

En cambio, los ‘sicarios’ eran personajes enviados por las autoridades de un país, o incluso por particulares, de manera encubierta y oculta respecto a sus verdaderos objetivos. Su misión consistía en eliminar físicamente a personas o incluso a pueblos enteros que se oponían a los intereses políticos de quienes los enviaban..

La palabra "sicario" proviene del latín “sicarius”, que significa "asesino" o "hombre daga". Este término tiene su origen en la antigua Roma, donde los sicarios eran conocidos por usar la sica, una daga pequeña y fácil de ocultar, con la que asesinaban a sus víctimas.

En la actualidad, el término "sicario" se refiere a un asesino a sueldo o matón que actúa por encargo y recibe una compensación económica.

Más allá de estas disquisiciones o análisis históricos, ambos términos —‘procónsul’ y ‘sicario’— son aceptados hoy para designar a personas que eliminan oponentes, enviados por terceros y remunerados a cambio de diversos beneficios..

Como advertencia previa debemos afirmar que las matanzas que aquí trataremos se trataron de un real ‘Genocidio’.

Lamentablemente en la actualidad se habla muy ligeramente de ‘genocidio’ designado de tal modo a muchas muertes en un determinado lugar o tiempo, sin considerar si ellas reúnen los requisitos para así considerarlas..

En lo que respecta a la matanza del unitarismo sobre nuestro pueblo sí se puede catalogar el mismo de ‘genocidio’ porque reúne requisitos para que de este modo se los reconozca. Veamos.

En términos legales y según la “Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio”, sancionada por la ONU el 9 de diciembre de 1948 el genocidio se refiere a:

“Actos cometidos con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal. Estos actos pueden incluir la matanza de miembros del grupo, lesiones graves a su integridad física o mental, sometimiento intencional a condiciones de existencia que causen su destrucción física, medidas para impedir nacimientos o el traslado forzoso de niños a otro grupo”. 

Del mismo modo, y en términos similares, el historiador Héctor PETROCELLI dice que el “genocidio es un recurso sistemático, orgánico y permanente que se emplea para exterminar a una comunidad por razones raciales, religiosas o ideológicas”

En resumen, el genocidio es un crimen internacional que implica la destrucción deliberada de un grupo humano por motivos de su identidad. 

¿Sucedió que fue un genocidio el cometido por los Unitarios sobre el pueblo argentino?

Entendemos que si: Hubo una clara y premeditada intención, planificada –no fueron actos impulsivos o personales- contra un grupo nacional (los Federales), étnico y racial (los criollos), religioso (los católicos) con intención de destruirlos físicamente y emocionalmente, sometiéndolos adrede e impidiendo nacimientos o matando sus niños, o desarraigándolos de sus padres asesinados o llevados forzadamente a servir en la milicia (‘leva’).

De tal modo que justo definir que estamos ante un genocidio y el termino es absolutamente exacto, sin connotaciones grandilocuentes políticas de barricada..

 

I.-EL “SICARIATO”

 

En los párrafos anteriores hemos mencionado la palabra ‘sicario’. Pero, ¿quiénes eran los sicarios que ejecutaban el plan de exterminio ordenado por Mitre y Sarmiento para con su propio pueblo?.¿De dónde venían?

Se trataba de orientales que carecían de toda empatía hacia nuestros criollos, lo que facilitaba emocionalmente sus matanzas diarias de hombres, mujeres y niños indefensos, víctimas del terror que estos sicarios sembraban en la población.

Antes de relatar sus correrías de aniquilación, hagamos una breve semblanza de ellos, sin perjuicio de que algunas referencias se desarrollen con mayor profundidad más adelante.

Este no es un estudio biográfico completo, ya que excede las intenciones del presente trabajo. Nos centraremos únicamente en aquellos aspectos relacionados con su actividad como ejecutores — en algunos casos solo por unos pocos años — de la política de avasallamiento de las autonomías provinciales, concebida por Mitre, Sarmiento y el Imperio Británico que operaba detrás de las sombras.

I.-1- Venancio Flores

Nació en Montevideo y gobernó Uruguay en dos ocasiones. La primera fue como miembro del Triunvirato en 1853 y luego como quinto presidente constitucional, cargo que ocupó desde 1853 hasta 1855. Su segundo mandato fue de facto, bajo el título de «Gobernador Provisorio», entre 1865 y 1868.

Durante la Guerra Grande, luchó en defensa del gobierno de la Defensa, pero en 1846 se retiró al oponerse a la negativa gubernamental de iniciar negociaciones de paz. Regresó en 1851 como parte de la escolta de Justo José de Urquiza.

En 1855 se exilió en Argentina, donde abandonó el servicio a Urquiza y se puso al servicio militar de Mitre en la guerra contra este último.

En esencia, sus acciones de exterminio en nuestro territorio ocurrieron principalmente después de la batalla de Caseros, entre los años 1855 y 1863.

En abril de 1863 desembarcó en Uruguay y encabezó una revolución contra el gobierno del presidente fusionista de origen blanco, Bernardo Prudencio Berro, con el apoyo discreto de Mitre y del Imperio de Brasil.

Fue el responsable de la masacre contra su propio pueblo oriental en Paysandú durante los últimos meses de 1864, hasta que a comienzos de 1865 logró una victoria militar, destruyendo la ciudad y prácticamente a toda su población. Tras esto, asumió de manera tiránica el gobierno del Estado uruguayo como «Gobernador Provisorio» (sic).

Como resultado de los pactos establecidos, Uruguay formó parte, junto a Brasil y Argentina, de la Triple Alianza contra Paraguay, participando en ese frente de batalla entre 1865 y 1866.

Durante su gobierno en la Banda Oriental, después de la caída de Paysandú, otorgó derechos para la construcción del ferrocarril a la banca inglesa y a empresas británicas de frigoríficos, como Liebig's Extract of Meat Company, que décadas después se convertiría en el Frigorífico Anglo.

También dispuso la inconvertibilidad de los billetes del Banco Comercial y del Banco de Mauá —ambos propiedad del barón de Mauá, con poder para emitir papel moneda— y exigió a ambos bancos la entrega de préstamos forzosos por un total de 250.000 pesos para la compra de armas y equipamiento militar.

El 23 de marzo de 1865 autorizó la instalación de entidades financieras, siempre que cumplieran ciertas condiciones, lo que fortaleció el sistema de banca libre vigente en Uruguay.

La dictadura de Flores terminó con su renuncia voluntaria el 15 de febrero de 1868. Cuatro días después, fue asesinado en las calles de Montevideo por un grupo de desconocidos

I.-2- Wenceslao Paunero

Nació en Colonia del Sacramento (la Banda Oriental del Uruguay) Fue general comandante del primer cuerpo del ejército argentino en la Guerra del Paraguay, ministro de Guerra y Marina entre febrero y octubre de 1868 y ministro plenipotenciario en el Imperio del Brasil.

Luego de la batalla de Ituzaingó se unió al Unitario Juan Galo Lavalle en 1829 en el derrocamiento del magnicidio cometido contra Manuel Dorrego

El 10 de mayo de 1831, al caer prisionero el general Paz, fue desterrado a Bolivia  Allí, con el tiempo fundó, exiliado en La Paz, Bolivia, el diario «La Época» y lo dirigió hasta su mudanza a Chile. Durante su exilio  conoció al Unitario porteño Bartolomé Mitre, también exiliado, con quien trabó una estrecha amistad. Luego se trasladó a Perú y luego a Chile, donde tomó contacto con Domingo Faustino Sarmiento y con Juan Bautista Alberdi, entre otros. Producido el pronunciamiento de Urquiza, se embarcó hacia Buenos Aires, con Sarmiento y Mitre.

A fines de 1851 peleó en la batalla de Caseros. Más tarde fue nombrado comandante general de Armas y jefe del Estado Mayor del Ejército del Estado de Buenos Aires..

Luchó en Cepeda y fue incorporado al ejército de la Confederación. Pero luego de desavenencias varias, en Pavón luchó del lado de Mitre en 1861. Este lo nombró Coronel Mayor.

La escritora Cristina Bajo y el historiador Prudencio Bustos Argañaraz en un trabajo titulado “Masoquismo o ignorancia”, publicado en diario cordobés “La Voz” (5/7/2011) sostienen que tras el retiro de Justo José de Urquiza en Pavón, Bartolomé Mitre se apoderó del Gobierno nacional, que trasladó a la ciudad de Buenos Aires, y se dispuso a someter a las provincias en las que era fuerte el sentimiento federal, enviando ejércitos de ocupación con instrucciones de reducirlas por la fuerza.

En Córdoba, la represión estuvo a cargo de Wenceslao Paunero, quien se acantonó en las afueras de la ciudad y obligó a la Legislatura, el 16 de diciembre, a designar como gobernador al tucumano Marcos Paz.

El 28 de enero de 1862, Paunero en persona lo reemplazó. Desde el gobierno, persiguió a los auténticos federales y llegó a separar de sus cátedras universitarias a conspicuos profesores, como Clemente Villada, Jerónimo Cortés, Clodomiro Oliva y Marcos Figueroa, y hasta le quitó la jubilación al doctor José Severo de Olmos, ex ministro de la Nación. Esas arbitrariedades, sumadas a la presencia amenazante del ejército porteño, no hicieron sino exacerbar los ánimos”,

Paunero ocupó el cargo de gobernador provisional en Cordoba. Asumió el cargo de inspector y comandante general de armas en 1863 y pronto marchó a sojuzgar el alzamiento del Chacho Peñaloza.

Desde Córdoba mandó una división al mando de Sarmiento, que cambió los gobiernos de San Luis y Mendoza y se hizo elegir gobernador de San Juan. En estas acciones contra las poblaciones del interior tuvo como uno de sus principales lugartenientes al sanguinario —también ‘colorado’ oriental— Ambrosio Sandes.

Derrotó al ‘Chacho’ Peñaloza en varias batallas al cual, unos meses más tarde, el coronel Pablo Irrazábal lo asesinó, cuando Peñaloza ya se había rendido y estaba desarmado.

En 1865 se incorporó al ejército que participó en la Guerra del Paraguay donde peleo junto otros Orientales como el Coronel Ignacio Rivas, al Coronel José Miguel Arredondo y el General Venancio Flores.

El 22 de septiembre de 1866 condujo el primer cuerpo al asalto a Curupaytí sufriendo una devastadora derrota con 4.000 bajas, incluyendo 14 jefes de las divisiones y regimientos.

En noviembre regresó como general en jefe del Ejército del Interior para reprimir el alzamiento de la Revolución de los Colorados en las provincias de Cuyo. Venció a los revolucionarios en San Ignacio (a orilla del río Quinto) con la vanguardia al mando del coronel Arredondo.

En julio de 1867 fue ascendido a brigadier general equivaliendo en esa época en Argentina al rango de general de dos estrellas siendo eso el máximo grado posible.

Asumió como ministro de Guerra interino en febrero de 1868.

En las postrimerías del gobierno de Mitre fue designado Ministro de Guerra y Marina, y con motivo de las elecciones presidenciales de 1868 fue candidato a vicepresidente en la fórmula oficialista que encabezaba Rufino de Elizalde. Fueron derrotados por Sarmiento, que lo designó - entre otras razones de Estado para aliviar su penosa situación económica - Ministro Plenipotenciario ante el Imperio del Brasil, en cuya capital, Río de Janeiro, murió el 7 de junio de 1871.-

I.-3- Ambrosio Sandes

Nació en Paysandú, Provincia Oriental, en 1815, y murió en Mendoza en 1863. Fue considerado el más sanguinario de los oficiales del ejército argentino.

Fue uno de los principales ejecutores de la política y el plan de exterminio impulsados por el ejército de Mitre tras la batalla de Pavón, especialmente en la zona norte del país. Su misión consistía en eliminar todo vestigio de federales, incluyendo soldados, simpatizantes y líderes, encargándose de llevar adelante el trabajo más brutal y sucio.

Dice Mercado LUNA: que era “Corpulento, de piel blanca, de pelo y barba castaños; tiene un gesto huraño y bravío; es silencioso, casi taciturno, amigo de pocas palabras y enemigos de las bromas; a la menor contrariedad se encabrita. Son terribles sus arranques de furor. Su tropa le teme y él se complace en mantener ese temor” 

Participó en la Guerra Grande bajo las órdenes de Fructuoso Rivera y combatió en decenas de batallas. Cultivaba una imagen temible gracias a un silencio que intimidaba, seguido de explosiones violentas. Sus soldados, así como los enemigos, le temían debido a su crueldad tanto hacia ellos como hacia sus subordinados.

Combatió bajo el mando de Justo José de Urquiza en la batalla de Caseros. Posteriormente, se unió al general Hilario Lagos durante el sitio de Buenos Aires a fines de 1852, pero a mediados del año siguiente cambió de bando al unitarismo a cambio de un soborno. Regresó a la Banda Oriental para apoyar al gobierno de Venancio Flores.

Participó a favor del Estado de Buenos Aires en la batalla de Cepeda (1859), donde fue herido y dado por muerto. Su cuerpo robusto estaba cubierto de cicatrices que evidenciaban su valor y su indiferencia al dolor, rasgos que alimentaban su crueldad.

Luchó junto a Mitre en Pavón. Tras la victoria, Mitre asumió el Poder Ejecutivo Nacional y, con las fuerzas porteñas nacionalizadas, implementó una cuestionada política de ‘pacificación’ (sic) hacia el interior del país. Así, ejerció el monopolio legal (aunque no legítimo) de la violencia como condición para consolidar el Estado nacional y establecer el liberalismo como eje ideológico dominante.

Semanas más tarde, en la batalla de Cañada de Gómez, se destacó entre los oficiales orientales que torturaron y asesinaron—mediante lanzazos, fusilamientos y degüellos—a más de 1.000 prisioneros Federales rendidos; en muchos casos, ordenó cremar sus cuerpos para impedir que recibieran sepultura cristiana. Esta brutal manera de actuar le valió a Sandes el ascenso a coronel por parte de Sarmiento.

Posteriormente marchó a ocupar el interior del país bajo las órdenes de Wenceslao Paunero —también Oriental— dejando una profunda huella de crueldad en San Luis, Mendoza y San Juan. Derrotó a las partidas montoneras que resistieron y asesinó a decenas de soldados enemigos rendidos. Una vez ocupado todo el interior por las fuerzas unitarias y sus aliados, y tras reemplazar a ocho gobernadores, consolidó el control.

Después de su victoria en Las Aguaditas, en marzo de 1862, y encolerizado por la muerte de un ayudante, asesinó a siete oficiales. Recorrió todo el interior de La Rioja persiguiendo montoneros, reales o imaginarios.

En la batalla de Lomas Blancas, en La Rioja, un gaucho enemigo lo derribó y lo dejó tirado en el campo, perdonándole la vida. Sandes se repuso, logró la victoria y, enfurecido, ordenó asesinar a todos los prisioneros e incendiar sus cadáveres, como solía hacerlo. El lugar de esta gran incineración llegó a ser conocido por los pobladores como la “Carbonera de Sandes”.

Volvió a derrotar a Peñaloza en la batalla de Salinas Grandes, repitiendo sus acciones criminales: mató a todos los oficiales capturados y a numerosos soldados.

Es importante destacar que nada de esto hizo sin la autorización de Sarmiento; aunque su brutalidad no desentonaba con su voluntad, actuaba por órdenes de él.

El gobernador de San Juan le había ordenado matar a todos los prisioneros de guerra, aunque Sandes, por mero capricho, llegó a perdonar a algunos gauchos.

Peñaloza se levantó nuevamente en armas contra el gobierno de Bartolomé Mitre a principios de 1863. El presidente nombró Director De La Guerra a Sarmiento, que contaba para reprimir a los federales, sobre todo, con Sandes. Pero poco antes, este había sido atacado por un gaucho fugitivo a la salida de una pulpería y había sido herido, dejando una hoja de 20 cm enterrada en el costado derecho de Sandes. Moriría una semana más tarde, en Mendoza, Por mucho tiempo, la sola mención de su nombre causaba pavor y odio en los paisanos de La Rioja y Cuyo.

Sus hijos, que al morir quedaron al cuidado de Mitre, fueron a estudiar al Colegio Militar de Estados Unidos.

I.-4- Ignacio Rivas,

Nació en Paysandú, Provincia Oriental del Río de la Plata, el 31 de julio de 1827, y falleció en Buenos Aires, República Argentina, el 8 de abril de 1880.

Luchó en la batalla de Caseros en 1852, donde entabló amistad con Mitre. Participó también en las batallas de Cepeda (1859) y Pavón (1861).

Tomó parte en las campañas contra el 'Chacho' Peñaloza, que provocó convulsiones en siete provincias enfrentadas a las fuerzas porteñas. Persiguió a los montoneros a lo largo de La Rioja y San Luis, y lo derrotó en las batallas de Las Mulitas y Los Gigantes.

Sin embargo, convenció a Mitre de la necesidad de llegar a un acuerdo con Peñaloza, considerándolo la única garantía real de paz. Por ello, firmó con él el tratado de La Banderita, que establecía la sumisión del 'Chacho' y sus hombres a cambio de una amnistía para todos los montoneros.

Tras la firma, Peñaloza entregó a los oficiales prisioneros que tenía en su poder, pero no recibió nada a cambio, ya que todos los oficiales presos habían sido fusilados.

En abril de 1865 se incorporó a la división de Wenceslao Paunero y marchó a la Guerra del Paraguay. Fue reincorporado al ejército en 1877, pero no se le asignó mando de tropas debido a que se le consideraba peligroso. Por esta razón, no participó en la Campaña del Desierto del general Roca.

Finalmente, el general Ignacio Rivas falleció el 8 de abril de 1880 en la ciudad de Buenos Aires.

I.-5- José Miguel Arredondo 

Nació en Canelones, Banda Oriental del Uruguay, el 8 de mayo de 1829, y falleció en Buenos Aires el 20 de septiembre de 1904. Fue un militar uruguayo con una extensa trayectoria en las guerras civiles argentinas, la Guerra del Paraguay y las campañas en la frontera contra los pueblos indígenas.

Comenzó su carrera militar como soldado durante el sitio de Montevideo, en el marco de la Guerra Grande. Fue incorporado al ejército de Urquiza, bajo cuyo mando participó en la decisiva batalla de Caseros.

Al igual que su coterráneo Ignacio Rivas, combatió en la batalla de Cepeda en 1859 y en la batalla de Pavón en 1861, donde fue ascendido al grado de coronel.

Tras la masacre de Cañada de Gómez, donde se destacó por su crueldad hacia los vencidos, participó en la campaña contra el caudillo Ángel Vicente Peñaloza, enfrentándolo en múltiples batallas durante su primer levantamiento. En el segundo alzamiento de Peñaloza, volvió a distinguirse como un jefe violento, arrasando varios pueblos de la provincia de La Rioja.

Actuó en la Guerra del Paraguay, participando en algunas de las principales batallas, incluyendo Boquerón y Tuyutí.

A fines de 1866, fue enviado a las provincias de Cuyo bajo las órdenes del general Wenceslao Paunero para reprimir la llamada "Revolución de los Colorados". Expulsó a los Federales de Córdoba y avanzó hacia San Luis como jefe de avanzada del ejército. El 1.º de abril de 1867 derrotó al general Juan Saá en la batalla de San Ignacio, una victoria clave que marcó el declive del federalismo y le valió el ascenso a general.

En 1870 participó en la guerra contra el último caudillo federal, Ricardo López Jordán, en la provincia de Entre Ríos.

En 1874, al ser derrotado en las elecciones nacionales su amigo Bartolomé Mitre, se sublevó contra la presidencia de Nicolás Avellaneda.

Para enfrentarlo, fue enviado su amigo el coronel Julio Argentino Roca, el cual lo venció en combate y lo tomó prisionero el 7 de diciembre de 1874.

Roca le pidió a Juarez Celman por la vida de su amigo, pero insólitamente al saber que era dudoso que lo perdonarn y que pensaban condenarlo a muerte, pudo huir (algunos dicen que el propio Roca lo dejó escapar a Chile). Cuando tiempo después fue indultado, se unió a su amigo y ex contrincante en la llamada ‘Conquista del Desierto’ en 1879.

Pidió la baja del ejército argentino en 1886 pero al regresar de Brasil fue  reincorporado como general de división en 1890, siendo más tarde miembro del Consejo Superior de Guerra y comandante de la División Cuyo. Se retiró del servicio en 1898.

I.-6- Pablo Irrazábal 

Nació en Mercedes, Banda Oriental del Uruguay, en 1819 y falleció en Mendoza, Argentina, en 1869.

Tras la batalla de Caseros fue ascendido a oficial. Participó luego en las batallas de Cepeda y Pavón, peleando en el bando ‘mitrista’

Después de Pavón, al igual que otros oficiales Orientales, tomó parte en la batalla de Cañada de Gómez, destacándose por su especial ferocidad en la matanza de prisioneros que siguió a esa contienda.

Bajo las órdenes del coronel Ambrosio Sandes, también oriental, participó en la campaña de las fuerzas porteñas contra el interior y sus caudillos. Su superior inmediato era el general Wenceslao Paunero.

Era un oficial de caballería valiente, según dicen, pero particularmente violento y feroz tras las batallas, especializado en torturar a sus prisioneros con especial ahínco. Participó en la campaña de 1862 contra el ‘Chacho’ Peñaloza, destacándose en la batalla de Lomas Blancas, en mayo de ese año.

Tras el segundo levantamiento de Peñaloza, combatió bajo las órdenes de José Miguel Arredondo en la victoria Unitaria de Las Playas, en octubre de 1863, en las afueras de Córdoba. Para entonces, Sandes ya había fallecido y Sarmiento pidió expresamente que él se hiciera cargo de la persecución de las fuerzas derrotadas del ‘Chacho’.

Cuando Peñaloza reapareció cerca de San Juan, Irrazábal reaccionó con energía y lo derrotó en una batalla en el pueblo de Caucete. Luego lo persiguió desde San Juan hasta la Sierra de los Llanos.

Finalmente derrotado, Peñaloza se rindió al mayor Ricardo Vera —primo de la esposa de Peñaloza— en un rancho cercano al pueblo de Olta, donde quedó desarmado y compartiendo mate con su captor. Media hora después, llegó Irrazábal al rancho, visiblemente exaltado. A gritos preguntó dónde estaba el ‘bandido del Chacho’, y al presentarse éste y explicar que se había rendido, Irrazábal lo atravesó con su lanza y ordenó a sus soldados rematarlo a puñaladas. Así murió el famoso y anciano caudillo, herido en el suelo, desarmado y rodeado de toda su familia, mayores y niños incluidos que vieron espantados semejante horror.

Irrazábal mandó cortar la cabeza de Peñaloza y exhibirla en la punta de una lanza en la plaza del pueblo de Olta. Por esta acción, recibió las felicitaciones de Sarmiento y del presidente Bartolomé Mitre.

Sin embargo, su mente comenzó a deteriorarse. La conciencia de haber matado a un hombre a quien los llanistas seguían con fervor lo enloqueció; durante semanas deambuló por las serranías desérticas de los Llanos de La Rioja, persiguiendo y huyendo de remolinos de tierra que, según su delirante percepción, eran fuerzas del ‘Chacho’ en busca de venganza.

Solicitó la baja por considerar que había deshonrado al Ejército Argentino, pero sus superiores se consideraron afortunados de contar con alguien como él y rechazaron su renuncia.

Tras ser rechazado un segundo pedido de baja, fue nombrado comandante de la frontera sur de la provincia de Mendoza.

A fines de 1866 se encontraba en Mendoza; cuando estalló la Revolución de los Colorados, huyó a San Juan. Bajo el mando de Julio Campos, gobernador porteño de La Rioja, fue derrotado por el general Juan Saá en Rinconada. Se replegó a La Rioja, donde el gobernador lo puso al mando de las fuerzas destinadas a la Guerra del Paraguay. Sin embargo, los riojanos, todavía admiradores de Peñaloza, se negaron a obedecerlo y se dispersaron, sumándose así La Rioja a la revolución contra el gobierno de Mitre.

Después de meses de enfrentamientos contra tropas federales comandadas por Felipe Varela, finalmente regresó a Mendoza, donde derrotó a otra partida de montoneros, causándoles numerosas bajas, la mayoría ocurrida tras la batalla, es decir, cuando ya estaban prisioneros, como era habitual en los métodos del ‘sicariato’ unitario. Como recompensa por sus campañas y métodos, fue ascendido al grado de Coronel.

Murió en la ciudad de Mendoza en septiembre de 1869, víctima de una pulmonía.

Estos fueron los principales esbirros y sus andanzas las iremos viendo a lo largo del presente trabajo….

 

*****

 

CAPÍTULO 2

 

"La Patria Es La Historia De La Patria. Si Nos Falsifican La Historia, Nos Roban La Patria".

Jordán B. Genta

 

II- EL ANGLO-MITRISMO, CON SARMIENTO  y URQUIZA INCLUIDOS-Fase Militar

 

Para facilitar la comprensión, consideramos el resaltar a lo largo del presente trabajo en negrita algunos de los años en los que se documentaron hechos relevantes (solo alguno de ellos) y que ayudará a representarnos de manera más gráfica y clara lo que estamos señalando.

Hagamos un breve y resumido ‘racconto’ cronológico para luego ir describiendo en forma detallada y contundente un período triste y desolado de nuestra historia, donde se evidencia un plan sistemático de extinción, de demolición poblacional y cultural que va mucho más allá de simples necesidades militares o conflictos circunstanciales.

Para visualizar mejor la magnitud de los hechos referidos, aquí presentamos, a modo sinóptico, una línea de tiempo resaltando los años clave y los hechos documentados que expresan, que irradian esa política de violencia y destrucción Unitaria.

No se pretende hacer una lista exhaustiva de los crímenes –lo que sería casi imposible por su extensión-sino dejar expresada la amplitud del período histórico en que se desarrolló

Diríamos, a modo de mojón inicial, que los primeros proto‑unitarios se remontan al asesinato del honorable Santiago de Liniers, héroe de la defensa durante las invasiones inglesas. Ya en la etapa postcolonial, el primero en caer fue Manuel Dorrego; luego siguieron Juan Facundo Quiroga, el coronel José Santos Ortiz con su comitiva y numerosos gobernadores provinciales, entre ellos el general Pablo Latorre, el general Nazario Benavídez, el general Benjamín Villafañe, el general Alejandro Heredia, -en el que estuvo involucrado Marco Avellaneda con el apoyo del oro francés, como él mismo lo reconoció en carta a su primo Manuel Solá.-y le siguen un ‘etcetera’ largo pero no menos doloroso para la patria.

Luego de las invasiones inglesas fracasadas para los ingleses, éstos decidieron cambiar de táctica.

Al respecto decía Raul SCALABRINÍ ORTIZ: "Lo diplomacia inglesa es el instrumento ejecutivo que en sus relaciones con el extranjero, tiene la necesidad de expansión y la voluntad de dominio del Imperio de la Gran Bretaña. Donde hay un pequeño interés presente de preparación o de incautación diplomacia inglesa tiende sus redes invisibles de conocimiento, de sondeo, de preparación o de incautación.”. Sumado todo esto a los mezquinos intereses de los nativos locales, los Unitarios.

Es que, como sigue diciendo Scalabrini Ortiz, los unitarios se caracterizaron por su mentalidad europeizante quo se nutría en las ideas do los españoles afrancesados y liberales y en el racionalismo iluminista do Voltaire. Masones e incrédulos, rechazaban la España Católica do los Habsburgo como símbolo del atraso y del oscurantismo, según profetizaban los Unitarios. Fueron extranjerizantes porque no valoraron lo bueno y la capacidad de su pueblo.

Ese iluminismo que los envolvió y sedujo lo explica el gran historiador Jorge Oscar SULÉ: “para el iluminismo, la Nación es la resultante de una decisión político-jurídica, a través de un contrato social o sea la voluntad de construir algo, solamente con arreglo a ciertos principios racionales y derechos inalienables del hombre y del ciudadano, al margen de las líneas de fuerza que proceden del pasado.

“Es por ello que para el iluminismo criollo la personalidad de las naciones más que estar fundadas en caracteres como el idioma, la religión, las costumbres, las creencias y las propias experiencias culturales, la personalidad nacional se cimentaría en una actitud voluntarista que la norma jurídica iría a perfeccionar constantemente otorgándole el marco de derechos y obligaciones que aseguraría la posibilidad de un perfeccionamiento político y ciudadano, sostenido y constante hacia un progresismo indefinido y universal.

“La misión del Estado por lo tanto, más que consistir en hacer de cada hombre un argentino concreto, era el de hacer cada hombre un ciudadano universal y abstracto”.

Entonces, todo ese pueblo fue víctima de quienes se autodenominaban “pacificadores” —también revestidos del rótulo de hombres “de las luces y los principios”, viles unitarios que, según la mirada crítica, no dudaron en humillar a la patria ante potencias extranjeras usurpadoras.

Es que como bien dice GONZÁLEZ ESPUL "Esto nos muestra el otro mecanismo de dominio del imperio británico, el control de las finanzas de un país al adueñarse de la banca. De los 838 sufragios de la junta de accionistas, 589 representaban a cinco casas  de comercio. Sin embargo los directores del banco, que menciona Anchorena fueron en su mayoría criollos. Tales como Félix Castro, Sebastián Lezica, Miguel Riglos que son los auxiliares vernáculos”,  bien pagados por los ingleses.

Es que en pleno gobierno turbulento de Dorrego, los ingleses movían sus fichas. La idea de estos es lograr que la banda Oriental sea independiente: ni argentina ni brasileña, para, en lo posible seguir fragmentando las tierras sudamericanas.

Sin embargo, en esta guerra como en tantas otras en América del Sur, otro factor más trágico intervino llamado por los propios beligerantes y del que no pudieron desprenderse aunque quisieron. Este factor fue la mediación inglesa, lo que fue determinante en la resolución del conflicto. Pero debemos recalcar que contó con lo que Pedro de Paoli dio en llamar "los auxiliares nativos". Y éstos no fueron otros que los unitarios, los "oligárquilogistas" como los denominara certeramente Dorrego desde las páginas del diario de "El Tribuno".

Los diplomáticos Ponsonby, Canning, etc se implicaron en algo que no le correspondía. Los Unitarios, felices. Es que continuando la guerra con el Brasil, luego de algunos breves interregnos, el materialismo histórico, que pone énfasis en los aspectos económicos minimizó las acciones militares y el papel de los héroes, desechando que puedan ser tan decisivos.

La citada autora remite a documentos de René Orsi y de Luis Alberto Herrera. De esta manera se llegó a la Convención Preliminar de Paz el 27 de agosto de 1828 a través de una enorme presión –rayana en el insulto- de la diplomacia inglesa, y de la Banca acreedora,.

Luego de la firma de la Convención Preliminar de Paz el 27 de agosto de 1828, poco tiempo antes de la revolución de Lavalle y el posterior fusilamiento –magnicidio- de Dorrego, faltaba la homologación de éste.

El ministro inglés quiso asegurarse, antes de partir, de la posición de Dorrego y el 8 de agosto de 1828  le envió una carta en tono de velada amenaza, remitiéndole copia de la misma a lord Aberdeen, a cargo del Foreign Office. En ella se expresaba así: "V. E. no puede tener consideración alguna por la doctrina sustentada por algunos teóricos inexpertos acerca de que la América debería tener una existencia política separada de la existencia política de Europa; el comercio y el interés común de las partes han creado lazos entre Europa y América, los cuales ningún gobierno y quizás tampoco ningún poder que el hombre posea puede ahora disolver, y mientras éstos existan, Europa tendrá el derecho y ciertamente no carecerá de los medios ni de la voluntad de injerirse en la política de América, al menos tanto como fuera necesario para la seguridad de los intereses europeos."

Y en nota que envió también Aberdeen, a Parish el 27 de agosto de 1828, adjuntándole copia del acuerdo preliminar, le pidió que hablara con Dorrego para que lo previniera de las consecuencias que acarrearía la no aceptación del tratado. Expresaba lo siguiente: "No será necesario insistir demasiado, al hablarle sobre el seguro desagrado que se produciría entre la Gran Bretaña y Buenos Aires, si el gobierno republicano cayera en la tentación de separase del espíritu de sus promesas, lo que —debo advertirlo— sería considerado un insulto para el gobierno británico, pues el señor Dorrego, con su innata perspicacia, abarcará todas las eventualidades".

Y más adelante, como para que no quedaran dudas, agregaba: "Por consiguiente, diré que Buenos Aires es un país débil comparado con la Gran Bretaña y que Inglaterra puede perjudicar a la república más que lo que cualquier otro estado puede hacerlo, si su justo resentimiento fuera provocado; y que, entre los naturales efectos que la actitud hostil de Inglaterra causaría en el pueblo de Buenos Aires, no sería el menor su enojo contra el autor de la desavenencia; y el señor Dorrego destacaría preeminentemente, ante el concepto público, como ese hombre".

Una vez firmada la Convención Preliminar De Paz en Río de Janeiro, Lord Ponsonby se propuso lograr la homologación de la misma en forma inmediata y presionando a Dorrego para que la ratificara él mismo, lo que hizo en .

Finalmente los ingleses se dieron el gusto y lograron la fragmentación de nuestro territorio con la firma de la Convención, perdiendo nosotros la banda oriental, a pesar de la oposición de Dorrego.

Conclusión Lo guerra contra el Brasil (1825-1828), se originó por múltiples causas: la política expansionista del Brasil, heredada de la época colonial, que buscaba alcanzar las fronteras naturales es uno de ellas. La política entreguista de los directoriales es otro, en la que la clase mercantil porteña que le interesaba derivar el comercio del interior sólo hacia el puerto de Buenos Aires, tuvo significativo peso

A esas fuerzas se contrapuso la voluntad de los caudillos Bustos, López y Dorrego, acompañados del sentir del pueblo que daría hasta la camisa por no perder la provincia hermana. Y por supuesto, la de los propios orientales que lograron antes de declararse la guerra, circunscribir a los lusitanos en el sólo dominio  de sus fortalezas en Montevideo y Colonia.

Por ello, la segregación de la Banda Oriental de las Provincias Unidas del Río de la Plata es un ejemplo emblemático de la estrategia británica para ejercer un dominio indirecto sobre estas tierras, mediante la división geográfica, práctica que la seguirá aplicando en otras oportunidades, y que enfáticamente se ha manifestado en todas los otras guerras que se sucedieron a lo largo del siglo XIX y principios del XX: guerra contra la Confederación peruano-boliviana (183• 1839), la guerra de la triple alianza (1865-1870), la guerra del Pacífico (1879• 1883), y la guerra del Chaco (1932-1935) Creándose así 20 débiles repúbli-cas, en un espacio geográfico que había sido gobernado en tres divisiones administrativas por un solo rey.

Lord Ponsonby, cuya gestión “es una obra maravillosa de perseverancia, de astucia y de cinismo"  según palabras de Julio Irazusta, nos ha revelado a través de su correspondencia con los jefes del Foreing Office, cómo se articuló la política británica en Hispanoamérica en el siglo XIX. Por tal razón enviaron a estas tierras a personas de la más alta y antigua aristocracia.

Tanto Ponsonby como Gordon, serían fieles e inteligentes intérpretes de la política que llevaba adelante Inglaterra en esa época, la de construir un imperio colonial y extender su poder marítimo y comercial por todo el mundo, o expensas de su gran rival, Francia y, en menor medida, Estados Unidos.

Ante la oposición del pueblo porteño, Dorrego es acorralado por Lavalle que le hace una revolución y lo destituye. Posteriormente, lo fusila el 13 de Diciembre de 1828.

Como bien ha señalado Fernando A. HRYCAK, “Lavalle utilizó como método el terror y la fuerza, comenzó fusilando no solo a Dorrego sino a varios de sus oficiales. La dictadura de Lavalle fue tenebrosa. Sus subalternos depredaron la provincia. Iban desde el fusilamiento común hasta dispara cañones con gauchos federales atados a sus bocas. Esto sin contar las persecuciones y depredaciones en la ciudad. Tantas fueron las muertes- sigue diciendo el autor- que en 1829 que la demografía provincial se vio seriamente afectada puesteo que las defunciones superaron en 883 a los nacimientos(es decir, moría mas gente que la que nacía).” Único caso en nuestra historia que la llamada ‘historia oficial, parece que también ‘olvidó’.

Ya en 1841, Lavalle recorriendo le país que estaba su gobierno en manos de Juan Manuel de Rosas, ordenó fusilamientos a granel se soldados rendidos y detenidos, sin juicio previo: el Coronel de la Independencia y de la primera guerra contra el Brasil, Mariano Fortunato Boedo y de Manuel Pereda, del General Fernando Villafañe y de los Coroneles Franco y Guerrero, entre otros. Ese mismo año Lamadrid ordenó de la misma forma y circunstancias el fusilamiento del Coronel José Loreto Cabrera, quien fuera oficlal de Manuel Belgrano y de Güemes, sumado al asesinato del Coronel Francisco Ibarra hermano del Gobernador de Santiago del Estero, Felipe Ibarra,

En 1845: Sarmiento expresa abiertamente la necesidad de emplear el terror para triunfar, justificando la muerte y la represión de opositores y enemigos, comparándose con los jacobinos de Robespierre.

En 1852: Mitre declara que “hemos jurado con Sarmiento que ni uno solo ha de quedar vivo”, evidenciando la intención de exterminar a los opositores políticos. Uno de ellos fue el gobernador de Jujuy Mariano Iturbe, luego de caído Rosas.

En 1855: Se promulga la ley que impide la reelección del gobernador sanjuanino Benavidez. Tras apoyar a Manuel José Gómez, es derrocado y encarcelado. La crónica relata cómo fue brutalmente asesinado en la cárcel, con detalles de profanación y tortura.

En 1858: Sarmiento celebra la muerte de Benavidez, calificándola como “acción santa”, y justifica la violencia contra los opositores.

En 1859: En el Senado, Sarmiento expresa que “si los pobres se mueren, que se mueran”, mostrando una visión deshumanizadora hacia los sectores más vulnerables.

En 1860: Incitación explícita al uso del terror como medio de gobierno, con declaraciones de Sarmiento y Mitre que justifican la violencia y el exterminio de gauchos y opositores.

16 de noviembre de 1860: Asesinato del gobernador sanjuanino José Antonio Virasoro, incitado por Sarmiento, con primicia en un diario chileno seis días antes del hecho, evidenciando la planificación previa y la impunidad.

En 1861: La masacre en Cañada de Gómez, donde sicarios de Mitre y Sarmiento degollaron a 300 gauchos dormidos o rendidos, en una acción planificada para eliminar a los opositores y desarmar a la población rural.

20 de septiembre de 1861: Sarmiento escribe a Mitre, justificando la matanza de gauchos y afirmando que “el terror es un medio de gobierno que produce mayores resultados que el patriotismo”.

En el período 1862-1868: Durante la dictadura de Mitre, se intensifican las campañas de exterminio en provincias como La Rioja, Catamarca, Salta, Tucumán y Santiago del Estero. Se llevan a cabo fusilamientos masivos, incendios, saqueos y desplazamientos forzados, con la participación de sicarios y militares que actúan bajo órdenes directas.

En el período 1862-1874: La presidencia de Sarmiento continúa con persecuciones, torturas y ejecuciones, consolidando un régimen de terror contra los sectores considerados ‘no civilizados’, especialmente los gauchos y las comunidades rurales.

Este recorrido cronológico, somero e introductorio, sirve para graficar mínimamente la tierra devastada que dejan los Unitarios, muestra que no fue una serie de hechos aislados o accidentales, fortuitos, o de odios meramente personales, sino un plan metódico, constante de supresión y desarraigo, impulsado por las ideas y acciones de figuras como Sarmiento y Mitre, así como también el Gra.l Paz, el Gral. Lamadrid, el Gral. Lavalle, Acha, Estomba, y tantos otros, con la complicidad de sectores militares y políticos del centralismo portuario.

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CAPÍTULO 3

 

“La Primera Obligación De La Inteligencia Argentina Hoy Es La Glorificación-No Ya Rehabilitación- Del Gran Caudillo, Que Decidió Nuestro Destino. Allí, Recién Allí, Se  Producirá El Despertar Definitivo De Nuestra Conciencia Nacional”.

Ernesto Palacio

 

III.- LA UTILIZACIÓN DEL TERROR COMO INSTRUMENTO

 

La utilización del terror, la violencia indiscriminada y la destrucción cultural fueron herramientas deliberadas para consolidar un proyecto de dominación que dejó –y deja-  profundas heridas en nuestra nación aún no curadas….

Sarmiento le escribe a Marco Avellaneda, entre otros, diciéndole “Debe darse muerte a todos los prisioneros, y a todos los enemigos".. "Debe manifestarse un brazo de hierro y no tener consideración con nadie". "Es preciso desplegar un rigor formidable". "Todos los medios de obrar son buenos, y deben emplearse sin vacilación". "Debe imitarse a los Jacobinos de la época de Robes-pierre". Todo un educador el sanjuanino y fiel exponente de la democracia iluminista.

Por ejemplo, veamos que pensaba y sabía de Garibaldi un ‘antirrosista’ como José Luis Bustamante que no podía creer la crueldad del pirata, diciéndole espantado a otro ‘antirrosista’ como Fructuoso Rivera, el Oriental respecto al saqueo y asesinatos sistemático del aquel, en carta del 2 de Noviembre de 1845: “Garibaldi saqueó la Colonia y Gualeguaychú escandalosamente; no puede contener la gente que lleva. Esta marcha nos des-acreditará mucho, y mientras no se vean al frente de esas operaciones jefes del país, nada adelantaremos, la guerra será interminable".:

Esa ‘mistificación’ de la historia, también se vio y se ve plasmada también en hechos que presentan una simbología profunda. Por ejemplo, el llamar Plaza Lavalle al que fuera solar de la familia Dorrego, encima imponiendo un monumento al gran traidor cuyo rostro apunta a la casona de tal familia; el llamar ‘Parque 3 de Febrero’ (en referencia directa al día de la batalla de Caseros donde cae el régimen legítimo de nuestra patria), a la que fuera residencia del Restaurador Juan Manuel de Rosas imponiendo un busto de Sarmiento justo dentro de la que fuera su residencia y además, mirando el mismo hacia el que fuera el dormitorio del Restaurador caído en desgracia.

Es evidente que todo esto –en serviles homenajes- demostraba el odio como fundamento a todas estas decisiones.

¿Que pensaba Lavalle, el homenajeado hasta hoy, respecto de la conducta que debería tenerse con sus enemigos? En carta a Pedro Ferré del 2 de Diciembre de 1839 le decía que iba a degollar a todos los que cayeran prisioneros, vanagloriándose del asesinato del Gobernador riojano Villafañe.

Lavalle también degüella o fusila al Gobernador de Tucumán Alejandro Heredia, al de Salta, Pablo Latorre, al de Jujuy Mariano Iturbe, la de San Juan, Nazario Benavídez. Y la lista sigue….

A todos estos patriotas, el denuesto cuando no el silencio hace que no se los recuerde, ninguna calle, plaza, escuela, llevan su nombre sucumbieron –ya prisioneros o indefensos- a manos de los ‘civilizadores’.

En fin, a lo largo de nuestra historia, las matanzas y actos de violencia Unitarias no han sido eventos aislados, sino que reflejan un patrón que se extiende en el tiempo, evidenciando un plan cuidadosamente elaborado y ejecutado con precisión.

El genocidio perpetrado por el centralismo anglo-porteño, llevado a cabo por sus fieles ejecutores mercenarios, nos demuestra cómo su violencia sistemática y planificada ha sido utilizada como herramienta para consolidar poder y someter a otros.

Este trabajo busca explorar y comprender las raíces y las implicaciones de ese oscuro capítulo en nuestra historia, resaltando la gravedad y la planificación detrás de estos hechos.

La victoria, tanto militar como política, favoreció principalmente a un pequeño grupo anglo-mitrista. La historia escrita posteriormente, cargada de apasionamientos como carente de objetividad, sirvió para encubrir una política de entrega de soberanía y, de paso, reflejar, en algunos pocos casos, antiguos rencores personales con posterioridad a la Batalla de Caseros como la producida entre Urquiza y Chilavert.

En este atroz concubinato entre la audacia invasora extranjera y el extravío resentido e ignorante de compatriotas culturalmente afrancesados, cegados por un europeísmo que no se adaptaba a nuestra realidad existencial, se puso a enfrentarlos la mejor tradición hispana, la sustancialidad de ella de don Juan Manuel de Rosas.

 

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CAPÍTULO 4

 

“La Historia Es El Alma De Los Pueblos Y Se Nos Ha Querido Quitar El Alma Para Que No Seamos Jamás Un Pueblo"

José María Rosa,

 

IV.-DESARROLLO DEL GENOCIDIO DE NUESTRO PUEBLO

 

Pasemos, ahora sí, al estudio detallado del genocidio perpetrado por el centralismo anglo-porteño a mano de aquellos fieles ejecutores mercenarios, en la fase militar inicial.

Es necesario dejar asentado que no se nos escapa que las torturas, degüellos y fusilamientos no han sido patrimonio exclusivo de las huestes unitarias; también algunos federales incurrieron en esos mismos comportamientos.

La diferencia radica en que las acciones violentas por parte de ciertos federales fueron producto de individuos que cayeron en tales actitudes en medio de combates, exaltados por circunstancias políticas particulares y limitadas a cuestiones puntuales, como odios personales o momentos específicos.

Dado que el gobierno de Rosas tenía como particularidad el llevar puntillosamente tanto los datos económicos de la Confederación como las ejecuciones por alta traición, tenemos datos de los muertos o ejecutados por los Federales en aquellos días de invasiones extranjeras con apoyo de nuestros siempre cipayos iluministas.

Un ejemplo de ello fueron los acontecimientos de 1840, cuando se produjeron intervenciones extranjeras que fueron frenadas por Rosas; y en dichos momentos aprovecharon los Unitarios a socavar las defensas del gobierno aliándose a los franceses que además de atacarnos suministraban material bélico a los insurgentes argentinos venidos de Montevideo..

De tal modo, en 1840 fueron exactamente 20 los asesinados por la Mazorca y en 1842 fueron 31. Digamos, y no es menos importante, que Rosas ordenó le fusilamiento de aquellos  exaltados que cometieron esos crímenes, por más que hayan sido federales.

Asimismo, hubo intentos de golpes de Estado protagonizados por personas en quienes Rosas confiaba, como los Maza y algunos estancieros del sur, que conspiraron y se alzaron contra el gobierno legítimo que estaba embarcado en sostener una feroz lucha en varios frentes contra las invasiones francesas.

Por otro lado, la masacre de miles de gauchos anónimos, mujeres, niños y ancianos desvalidos por parte de los unitarios obedeció a una estrategia cuidadosamente diseñada, pensada y calculada contra poblaciones enteras que se oponían a que les quemaran sus humildes ranchos, violaran a sus mujeres y empobrecieran su vida productiva.

No se trató de acciones individuales motivadas por conflictos personales, sino de una ‘política de Estado’; de Estado de factoría, se entiende, establecida de manera fría y planificada para doblegar, no solo físicamente, sino también emocionalmente y culturalmente, a todo nuestro pueblo.

El objetivo era denigrarlo, intentando vaciar su sentido religioso y trascendente, para que —los que lograran sobrevivir a la masacre— sirvieran como esclavos de las compañías internacionales que llegaron a inundar el país con baratijas importadas o productos manufacturados que nosotros mismos podríamos fabricar.

Miles de gauchos riojanos, catamarqueños y cordobeses —“bípedos implumes”, como los llamaba Sarmiento— pasaron por las dagas ‘civilizadoras’ de sus compatriotas y de los Orientales al servicio de Mitre y Sarmiento.

 

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CAPÍTULO 5

 

V.-ANTES Y DESPUÉS DE LA BATALLA DE CASEROS

 

El proceso de desmantelamiento de la soberanía de la nación comenzó mucho antes, con figuras como Rivadavia, pero realmente se aceleró tras la traición de Urquiza y Garzón en la batalla de Caseros. Urquiza, que no era ni Federal ni Unitario, se alió con Brasil, priorizando sus intereses económicos y comerciales, como el contrabando y la venta de su caballada, por encima de la sangre de sus propios compatriotas.

Como ya se ha probado, la Batalla de Caseros fue una guerra internacional, disfrazada de guerra civil. La toma del Palomar fue hecha por los brasileños a las órdenes del general Manuel Márquez de Souza, como bien lo señala en un extenso, detallado y fundado trabajo el historiador Roberto FERNÁNDEZ CISTAC al probar documentalmente –una vez más- que los vencedores nativos en Caseros han querido establecer, falsamente, que fue una guerra civil, una revolución doméstica, trabajo al cual remitimos para un estudio minucioso y profundo sobre el tema.

Como será así que al día siguiente de concluida la batalla de Caseros el imperio brasileño triunfante con su ejército al mando del Brigadier Márquez de Souza, toma posesión del predio militar principal, el núcleo donde se concentraba todo el ejército Federal (‘Santos Lugares de Rosas’) adueñándose del mismo sin oposición alguna de Urquiza.

No debe olvidarse que, como bien señaló Pedro Juan VIGNALE, la política brasileña —heredera indirecta de la británica— siempre ha sido prudente, coherente y tenaz, con una clara visión de futuro en cada una de las actuaciones de su cancillería. Con una frialdad calculada, Brasil ha buscado su expansión territorial mediante exploraciones y penetraciones en territorios hispanoamericanos. Según el citado autor, los límites de su imperio fueron avanzando hasta la cordillera de los Andes.

Cuando Brasil ha intentado justificar un derecho, lo ha hecho casi siempre después del hecho consumado, en un estilo muy parecido al británico al que, desde hace mucho tiempo, ha subordinado su política y su economía. Portugal transfirió al Brasil ideas del mercantilismo inglés; para ambos, aquel territorio fue base de lanzamiento y trampolín en Sudamérica para sus negocios y sus empresas militares. Lord Strangford actuó como celoso custodio para que este proceso se concretara.

Luego de los fracasos militares de los ingleses en 1796, 1807 y 1845 —y del intento francés derrotado en 1838—, dejaron en manos del Brasil y de los unitarios argentinos y su “sicariato” la fase militar de la conquista. Los ingleses, apoyados en su red masónica, impusieron un liberalismo económico esclavista, exterminador y protestante en estas tierras, obteniendo beneficios en detrimento de las autonomías locales.

El objetivo histórico del Brasil fue siempre asegurarse la posesión de una de las riberas del Río de la Plata. Aunque no lo logró plenamente —pues Inglaterra, que ya no deseaba una mayo Es que la importancia de la derrota de Caseros se ve reflejada en los efectos que ello produjo.

La expansión brasileña, se lo impidió— sí consiguió evitar que ciertos territorios permanecieran integrados a la Confederación Argentina: Inglaterra promovió la creación de un Estado “tapón” sobre el cual pudo ejercer un control casi total. La Batalla de Caseros fue, en definitiva, el instrumento militar y Juan Manuel de Rosas fue desplazado por la acción de Justo José de Urquiza, ejecutor adecuado, codicioso y apátrida, para ese propósito.

Los efectos de la pérdida de la batalla de Caseros los enumera someramente el historiador Roberto FERNÁNDEZ CISTAC diciendo que “la consecuencia de toda guerra es la solución de cuestiones pendientes de acuerdo a los intereses del vencedor; desde ya que la segunda guerra entre Argentina y Brasil no fue una excepción a esta regla de universal aplicación. Por Decreto del 28 de agosto de 1852 y Tratado de 1857 el Brasil obtuvo la libre navegación de nuestros ríos para sus buques mercantes y de guerra, también se aseguró posesión de las Misiones Orientales por los Tratados de 1851 y 1857 que reconocieron sus derechos adquiridos, el 17 de julio de 1852 reconoció la independencia paraguaya, el Tratado de 1857 también estableció la obligación de Argentina de extradir a los esclavos brasileños reclamados por sus amos -asumiendo vergonzosamente el despreciable rol de verdugo de la libertad- en abierta violación del art. 15 de la Constitución Nacional y -finalmente- nuestro país comenzó a abstenerse de toda participación en el Uruguay permitiendo que el Brasil impusiera el ominoso Tratado del 12 de octubre de 1851 que hipotecaba económicamente a la república Oriental además de rebanarle lo mejor de su territorio. Un triunfo completo que aún hoy celebra el Estado vecino; S.M. el Emperador Pedro II distinguió al general Urquiza con la más alto a condecoración del Imperio: la Real Cruz de la Orden de Cristo. No puede negarse que la tenía merecida”.

Esa enumeración de las consecuencias de la Batalla de Caseros sobre nuestra nación y sobre la Republica Oriental, incluye la pérdida definitiva de las Misiones Orientales y del Paraguay ya en forma escrita y la devolución de los esclavos escapados del Brasil vulnerando con ello nuestras disposiciones legales que van desde lo resuelto en la Asamblea del Año XIII hasta el aquel nuevo art.15 de la novísima Constitución Nacional.

Si se suma la internacionalización de los ríos interiores cuya soberanía nos había costado tanto tiempo en conseguir mediante tratados internacionales y  la pérdida del 50% del territorio Oriental que pasó a apropiarse el Imperio brasileño mediante acuerdos firmados por los Orientales a punta de pistola, la derrota fue contundente, como dijo el autor citado.

Dice Jorge A. OCON analizando los prolegómenos a la batalla y las consecuencias luego de ella, como lo han hecho muchos historiadores serios con mucha documentación avaladora: “La palabra "Caseros" define a un complejo de hechos y procesos históricos que comienzan en 1846 y produce consecuencias que perduran activamente basta nuestros días. Significa, en 1852, el fin de una disputa secular y el triunfo de los antlideales argentinos, y la pérdida de una posición geopolítica de integridad y seguridad nacionales.

“En proyección histórica, significa un ideal nuevo de país, subordinado a intereses foráneos y al triunfo de un grupo social vinculado a esos intereses, cuyo aglutinante es una ideología hegemónica: el Liberalismo, económico y filosófico.

“Hablar de Caseros implica hacer referencia al Tratado de Alcaraz, a los Tratados de Alianza con el Brasil aceptados por Urquiza; a la Convención dei Pantanoso, con el estado Oriental; a los cinco Tratados "Paranhos" y el cera diplomático sobre la Argentina, establecido por el Brasil; a las subvenciones empréstitos y endeudamientos fiscales; y a una larga inestabilidad política, social y económica interna. Y, por fin, a la pérdida de una política de carácter nacional en materia de relaciones exteriores, lo cual redundará en la desdichada guerra contra el Paraguay de 1865-1875; sin olvidar la larga guerra civil desatada en nuestro interior.

“Tratado del 21 de Noviembre de 1851: Posibilita la guerra, lo mismo que el anterior [la del 12 de Octubre de 1851 firmado por Lamas], contra la Confederación Argentina, por parte del Brasil. En esa guerra, Urquiza y los uruguayos, fueron sus auxiliares

“Los Tratados "Lamas" o de Río de Janeiro, del 12 de Octubre de 1851. Abarcan una amplísima gama de asuntos, tales como: Límites; Alianza; Subsi-dios; Comercio y Navegación; Extradición de esclavos Brasil, con estos tratados, consolida su hegemonía en el Plata .

“El de Alianza, convierte al Brasil en director armado de la política interna del Uruguay. El de Subsidios, actúa de complemento, por medio de los préstamos otorgados. El de Extradición, convierte al Uruguay en carcelero de los esclavos del Imperio. El de Comercio, estimula el desarrollo de los saladeros riograndenses en desmedro de los uruguayos.

“Dichos tratados cercenaban territorialmente al Uruguay, por la aplicación del uti possidetis unilateral; legalizaban la intervención brasileña; privaban al Estado Oriental de sus aguas territoriales limítrofes; lo obligaban a enriquecer la industria sataderil riograndense; por fin, le imponían -contra sus principios) su mera) sil ley y sus instituciones- el mantenimiento de la esclavitud.

“El de Límites, según Juan Carlos Gómez "...Por medios ilegítimos y nulos, nos arrebató, en 1816 toda la extensión al norte del Ibicuy, encerrando una extensión de 2920 leguas. Luego, con la incorporación (en 1822), nos arrebató toda la extensión que media entre el Ibicuy y el Cuareim, aprovechando esa gran vena de agua del lbicuy y tomando por línea, desde el Cuareim los doce cerros, los ríos Santa María en dirección al (Atlántico).

“En opinión del uruguayo Pivel Devoto, dice Ocón, "Fue Lamas quien trajo la injerencia brasileña en el Río de la Plata...colocaron a la República Oriental en calidad de protectorado brasileño. .

Los objetivos estratégicos del Imperio en el Rio de la Plata, en marzo de 1851, quedan aclarados en las instrucciones a Silva Pontes mientras trata de atraerse a Urquiza:.

El pronunciamiento de Urquiza contra Rosas;

b) Reconocimiento previo del compromiso del reconocimiento de las Misiones Orientales como brasileras;

c) Libertad de acción del Imperio en el Estado Oriental;

d) Reconocimiento de la independencia del Paraguay;

e) Libre navegación de los ríos interiores argentinos;

f) Formación de pequeñas repúblicas satélites entre el Brasil y la Argentina (33).

La misión Silva Pontes por América tiene como objetivo la formación de un cerco diplomático sobre la Argentina..

Con el pronunciamiento de Urquiza, los tratados de 1851, el tratado del Pantanoso, y los tratados Lamas, consecuentes, y todos vinculados, la suerte estaba echada. Los errores e inopia de los que obtuvieron el poder en la Argentina, pusieron repetidamente en peligro la soberanía nacional y perdieron inexorablemente la necesaria preponderancia e imprescindible hegemonía rioplatense para sus necesidades nacionales e internacionales.

La opinión de Caxias y "el recuperado honor de las armas brasileñas..."; la revancha antes mencionada.

Brasil, a costa de la Confederación resuelve sus problemas internos de sobrevivencia nacional y tranquiliza su futuro.

Caseros, es un triunfo brasileño que le asegura su preponderancia en el continente sudamericano, lo que implica la guerra civil oriental, su desenlace al gusto e interés brasileños; la Triple Alianza y la Guerra del Paraguay, con todo el significado geopolítico regional.

Rosas vio el porvenir de América; creyó en el elemento criollo y no se dejó engañar por el espejismo europeo, ni por el pensamiento y la influencia enciclopedista.

Urquiza, los unitarios, los montevideanos, ansiaban el poder y la riqueza y fueron instrumentos del Imperio.

Los brasileños, el Imperio, pensaban como europeos; sentían y buscaban secularmente la hegemonía y tenían una organización, objetivos y mentalidad eminentemente aristocráticos.

Caseros dejó en poder del Brasil la potencialidad internacional que le arrebataron aquellos a sus respectivas patrias con su actitud de 1851 (mayo a noviembre) y de 1852, con los tratados "Lamas", abriendo el Río de la Plata a la preponderancia imperial..

Lo hizo sin disparar un sólo tiro, sin ningún sacrificio, salvo dinero y deslealtades en las negociaciones. Otros, lo estimaron como un triunfo del liberalismo Algunos, la política de lo pequeño, la argucia de comité, el predominio de ambiciones particulares y personales. Nunca, de lo argentino y de lo trascendental o de la grandeza nacional del pueblo y la sociedad argentinos.

Le faltó a Urquiza y a algunos de sus principales colaboradores, las condicione! no muy frecuentes de los políticos, a saber: dotes de estadista, ideales  y capacidad de ejecución acertada, ya que su único objetivo fue asegurarse un régimen político que le permitiese la posesión de su fortuna, su estilo de vida y su satrapía en la provincia de Entre Ríos (38).

Creemos haber planteado que: La Historia interior y exterior de la Argentina cambió por una revolución encabezada por el gobernador de la Provincia de Entre Ríos, en alianza con Corrientes, inspirada por el gobierno de la defensa de Montevideo y sus integrantes; pagada por el oro imperial con la connivencia francesa y la complicidad pasiva de Inglaterra, todos socios de intereses comerciales, y las perspectivas de abrir los ríos a la libre navegación. .

Se frustró así, una perspectiva promisoria para el Río de la Plata y un proyecto geopolítico económico nacional.

Se formalizó la alianza de estas fuerzas, con los tratados de 1851 , y se concretó la defección, por los patacones distribuidos entre los venales federales,-unitarios y orientales que provocó la derrota argentina de Caseros. Lo cual produjo la ruptura de la unidad nacional hasta 1880.

“El engrandecimiento territorial del Brasil, a costa del de la República Oriental del Uruguay y de la Argentina, incluso, con la semilla de la guerra de la Triple Alianza.

“Se destruyeron las instituciones argentinas elaboradas durante las décadas de trabajosos esfuerzos. La pacificación del país que se había logrado al cabo de sufrimientos y sacrificios del pueblo argentino, en 1850, por efecto de la revolución de Urquiza, volvió a frustrase, al encender la lucha civil y política que no pudo apagar, sino avivó, con una constitución de modelo plagiado.

“Caseros es, como complejo, un conjunto de hechos y procesos históricos y no una simple batalla; es un trascendente y formidable acontecimiento que cambia definitivamente la historia y el destino geopolítico de una región y de cinco países, modificando el equilibrio político de las mismas y provocando una serie de sucesos trascendentes, cuyas consecuencias, abarcando hasta nuestros días, tanto las situaciones políticas, como sociales, económicas y geopolíticas”.

Respecto a estos amplios párrafos debemos hacer una puntuación y que hace al tema del título de este trabajo: Además de las tropas brasileñas, orientales y unitarias argentinas, participaron como un adelanto de lo que vendrá, ‘sicarios’, mercenarios de distintos países como los alemanes de distintas zonas que se estacionaron en Colonia con armamento moderno, además de genoveses, sardos, etc prestos a colaborar con los brasileños, especialmente..

Como dijimos arriba, al día siguiente a la batalla de Caseros, los brasileños toman posesión de los Santos Lugares de Rosas, principal cuartel militar, donde se concentraban las fuerzas del Restaurador.

Pues bien, como es por todos sabidos en esos días se oían disparos desde la ciudad de Buenos Aires en dicha zona referida. Se sabe que los disparos eran por el fusilamiento de centenares de soldados de la Confederación que habían sido tomados prisioneros, entre ellos los gloriosos y patrióticos soldados del batallón del unitario Aquino.

Lo que nos lleva a deducir que si había fusilamientos diarios en los Santos Lugares (alrededor de 10 fusilados por día), estos fusilamientos eran realizados por las tropas brasileñas y sus ‘sicarios’ –que habían tomado posesión de la zona, como ya se dijo- y que seguramente se regodeaban con ello cebados por la sangre y por la venganza de Ituzaingó en 1827.

Más tarde, la destrucción de Paysandú y la Guerra de la Triple Alianza mostraron que Brasil, sin reparar en matices ideológicos internos y siguiendo en la práctica los intereses británicos (y propios) continuó su expansión territorial de modo ordenado y persistente, logrando la fragmentación de Hispanoamérica que ancestralmente tanto habían anhelado sus impulsores.

Fuimos perdiendo, antes y después de la Batalla de Caseros —que aquí comentamos—, territorios tan relevantes como Potosí, Tarija, Charcas, Cochabamba; en suma, todo el Alto Perú, junto con Montevideo y la Banda Oriental, Paraguay, Atacama, las Misiones Orientales y el Estrecho de Magallanes (este último, en parte, por la intervención chilena y por la llamada “Comisión Argentina” en Chile, integrada por Sarmiento, Las Heras, Domingo Oro y otros).

El país se fue empequeñeciendo y disgregando paulatinamente. Rosas intentó articular la reconstrucción pacífica de las Provincias Unidas, pero Inglaterra, Francia y Brasil no se lo permitieron. Por eso la Batalla de Caseros constituyó un hito destinado a frenar esa reconstrucción a través de la futura Confederación Argentina.

La actuación combinada de Inglaterra y Brasil, sumada al complejo de inferioridad que crecientemente asumieron algunos sectores liberales —quienes difundieron esas ideas en el imaginario de un pueblo acosado y en las generaciones educadas bajo tales conceptos—, contribuyó decisivamente a nuestra decadencia.

De tal modo, hombres como Sarmiento y Alberdi estaban dispuestos, con tal de sacar a Rosas del gobierno, a sacrificar casi cualquier cosa; para ellos, por ejemplo, la Patagonia podía pertenecer al país que más réditos sacara de esa posesión (como llegó a sostener Sarmiento).

Pero siempre los cipayos autóctonos, y mas aún después de Caseros, debían ocultar en lo posible ello y el ocultar cómo y a qué precio habían obtenido la victoria  y también evitar que transcendieran las consecuencias de haberse aliado los Unitarios  -vencedores ‘a sueldo’ - con el Imperio brasileño: el desmembramiento territorial definitivo de nuestra patria y la pérdida del dominio fluvial por los "vencedores" de Caseros a sueldo del Brasil.

Este acto de traición marcó el inicio de una brutal represión contra el pueblo Federal de Buenos Aires y las tropas que ya estaban rendidas, con escenas desgarradoras como cuerpos mutilados colgando de los árboles en Palermo, frente al ex palacio del Restaurador, como se anticipó arriba. La maquinaria de violencia ya estaba en marcha y continuaría operando durante décadas en el interior del país, dejando una profunda huella en la historia y en la memoria de su gente.

 

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CAPÍTULO 6

 

VI.-LA MAQUINARIA JUDICIAL COHONESTANDO LA VIOLENCIA UNITARIA

 

Paralelamente a las acciones militares de horror que los “civilizados” unitarios practicaron con meticulosidad, se puso en marcha una supuesta administración de justicia. Los tribunales, sin escrúpulos y con apariencias de legalidad, condenaron a fusilamiento o ahorcamiento a destacados dirigentes del federalismo que irritaban a las nuevas autoridades.

Como observa Cecilia GONZÁLEZ ESPUL, apenas terminada la batalla de Caseros se montaron puestas en escena de la justicia unitaria, que actuó con metódica venganza. Se eliminó a patriotas que podían denunciar la traición a la patria cometida por los vencedores: no debía quedar testigo alguno.

Entre los sitiadores del Buenos Aires entreguista —cuando ésta buscaba escindirse como Estado independiente— figuraban Hilario Lagos, Andrés Parra, Ciriaco Cuitiño, Manuel Leiva, Leandro Alén y Antonino Reyes. Cuando el sitio estaba a punto de rendir frutos, Urquiza, en una nueva traición silenciada hasta hoy por la Historia Oficial, abandonó a los sitiadores, se retiró a Entre Ríos y firmó la paz con los porteños. Obligados a levantar el sitio, los jefes fueron detenidos.

Debería haber quedado claro que quien en su momento traicionó al gobierno de su patria, no vacilaría en traicionar después a sus antiguos camaradas. Ex federales como Lorenzo Torres, Ángel Pacheco y Pastor Obligado, ya convertidos en socios de los unitarios centralistas —junto a figuras como Valentín Alsina y otros prominentes unitarios— sobornaron incluso a la flota urquicista con la intervención del estadounidense Coe, y la causa se perdió.

Los magistrados que enjuiciaron a los sitiadores fueron los mencionados arriba sumándose Vélez Sarsfield, Juan José Cernadas, Alejo Villegas, entre otros.

Justamente sobre Vélez escribió el ‘tirano’, el ‘degollador’ Rosas: ”El señor Vélez fue siempre firme a toda prueba en sus vistas y principios unitarios, según era bien sabido y conocido, como también su ilustrado saber, práctica y estudio, en los altos negocios del Estado”.

En carta a Pascual Echagüe en 1839 dice “El Dr. Dalmacio Vélez, su recomendado, no perteneces al partido Federal, no es de los unitarios exaltados o marcados por perros. Conmigo corre bien y puede ser que con el tiempo se enrole entre nuestros federales; si teniendo buena voluntad de corazón para ella, hace servicios a nuestra causa”.

Se equivocó el Restaurador: Vélez fue uno de los que testimonió contra Rosas, lo cual no extraño a Rosas que sabía la condición del jurista, a pesar que durante el gobierno de Rosas solía frecuentar las reuniones que organizaba Manuelita y que fue nombrado en altos cargos por Rosas. Una desilusión para Manuelita y para el propio Rosas.

La resolución y la pena estaban decididas de antemano en el juicio de diciembre de 1853, que se realizó con celeridad.

Solo Antonino Reyes logró huir a tiempo y salvarse de la matanza llevada a cabo por los supuestos “civilizadores” unitarios.

La citada autora concluye diciendo que “.Para concluir diremos que la muerte de los mazorqueros en 1853, fue nada más que la iniciación de un plan premeditado de mucho mayor alcance y que se prolongó aún después de Pavón. Y éste fue la destrucción del régimen ‘rosista’ y de los caudillos federales del interior. Continúa con los asesinatos de Nazario Benavídez y Valentín Virasoro; y luego de Pavón, durante la presidencia de Bartolomé Mitre, con el asesinato del Chacho Peñaloza y la sangrienta represión de las montoneras federales. ¡Cuántos murieron en aquella época! Más que en la época de Rosas. Creyeron así poder construir una sociedad civilizada y no bárbara, europea y no criolla, urbana e industriosa, agnóstica y no católica…”

Todo servía para fragmentar una vez más a nuestro territorio para beneplácito de ingleses, franceses y brasileños que además lograban con la firma de Urquiza la internacionalización de nuestros ríos interiores.

Ese desmembramiento territorial auspiciado, alentado por personajes como Rivadavia, Mitre, Sarmiento, Urquiza, Florencio Varela, Salvador María del Carril, entre otros era algo ‘saludable’ y lo celebraban con alborozo indisimulado.

No son solo ideas verbales de estos inicuos personajes mediocres; lo dejaban por escrito para la posteridad.

Transcribe Ricardo FONT EZCURRA  que Rivadavia incluyó en su Constitución del ‘26 el siguiente artículo 188: "La aceptación de las dos terceras panes de las provincias incluso la Capital, será suficiente para que se ponga en práctica entre ellas, conservando relaciones de buena inteligencia (es decir sin obligarlas por la fuerza a aceptarla) con las que retarden su consentimiento".

Esto destruía definitivamente la integridad territorial al permitir que por su sola negativa, una tercera parte de las provincias pudiera dejar de pertenecer a la nueva nación, sancionando constitucionalmente su alejamiento.

Urquiza tampoco le interesaba la unidad territorial de nuestra nación; en carta a a Juan Pujol: en Julio 23 de 1853 le decía que “el pensamiento de formar Corrientes y Entre Ríos una nación independiente, es un pensamiento salvador que nos pondría a cubierto de los desastre que por tantos años he sufrido la República Argentina”. Otro pensamiento del entrerriano ocultado por nuestra siempre fraudulenta Historia Oficial.

Omite decir el entrerriano que el supuesto ‘desastre’ lo tuvo a él como principal partícipe comandando los ejércitos de la Confederación por años… ¡Desmemoriado el hombre…!

Sarmiento decía que había que reducir la extensión territorial y eliminar cualquier intento de Rosas de reconstruir el Virreinato del Rio de La Plata Tarija, Magallanes, Montevideo y Paraguay.

Parece que el sanjuanino no mide con la misma vara las intenciones y concreciones de los EEUU al expandir su territorio a costa de México, lo cual celebra como un éxito y muy beneficioso para el crecimiento del país del norte. Así como también las expansiones de Inglaterra y Francia por todo el mundo (China, India y demás territorios del lejano oriente).

Esa prédica constante de personajes como Sarmiento y otros llevó de a poco al desmembramiento no solo del Virreinato del Rio de la Plata (Argentina, Chile, Bolivia, Uruguay, Paraguay, las Misiones Orientales absorbidas por el Brasil), sino  también al de México, a la creación por las potencias imperiales de micro-estados como El Salvador, Honduras, Guatemala, Costa Rica,  en una disgregación absolutamente antinatural.

También a la fragmentación del Virreinato de Nueva Granada creando Estados como Colombia, Venezuela, Ecuador y mas acá en el tiempo, Panamá.

En fin, el plan de los Imperios (‘Divide e Impera’) dio resultado teniendo como títeres a nativos comprados con dinero o con ideas absurdas de que cuanto más chicos los territorios iba a ser mejor. Si, claro, mejor para los intereses imperiales que nunca aplicaron en sus territorios originales lo que proclamaban como positivo en los otros.

Sigue diciendo FONT EZCURRA que el historiador brasileño D. Pedro Calmón Presidente de la Academia Nacional de Historia de Rio de Janeiro ha declarado que “el máximo propósito del Brasil  en 1843 era impedir que Rosas con su triunfante política federalista, reconstruyera el Virreinato del Rio de la Plata”..

Es decir – continúa Font Ezcurra- “que realizara el pensamiento de Mayo. Y ese renovado propósito: impedir a todo trance la formación de una Argentina poderosa, muy explicable desde el punto de vista de Itamaraty, da la clave y el sentido de las consagraciones de la historia oficial.

Es innegable que todas esas fuerzas anti-argentinas, ocultas o aparentes, que en provecho propio han retaceado nuestro territorio, dirigido nuestra economía y controlado nuestra política, han tenido también una influencia preponderante en la confección de nuestras efemérides y han otorgado la proceridad oficial a los que anteponiendo el criterio de factoría al ideal de Patria Grande, se pasaron al enemigo.

Pero si han sido generosas con los que hicieron el juego a su política de dominación, no han dejado de ser inexorables con los que, en nombre de ese ideal de patria se cruzaron resueltamente en su camino obstaculizando su acción colonizadora.

Liniers, el hombre de la Reconquista; Alzaga, el de la Defensa; Quiroga, el del Cerro de Famatina; Dorrego, son las victimas ilustres de esa tremenda persecución. Por eso la historia oficial, que no es otra cosa que un engranaje más del mecanismo de entrega, es implacable también con los caudillos federales… 

El historiador Justo DÍAZ DE VIVAR, también nos presenta una detallada descripción triste de lo sucedido luego de la batalla de Caseros, con todo el horror que se avecinó luego de ella. Extraeremos algunos párrafos de su trabajo.

El citado nos dice que los unitarios no querían mandar argentinos a ‘civilizar’ el interior, y entonces enviaron una legión de Orientales mercenarios, de los sque venimos hablando, sea porque los Orientales no tenían vínculo afectivo alguno con sus víctimas o sea porque ningún argentino quería participar de los horrendos crímenes que se avecinaban contra el indefenso pueblo,

“El ataque más serio que va a sufrir la argentinidad neta es el que se reinicia después do la caída de Rosas. En las grupas de Urquiza vienen los hijos espirituales de los traidores de Montevideo y Chile, y vienen incluso los sobrevivientes mismos: Mitre, oficial oriental y coronel brasilero ascendido a tal grado por el Emperador [del Brasil] por su acción de combatiente contra la Confederación Argentina en el Paso del Tonelero, embarcado en la escuadra francesa; el ‘chilenizante’ (sic) Sarmiento y otros dioses menores, todos plenos de rencor.

“Mitre inicia su presidencia enviando al Interior una Expedición Punitiva a matar Federales (todo el Interior es Federal e impregnado de espíritu nacional). La manda el oriental Paunero; todos los jefes ‘mitristas’ son orientales: Paunero, Rivas, Arredondo, Sandez, Irarrazábal, el gaucho [Venancio] Flores, el de la melena grasienta, no hay un solo Jefe argentino! Van con la libertad y la civilización encerradas en limetas de ginebra, y uno de los suplicios favoritos de Sandez e Irarrazábal será colgar de los senos a las mujeres provincianas.

“El folletinista unitario Eduardo Gutiérrez no puede menos de estremecerse de horror al describir esta expedición extranjera que va a actuar en nombre del "nacionalismo". Pero Sarmiento no se horroriza. Cuando Irarrazábal degüella y descuartiza a Peñaloza Sarmiento escribe a Mitre ‘-Aquí, he aplaudido la medida, precisamente por su forma’ ".

Alfredo ORTIZ DE ROZAS transcribe un dolido pasado escrito por el citado DÍAZ DE VIVAR en otro de sus trabajos ’Las Luchas por el Federalismo’ donde luego de relatar las orgías de sangre y aguardiente de las huestes mitristas, dice que con un marcado dejo de un anhelo reivindicatorio de nuestro sufrido pueblo: “Cuando el agradecido pueblo argentino repare la  omisión inexplicable en que incurre hasta el presente, fundiendo en bronce para hacerlas perennes las figuras de Sandez e Irrazabal, sembradores de la "buena nueva" ‘mitrista’ en el interior, si el escultor es aficionado al simbolismo y pertenece a la escuela "cubista", ya tiene motivos para su asunto: sobre un basamento de coágulos de sangre pueden levantarse las despreciables figuras de estos aventureros extranjeros, representantes del "nacionalismo", sus cabezas tendrían un modelo acabado en la limera de Ginebra que es lo más cubista posible, y en los bajos relieves podrían figurar las mujeres provincianas colgadas de los senos por orden de estos procónsules representantes del partido "liberal" accionados por la estupidez, la crueldad y el aguardiente".

 

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CAPÍTULO 7

 

VII.-DESPUES DE LA BATALLA DE CASEROS, LA BATALLA DE PAVÓN

 

Tras la traición en Caseros, la derrota en la batalla de Pavón fue como una continuación de ese proceso de pérdida de soberanía. Aunque al principio quizás se intentaron mantener algunas formas, rápidamente esas máscaras cayeron y la brutal realidad quedó al descubierto.

Entendemos que la acción disolvente del centralismo porteño, (incluido Sarmiento) teniendo como ariete a los ‘sicarios’ orientales  puede dividirse en tres etapas.

La primera abarca desde la Batalla de Caseros hasta la Batalla de Pavón,;

La segunda comprende desde esta última batalla hasta el martirio de Paysandú y la Guerra de la Triple Alianza en Paraguay;

Y la tercera etapa se extiende desde dicha guerra de exterminio hasta el presente, aunque ahora con otros métodos mas sofisticados.

Cada una de estas etapas contribuyó a consolidar un sistema centralista y expoliador, aumentando progresivamente la violencia del Estado usurpador desde Caseros en adelante, contra el pueblo argentino derrotado.

Luego de la Batalla de Caseros comienza el exterminio planificado, tal como también lo describe dolido Atilio GARCÍA MELLID: “… el fallo del juez ‘caserista’, doctor Sixto Villegas, que condenó a muerte al «criminal famoso» de don Juan Manuel de Rosas, le atribuye 285 asesinatos en los veinte años de su «tiranía», en tanto en una atroz «purga», al día siguiente de Caseros, se fusilaron a 608 personas en la urbe y a varios miles más en San Benito de Palermo; y, cuatro años después, a raíz del levantamiento federal del general Jerónimo Costa, fueron fusilados por orden de Pastor Obligado y de Bartolomé Mitre, el nombrado general y otros 130 jefes y oficiales rendidos. Y esto no fue sino la iniciación de una larga serie de asesinatos, degüellos y salvajadas que culminaron con la alevosa muerte del general don José Vicente Peñaloza, el Chacho. En cuanto a que Caseros trajo el imperio de la ley y aseguró los derechos de los pueblos, ésta es una monserga que no engaña sino a los que gustan de ser zonzos, pues es sabido que el despotismo de los liberales se prodigó e expediciones militares que arrasaron el interior argentino, en intervenciones federales que anularon la autonomía de las provincias, en comicios fraudulentos que desconocieron la personalidad libre del hombre, y en una política de entrega económica, que sumió en la más espantosa esclavitud a los trabajadores”

En Argentina, se estima que durante los años del gobierno ‘mitrista’ se degollaron, ahorcaron o fusilaron más de 20.000 personas. Sumando también el período desde Caseros hasta el ascenso de Mitre, y luego con el gobierno de Sarmiento, la cifra total de víctimas inocentes alcanza aproximadamente las 90.000. Todo esto formó parte de un plan racionalmente estructurado que, considerando la población actual de Argentina, habría resultado en casi 2.000.000 de ejecuciones por parte de las hordas ‘civilizadoras’ orientales, dirigidas desde Buenos Aires, con galera y bastón. Un poco lejos de la suma de los 51 muertos en 1840 y 1842 producidos por la ‘tiranía mazorquera ‘rosista’ (sic).

De esta manera, nuestro pueblo quedó a merced de la trituradora del centralismo porteño y de un pequeño grupo de acólitos de las capitales del interior.

A través de un ‘sicariato’ organizado militarmente, estos centralistas, que controlaban las rentas del puerto para su propio beneficio —destacándose especialmente Mitre y Sarmiento—, que dominaban la situación.

Del mismo modo, estos líderes eran títeres de los gobiernos ingleses, franceses y también del brasileño, que los utilizaban como mano de obra para llevar adelante sus planes de conquista cultural y económica.

En síntesis, los imperios inglés, francés y brasileño empleaban a los grupos porteños, liderados por Mitre y Sarmiento, como instrumentos para desolar la región. A su vez, estos líderes utilizaban a los ‘sicarios orientales como mano de obra ejecutora en sus acciones.

La prueba de todo esto que venimos comentando está dada en que puede contabilizarse y nominarse quienes fueron ejecutados por los Federales, con nombre y apellido y también, puntualmente, que mes o año se produjeron, como hemos mencionado arriba.

En cambio, el exterminio Unitario fue masivo en el anonimato de las víctimas paisanas, y en aquellos con nombre y apellido que eran generalmente los gobernadores Federales que fueron aniquilados uno a uno por la soldadesca Unitaria, empezando por Dorrego, siguiendo con Martiniano Chilavert, los soldados del pelotón del Aquino, Facundo Quiroga, Jerónimo Costa, Nazario Benavidez, Alejandro Heredia,  Pablo Latorre, José Antonio Virasoro  y tantos otros a lo largo de los años.

Por lo que abarca, no puntualmente y como excepción algún año particular o excepcional de nuestra historia, sino que desde los albores de nuestra patria independiente hasta el fin de siglo XIX la aniquilación se dio planificadamente y sin solución de continuidad, como se dijo, como ‘política de estado’. Esto reconocido por los propios victimarios confiados en su ignominiosa impunidad.

Esto refuerza la idea de una política de Estado con una marcada orientación de exterminio y control social.

Así estamos ante una “escuela política de pensamiento” decorada con una exhibición de rutilantes postulados, inflamada y hermética en su sectarismo asesino de inagotable y entusiasmado engreimiento; salvajismo solo comparable a su infatuada ignorancia.

Está más que manifiesto que ni Mitre ni Sarmiento ni ninguna figura autodenominada ‘decente’ que ostentaba el poder central, desde Buenos Aires, asalariados vergonzosos de la masónica Banca inglesa se mancharían las manos para llevar a cabo la devastación de nuestro pueblo del interior, al cual despreciaban profundamente y no comprendían.

Para ello contaban, como venimos explicando, con un conjunto de mercenarios Orientales que formaban el ‘sicariato’ Unitario, vamos a denominarlos genéricamente así.

Ellos eran, principalmente, Venancio Flores, Wenceslao Paunero, Ambrosio Sandes, Ignacio Rivas, Pablo Irrazabal y José Miguel Arredondo amén de otros oficiales de menor rango.

Las correrías de estos feroces y brutales hombres que no respetaban la vida de mujeres ni niños podemos felizmente documentarlas, a través de varios partes de guerra, escritos y publicaciones que de tal modo lo demuestran.

Sarmiento y Mitre nos ofrecen una clara evidencia de sus actos, en sus escritos.

Escritos en muchos de los casos confesados por el propio Sarmiento y Mitre que sostenidos por la impunidad que les daba el poder, no trepidaban en proclamarlo a cuatro voces y con exultante algarabía.

Por lo tanto, presentaremos una descripción lo más completa posible acerca de cómo, a lo largo de los años, se llevó a cabo la sistemática eliminación de nuestro pueblo, con prisa y sin pausa, destacando algunas de las denominadas ‘victorias’.

Es clave recordar que, de un lado, estaban los Unitarios, respaldados por los ingresos provenientes de la renta del puerto, armamento avanzado y el apoyo de la Banca internacional; mientras que, del otro lado, se encontraba un pueblo trabajador, equipado únicamente con su digna pobreza, su apego a la tierra y una fe inquebrantable en su destino, constantemente asediado.

La barbarie cometida por la ‘gente principal y decente’, según se autodefinían Sarmiento y Mitre, fue un plan preconcebido impasiblemente.

No fue algo sin premeditar producto del calor de las batallas y combates,  como ya se dijo, sino parte de un plan impasiblemente calculado dirigido a "uniformar el interior" (sic) en feliz término de Sarmiento, como lo demuestran los partes de batalla, cartas, publicaciones, tanto antes de la Batalla de Caseros como su continuación en conflictos posteriores como Pavón, Paysandú y la Guerra del Paraguay.

Es que eran una combinación de intenciones dolosas e ignorancia sobre nuestra realidad. Un combo mortal…

Sarmiento y Mitre nos ofrecen certidumbre exacta de estos hechos, en muchas ocasiones, o casi siempre, llevados a cabo con un total despotismo.

El historiador Luis CODESIO desarrollando in-extenso’ la actividad del Unitarismo, y su llamada irónicamente ‘plan de pacificación’ -sobre todo luego de la batalla de Pavón- a través del ‘sicariato’, nos dice que “el programa que el ‘mitrismo’ se propuso realizar en lo inmediato, y que pudo llevar a cabo en parte gracias al entendimiento entre Mitre y Urquiza, consistió en declarar caducos los poderes nacionales señalando el fin de la Confederación Argentina. Luego de ello, debía afirmar la vigencia de la constitución nacional y finalmente obrar sobre las provincias para remover los obstáculos que podrían oponerse a la política unificadora y reorganizadora de Buenos Aires.

“El gobierno nacional surgido luego de la Batalla de Pavón intentará actuar en nombre de esa nueva referencia jurídico-política, el Estado nacional, cuya estructura de relaciones políticas se construye junto con la imposición de su autoridad en esos territorios. La guerra internacional significará, entre otras cosas, la puesta a prueba de la capacidad del nuevo Estado nacional en formación para extraer recursos humanos y materiales de esas poblaciones, poniendo a prueba y afirmando en los distintos ámbitos provinciales una autoridad que permite su propia existencia.

El poder triunfante porteño se propuso abrir nuevos frentes mediante campañas militares contra las provincias que no hubieran abrazado todavía la causa de Buenos Aires. Mitre en carta a Ocampo resumía las opciones a seguir luego de Pavón. ‘-¿Cuándo debemos dirigirnos a los pueblos, invitándolos a reunirse con nosotros en el Congreso Nacional? Yo creo que cuando hayamos removido los principales obstáculos que a ello se oponen; es decir cuando podamos hacerlo con alguna probabilidad de éxito-‘.

“Los obstáculos a los que se refería tenían que ver con la vigencia en las provincias de gobiernos hostiles a la política de reorganización que pretendía encabezar Buenos Aires. Los encargados de llevar a cabo esta empresa, serán los jefes militares al servicio del ‘mitrismo’ junto con los aliados de la causa porteña en el interior. Los nombres de Paunero, Arredondo, Flores, Sarmiento, Rivas, Irrazabal, Sandes y los hermanos Taboada entre otros, cobraran notoriedad en los meses siguientes.

“Para operar militarmente en el interior del país se organiza y arma al I cuerpo del ejército de Buenos Aires, comandado por el general Wenceslao Paunero. Marcos Paz fue designado jefe del Estado Mayor de esa fuerza y el coronel Ignacio Rivas comandante de la infantería.

“Los efectivos de este primer cuerpo del ejército sumaban en total alrededor de 2700 hombres. Mitre en persona entregó a Paunero las instrucciones que esa fuerza militar debía cumplir.

“Allí se indicaba que: “1° Marchará en dirección a Córdoba con las fuerzas de su mando, con el objeto de ocupar militarmente aquella provincia apoyando los movimientos que ella efectúe o haya efectuado con tendencia a uniformar su política con la de Buenos Aires. 2° (…) cuidando no mezclarse en los partidos internos con tal que ello no redunde en daño directo de la política que está encargado de sostener y hacer triunfar por las armas”. (Carta de Mitre al Gobernador Ocampo en la que desarrolla las premisas sobre las que actuará política y militarmente en las provincias, fechada el 29 de octubre de 1861)

“El objetivo político de esta intervención militar encargaba a Paz la misión de reinstalar a las autoridades legales de Córdoba apoyando la reunión de su legislatura para que esta decida sobre sus destinos. En este punto advertía el cuidado de no mezclarse en los partidos internos y respetando lo que allí se haga aunque vigilando que el resultado sea lo que se espera desde Buenos Aires.”

Sigue diciendo el autor citado que “En Santa Fe, gobernada por los Federales, Mitre no quiso reconocer a sus autoridades y mandó desde Rosario el envío una fuerza militar al mando del general uruguayo Venancio Flores para ocupar militarmente la provincia.

“En ese contexto de militarización de la política las acciones de guerra y la amenaza de coerción fueron las herramientas más eficaces de la política ‘mitrista’ en el interior. En diciembre de 1861 Marcos Paz, jefe del Estado Mayor del I Cuerpo del ejército porteño, asumió la gobernación de la provincia de Córdoba, pese a no ser nativo de ella”…

“Con la ocupación de Santa Fe y Córdoba se prepara la plataforma de lanzamiento de las llamadas ‘campañas de pacificación’ hacia el interior del país

“En Santiago del Estero operaba el clan de los Taboada quienes aliados al ‘mitrismo’ regresaron a ejercer el gobierno de su provincia.

“A principios de 1862, Antonino Taboada invadió Catamarca desde Santiago para derrocar al gobierno federal. En Tucumán el clan santiagueño contribuyó a desplazar al federal Celedonio Gutiérrez, reemplazado por José María del Campo, otro aliado de Mitre.

“Salta dejó atrás el federalismo cuando asumió Juan Nepomucemo de Uriburu a la gobernación y en Jujuy su gobernador se declaró a favor de Buenos Aires.

“Aquella transición de gobiernos federales a otros afines al partido de la libertad se consumaba a través de golpes de estado internos a partir de presiones externas o amenaza de invasión o mediante invasiones externas como las lideradas por los Taboada en Catamarca.

“En el oeste del país actuaron las fuerzas del General Rivas enviadas por Paunero. 

“En ese contexto se produjo la matanza de Cañada de Gómez, en Santa Fe, el 22 de noviembre de 1861 y que acabó con las fuerzas de Benjamín Virasoro y continuó rumbo a la capital de la provincia. Al aproximarse la invasión de las fuerzas porteñas el gobernador federal Pascual Rosas fue obligado a renunciar y abandonar la provincia.

“Luego de ser electo gobernador Paz marchara a La Rioja, con una columna de 600 hombres de las tres armas. Wenceslao Paunero se hizo cargo del gobierno de Córdoba”….

En Marzo de 1861 Sarmiento acompañó a las fuerzas de Rivas y se hizo proclamar gobernador de San Juan, su ciudad natal. En San Luis en diciembre de 1861 fue forzado a renunciar el gobernador Juan Saá. Ante la ausencia de autoridades, el jefe del ejército porteño, Ignacio Rivas, hizo reunir a la parte de los legisladores que apoyaría a un candidato liberal que en minoría nombró gobernador a Justo Daract.

“A partir de 1862 con Mitre en la presidencia de la nación el foco más importante de la resistencia federal pasaría a ser la a ser la provincia de La Rioja.

Allí Mitre insistirá en sostener una implacable guerra de policía contra las fuerzas montoneras del Chacho Peñaloza.

Según sus propias definiciones al tratar a los rebeldes como criminales comunes que requieren de una acción policial efectiva, ya no es necesario sujetarse a las reglas convencionales de la guerra. Aunque en público instaba a sus subordinados a respetar las leyes y las vidas de sus enemigos políticos 

El plan de Mitre era muy preciso, lo resume en carta confidencial al gobernador delegado Manuel Ocampo

1° Contraerse de inmediato á la pacificación y ocupación militar de Santa Fe, influyendo en su política por medio de sus propios poderes, si fuere posible, ´lanzándonos sólo en último caso en las vías revolucionarias, caso que por otra parte va llegando´

2° Disponerse á operar inmediatamente sobre Córdoba, expidiendo con tal motivo un manifiesto á los pueblos en el que se proclame resueltamente la política definitiva que seguiría el Gobierno de Buenos Aires.

3° Pacificación y consolidación de todo el litoral por la paz ó por la guerra.

4° Dejar siempre fuera de la ley á Saá, sobre el cual se obraría por medio de Córdoba y Santiago, procurando aislarlo en San Luis para después.

5° ´Buscar por este camino la emancipación gradual de los pueblos bajo los auspicios del poder de Buenos Aires, impidiendo que las fuerzas externas que han pesado sobre ellos vuelvan á sofocarlos..”.

“Aquellas campañas de ‘pacificación’ hacia el interior del país en la práctica serían incursiones militares a las provincias con la misión de generar las condiciones políticas para la reunión de los representantes provinciales en un congreso nacional donde las aspiraciones de organización nacional iniciadas por el movimiento liberal de Buenos Aires pudieran legitimarse a través de la elección de un gobierno nacional.

“Los hermanos Taboada habían sido desplazados del gobierno gracias al apoyo de Derqui. Después de la derrota de la Confederación, el gobernador Nazar abandonó la provincia para refugiarse en Catamarca.

En el aparato militar que se intenta desplegar aparecen los jefes uruguayos, coroneles Arredondo, Sandes, Flores, Rivas, Irrazabal, el general Paunero, enviados por Mitre a operar sobre el interior del país con el fin de “uniformar su política con la de Buenos Aires”.

“Acerca de estos encargados de la política armada nos interesa plantear algunas incógnitas. En primer lugar ¿Quiénes eran estos oficiales? Cuál fue su trayectoria anterior y qué características tuvo su incorporación y participación en las fuerzas del mitrismo llamadas a una “pacificación” que unos meses después posibilitara la reunión al congreso que elevo a Mitre a la presidencia de la nación. ¿Fueron solo mercenarios reclutados por el poder porteño? ¿Militares al servicio de una causa que consideraban propia?

“Y teniendo en cuenta el contexto de militarización en que se desarrollaba la política también queremos saber sobre qué tipo de representaciones acerca de lo militar y lo político se practicaban esas funciones. ¿Se consideraban a sí mismos como militares? ¿Podían distinguirse claramente en la práctica los militares y los políticos? ¿A qué tipo de mando obedecían unos y otros en caso de verificarse esta separación?

“Examinando las imágenes que la historia registra acerca de la actuación de esos oficiales, estas van desde la ponderación por el desinterés que mostraron al participar en una causa que por su trascendencia no distinguía nacionalidades.

“Se hacía en nombre de la ‘civilización’ y esos hombres “tenían la importante misión de pacificar y atraer a la órbita del nuevo gobierno y su política a aquellas lejanas provincias en las cuales reinaba el espíritu reacio y turbulento del caudillaje”.

 “En otro extremo de la historiografía aparece la condena por la misma condición foránea de esos protagonistas. Desde esta perspectiva, todas las crueldades puestas de manifiesto en el trato que las tropas enviadas de Buenos Aires dieron a los prisioneros federales, individuos de las montoneras riojanas, y hasta el propio asesinato del Chacho Peñaloza –desarmado y entregado pacíficamente- se derivaban de la condición extranjera de sus mandos, por tratarse de mercenarios sin ninguna clase de empatía con sus víctimas: “los jefes de todas las divisiones que ocuparon a sangre y fuego las provincias eran extranjeros, seleccionados con todo cuidado a fin que a fuer de cisplatinos pudieran tratar a los de esta otra orilla sin inhibiciones sentimentales. Flores, Paunero, Rivas, Sandes, Iseas y Arredondo, siniestros pacificadores a sueldo de la oligarquía porteña eran todos uruguayos”.

“León Bernaros también insiste en ese punto: “Llama la atención que se eligiesen jefes orientales para algunos de los cargos de mayor responsabilidad. Quizá se buscó así desinteresarlos sentimentalmente, a fin de que la acción a cumplir no les dejase remordimientos”.

“La trayectoria de alguno de estos oficiales orientales como Rivas o Arredondo nos indica que habían conocido a Mitre cuando este todavía era oficial de artillería en el ejército uruguayo en la defensa de Montevideo durante el sitio de Oribe.

“En las fuerzas del partido colorado que respondían a Fructuoso Rivera, además de Mitre combatieron Venancio Flores, Ambrosio Sandes, Ignacio Rivas y José Miguel Arredondo. Todos ellos se iniciaron militarmente durante el sitio de Montevideo y más adelante se colocaron al servicio de Mitre en Buenos Aires desde 1852…”.

Así, de este modo, la tierra fue arrasada por el grupo Unitario, que se desató en su plan ya antiguamente premeditado apenas las condiciones militares se lo permitiesen, en eliminar físicamente a cualquier oposición que defendiera la identidad y la independencia nacional.

 

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CAPÍTULO 8

 

VIII.-SIGUE EL GENOCIDIO-EL TURNO DE PAYSANDÚ Y EL PARAGUAY

 

Mientras tanto, en las sombras, países como Brasil, Francia e Inglaterra observaban en silencio, disfrutando del momento, y esperando aprovecharse de la situación. La escena estaba preparada para un festín de dominación y control, y la mesa ya estaba servida para que estos intereses extranjeros ya estaban listos para beneficiarse de la debilidad y división internas del país. Actualmente en pleno siglo XXI, todo sigue igual...

Luego de todo ese proceso de destrucción y traiciones quedó en evidencia la falta de carácter y la complicidad de algunos líderes.

Urquiza, que en su momento parecía tener cierta autoridad, se quedó en un artero silencio, sin hacer nada ante la destrucción, que pasaba ante sus ojos, de Paysandú por parte del Brasil y los Unitarios ‘colorados’ de los Orientales, liderados por Venancio Flores, otro ‘Sicario’ traidor.

A tenor de lo que estaba sucediendo en Paysandú, dice CODESIO: “La guerra civil había estallado en Uruguay en abril de 1863, seis meses después de la asunción de Mitre como presidente en Buenos Aires. El conflicto en Uruguay fue una de las principales causas de la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay. La invasión fue liderada por Venancio Flores, comandante militar uruguayo que unos meses atrás estaba al servicio de las fuerzas porteñas lideradas por Mitre contra los federales en las provincias argentinas.

“Éste contaba con la anuencia del liberalismo porteño y el apoyo militar de Brasil para derrocar al gobierno de Francisco Berro del partido blanco. Cuando Flores decidió cruzar el Río de la Plata, Francisco Solano López –el presidente paraguayo- denunció la participación argentina y brasileña en el Uruguay y así empezó a desatarse una cadena de hostilidades que fueron in crescendo hasta desembocar en la guerra que por cinco años involucró a los cuatro países.

“Allí aparece la figura de Urquiza severamente cuestionada por los federales, soportando las continuas presiones de la prensa federal entrerriana, la de sus seguidores y subordinados, e incluso observando pasivamente cómo hasta su propio hijo Waldino parte hacia Uruguay para sumarse a la lucha de los blancos sitiados frente a la destrucción de Paysandú. “

Dice Urquiza, el pluri-traidor a la patria con un alto grado de sarcasmo  e hipocresía a la que nos estaba acostumbrado en entrerriano:

“Mis simpatías y repugnancias personales jamás han obrado en mi ánimo para sacrificar a ellos los intereses del país”, le dirá en carta a Mitre asegurándole su abstención de participar en el conflicto uruguayo”

La alianza arriba mencionada, conocida como el anglo-mitrismo, participó en la devastadora Guerra de la Triple Alianza, que terminó desangrando y desguazando al Paraguay, en complicidad con el Brasil y los ‘colorados’ orientales.

Mitre arriaba a los gauchos del interior para pelear contra sus hermanos paraguayos, bajo pena de muerte, quemándoles sus ranchos, además, en caso de oponerse. De allí las enormes deserciones de los batallones ‘mitristas’ a medida que se acercaban al frente de combate, Todo esto reflejado por José Hernández en su ‘Martin Fierro’, que más allá de sus ponderables aciertos literarios, es una denuncia dolorosa de lo que venimos señalando.

Todo esto muestra cómo algunos líderes traicionaron los ideales nacionales en favor de intereses  comerciales extranjeros y propios.

Urquiza, en su afán de obtener beneficios personales, vendió armamento y toda la caballada de su provincia al Brasil. Con esas ventas, logró tres cosas importantes para él: primero, ayudar a fortalecer al ejército brasileño; segundo, justificarse de manera infantil y egoísta, diciendo que no podía ayudar a los Federales en la Banda Oriental, especialmente en Paysandú, porque no tenía caballería; y tercero, llenarse aún más los bolsillos con el dinero que recibía por esas ventas, además de sobornos constantes del Brasil para mantenerlo en línea y que no se apartara de sus propios intereses. Urquiza fue permanentemente comprado por el oro brasileños y su Banca a lo largo de años, bien omitido todo esto por el diario de los Mitre y de las enseñanzas escolares que anestesian hasta hoy la infamia moral y material del entrerriano.

Por otro lado, el plan para el genocidio del pueblo paraguayo ya estaba en marcha mucho antes del conflicto, y esta estrategia fue diseñada con la ayuda de Inglaterra. Los detalles finales se acordaron en una reunión en Buenos Aires, donde participaron el gabinete completo, un representante brasileño y el inglés Eduard Thornton, demostrándose así cómo las potencias extranjeras estaban detrás de estos movimientos para el control  de la región.

La guerra contra Paraguay fue una de las más devastadoras de la historia, y todo fue planificado con mucho cuidado. Se estableció cómo repartir el botín de guerra y se prohibieron los pactos de paz por separado, lo que indicaba claramente que se trataba de una guerra de exterminio total.

El final de esa guerra también significó la destrucción de la nación hispanoamericana, y como consecuencia, el expansionismo de Brasil, que se apropió de tierras Orientales y paraguayas, ampliando su territorio a costa de un mar de cadáveres paraguayos y también argentinos, aún humeantes, como antes en la Banda Oriental. Esos argentinos mencionados sirvieron también como abono para los planes brasileños.

Luego de la guerra queda solo el silencio en las tierras guaraníes despobladas de un 75% de la población, aniquilada y torcida su voluntad soberana. De varones de mas de 10 años, solo quedó en pie apenas un poco más de 1%, representando ello, en relación al número de habitantes originales, el genocidio mas grande en la historia que se tenga memoria.

El jefe de las fuerzas aliadas fue Mitre, a pesar de que ello no era del agrado del Imperio brasileño, que sabían la supina inutilidad del ególatra porteño como militar.

Es que estos conocían de la inoperancia militar de Mitre: invicto, nunca ganó una batalla y que, además, fue el único General de un ejército argentino que perdió una batalla contra los indios que lo corrieron hasta Tandil. Esto fue en Mayo de 1855 en Sierra Chica. Más de 1.000 soldados armados hasta los dientes no pudieron contra 500 indios que los vencieron y les quitaron todo el armamento y la caballada.

Cuando volvió a Buenos Aires, el inveterado militar perdidoso y mediocre con su nula sapiencia, dijo filosóficamente: “el desierto es inconquistable”. Lo que refleja quizás una resignación o una percepción de limitaciones en su liderazgo nunca reconocida por él públicamente.

Además ya desde siempre fue inservible como soldado además de cobarde, como ya lo presagiaba Rosas cuando muy jovencito Mitre comenzó a trabajar en una de las estancias de Juan Manuel (‘Rincón de López’) regenteado por su hermano Gervasio, Mitre no logra adaptarse a la férrea disciplina de la estancia y es devuelto por Rosas a su padre con estas palabras: "Dígale a Don Ambrosio que aquí le devuelvo a este caballerito, que no sirve ni servirá para nada, porque cuando encuentra una sombrilla se baja del caballo y se pone a leer." . No se equivocaba el Restaurador.

Como decíamos, además de un nulo militar, mostraba con tapujos sus miedos.

Alfredo ORTIZ DE ROZAS comentaba con datos documentales y genealógicos que Mitre era de familia Uruguaya y cuyo verdadero apellido era DeMetrio (apellido de origen griego), luego se lo cambió a Mitre. Estuvo en Caseros luciendo una escarapela Oriental, con uniforme Oriental, y alineado junto a las tropas brasileñas.

Mitre comienza su carrera militar en las filas de Manuel Oribe pero cuando éste es derrocado su gobierno legítimo por Fructuoso Rivera, se pasa de las filas éste y se subordina a él..

Unos pocos días antes de la Batalla de Caseros-Mitre se pone a las órdenes de Urquiza: El General Las Heras se contacta con el General Eugenio Garzón por correspondencia -12 de septiembre de 1851- recomendando a Mitre y al Coronel Pedro Aquino para que a su vez, Garzón recomiende a los citados a Urquiza.

Así lo hace el Oriental por carta al entrerriano del 10 de Noviembre de 1851 que los acepta y lo deriva a que se ponga a órdenes del Coronel José María Pirán a fin de Noviembre de ese año.

Ya en la batalla de Caseros, comenta  Alfredo de URQUIZA, -insospechado de ‘rosismo’ alguno- que sabía todos los detalles y antecedentes de la Guerra del Ejercito grande, comenta el siguiente episodio: “Vive en Entre Ríos un anciano coronel Espíndola, a quien en otro tiempo le oí decir que en Caseros encontró al comandante Mitre, con su batería, detrás de un monte y que habiéndole preguntado por lo que allí hacía, Mitre le contestó: Estoy economizando sangre”

Mitre, ya más escarmentado por las múltiples batallas en las que participó y más inclinado a salvar su pellejo que a arriesgarlo, solía retirarse antes de tiempo, como ocurrió en Pavón, cuando Urquiza prácticamente le “regaló” el campo de batalla y la victoria. “No dispare, general, que ha ganado”, ordenaba el parte que lo alcanzaba en su huida furtiva para informarle de la realidad. En otras palabras, ignorante en cuanto a tácticas y estrategias militares, cobarde y asesino: el combo perfecto.

La actuación de Mitre en la guerra contra el Paraguay solo produjo descalabros uno tras otro en las filas aliadas. La batalla de Curupaytí es un ejemplo claro: bajo el mando del general Mitre y su ‘cientificismo’ (sic) estratégico, las fuerzas aliadas sufrieron 6.000 muertos, mientras que los paraguayos apenas perdieron 60. “A Mitre no se le ocurre nada en el campo de batalla”, diría el oficial porteño D’Amico.

Esta situación llevó la desesperación de los brasileños a un punto límite, pues ya no sabían cómo deshacerse del inútil Mitre. Entonces, de manera amable, “lo invitaron” a regresar a su país y a ceder el mando de las tropas a los comandantes brasileños, quienes finalmente lograron liquidar la resistencia del ejército paraguayo, o lo que quedaba de él.

En realidad, los brasileños lo expulsaron formalmente —aunque con firmeza— por incapaz, ya que Mitre no ganó ni una sola batalla pese a contar con superioridad numérica. Fue reemplazado por el Duque de Caxias, quien describió a Mitre en un informe dirigido a su emperador de la siguiente manera:

El General Mitre está resignado plenamente y sin reservas a mis órdenes. : él hace cuanto yo le indico, como está de acuerdo conmigo, en todo, incluso en que los cadáveres coléricos se tiren al Paraná, ya de la escuadra como de Itapirú para llevar el contagio a las poblaciones ribereñas, principalmente las de Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe que le son opuestas (...) El general Mitre también está convencido que deben exterminarse los restos de las fuerzas argentinas que aún le quedan, pues de ellas solo ve peligro para su persona.”

Queda evidenciada la subordinación de Mitre al Brasil, sin que le importe que sus propias tropas argentinas sean aniquiladas por el enemigo, porque comprende que éstas pueden volverse contra él al darse cuenta –obviamente- que su general es un improvisado que los conduce a la muerte.

Mitre regresa y retoma con cautela el rumbo que mantenía desde antes de la batalla de Caseros y, finalmente —liberado de cualquier disimulo—, tras la batalla de Pavón pone en marcha la eliminación física de toda oposición nacional en el interior, cumpliendo así los designios de su amo, el Imperio británico.

Cabe destacar que el mismo ejército argentino, enviado originalmente al frente para “matar paraguayos”, fue posteriormente utilizado para “matar argentinos”. Con la historia de la guerra falsificada y la memoria de las víctimas y del crimen borrada, los británicos no necesitaron invadir nuestras tierras —como intentaron sin éxito durante las Invasiones Inglesas—, sino que prefirieron comprar voluntades locales, como históricamente lo hicieron desde Nicolás Rodríguez Peña, Castelli, Rivadavia, Florencio Varela, Juan Cruz Varela, y otros tantos.

Entre los últimos, aunque no menos dañinos, destaca Norberto de la Riestra, quien, como comisionado de Inglaterra, funcionaba como nexo directo entre el Imperio y los líderes argentinos como Mitre y Sarmiento, auténticos lacayos en el sentido más literal de la palabra.

 

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CAPÍTULO 9

 

 

Inglaterra Será El Taller Del Mundo Y La América Del Sur, Su Granja”

Richard Cobden (Político y empresario inglés-3 de junio de 1804)

 

IX.-INGLATERRA LA PRINCIPAL BENEFICIARIA

 

De este modo lo dejó en claro Castlereagh muchos años antes, durante las invasiones inglesas, cuando observó agudamente que ya no era necesaria la ocupación militar de nuestras tierras para colonizarnos. Bastaba con imponer el libre comercio como supuesto beneficio para los países hispanoamericanos —aunque no para Inglaterra, que inteligentemente mantenía un claro proteccionismo interno—, utilizando para ello ciudades portuarias como Buenos Aires, Valparaíso o Caracas, y aprovechando a súbditos nativos sin necesidad disparar un solo tiro.

Claro que ese “sin disparar un solo tiro” aplicaba a los británicos, pero si era necesario “civilizarnos” a través del sometimiento de nuestra voluntad soberana, ello se haría utilizando a los escuderos vernáculos, quienes liquidarían indiscriminadamente a gran parte de la población del interior. Esa población, naturalmente, se oponía a quienes pretendían dejarla sin trabajo, sin producción y sin riqueza. Los cipayos actuaban ya sea por un interés económico consciente o porque sus pensamientos habían sido condicionados para tales fines.

El Imperio inglés se propuso que Inglaterra debía forjar una clase dirigente en Hispanoamérica que sirviera a los intereses de la Corona, administrando estas tierras para convertirlas en una mera zona pastoril y ganadera destinada a abastecer la industria inglesa. A cambio, Inglaterra enviaría productos manufacturados con valor agregado, reteniendo para sí esa ganancia. Como puede observarse, este modelo se ha cumplido hasta la actualidad.

Es preciso recalcar una y otra vez, documentos mediante, que tras la entente Unitaria argentino- uruguaya (ya en manos de los ‘colorados’ Unitarios luego de desalojar al gobierno legal Federal ‘blanco’) más el principal beneficiario con esta guerra, el Brasil, está la mano invisible de Inglaterra.

Ella, otra beneficiaria principal, necesitaba abrir los ríos interiores del Paraguay y derribar la poderosa industria de los guaraníes para introducir sus manufacturas, producto de su excedente productivo, y así someter económicamente al pujante pueblo paraguayo.

Es que Inglaterra fue la principal responsable de la guerra del Paraguay y su principal favorecida aunque parece que Mitre no se dio cuenta de esto, quizás por su propia nulidad como político, militar y diplomático.

Los personeros, los instigadores, de esa guerra cruel e inhumana fueron Bartolomé Mitre y sus secuaces. que obraban ejecutivamente a través del ‘sicariato’ bien remunerado.

Inglaterra financió, condicionó y fogoneó el conflicto, buscando abrir los ríos interiores del Paraguay y dominar su economía, para introducir sus productos y someter a Paraguay económicamente.

Ya lo había sentenciado lucidamente  en 1824 Canning “La América Española es libre y si nos manejamos con habilidad será inglesa”. Dicho y hecho.

Esto es, así como el ‘sicariato’ de Mitre y Sarmiento en nuestra patria fueron los Orientales mercenarios, el ‘sicariato’ inglés de esa guerra de exterminio absoluto contra el Paraguay fueron Mitre y sus militares venales.

Los verdaderos instigadores y responsables de esa crueldad, como se mencionó, fueron figuras como Mitre y Sarmiento, quienes actuaron como mercenarios al servicio del Imperio Británico. Inglaterra, en realidad, movió los hilos desde las sombras, beneficiándose de la destrucción paraguaya y del debilitamiento de toda la región. Paraguay logró mantener su honor y gloria, pero sufrió un genocidio terrible, perdiendo gran parte de su territorio y recursos (era tal vez el pueblo más adelantado industrialmente en Sudamérica), que quedaron en manos de extranjeros.

Por otro lado, países como Argentina, Uruguay y Brasil también pagaron un alto precio en vidas y en dignidad, quedaron endeudados y sometidos al capital inglés hasta hoy. Todo esto muestra cómo intereses extranjeros y la manipulación imperialista masónica llevaron a una de las tragedias más grandes en nuestra historia, con consecuencias que aún se sienten en toda la región.

La guerra en el Paraguay intensificó la coerción, el asesinato y la esclavitud del pueblo argentino por dos razones principales. Primero, porque se continuó con la unificación de los gobiernos provinciales mediante ejecuciones llevadas a cabo por los sicarios mencionados, lo que destruyó las autonomías provinciales e impuso gobernantes enviados desde el centralismo porteño con su plan económico expoliador. Segundo, a quienes se resistían a la invasión unitaria —los marginados, aquellos que habían perdido su hogar y familia debido a los ataques de las fuerzas ‘mitristas’— se les obligaba –como se dijo arribaq- a la fuerza a formar batallones de soldados, convirtiéndolos en esclavos destinados a luchar en la guerra del Paraguay, bajo pena de muerte si se negaban o intentaban escapar.

Nos describe puntillosamente  CODESIO, al respecto: ““El llamado a las armas Finalmente el dos de junio, por ley del Congreso, se autoriza al gobierno nacional a movilizar una fuerza de veinticinco mil hombres para la guerra con el Paraguay. La ley establece la remonta del Ejército de Línea hasta el número de diez mil plazas, y el resto (quince mil) a través del aporte de los contingentes de Guardia Nacional dispensado por las provincias.

“Los problemas que deberá enfrentar el mitrismo para reclutar soldados, estarán expresados por la resistencia popular en los distintos ámbitos provinciales. Veremos que aquellas dificultades para levantar un ejército no se vinculan únicamente con el orden político-partidario surgido luego de Pavón sino también con motivos sociales que vinculan a la guerra con la sociedad.

“Uno de los obstáculos fundamentales para el éxito de la movilización militar en los sectores populares era el rechazo casi irreflexivo que significaban las políticas de reclutamiento en las poblaciones por el proceder arbitrario con el cual se remontaban las plazas del Ejército de Línea y la Guardia Nacional.

“A esa aversión se sumaría una serie de factores puramente prácticos para la preparación de la guerra con el Paraguay, entre los que hay que mencionar el traslado de los contingentes a pié, desprovistos de armas y abastos, mal vestidos y por todo ello expuestos a condiciones de extrema precariedad en las marchas a pie forzado desde puntos distantes como Salta, Mendoza o La Rioja, hasta el punto de reunión de las fuerzas aliadas en la ciudad de Concordia. Esa cuestión amenazará seriamente con la “desmoralización” de las tropas -expresión muy utilizada en las comunicaciones de los oficiales con sus jefes-, que pondrá en peligro la participación argentina en el conflicto internacional.

“Algunos de estos comerciantes que evitaron el servicio militar llegarían algún tiempo después hasta los campos de batalla pero en el papel de proveedores, llevando sus negocios a la campaña y especulando con la miseria y necesidades de las tropas.

“La multiplicación de situaciones similares obligó al gobierno a legalizar por decreto la figura del personero unos días después, el 2 de mayo [de 1865]. De este modo quienes estaban en condiciones de solventarlo podían contratar a otra persona para que fuera a combatir en su lugar, previo pago de 5000 pesos establecido en la disposición. Los personeros serian en su mayoría extranjeros o criollos pobres que como estaban librados del servicio por no figurar en las listas de enrolados de la Guardia Nacional y no tener una ocupación estable eran atraídos por la remuneración de 5000 pesos que corrían a cargo del contratante..

“Según Julio Victorica ningún interés impulsaba a los entrerrianos a la guerra contra el Paraguay y menos a entrar en alianza con los brasileros que habían apoyado a Flores a derrocar a sus aliados los blancos uruguayos, y “de estas ideas estaban poseídos la mayor parte de los jefes y oficiales del ejército de Entre Ríos”.

“Así contaba Mitre lo ocurrido en carta a Gelly y Obes: “Cabot tuvo indicios, aprehendió a los sindicados, mandó levantar una sumaria, y Daract, después de bien comprobados los hechos, mandó a fusilar a los 97 Rosario en agosto, y en septiembre fue puesto al mando del teniente coronel Cabot emprendiendo su marcha hacia Concordia.

“En la Rioja todavía estaban frescas las huellas dejadas por las temibles ‘campañas de pacificación’ que arrasaron con la montonera del Chacho y muchos de sus seguidores. No tardaría en convertirse en referente para la región de Cuyo como uno de los focos principales de resistencia a las presiones reclutadoras del gobierno nacional por intermedio de su par provincial. Su gobernador era Luis María Campos, militar porteño identificado con el mitrismo, junto con otros funcionarios del gobierno.

“La gobernación de Luis María Campos era razonablemente percibida por los sectores populares riojanos como una “ocupación porteña en cooperación con el gobierno nacional, lo que, dada la experiencia de los gauchos con los unitarios en 1862 y 1863, hacía que la conscripción fuera inherentemente ilegítima”.

“El gobernador Campos, consciente del rechazo con que los gauchos riojanos percibían el reclutamiento forzoso le escribía al ministro de guerra que: “Cuando precisen fuerzas o milicias de las Provincias, no pidan contingentes, porque la sola palabra basta para introducir la alarma y despoblar pueblos enteros. Pidan por Batallones o por Compañias, pero no se sirvan de la palabra `contingente´”. 

“De modo que, claramente, en La Rioja la leva de hombres tendría las características del reclutamiento forzoso aún antes de ponerse en práctica. La resistencia a la presión reclutadora pronto se convertiría en una prolongación de la guerra entre culpables, siendo tres; muchos fueron los empeños que hubo para salvarlos; hasta la sociedad de beneficencia intercedió, pero fue en vano. “El magistrado se mantuvo inflexible, comprendiendo que hay momentos solemnes en que los más duros sacrificios son necesarios”.

“Unos meses después, en noviembre de 1866, a partir de las nuevas demandas de reclutas se produce la sublevación de un contingente de fuerzas acantonadas en la provincia de Mendoza que debían enviarse para reponer las bajas aliadas producidas en Curupaytí. Este motín dará inicio a la llamada “revolución de los colorados”

“La alianza de los Taboada con el mitrismo había permitido el apoyo financiero y un respaldo político del gobierno nacional, que fue determinante para consolidar el predominio de ese clan en el norte del país.

“Era momento de revalidar esta alianza enviando tan pronto como fue posible el batallón requerido y un contingente para remontar las fuerzas de línea. Para ello se recurrió al enganche de los destinados al servicio militar por los tribunales y a los que debían cumplir pena por incumplimiento de la ley de enrolamiento.

“A los que quisieran incorporarse voluntariamente se les prometía la paga en efectivo. A pesar de ello, la gente se resistía a alistarse. Una carta de un tal Rojas, desde Tinajeras, sintetiza la forma en que se pusieron en práctica esas medidas; “...está habiendo volteada de gente para el Contingente, no es como dijo V. que debía ser con los presos. Tengo aviso que han agarrado muchos para [ilegible], me hacen decir algunos que vea si puedo salvarlos, han reunido más de doscientos”.

“San Juan y Mendoza Estas provincias se hallaban reunidas en la misma jurisdicción militar bajo la inspección del general Emilio Mitre, quien permanentemente presionaba a los gobernadores y jefes de su circunscripción para lograr cuanto antes el envío de los batallones.

“A pesar de que los sublevados fueron perseguidos y apresados para luego fusilar a los cabecillas, desde Santiago no se pudieron remitir hombres al Ejército en campaña.

“En junio marcharon con rumbo a Rosario previo paso por Rio IV, donde los recibió el inspector Mitre, con una fuerza de 250 guardias nacionales, 40 voluntarios chilenos, y 39 soldados de línea enviados a modo de anticipo del contingente que debía enviar la provincia para remontar el Ejército de Línea. 166

“Paralelamente trabajaba en Mendoza el general Pascual Segura, gobernador interino y subinspector de armas de la quinta circunscripción militar. A las órdenes del mayor Julián Aguirre se organizó el Batallón Mendoza que contó con este jefe, 15 oficiales y 227 soldados. 167 Los batallones de San Juan y Mendoza acamparon juntos en Rosario bajo la supervisión de Emilio Mitre para luego ser trasladados hacia Concordia. 4.5. Tucumán y Catamarca

“El gobernador de Tucumán José Posse escribía al vicepresidente Paz sobre la movilización de la Guardia Nacional en todo el país: “Yo no comprendo bajo que combinación estratégica el presidente ha pedido contingentes a provincias tan apartadas del teatro de la guerra, y contingentes de guardias nacionales tan reclutas y tan caros”.

“Con estas palabras el gobernador hablaba a su amigo el vicepresidente Paz. Siendo conocedor de la situación en su provincia, Posse aconsejaba que se disolviesen los contingentes de guardias nacionales y que a cambio pudiera enviarse una mayor cantidad de efectivos para las fuerzas de línea.

“En principio Tucumán y Catamarca debían componer un batallón entre ambas, aunque el decreto del 9 de junio estableció que cada una debía aportar una unidad completa.

“De ello también se quejaba Posse además de pedirle al vicepresidente que proveyera el vestuario necesario para la expedición de esas fuerzas. La respuesta de Paz a su amigo minimizó las quejas de Posse, y aludiendo al espíritu patriótico le aconsejó hacer “lo que se ha hecho con todos los contingentes de las otras provincias es mandarlos como están a los hombres o con el vestuario que se ha podido proporcionar (..) aunque malo e impropio para la estación. No hay más remedio que hacer lo mismo ahí”, y sobre el modo de marchar hasta el lugar de embarque aliado agregó que “ha de ser a pié, como marcha la infantería en todo el mundo; como marcharon los argentinos hasta el Perú, pasando los Andes”.

“La gran distancia- reflexiona finalmente CODESIO- entre las poblaciones y los focos del conflicto, el rechazo a las políticas de reclutamiento, la falta de empatía con la causa guerrera reivindicada como “causa nacional”, la falta de recursos, la identificación con la causa federal, la simpatía con los paraguayos y la antipatía con los ‘mitristas’ fueron los principales obstáculos para la movilización llevada a cabo por el gobierno nacional en todas las provincias.”

 

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CAPÍTULO 10

 

X.-EL PLAN SISTEMATICO UNITARIO PARA EL EXTERMINIO TOTAL DEL PUEBLO

 

Estamos haciendo una descripción del sistemático plan de exterminio poblacional y cultural de nuestra nación consignando los años, con el objetivo de dejar en claro que no fue algo que el Unitarismo haya llevado a cabo de manera circunstancial o solo por necesidades militares.

Veamos.

"Es preciso emplear el terror para triunfar. Debe darse muerte a todos los prisioneros y a todos los enemigos. Todos los medios de obrar son buenos y deben emplearse sin vacilación alguna, imitando a los jacobinos de la época de Robespierre" "A los que no reconozcan a Paz debiera mandarlos ahorcar y no fusilar o degollar. Este es el medio de imponer en los ánimos mayor idea de la autoridad" (Sarmiento, año 1845)

El gobierno centralista de Buenos Aires no se contentó con reemplazar y aplastar los gobiernos provinciales sino que se dedicó a destrozar sistemáticamente a opositores políticos, sospechosos y hasta a los pobres gauchos. Sarmiento fue un terrorista de estado. Y Mitre usó el odio de Sarmiento. "Hemos jurado con Sarmiento que ni uno solo ha de quedar vivo" (Mitre en el año 1852)

En 1856, en los campos de Villamayor, Mitre hará fusilar al ilustre general del ejército Jerónimo Costa y todo su estado mayor, oficiales y suboficiales en número de 126, que se habían rendido. Y después dice cínicamente representar la "civilización". En un solo día el Unitarismo exterminador fusiló a mas personas que Rosas, el ‘tirano’ según los libros escolares, en todo su gobierno.

Dice el diario de Mitre “El prestigioso caudillo sanjuanino Benavidez, fue gobernador de San Juan. Por ley de 1855 no podía ser reelecto y apoyó la candidatura de Manuel José Gómez, respetado vecino quedando el con la comandancia del ejército. Su ministro liberal Saturnino Laspiur, apoyado de través de Sarmiento por los liberales de Buenos Aires derroca al gobernador Gómez y encarcela a Benavidez. "La Tribuna" y "El Nacional" (redactado por Sarmiento) instigan la eliminación del "tirano" y simulando una fuga es asesinado en la cárcel. La crónica de Victorica da cuenta que "El general Benavídez medio muerto fue enseguida arrastrado con sus grillos y casi desnudo precipitado desde los altos del Cabildo a la balaustrada de la plaza donde algunos oficiales se complacieron en teñir sus espadas con su sangre atravesando repetidas veces el cadáver, profanándolo, hasta escupirle y pisotearlo". Sarmiento dirá "es acción santa sobre un notorio malvado. !Dios sea loado!" (El Nacional, 23/10/1858).

Como bien expresaba Sarmiento, la Constitución no estaba hecha para los pobres sino para la gente ‘civilizada’ y ‘decente’. Los autodenominados ‘principales’. A los pobres paisanos les bastaban leyes u ordenanzas dictadas por los Jueces de Paz o Comisarios lugareños.

Y eso, con suerte, pues según sus públicas palabras en el Senado el 19 de Septiembre de 1959 dijo "Si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos?. Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer". Recodemos que el 11 de Septiembre –fecha de su fallecimiento- se recuerda a Sarmiento como el Gran Educador, según la Historia Oficial, historia que obviamente omite hacer publico en los colegios estas bellas palabras del sanjuanino. La Historia Falsificada de Ernesto Palacio cobra nuevamente relevancia con párrafos como el presente.

Así, mediante leyes y ordenanzas, los gauchos que defendían su tierra y sus escasas industrias eran considerados ‘vagos’ o ‘insectos’. Según palabras del genocida Sarmiento, se los mataba o se los dejaba morir. En el mejor de los casos, se los enviaba de por vida a servir en las fronteras o en las milicias, despojándolos, apartándolos no solo de sus escasos bienes materiales, sino también de sus mujeres, hijos, padres y de su núcleo familiar. En una palabra: los desarraigaban completamente.

Pasaban a ser parias, descastados, nómades, como bien lo testimonia El ‘Martín Fierro’ de José Hernández, que no solo es un poema excelso, sino una descripción exacta —que bien podría haber sido en prosa— de la vida errante del gaucho despojado de sus bienes, de su familia, de su dignidad como hombre, e incluso, en muchos casos, de su propia vida.

Es que para la conquista extranjera de nuestra tierra, o bien había que exterminar físicamente a quienes se opusieran, bajo un fuego inmisericorde y constante: destacamentos, encarcelamientos, fusilamientos, degollamientos en masa, a la vista de sus familias, o incluso acabar con ellas, como hicieron los ‘sicarios’ Orientales, bien pagados. O bien se buscaba domesticarlos, someterlos y quebrantarlos mediante humillaciones, reduciéndolos a la servidumbre, haciendo que sirvieran como esclavos bajo leyes impuestas por jueces o comisarios del territorio.

Este último método, también ideado por las fuerzas unitarias, era fácil de aplicar: todo aquel que no tuviera una casa o rancho era considerado por la ley ‘vago’. Obviamente, no tenían vivienda, pues sus hogares habían sido incendiados o destruidos por las hordas, salvajes y —sí, cabe el término— bárbaras, de los sicarios enviados por Mitre y Sarmiento.

La única forma de escapar era si lograban demostrar tener trabajo, un conchabo en alguna hacienda, aunque esto los condenaba casi a la condición de esclavos, obligados por necesidad, sin dónde guarecerse, desalojados de sus tierras.

Todo esto queda claramente reflejado en El Martín Fierro, que es un profundo y sublime alegato político —quizá el mejor— contra el destierro y la aniquilación de nuestros gauchos.

Han quedado muchos testimonios escritos de los extravíos asesinatos del Unitarismo, de los propios instigadores y de los propios ejecutores. Ante la pregunta de cómo pudo suceder esto, la respuesta es que la impunidad con la que se movían y actuaban bajo el amparo de la Masonería los hacían manifestarse libremente de sus matanzas, sin pudor alguno; es más, en algún caso como el asesinato del Gobernador sanjuanino José Antonio Virasoro, incitado por Sarmiento, el 16 de noviembre de 1860, el diario ‘El Mercurio’ de Chile, ¡da la primicia del asesinato seis días antes de que ocurra! , al decir de Alberto Ortiz de Rozas.

Y, si bien el asesinato se había producido, cuando la noticia aún no había llegado a Buenos Aires, curiosamente -o no tanto- Sarmiento da cuenta del asesinato en el diario ‘El Nacional’, arma política de Mitre, al cual Sarmiento le había escrito antes del atentado pidiéndole que lo financie porque hacía falta dinero para los sicarios de siempre.

José Hernández junto a su hermano Rafael, escritores y también soldados, mas otros como Olegario Andrade, Carlos Guido y Spano, asi como un hijo de Bernardino Rivadavia, José Joaquín un Federal que peleó a las órdenes de Rosas, fueron perseguidos por Mitre y Sarmiento.

Los Hernández y José Joaquín Rivadavia  salvaron de milagro sus vidas el 22 de Noviembre de 1861  en Cañada de Gómez, Pcia. de Santa Fe, cuando durmiendo una noche junto a los gauchos que habían estado trabajando en sus quehaceres diarios, fueron éstos sorprendidos por el jefe de los ‘sicarios’ Venancio Flores y sus esbirros mercenarios genoveses, degollando a 300 inocentes que estaban durmiendo o se habían rendido. Nadie debía quedar vivo por orden de Mitre y luego por Sarmiento; una matanza histórica pero que no era inhabitual en aquellos tiempos.

 Su superior, Gelly y Obes escribe al gobernador de Buenos Aires, don Pastor Obligado:

“El suceso de la Cañada de Gómez es uno de esos hechos de armas muy comunes, por desgracia, en nuestras guerras, que después de conocer sus resultados aterroriza al vencedor, cuando este no es de la escuela del terrorismo. Esto es lo que le pasa al general Flores, y es por ello, que no quiere decir detalladamente lo que ha pasado. Hay más de 300 muertos, y como 150 prisioneros, mientras que por nuestra parte, sólo hemos tenido dos muertos y cinco heridos".

Los pocos sobrevivientes fueron incorporados a la fuerza al ejército de Flores. Los “incorporados” por Flores desertan en la primera ocasión, y entonces no habrá más incorporaciones: solo degüellos. Mitre calla mientras los uruguayos limpian el interior de federales imponiendo “un solo color”…“el reino de la libertad” (textual, diario La Nación).

"Necesitamos entrar por la fuerza en la Nación, la guerra si es necesario", decía el apóstol de la cultura Sarmiento, en el mismo año.

Las supresiones masivas e indiscriminadas se sucedían en todas las provincias: La Rioja, Catamarca, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, entre otras. El norte del país se iba despoblando, convirtiéndose en un páramo deshabitado debido a las constantes muertes causadas por los Unitarios salvajes, cuya orden era "civilizar a palos".

No solo actuaban los degolladores orientales, sino también otros sicarios de origen siciliano y genoveses, quienes, según relataba José María Roxas Patrón en una carta a Rosas, se encargaban con igual saña de degollar a los gauchos que dormían profundamente en Cañada de Gómez. Estos crímenes, según detalla minuciosamente Adolfo Saldías, contaban con el beneplácito de Sarmiento y Mitre.

En carta a Domingo Oro del 7/07/1857, Sarmiento, el llamado ‘Padre del Aula',  escribía con motivo de las elecciones realizadas ese año en Buenos Aires: "Nuestra base de operaciones ha consistido en la audacia y el terror que, empleados hábilmente han dado este resultado admirable. Pusimos en cada Parroquia (lugar donde se votaba) cantones con gente armada. Bandas de soldados armados recorrían de noche las calles de la ciudad acuchillando y persiguiendo. Fue tal el terror que sembramos entre toda esta gente, con éstos y otros medios, que el DÍA 29 triunfamos sin oposición"..

Esto es, Sarmiento imponía el terror en el interior mediante los sicarios orientales y en la ciudad de Buenos Aires, con citadinos armados, en banda recorriendo las calles de la ciudad acuchillando a diestra y siniestra. Tal barbarie hacía aparecer a los supuestos asesinos mazorqueros como un grupo colegial.

El 15 de julio de 1876, el diario ‘La Prensa’ publicó lacónicamente: "Uno no se explica que semejan-te fiera ande por las calles libremente". Digamos, por su hubiera algún distraído, la llamada ‘fiera’ por el diario insospechado de federalismo alguno, era un tal Sarmiento, que se lo recuerda cada 11 de Septiembre en las escuelas como un hacedor de cultura

Ya desatada como se dijo, la caza al gaucho y su familia, sin tapujos ni disimulos, Sarmiento, le dice a Mitre luego de la batalla de Pavón, en carta del 20 de Septiembre de 1861: “Se nos habla de gauchos... La lucha ha dado cuenta de ellos, de toda esa chusma de haraganes. No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de esta chusma criolla incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos…Y no hay que alucinarse. El terror es un medio de gobierno que aún produce mayores resultados que el patriotismo y la espontaneidad”.

Refiriéndose al sanjuanino, nuevamente el diario ‘La Prensa’ publicó: el 23 de marzo de 1880: "Donde quiera que ha puesto la mano, ha dejado rastros de su carácter procaz y sane vario. Él ha ordenado a sus subalternos el degüello de los prisioneros, ha mandado clavar en picas las cabezas de los que combatían contra autoridad y colocarlas en el trayecto de las vías públicas. Él dictaba la sentencia de muerte de un centenar de solados amotinados y mandaba a tomar a un jefe sublevado y por toda instrucción decía al general encargado de esa misión que lo fusilara sobre tambor”.

Está claro que sarmiento no era quien ejecutaba con sus manos acción militar alguna, ni guerreaba en duelo alguno; para eso tenía sus esbirros, sus ‘Sicarios’ orientales que seguían sus instrucciones desde su cómodo sillón en el centro de la ciudad, orgullosamente vestido a la moda francesa.

Este es el ‘Padre del Aula’ según la Historia Oficial que se intenta ocultar a la sociedad de ayer y de hoy.

Es evidente por las propias palabras de sus protagonistas que, para Sarmiento, y lo expresa sin rodeos, el terror era el arma a utilizar, y que esto no tenía nada que ver con cuestiones de patriotismo. Por supuesto, ni Sarmiento ni sus allegados dispararon un solo tiro; sus órdenes las daban cómodamente desde un sillón en Buenos Aires. Para ejecutar sus planes contaba con sus matarifes orientales, quienes, ‘civilizadamente’ protegidos por sobornos económicos, llevaban a cabo la represión.

La supuesta idea de ‘pacificar’ a las provincias que de por sí estaban viviendo en paz no era, pues, sino un pretexto para llevar la guerra al interior y hacer tierra arrasada con sus pueblos; con sumo placer, meticulosidad y avidez.

Así, Paunero, desde Córdoba y por orden de Mitre, salió a cazar—literalmente—provincianos, mientras que otros sicarios como Rivas, Sandes y Arredondo se expandían por el interior, dirigiéndose hacia Cuyo para imponer la “unidad a palos” que Rivadavia había pregonado. Esta unidad servía para subyugar al país al dominio anglo-porteño, que debía cumplir las órdenes del Imperio Británico, transmitidas a través de sus amanuenses locales.

Por ejemplo, Sandes actuaba bajo las órdenes de Sarmiento, quien a su vez informaba a Mitre sobre las matanzas masivas—sin distinción de sexo o edad—que Sandes ejecutaba bajo su mando.

Por eso Mitre que era –según él- un hombre de ‘Principios’ le dice a Marcos Paz, ese otro asesino, que “mejor que entenderse con Peñaloza, es voltearlo. Aprovechemos la oportunidad de los caudillos que quieren suicidarse para ayudarlos a bien morir”,

En su raid de destrucción, los cazadores se llevaban a las mujeres de los ranchos, antes de incendiarlos, para hacerlas servir por la soldadesca porteña, en las llamadas ‘casas de la perdición’ (sic).

Dice el historiador riojano Ricardo MERCADO LUNA “El mitrismo, en su choque con la montonera, prendió todos estos fuegos. Redujo a cenizas viviendas y edificios, carbonizó seres humanos, alentó los ardores del odio, modeló y avivó pasiones por la liberación. Penetró a fuego y sangre sembrando muerte y desolación. Echó fuego por los ojos. Atizó el fuego de la destrucción”.

Ese terrorismo a cielo abierto –subraya Horacio Raúl CAMPOS fue perpetrado durante la dictadura de Mitre (1862-1868), quien fue secundado por el ‘maestro del aula’, Domingo Faustino Sarmiento, maestro también a la hora de instigar el degüello o la horca de opositores. Los hechos ocurrieron entre 1862 y 1868, pero siguieron durante la presidencia de Sarmiento (1868-1874) con la persecución, torturas, fusilamientos e incendios y robo de propiedades, a todas las familias humildes y desarmadas.

El terror no cesaba: Paunero, Sandes, Rivas y los demás se entregaban cada día con mayor voracidad a una espiral asesina, y las muertes por fusilamiento o degüello, fueran o no soldados federales, se sucedían sin fin.

¿Quiénes eran los salvajes?

Dice Sarmiento: “Sandes ha marchado a San Luis... Si va, déjelo ir. Si mata gente, cállense la boca. Son animales bípedos de tan perversa condición que no sé qué se obtenga con tratarlos mejor" (carta de Sarmiento a Mitre, marzo de 1862).

Es importante prestar atención a los términos empleados por Mitre y Sarmiento al relatar los crímenes cometidos por estas miserables huestes mercenarias. No sería la primera vez que mercenarios sirven a los designios masónicos e imperiales; recordemos, por ejemplo, a Garibaldi en nuestros ríos.

Por orden de Sarmiento Sandes después de la batalla de Aguaditas dice “como el de Sandes después de Aguaditas) donde dice: "Entre los prisioneros se encuentran el sargento Cicerón Quiroga, capitán don Policarpo Lucero, ayudante mayor don Carmelo Rojas, tenientes don Ambrosio Medina, don Ignacio Bilbao, don Juan N. Vallejo y alféreces don Ramón Gutiérrez y don Juan de Dios Videla. Todos ellos han sido pasados por las armas, según orden de V.E." (11 de marzo de 1862)

En 1863 Mitre nombra a Sarmiento director de la guerra y le dice "quiero hacer una guerra de policía. La Rioja es una cueva de ladrones que amenaza a todos los vecinos y donde no hay gobierno que haya la policía. Declarando ladrones a los montoneros sin hacerles el honor de considerarlos como partidarios políticos ni elevar sus depredaciones al rango de reacciones, lo que hay que hacer es muy sencillo". T

¿Qué significa ‘muy sencillo’? Tal vez para no comprometerse, no se lo dice directamente, se lo insinúa, pero el loco Sarmiento, que además de buen entendedor y resentido como era, siente un aborrecimiento visceral hacia todo lo que huela a criollo, a hispano, no necesita mucho para embalarse, comienza una matanza salvaje contra el gauchaje de las provincias.

Siendo Sarmiento Director De La Guerra y Gobernador de San Juan, tenía las manos libres: declara la intervención de las provincias vecinas. Como no tenía atribuciones para eso, recibe la queja del ministro Rawson y Sarmiento le contesta a Mitre (Presidente): "Todo lo que nos divide es que yo he sido siempre hombre de gobierno y usted no. Ni quiere, ni acaso pueda serlo". Bueno, en eso no se equivocaba el sanjuanino...

Sarmiento declara el Estado De Sitio en las provincias vecinas y se dedica a confiscar bienes y exterminar opositores y a los que supone cómplices de los Federales.

Como Mitre trata de detenerlo, por ser para él, ya demasiado evidente y excesivo, Sarmiento dice "Yo mandé a ejecutar a Baouna (estanciero de tradición federal), el gobernador de Mendoza por mi orden ha hecho ejecutar la sentencia a un Fonsalida (también estanciero), Sandes (uruguayo al servicio del ejercito de línea) ejecutó a Minuel (un paisano) en las Lagunas".

Amparado en el Estado De Sitio manda a matar por abigeato a un pobre paisano "a la pena ordinaria de muerte que se ejecutará a tiro de fusil en la plaza principal de la ciudad, debiendo ser descuartizado su cadáver y puesta su cabeza y cuartos en los diversos caminos públicos" (J. Victorica) y se jacta ante Mitre. "Es de admirar la pasión con que la chusma ha entrado en el movimiento, fusilaré media docena de pícaros".

Sarmiento le escribe en Marzo de 1863 a su colega, Mitre, diciéndole que hay que dejar que sus oficiales maten gente, hay que callarse la boca. Porque los provincianos como Peñaloza (¿él no lo era?) eran solo animales..

Es que para Sarmiento los gauchos del interior y la gente común no son, no tienen el status de soldados ni partidarios políticos; son ladrones, vándalos, piratas y por lo tanto hay que hacerles, como hemos venido diciendo, una ‘Guerra de Policía’ y eliminarlos a todos donde se los encuentre. No se les aplica el Derecho de Gente ni son prisioneros de guerra.

Era la política de la destrucción física y los que pudieran eventualmente sobrevivir serían descastados, sin hogares, sin familia sumergidos casi en una esclavitud.

En Punta de Agua, entre San Luis y el oeste de la Pcia. de Córdoba en 1863, Sandes e Irrazabal al hacer esa ‘guerra de policía’ hizo que todos sus habitantes y soldados federales rendidos, fueron degollados; no hubo prisioneros.

Además, el ejemplo de ‘Punta de Agua’  ilustra cómo estas ideas se llevaron a la práctica, con la aniquilación de habitantes y soldados rendidos ,sin ninguna compasión; típico accionar anticristiano y masónico que ignoran piedad alguna

 

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CAPÍTULO 11

 

XI.-EL ASESINATO DEL ‘CHACHO’ PEÑALOZA-LA CEGUERA DE CIERTOS  FEDERALES

 

El 12 de Noviembre de 1863 Irrazábal (del ejército de línea) toma a siete paisanos partidarios del ‘Chacho’ Peñaloza (retirado de la lucha) "y acto seguido se les tomó declaración" en el "cepo colombiano", (que consiste en poner al hombre en cuclillas y con un fusil al hombro atarlo con cuero mojado hasta que muere descoyuntado). Seis mueren en el tormento y el séptimo revela el paradero del Chacho, retirado de la lucha en casa de una familia.

La partida de Vera lo sorprende al Chacho desayunando con la familia: "¿Quien es el bandido del Chacho?" preguntan. "Yo soy el general Peñaloza, pero no soy un bandido" y entrega su cuchillo. (Peñaloza tenía el grado de general otorgado por Urquiza).

Sin mediar palabra Irrazabal toma una lanza y la clava en el vientre del Chacho que se entregaba desarmado, en presencia de la familia y la hijastra menor. Le saca una oreja y se la manda de regalo a Natal Luna (de La Rioja) y le corta la cabeza poniéndola en una pica en la plaza de Olta. Sarmiento premia a Irrazabal y a Vera con un ascenso.

Cuando Irrazabal asesina a Peñaloza el 12 de Noviembre de 1863, el ‘educador’ Sarmiento exultante le escribe a Mitre el 18 de Noviembre de 1863 y le dice aquel famoso y triste párrafo que resuena sin castigo hasta hoy: y que arriba hemos reproducido parcialmente:  ”He aplaudido la medida precisamente por su forma. Sin cortarle la cabeza aquel inveterado pícaro y ponerla en expectación, las chusmas no se habría aquietado en seis mes”. Doña Victorica Romero de Peñaloza es llevada encadenada a San Juan y obligada a barrer la plaza. Luego serían confiscados todos sus bienes.

Se trata de la célebre “Guerra de Policía” que Sarmiento no solo ordenaba y dirigía, sino de la que además se jactaba. Tras conocer la masacre del pueblo paraguayo durante la Guerra del Paraguay, le escribió a Mrs. Mann: “Es preciso purgar la tierra de toda esa excrecencia humana”. Muy ilustrativo el “padre del aula” (sic), y encima le dice eso a una de sus maestras, Mary Tyler Peabody Mann, quien ha sido considerada no solo maestra, sino—¡nada menos!—reformadora educativa de origen estadounidense. ¡“Reformadora”! Como puede deducirse, íbamos por mal camino…

José Hernández, poeta y escritor, se muestra impactado, anonadado y horrorizado por el crimen, y comenta que este acto ha convertido a Peñaloza en un mártir del Federalismo, lo que implica que el asesinato tuvo un gran impacto en la percepción pública y en la historia del movimiento federalista en Argentina, declarando que el Federalismo tiene un nuevo mártir.

Del mismo modo se horroriza Olegario V. ANDRADE en una extensísima declaración escribió que Mitre, después de la batalla de Pavón, “lanzó a las provincias su legiones mercenarias…y que sobre las ruinas de Mendoza, amontonó Rivas otras ruinas, esta vez, de hombres…

En otros párrafos menciona que “En Caucete y Valle Fértil, Sarmiento realiza sus venganzas de demencia y barbarie…..Sandes, ese bárbaro, ese salvaje pasa a cuchillo a centenares de argentinos  y se goza en su suplicio y su muerte….¡en dos años más de cinco mil víctimas!...Los extranjeros como Sandes, Rivas, Paunero realizan una carnicería espantosa…Horror …Ni un solo día de paz, ni una sola esperanza de reparación!!”.

Y refiriéndose al gobierno de Mitre dice que “La Republica Argentina  no ha tenido un gobierno más funesto que le haya costado más lágrimas, ni haya vertido más sangre para saciar su fiebre satánica de dominación”.

Véase los adjetivos que utiliza a borbotones Andrade que no puede incrédulamente entender semejante e inigualable matanza de criollos.

La historia oficial como no pueden borrar de la existencia a Andrade, Hernández, Guido y Spano, etc, optan por permitir la vigencia de ellos en su faz literaria escondiendo sus pensamientos políticos y sus testimonios en primera persona del desaguisado del Unitarismo a lo largo de décadas limpiando las vidas de aquellos argentinos que se opusieron al sojuzgamiento constante y permanente por parte de los títeres del Imperio Británico.

Alberdi al respecto decía con referencia al ‘Chacho’ Peñaloza: el Chacho no usó de la coerción que casi siempre los gobiernos cultos necesitan para lla-
mar los varones a la guerra".
. Diciendo, además, que el ‘Chacho’ pobre, desnudo de recursos, prisionero, fue muerto, asesinado, alevosamente.

"El Chacho, pobre y desnudo de recursos, arrastraba la mitad de la República, que lo seguía por simpatía.

“Su adversario, a la cabeza del gobierno de San Juan y con todos los
recursos de la República..., temblaba de miedo y de impotencia ante la
popularidad del Chacho; y de miedo, como es visible en su libro, lo hizo
matar alevosamente"

Ahora entendemos por qué el gobierno de Sarmiento no dejó de usar jamás la la violencia sobre los reclutados o sobre sus familias para llamar a los varones a la guerra y también para otros menesteres!. ¡Es la ventaja de ser culto! En cambio el 'Chacho’ como no lo era, no necesitaba seguir viviendo.

Queda probado ahora cómo hacía Sarmiento para forzar la leva:, con violencia y coerción, como bien él dice. ¿Y Cómo lo lograba? Gracias a que él mismo [Sarmiento] pertenecía a la población ‘culta’ (sic)…y como tal, tenía el derecho- no se sabe fundado en qué-  de reclutar la soldadesca a la fuerza. En cambio, el pobre Peñaloza no necesitó la fuerza; esto es, el pueblo en masa lo seguía voluntariamente.

Sarmiento sigue su derrotero verbal sin mengua, y repetimos lo que dice a Mitre: "Si el coronel Sandes mata gente (en las provincias) cállense la boca. Son animales bípedos de tan perversa condición (esos provincianos que defienden sus autonomías) que no se que se obtenga nada con tratarlos mejor" (Informe de Sarmiento a Mitre, 1863).

¿Animales? ¿Bípedos?. Es que los visitantes extranjeros, lejanos de cualquier  partidismo ideológico comprobaron, como Charles Darwin que “el gaucho es extraordinariamente generoso, humano y hospitalario y muy modesto al mismo tiempo consigo mismo y el país, extraordinariamente audaz y valiente, jamás grosero e inhóspito”.

"Los sublevados serán todos ahorcados, oficiales y soldados, en cualquier número que sean" (Sarmiento, año 1868).

Y, puesto que hablamos de degüellos, los cuerpos degollados eran exhibidos en postes a lo largo de los caminos como señal de advertencia. Entre los masacrados figuraban: El General Jerónimo Costa, cuyo delito fue defender la Isla Martín García contra el enemigo francés; Santa Coloma; el Coronel Martiniano Chilavert, uno de los principales defensores, junto a Brown y Mansilla, de la heroica defensa de la Vuelta de Obligado en 1845. También brutalmente asesinado fue Vicente Peñaloza de quien José Hernández describe como “…un patriarca, héroe y general del ejército Nacional a las órdenes de Urquiza y Derqui, prestigioso y valiente soldado y militar…” .

José Hernández escribe “…la cabeza del General Peñaloza, el hombre ennoblecido por su inagotable patriotismo, fue llevada al bárbaro Sarmiento como prueba del buen desempeño del asesino. El unitarismo tiene un crimen más que escribir en la página de sus horrendos crímenes. El partido que invoca la ilustración y el progreso, acaba con sus enemigos cosiéndolos a puñaladas. Matan por índole perversa. Maldito sea el partido envenenado con crímenes que hace de la República Argentina el teatro de sus sangrientos horrores…” Alberdi exclamó “…la vida real del Chacho no tiene un solo hecho de barbarie igual al asesinato del que fue víctima…” .

Alejo Peyret residente en Entre Ríos, escribió “…Sarmiento, partidario de la intolerancia, es un Robespierre: civiliza a cañonazos y bayonetazos

Esta limpieza tenía además otro propósito: conscientes de su culpa y de ser los artífices de la destrucción de su propia patria, preferían no dejar testigos que, en el futuro, pudieran denunciarlos y señalarles como homicidas de su propia gente.

Sin embargo, tanto Mitre como Sarmiento, organizadores del genocidio con el fin de forjar su país a sangre y fuego, no se ensuciaban las manos. Ellos limitaban sus acciones a dar órdenes y a proveer el armamento moderno que, cortésmente, les proveían los ingleses: cañones, rifles a repetición, piezas de artillería llamadas prusianas, los cañones Krupp, y en la segunda guerra contra el jordanismo en 1873 serán utilizados por primera vez los fusiles Remington en el ejército nacionalizado por Buenos Aires.

La superioridad numérica o la destreza de sus cuadros Federales ya no resultarían eficaces para enfrentar a la artillería e infantería nacional mucho mejor equipadas técnicamente en una guerra regular. Así aquella era  contrarrestada por el armamento, la organización y la disciplina de las tropas Unitarias contra los cuales poco podían hacer los pobres habitantes del interior y todo el pueblo Federal, casi desarmados, apenas con lanzas, chuzas, sables, trabucos, fusiles, tercerolas.

¿Entonces quiénes hacían el trabajo sucio? Eran los Unitarios ‘colorados’ que, como los hunos y Atila, entraban a nuestro territorio para cumplir ese cometido sin piedad, con rapidez y sin pausa.

Como ya se dijo arriba, el principal artífice fue Venancio Flores, y bajo su mando actuaban Wenceslao Paunero, Ambrosio Sandes, Pablo Irrazábal, José Miguel Arredondo e Ignacio Rivas. Este sexteto de la muerte, oficiales con ‘bill de indemnidad’ total, comandaba tropas bien pertrechadas para llevar a cabo una brutal limpieza a sangre y fuego. No hicieron distinción: niños, ancianos, mujeres de todas las edades y pobres gauchos desarrapados, descalzos y subalimentados eran masacrados. Además, recibieron la orden de quemar pueblos y ranchos, de modo que los sobrevivientes tenían que exiliarse, trabajar como esclavos o refugiarse entre los indígenas, pues ni siquiera les quedaban techos donde cobijarse.

José Hernández, uno de los testigos y a la vez, víctima dijo sobre Mitre: "Los seis años de su gobierno .fueron una noche de horrores, de duelo, de lágrimas y devastación dentro; y fuera de la República Argentina. En ese abismo de sangre se hundieron todos los beneficios adquiridos hasta entonces, todos los progresos que habían alcanzado los Estados Federales, cayendo bajo el sable de los verdugos las cabezas de cuantos abrigaban un pensamiento contrario a la política dominante, y desapareciendo todas las ideas de libertad de orden, de justicia, de derecho y de organización... En esta sección americana, Mitre ha sido un cometa de sangre, un flagelo devastador un elemento de corrupción, de desquicio, y dan testimonio de su existencia los huérfanos, las viudas y los inválidos." Y agrega: “Existen allí pueblos como La Rioja, donde el cuchillo y el incendio lo han reducido todo a escombros, cuyos hijos han sido perseguidos y muertos por millares, cuyas familias han sido arrastradas cautivas al campamento de ese mismo Arredondo, procónsul del presidente Mitre en la época aciaga de su Gobierno de doloroso recuerdo”.

En otro testimonio de lo vivido dice Hernández: “"Las lágrimas y la sangre del pueble argentino ha corrido a raudales bajo la influencia guerrera de D. Bartolomé Mitre, que no ha tenido jamás pensamiento de paz, un impulso de su espíritu ni un giro de su inteligencia a favor del orden, de la fraternidad y de la armonía que debe reinar entre hermanos." Y agrega: "Millares de viudas, millares de madres desoladas, enjugan todavía en medio de la miseria, en el silencio del hogar, cubiertas con el mantón del duelo, las lágrimas que les arranca la pérdida de sus esposos o sus hijas, cruel y fríamente sacrificados por ese hombre en las guerras estériles, absurdas, a que lo ha empujado su hipócrita ambición. Los huérfanos gimen en la pobreza, los inválidos mendigan una limosna de la caridad pública, y no hay un solo rincón en estas tres Repúblicas (se refiere a la Argentina, Uruguay y Paraguay) donde no exista grabado con caracteres sangrientos el nombre de Bartolomé Mitre, donde no haya alcanzado su influencia de devastación y de ruina. Gobernó muchos años la República Argentina, y sus procónsules establecieron en el interior el nivel del sable sobre todas las cabezas. Prostituyó todos los sentimientos nobles del ciudadano; despilfarró la hacienda pública, para hacer la fortuna de sus cortejantes y aduladores; atacó todas las libertades, atropelló todas las garantías, usurpó todos los derechos, y fue el mandón más autoritario y despótico que ha existido, después de Rosas."' ,

La desafortunada y errónea última afirmación de José Hernández cuyo pensamiento federal de corto vuelo no supo ver que la causa de todo lo que lo afligía por las matanzas y tierra arrasada del Unitarismo era consecuencia de la derrota del gobierno federal soberano que representaba Rosas. Caído éste, cual  muro de contención a los ataques mancomunados de los Imperios europeos, del Brasil y sus amanuenses bien remunerados nativos, toda independencia desaparece.

La ceguera persistente de hombres bien intencionados como José Hernández, Rafael Hernández, Carlos Guido y Spano, Olegario Andrade, el Chaco Peñaloza,  Felipe Varela, entre otros, contribuyeron, y no en menor medida, a la hecatombe de nuestra nacionalidad, a nuestra integridad territorial, al menejo de nuestras riquezas.

Estos hombres con sus pocos conocimientos de la realidad continental en la cual nuestra patria, estaba inmersa, desconocieron la representatividad popular de Rosas y sirvieron con  su innegable ignorancia y un patriotismo estéril, a ser fácil presa de las fuerzas hegemónicas ayudando a la confusión del pueblo federal en la falta de un adecuado conocimiento de quienes supieron enfrentar –hasta Caseros- a la entente invasora en alegre contubernio con el Unitarismo. Decimos ‘hasta Caseros’ porque lo que sigue es efecto directo de ésta.

 

Las secuelas fueron desoladoras y miles de paisanos pagaron con sus vidas esa desatinada y pavorosa ignorancia, que se pagó con creces…..

 

*****

 

CAPÍTULO 12

                                    

                                         “La Constitución Política

 

“Yo A Un Buen Gobernante Le Diría:
Por Toda Atribución Coge Un Garrote
Y Cuidando Sin Vil Hipocresía
Que Tu Celo Ejemplar El Mundo Note,
Tu Justicia, Honradez Y Economía
Y Que Nadie Esté Ocioso Ni Alborote,
Ház Al Pueblo El Mejor De Los Regalos;
Dadle Cultura Y Bienestar, A Palos”.-

                                        

                                         Felipe Pardo Y Aliaga (Peruano - 1806/1864)

 

 

XII.-NUESTRA SUBORDINACIÓN IDEOLÓGICA, CULTURAL Y ECONÓMICA

 

Como bien dice Marcelo GULLO, Los ingleses han impedido desarrollar la economía con valor agregado para que nuestro país siga consumiendo crédito y se siga endeudando sin posibilidad alguna de cubrir las deudas en algún momento.

La primera subordinación es la ideológica-cultural.

La segunda es la subordinación económica –segundo paso una vez logrado la primera-que siempre ha sufrido nuestro país. Es un reaseguro.

Los ingleses con los EEUU no pudieron. EEUU se hizo grande a partir de su proteccionismo económico (y no al revés) que lo aprendieron justamente de los ingleses que intentaron, infructuosamente, introducirlos en el libre comercio, sistema que los ingleses, por supuesto, no aplicaban dentro de su país.

Hoy día la la ideología de subordinación tiene 2 formas: primero, el ‘liberalismo’ –modo actual de llamar al Unitarismo que ya desde antes de la Batalla de Caseros hasta nuestros días introducía en nuestro continente el iluminismo, la hispanofobia, el nacionalismo de campanario, el libre comercio.

Digamos que en la actualidad, se suma, la otra forma de sometimiento que es el llamado ‘progresismo’ invento del poder mundial, también, que sostiene la llamada ‘ideología de género’.

Ambos, iluminismo y progresismo provocan la aceptación falaz de lo mismo: todo es relativo, no hay verdades porque no hay trascendencias; la vida del hombre es como la de los animales que no tienen conciencia ni del pasado ni de futuro. Así los argentinos dejaremos de ser nación al entender que no hay trascendencia y vivimos cambiamos de collar según la época pero para nunca dejar de ser ‘perro’, es decir, esclavos.

La agresión unitaria vuelta contra su propia nación reconoce varias etapas, algunas coincidentes cronológicamente y otras en distintas etapas..

El Unitarismo comienza su actividad intelectual y militar marcadamente reconocible con  Rivadavia, Lavalle y el fusilamiento de Dorrego.

Con el ascenso de los Federales comandados por Rosas, aunaron también allí desde la oscuridad, los asesinatos de varios gobernadores a la par que seguían con su prédica mendaz y contraria a los intereses nacionales.

Posteriormente a Caseros, ya no sujetos a actividades clandestinas, tomando el poder del país se dedicaron militarmente a asesinar a miles de cristianos de su nación, inermes ante el poderío militar nuevo de las huestes triunfantes en Caseros, Pavón y la guerra del Paraguay.

A la par se desató una guerra cultural, institucional, que desembocó, necesariamente, en una tergiversación de nuestra historia patria y de la entrega de las riquezas del país, como lógica consecuencia. Hemos hablado arriba de las acciones militares. Ahora ahondaremos en la guerra cultural emprendida por ese grupo pequeño pero poderoso económicamente emprendida contra sus propios habitantes, creando una Historia Oficial, ‘ad usum’ de sus intereses particulares y de sus amos, la Banca Internacional.

Como puntualizó Juan Carlos NEYRA la mendacidad liberal  ha llevado a décadas de falsas enseñanzas de la historia que fueron estructurando la tradición de la mentira sostenida por una educación y pedagogía dolosa. Y que, todo ello, desemboca en el desarraigo y en la muerte espiritual cuando no en la muerte física de nuestros hombres nativos.

Y todo ello necesitó el fuego de las armas como expresión de sostén material del ahorcamiento de nuestra patria, y la base fue el odio liberal, constante de la historia argentina que no conoce límites. Consiste en una suerte de miedo, resentimiento espíritu vengativo, rabia contra sí mismo. Cuando se asegura el poder tortura, fusila, es implacable con el adversario que más odia cuanto más argentino es

VI.- (I).- Domingo Faustino Sarmiento, genotipo de un traidor, ignorante, soberbio, contradictorio, y de un dudoso equilibrio mental

Volviendo a la ‘guerra de policía’ que hacia Sarmiento, éste dejó de lado los valores hispanos y cristianos y solo le interesó la instrucción; los valores que el sanjuanino le interesaba eran los de países extranjeros.

Mucho antes de la Batalla de Caseros comenzaron, de forma paulatina, las destrucciones del Virreinato del Río de la Plata motivadas por intereses ingleses, franceses y luso-brasileños. No olvidemos que, además de las invasiones inglesas como primer episodio, hubo numerosas intrigas en las que destacaron figuras como Moreno, Rodríguez Peña y otros.

Sarmiento, Mitre, Vicente F. López, Fructuoso Rivera, Andrés Lamas, Manuel Herrera y Obes, Florencio Varela, entre otros conspicuos miembros del Unitarismo  centralista venían fogoneando las intervenciones franco-inglesas en la región.

Al respecto, una poco conocida carta de Sarmiento al Encargado del Gobierno de Gran Bretaña en Buenos Aires, Henry Southern, escrita desde Chile el 20 de Enero de 1850, que nos trae el historiador salteño Adolfo CASABLANCA.

La carta en cuestión es sumamente extensa y nos muestra la psicología del sanjuanino, sus enormes y permanentes contradicciones, su no negada prosternación ante Inglaterra y Francia. Sus traiciones a la patria que lo vio nacer. Y que todo ello va prefigurando sus acciones a posteriori de la batalla de Caseros que sumirían al país en un caos, en una derrota espiritual y cultural, y en una entrega a manos llenas de nuestras riquezas materiales y económicas al Imperio Ingles y a la Francia siempre corriendo ésta detrás de los principales intereses británicos.

Nos muestra de primera mano el pensamiento de los antirrosistas, su concepción de lo que debía ser la patria, basadas en ideas librescas y no en realidades de nuestro terruño. Todo ello desembocaba en la ya manifestada infravaloración de nuestras capacidades que se han ido extendiendo hasta el presente en que el argentino se ve y nos ven como incapaces de elegir nuestro destino.

Vamos ir haciendo un análisis de algunos párrafos intercalando y subrayando la pléyade de patológicas afirmaciones que Sarmiento expresa en su soberbia nunca desmentida.

Posicionémonos en el período de la Confederación Argentina de 1850: Habían sido solucionados los temas con Francia e Inglaterra en sendos acuerdos. La Confederación, ahora sí, comenzaba a brillar más que nunca, a despegar internamente y externamente como una potencia continental. También económicamente comenzaba a desarrollarse dado el período de paz en que nos encontrábamos. Rosas brillaba como el Gran Americano reconocido en todo el mundo.

Ante ello, los Unitarios que solo les quedaba la plaza de Montevideo, veían caer sus intenciones políticas y Sarmiento rechinando sus dientes se angustiaba por toda la situación.

Es por ello que le escribe la citada carta  Southern, pidiéndole ‘explicaciones’ (¿?) en forma a veces aireada de por qué habían pactado con Rosas y lo contraproducente que sería eso….para los intereses de Inglaterra!!!, sugiriendo al mismo cuál debería ser la política que deberían seguir con la Confederación, lo que implicaba un insulto al diplomático inglés por entrometerse en algo que estaba fuera de su jurisdicción.

Veamos, pues unos primeros párrafos de la carta

“Yo no creo en los exterminios, ni en las deportaciones, ni en los destierros de órdenes superiores, ni en la violencia ilimitada. No creo que haya que recurrir al
método de la persecución, ni al de las leyes de excepción, ni al de los consejos de guerra: por lo contrario, creo en las instituciones legales, en la energía de las leyes, en la acción de los gobiernos regulares, y en el auxilio de la opinión pública.[…]

“Pero si se trata de imponer un gobierno por medio de la fuerza ilimitada, yo protesto contra ello. El gobierno debe apoyarse en la ley, en la moral, en la opinión pública, y en la fuerza moderada de la autoridad.[…] ………………

Yo no quiero que la República Argentina vuelva a ser un país de emigración y de exterminios; quiero que sea un país de trabajo, de paz y de seguridad, en donde la industria se desarrolle, y en donde las familias vivan tranquilas. No deseo que los argentinos sufran los azotes ni las persecuciones; deseo que gocen de las garantías que da la ley, y de los derechos que reconozcan las instituciones. Si Su Señoría pregunta si la autoridad debe ser firme, yo respondo que sí; pero si pregunta si debe ser arbitraria, yo respondo que no.La autoridad debe ser ilustrada, moderada, y al servicio de la libertad.]…]

“Yo creo, y lo repito encarecidamente, que cuando en Buenos Aires se ha manifestado una actividad que parece peligrosa, es preciso examinarla, juzgarla y corregirla mediante la acción de la ley y la educación. La fuerza por la fuerza sólo engendra odio y venganza. La República debe fundarse en la razón y en la prudencia, y en el respeto de los derechos individuales. Si bien el jefe del gobierno debe ser vigoroso, no debe ser cruel; y si tiene que castigar a los culpables, debe hacerlo con pruebas y con respeto al derecho.”

En todo lo que expresa Sarmiento se advierte una hipocresía extrema: aquello que afirmaba no creer ni apoyar fue precisamente lo que, junto a Urquiza, Mitre y otros masones, llevó a cabo: exterminio, deportaciones, destierros, violencia ilimitada, aplicación de leyes de excepción o, directamente, acciones fuera de todo marco legal contra el pueblo y sus intereses. Actuaron sin pruebas para justificar las sanciones y violando todo tipo de derechos.

Sarmiento prescindió de la opinión pública para ejercer una violencia no solo física sino también cultural, revirtiendo la naturaleza de nuestra sociedad y de sus habitantes. Durante años sometió a la población al poder de la espada —como ocurrió luego en Paraguay— sin la moderación que él mismo decía considerar necesaria.

Puso en práctica lo que en la carta desestimaba: la fuerza por la fuerza, generando odios y venganzas, con una crueldad sistemática con sus sicarios Orientales que hemos venido describiendo.

En síntesis, eso fue lo que Sarmiento hizo, en abierta contradicción con lo que sostenía en la carta que analizamos. Esto no revela ignorancia alguna (en algunos aspectos), sino un plan premeditado que comenzó a ejecutarse apenas terminada la batalla de Caseros, borrando con el codo todas sus opiniones sobre lo que debería ser un buen gobierno, proclamadas en esa misiva.

Lo que sigue en la carta privada puede sorprender: Sarmiento habla bien del gaucho argentino, de sus virtudes, de su dignidad y de su integridad, en contradicción con lo que afirma en varios de sus libros. Esto sugiere que no hablaba sin conocer el valor y características de nuestros hombres y que, por tanto, obró por intereses puramente comerciales, lo que profundiza la sensación de traición que resulta evidente.

Transcribiremos varios párrafos, de gran interés para el estudio, respetando la grafía original:

“Su Señoría no me negará que las masas de Buenos Aires, son menos estólidas, menos embrutecidas, menos insensibles a todo sentimiento moral, que las masas irlandesas, a quienes la miseria impulsa fatalmente a los desórdenes i a los crímenes…[…].

 “…Me atrevo a asegurar a Su Señoría que la población de Buenos Aires, í el más negado gaucho de la campaña, cuan bárbaro es, es mil veces más racional, mas adelantado que las masas inglesas de las campañas i los trabajadores de las minas í los millones de hombres í mujeres que emplean las fábricas de Liverpool i Birmíngham, embrutecidos por el uso inmoderado del aguardiente, anímalízados por diez í ocho horas de trabajo, que la ignorancia, la inmoralidad, el abatimiento i la miseria aumentan cada día. Hablo, Señor, con conocimiento de causa. A más de los informes pasados al parlamento inglés sobre estos tristes detalles, de todos conocidos, cuento para espresarme así con mí examen personal. Los carlistas ingleses de las clases menesterosas, los del país de Gales, no tienen cotejo ní en La Rioja, ni en las provincias oscuras de la República Arjentína. Son bárbaros horribles aquellos, que incendian las casas de los propietarios, por manía de cometer crímenes en los que son guiados por profetas i por tradiciones absurdas ….[…]

Aquí Sarmiento reconoce la superioridad moral del criollo frente a las masas europeas (irlandesas, inglesas, galesas), cuya miserable situación material, producto de la Revolución Industrial dejaba miles de personas sin trabajo y en la miseria; todo esto lo tenía muy presente. Para él, la racionalidad de nuestro pueblo es muy superior a la de los ingleses de la campaña.

 “…Se ha derramado sangre entre nosotros, porque la autoridad lo ha querido; pero no se ha atacado a la propiedad nunca. ni aun en las épocas más terribles, siendo solo los gobiernos los que han ordenado la confiscación como las matanzas. Su Señoría puede pasearse a deshora por las calles más apartadas de Bue-nos Aíres, sin temor i sin peligro, aunque lo reconozcan inglés, mientras que en Londres, en la City, yo he sido detenido por el políceman de día en una calle, diciéndome: "no entre usted porque lo desnudarán i la autoridad no puede protejerlo". ¿Por qué, pues, Señor, sobrevendrían las más grandes calamidades al país, porque cesase un orden de cosas en Buenos Aires, que supone la depravación de costumbres, los hábitos de crimen í de desorden que realmente no existen? …[…]

“La propiedad se respeta más en nuestras tierras —dice Sarmiento— que en Inglaterra, donde existen depravaciones de costumbres, hábitos delictivos y desórdenes en las calles que las hacen peligrosas. En la Confederación eso no sucede.

 “Convengo con Mac-Gregor, en que la ignorancia, el fanatismo del sacerdocio, la tenacidad con que la raza que habla el idioma español adhiere a todos los vicios i olvida las virtudes de sus antepasados; el mantenimiento de la viciosa lejíslacion comercial de la antigua España, la absoluta disminución en unas partes o el poco sensible aumento de población en otras, la falta de espíritu de empresa, la prevalente indolencia, la agricultura rutinera, la falta de hábitos comerciales, son más que suficientes causas para esplicar la impotente i nula condición de las repúblicas hispanoamericanas". …[…].

Pero, curiosamente, en este pasaje Sarmiento se contradice. Desglosa la consabida supuesta inferioridad del criollo —como descendiente del español— atribuyéndole mala legislación comercial heredada de España, fanatismo religioso, indolencia, carencia de hábitos comerciales y falta de espíritu empresarial. Incluso critica la tenacidad del criollo por hablar español, algo incomprensible para él. Todo eso, dice Sarmiento, explica “la impotente y nula condición de las repúblicas latinoamericanas” (sic).

Respetamos la grafía:  “Hai ademas, cualidades en el carácter español en medio de sus defectos, que pueden ser esplotadas en beneficio de la civilización son más honradas las masas españolas que las masas francesas e inglesas, Señor; i no siendo conocida en la Republica Arjentina la miseria absoluta, la degradación que en Inglaterra i Francia producen la prostitución de todo recurso, de toda esperanza, tienen menos estímulos que las precipiten en el desorden; la sobriedad española en las masas es proverbial, como la hidalguía en las clases elevadas., […]

Sin embargo, vuelve a contradecirse cuando afirma que, pese a todo lo anterior, las masas criollas son más honradas que los ingleses y los franceses. Según él, en nuestras tierras no existe la miseria absoluta ni la degradación que habría en Inglaterra y Francia; no hay desorden, y somos sobrios e hidalgos.

A estas alturas, el cúmulo de contradicciones del sanjuanino se vuelve una constante que lo acompañará toda su vida. Podemos imaginar la reacción de Southern al recorrer este volumen abigarrado de afirmaciones contradictorias e insensatas de Sarmiento.

 “La ignorancia jeneral no quita que el sentido común esté más desenvuelto en nuestras masas que en las masas irlandesas, por ejemplo, i si Su Señoría habla con un gaucho de la República Arjentina, gustará de hallarlo, semibárbaro es verdad, pero independiente de carácter, sensible al honor, hospitalario en su casa, pronto a prestar servicios desinteresados, Yo he recorrido el mundo acaso más que Su Señoría, i puedo hacer esta justicia a mis compatriotas, sin ser desmentido. …… Si Su Señoría se toma el trabajo de recorrer las pájinas de la historia de su patria, en el capítulo Cromwell encontrará la misma subversión, el mismo desorden de ideas; en el lenguaje sangriento de bs puritanos hallará el modelo del lenguaje brutal del gobierno de Buenos Aires,.. …[…]

 Sarmiento sigue en su confusión: califica al criollo de ignorante, PERO al mismo tiempo sostiene que tiene más sentido común y es más desenvuelto que el inglés: independiente de carácter, sensible al honor, hospitalario y desinteresado en ayudar al prójimo... ¡pero eso si: ignorante!

No queda claro si el ignorante es Sarmiento por no ver la incoherencia del propio juicio, o si, como sospechamos, conoce bien las virtudes de su pueblo y las oculta deliberadamente.

Más, inmediatamente afirma que el gobierno de Rosas es un gobierno desordenado en ideas. ¿Cómo puede ser desordenado un régimen que produce individuos con todas las virtudes que él mismo reconoce en el criollo?

 “El pueblo que sin excepción de persona peticiona que continúe lo mismo que detesta en el fondo de su corazón; ….

El absurdo llevado al paroxismo no da la pauta de que en algunos casos podría interpretarse que la mala fé de Sarmiento se aúna a su falta de comprensión de los sucesos históricos, ya que no puede entender como todos apoyan a Rosas y al mismo tiempo, lo detestan.

Sarmiento no comprende a su patria: desconoce sus valores, sus tradiciones, el alma del criollo y su concepción católica de la existencia.

 “Los americanos respetamos instintivamente a la Europa. Sus ciencias, su cultura, su civilización, nos hacen esperar verlas representadas en la dignidad i moralidad de sus ajentes; sus fuerzas i su poder quisiéramos encontrarlo en la energía de sus hijos, cuando defienden cosas que nuestra conciencia nos dice que son justas, que son útiles i dignas. Desgraciadamente, los hechos vienen

“Ocho años de negociaciones en el Rio de la Plata, veinte ajentes desaprobados, concesiones negadas i acordadas sucesivamente, aquel hacer i deshacer, han concluido por inspirar asco por estos poderes europeos que creíamos tan fuertes i tan intelijentes. Las pasiones hostiles de la América española cobran nuevo aliento, i las resistencias crecen por todas partes; los amigos de la Europa en América quedamos burlados, desmoralizados i oprimidos, bajo el peso de la reprobación triunfante de nuestros compatriotas, i la desaprobación de nuestra propia razón que nos dice que nos hemos engañado, dando a otros lo que nos negábamos a nosotros mismos. […]

“La Europa estaba llamada a ejercer una noble influencia en la América del Sur. Por lo mismo que vamos descaminados, ella debla mostrarnos el buen camino; porque hai en nosotros pasiones desordenadas, instintos bárbaros, preocupaciones atrasadas, ella en masa debió echarse siempre en la balanza, para prestar su apoyo, su influencia moral a los que en menos número que el común, queríamos hacer avanzar a la América en el camino del progreso i de la civilización europea. Por desgracia ha sucedido lo contrario. La Europa se ha complacido en ostentarnos solo sus miserias, i no pocas veces, Señor, sus ajentes han merecido que se les llame ingratos, pérfidos estranjeros, i a sus gobiernos se atribuyan brutales caprichos e infames aspiraciones, según se espresa ese gobierno en las barbas de Su Señoría. …[…]”.

Otro error de Sarmiento: él cree que los valores de los europeos no se ven representados en la dignidad y moralidad de sus propios representantes.

En sus palabras finales trasunta desesperación: despejado ya de cualquier diplomacia y palabras circunspectas, se entrega a un torrente verbal crítico y adjetivado que ataca lastimosamente a los ingleses por haber pactado con la Confederación.

Al insultar al representante diplomático británico demuestra su miopía y su desesperación por cambiar la conducta de esos enviados ante el gobierno de la Confederación, entrometiéndose en decisiones políticas de otros países. Parecía ya sin recursos para persuadir, dispuesto a todo con tal de lograr la claudicación de su gobierno.

Su traición, arrodillándose ante quienes admiraba, alcanza un nivel difícil de digerir aunque comprensible desde su apuesta política.

 

*****

CAPÍTULO 13

 

XIII.-BRASIL ENTRA EN ESCENA-SARMIENTO Y MITRE DESATAN TODO SU ODIO

 

Por fortuna para Sarmiento, existía el Imperio del Brasil… y también las traiciones no sólo culturales sino también militares de algunos de nuestros coterráneos —como Urquiza y Garzón.

Y, de tal manera, cuando la Confederación Argentina empezaba a disfrutar los beneficios de la paz, la prosperidad económica, como se dijo unos párrafos arriba, Urquiza a quien lo aguardaba el triunfo sobre el imperio brasileño, esclavista y expansionista prefirió el oro de éstos a la gloria, …y se vendió

 El precio, forma de pago y las condiciones están suficientemente documentadas, por ejemplo, la carta de Yungay por parte de Sarmiento-del 13 de Octubre de 1852 donde el sanjuanino lo expone sin rodeos recordándole a Urquiza todas las transacciones que hizo con el Brasil de material bélico, alimentos, pertrechos, subsidios y una suma mensual para comprar su alma…

Nada de lo que se le imputa a Urquiza fue ajeno Sarmiento, pero comenzando décadas antes que el entrerriano en la venta de su tierra a los franceses.

Sarmiento reconoce la traición de Urquiza y, también, su propia traición a la patria. En tal sentido el diario La Nación de los días 4 y 6 de octubre de 1868 expresa: "Sarmiento fue el abogado de una nación extranjera contra su país" Y "él ha sugerido y  ha hecho triunfar la idea de hacer despojar a la República Argentina de sus territorios".

La desquiciada psiquis del sanjuanino le llevaba a opinar abiertamente sobre todo y todos, sin reparo en contradecirse cuando le convenía.

A diferencia de Mitre y su hipócrita disimulo, Sarmiento, consciente de su impunidad, no dudaba en criticar incluso a Mitre. Así lo dejó ver el 26 de junio de 1869, cuando le dedicó estas “alabanzas”:

“La verdad es que Mitre en su vida ha abierto un libro. Es un presuntuoso y por su pretensión de dañar, desvaría. Es un charlatán. Es de quien quiera alquilarlo. Se ha presentado tres veces ebrio en el Senado. Es un pigmeo, un vendido...”

Si se conoce la verdadera historia de Mitre, sus estragos en el Sur y sus falsedades sobre Belgrano y San Martín, no puede negarse la veracidad de las palabras de Sarmiento, aunque, como hemos visto, él mismo no fue diferente a Mitre.

 Ya en lo referente al Paraguay Sarmiento le escribe a Mitre en una carta del en 1872. Reproducida en el diario "El Nacional", el 12 de Diciembre de 1887:

“Estamos por dudar de que exista el Paraguay. Descendientes de razas guaraníes, indios salvajes y esclavos que obran por instinto o falta de razón. En ellos, se perpetúa la barbarie primitiva y colonial... Son unos perros ignorantes...Al frenético, idiota, bruto y feroz borracho Solano López lo acompañan miles de animales que obedecen y mueren de miedo. Es providencial que un tirano haya hecho morir a todo ese pueblo guaraní.Era necesario purgar la tierra de toda esa excrecencia humana, raza perdida de cuyo contagio hay que librarse”.

Lo que hicieron las tropas de la Triple Alianza, se replicó en el interior de nuestra patria, esta vez sin la oposición militar paraguaya que tuvo el Brasil y el centralismo portuario argentino.

Las palabras del supuesto ‘educador’, ‘padre del aula’ y otras sandeces se hicieron vivas y presentes en nuestro interior sobre inermes pobladores casi desarmados en comparación al armamento moderno de los anglo-porteños.

Pero no solo era la ‘caza’ del gaucho. Oigamos al ‘valiente’ Sarmiento dar en varios artículos periodísticos sus instrucciones sobre el trato a los indios, ("El Progreso", 27/09/1844, "El Nacional", 19/05/1887, 25/11/1876 y 08/02/1879).. .

"¿Lograremos exterminar los indios?. Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa calaña no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso. Su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado

Calaña”,” asquerosos”, ”colgarlos”, ”piojosos”, ”incapaces”, hay que ”exterminarlos” nos dice el ‘educador’, el ‘fundador de escuelas, el ‘civilizado’, el miembro de la ‘gente decente’.

Esto es, hacía público algo que gente que pensaba igual solo se animaban a decirlo en privado. Sarmiento, no:

Para comenzar, es necesario aclarar que Sarmiento nunca fundó una escuela; fue Avellaneda quien realmente lo hizo, y además se opuso con vehemencia a la versión de los hechos que Sarmiento intentaba imponer, irritado al constatar que éste se atribuía logros que jamás realizó.

Este es el verdadero Sarmiento: un hombre responsable de actos atroces contra su propio pueblo, que entregó la tierra que lo vio nacer a países como Chile, Estados Unidos, Inglaterra o a quien fuera. Fue un mistificador y, como él mismo confesaba, un mentiroso consuetudinario. Se trata de uno de los personajes más bajos en la escala moral; sin embargo, es importante recordar que los iluministas suelen guiarse por lo utilitario, dejando de lado cualquier consideración sobre la dimensión moral y trascendente del ser humano.

No debe suponerse que los pensamientos y palabras de Sarmiento y Mitre fueron simples expresiones ocasionales o fruto de la pasión en medio de batallas. Tampoco que con el tiempo sus iras se hayan aplacado. No fue así.

Con los años, Sarmiento continuó lanzando ataques vehementes contra su propia patria y defendió la entrega del país a intereses extranjeros, porque, para el resentido sanjuanino, el principal problema de la nación era la expansión territorial.

Resulta irónico que no aplicara ese mismo criterio a su amado Estados Unidos. Y si para doblegar la resistencia del pueblo era necesario recurrir a la fuerza militar, no dudó en hacerlo sin ningún reparo.

En su “Proyecto de Reorganización Argentino” de 1845, al propiciar la presencia del general Paz, dice que “…a los que no reconozcan a él debiera mandarlos ahorcar, fusilar, degollar. Este es el medio de imponer en los ánimos mayor idea de autoridad” .

Ese mismo año escribe Sarmiento su ‘Facundo’ el cual refiere Alberdi que “…además de estar lleno de máximas inmorales y maquiavélicas, es un libro pernicioso, como calumnia y satiriza a la Argentina y su sociedad…”

La historia “falsificada” comienza en Caseros; lo reconoce el propio Sarmiento   “ …La batalla, para el público, puede leerse en el boletín Nº 26: Novela (¿?) muy interesante que tuvimos el honor de componer Mitre y yo… ”

Ya lo decía Sarmiento en 1845 y lo sigue diciendo en 1873. En carta a Arredondo le dice sin metáfora alguna, 12-4-1873:"Córteles la cabeza y déjelas de muestra en el camino"

¿Cómo no comprender entonces las palabras de Guido y Spano al decir que las provincias quedaron vacías, sumidas en un silencio de muerte?

De tal modo, en el camposanto que terminó guardando los restos de nuestro pueblo criollo solo se escuchó un aire silente, sordo y doliente…

La excusa ‘mitrista’ y ‘sarmientina’ para ejecutar prisioneros, mujeres, niños y demás era que no eran más que criminales y, por ende, no merecían juicio previo alguno. Se los fusilaba apenas eran detenidos. Esa fue la ‘Civilización’ en todo su esplendor.

Era cierto lo que decía Sarmiento: “Civilización y Barbarie”, pero en un sentido inverso: Los civilizados eran los gauchos del interior, mientras que los bárbaros eran los hombres de chaquetilla y frac, afrancesados y ‘lamebotas’ de los ingleses y franceses.

Además, los llamados ‘bárbaros’ por Sarmiento, a quienes tildaba de primitivos, en realidad eran todo lo contrario: figuras como Quiroga, Peñaloza, Varela y Nazario Benavidez eran cultos hijodalgos de las mejores familias hispanoamericanas, como Rosas, Pacheco, Corvalán, Anchorena y muchos otros.

El extinto Gobernador de San Juan, Nazario Benavidez cuyo gobierno se caracterizó por la tolerancia con los unitarios emigrados, como Aberastain, Sarmiento y tantos otros, cuyos servicios públicos procuró al considerarlos hombres civilizados, era un hombre bondadoso y tolerante. Éstos a los que ayudó, terminaron con su vida encarcelándolo con gruesos grilletes, torturándolo, asesinándolo arrojándolo por desde lo alto del Cabildo para luego, después de muerto, los oficiales unitarios le atravesaron el cuerpo varias veces con sus bayonetas, como bien lo describe la historiadora Cecilia GONZÁLEZ ESPUL, ante el regocijo de Sarmiento y otros Unitarios a los cuales Benavidez con su bonhomía habitual los bien trató. Benavidez era un hombre no solo tolerante, sino de ideas y acciones progresistas para su provincia desarrollando las incipientes industrias, artesanías, desarrollando la agricultura y comercio para beneficio de sus coterráneos.

Esto nos lleva a demostrar que tanto él como Mitre eran, en el fondo, meros publicistas, nada más; una turba de mercachifles que, desde Caseros, vendieron y enajenaron el patrimonio nacional, no solo material, sino también cultural y espiritual, como bien señala Ramón DOLL.

Ni Sarmiento ni Mitre fundaban sus afirmaciones en documentos sólidos; como buenos novelistas y enciclopedistas, se manejaban con slogans uno tras otros, cuyas repeticiones convertían sus fantasías en verdades inconmovibles y dogmáticas.

Como bien decía BERNASCONI, Sarmiento, más allá de su elocuente y rimbombante prosa, no era sino “pura pirotécnica verbal sin profundidad alguna, en la que la verdad huye corrida por una multitud de mentiras”.

A todo esto, Brasil se frotaba las manos, matando dos pájaros de un tiro: expandía su territorio a costa del Uruguay y Paraguay, y por otro lado, Mitre y Sarmiento despoblaban el territorio argentino, arrasándolo con fusiles, cañones y dagas, con el apoyo del silencioso Urquiza. Hacían el favor al Brasil, que veía morir a tantos criollos sin disparar un solo tiro. El trabajo sucio lo realizaban los propios militares argentinos, sicarios Orientales mediante, en un interminable banquete de sangre.

Mitre decía que “no se debe comprometer el porvenir de la causa de la libertad y de las instituciones que presenta Buenos Aires por perseguir la idea de la nacionalidad a todo trance”,

Está claro, la ‘nacionalidad’  nuestra se podía dejar de lado porque eso era tema solo de los ‘bárbaros’ de las provincias del interior. Bien gráfico, gracias don Bartolo por su confesión.

Sarmiento establece un método seguro de aniquilamiento en masa: Matar a todos. Arredondo, sanguinario lugarteniente de Mitre le recordaba – a Mitre- que dicha forma de proceder era instigada por Sarmiento, diciéndole en 1874 “…asesinatos al por mayor son los que Ud. me aconsejaba en una carta cuando me decía que corte las cabezas y las deje en el camino…” .

Aquí lo vemos a Sarmiento de cuerpo entero: “civilizando”, sí, pero a cañonazos, y por qué no a bayonetazos (¿sería por lo silencioso…?). Pero, eso sí, a lo grande, “al por mayor” cortando cabezas y “adornando” al camino con ellas

En carta a Aristóbulo del Valle en 1880 le decía” aquí en este país, no puede haber más política que la del garrote y la macana…” . Como puede leerse desde siempre y hasta sus últimos escritos Sarmiento era coherente en su pensar, decir y hacer.

Este es, el “liberal” Sarmiento ¿Será este el ideal ‘sarmientino’ que quiere imponerse e inculcarse como un chaleco de fuerza sobre el cuerpo real de la Nación? ¿Querrán nuestros “educadores” educarnos como prescribía Sarmiento que debía educarse, es decir : ¿a garrotazos!?.. como lo propuso desde siempre y hasta el fin de sus días…..

¡Digno hijo de la Revolución Francesa!. Sarmiento puede reclamar, con todo derecho, la filiación como hijo legítimo de la Comuna de París. No existe mucha diferencia entre el frío y sanguinario Maximilian Robespierre y su aventajado y descastado alumno americano

Son necesarios los arquetipos, como normas a las cuales ajustar conductas. Si una Nación toma como guía a hombres supuestamente virtuosos pero que en realidad no lo son, las consecuencias con el correr del tiempo serán funestas: caeremos en el error, provocado premeditadamente, día a día se perderá la identidad y creyendo ser lo que nunca fuimos, se cumplirá el sueño de Mitre de “…enterrar históricamente a nuestros prohombres…”, lo que en verdad implica enterrar la Nación real, histórica.

Así “enterraron” a San Martín el cual según Sarmiento fue “…castigado por la opinión, expulsado para siempre de América, olvidado por 20 años, es una digna y útil lección…”

He aquí, estimados lectores,  a lo largo de este trabajo, el verdadero rostro  de Sarmiento y Mitre sin máscara, sus intenciones y sus desprecios por todo patriota: desde el más humilde paisano hasta el propio Libertador.

El Profesor Antonio CAPONNETO, en consonancia a lo antedicho, desgrana una síntesis del derrotero de Sarmiento, en su faz psicológica, otra patológica; una faz de manifiesta inmoralidad; (a cuyo análisis remitimos al trabajo del citado autor) y una cuarta faz, que es la que hace al presente trabajo: Sarmiento poseía tanto en sus dichos como en sus hechos, una extrema crueldad.

De una crueldad verbal y en sus órdenes de índole militar, pues el sanjuanino alardeaba de un valor militar que nunca tuvo porque jamás combatió en el terreno de las armas; para ello tenía a sus sicarios Orientales que cumplían puntillosamente sus órdenes- en los fines y en los medios- que daba apoltronadamente desde un cómodo sillón en Buenos Aires.

Dice Caponnetto:  Sarmiento es el autor de un plan redactado en el año 1845 que se llama ‘Proyecto De Reorganización De La República’.  Así, en ese plan dejó asentado en forma escrita que se debe ahorcar a los enemigos. Que se debe ser despótico y tiránico, sanguinario y lo proclama con cinismo.  Este proyecto, atención, fue dado a conocer en el año 1931 por el historiador liberal Mariano de Vedia y Mitre.

“Sarmiento es responsable del asesinato del Chacho Peñaloza. Sarmiento pidió la captura y la muerte de José Hernández, el autor del Martín Fierro. Sarmiento aprobó el fusilamiento en 1856 del general Costa y de 150 hombres, cuyo delito era oponerse a los planes de Mitre y Alsina. El General Costa, había sido el héroe de la heroica resistencia de Martín García. Sarmiento es responsable del asesinato del general Benavides: lo aplaude, se burla de la viuda, se burla de los huérfanos y llama “Acción Santa” el asesinato de Benavides. Sarmiento es responsable de la campaña de exterminio lanzada contra indios y gauchos en términos durísimos que han sido muy difundidos. Y Sarmiento es responsable en 1870 del fusilamiento de los entrerrianos amotinados en Lonco-Hue en las Provincia de Buenos Aires, por reclamar ropa, alimentos y las soldadas atrasadísimos

Tenemos algunos testimonios de esta crueldad que no queremos ocultar. Otra vez el diario La Prensa del 23/03/1880 dice. “Él, Sarmiento, ha ordenado a sus subalternos el de degüello de sus prisioneros. Él ha mandado clavar en picas las cabezas de los que combatían contra su autoridad y colocarla en el trayecto de las vías pública. El dictaba la sentencia de muerte de un centenar de soldados amotinados Lonco-Hue””

“Por todos estos motivos, puntos y reunidos, el diario La Libertad, que dirigía a Manuel Bilbao lo apodó oficial y públicamente: “La Hiena”. Y éste fue el nombre con el que se lo conoció al final de sus días, ‘la Hiena’ “.

Eduardo B. ASTESANO nos presenta el derrotero que llevó a la agonía de nuestra nación y la explicación de por qué estamos hoy como estamos:” La tarea requería mano dura y el auxilio de las fuerzas del exterior igualmente interesadas en la sumisión colonial del país. A ambos recursos, la minoría oligárquica del puerto echó mano. La política de muerte al gaucho, desatada por Mitre y Sarmiento, sería continuada por medios que, no por menos evidentes en la superficie visible y audible de la colonia, serían menos violentos”.

Es que aún humeantes los restos humanos de nuestros criollos, con el desarraigo como método político, llegó la educación- en realidad debiera decirse ‘instrucción’- en escuelas, colegios y universidades que, en lugar de sanar heridas, las ocultó, negó, silenció y justificó el genocidio de pueblos y paisanos. Así se construyó una historia oficial, fantástica, irreal e irritantemente inventada, elaborada mediante planes de estudio diseñados con ese propósito. No existía posibilidad alguna —ni siquiera— de plantear dudas o cuestionar lo enseñado, bajo la amenaza del destierro social. El criollo es visto y vituperado como un maldito en su propia tierra; tanto él como quienes osen negar el ‘relato’ oficial serán perseguidos, acorralados por la violencia estatal, estigmatizados y relegados a los rincones más marginales de la sociedad.

Tras la colonización militar, llevada a cabo mediante un plan de ‘pacificación’ preconcebido por Mitre y Sarmiento, pero ejecutado con precisión por sus mercenarios orientales, vino la colonización cultural para sostener en el tiempo el despojo material y humano de nuestra nación. Se formaron a las nuevas generaciones en una historia inexistente, donde las víctimas son presentadas como vagos y asesinos, mientras que los pequeños grupos de victimarios, enajenadores de la riqueza de nuestro suelo, son retratados como gente ‘decente’ y benefactora. En realidad, estos grupos eran serviles colonizadores de los imperios europeos; sin embargo, no cualquier europeo: solo se consideraba ‘europeo’ a los ingleses y franceses, ya que los españoles e italianos quedaban fuera de esa categoría en la concepción iluminista, inmanente y anti-hispánica que los relegaba a una posición distinta dentro del imaginario cultural oficial.

De tal modo, sigue ASTESANO, “Los gobiernos liberales que surgieron en Caseros, creyeron que con la caída de Rosas todos los problemas estaban resueltos, y tuvieron que embarcarse en la más cruda política de represión, en la dictadura antipopular cerrada, que marchaba hacia dos objetivos claros para sus privilegiados inspiradores: liquidar físicamente al gauchaje, o por lo menos aislarlo violentamente en la miseria y el bajo salario; aislar a las masas argentinas del quehacer político, aniquilando por la guerra a los caudillos, y por la persecución policial al gaucho matrero, arrinconando así toda la clase trabajadora en el exclusivo campo de la producción”. La disolución de la familia criolla, mediante la eliminación del padre —ya sea en las guerras o enviándolo con cualquier pretexto a servir en los fortines u obligándolo a “exiliarse” en las tolderías— completaban el cuadro Es decir la degradación del hombre hasta sumirlo en una vida social casi vegetativa, hundiéndolo en el vicio y el abandono, olvidado de todo y de su propia historia, tal la perversa obra de los ‘redentores que vinieron después de Caseros".

 

*****

 

CAPÍTULO 14

 

XIV.-EL GAUCHO-SU DESARRAIGO Y SU DOLOR

 

En consonancia a lo expresado en estas líneas la letra del poema de la vidala de José Rafael ‘Chacho’ ARANCIBIA que nos expresa toda una melancolía y silente dolor por la suerte de nuestro pueblo, la pérdida de sus raíces a sangre y fuego y la reflexión que hace de todo ello el gaucho. Todo esto premeditadamente bosquejado por Sarmiento, Mitre y sus acólitos. Parte de esa vidala dice asi:

“…..Se apaga el sonido de la quena

Con el sueño colorao

Allá Atrás de Humahuaca

Y el hombre tiene que volver al pago

Con la cabeza gacha

 

No por haber perdido la batalla

Sino con la peor afrenta

Que pueda tener el gaucho

Tiene que volver al pago de a pie

De a pie, sin su caballo

 

Tanteando por las calles de La Rioja

Como si juera un alma en pena

El viento lleva su canto.

Virgencita, virgencita

Yo quiero llorar

 

Virgencita, virgencita

Yo quiero llorar

¿Adónde estará mi mamá

Mi chango dónde andará?

Me lo han pasao a Digüeyo

Por ser Federal, por ser Federal

 

Agoniza la tarde y el hombre

Tendido sobre la arena riojana

Aguaita la muerte

Con un alarido gime el viento

Ya no es un relincho ni sólo un rugido

Y la sombra de Facundo, el Tigre

Le va nublando los ojos….”

 

La expresividad de esta “Vidala del montonero”, del autor citado, nos conduce por el mismo sendero de tristeza que la letra del Martín Fierro. El hombre debe regresar al pago con la cabeza baja —no por haber perdido una batalla— sino a pie, sin su caballo, deambulando por las calles de La Rioja como si fuera un alma en pena: «Virgencita, virgencita, yo quiero llorar; ¿dónde estará mi mamá? ¿mi chango dónde andará? Me lo han pasado a degüello por ser federal...».

El sentimiento de no pertenencia —y, más aún, el asesinato masivo del pueblo incluyendo a los propios hijos, a manos del sicariato anglo-mitrista,  transforma al gaucho criollo que va pasando: de la desesperación a la resignación, descastado, raleado de sus propiedades que lo unen al terruño donde nació y se crió, porque como refiere Antonio CAPONNETTO, ‘el hombre es un ser que habita’.

El citado autor analiza el aspecto poblacional antes y después de las matanzas del ‘sicariato’ de Mitre y Sarmiento que comenzaron apenas finalizó la soberanía de nuestra patria luego de la batalla de Caseros, para comenzar su camino de colonia que no se ha detenido hasta el día de hoy, en algunos párrafos de su trabajo al respecto, dice: 

“Las ventajas de la propiedad, sociales, políticas y económicas –escribe E. S. Castilla– aparecen en forma evidente: mientras en la parcelas de dominio privado los establecimientos prosperan, la vida es tranquila, se trabaja con amor y confianza y se vive en hogares confortables, en las tierras arrendadas no se hacen mejoras, no se crea una responsabilidad del trabajo, no se inculca en los hijos, naturalmente, ese amor al pedazo de suelo donde nacieron…

”El Estado instaba, pues, a la posesión familiar del terruño y al doblamiento creciente. Aquello de “casa, hacienda y mujer” para el criollo, fue por entonces una realidad.

”El poema hernandiano del Martín Fierro, lo documenta con una verosimilitud pocas veces considerada en los estudios históricos sobre estos aspectos, ….La diferencia, decimos, está dada por el tránsito de los días de la Confederación a los que siguieron a la derrota de Caseros. “Y si en ese período podíamos vivir dignamente, asegurando la estabilidad de la familia argentina, se debió a que gran parte de la misma fue arraigada en la tierra, en esa tierra que podía enajenarse porque estaba libre de gravamen, que era la que se ganaba a medida que las fronteras se iban corriendo hacia el sur y hacia el oeste.

”El hombre es un ser que habita; más aún, que es hombre en tanto habita; un verbo que no alude solamente al estar o poseer un piso, sino al señorío y al arraigo, al encepamiento e instalación espiritual. “El hombre –sostiene Bollnow– sin este apoyo es un viador, un caminante eternamente acosado; tiene que aprender a detenerse en su camino y a fundarse una morada, ya que sólo habitando puede llegar a la plenitud de su propia esencia” “El arraigo –comenta oportunamente Del Acebo Ibáñez– entrecruce de las dimensiones espacial y temporal, remite al concepto de Patria […], se trata de un espacio vivido por nosotros ahora, que ha sido vivido por nuestros antepasados, por nuestros padres, no sólo en un sentido biológico sino fundamentalmente cultural”

 

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CAPÍTULO 15

 

XV.- VICENTE LÓPEZ Y PLANES, UNO DE LOS PRIMEROS ES RENEGAR DE SU PASADO – LA DEBACLE POBLACIONAL, ADMINISTRATIVA Y ECONÓMICA LUEGO DE CASEROS-RODOLFO IRAZUSTA NOS ENSEÑA

 

El 3 de Febrero de 1852: La Batalla de Caseros, que constituye un punto de inflexión:

En ella convergen esas fuerzas antinacionales que buscaban no solo dominar militarmente, sino también apropiarse culturalmente de la historia de nuestra patria para moldearla según sus propios intereses.

Varios historiadores han descrito con claridad lo ocurrido desde  la Batalla de Caseros, donde comienza a hacerse realidad nuestra desintegración y por consiguiente, nuestra emergente debilidad como nación: el colapso abrupto de años de construcción y consolidación paciente de una patria soberana, no solo en lo territorial y cultural, sino también en la conciencia de nuestro pueblo.

La lamentable traición de Vicente López y Planes, gobernador recientemente nombrado de la Provincia de Buenos Aires, quien fue durante años un ferviente ‘rosista’ y funcionario leal, se manifestó, ya sea por miedo o por un interés calculado, no solo en su pedido de muerte y confiscación de los bienes de Juan Manuel de Rosas, sino también en la adopción de nuevas leyes económicas que contradecían radicalmente las políticas que había defendido durante el ‘rosismo’.

Aún humeantes los cañones en la batalla de Caseros, Vicente López y Planes, ágil, rápido de reflejos y decidido, sin ponerse colorado, promulgó el 24 de febrero, mediante el Decreto N° 2889, la libre exportación de oro y plata. Esta medida permitió la fuga del metal acumulado durante 15 años y dio inicio a décadas de decisiones que, más apropiadamente, deberían haber correspondido a órganos legislativos y no al poder ejecutivo.

José María ROSA nos empieza a decir que “Poco después de Caseros comenzó la entrega.   Las Misiones Orientales, la libre navegación de los ríos y la independencia del Paraguay fueron la suculenta tajada que sacó Brasil por su victoria (alevosa victoria del 3 de febrero). Y sobre todo la caída de Rosas, que dio al Imperio hegemonía en la República Oriental y aún en la nuestra. Pasamos a ser una colonia dejando de ser una nación.

“El mismo desprecio a lo propio que llevara a los constituyentes del ‘26 a copiar leyes unitarias francesas, hizo que los del ‘53 tradujeran a su turno el derecho federal norteamericano: en lugar del constitucionalismo a lo Constant tuvimos el constitucionalismo a lo Hamilton. Ello mientras se enajenaba conscientemente el ser de la nación persiguiendo a la raza criolla, suprimiendo sus costumbres, aniquilando su riqueza, rebajando, en fin, sistemática y oficiosamente, sus condiciones intelectuales y morales.

“Todo se hacía en nombre de la civilización o de la humanidad. Civilización - que gramatical y lógicamente quiere decir "perteneciente a nuestra cives, a nuestra ciudad", fue entendida en un sentido opuesto: como lo propio de extranjeros, y barbarie -de bárbaros, extranjeros - vino a significar, a su vez, en el lenguaje liberal, "lo argentino" contrapuesto a "lo europeo".

“Los hombres que trastrocaban el país comenzaban así por trocar la gramática. De la misma manera, en su vocabulario fue tirano el más popular de los gobiernos habidos en el siglo pasado, mientras llamaron democrático a sus oligarquías que gobernaron siempre de espaldas al pueblo.

“Terminaba el reinado de los hechos. Ahora comenzaría el régimen de las fórmulas y la política de las frases.. Se gobernó con palabras brillantes y con períodos sonoros (constitución, progreso, libertad, gobernar es poblar, la victoria no da derechos, América para la humanidad), sacrificando a ellas la realidad espiritual, territorial y económica de la Argentina.

“La enajenación económica fue paralela a la territorial y espiritual. En nombre de la libertad de comercio se arrasó con la manufactura criolla, que tanto había prosperado desde 1835. El libre cambio se tenía que imponer por dos motivos esenciales: el espíritu liberal y el espíritu colonial.

“La mayor parte de los vencedores eran, al menos por entonces, librecambistas. Sarmiento, en el mismo libro que acusaba a Rosas de no haber hecho nada por la industria, se manifestaba decidido partidario de la no industrialización del país: "La grandeza del Estado - ha de decir - está en la pampa pastora, en las producciones tropicales del norte y en el gran sistema de los ríos navegables cuya aorta es el Plata. Por otra parte, los españoles  no somos ni industriales ni navegantes, y la Europa nos proveerá por largos siglos de sus artefactos en cambio de nuestras materias primas".

Estos párrafos del citado autor, nunca desmentidos por las usinas supuestamente historiográficas liberales y socialistas acudían al silencio cuando se les imposibilitaba refutar documentalmente todo lo que se presentaba fehacientemente ante  sus rostros pétreos y adustos, nos hace notar que los unitarios por boca de Sarmiento o Mitre, a la par de viles traidores a su suelo, eran, además, ignaros en un grado alarmante, para beneplácito de sus mandantes ingleses, franceses y brasileños con sus Banca detrás.

Puesto que decir que los españoles eran buenos ‘industriales, confundiendo ‘industriales’ con la palabra ‘comerciantes’. Tal vez no eran hábiles mercantiles los españoles como los ingleses, pero lejos de ser ineptos industriales; al contrario, los españoles eran industriosos y además edificaron en toda Ameríca universidades y colegios diseminados por todo el continente, lo que no hicieron los anglosajones y franceses.

Y decir que los españoles no eran ‘navegantes’, demuestra un analfabetismo cultural del que se vanagloriaban (aparte una malignidad- rayana en el desquicio). Los españoles, portugueses, holandeses eran hábiles y colosales  navegantes lo que demuestra su llegada a América desde el norte hasta los confines de los mares del sur.

¿Cómo solucionaban entonces los Unitarios la cuestión demográfica? Alberdi en su etapa trasnochada decía en ese engendro que era un canto a la entrega de su patria, ‘Las Bases’ decía que la organización política liberal podría hacerse eliminado la raza argentina porque “la raza hispana tenía un tenebroso pasado colonial y que, por lo tanto, no eran las leyes las que había que cambiar sino los hombres”

Rodolfo IRAZUSTA con su habitual veracidad sagaz e irónica –nunca refutada y casi siempre silenciada-  decía que personajes petulantes, innobles con sus infundios como estos nos permite conocer su “catadura moral de quienes mienten a sabiendas, aportando su esfuerzo a la innoble tarea de corromper la conciencia nacional mediante la adulteración de l verdad histórica…propiciando así elogio meloso de todo engendro canallesco…falsificando nuestro pasado  histórico, haciendo desfilar por la pasarela privilegiada del procerato a los responsables de que la Nación no sea hoy lo que pudo e iba en camino de ser”.

Es que como bien dice el entrerriano se debe conformar la política con la historia y no hacer política con la historia. Lo contrario –acomodar la historia a la política es subvertirlo todo a fuerza de tener que mistificarlo todo, como decía Sarmiento que en su ‘Facundo’ había ‘inexactitudes a designio’, también le decía a Nicolás Avellaneda  respecto a los tratados federales los ‘unitarios han suprimido después con aquella habilidad con que sabemos rehacer la historia ‘y Mitre a Saldías que ‘no había que olvidar los nobles odios’ por encima de las verdades históricas que hubiera.

La tormenta, el derrumbe del gobierno federal y su ‘Sistema Americano’ comenzó a ejecutarse ya antes de la Batalla de Caseros. Terminada ésta, las consecuencias no se hicieron esperar cuyos efectos cubren hasta hoy a nuestra adormecida sociedad.

Es que debemos recordar que Caseros fue una guerra internacional entre Brasil y la Confederación Argentina camuflada en una batalla civil. Pues, como bien dice Pedro Santos MARTÍNEZ y tantos otros historiadores, documentos en mano, durante el ataque brasileño, primero a la Banda Oriental y luego a la Confederación “Urquiza y los uruguayos actuaron como auxiliares  del Brasil y no a la inversa” no solo en Caseros, sino en la que se aproximaba guerra contra el Paraguay.

La debacle militar trajo la debacle política soberana y, como lógica consecuencia la debacle cultural, económica y administrativa.

Al respecto valen las reflexiones de Roberto FERNÁNDEZ CISTAC al decir que “Aclaremos que el cuadro de desorden contable, dudosa administración
y endeudamiento leonino no es exclusivo de la modernidad sino que viene de
bastante lejos; comenzó luego de Caseros a punto que en 1875 un tradicional
diario porteño, insospechable de ‘rosismo’, podía denunciar: "...los escándalos
administrativos que acusan el manejo de los intereses públicos, derroche,
favoritismo, corrupción y sórdida avaricia ...hemos denunciado el hecho, que
nadie rectificó, que la administración Sarmiento, al dejar el Gobierno, lo hizo
sin presentar la cuenta de inversión de doce millones de pesos fuertes que
hasta hoy nadie sabe cómo ni en qué se gastó ...el 50% de la renta pública se
ha invertido en fiestas, paseos y ostentaciones para halagar la vanidad de los
que mandan y de su corte...". (Diario La Nación, editorial del 14 de diciembre de 1875.

“Por último, digamos que Rosas aplicaba su concepto de la Soberanía
nacional principalmente en este tema de la riqueza y su manejo; no hay
hombres libres en una Nación esclava y hablar de libertades públicas en una factoría tributaria de una metrópoli financiera es igual que dar un concierto en un hospital de sordos.

“Recordemos siempre aquellas cláusulas económicas de los tratados Arana-Shourten y Arana-Lepredour: los ríos interiores están sometidos exclusivamente a la legislación argentina para comprender que sin capacidad de autodeterminación no hay plan económico ni bueno ni malo porque sólo hay órdenes de afuera.

“Resumiendo, Juan Manuel de Rosas nos lega dos principios esenciales en materia política y conducción económica: moral estricta en lo contable y financiero …. y plena soberanía para tomar las decisiones que hagan a la grandeza de la Nación y a la felicidad del pueblo sin ataduras ni condicionamientos de ninguna clase. Si no podemos invertir, si no podemos emitir, si no podemos dar crédito, si no podemos hacer nada sin conformidad y supervisión de los organismos internacionales solamente interesados en cobrar, ¿qué clase de economía libre es esa y qué tipo de plan económico puede elaborarse?”, termina preguntándose, con lógica, el autor citado.

Debemos tener conciencia que siempre  el país estuvo envuelto en guerras contra el Brasil y que primero, Caseros y luego –como broche final- la destrucción del Paraguay independiente, significaron la debacle y la pérdida del destino que tenía fijado la Confederación Argentina y, por efecto directo, toda Hispanoamérica.

Veamos unos pocos pasajes de lo que decía Rodolfo IRAZUSTA en una conferencia transmitida por radio desde la ciudad de La Plata, hacia el año 1957, con motivo de tratarse la reforma constitucional de 1857. Esa intervención fue reproducida posteriormente, por escrito, de forma textual, en un trabajo tal vez poco conocido: “La Reforma Constitucional”, incluido en el libro ´Artículos y Discursos — Un homenaje a su memoria´, publicado en 1968. En ese volumen se rendía homenaje al ilustre patriota al año de su fallecimiento y, en sus páginas, varios escritores y amigos trazaron semblanzas del personaje, además de publicarse trabajos del homenajeado, como el mencionado.

En esa conferencia radial, Don Rodolfo decía lo siguiente, y se vincula directamente con el tema de cómo, tras Caseros, se desmanteló el andamiaje duramente creado y sostenido por Rosas, y con el inicio de la persecución de todo lo que significara criollo:

“La notable política exterior de la Confederación era difícil de contrarrestar y difícilmente se hubiera prestado el Brasil a desafiarla, si no hubiera encontrado agentes argentinos dispuestos a secundar sus designios. Desgraciadamente éstos sobraban.

”En primer lugar los sitiados en Montevideo; a continuación, todos aquellos que se sentían fatigados por una lucha de veinte años. El general Urquiza personalizaba la fuerza mejor organizada de la época y tenía ambición. ”Habiendo vencido a Rivera en India Muerta y a Paz en el Potrero de Vences, quedaba consagrado como el mejor guerrero de su tiempo. Conocía como nadie el terreno de una posible contienda con el enemigo tradicional.

”Esa era su guerra si se ofrecía; pero no la quiso hacer. En vez de esa guerra nacional que muchos creían inevitable, prefirió el planteo contrario. En vez de orientar sus caballerías hacia Río de Janeiro decidió dirigirlas contra Buenos Aires, ayudado inclusive por las tropas del Brasil. ¡Abismos del corazón humano! Quien pudo quedar en la historia argentina como un capitán más grande que San Martín, prefirió defraudar a sus hermanos de armas, empañar su prestigio al extremo de buscarse una muerte siniestra.

”La enseñanza de Caseros es la más gráfica de la historia constitucional argentina. El general Urquiza quería sinceramente la constitución. Para lograr su propósito se complotó con el extranjero en circunstancias particularmente onerosas. No teniendo genio político alguno, se comprometió sin medida ofreciendo al aliado la satisfacción de todas sus ambiciones en desmedro de nuestra nación.

”Prometió el reconocimiento de la soberanía del Brasil sobre las Misiones Orientales que estaban al alcance de un caballazo de sus huestes y cuya propiedad involucraba la definitiva independencia de la Banda Oriental.

”Prometió y cumplió el reconocimiento de la independencia del Paraguay que Rosas había diferido esperando que el tiempo y la reflexión convencieran a los paraguayos de lo absurdo de tal independencia.

”Tomó en préstamo el dinero necesario para la movilización y prometió pagarlo y pagó después, otorgando ventajas que valían mil veces más. ….”

Suscribimos lo expuesto por Irazusta, salvo en el punto que señala que Urquiza buscaba sinceramente la constitucionalización del país. Nosotros consideramos que esa afirmación no corresponde a la realidad: esa disculpa fue, a nuestro juicio, el pretexto utilizado para alentar a sus tropas a rebelarse contra el gobierno legítimo. Su verdadero móvil no fue la defensa de una Constitución, sino el deseo de gloria personal y una insatisfacción perenne por acumular riqueza, proviniera de donde proviniese (del imperio del Brasil, del contrabando de oro y ganado que realizaba, etc.).

¿Cuál fue el resultado del accionar de Urquiza, las consecuencias?

Lo sigue diciendo Irazusta:

“Tuvimos constitución a costa de tres provincias, de quedar endeudados con el verdadero vencedor, de otorgar la soberanía de los ríos y allanarnos sin contraparte a todas las exigencias de las potencias marítimas que Rosas había rechazado. ¡La constitución nos salió bastante cara!. Pero eso no es nada. El estado argentino había desaparecido con la anarquía, la segregación de Buenos Aires y una guerra civil endémica por otros diez años. ¡Maravilloso Resultado!. Todo sea por la libertad. Pero esa libertad, ¿la obtuvimos?. Los unitarios que prevalecieron después de Caseros, después de Pavón, dijeron que el pueblo no estaba preparado para la libertad. De lo que se trataba no era de la libertad de los criollos sino de la libertad de los gringos para robar a los criollos. Estos gauchos no merecían otra suerte, ¡Ya lo dijo Sarmiento!”

Esas tres provincias fueron la Banda Oriental, el Paraguay, Tarija y nosotros sumaríamos a las Misiones Orientales, y por qué no, Rio Grande del Sur.

Gracias a Rosas pudimos conservar Entre Ríos, Corrientes y Misiones que estuvimos a un tris de perderlas en una pretendida y nebulosa  creación llamada ‘Republica del Plata’ fogoneada por el Brasil, por los unitarios y por el propio Urquiza, lo que parece que la historia oficial parece olvidar –u omitir.

Por eso, cuando decimos que el creador del Estado Argentino fue Rosas, estamos diciendo una verdad manifiesta e incontrastable: Manuel Oribe, a la sazón, el comandante de todas las fuerzas federales por designación meritoria de Rosas, combate en la histórica batalla de Arroyo Grande, en la Pcia. de Santa Fe, el 6 de Diciembre de 1842, donde se jugó –literalmente- la integridad de nuestro territorio, contra las fuerzas de Rivera, que pretendía, de ganar la batalla, la secesión de Entre Ríos y Corrientes para formar un nuevo estado junto a la Banda Oriental que se iba a llamar con el pomposo nombre de “Federación del Uruguay”, para beneplácito de Inglaterra, Francia y Brasil.

Rivera contaba con el auxilio de la diplomacia brasileña e inglesa y Unitarios de ambos lados del Plata. La suerte de nuestra patria se jugaba nuevamente en batallas sangrientas.

Con Oribe al mando con el concurso de los generales Pacheco, Urquiza, los Coroneles Pedro Ramos, Mariano Maza, Gerónimo Costa y otros, se detuvo y se abortó la intentona de fragmentar, una vez más, nuestro territorio. Rivera huyó como pudo perdiendo chaqueta, sable y pistolas.

El día que nuestra patria recobre su conciencia nacional en sus dirigentes, se recordará esta batalla con los fastos que correspondan por ser un hecho definitivo en la unidad nacional de la Argentina.

Luego Oribe cruza el río Uruguay comienza el sitio de Montevideo.

Es lícito recordar, que en 1843 cuando las tropas de Oribe rodeaban a esa babel de extranjeros que convivía como hormiguero en Montevideo, viéndose la llamada Comisión Argentina acorralada, perdida, desesperada, implora a cualquier costa a cualquiera que quisiese ayudarlos, ayuda económica y militar a cambio de la entrega de Entre Ríos, Corrientes y Misiones si aceptaban en Europa la oferta deshonrosa que había hecho en su momento Florencio Varela, otro gran traidor a su patria.

Decía Carlos IBARGUREN –citando a Alberto Ezcurra Medrano- que en concordancia a esa propuesta, el 6 de Febrero de 1845, cuando se avecinaba la invasión franco-inglesa, el imperial Vizconde de Abrantes dirigía una nota reservada a su gobierno donde decía “La conversión de Corrientes y Entre Ríos [que por entonces incluía a Misiones] en estados independientes, a pesar del ejemplo del Uruguay que tantas incomodidades nos causa, juzgo con todo que no nos traería ningún inconveniente Este estado será un obstáculo a la realización del plan de Rosas –que tal vez pueda pasar a sus sucesores- de unir por los lazos federativos todas las provincias que formaron antes el Virreinato. Plan que si se llevase a efecto, nos daría un vecino asaz poderoso que muchos nos inquietaría”.

Pero no termina su análisis allí. En otra comunicación el 27 de Enero de 1846, en plena guerra de la Confederación Argentina contra los mayores imperios europeos, dice el diplomático del imperio esclavócrata y desintegrador de la hispanidad, permanente súbdito del imperio inglés: “la independencia de la Republica del Paraguay es evidentemente necesaria para complementar dicho equilibrio. La anexión del Paraguay a la confederación daría a ésta, además del orgullo de conquistadora, un aumento de territorio y de fuerzas tales que el equilibrio dejaría de existir”.

La desintegración de nuestra patria pasa, para el diplomático brasileño, de ‘no serle inconveniente’ a ser ‘necesario’ impulsando la pronta independencia de cuanta provincia de la Confederación se pudiese impulsar, hasta lograr la pronta, también, independencia del Paraguay, no vaya a ser que la misma terminase aceptando la propuesta de Rosas de incorporarse voluntariamente a la Confederación.

Volviendo a Irazusta, el citado dice que la guerra endémica después de Caseros, duró otros diez años. Se queda corto el autor: por lo menos fue hasta fin del siglo XIX. Los muertos por el Sicariato Mitrista son testigos de ello.

El 3 de Julio de 1967 moría Rodolfo Irazusta. Al año siguiente, 1968, en Gualeguaychú, Provincia de Entre Ríos, hubo actos de homenaje en su memoria y sentidos discursos por una Comisión de Homenaje efectuada al ilustre  historiador, escritor y periodista.

Una de esas semblanzas fue trazada por Carlos MUÑOZ, amigo del homenajeado que haciendo suyas las palabras del poeta Lizardo Zía, dijo de Irazusta, en palabas proféticas, Rodolfo, “nunca patriotero ni verboso; siempre enemigo de esa forma teatral de patriotismo empingorotado que llena las funciones de gala con himnos y banderas pero vende el país al extranjero por ese plato de lentejas que es la cuenta de unos honorarios de rábula. Rodolfo Irazusta siente el dolor, piensa el dolor del nativo condenado a dejar su tierra, en ella desterrado no por la espada sino  por el oro extranjero”.

 "Desde hace muchos años Rodolfo Irazusta comprendió que el edificio nacional se desmoronaba sobre ese quebradizo armatoste del liberalismo reaccionario  que es la Constitución del 53, y con esos pésimos maestros de obra. a quienes se debe la zozobra nacional, reclutados hace medio siglo,  entre la polilla de los viejos códigos y el papelerío de las Facultades. A esa tremenda confusión de personas y de valores, a esa substitución de la inteligencia práctica por la inútil teoría ingeniosa y más que todo,  a la profunda corrupción moral, que si bien lleno los bolsillos debe nuestro país los actuales bamboleos”.

En estas reflexiones hechas por Muñoz en 1968 puede colegirse que nada ha cambiado hasta el presente.

Entonces, volviendo a Urquiza, ya sin ningún atisbo de Federalismo, éste, revela completamente sus intenciones y, junto con su socio Bartolomé Mitre, Sarmiento y los centralistas porteños Unitarios, se unen en una alianza que favorece los intereses extranjeros, los cuales socaban materialmente a nuestra Nación.

¿Cuáles eran esos intereses extranjeros? Simple. Desde la batalla de Caseros nuestra producción y riqueza ha sido de carácter casi exclusivamente agropecuario, exportador de materias primas llevado a cabo por los victoriosos intereses anglo-franceses abortando nuestro incipiente desarrollo manufacturado que asomaba en nuestra patria.

El destierro forzado de nuestra cultura que siguió a la derrota miliar nacional hizo que la actividad industrial fuera vista por la ‘Intelligentzia’ Unitaria triunfante como algo descabellado e inimaginable para el rancio centralismo portuario, considerando que aquella actividad proto-industrial no era propia intentarla.

La economía del país, así por dictados de los Unitarios llamados a partir de la Batalla de Pavón en ‘Liberales’, reposaba casi exclusivamente en los productos de la tierra, pero en su estado más innoble de elaboración. De tal modo luego se transformaban  en el extranjero proteccionista con evidente beneficio para las economías imperiales que nos devolvían lo exportado primariamente en productos manufacturados.

Obviamente, el capital extranjero demostró poco interés en establecerse en el país para elaborar nuestras riquezas naturales, lo que significaría beneficiar nuestra economía y desarrollo en perjuicio de los suyos, y entrar en competencia con los productos que se seguirían allí elaborando.

Prueba de ello son las palabras de Woodbine Parish decía en 1829: "El Río de la Plata debe considerarse como el más rico mercado que se nos ha abierto desde la emancipación de las colonias españolas, si consideramos no sólo la cantidad de nuestras facturas que aquel país consume, sino también las grandes cantidades de materia prima de retorno, proveyendo a nuestras manufacturas de nuevos medios de producción y provecho" .

Reflexionando sobre estos dichos José María ROSA pudo bien decir que “Veintiséis años de liberalismo económico habían producido el efecto imaginable. En 1825, época de Rivadavia, las exportaciones (cueros, carnes salada, sebo), totalizaban cinco millones de pesos fuertes mientras las importaciones (tejidos, alcoholes, harinas), pasaban de ocho, la mitad provenientes de Gran Bretaña”.

La diferencia entre los ocho millones importados con los cinco exportados se cubría en metálico. Claro está que se producía un drenaje continuo de oro y plata (en barras solamente salieron del país en 1822 por valor de 1.350.000 pesos fuertes) pagados principalmente por el interior, que carecía de productos que exportar.

La diferencia entre los ocho millones importados con los cinco exportados se cubría en metálico. Claro está que se producía un drenaje continuo de oro y plata (en barras solamente salieron del país en 1822 por valor de 1.350.000 pesos fuertes)

En consonancia con lo anterior, Víctor Eduardo ORDOÑEZ (1983) presenta las consecuencias de la derrota de la nación en su independencia y el martirio silencioso que, según él, sufrimos hasta hoy. Señala que, desde que el unitarismo —convertido en liberalismo— tomó el poder, el Ejército y la Marina, principalmente, han vuelto su acción contra su propio pueblo, sirviendo como ariete armado para sostener, por la fuerza, a las potencias ocupantes. Estas fuerzas, afirma, vienen conduciendo a la nación, desde 1852, a una caída y fragmentación permanentes, no solo territorial, sino también social y económica.

“El Estado que se engendró de la ocupación del poder ‒del poder social primero, y político y jurídico posteriormente‒ no pudo ser sino éste que vemos y que nos tiraniza con implacable impiedad. Los males de la Nación provienen de la malformación del Estado y ello ocurre porque, en general, éste ha actuado siempre en beneficio y al servicio del partido vencedor.

“El Estado ha sido ocupado por el liberalismo, lo que ocurrió con la ocupación de Buenos Aires por las tropas de Urquiza en 1852 y de la Confederación por las de Buenos Aires en 1860; el estatuto de esa victoria fue fijado en la Constitución de 1853 que aún nos rige y cuyo sentido y propósito no es el asegurar la convivencia entre los argentinos sino fijar el sistema jurídico de la derrota nacional, así como tampoco es el de determinar la forma jurídica del Estado sino el de afianzar la preeminencia del partido liberal que desde entonces reina de un modo incontrastable. Así, la Constitución hace imposible al Estado.

“El partido liberal utiliza al Estado contra la Nación para doblegarla; con ello deforma y destruye al Estado mismo, que es utilizado en contradicción con su naturaleza, misión y deber. No es raro que un Estado así de contrahecho sea tan débil y fracasado como éste que nos ha llevado al borde de la disolución. Por supuesto, no admite (no puede admitir) la presencia ni la rivalidad de ningún otro partido ni sector y sólo tolera sus propias variantes

“El liberalismo, comenzando en Caseros, ha obligado a las Fuerzas Armadas a comportarse como policía y como tropa de ocupación,

“Proceso antihistórico que la Argentina moderna vive desde su creación, cuando un militar bonapartista la fundó con el apoyo de las bayonetas brasileñas. Es que la Argentina moderna fue fundada por sus enemigos y sostenida por ellos”. 

Entonces, tras la derrota militar de la nación, vino el sometimiento cultural, social y económico. Los negocios comenzaron a realizarse al margen de los intereses nacionales después de Caseros,  y se profundizaron tras la Batalla de Pavón. El clavo sobre el ataúd se verificó definitivamente con la masacre del Paraguay.

Debemos recordar que no solo hubo un ataque militar al Paraguay por las fuerzas mitristas, por las columnas de Venancio Flores (el llamado “Degollador de Cañada de Gómez”) y sus aliados orientales y brasileños, sino también la acción coordinada de una oligarquía porteña centralista que, en consonancia con lo militar, se enriqueció a costa de la sangre criolla nativa asi como la paraguaya. Esa oligarquía hizo negocios de proveeduría armamentística y ganadera a gran escala; entre los beneficiarios se cuentan Mitre, José Gregorio Lezama, Marcelino Carranza, Anacarsis Lanús, Enrique Yateman —sobrino político de Mitre—, Jorge Ferrán, y, por supuesto, el inefable y no arrepentido Urquiza, siempre presente en los negocios espurios  y oscuros que implicaban traicionar a la patria.

Todo esto está documentado en la historiografía de Fermín CHÁVEZ, quien transcribe numerosa correspondencia entre los implicados, en la que se urdían negocios antes, durante y después de la guerra injusta contra el Paraguay. Esos negocios acompañaron a Urquiza incluso hasta el día de su muerte: el entrerriano llega a reconocer, de algún modo, su dependencia frente al Banco de Londres a cambio de varias onzas de oro.

Dice Chávez al respecto: “Pagares al descubierto. El 2 de enero de 1863, el general Urquiza firmó contrato con el Banco de Londres, Buenos Aires y Rio de la Plata, para la venta en el mercado británico de lanas, .cueros, sebo, ceniza y huesos. Según testimonio aportado por Antonio P. Castro, dicho Banco le anticipo al gobernador de Entre Ríos, por la faena de 1863, la cantidad de 3.000 onzas de oro, equivalente a 51.000 pesos fuertes. La lana a cornercializar se estimó en 140.000 kilogramos.

“Este contrato es, aparte de simbólico, elocuente. Los productos del hacendado de San José comenzaban a jugar un importante panel en el desarrollo de sus relaciones con el Puerto y con la oligarquía mercantil porteña, cuya más junta expresión política era el liberalismo mitrista. Porque quien decía ‘mercado inglés’, en 1863, decía Lezama, Carranza o Lanús, nombres representativos de una clase y de un partido.

“El 9 de mayo de 1863, Jorge Ferrán ---comerciante extranjero y socio de don Justo—, le escribe al entrerriano una carta, desde el vapor Salto, que sería conducida hasta el palacio de San José por el conspicuo masón y hombre del mitrismo, Enrique S. Yateman, el mismo que tuviera. Intervención en el conocido episodio previo a in batalla de Pavón.

“Ferrán le expresa a Urquiza que ha conferenciado con Mitre y le añade lo siguiente: ‘-Los documentos contra el Gobierno Nacional que V. E. se dignó confiarme están en poder del señor Lezama en calidad de depósito contra recibo que obra en mi poder hasta mi regreso a Buenos Ayres para cuyo tiempo seguiré gestionando los intereses de V. E. en conformidad con las instrucciones que recabaré de V.E. cuando tenga el honor de verle.

“Este texto nos revela, a un nuevo personaje, Jorge Ferrán, y nos inicia en el proceso de sometimiento económico y político, definitivo, del general Urquiza, todavía jefe visible del partido Federal”

“Este es un ejemplo, y un solo ejemplo entre varias cartas enviadas entre los personajes descriptos, por el que la entrega de nuestra nación a manos de la Banca Mundial  y la masonería conductora, se articuló duramente ya no solo militarmente sino en su faz comercial“.

Cómo será el servilismo de Urquiza que ALBERDI, al que no se le pude imputar ‘rosismo’ alguno, aunque volviendo de su ceguera histórica, da en apretada síntesis una visión cabal de la moral y entreguismo del entrerriano Jefe del Ejército de la Confederación Argentina, devenido en furgón de cola del ataque brasileño a nuestra nación..

"Urquiza ha puesto la patria, la amistad, la religión, el honor a los pies de su fortuna, y no tiene más Dios que ella. El se ha vendido y ha vendido su ídolo, sus millones, como el tesorero de la primera Iglesia; y después de entregar la patria en manos de sus fariseos, goza tranquila del provecho de su felonía, como algunos creen que acabó sus días el falso apóstol de la religión cristiana. Pero su nombre, en la historia, tendrá el mismo honor y será, tan respetado coma el de Iscariote" (todavía estamos esperando el condigno castigo y el destierro de honores del felón e infiel de Urquiza).

Tan es así que estas palabras de Alberdi movieron a reflexión de Fermín CHAVEZ  “Alberdi escribía esto después de observar el comportamiento de Urquiza, a partir de la "aventura colorada" de Flores, y el desamparo en que dejó a las provincias mediterráneas y andinas el antiguo jefe confederal, que todavía en 1868 gestaría movimientos revolucionarios con vistas al posible triunfo de sus aspiraciones presidenciales. Alberdi hallaba así una aceptable explicación a los vaivenes urquicistas que se producen entre 1865 y 1868, esto es, en el curso de un periodo en el que, por momentos, pareciera considerarse aún el jefe del partido Federal entregado en Pavón. Con esos vaivenes y dobles juegos, encendió esperanzas y alentó cruzadas cuyas banderas tenían inscripto su nombre”.

De tal modo, cuando cae Rosas  cae como un castillo de naipes, por etapas, todo el andamiaje toda la estructura de la Confederación Argentina que tan pacientemente iba construyendo el Restaurador.

 

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CAPÍTULO 16

 

XVI.- LA DESTRUCCIÓN DEL ESPÍRITU NACIONAL

 

Como consecuencia de lo descripto el historiador DÍAZ DE VIVAR manifiesta que “De dos medios (aparte de los sangrientos), van a disponer los civilizados para destruir el espíritu nacional: la prensa y la escuela. Con estos dos medios de difusión, los más poderosos de la época, propagarán sus apotegmas antinacionales:

“1) El argentino es incapaz de progreso porque procede de una raza inferior       (Sarmiento, Juan María Gutiérrez); 2)  Debemos entregarnos a las razas viriles, brasileros, orientales, europeos (Mitre); 3) La "patria" es la humanidad (Alberdi); “4) El argentino carece de aptitud para  administrar: hay que entregar la economía nacional al extranjero; 5) Hay que extinguir al gaucho y a la "provincia", focos de regresión.

“Para que la prensa y la escuela tuvieran un instrumento apropiado para la obra de desnacionalización se escribió la Historia falsificada que sirve de texto a la enseñanza oficial, con el criterio de los entregadores; novelón que divide a los argentinos del pasado, corno dice Phelam Horton, en ángeles y demonios.

“Los ángeles son los hombres de "luces" que propiciaron el desmembramiento del país argentino; el inglés Cánning que nos arrebató la Banda Oriental es un semi Dios; en su altar están los traidores de Montevideo v Chile: Agüero, Florencio Varela, Lavalle, Sarmiento, que pretendieron entregarnos a Francia, Inglaterra y fraccionariamente a Chile.

“Los demonios son los que sostuvieron las ideas que fundamentan la Constitución que hoy nos rige, los campeones de la integridad territorial: Artigas, Estanislao López, Ibarra, Aldao, Pedro Ferré defensor de la economía europea y afirmó no sólo el derecho de nuestra patria, sino nacional, y sobre todo, Rosas, que impidió la recolonización de todas las nuevas nacionalidades de Sud América, a vivir libres y como entidades autónomas en el concierto de las naciones civilizadas” –

Si se observa bien, lo dicho por los unitarios en aquellos tiempos no dista mucho de lo que hoy dicen y proclaman los liberales otrora unitarios: Los que saben son los europeos, la patria es la Humanidad, el argentino carece de capacidad para administrarse y crea riqueza.

Esto es, nos han inculcado y nos inculcan aún hoy, una supuesta inferioridad que nos haría faltos de sapiencia y voluntad para manejarnos independientemente introduciendo en nuestras mentes, ya desde niños, un complejo de inferioridad que nos hacía fácilmente manejables. Así los liberales y los ‘progresistas’ de hoy nos dieron la culura que supuestamente no tuvimos en los gobiernos Federales.

 

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CAPÍTULO 17

 

XVII.- NO ES LO MISMO ‘CULTURA’ QUE ‘INSTRUCCIÓN’- LA TIPOLOGÍA DEL GAUCHO

 

Lo que sucede es que la historia oficial unitaria confunde ’cultura’ con ‘instrucción’; lo cual es bien distinto, como dice Pablo YURMAN.

“La ‘Instrucción’ es un sistema educativo donde se prioriza la instrucción, la erudición que es el acopio de conocimientos técnicos. En cambio, la ‘cultura’ no es el mero acopio de datos técnicos, sino el cultivo de los valores.

Y el sistema educativo, sarmientino, -sigue diciendo el autor-que prescinde del elemento religioso, de las valoraciones éticas profundas que era lo propio de nuestro ‘ethos’, de nuestra raíz cultural, es un sistema educativo que solo prioriza la erudición, el acopio de conocimiento técnico y no el cultivo de los valores”…”Valores como la solidaridad, el valor del esfuerzo, el valor de la palabra empeñada, la tutela de los más frágiles y desprotegidos, el respeto de los mayores, el valor de la superación personal, etc y su transmisión a las nuevas generaciones.” “La erudición, la instrucción que es lo único que entraba en el sistema sarmientino es el acopio de conocimientos: saber leer, escribir, sumar, restar pero no necesariamente tiene que ver con los valores”. “Y por eso podemos encontrar, paradójicamente, graduados universitarios que conocen muy bien lo suyo pero que son ‘incultos’; es decir, tenemos eruditos incultos porque no son conscientes de cuáles son los valores que hacen más humana la existencia. Y como no son conscientes que dan la cultura y no la escolaridad son incapaces de transmitir  esos valores a las próximas generaciones.

Podemos también tener personas ‘cultas’ que son analfabetas. Pero sabían cuáles son los valores que dan sentido a la vida”.

Al respecto, pongamos resaltado, blanco sobre negro a fin de evitar malos entendidos y que son casi una obviedad respecto a la desculturización persistente en nuestra sociedad desde 1852, oficialmente con el monopolio de la historia oficial dada por cierta e incuestionable: el historiador Oscar J.C. DENOVI dice que:

Esta situación prolongada por tanto tiempo y vigente en innumerables cuestiones de la memoria de nuestro pasado colectivo admite hoy sólo dos posibilidades:

a) Hay quienes alejados del estudio de la historia y solamente con la información recogida en el sistema educativo primario y secundario, o con la lectura de lo que ofrecen los medios, opinan con esos elementos informativos, es decir, son ignoran-tes en materia histórica ya que sostienen una versión errónea por desconocimiento.

b) Por el contrario hay quienes conocen toda la verdad, pues conocen debida-mente toda la información, pero ocultan, deforman. mutilan en el mejor de los casos descontextúan los hechos —la forma más sutil de tergiversar— y por consiguiente obran de mala fe.

Los comprendidos en la primera situación son muchos, la gran mayoría que ad-hiere a una posición o entra en duda ante la noticia que conmueve su visión obtenida de los manuales del sistema educativo. Es el público en general que no tiene por qué saber más allá que lo que le dieron en el sistema educativo y de lo que le refuerza a lo largo de la vida posterior a la edad del estudio, la comunicación recibida asistemáticamente por la prensa escrita y oral y por otros mecanismos de difusión cultural.

Digamos que, pese a que nada ayuda, gran parte de ese público. —el pueblo—tiene conocimiento de la verdadera historia de la Argentina, total o parcialmente gracias a la difusión de la literatura del Revisionismo.

Los comprendidos en la segunda son aquellos que sirviendo intereses diversos de facción, instrumentan una concienciación al revés, negativa de la cultura y la tradición argentinas y de sus orígenes siguiendo la antinomia civilización y barbarie y prolongando la vigencia de la vieja controversia del siglo pasado a nuestros días: Son corruptos intelectuales por la falsedad de sus argumentos históricos, probados largamente como falsos, por las tergiversaciones largamente probadas como tergiversadas y por los ocultamientos, también largamente puestos en evidencia. Y corruptores, moralmente hablando, por los fines a los que se prestan o proponen”.

Más allá de que si la alteración de la verdad histórica fue hecha adrede, dolosamente por ciertos personeros de los intereses extranjeros, como Mitre, Sarmiento, Vicente F. López, Juan Cruz y Florencio Varela, Agûero, Salvador M. del Carril y el inefable Urquiza, entre otros, o si fue sostenida en el tiempo por los herederos de los primeros (Levene, Celesia, Gandía, Isidoro Ruiz Moreno, Romero, Ramos Mejía, María Sáenz Quesada- esta última fiel exponente de desconocimiento supino de la historia- y tantos otros que en forma con apariencia inocente y desinteresada –o no- desparramaron educativamente una historia que creían verdadera, con el monopolio de la publicidad persistente de la historia oficial a través de medios gráficos, logias y escuelas

Lo importante son las consecuencias y ellas son el daño causado y extendido por generaciones que ha golpeado no solo económicamente a nuestra nación sino también ha contribuido a crear desde lo psicológico y emocional a sostener una subvaloración de nuestros valores hispanos y cristianos que hemos felizmente heredados inculcándonos una miopía para generar nuestro crecimiento como nación.

En tal sentido Ramón DOLL, citado por Denovi, dice que "Rosas había sido arrojado al osario de los héroes ignorados, porque su recuerdo ofende al espíritu colonial, a ese tremendo servilismo colonial en que yacen los argentinos. No nos referimos a nada económico; la colonia económica puede ser un bien, puede ser una etapa necesaria de la independencia real. Lo terrible, lo tremendo es el colonialismo intelectual psicológico y político. Un colonialismo intelectual que desemboca en esta triste cosa: el agnosticismo político; mejor dicho, la atrofia del sentido nacional, con el que se percibe la política interna y externa”.

Y reafirmando lo dicho por Doll, Denovi concluye que el colonialismo mental que nos afecta, es “un colonialismo por demás evidente en los sectores del intelecto ligados a los grupos dominantes de las universidades, la cultura y el periodismo donde predomina un izquierdismo inconducente y declamativo, que luego se traduce en un práctico servilismo abominable”.

Como puntualizó Juan Carlos NEYRA, muy agudamente “la colonia proyectada por Inglaterra, con la anuencia de los servidores nativos, necesitaba del fondo cultural. Arte europeizante, ciencia positivistas, literaria afrancesada y una historia elaborada exprofeso, con el fin de justificar la derrota del país en la figura del Restaurador”.

El país tenía su propia cultura, renegada por los afrancesados que vivían en una burbuja. El propio José Hernández decía por boca de ´Martín Fierro’ en uno de sus versos –símbolo social de una época-“El gaucho más infeliz/tenía tropilla de un pelo. Recuerdo que maravilla/como andaba la gauchada/ siempre alegre y bien montada….Estaba el gaucho en su pago con toda seguridad”.

Esto verifica, en solo unas pocas líneas, que el gaucho tenía propiedades, era feliz con su familia y tenía la seguridad que tuvo en la época de don Juan Manuel, por lo que no era un trashumante al que lo llevó la caza indiscriminada del Sicariato Anglo-Mitrista y Sarmientista, sino que era hombre aquerenciado a su tierra y su familia.

Declaración sobre las tipologías personales de nuestros gauchos, alejándose de los conceptos falsos y descriptivos de figuras como Sarmiento, Mitre y otros Unitarios. Para estos últimos, la historia tergiversada de nuestra patria incluye necesariamente las características existenciales y morales de nuestra gente. Sin embargo, no solo se refieren a dichas cualidades morales, sino también a sus capacidades.

Un ejemplo ilustrativo es Richard SEYMOUR, un inglés que visitó la Argentina en el siglo XIX. En su obra, Seymour describe sus experiencias en nuestra región durante los años 1865 a 1868. Relata su visión sobre la vida en estas latitudes, incluyendo la relación con los indígenas, las costumbres del gaucho, el desarrollo del ferrocarril, la introducción del alambrado, la llegada del arado a vapor y las vidas de quienes, desde lejos, intentaron establecerse en la zona.

Seymour no puede dejar de reconocer la superioridad de este tipo de hombre americano frente al labriego inglés: destaca sus nobles modales, la generosidad de su espíritu sencillo, su cortesía, su lenguaje medido y digno. Lo describe como "el caballero más culto", empleando palabras y frases que un campesino en su país ni siquiera podría imaginar usar.

En definitiva, Seymour presenta una visión muy positiva y respetuosa hacia las gentes y costumbres de nuestra región., el historiador Raúl PUIGBÓ hace un análisis detallado de la personalidad e idiosincrasia de nuestros gauchos y su desarrollo social y cultural.

Dando prueba de sus virtudes mencionadas por autores y testigos extranjeros, donde estos autores sostienen que el gaucho ha sido la base más sólida para la formación de nuestra nacionalidad, con un obscuro instinto de patria, su modo cortés de comportarse, su innegable hospitalidad, su religiosidad., su marcada sociabilidad,

Esa sociabilidad le hizo decir a Charles Darwin que “los gauchos o gente de campo son muy superiores a los que residen en las ciudades. El gaucho es invariablemente el más cortés, fino y hospitalario. No me he topado con un solo ejemplo de rudeza o falta de hospitalidad”

¿Dónde están los bárbaros, atrasados, trogloditas y pícaros que Sarmiento retrata en su fantasía eurocéntrica? Tal vez, en realidad, Sarmiento se refería como pícaros y bárbaros a sí mismo y al grupo anglo-portuario. Alberdi, en sus últimos años, conocedor de la bajeza que predominaba en el círculo centralista y consciente, como provinciano, del resentimiento que algunas personas alimentan, afirmó que “es mucho menos de temer el más crudo localismo porteño que un provinciano radicado en Buenos Aires para que no le crean un traidor o para que no le otorguen empleos importantes”.

Encandilado por su visión sesgada, Sarmiento —cegado por la sangre y la muerte que azotaron el país— se aventuraba en disquisiciones supuestamente culturales. En particular, suspiraba por las luces británicas, improvisando como un sabelotodo sin formación ni información sólida. En su delirio propio de una persona desequilibrada y extravagante, proclamaba alegremente —sin conciencia de la realidad que lo rodeaba— en forma ostentosa y para ser escuchado:

 “…¡Lástima grande que los habitantes de Buenos Aires no conocieron en aquel momento las instituciones inglesas, pues en aquel momento [se refiere a las invasiones inglesas] perdimos 50 años de civilización”

En carta a María Mann, el 23 de enero de 1866 le dice “…imagínese lo que sería una colonia Norteamericana en San Juan produciendo plata y educando al pueblo…” y en carta del 1 d abril de 1868 le escribe diciendo que “con los emigrados de California se está formando en el Chaco una colonia norteamericana. Puede ser el origen de un territorio, y un día, de un Estado Yankee con idioma y todo…” .

Hoy en día, su comportamiento sería considerado un profundo desequilibrio mental. Sin embargo, en aquel entonces, su pluma y su verba eran tomadas en serio por el pequeño pero financieramente poderoso grupo de Buenos Aires.

¿Cómo era posible sostener tanto dislate?

Organizando un exuberante genocidio de su pueblo, a fin de que ‘la cuadratura del círculo’ se haga factible a nuestros ojos, como una realidad incuestionable.

Y cuando sostenemos en varios pasajes que nuestra historia ha sido ‘mistificada’’ lo decimos porque así fue reconocido por el propio Sarmiento, no solo a algunos exaltados obsecuente como José María Ramos Mejía que había ‘comprado’ lo sentenciado por Sarmiento sobre quien era Rosas, sino cuando éste lo expresa, como ya lo hemos adelantado arriba, en sus memorias (‘Campaña del Ejercito Grande’) al decir que “Esta fue la batalla de Caseros para los de casa. La batalla para el público puede leerse en el Boletín N9 26, novela muy interesante que tuvimos el honor de componer entre Mitre y yo, con algunos detalles que con el tiempo vendrán".

De este modo se ha escrito nuestra historia en los libros escolares durante generaciones

Y referido a la instrucción en nuestras escuelas agrega el autor citado, (en consonancia con lo ya expresado certeramente por Pablo YURMAN) “Otro elemento poderoso puesto incondicionalmente por los gobiernos al servicio del reajuste, ha sido la instrucción pública. Las nociones elementales adquiridas en la escuela tienen una importancia fundamental: son las que perduran y forman la conciencia futura de difícil rectificación. Ya sea por rutina, que es una forma de la indolencia, o porque la mentira es mucho más fácil y menos riesgosa que la verdad, lo cierto es que la gente, en general, es poco propensa a salir del error en que, de buena o mala fe, ha sido educado, máxime si ello le exige el menor esfuerzo intelectual.

“Y esta importancia no la ignoran los usufructuarios de la historia oficial. Por eso obligan a los profesores y maestros, bajo la constante amenaza del apercibimiento o la cesantía, a inculcar la impostura oficializada.

“Y cuando en ellos o en los alumnos, como ocurre hoy día, se diseña un olvido, tímida rebeldía o conato de apreciación independiente, es despiadadamente castigada, no porque el hecho en sí lo merezca, sino como brutal escarmiento que sirva de precedente aleccionador. Esto demuestra la supervivencia y recrudecimiento de la barbarie encarnada en la instrucción pública”.

 

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CAPÍTULO 18

 

XVIII.- ARGENTINA: COLONIA MATERIAL Y CULTURAL

 

Sobre el tema ilustra Norberto CHINDEMI al hacer un comentario al excelente libro del historiador Rómulo E. Carbia (‘Historia de la Leyenda  Negra hispanoamericana’) que “…frente a la "secular patraña" anti-hispana y anti-católica y, por tanto, anti-argentina, urdida por espurios intereses sajones y protestantes, resucitados hoy por ciertos indigenismos de un mismo origen, asistimos, en efecto, al más despiadado ataque de un Nuevo Orden Mundial manipulado por poderes financieros e ideológicos que pretenden la erradicación definitiva de nuestros valores, de nuestra tradición y, por tanto, de nuestro futuro.

“Pero hay quienes no se resignan a perderse en las cotizaciones bursátiles, ni en los mercados usureros, ni en los parloteos simiescos de un sistema pretendidamente democrático, que ha prostituido la política, la culture, la religión, la economía, la sociedad. En el siglo XIX el imperialismo dividió a los hispano-americanos en republiquetas; hoy pretende hacerlo en etnias. Objetivo? Que no podamos erguirnos con fuerza frente a la sinarquía (termino, hoy olvidado, pero que conviene desempolvar) triunfante”.

Dos reflexiones respecto a lo expresado por Chindemi: es correcto lo que menciona y nos hace recordar  en lo tocante a la ‘Sinarquía’ internacional (hoy denominada ‘mundo uno’, etc) los estudios  enjundiosos que sobre el tema ha escrito el recordado profesor, filólogo, teólogo, historiador de renombre Carlos Alberto Disandro, a los cuales remitimos.

Ahora bien, cuando Chindemi dice que el parloteo simiesco es de un sistema pretendidamente democrático, debemos tener presente que la esencia misma de la democracia es el de ser un sistema de irresponsabilidad que se basa, justamente, en un parloteo sin sustancia alguna, porque como se dijo alguna vez “en la democracia, las formas son su esencia”.

Sobre el anti-hispanismo explica Marcelo GULLO, cuál fue el método que utilizó –y utiliza- Inglaterra para hacer de nuestra Hispanoamérica una colonia, colonia cultural y material.

Dice el autor que “hay una falsificación de la historia -construida desde los centros hegemónicos del poder mundial- que oculta el camino real que recorrieron las naciones hoy desarrolladas para construir su poder”

Primero, la hispanofobia, el odio a España, a través de la conocida ‘Leyenda Negra’.

Segundo, esos mismos predican el libre comercio (para el afuera, no hacia adentro de sus países) porque saben que, mediante el proteccionismo económico, se puede construir un país industrial. Reconocen que la industria es poder, por lo que buscan impedir que otras naciones desarrollen su industria y, en consecuencia, su poder.

Tercero, Inglaterra, además, promueve el iluminismo a través de las logias masónicas, desterrando el cristianismo desde sus raíces en toda Hispanoamérica. Este proceso elimina del alma de las masas toda idea de trascendencia, efecto de la religión, con el fin de someter a estos países mediante una inmanencia buscada por ellos mismos, que elimina cualquier atisbo de trascendencia tanto en las personas primero y luego, como consecuencia, en sus naciones a las cuales así finalmente sojuzga.

Inglaterra sabe que el poder material de una nación se construye a partir de sus raíces profundas. Conoce que en el origen del poder nacional siempre hay una fe fundante; en este caso, el cristianismo, que por su naturaleza es una visión del mundo trascendente. Cuando esa fe se fragmenta y comienza a descomponerse, también se desmantela y derrumba el poder del país. Por ello, logra convencer a otros países de que el éxito nacional consiste en hacer lo contrario de lo que Inglaterra hace para sí misma.

De esta manera, los ingleses logran que esas naciones se conviertan en exportadoras exclusivas de materias primas, endeudándolas artificialmente para mantenerlas atadas a la usura de la banca extranjera — causalmente casi siempre la banca inglesa— y así manipular su voluntad política. Esto se realiza muchas veces mediante un cipayaje local bien remunerado: en nuestro caso, figuras como Sarmiento, Mitre, Vicente F. López, Florencio Varela, Alsina y otros tantos.

Cuando Sarmiento y Mitre dirigieron el país- dice Carlos STEFFENS SOLER-, “masacraron, sin perdón y sin piedad. a las masas federales, viejos restos del heroísmo ‘rosista’ que obstaculizaron, en lo que pudieron, la entrega que ellos venían preparando desde tiempo atrás; por eso se fusilaron batallones enteros de argentinos después de Caseros, por eso se confiscaron bienes, por eso se proscribió la memoria de Rosas y por eso y para eso se hizo una historia oficial  adulterada”.

Por eso, Inglaterra, mediante un liberalismo orientado hacia el exterior, basado en el libre comercio y la desindustrialización de otros países, logra consolidar el proteccionismo y la industrialización en su propio territorio. Al promover el libre comercio hacia el exterior y, al mismo tiempo, inhibir la producción local en los países sometidos, logra exportar sus productos industriales con éxito, porque, como bien saben, "la industria es poder".

Esa transferencia, esas acciones centrípetas, que nos desgajaron nuestra raíz hispánica no fue solo cultural, sino -paralelamente-también transferencia usuaria económica.

Así nos lo prueba –solo unos ejemplos- Juan Pablo OLIVER. El mismo dice que “Por Decreto de abril 21 de 1857 el Gobierno Nacional celebra un contrato con el banquero Jose Buschental judío alemán embuchemal" como lo tildaba "La Gaceta" cuando su centro de operaciones se reducia a Montevideo --- por el cual este toma bonos del gobierno al 24 % anual. En 5 de junio de 1859, el gobierno coloca nuevos bonos al tipo de 75 % e interés del 2 % mensual, vale decir interés anual neto del 32 %.

“En 30 de agosto de 1859, siguiendo el ejemplo de Montevideo, se arriendan a Buschental todas las aduanas de la Republica, con amplias facultades de administración, disposición, modificación y creación de impuestos, remoción de empleados, etc.

“Por su parte el Estado de Buenos Aires -menos angustiado de fondos, pero con idéntico espíritu de entrega- inicia una serie que luego sería cada vez más premiosa: Ley 19 agosto 1854: "El Gobierno concede a los señores "Jaunet Freres'', por diez afios el derecho exclusivo para iluminar la ciudad con gas . .

“Por ley octubre 30 de 1857, se derogan disposiciones de Rosas relativas a la concesión de tierras públicas únicamente a nacionales y se dispone "que la calidad de extranjero no obsta para adquirir la propiedad".

“Ley mayo 14 de 1857, concesión ferroviaria a Mr. Edward Hopkins. Eduardo Hopkins era el mismo que en 1846 desempeñando funciones de comisionado de los EEUU en Ia provincia del Paraguay a objeto de transmitir informaciones de carácter comercial, se arrogó atribuciones diplomáticas en terminos ofensivos Para Ia Confederación. Ante el enérgico reclamo interpuesto par Rosas, el Gobierno de los EE. UU. reprobó públicamente la conducta de su comisionado, ordenó su regreso y presentó excusas oficiales al gobierno argentino

“Se instala el 28 de diciembre de 1857, con monopolio de emisión, etc., el "Banco Mauá y Cia.", instrumento del capitalismo brasilero en el Plata, agente. para el cobro de las indemnizaciones y colocación de empréstitos ruinosos al Gobierno de Parana (ver Hansen y Besouchet) . “·En 1856 se abre el Banco Wanklyn y Cia.; en 1862 concesión a la "Buenos Aires Great Southern Railway Company Limited"; en 1864 a "The Central Argentine Railway Com-pany Limited"..- “

El Unitarismo fue desarticulando todos los resortes económicos en manos nuestras para transferirlas a las empresas extranjeras basadas, éstas, en regulaciones usurarias..

 

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CAPÍTULO 19

 

XIX.- LIBERALES Y SOCIALISTAS, COINCIDEN EN UNA SOCIEDAD PURAMENTE MATERIAL

 

Coinciden en sus intereses lo liberales con los marxistas –hijos putativos de los primeros.

STEFFENS SOLER sigue diciendo, con propiedad, que  los comunistas tienen un amor desmedido por el liberalismo a pesar que dicen que lo combaten “¿Acaso por los mismos motivos por los que el señor Marx era librecambista? Marx decía: -En general el sistema Proteccionista es hoy conservador, en tanto que el sistema librecambista actúa destructivamente. Disocia las nacionalidades anteriores y hace culminar la oposición entre proletariado y burguesía. En una palabra: el librecambismo acelera la revolución social. Y sólo en este sentido revolucionario voto yo por el librecambio-“

En las elecciones ganadas por Sarmiento-en 1868-, le escribe el 17 de Junio a Domingo de Oro, el método “Liberal” utilizado: “…para ganarlas, nuestra base de operaciones ha consistido en la audacia y el terror que, empleados hábilmente, han dado este resultado. Los gauchos que se resistieron a votar por nuestros candidatos fueron puestos en el cepo y quemados sus ranchos, perdiendo sus escasos bienes y hasta su mujer. Establecimos depósitos de armas, cantones de gente armada, encarcelamos a los complicados en una supuesta conspiración, y bandas de soldados armados recorrían las calles acuchillando y persiguiendo a los opositores. Tal fue el terror que sembramos el día 29, que triunfamos sin oposición. Esta es la palanca con que siempre se gobernará a los porteños, que son unos necios, fatuos y tontos…”

En carta a Rafael García, el 28 de Octubre de 1868 reconoce que “Si miento lo hago como don de familia, con la naturalidad y sencillez de la verdad (¡!)…”. Sarmiento se enorgullece de ser embustero, e hijo de embusteros y mentirosos. Se considera a sí mismo una deidad y la mentira es para él un arte que maneja día a día y la perfecciona.

Poco se puede agregar a esta confesión suya, lo que sí no puede negársele es su gran capacidad de cinismo, dado que debe existir pocas personas que se jactan de sus propios defectos.

De allí al sometimiento político y económico no hay más que un paso; para el sometimiento militar lo tenían a Mitre y Sarmiento, en alegre coyunda.

Dice BERNASCONI que “el Imperio Británico que tanto había bregado por engendrar una clases dominante a su servicio ya no tendrá que molestarse en la búsqueda de supuestas justificaciones teóricas de su expansión colonial; de eso se encargaban algunos ‘natives’ , como decía Sarmiento“

Como lúcidamente nos hace ver este autor “El imperialismo mercantil, el invento tal vez más sutil de la inteligencia británica, no apela a la ocupación militar de los países cuya subordinación colonial le interesa; se funda en el control de los pilares fundamentales de sus economías. Por eso, la sutileza le es indispensable para disimular su penetración sustrayéndola a la atención de los pueblos nuevos e incautos. El sigilo es de la esencia del imperialismo para dominar evitando en la medida de lo posible su detección. Por eso una compleja e intrincada telaraña de empresas, empresarios y hasta instituciones supuestamente de fines humanitarios se extiende silenciosa en los países económicamente sometidos sin que la araña que acecha se deje ver“.

La agresión inglesa fue, en esencia, cultural y económica: los mencionados lacayos, establecidos en nuestro suelo, llevaban a cabo la limpieza física, dejando —como en el Paraguay— un interior desolado tras tanta mortandad y carnicería organizada desde Buenos Aires.

Esta limpieza tenía además otro propósito: conscientes de su culpa y de ser los artífices de la destrucción de su propia patria, preferían no dejar testigos que, en el futuro, pudieran denunciarlos y señalarles como homicidas de su propia gente.

 

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CAPÍTULO 20

 

XX.- JOSÉ HERNÁNDEZ, EL ‘CHACHO’ PEÑALOZA, FELIPE VARELA Y OTROS FEDERALES FALTOS DE CONOCIMIENTO DE LA CAUSAS DE LA DEBACLE

 

De Sarmiento, ese teórico y ejecutor de la persecución de su propio pueblo, dijo en una carta pública: “Aquellos tiempos se pasaron; ya no se arrojará a los adversarios por el balcón como a Benavidez, ni se los matará con sus hijos en los brazos como a Virasoro; ni se colocará la cabeza en un palo como a Peñaloza...Esos tiempos no volverán, porque no volverán las pasiones que los agitaron, ni los hombres que los produjeron. De esos hombres, uno de los últimos es el Sr. Sarmiento, que siente que se va, y al despedirse quiere hacer a la generación actual heredera de los odios que han agitado su vida, que son ingénitos a su naturaleza, y de que no puede ni quiere desprenderse...Ya no es la época de llevar a las esposas de los generales cuya cabeza se había puesto en un palo, con una cadena al pie y una escoba en la mano, mezclada entre los presidiarios, a barrer las plazas públicas, como se hizo en San Juan siendo Ud. gobernador el año 63 con la infortunada viuda del general Peñaloza…”.

Dos errores comete, lamentablemente, Hernández: el primero, pensar que la liquidación física terminaba allí. No contempló Hernández que la matanza seguiría y que luego de la eliminación física, o paralelamente a ella, se extendería la matanza cultural por todos los medios: diarios, discursos, programas de escuelas, etc.

El segundo error, y persistente en el tiempo, es no haber observado ni en aquel entonces ni en ese tiempo presente que Rosas fue la muralla contra todo este vaciamiento cultural que envolvió a nuestra nación en un iluminismo protestante, en un determinismo materialista, cortando la raíz transcendente hispanoamericana que era la esencia de nuestro pueblo por un utilitarismo calvinista inmanente hasta el dia de hoy. Rosas lo advirtió; no lo escucharon.

Es que como bien ha dicho BERNASCONI, “La impotencia y la desesperación suelen ser malas consejeras. Se ha encontrado entre los papeles de López Jordán un Memorándum —redactado por Hernández— en el que se buscaba la cooperación del Brasil para reiniciar la lucha. Esto en 1874. También es cierto que el mismo no habría sido tramitado. Pero no es menos cierto que al menos se pensó en hacerlo. El mismo hombre que se negaba a ir contra el Paraguay y le decía a Urquiza que los enemigos eran los brasileños y contra ellos había que luchar, ahora intentaba el apoyo del Imperio. Esto nos lleva a lo ya sostenido de la ingenuidad de algunos caudillos federales y que el indudable patriotismo que sentían era profundo aunque de dudosa lucidez. Esto tiene relación con lo sostenido en su momento con relación al alzamiento de Urquiza contra Rosas en alianza con el Brasil. Hay quienes pretenden relativizar y hasta justificar lo que no puede ser calificado sino como traición a la patria porque dicen que el pueblo entrerriano participó de la gesta con notorios hombres del federalismo, como el mismo López Jordán. Es que no en todas las cabezas había una clara conciencia de patria, como sí la tenía Rosas. Algunos federales, de romántico —y a veces provinciano— patriotismo se sumaron porque no veían —al menos con claridad— que la patria estuviera en juego, o acaso creyeron que el pecado podría redimirse luego alejando al Imperio. Lo que vino después de Caseros ha demostrado hasta el hartazgo que estaban equivocados. Lo que vino nos exime de probar que en Caseros la patria estaba con Rosas, jamás en el otro bando”.

Al decir el autor citado, hombres como Peñaloza, Felipe Varela, los Hernández, Olegario Andrade, Carlos Guido y Spano, etc. mas allá de su patriotismo innegable, no pudieron detectar con una visión abarcadora, lo que estaba en juego, la proyección de los tentáculos ingleses escondidos en los pliegues oscuros de la política global, siendo las caras visibles, primero, Mitre y Sarmiento y luego sus sicaros ejecutores de sus políticas de destrucción.

Volvamos unos años atrás: una prueba documentada acerca de los párrafos anteriores, lo da una carta del ‘Chacho’ Peñaloza dirigida a Prudencio Vidal Guiñazú, en la que lo exhorta a unirse a los esfuerzos de la Coalición del Norte contra el régimen de Rosas.

La carta, que posee Aníbal Gómez Llambí está fechada el 27 de mayo de 1841 en su "Campamento en Marcha" y toda ella expresa un júbilo optimismo sobre el inminente éxito de las fuerzas unitarias, que el ‘Chacho’ integraba:

“.Libertad, Constitución o Muerte.-Campamento en marcha, 27 de Mayo de 1841. “Sr. Don Prudencio Vidal Guiñazú.

“Compatriota y amigo.

“Esta no tiene otro objeto que en algún modo retribuirle el servicio que ha hecho Ud. a esta provincia cuando ha estado con fuerzas, pues es Ud. el único que no ha hecho males.

“Es pues en este sentido que voy a hablarle con el lenguaje de la franqueza y amistad que he tenido y tengo a su persona.

“El Gral. Madrid ha derrotado completamente las fuerzas que mandaron de Córdoba a las órdenes del Cnel. Lagos, y las que el Fraile mandó desde La Rioja a las órdenes del Cnel. Flores, y Cnel. Maza, este último mandaba seiscientos infantes, todos los que han sido prisioneros o muertos, siendo la única fuerza mejor del ejército de Rosas.

“El ejército del Gral. Madrid, está en marcha, con fuerzas muy considerables, su número lo ignoro pero no baja de setecientos veteranos, esto lo sé por un buen hombre que hace tres días ha llegado allá, el Gral. Lavalle con tres mil hombres de las armas, ya en operaciones, caballadas gordas como debe Ud. suponer, pues ha estado sin moverse en los pueblos, excuse hablarles del entusiasmo pues todo el mundo se presentó voluntario a tomar una lanza. Ud. sabe muy bien que el Fraile cuando marchó del Valle Fértil dijo que iba a atacar al Gral. Lavalle, efectivamente apuntó para los Colorados y despachó su vanguardia como a 4 o 5 leguas adelante de los Colorados, allí recibió noticias positivas de la fuerza que tenía el Gral. Lavalle, y sin más contramarchó
hasta las casas viejas, esto debe Ud. saberlo muy bien. Ud. advertirá que el 
Gral. Lavalle no se movía sobre el Fraile, era por dos razones, la primera para que el Fraile luego que supiese el Gral. se movía se ponía en retirada, y le sucedía al Gral. lo que al Fraile le sucede hoy que está completamente a pie, la segunda porque estaba pendiente la batalla de Madrid que aunque era tres veces inferior en fuerzas en aquella fecha no tenía su fuerza reunida y en este caso el Gral. Lavalle podía auxiliarlo.

“Hoy Oribe con todas sus fuerzas se concentrará en los Llanos, con dos objetos, o a dar una batalla (que no lo creo) o emprender una retirada sobre San Juan.

“Las provincias de TucumánSaltaJujuy, y Catamarca, obran en masa contra el tirano.

“La República Oriental y Corrientes, con un fuerte ejército a las órdenes del Gral. Paz amagan de cerca al tirano de los pueblos Don Juan Manuel de Rosas.

“Recientemente se han recibido comunicaciones de aquella república, y de las provincias enumeradas.

“Persuadido de su honrado patriotismo y demás buenas cualidades que hacen recomendables los hombres en la sociedad, quiero darle la prueba más inequívoca de amistad.

“Mande Ud. un hombre de su confianza para que vea las comunicaciones ya de los generales como de las provincias, y repúblicas hermanas que nos ayudan en esta guerra y entonces se convencerá de que los tienen engañados con groseras mentiras.

“Estos no son otra cosa que una reunión de ambiciosos que solo tratan de la ruina de los pueblos y nuestra total destrucción para gobernar a su antojo y ser nosotros sus miserables esclavos.

“Acepte Ud. la sincera amistad de su mejor amigo, Dios patria y libertad.
Ángel Vicente Peñalosa (sic)

A.d.
“Don Lucas Agüero le manda mil recuerdos y dice que es tiempo que abra los ojos y mire por el bien de su provincia y de su fortuna particular.
“Fdo. Angel Vicente Peñalosa“
(sic)

(Se respeta la ortografía original)

Esta carta de mayo de 1841 es un vívido ejemplo de la limitada visión política continental de Peñaloza. Para entonces, ya no podía desconocer que en 1838 Rosas tuvo que enfrentar una invasión francesa en nuestras aguas. Sin embargo, ni siquiera entonces comprendió realmente lo que las fuerzas extranjeras que asolaban nuestro territorio intentaban hacer.

Esto revela que, a pesar de los acontecimientos recientes, Peñaloza no lograba captar completamente la gravedad de la intervención extranjera ni sus profundas implicaciones para la nación.

No podía desconocer lo que Sarmiento decía de esa invasión y que reconocía en voz alta y muy suelto de cuerpo que ellos, los Unitarios, eran traidores a la causa Americana (“Los que cometieron aquel delito de leso americanismo (apoyar la invasión francesa), los que se echaron en brazos de la Francia para salvar la civilización europea, sus instituciones, sus hábitos e ideas en las orillas del Plata, fueron los jóvenes, en una palabra, ¡fuimos nosotros! ... Somos traidores a la causa americana, española, absolutista, bárbara... De eso se trata, de ser o no ser salvajes”). ¿Nada de esto fue visto por Peñaloza? ¿Nada de esto lo hizo reflexionar?.

Como hemos señalado, Peñaloza combatió codo a codo con los Unitarios, aliados de Lavalle, Lamadrid y Paz, enfrentándose a Rosas —a quien denominaba “tirano”— y a su política de defensa de la soberanía nacional.

Es insólito y triste que Peñaloza pidiera la ayuda de las provincias contra los federales, a quienes acusaba de engañar a la población con mentiras y de buscar únicamente la destrucción para imponerse y convertir a los Unitarios en miserables esclavos.

Resulta difícil reconciliar la sinceridad y patriotismo ingenuo de Peñaloza con su desconocimiento de las verdaderas intenciones de sus amigos Unitarios.

Aunque luchó junto a ellos y se opuso a Rosas, Peñaloza terminó siendo víctima de su propia ingenuidad y de una visión demasiado limitada de la política y la historia. Es triste y, en cierto sentido, trágico que creyera en las mentiras sobre los Federales y confiara en sus amigos Unitarios sin entender realmente sus verdaderas intenciones.

En otra carta, esta vez dirigida a Urquiza, el 7 de Junio de 1863 decía lo siguiente: “Si Ud. estuviese en estos pueblos vería cuanto han sufrido y cuanto los han asesinado y vería también que este movimiento es contra otra tiranía peor que la de Rosas”.

Puede notarse acá, una vez más, la errónea concepción de la geopolítica del momento de Peñaloza creyendo en la tiranía de Rosas, creyendo en que la Constitución iba a salvar al federalismo y creyendo, ingenuamente, en que solo Urquiza iba a poder contener al centralismo unitario porteño.

Como epitafio de estos párrafos el historiador riojano Armando R. BAZÁN sentencia: “El entrerriano no solo no contestó sus cartas; ni siquiera las abrió y se las pasó a Mitre para demostrar que él no estaba comprometido con la revuelta ‘chachista’.”. Esto siempre se supo; Mitre lo sabía. Una traición mas de Urquiza y van….

La historia demuestra que su perspectiva estrecha, centrada únicamente en su territorio o “patria chica”, le impidió comprender la lucha más amplia por una nación unificada y soberana.

Con el paso de los años —demasiados años— Peñaloza despertó de ese grave error, pero fue demasiado tarde: finalmente fue perseguido y asesinado, al igual que su mujer fue humillada, a manos de aquellos a quienes defendió durante tanto tiempo.

De ese modo, la visión de estos patriotas, incluso antes de Caseros, no iba más allá de su estrecho terruño y su “patria chica”, y eso resultó fatal. Para luchar por una nación libre primero hay que mirar el mapa completo y entender contra quién se pelea y por qué.

Un ejemplo de ello es José Joaquín de Rivadavia, hijo de Bernardino Rivadavia, quien tras luchar por la causa federal terminó uniéndose a las fuerzas gubernativas Unitarias —comandadas por su antiguo enemigo Mitre y el Brasil— que combatieron contra el Paraguay, el último bastión federal y soberano.

Del mismo modo, Felipe Varela dejó también su testimonio "Nuestros pueblos han sido desolados, saqueados y guillotinados por los aleves puñales de los degolladores de oficio: Sarmiento, Sandes, Paunero, Campos, Irrazábal y otros varios oficiales dignos de Mitre ...Cincuenta mil víctimas hermanas, sacrificadas sin causa justificable, dan testimonio flagrante de la triste e insoportable situación que atravesamos..." “…,"Muchos pueblos han sido saqueados, desolados, guillotinados por puñales aleves. Ahí la historia En 1862 salieron los ejércitos porteños enviados por Mitre al mando del coronel Arredondo a pacificar provincias. Fue en ese mismo año que ese famoso coronel plantó la horca en nombre de la ley en la plaza de La Rioja, al frente de la puerta principal de la iglesia, estrenándola por primera vez con catorce infelices cuyos cadáveres fueron arrastrados desde la misma plaza hasta el panteón. En ese mismo año, por orden del mismo coronel pacificador, los pueblos de Machagasi, Alazán y Guandacol desaparecieron abrasados por las llamas y se disipaban en negros torbellinos de humo y chispas, con sus sementeras y cuantos recursos de vida poseían. En 1863, la ciudad de La Rioja era entregada por el general Taboada, otro de los ‘pacificadores’ de Mitre, al más vergonzoso pillaje, al saqueo más inaudito, al par que alli se encerraban familias honradas en los cuarteles, entregándolas a la depravación de una una tropa inmoral y corrompida hasta el infinito. Desde esa fecha hasta 1862 los pueblos de Famatina, Chilecito, Vinchina, Hornillos han presenciado los actos de barbarie mas salvajes, el martirio de mujeres preñadas, el ahorcamiento de centenares de infelices, el suplicio  de viejos y de niños, el degüello de tantos, en fin , que sería traspasar los límites de un simple manifiesto el entrar a dar cuenta de tanto hecho atroz”

Este devastador y angustioso mensaje de Felipe Varela refleja una profunda incomprensión de lo que estaba ocurriendo, junto a una desgarradora desazón. Nos muestra que, por encima del dolor inconmensurable, los patriotas no podían ver más allá de los sucesos inmediatos y quizás desconocían la fría y calculada política de los centralistas.

No se trataba solo de la carnicería perpetrada por los sicarios que galopaban por todo el territorio, exterminando a inocentes gauchos y a sus familias, sino que estas atrocidades eran promovidas y ordenadas desde el gobierno central de Mitre y Sarmiento. Incluso el ‘Chacho’ Peñaloza confió en las palabras de Mitre, un error que le costó la vida.

La ‘colonización pedagógica’ al decir de Arturo Jauretche implicaba los ‘nobles odios’ que primaban sobre la verdad histórica como lo confesaba el propio Bartolomé Mitre impulsando a rajatabla el silenciamiento de aquellos que osaban fundadamente desmontar la barbarie iluminista. Y cuando no podían silenciar a San Martin, a Carlos Guido y Spano, a José Hernández, a Olegario Andrade, a Homero Manzi, entre otros, señalaban de ellos solo la parte artística o militar, escondiendo su crítica política nacional.

Aunque si podemos dejar en claro, con meridiana evidencia que estos Federales que sufrieron el escarnio y el embate del unitarismo triunfante, fueron los primeros en cavarse la fosa: Guido y Spano, José Hernández, Olegario Andrade, Evaristo Carriego, Rafael Hernández, entre otros.

Con sus pensamientos y acciones contra el gobierno soberano de la Confederación Argentina al mando de Juan Manuel de Rosas contribuyeron y no en poca medida, a su caída.

Así lo subraya Julio IRAZUSTA al decir que estos eran Federales Urquicistas vieron –y sufrieron, digamos nosotros- muy bien los efectos de la caída de Rosas y la traición de Urquiza (aunque bastante tarde) pero fueron incapaces de ver las causas del mal que aquejaba al pueblo argentino.

 

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CAPÍTULO 21

 

XXI.- LA ‘HISTORIA OFICIAL’: LA CONSPIRACIÓN DEL ‘SILENCIO’

 

Otro de los métodos que utilizó el Unitarismo vencedor fue anular el sentido de pertenencia de nuestro pueblo aún en la música.

A partir de 1853, Urquiza no solo prohíbe la música afecta de los descendientes de africanos y mulatos, sino que muchos que eran esclavos en el Brasil y que buscaron refugio en la llamada ‘tiranía’ de Juan Manuel de Rosas (perdóneseme la ironía), fueron devueltos al Brasil cumpliendo promesas al Imperio del Brasil de ‘Libertador del pueblo argentino’ (perdóneseme la segunda ironía) Justo José de Urquiza, ante el terror y amargura entre quienes fueron devueltos.

Qué diferente al gobierno de Juan Manuel de Rosas que mientras los unitarios vedaron el ingreso a las clases mas humildes, en especial, aquellos de raza negra, a las escuelas públicas, don Juan Manuel y su mujer, Encarnación, al contrario, trataban de colaborar con los monjes mendicantes en la educación de aquellos, como bien decía el historiador Juan  Carlos NEYRA,

Las gerontólogas y escritoras Graciela H. GIUFFRIDA y María Cristina PÉREZ CID nos dan la pauta de ello en un enjundioso trabajo donde describen al respecto que “Luego de que los esclavos de origen africano tuvieran prohibido expresarse en las calles, allá por 1853, comenzaron a reunirse en lugares cerrados, lugares de reunión que ya existían, llamados tangos o tambos. Según muchos estudiosos del tema, inclusive ése sería el origen del término (…). …..

“En su escrito sobre la identidad cultural, nos dice la investigadora colombiana Olga Molano: “El concepto de identidad cultural encierra un sentido de pertenencia a un grupo social con el cual se comparten rasgos culturales, como costumbres, valores y creencias (…)….

“La identidad cultural de un pueblo viene definida históricamente a través de múltiples aspectos en los que se plasma su cultura, como la lengua, instrumento de comunicación entre los miembros de una comunidad, las relaciones sociales, ritos y ceremonias propias, o los comportamientos colectivos, esto es, los sistemas de valores y creencias (…). Un rasgo propio de estos elementos de identidad cultural es su carácter inmaterial y anónimo, pues son producto de la colectividad.”… O sea, el sentido de pertenencia, con toda la carga afecto-cognitiva que conlleva, es el elemento arraigante y movilizador de la actividad grupal, y lo que es todavía más importante, constituye un generador de valencias y cohesión intragrupal”

Concordante con lo manifestado por las citadas autoras, ya por el año 1991 cita Fermín CHAVEZ un escrito  de 1907 del conocido médico José María Ramos Mejía que decía “Allá por el año 1860 los candombes guardaban un discreto silencio pero conservaban, sin embargo, la oculta devoción intima por el "grande hombre" [refiere a Rosas], y su composición y sus ritos originales seguían inalterables su curso normal. El domingo, un rumor sordo solía levantarse en el silencio de la tarde; la negrada federal, ya que no por las calles de la ciudad como antes, hacia sus desfiles, bajo el parral y en la huerta del antiguo sitio, gesticulando su admiración por el amo viejo, ausente de cuerpo pero viviente dentro del espíritu fanatizado, que no lo olvido jamás”

Por ello, el unitarismo de Mitre, de Sarmiento y de Vicente F. López, al destruir —física, cultural y religiosamente— el sentido de pertenencia de nuestro pueblo, preparó el terreno para imponer de manera arbitraria y falsaria, una historia (y unos valores) inexistentes y contranaturales, fijándolos de forma indefinida.

El Unitarismo sabía la importancia de ‘fabricar’ un pasado inexistente en cuanto a las virtudes declamadas. Sabían que el pasado es la fuerza viva y el actuante que sostiene nuestro hoy, al decir de José Ortega y Gasset, citado por el ilustre historiador Luis c. ALEN LASCANO, lo que llevaba esa mistificación del pasado histórico a establecer las pautas de educación desde entonces al presente. Esto es, “el sustento de la historiografía clásica enseñada y repetida hasta la actualidad, con variantes más o menos ingeniosas, para todos sus epígonos”.

El historiador mencionado cita a Joaquín Díaz de Vivar el cual sentencia con acierto que “"La historia del Pals Argentino aún no ha sido escrita; la que corre como oficial u oficiosa, no es sino un alegato realizado por hombres que fueron autores del drama, antes de convertirse en autores de su historia. Y es así que el juicio por ellos emitido se resiente por la pasión que resuman sus plumas, esgrimidas como ardientes espadas flamígeras, con las que intentan impedir el advenimiento at sitial de honor de sus adversarios del pasado, por justo que ello fuera".

Y volviendo a Mitre, todo esto ya venía de lejos, como se dijo: solo cambiaban los actores y los atuendos. En 1887 el periodista y militar Epifanio MARTÍNEZ escribió en forma lapidaria y sumariamente quién era Mitre: y qué representaba:

Siete años gobierna at país con la ley marcial...Sandes, Arredondo, Rivas erigidos por a en procónsules extraordinarios, llevan a cabo actos de exterminio en masa. Tres veces invadida a sangre y fuego La Rioja, como la antigua Jerusalén, queda convertida en un sepulcro. San Luis, Mendoza, San Juan, Santa Fe tiemblan bajo la mano enguantada de este principista de la sangre. Tiemblan también las áreas públicas, porque a la sombra de este puritano sin mancha, se pierden diez millones de pesos bajo el ministerio de Elizalde…”.

Y eso que el tal Martínez era Unitario….

Se reiteran una y otra vez el océano de sangre que producen los ‘sicarios ‘Orientales, por orden de Mitre y Sarmiento pero también por gusto personal. Se ceban en cada aniquilación que producen en los pueblos sumiendo a ellos en un tortuoso silencio de cementerio. Dejando un legado de dolor y mudez en los las tierras arrasadas impunemente. 

Mitre tuvo en Sarmiento al mentor ideológico de un proyecto de “limpieza social” del gauchaje para eliminar la “barbarie”, complementada con políticas llamadas por el Unitarismo ‘educativas’ y de ‘pacificación’ como sostén paralelo a la destrucción fríamente diseñada.

Como hemos dicho arriba, en el Prólogo, miles de gauchos riojanos, catamarqueños y cordobeses pasaron por las dagas ‘civilizadoras’ de sus compatriotas y los orientales al servicio de Mitre.

De tal modo, ajustadamente señala BERNASCONI, “…En la historia que se enseña en las escuelas, incluyendo niveles superiores en los que sería de esperar cierta altura, Sarmiento es presentado como una mente superior portadora de un pensamiento profundo y elevado. Todo un ejemplo de lo que puede hacer la falsificación de la historia.

“El pedestal al que él mismo se subiera en vida se ha mantenido incólume a pesar de los estremecedores terremotos que la investigación seria de su vida e ideas han desencadenado. La mano piadosa del pensamiento oficial ha debido correr una y otra vez a sostener la estatua, contando, eso sí, con la invalorable ventaja de una miríada de conciencias adormecidas por la siembra diaria de falsedades, obra ésta del sistema educativo que, fundado entre otros por el mismo prócer, es hasta hoy regenteado por sus herederos ideológicos en un ejemplo sin par de "supervivencia.

“Lo que demuestra que ciertos prestigios y ciertos proceratos dependen no de sus méritos intrínsecos sino de la permanencia del sistema oligárquico que los sostiene.

El pensamiento nacional ha trabajado a destajo por el esclarecimiento de estas cosas, pero día a día las hormigas prácticas se ponen el guardapolvo y van a las escuelas a administrar el narcótico adormecedor en las tiernas mentes de los educandos."

Y citando a Ernesto PALACIO el mismo enseña desde una cátedra perenne en el conocimiento de la realidad que “Sabido es que, aparte de la guerra de la independencia, enseñada con acento antiespañolista, los motivos de exaltación que ofrecen nuestros manuales son la Asamblea del año XIII, con sus reformas ¡liberales!, el gobierno de Martín Rodríguez, la Asociación de Mayo ¡tan intelectual!, las campañas “libertadoras” de Lavalle, Caseros y –gloriosa coronación- las presidencias de Sarmiento y Avellaneda… Historia convencional, escrita para servir propósitos políticos ya perimidos, huele a cosa muerta para la inteligencia de las nuevas generaciones.

“El trabajo de restauración de la verdad, proseguido con entusiasmo por un grupo cada vez mayor de estudiosos, no ha llegado a conmover la versión oficial, que pronto se solemnizará en una veintena de volúmenes bajo la dirección del doctor Ricardo Levene.

“Será sin duda un monumento; pero un monumento sepulcral que encerrará un cadáver. No es posible obstinarse contra el espíritu de los tiempos. Ante el empeño de enseñar una historia dogmática, fundada en dogmas que ya nadie acepta, las nuevas generaciones han resuelto no estudiar historia, simplemente.

“Con lo que ya llevamos algo ganado. Nadie sabe historia, ni 1a verdadera ni la oficial. No hay un abogado, un médico, un ingeniero que (salvo casos de vocación especial) sepan historia. Y es porque, en las lecciones que recibieron, sospechan confusamente la existencia de una enorme mistificación….

“Diré solamente que dicha versión no se ha independizado, que sigue siendo tributaria de la escrita por los vencedores de Caseros, en una época en que se creía que el mundo marchaba, sin perturbaciones, hacia la felicidad universal bajo la égida del liberalismo y en que no sospechaban los conflictos que acarrearía la revolución industrial, ni la expansión del capitalismo, ni la lucha de clases, ni el fascismo, ni el comunismo. Impuesta por Mitre y por López tiene ahora por paladín al arriba citado doctor Levene, lo que, en mi entender, es altamente significativo.

“Fraguada para servir los intereses de un partido dentro del país, llenó la misión a que se la destinaba; fué el antecedente y la justificación de la acción política de nuestras oligarquías gobernantes, o sea, el partido de la “civilización”. 

“No se trataba de ser independientes, fuertes y dignos; se trataba de ser civilizados. No se trataba de hacernos, en cualquier forma, dueños de nuestro destino, sino de seguir dócilmente las huellas de Europa. No de imponernos, sino de someternos. No de ser heroicos, sino de ser ricos. No de ser una gran nación sino una colonia próspera. No de crear una cultura propia, sino de copiar la ajena. No de poseer nuestras industrias, nuestro comercio, nuestros navíos, sino entregarlo todo al extranjero y fundar, en cambio, muchas escuelas primarias donde se enseñara, precisamente que había que recurrir a ese expediente para suplir nuestra propia incapacidad. Y muchas Universidades, donde se profesara como dogma que el capital es intangible y que el Estado (sobre todo, el argentino) es “mal administrador”. 

“Era natural que, para imponer esas doctrinas, no bastara con falsificar los hechos históricos. Fue necesario subvertir también la jerarquía de los valores morales y políticos. Se sostuvo, con Alberdi [ éste con los años cambiaría –tarde- su modo de pensar] que no precisábamos héroes, por ser éstos un resabio de barbarie, y que nos serían más útiles los industriales y hasta los caballeros de industria; y que la libertad interna (¡sobre todo para el comercio!) era un bien superior a 1a independencia con respecto al extranjero.

“Se exaltó al prócer de levita frente al caudillo de lanza; al civilizador frente al bárbaro. Y todo esto se tradujo a la larga en la veneración del abogado como tipo representativo, y en la dominación efectiva de quienes contrataban al abogado.

“Con este bagaje y sus consecuencias –un pacifismo sentimental y quimérico, un acentuado complejo de inferioridad nacional- nos encontramos ante un mundo en que todos estos principios han fracasado.

“Las condiciones del mundo actual demuestran que Rosas tenía razón y que las soluciones de nuestro futuro se encontrarán en los principios que él defendió hasta el heroísmo, y no en los principios de sus adversarios, que nos han traído al pantano moral en que hoy estamos hundidos hasta el eje.

“Si después del ‘53 seguimos siendo una nación, a Rosas se lo debemos, a la unión que se remachó durante su dictadura y que la ulterior tentativa secesionista no logro quebrar. Esto lo han reconocido hasta sus peones enemigos, empezando por el mismo Sarmiento. Siendo así ¿cómo no guardarle gratitud?, ¿cómo no admirar su grandeza?”

Seguir absorbiendo la invención de una historia a todas luces probada que ha sido falsificada nos lleva a debilitamos interiormente y a vaciarnos la existencia de las realidades de nuestro pasado que impiden, por no conocer quienes hemos sido, el proyectarnos hacia adelante en el tiempo, sabiendo lo que queremos y habremos de ser.

Ese dogmatismo no es una mera afirmación dogmática valga el retruécano.

Carlos M. DARDÁN pregunta y se pregunta qué es la historia.” La historia es la memoria de los pueblos. Es a éstos, lo que una experiencia recordada al hombre. En la medida en que el pasado vive en nosotros un tesoro de sabiduría nos enriquece la prudencia que deriva de la misma guía nuestros pasos por el presente casi siempre incierto con la gran seguridad de los senderos ya recorridos.

” Por ello encierra una profunda gravedad la advertencia clásica de Maeztu: "En el pasado hallaremos el camino del porvenir". Solo que el gran tradicionalista español debió haber precisado para nosotros su pensamiento diciendo: "en la verdad del pasado hallaremos el camino."

” Porque una historia falsificada —no ya una interpretación liberal de la historia— lejos de ser un camino hacia la luz, es una senda tortuosa hacia las sombras; equivale a una .experiencia, no tenida en cuenta; a un consejo no seguido; a una dolorosa orfandad, corno aquella que caía sobre los hogares romanos cuando los dioses familiares eran alejados por el olvido.

” Entendidas así las cosas, ¿cómo nos ha de extrañar la amarga odisea de nuestra Patria, si a partir de Caseros, sobre la demolición de su experiencia histórica se trazó un camino que no lleva a ninguna parte? ¿Si ésta es la hora en que nadie sabe en la misma ni lo grande que fuimos, ni lo  pequeño que somos? ”

CORVALÁN MENDILAHARSU nos pone sobre la mesa un ejemplo impactante: Resulta que en su momento el historiador envía al diario ‘LA NACIÓN’ órgano de choque del ideario ‘mitrista’ para moldear las mentiras sobre nuestra historia en los cerebros de nuestros habitantes, más propensos a aceptar como reales todo lo que se pone en un diario, sin analizar personalmente si lo que allí se dice es verídico.

Como decíamos, envía un artículo fechado el 9 de Diciembre de 1939 sobre Juan Martín de Pueyrredón adjuntando documentación que avalaba lo allí dicho. Se refería tal artículo a una casa de comercio que había abierto el citado Pueyrredón y también documentación que acreditaba el casamiento del mismo con una prima suya.

A los pocos días le devuelven ceremoniosamente el escrito, pero le dicen que “no van a publicarlo a pesar de las evidencias acompañadas y el criterio allí sustentado pero que aunque comprenden la buena fe de su personal punto de vista hemos de manifestarle que nos atenemos al nuestro [se refiere al criterio] en esta materia”.

Finaliza el autor exclamando “….el fallo ‘académico’ (sic) es monstruoso. El ‘criterio’ del diario ha tenido más valor que la documentación del artículo”.

Bueno, no debería sorprendernos. Mitre, desde su diario, continúa negando con coherencia el valor de cualquier documento que contradiga su ideología. Recordemos que cuando Saldías le presenta su trabajo monumental sobre la Confederación Argentina, Mitre, indignado —porque sabía que lo que señalaba Saldías era cierto—, sin importarle la veracidad de la documentación adjunta, le responde en una carta del 15 de octubre de 1857 que él, es decir, Saldías, había olvidado los ‘nobles odios’ que deben guiar los actos.

No importaba la verdad por más hechos y documentos que hubiera. Le manifiesta, después de leerla, entonces, que prefería él –Mitre- conservar sus "nobles odios". Ocurría que, a la luz de la documentación, el "Tirano" no lo parecía tanto.

Con respecto todo estos últimos párrafos, el Dr. Alberto OTALAGANO dijo en 1974 “…La historia es a las Naciones lo que la memoria es a los hombres: El conocimiento o la noción del origen, de una identidad a través del tiempo y del espacio, que se integra con el conocedor, en cuanto a tal, conformando su ser existencial. El presente es hijo del pasado, como el futuro lo es del presente. Conocer realmente el pasado es conocer la génesis de la problemática del presente para encontrar la solución. La historia es la forja de la conciencia Nacional (o sea el conocimiento de lo que se es por lo que se ha sido y en función de lo que se deberá ser). Definición por antonomasia del “ser argentino” y especificación de su destino… El hombre en tanto historia, integra una comunidad de destino en lo universal, o sea profesa una religión común, tiene un pasado y un presente comunes a todos los que habitan con él en su mismo territorio: conciencia de tener una comunidad y de haberla tenido, o sea, conciencia histórica. Conciencia de una tradición común, presente común y de un futuro común…” .

GOETHE definió “…no se puede amar lo que no se conoce…”. Y el conocimiento es un hecho de la razón, que apoyada en la moral y en la inteligencia, nos conduce a la verdad de los hechos. Así el conocimiento no depende de nuestra voluntad o sentimientos o de elucubraciones más o menos filosóficas, pero que no se apoyan en el conocimiento de la verdad (la cual, recordemos es una categoría permanente de la razón).

 

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CAPÍTULO 22

 

XXII.- LA BARBARIE DE LOS CIVILIZADOS

 

Sobre el latiguillo que utilizaba persistentemente el centralismo porteño llamando ‘bárbaros’ a quienes solo defendían su tierra, su familia, sus pueblos, señala BERNASCONI  que “No es Bárbaro el que defiende su mundo. Bárbaro es el que quiere destruir ese mundo para poner en su lugar su imperio esclavista. Sus embates no suceden en el campo de la espiritualidad sino en los campos de batalla y sus avances no se verifican en el terreno del saber sino en un barro chapaleado en sangre. No llevan la "civilización", cualquiera que sea el concepto que se tenga de ella, sino su voracidad…"en la feroz represión desatada después de Pavón por los civilizados comandados por Mitre y Sarmiento, ¿quiénes eran los bárbaros? ¿Los pueblos que defendían sus hogares? ¿Peñaloza, cuya magnanimidad fue reconocida hasta por sus enemigos, que jamás apeló a violencia innecesarias, que conservó las vidas de sus prisioneros y cuidó de ellos mejor que de sí mismo mientras los procónsules portuarios asesinaban sistemáticamente a los gauchos que caían en sus manos?"”.

Así, Alberdi, de vuelta de sus desvaríos liberales llamó a hombres como Sarmiento o Mitre "bárbaros letrados de las ciudades", es decir bárbaros con toga. Es que, como dijera: "La civilización no es cultura. Se puede hablar latín y griego y ser un bárbaro".

Efectivamente, no representaron la cultura europea, ni su técnica, ni su arte, ni su filosofía. Solo usaron sus trajes. Fueron el mascarón de proa de la nave invasora.

No trajeron civilización, sino la silueta borrosa de una cultura importada, copiada sin beneficio de inventario, e incluso sin beneficio alguno. Devastaron la tierra, cegando en su cuna un destino nuestro y americano (parafraseando a José Antonio Primo de Rivera) que se truncó, dejando la tierra yerma e inerme ante el avance extranjero.

Dejamos de ser voluntad nacional, existencia propia, para quedar a la sombra de un destino impuesto por el extranjero.

No civilizaron nada; aplastaron nuestra civilización hispano-criolla, pretendiendo ahogarla con una seudo-civilización importada a la que servían, y en el proceso, proscribieron y sangraron a nuestro pueblo, relegándolo fuera de la sociedad.

Todo esto es exactamente lo opuesto a lo que hicieron los griegos, los ingleses y los norteamericanos cuando la hora les exigió una respuesta creadora.

“¿Qué queda entonces del Sarmiento civilizador que por tal cosa entendía Samiento—[además, Mitre, Florencio Varela, Valentín Alsina, etc.]— copiar lo europeo? Sólo quedan los trucos de un tramoyista. Un hábil manipulador de la pluma que mató en su cuna la única civilización posible: la nuestra”, al decir de BERNASCONI."

Es que además de inundar de sangre todo nuestro territorio intentando crea la ‘cuadratura del círculo’ a través de sus matarifes que hemos estado señalando, estos soberbios vacíos de todo, se las ingeniaron para que el futuro siguiera sosteniendo su noble causa.

En su libresca barbarie perdieron la oportunidad de ser una auténtica clase dirigente como las que hemos visto en otros tiempos y en otras latitudes. Si ha habido en el mundo extravío ese ha sido el de esos hombres. Erraron en todo; en su idea de país y en su visión del mundo.

“Ciegos pero obstinados en propagar su ceguera no olvidaron edificar una estructura que les garantizase la perdurabilidad de sus extravíos. Impusieron  un despotismo turco, como dice Alberdi, para cerrar toda posibilidad de disidencia, de manera que a nadie se le pudiera ocurrir revisar ni entonces ni nunca sus actos y las que suponían sus brillantes ideas. Tal vez conscientes de la nulidad de estas, sabían que sólo un cerrado despotismo podía asegurar su permanencia.

“Así, instauraron la dictadura de un aparato cultural dueño de diarios y medios de comunicación; impusieron una enseñanza en la escuela, en los establecimientos secundarios e incluso en las universidades en la que se falsea la historia y se niega toda posibilidad de pensamiento propio; levantaron un muro de silencio en torno a los pensadores y escritores que no se sujetaran a su falsa ideología, para cerrarles el camino del acceso al público.

“Con ello hicieron todo el daño que era de esperar en su tiempo, pero también dejaron la semilla del mal para el futuro. Fueron bárbaros previsores; previeron dejar sus estatuas fuera del alcance de las generaciones futuras”.

De tal modo, Alberdi, al final de sus días pareciera que se le iluminó el cerebro y –demasiado tarde, como fue usual en él- dijo que “los liberales argentinos son amantes platónicos de una deidad que no han visto no conocen. Ser libres, para ellos, no consiste en gobernarse a sí mismo, sino en gobernar a los otros. La posesión del gobierno: he aquí toda su libertad. El monopolio del gobierno: he aquí todo su liberalismo…La Republica Argentina tiene dos constituciones: una escrita que es letra muerta; y otra no escrita que es la real y vivaz. Cada una tiene el gobierno que será según ella, uno aparente, otro real”.

Así también pensaba Rosas pero décadas antes, mientras  en ese entonces Alberdi atacaba al gobierno federal y a su sistema que en el ocaso de sus días, reconocía verdadero.

En otro párrafo de sus ‘Memorias Póstumas’ (mas póstumas que nunca, ya que su ‘revelación’ de las bondades del gobierno de Rosas le llega tarde al tucumano, luego de haberlo denostado y combatido por años y por ende, haber combatido contra su propio país) dice que

“En nombre de la libertad y con pretensiones de servirla, nuestros liberales Mitre, Sarmiento y Cia, han establecido un despotismo turco en la historia, en la política abstracta, en la leyenda, en la biografía de los argentinos. Sobre la Revolución de Mayo, sobre la guerra de la independencia, sobre sus batallas, sobre sus guerras, ellos tienen un alcorán que es de ley aceptar, creer, profesar, so pena de excomunión por el crimen de barbarie y caudillaje".

Bueno, digamos que lo que le imputa a Mitre, Sarmiento y cia, le cabe al tucumano como partícipe de lo que acusa a los mencionados. Y sin temor a equivocarnos podemos decir que la referencia ‘..y cia’ incluye a él mismo como factótum principal de la agresión a su patria.

Prosiguiendo con el historiador BERNASCONI respecto a todos estos cipayos. ellos “han contado, es cierto, con el auxilio de los imperialismos que se han sucedido y a los que bien les sirve que nuestro pueblo dude de sí mismo. Un pueblo que duda de sus posibilidades es una nación que no se pone de pie y que se entrega inerme a las pretensiones del imperio de turno.

Es correcto lo que dice el autor aludido en el sentido de que los imperialismos extranjeros —incluyendo a Brasil en este grupo— buscan que Argentina dude de sí misma, con el fin de mantenerla siempre de rodillas y sin confianza en su capacidad de decidir su propio destino.

Sin embargo, me permito disentir en un aspecto con lo mencionado por el autor entrerriano: no es que los Mitre y Sarmiento contaran con el auxilio de los imperialismos, sino que fue al revés.

Los imperialismos, para lograr sus objetivos de control político, económico y también cultural —en una visión inmanentista—, contaron con el pensamiento y las armas de sus siervos autóctonos. Como dice el dicho: “los de afuera no pueden si los de adentro no los dejan”. Esto lo supieron muy bien los ingleses, franceses y todos los invasores que han llegado a nuestro suelo, especialmente cuando existió un gobierno soberano en las manos de don Juan Manuel de Rosas y su gobierno federal.

Por eso, tras la terrible crisis existencial que sufrió nuestra patria en el siglo XIX, le siguió un estrago cultural – con plena actividad masónica a tales efectos- que perdura hasta hoy, con el objetivo de asegurar el control no solo físico —como en tiempos pasados—, sino también de las mentes y pensamientos políticos de las generaciones siguientes. Todo esto ha sido posible gracias a la colaboración firme de las logias masónicas, como se dijo, tanto aquí como en el extranjero, que en un contubernio feroz nos mantienen en un sempiterno destino de colonia.

De tal modo, al decir del citado autor con extrema lucidez: “ la ignorancia abre las puertas a los salones dorados. Apresados enjambres de mercenarios de la historia revolotean rabiosos en torno de las insignes mentiras cuya custodia les ha sido confiada por el aparato cultural, el que bien sabe que cualquier descuido de sus abejas laboriosas puede permitir el filtro de la verdad prohibida. La guardia del lobo tiene custodia. Y ella debe ser compacta y celosa para que la falsedad no sea sentida ni mucho menos conocida. Es que en ella se funda toda la política del sistema instaurado. Nada cuesta entender entonces a Alberdi cuando decía que la falsificación de la historia es la otra cara de la falsedad de la política, mientras señalaba con su dedo acusador a Mitre y a Sarmiento. Ambos falseaban la historia para justificar su falsa política y falseaban la política para falsear nuestras vidas y presumir de profetas. Falsos también, como casi todas sus cosas. Y todo para que cuatro filibusteros hagan su agosto a costillas del país. Para eso difamaron primero y asesinaron después a todo un pueblo. Y a eso le llamaron Civilización.".

Y eso se ve hasta nuestros días, sino leer que sucedió en nuestro país con la muerte de Isabel II de Gran Bretaña, en un trabajo nuestro anterior, ”La Muerte De Isabel Ii-Mensaje De Los Cipayos-Reflexiones De Los Patriotas” Aquí unos pocos párrafos:

“Todos los políticos y funcionarios de todos los partidos políticos en compungida tenida. Cipayos rastreros en contubernio masónico, alaban y lloran a la difunta.

“Fueron varios los centros de ex combatientes que cuestionaron el “tratamiento edulcorado” de la figura de la fallecida Reina Isabel II. Pero hubo dirigentes de la política que prefirieron resaltar otros ejes de la monarca, como fue el caso del ex ministro de Educación Alejandro Finocchiaro que dijo:

“Su majestad, dignidad y entereza en el ejercicio de su función la colocan en la historia grande de un país en donde no han faltado destacadas figuras. Isabel I y Victoria la esperan en el panteón de las grandes“, escribió Finocchiaro, y docente de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) en su cuenta de Twitter.

https://elnacionaldematanza.com.ar/2022/09/09/la-unlam-reto-a-finocchiaro-por-su-reverencia-a-la-reina-isabel-y-la-falta-de-respeto-con-los-ex-combatientes/

“Desde aquí, y por ahora, contestamos a semejante brulote con un viril ‘corte de manga’ a ese nefasto siervo del imperio y traidor a la patria, al cual se suma a una larga lista.

“Seguramente desde los templos masónicos que con seguridad este personaje transita, sonreirán con las palabras de su fiel hermano ‘tres puntos’.

“Con gente como esta, es más que evidente que nuestro país sigue su derrotero desde 1852 de seguir siendo una colonia a causa de estos políticos y, más aún, docentes que con su prédica colonial siguen envenenando el cerebro (y corazón) de nuestros jóvenes, manteniendo ese ‘status quo’ que tenemos hoy como colonia, reduciéndonos a simple factoría de materias primas y debilitando nuestra conciencia de nación..

“Quizás algún desprevenido crea que todo esto es parte del pasado. Craso error. La auto-denigración, la incapacidad para desarrollarnos, el inculcarnos la subestimación de nuestras aptitudes, sigue vigente y que, por tanto, debemos inclinarnos ante los europeos y su condescendencia.

“Nos enteramos que año tras año ‘besamanos’ nativos acudían presurosos a festejar el cumpleaños de la Reina británica Isabel II hace poco tiempo, a la embajada y veremos que nada ha cambiado, salvo las personas y los atuendos.

“A 40 años de Malvinas: festejaron en Argentina los 96 años de la reina Isabel II políticos, periodistas, empresarios, jueces y artistas” (Por KONTRAINFO-29-04-22”

“Más allá de las vomitivas declaraciones de los políticos que nos retrotraen mágicamente al Unitarismo del Siglo XIX, voces se alzan recordándonos  patrióticamente, en Argentina y España, quién era Isabel II.

“Dice FERNANDO LÓPEZ-MIRONES  que Isabel II es la más importante figura masona del mundo, la enemiga ancestral de la Hispanidad, la ladrona de las Islas Malvinas a la Argentina y la prolongadora de la única colonia dentro de Europa, en España: Gibraltar, Asistimos asqueados a una vergonzosa campaña de culto anglófilo por parte de todos los medios de comunicación.

“Los británicos son expertos en hacerse publicidad a sí mismos incluso en las peores circunstancias, mientras los hispanos lo somos en auto criticarnos delante de todos. Mala mezcla.

“Esa señora, a la que solo Dios puede juzgar como persona, era monarca de 24 países, gran parte de ellos paraísos fiscales, incluida la City de Londres, donde mora todo el dinero negro y sucio del planeta Tierra.

“Todo el capital de asesinos, corruptos, negocios sucios, tiranos y dictadores está bien guardado por su Graciosa Majestad. Mientras, en toda Hispanoamérica, el cine dominado por el globalismo, cada vez que toca un mito hispano lo destroza mostrándolo sucio y malvado.

"Seréis como nosotros" les murmuraban al oído. Y muchos imbéciles le creían olvidando que su sociedad ya estaba estamentada, y a nosotros nos correspondería, eventualmente, el lugar de los parias. Y solo miraríamos de afuera, con ojos embobados, y boca babeante de admiración, la seriedad del boato y elegancia de su clase dominante.

“Exactamente como ahora. Subyugados por deudas. Dependiendo de sus bancos. Aceptando sus leyes. Votando a candidatos que responden a distintas " terminales" siempre aprobadas por grupos de finanzas que le son afines. Pero... repitiendo con ojos en blanco, y espasmos de emoción..." Que elegancia!... que distinción, que pena no fueron finalmente nuestros colonizadores "..

“Olvidan algo importante. Y es que en verdad...sí lo son. Podría pasar que seamos una colonia. Que paga sus impuestos religiosamente en modo de deuda eterna. Y trabaja para ello. Y  a la que no le permiten jamás tener un caudillo que vaya contra esto. Y que no puede educar a sus hijos para ser algo más que lo que ellos aceptan. Y que deberemos tener sólo los hijos que nos dejan. No es la reina, claro. Pero si lo que significa. Al fin, nos hicieron colonia.

“Por eso, como afirmaba (de un modo algo bizarro pero ilustrador y perdónese el término) el gran Blas de Lezo..." todo buen hijo de español, debe mear siempre en dirección a Inglaterra "

En fin nada nuevo bajo el sol, antaño y hogaño.

 

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CAPÍTULO 23

 

XXIII.- EL LIBERALISMO MASÓNICO Y LA DESTRUCCION DEL ‘SISTEMA AMERICANO’ DE ROSAS - MITRE, SALDÍAS Y LOS ‘NOBLES ODIOS’

 

El historiador marplatense Luis GOTTE, suscribiendo todo lo mencionado en este trabajo refiere respecto al nuevo embate del liberalismo masónico actual, no desmentido, al cerrarse o ‘refundirse’ los diferentes institutos culturales como el “Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas”, el “Begraniano”, el “Browniano” y otros se presenta una nueva declaración de guerra cultural. “No es un mero ajuste fiscal: es una operación de demolición simbólica, una avanzada contra los pilares de la memoria nacional y federal”.

 Y dijo más el autor citado, llamando despertar las conciencias nacionales: “El gobierno colonialista actual ha trazado con precisión quirúrgica su línea de fuego ideológica: es pro-británico, atlantista y profundamente anti-hispano. A ello se le suma su evidente tendencia al centralismo político, con un desprecio explícito por el federalismo provinciano. No es una novedad para quienes conocemos nuestra historia. Lo verdaderamente alarmante es el regreso, sin maquillaje, del proyecto mitrista de 1861: la construcción de una Argentina unitaria, liberal, extranjerizante, y con una historia falsificada al servicio del poder.

“Tras Pavón -1861-, Bartolo Mitre no solo vencerá militarmente a las provincias, a través de sus ‘sicarios’: aniquiló su relato, su memoria, su identidad. Persiguió a los enemigos, como también aniquilará sus ideas federales. Allí donde surgía una voz disonante frente al dogma liberal, se apagaba con censura o se ridiculizaba desde los círculos ilustrados porteños. Su arma predilecta fue la pluma: escribió una historia a medida del imperio británico, redujo nuestra complejidad a una lucha maniquea entre “civilización” y “barbarie”, y elevó a su linaje político al panteón de los padres fundadores.

“Y no era ingenuidad ni error metodológico: era un proyecto ideológico consciente. Su pertenencia a la masonería internacional de línea británica no es detalle menor. Allí donde la historia debía construirse con documentos, pruebas y debate honesto, Mitre impuso los "nobles odios" como principio historiográfico. La mentira convertida en recurso legítimo. El odio como categoría política.

“El proyecto mitrista se reactualiza con nombres nuevos, pero con los mismos métodos: un Instituto Nacional de Investigaciones Históricas, con rango de dirección general y un consejo ad honorem, será el nuevo tribunal de la verdad oficial. Desde allí se decidirá quiénes serán héroes y quiénes serán olvidados, quiénes se enseñarán en las escuelas y quiénes quedarán proscritos de la historia patria.

“No exageramos. Estamos ante una dictadura cultural de cuño liberal, que viene a desmantelar la tradición hispanoamericana, a borrar a las provincias del relato nacional y a reponer al Puerto como centro hegemónico.

“Se nos impone nuevamente la pedagogía del olvido. Como en 1861. Y como entonces, será el pueblo, las provincias, los historiadores valientes y los militantes de la memoria los que se levanten contra este nuevo relato imperial”.

Correcto. Esto ya había sido señalado en la “Revista del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas” (IIHJMR) en su primer número, fechado en enero de 1939 (Año 1, Nro. 1). En su Declaración de Principios del 6 de agosto de 1938, se señala que la razón del ocultamiento de la verdad sobre el gobierno de Rosas, e incluso la prohibición de nombrarlo, no respondió a una cuestión de forma de gobierno ni a una negativa a constituir el país mediante una Constitución. El motivo principal fue la resistencia férrea de Rosas ante un extranjero invasor que intentó anular nuestra soberanía y fragmentar nuestro territorio.

No solo Rosas tenía en claro las consecuencias de la fragmentación de Hispanoamérica, pero la intención de la Confederación Argentina es impedirla pacíficamente, mediante negociaciones con otros Estados, conformándose lo que se llamó el ‘Sistema Americano’ de Juan Manuel de Rosas.

El historiador Luis Oscar BUJÁN en un trabajo sobre la política exterior de la Confederación Argentina en el gobierno de Rosas desgrana comentarios de Rosas, Anchorena, Guido, Garrigós, diciéndonos al respecto, por ejemplo, que Rosas escribía a Oribe en 12 de enero de 1842 "...respecto de Tarija, no es digno de la República Argentina reincorporarla por la fuerza, ni reclamar nuestros derechos en circunstancias que Bolivia se encuentra afligida y envuelta en anarquía. Que esto debe ser obra de la paz, por negociaciones pacíficas, dignas y honorables" Se sentaba así uno de los principios rectores de la política exterior nacional: no utilizar la fuerza ante un país hermano con dificultades cuando asiste la razón y el derecho".

En el mismo sentido el historiador citado nos da otra prueba coincidente de la política ‘Americanista’ de Rosas: el Diputado Garrigós escribía a Guido en 1839: "Los gobiernos de Europa nos tratan como sus subalternos con el más alto desprecio, considerándonos como salvajes o berberiscos; y es porque somos débiles. Deberíamos pues pensar en hacernos fuertes (...) y esto lo conseguiríamos haciendo causa común los americanos (...) deber nuestro es marcar a los gobiernos de América la línea de conducta que deben observar, si es que quieren realmente ser libres e independientes.

Coincidiendo con Garrigós,- sigue escribiendo Buján- Anchorena afirmaba que: "La causa que actualmente sostenemos es la de toda la Confederación, es la de todas las repúblicas americanas".

“Vicente Sierra sostenía al respecto que: "No era esta una literatura que buscara trascendentalizar hechos por razones menguadas de política interna, sino expresión de un alto pensamiento americanista, tendiente a establecer que no había problemas argentinos, chilenos, peruanos o bolivianos que no fueran problemas continentales, sobre todo si se trata de fortalecer una unidad dispuesta a enfrentar presiones exteriores..

Es también Guido quien vuelve a plantear el tema de la unidad continental y de los peligros que ésta representaba para las potencias europeas: "...preveo muy claramente cuál será la política del Gobierno Británico, que no omitirá medios cuando no para impedir la reunión del congreso (convocado por el Perú), al menos para debilitarlo y desacreditarlo (...) bien conocen los soberanos europeos cuanto les vale en el Nuevo Mundo la subdivisión de los estados y la influencia comercial que ejercen.

En relación al Paraguay y el Uruguay, finaliza Buján citando a Sierra, que Rosas “seguramente esperaba que el tiempo hiciera comprender a los orientales, como también a los paraguayos, la conveniencia de volver al seno de la Confederación Argentina, por propia decisión no como resultado de una imposición militar o diplomática.

“Hispanoamérica era la expresión de un Estado que había estallado por la acción quedado reducida a una veintena de estados que luchaban por constituirse como les al tiempo que constituir alguna forma de unión que les permitiese defenderse e las amenazas extranjeras. Esto le permitió afirmar a Sierra que: "Rosas, al defender principios argentinos, defendió principios americanos. No sólo defendió a la Argentina o al Uruguay, sino a Hispanoamérica en su oposición a la agresividad e las potencias en los afanes expansivos de su comercio (...) Intuyó como necesaria la unidad de los Estados americanos, pero comprendió que esa tarea no correspondía a su época. Sería obra del futuro".

Pero los Unitarios, brasileños y anglo franceses no descansaban en sus intereses espúreos.

Progresivamente, la actividad destinada a vulnerar nuestra soberanía se desarrolló de la siguiente manera:

Primero, una vez que el Unitarismo se apoderó militarmente del gobierno, procedió a eliminar las soberanías políticas autónomas y federales del interior del país mediante una matanza indiscriminada del pueblo. Esto no solo afectó físicamente a sus cuerpos, sino también sus sentimientos de defensa patria, destruyendo su psiquis y voluntad.

Segundo, sobre una tierra arrasada y con voluntades débiles, sobrevivientes sin familia ni futuro comenzaron a ser sometidos a un proceso de sustitución cultural. Se intentó reemplazar su cultura nativa, heredada del cristianismo hispano, por un injerto cultural ajeno a su idiosincrasia, a través de la enseñanza desde la escuela primaria hasta la universidad, junto con un constante bombardeo mediático de diarios, revistas y libros que promovían una historia inventada.

Este proceso fue resultado de eliminar todo rastro de orgullo y dignidad que ya había sido pisoteado militarmente durante el ‘sicariato’ mitrista y, posteriormente, fue acompañado por un plan de sustitución cultural diseñado para enmascarar un vacío real en nuestra soberanía de pensamiento y en nuestras decisiones políticas autónomas.

Al respecto, como ya señaló el historiador Pablo YURMAN, no debemos confundir la ‘instrucción’ —de la cual se vanagloriaba el Unitarismo triunfante con la apertura de colegios y universidades—, con la ‘educación’, que en realidad no existió. Quienes intentaron proponer una educación genuina fueron rápidamente excluidos de la sociedad, como le ocurrió a Ernesto Quesada. Mitre se lo hizo notar en carne propia.

Si bien esta generación ilustrada, conocida como la ‘del 80’, promovía la instrucción en materias como matemáticas, física, química o biología, su gran defecto radicaba en eludir toda formación cultural que resaltara nuestras virtudes nativas o defendiera nuestra soberanía política y económica, atacada tanto por invasiones físicas como culturales. Esta generación inculcaba una fobia hacia nuestras raíces hispanas y hacia nuestra fe fundante, adoptando un culto iconoclasta que rechazaba la tradición heredada y la autoridad de las figuras que la representaban.

En numerosas ocasiones, los encomios Unitarios hacia personajes nefastos y traidores a la patria se colaban en libros o publicaciones con contenido aparentemente apolítico, insertando subrepticiamente loas a estos personajes sin que ello se notara a simple vista.

Del mismo modo, se menospreciaba a ciertos héroes patriotas, perfilándolos de manera distorsionada, alejándolos de la realidad histórica y presentándolos como asesinos o retrógrados.

Esta visión distorsionada se inculcaba en las mentes y pensamientos de los alumnos, creando estereotipos que deformaban el verdadero legado histórico de los personajes oficialmente denostados.

Ya hemos probado estos asertos en otros trabajos a los que remitimos al lector que desee profundizar:

(ver “El Alte. Guillermo Brown  (Y La Mistificación Unitaria De La Historia”) https://elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com/2020/08/el-alte-guillermo-brown-y-la.html

 (ver “La Enseñanza Escolar Bajo La Tiranía Del Unitarismo Liberal (1852-2021)”

https://elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com/2021/02/la-ensenanza-escolar-bajo-la-tirania.html

(ver 'El Silencio-Arma Cultural Preferida Del Unitarismo Liberal')

https://elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com/2022/07/el-silencio-arma-cultural-preferida-del.html

Hemos manifestado que el ataque a nuestra soberanía por parte de Inglaterra y Francia se ejecutó mediante sus agentes locales, como Sarmiento y Mitre, por dos vías principales: la primera, de carácter militar, mediante el ‘sicariato’ que hemos venido denunciando; la segunda, de índole cultural, cuya penetración se llevó a cabo a través de diversas logias masónicas y sus miembros, quienes respondían a esos intereses extranjeros.

Una de esas armas ‘culturales’, además de contar con financiamiento inglés y francés, consistía en el complot del silencio...

Varios ejemplos abundan e inundan las páginas de nuestra historia sometida y acallada.

Una muestra de ello nos da Carlos STEFFEN SOLER y son las palabras de Valentín Alsina respecto al acto solemne de San Martin de legar su sable a Rosas. Dice el ilustrado liberal; “es mejor no hablar de esto…por supuesto que en el diario me he guardado de decir nada de esto”.

Quizá el caso más paradigmático lo sufrió Adolfo Saldías tras la publicación de su obra originalmente titulada Historia de Rozas, cuyo nombre fue cambiado por sugerencia de Bernardo de Irigoyen a Historia de la Confederación Argentina.

Su inocencia quedó acompañada por un muro de silencio por parte de quienes hasta entonces lo habían elogiado como un historiador prometedor.

José María Rosa describe los momentos aciagos vividos por Saldías al presentar su obra: el unitarismo porteño, atónito y silencioso respecto a su trabajo y a su persona, lo condenó al olvido. Fue castigo por atreverse a desafiar a los falsificadores de la historia nacional, surgidos tras sus victorias militares en Caseros, Pavón, la guerra contra el Paraguay y las masacres en el interior, contra todo lo que oliera a federalismo y a soberanía.

Esa fue nuestra tragedia: perdimos la soberanía sobre las Misiones Orientales, sobre nuestros ríos interiores, sobre Magallanes, y sobre Tarija y Chuquisaca; la Banda Oriental y el Paraguay quedaron desgajados, pulverizándose nuestro tronco hispanoamericano para la gloria de Brasil, Inglaterra y Francia.

Por eso los unitarios debieron seguir fomentando los “nobles odios” mitristas, a fin de sostener un relato mistificador de la realidad. E

sa conspiración del silencio y la tergiversación de nuestra historia patria —que condenaba al ostracismo a quien osara desenmascarar las mentiras unitarias y sus crímenes— no fue solo cultural: como señala Rosa, implicó también cárcel, exilio y pérdida de cargos públicos y docentes.

Dijo ROSA puntualizando y describiendo el silencio corporativo del ‘entablishment’ anglófilo y usurpador del poder: “Con todo, debía agradecer -Saldías- a Mitre la oportunidad de que se hiciera algún alboroto en torno a la Historia de Rosas. Porque después llegaría el silencio. Los diarios cobraron una repentina afonía, los críticos enmudecieron, los escritores callaron; en los salones del Club del Progreso encontraba pausas rumorosas, o sonrisas irónicas de quienes se regocijaban íntimamente de su paso en falso. Los amigos más queridos se volvieron taciturnos, los compañeros y cole-gas se tornaron lacónico; nadie hablaba, nadie escribía, nadie comentaba el libro que él creyera iba a conmover a la Argentina. No había ataques ni elogios: quietud, reposo, distancia solamente.

"De cuando en cuando le llegaba alguna anécdota como la comentada por el mismo Saldías en febrero de 1898 en La Biblioteca de Groussac: Un profesor lo había llamado "panegirista del tirano" en clase —¿Usted ha leído el libro de Saldías?— ¿Yo? Yo no leo eso—.

"No, no lo leían, no podían leerlo. Estaban instalados en la cómoda idea de la historia oficial y no querían cambiar. Pues todo cambio significaba molestias, meditar, abrir un juicio, comparar lecturas, quitar del pedestal algunos próceres y poner otros. La ley del mínimo esfuerzo se cumple —y sobremanera— en los esfuerzos intelectuales.

"Eran argentinos, sinceramente argentinos, pero tenían su "idea" y todo lo que chocara con ella los irritaba. No tanto por ir contra esa "patria" formal recibida desde la niñez, sino porque le señalaba un esfuerzo que no tenían deseos de tomarse. Mitre había hablado y se acabó —magister dixit— la pretensión de rehabilitar tiranos.

Recurrió a los "hermanos" de la logia; recibió acuses amable de recibo y la promesa "de leerlo en la primera oportunidad". Insistió ante los periódicos ligados a la fraternidad: "El libro del doctor Saldías demuestra las condiciones estimables de su autor para la narración histórica, que nos hacemos un deber en señalar afín cuando no compartamos su juicio sobre la tiranía de Rosas" decía ´Nacional´. Frases de favor de alguien que no leyó o no quiso leer, o no Pudo hablar.-“

Este autor señala que la obra tuvo una repercusión notable y satisfactoria entre Manuelita Rosas, la familia Terrero y algunos otros patriotas, así como en Europa y el resto de América, lo cual supuso un bálsamo y un consuelo para el silenciado Saldías.

Sin embargo, la narración vuelve a lo recurrente: todos los caminos conducen a la Masonería como causa y sostén —a lo largo de las décadas— del sometimiento de nuestro país a los imperios extranjeros.

En este punto discrepamos respetuosamente con las palabras del gran historiador José María Rosa: no creemos que muchos de esos actores “fueran argentinos, sinceramente argentinos”. Eso no los exime de su responsabilidad en la decadencia nacional; fueron, de manera dolosa, cómplices y testaferros económicos y culturales de los intereses inglés, francés y brasileño. Todos ellos fueron conscientes, a lo largo de los años, de su participación en crímenes primero militares y luego económicos y culturales, perpetrados contra su propia patria.

 

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CAPÍTULO 24

 

XXIV.- EL UNITARISMO - LA ‘CONCEPCIÓN LITERARIA DE LA HISTORIA’

 

Esa colonización cultural de la que están tan orgullosos los Unitarios de ayer y hoy nos lo da por ejemplo, Ricardo Rojas, henchido de orgullo, en su edición del diario ‘La Nación’ del 27 de Noviembre de 1938 ”…Inglaterra tomó a su cargo la tutela de nuestra economía”.

El propio Sarmiento renegado de su patria decía que “en Montevideo se asociaron la Francia y la República Argentina europea para derrocar al “monstruo del americanismo, hijo de la pampa”. Ese ‘monstruo’ era Facundo Quiroga.

En fin, y como dice STEFFENS SOLER, “la cursilería consiste en querer ser lo que no se es; el castigo de esta presunción idiota es su permanente condición de tentativa frustrada: el medio pelo intelectual moral o social, cuanto más se “esfuerza más se distingue”.

“La  verdad se impone porque es y la mentira se resfría porque no es. La mentira alevosa que se ha tramado acerca de la historia argentina entra en el último periodo de su evolución pútrida. No hace otra cosa que descomponerse. Cae, como cae una piedra lanzada con demasiada fuerza. Mitre, Sarmiento, Alberdi, Echeverría, Varela, Mármol eran mentiras lanzadas al espacio con una determinada impulsión que termina ya. La mentira  los hizo próceres, la verdad los coloca en el triste papel que les tocó en suerte desempeñar en la vida; fueron instrumentos conscientes o inconscientes, sensibles al dinero o a la exaltación personal, pero simples instrumentos de la extranjerizaci6n interesada que debía presidir en lo espiritual, el paso de la patria a la factoría”.

Estos intermediarios del poder anglo-francés acceden al poder mediante el asalto a las instituciones y, desde allí, comienzan a construir una política histórica que favorece sus intereses comerciales, creando una aureola de gloria en torno a personajes pomposos que no son más que mitos en la historia política de la nación.

Como ya hemos señalado en otros trabajos, el Unitarismo constituye una “concepción literaria de la historia”, tal como la definió con ironía pero con acierto el inglés Halford J. Mackinder; esta corriente distorsiona la historia desde dos ángulos claros: primero, atribuyendo virtudes a personajes que en realidad carecieron de ellas; y segundo, asignando defectos y vicios inexistentes a otros.

De este modo, los gobiernos unitarios, al controlar la narrativa histórica, justifican su propia existencia. Estos ideólogos, nacidos en nuestra tierra pero mentalmente colonizados, desconocieron nuestra realidad, asumiendo que esta debía ajustarse a sus ideas abstractas y no al revés. Y cuando los hechos no encajaban en sus fórmulas teóricas, desvinculadas completamente de la realidad nacional, no les importaba: persistían en sus altisonantes, pero vacías, palabras, desentonando con nuestra identidad.

Acertaba STEFFENS SOLER cuando decía que nuestros cipayos empavonados “eran advenedizos del tipo de los semicultos que querían injertarse por la vía de los plagios indecorosos, en cualquier rama de la cultura francesa”….y era notorio “las entregas de dinero que Francia había desparramado entre esos ‘patriotas’ para que alteraran la unidad argentina y rompieran la resistencia que el país oponía “.

Pero en algo se equivocaba el gran historiador: Estos mediocres lacayos tuvieron sus ‘’descendientes’ (sic) que han vivido haciendo honor a sus también masónicos padres culturales.

Y como ejemplo de lo referido  hemos encontrado un libro que es un nuevo ejemplo ilustrativo de lo mencionado anteriormente:

Existe un viejo libro de prosa exquisita que presenta viñetas de la ciudad de La Plata: La Ciudad del Bosque (Viñetas Platenses), escrito por Rafael Ernesto Arrieta en 1935.

Se trata de un libro de excelente calidad literaria que ofrece una detallada pintura de la ciudad y de sus habitantes, del Colegio Nacional, de los barrios, profesores y maestros de la época, abarcando desde fines del siglo XIX —es decir, desde la fundación de la capital bonaerense— hasta algunos años antes de la publicación del libro.

En sus páginas desfilan anécdotas, paisajes de una ciudad recién nacida, relatos sobre los esfuerzos para su desarrollo y descripciones de la belleza de sus construcciones monumentales.

El libro pertenece a la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, Biblioteca de Humanidades, Tomo XVI.

Sin embargo, lo primero que llama la atención es el listado de personajes, entre ellos, la mayoría docentes de dicha facultad que respaldan la obra con su nombre. Todos avalados por los mayores masones de nuestra nación como Mitre y Sarmiento.

Encontramos –entre otros y por mencionar a algunos- a Alberto Palcos, Tomás D. Casares, Ricardo Levene, Ricardo Caillet Bois, Enrique M. Barba, José María Monner Sans, entre otros.

Representan lo más rancio del Unitarismo masónico, que a través de su docencia sostuvieron la ficción de nuestra historia patria, especialmente en lo que respecta a la cultura nacional, la cual es soslayada en estas páginas (no confundir con la instrucción, que es una cuestión técnica, científica y que es algo bien distinto, a lo que significa ‘cultura’, como se explicó anteriormente).

Así, en medio de los bosquejos literarios que describen la ciudad en sus albores, se deslizan encomios a personajes que, sobre una tierra quemada y doliente por las acciones de Mitre, Sarmiento y sus ‘sicarios’, edificaron un panteón de próceres que ejercían una docencia sobre personas y hechos interpretados y valorados dogmáticamente. Realizados sobre un país cuya voluntad soberana anulada los había dejados arrodillados, y sumisos ante el poder extranjero dirigente, al cual admiraban embobados en sus relatos.

La prédica insuflada de un heroísmo inexistente produjo un embotamiento en las terminales del pensar criterioso de las generaciones de educandos. Fue una persistente llovizna de ‘clichés’ repetidos ,una y otra vez, en las mentes y corazones de los mismos que lograron, de tal modo, adormecer, abotargar sus criterios independientes en la búsqueda de nuestras verdades históricas por el bombardeo continuo de falsedades al que eran sometidos, lo que aun hoy persiste.

 Así aparecen las glorificaciones en varias de sus páginas a Joaquín V. González fundador de la Universidad de La Plata, a Marcos Paz (pag.21); Jorge Susini  y su admiración a Mitre (pag.37), diciendo Arrieta que Susini era ‘un normalista forjado en la fragua de Sarmiento’ (sic) (pag.38); el español Juan Mas y Pi (pag.41).

El autor se deshace en floridos elogios de Agustín Alvarez (pag.80/86); del Director del Museo Samuel Lafone Quevedo (Digamos al pasar que este Lafone, tuvo como padre un triste traidor y contrabandista. En Montevideo imperaba un gobierno liberal, unitario y en la oportunidad el tal Lafone forma parte como director de una sociedad por acciones llamada ‘British River Plate Company”. Esta compañía adquiere, en Montevideo con el aval de Ousseley y Deffaudis, todos los derechos de aduana y al percepción de todos los impuestos y contribuciones).

El autor aprovecha una descripción detallada y precisa de la ciudad de La Plata, de Tolosa, y otras localidades para, una vez más, elogiar a Sarmiento (págs. 146-147).

Tampoco podía faltar —aunque de manera sutil y sin nombrarlo directamente— la mención al llamado ‘Tirano’. En este caso, Arrieta menciona a un profesor, el Dr. Juan Mariano Larsen, y tras elogios enfáticos, señala que Larsen «fundó una escuela durante la tiranía y no se alejó más de la docencia».

Cabe aclarar que, para la mentalidad imperante de la época, la palabra ‘tiranía’ era sinónimo indiscutible, irrebatible de ‘ Juan Manuel Rosas’. Este uso era un «fallo inapelable de la historia», como solían afirmar los ‘bienpensantes’. Cuestionar esta idea significaba la exclusión inmediata, no solo del cuerpo docente, sino de la sociedad en su conjunto. Quienes osaban hacerlo eran silenciados socialmente mediante un terrorismo psicológico, moral e intelectual, ejercido por censores que habrían hecho palidecer a la sociedad actual.

La supuesta ‘tiranía’ (sic) ejercita por Rosas en su gobierno no es más que otra falacia Unitaria que se ha repetido como una letanía hasta el hartazgo y a las pruebas me remito:

Cuando en Octubre de 1840 Lavalle huía hacia Bolivia, Oribe consulta a Rosas a fin de proseguir hasta Tarija a fin de reincorporarla a la Confederación. Nada costaba conseguirlo dado que Tarija estaba abierta y disponible y Oribe tenía un ejército poderosísimo.

Pero, el ‘tirano’ Rosas le escribe  el 12 de Enero de 1842 y le dice: " que mientras yo estuviese en el gobierno conceptuaría indigno hacer la guerra a Bolivia para reincorporar Tarija, y mucho menos en esas circunstancias en que ese país era presa de la anarquía: que pensaba que esa reincorporaci6n era y debía ser el resultado de negociaciones honorables cual cumplía a las repúblicas americanas entre si"  

Rosas demuestra en los hechos, no solo en las palabras, una actitud legalista y respetuosa por los hermanos bolivianos que contrasta con el remanido latiguillo Unitario de que Rosas era un ‘tirano’: ‘Facta non Verba’.

Irrebatible la realidad sobre el comportamiento de Rosas a lo largo de todo su gobierno con respecto a los países hermanos, y aún con algunos Unitarios a los que trató con respeto como el Gral. Paz, que devolvió su gesto leal, con mala moneda no cumpliendo con su palabra, y combatiéndolo traicioneramente así como con Chilavert y Pedro Díaz, -Unitarios ambos- a los que aceptó que se incorporaran a ejército Federal ante el ataque de Francia, Inglaterra y luego Brasil..

Sin olvidar que en su momento Rosas invitó a formar parte de su gobierno a Alberdi y en las postrimerías de su gobierno, al propio Sarmiento, como hemos demostrado documentalmente en otro trabajo (“El Día Que Rosas Invitó A Alberdi Y A Sarmiento A Formar Parte De Su Gobierno” https://elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com/2024/12/el-dia-que-rosas-invito-alberdi-y.html)

Sobre todo esto, por supuesto, el unitarismo ha hecho ‘silencio’, arma predilecta del mismo cuando la realidad de los hechos los golpea en la cara.

Hemos hablado en otros trabajos –mencionados arriba y a los cuales remitimos para quien desee profundizar sobre el tema- sobre la imposición Unitaria del ‘Silencio’ como uno de los brazos de la mistificación de nuestra historia y sobre la realidad vergonzante de nuestra soberanía, a lo largo de décadas.

Pero debemos agregar el magnífico estudio sobre el tema desarrollado por nuestro historiador Ricardo FONT EZCURRA, el cual desgrana una serie de elementos que nos da una visión exacta de la educación que se impartía en escuelas, diarios, revistas, etc a través de los vencedores de Caseros, Pavón, Paysandú, Paraguay–y todavía en 1939 cuando se escribió su trabajo- y que se ven reiterados hasta nuestros días por las grandes empresas periodísticas que siguen la mistificación de la historia como desde 1853.

“La victoria confiere a los vencedores, entre otros privilegios, el de escribir la historia de los vencidos. Por eso, de todo cambio político de los pueblos, no solo del régimen, sino también de la simple sustitución de gobernantes,  se deriva una resultante injusta, pero lógica: el “reajuste” de la historia.

Es decir, su adaptación a la ideología o tendencia imperante y a las nuevas necesidades políticas, tendiente a crear o formar, con prescindencia absoluta de la“La historia, reducida a simple género literario, se convierte en instrumento político -en medio subalterno de venganzas y persecuciones-, y los que ayer no más fueron personajes legítimos o titulares de grandes hazañas pasan aser, cuando no omitidos, figuras detractadas por sus servicios en posesión del gobierno.

“Nadie discute ya, que la Triple Alianza del 51, Brasil–Uruguay–Entre Ríos-, que derrotó en Caseros a la Confederación
Argentina, fue la causa de nuestra desmembración territorial definitiva, de la
pérdida de su magnífico dominio fluvial y del menoscabo de nuestra soberanía
sobre la isla de Martín García.

“Por eso nuestro panorama histórico ha sido exhibido por los “vencedores”
de Caseros a sueldo del Brasil, en consonancia con esa necesidad de
ocultación y como justificación de su permanente alianza con el extranjero
en contra de los intereses nacionales. Nada frenó desde entonces su denuedo
contra quienes ya no estaban en situación de defenderse.

“Y, al mismo tiempo que disfrazaban su propia actuación con un ropaje piadoso para pasar dignamente, a pesar de todo, a la posteridad, sus adversarios y los hechos en que estos actuaron fueron presentados con una espectacular desfiguración.

“Las ‘mentiras de bronce’ y de cronología así confeccionadas fueron distinguidas con el presuntuoso nombre de “intocables” —previsor nombre que los defiende de indiscretos análisis; El juicio histórico dictado por los protagonistas es el fallo ‘inapelable de la historia cuya extravagante inefabilidad niega implícitamente el derecho de revisión y la nomenclatura y la estatuaria tuvieron su condigna  y pintoresca sustitución.

Y así, bajo el signo de la impostura, como hemos dicho arriba, floreció en nuestro país eso que se designa con el sugestivo nombre de HISTORIA OFICIAL.[…]

“¿No será posible restituir al general Juan Facundo Quiroga su auténtica
personalidad, de la que fue despojado por los conocidos “inexactitudes y
designios” de Sarmiento y a la que se ha adherido luego sin mayor examen
la interminable carrera de plumíferos venales y plagiarios?

“En el caso del general Juan Lavalle, el “reajuste” adquiere caracteres
morbosos. Es sabido que, amotinando en 1828 contra las autoridades con la
muerte, fusiló por su orden al coronel Manuel Dorrego, Gobernador de la
Provincia de Buenos Aires. Verdugo auténtico en la vida real, se le exhibe como ‘mártir’ según se lee en el pedestal de su estatua erigida, con el refinado ensañamiento, en el solar de la familia del que hiciera asesinar.

“La Plaza Lavalle construida en terrenos de la familia de Dorrego, la estatua
de Sarmiento erigida en el sitio que ocupaba la casa de Rosas y la denominación “3 de Febrero” a la finca que fue confiscada a éste, constituyen una prueba de la persistente memoria sobre las víctimas. La casa de Dorrego, hoy constituyen una pruebas evidente  de que en todos esos homenajes ha tenido una buena participación el odio de los homenajeantes, que, sin estar exentos de ninguna culpa, han arrojado montañas de piedras, dividiendo profundamente a la familia argentina.

“Pero tenía que ser “el hombre de una honradez segura”, “el genio pragmático”, “el de la obsesión civilizadora; tenía que ser Sarmiento el que sobrepasara todos los límites imaginables del embuste en su libro “Campaña
Ejército Grande”,  dice: “Esta fue la batalla de Caseros para los de la casa. La batalla para el público puede leerse en el boletín Nor.26,novela muy interesante que tuvimos el honor de componer entre Mitre y yo, con algunos detalles que con el tiempo vendrán”

“Y está al alcance de cualquiera el comprobar que la batalla de Caseros, que
se describe en los textos escolares oficiales, no es otra cosa que esa novela,
que, por otra parte, nada tiene de interesante.”

Es contundente y se deriva de todo lo confesado en los anales, en las memorias de los ‘desmemoriados a designio’ lo que los vencedores han querido dejar es presentar a los vencedores como triunfadores de la libertad y del progreso, y omitir las consecuencias nefastas que esos triunfos trajeron para el país.

El citado autor, se pregunta y nos pregunta “¿Cómo ha podido lograrse esa magnífica mistificación? ¿Cuáles han sido los elementos y de qué medios se han valido sus autores para imponer en el país esa historia dictada por la pasión y el interés?

Y se responde: “Ante todo, el uso abusivo de la “palanca” oficial, cuyo natural punto de apoyo, el “presupuesto”, ahoga muchas resistencias. Va de suyo que todo esto hubiera sido imposible sin el amplio concurso prestado por la oligarquía extranjerizante que nos ha gobernado. Decía Alberdi: “¿Qué discusión, por otra parte, puede haber con un historiador que tiene en un mismo tintero la pluma del historiador y la pluma que hace decretos? En el calor del debate, ¿no es de temer que una equivocación de pluma le haga responder a una objeción con un decreto de proscripción o de destitución?”.[…]

“Otro elemento poderoso puesto incondicionalmente por los gobiernos al servicio del reajuste, ha sido la instrucción pública. Las nociones elementales adquiridas en la escuela tienen una importancia fundamental: son las que perduran y forman la conciencia futura de difícil rectificación. Y sea por rutina, que es una forma de la indolencia, o porque la mentira es mucho más fácil y menos riesgosa que la verdad, lo cierto es que la gente, en general, es poco propensa a salir del error en que, de buena o mala fe, ha sido educada, máxime si ello le exige el menor esfuerzo intelectual.

“Y esta importancia no la ignoran los usufructuarios de la historia oficial. Por eso obligan a los profesores y maestros, bajo la constante amenaza del apercibimiento o la cesantía, a inculcar la impostura oficializada. Y cuando en ellos o en los alumnos, como ocurre hoy día, se diseña un olvido, tímida rebeldía o conato de apreciación independiente, es despiadadamente castigado, no porque el hecho en sí lo merezca, sino como brutal escarmiento que sirva de precedente aleccionador. Esto demuestra la supervivencia y recrudecimiento de la barbarie encarnada en la instrucción pública.[…]

“Disponen, -dice el autor- además, del poder que significa el derecho de gobernar, y de importantes empresas comerciales de difusión que ejercen decidido valimiento en beneficio de determinadas tendencias y personajes vinculados a sus negocios.

“Estas callan y ocultan hechos transcendentales y excluyen a eminentes personalidades, realizando metódicamente la "conjuración del silencio" alrededor de todo lo que no coopere o desvirtúe su interesada finalidad; y lo que es más dañoso, amenazan de "excomunión" a todo el que no se someta y transija con sus inicuas exigencias.

“Por todo lo cual nuestros recelosos historiadores y biógrafos, aspirantes a los sillones académicos y premios oficiales, con que, a manera de treinta dineros, se retribuye en nuestro país la traición a la verdad histórica, se guardan muy bien de decirla; y en su permanente lagoteo, adaptan sus "historias" y "biografías" a la política del momento, en lugar de extraer  para la política, útiles enseñanzas de la historia. Con lo que ésta ha perdido su principal razón de existir…”.

Al leerse estos párrafos del ilustre escritor e historiador, publicado en el año 1939 y reproducido en el año 1995, confirmados, con pesar, que si bien algo puede haberse modificado, hoy día, gracias a ciertas y autónomas redes sociales, las grandes empresas periodísticas siguen la mistificación de la historia como desde 1853 y derraman su bilis en Academias, Colegios, Escuelas y en el inconsciente colectivo de la población.

El liberalismo anglosajón requiere para su dominio sobre nuestro país, cipayos supuestamente ‘intelectuales y serios’ que sostienen con sus discursos lo iniciado por Sarmiento, Mitre, Vicente Fidel López, entre otros: la falsedad de una historia creada, inventada por los primeros y que los actuales ahondan y sostienen con sus dichos alejados de toda realidad, la subordinación política, económica y social que padecemos hasta el día de hoy.

Arturo PELLET LASTRA los identifica claramente: todo comenzó con “la tergiversación de la historia, que provocaron muchos caballeros "liberales" al contarnos mal y falsamente los hechos de que habían sido contemporáneos o habían sido contemporáneos sus padres, transmitiendo de boca a oreja -sin documentación que los avalara- sus sectarias y aviesas historias.

“Este estilo de historiar "lo que conviene" y es "políticamente correcto" caracterizó a generaciones de sectarios y popes de la historia transmitida por vía oral.

“La engendraron "próceres" como Vicente Fidel López al contar su versión recibida de la boca de su padre, que transmitía con su "fervor patricio" y sus prejuicios los hechos que había presenciado corno testigo interesado o protagonista jugado.

“La misma tesitura se sabe que caracterizó a Mitre, Sarmiento y Alberdi, como fundadores de la versión histórica de la Argentina del siglo XIX, en la cual ellos eran los "buenos" y los caudillos federales, los "facinerosos" que había que volver a enterrar, metafórica y literariamente, cuantas veces fuese necesario para que la Argentina tuviese una historia a la medida de sus ideales burgueses, "liberales" y -sin duda a lo menos para mí- antinacionales”.

“En esta tarea más que centenaria de mistificación de la historia, se destacaron aquellos "próceres" fundadores de la historia liberal y antirrosista y sin duda sus continuadores a lo largo del siglo XX y en estos comienzos del XXI..

“Siempre militaron con entusiasmo en la tarea desintegradora de mantener las antinomias de "buenos" y "malos", […] historiadores de carrera tales corno Ricardo Levene, José Luis Romero, Félix Luna, Natalio Botana, Tulio Halperín Donghi y otros, para quienes la Academia Nacional de la Historia siempre tuvo sus puertas abiertas de par en par, que por contraste se le cerraron a revisionistas como José María Rosa, Fermín Chávez y a todos quienes optamos por contar la historia documentada y no sectaria”.

Entre esos ‘otros’ podemos mencionar a Beatriz Sarlo, Juan José Sebreli, Horacio González; y más acá en el tiempo, a la nueva camada de escribas del régimen como Felipe Pigna, Federico Pestanha, Luis Launay, Rodolfo E. Szelest., Camila Perochena, Natasha Niebieskikwiat, entre otros

.Eduardo CORVALÁN POSSE traza un cuadro perfecto sobre la conspiración del silencio seguida al derrocamiento de Rosas “...se excluye sistemáticamente el nombre de Rosas de las calles y paseos públicos mientras se le concede ese honor a una porción de personajes anodinos, cuando no traidores o enemigos de la patria.

No sólo se excluye el nombre de Rosas, sino que se procura excluir el de todo personaje ‘rosista’ o hecho de armas favorable a Rosas. Para citar un ejemplo, ninguna calle de Buenos Aires lleva el nombre de ‘Costa Brava’, combate en que se cubrió de gloría la armada argentina, derrotando a la oriental, que mandaba José Garibaldi.

Sin embargo, este aventurero, saqueador e incendiario, tiene hoy varias calles y monumentos y — parece increíble — lleva su nombre un guardacostas de esa armada nacional contra la cual luchó pérfida y deslealmente. A ese extremo ha llegado la pasión ‘antirrosista’". .

La educación mencionada por EZCURRA MEDRANO en colegios y escuelas no se limitaba a ese tipo de establecimientos. Su influencia llegó incluso a minar el conocimiento de nuestra historia en organismos militares, y aún hoy persiste, especialmente en la Provincia de Entre Ríos, la tendencia a rendir homenaje al traidor entre los traidores de su patria: Justo José de Urquiza.

Como ejemplo, puede mencionarse un acto de homenaje al que fuera llamado ´Pronunciamiento´, preparado días antes del 1.º de mayo de 1951 por el entonces Gobernador de Entre Ríos, General Ramón Albariño. (¿Qué diría López Jordán, si estuviera vivo, ante un homenaje tan humillante para la patria?)

Ante esta situación, el entonces Presidente del Instituto de Investigaciones Históricas “Juan Manuel de Rosas”, el eminente historiador José María ROSA, no pudo permanecer en silencio ante lo que percibía como una aberración — quizá algo a lo que ya estaba acostumbrado-, tratándose de un jefe de gobierno provincial y, además, de un militar de alto rango. Por ello respondió con una carta pública, reproducida posteriormente en la Revista del Instituto N° 15-16, de septiembre de 1951.

En la carta decía ante la actitud oficialmente asumida en la provincia de Entre Ríos con motivo del próximo centenario del Pronunciamiento de Urquiza...

"Señor Gobernador: Nos dirigimos a V. E. con motivo de los actos que prestigia en homenaje al Pronunciamiento del 1º de mayo de 1951.

“Creemos que el señor Gobernador está mal informado sobre el acontecimiento histórico que se propone recordar; y ha sido sorprendido en su buena fe de argentino y de militar. No vea en nuestras palabras señor Gobernador, otro propósito que el de contribuir a su mejor gestión de gobernante. No formulamos crítica alguna, porque bien sabemos que en el error en que ha incurrido V. E., incurren muchos argentinos con la mayor buena fe.

“Precisamente la razón de ser nuestro instituto es la de enseñar la verdadera historia argentina a esos argentinos de buena fe.

"El llamado Pronunciamiento del 1º de mayo de 1851 no fue simplemente un "levantamiento contra la tiranía" como lo dice V. E. es algo grave, gravísimo: es —lea V. E. el texto del documento— la separación de una provincia argentina del Pacto de Confederación, a los efectos de asumir el manejo de "sus relaciones exteriores y negocios generales de paz y guerra" para encontrarse en aptitud de entenderse directamente con los demás gobiernos del mundo".

"Suponemos no sabe el señor Gobernador que en mayo de 1851 la Confederación Argentina se encontraba abocada a un conflicto gravísimo con el Imperio del Brasil. Habían quedado rotas las relaciones el 30 de setiembre de 1850, y ambos estados se aprestaban para la guerra inminente: el Brasil con un ejército de 20.000 hombres colocados en la frontera de Río Grande al mando de su mejor hombre de armas, el Conde de Caxias.

“Y la Argentina con otro ejército equivalente comandado también por su mejor jefe militar el hetzlio que el señor Gobernador se propone recordar: un general argentino al frente de su ejército preparado especialmente para esa guerra, separa la provincia que gobernaba de la Confederación Argentina, y concluye un tratado de alianza, el 29 de marzo de 1951. con el Imperio enemigo.

“Suponemos que el señor Gobernador ignora esto. Como debe ignorar que la guerra entre Brasil y la Argentina quedó formalmente declarada el 18 de agosto de 1951, apenas las tropas brasileñas Irrumpieron la República Oriental. Y que la batalla de Caseros el 3 de febrero fue librada existiendo un estado de guerra entre ambas naciones.

"Suponemos que debe ignorar que en el ejército llamado ‘Grande’ que luchó en Caseros combatían 4.000 hombres de línea brasileños mando del Brigadier Márquez de Souza, vizconde de Porto Alegre.

"Suponemos debe ignorar que toda la campaña culminada en Caseros fué financiada por el Brasil (art. 69 del tratado del 21 de noviembre 1851), como tambien el mismo imperio proveyó las armas y municiones (art. 30). Pida el señor Gobernador el Registro Oficial de la República Argentina, que debe existir en la biblioteca de la Casa de Gobierno, y el tomo II pág. 475 encontrará ese tratado.

"Como también que en el momento de librarse la batalla de Caseros el grueso del ejército brasileño al mando del Conde de Caxias se encontraba en Colonia. y la escuadra imperial del Almirante Grenfell se disponía transportarlo a Buenos Aires para tornar al ejército argentino entre fuegos, según el plan de operaciones militares dispuesto por el gabinete imperial (lea ‘Ladislao dos Sardo Títara, "A Campanha do Grande Essercito Aliado na Guerra do 51.52” entre otros libros).

"Como no debe saber que producida la batalla de 'Caseros las tropas brasileñas desfilaron por Buenos Aires con sus banderas desplegadas eligiendo para hacerlo el 20 de febrero de 1852, que precisamente era el aniversario de Ituzaingó.

"Como no debe saber que, como resultado de esta guerra internacional se firmó el tratado del 12 de octubre de 1852 por el cual la Argentina renunciaba a las Misiones Orientales que de derecho le correspondían, como renunció también a la soberanía argentina de los ríos, debió reconocer la independencia de Paraguay, y cesó de ser un peligro para unidad brasileña y un obstáculo para su expansión, perdió la esperanza de lograr la unidad del Plata, y dejó de ser la nación rectora de América del sur.

"Como no debe saber que el Pronunciamiento del 1º de mayo de 1851 entre fue una condición que Brasil le impuso a Urquiza, como la sabría si lee la correspondencia entre el Ministro de Relaciones Exteriores del Brasil Paulino Soares de Souza, y el Encargarlo de Negocios de Brasil en Montevideo (gestor de la alianza con Urquiza) Duarte de Ponte Ribeiro: " El gobierno Imperial está pronto para entenderse con los generales Urquiza y Garzón para realizar este plan —escribe Souza a Pontes el 11 de marzo de 1851 (cincuenta días antes del Pronunciamiento)—. Pero es preciso ante todo que Urquiza se declare y rompa con Rosas de una manera clara, positiva y pública, y que se comprometa a concurrir para expulsar a Oribe y a las tropas argentinas del Estado Oriental... Es preciso mucha brevedad y decisión en todo eso".

Y después del Pronunciamiento el mismo canciller brasileño le escribía a su ministro a propósito de la modificación del tratado del 29 de mayo:.

"Conviene mucho eliminar los artículos 2º y 3º en lo que Urquiza y el gobierno de Montevideo no pueden de convenir. No parezca que Urquiza obró por instigación nuestra y que su declaración fue una condición que le impusimos. Aunque sea así que no aparezca en el convenio... hecho el edificio se tiran los andamios" (Carta del 17 de junio de 1851). Esta correspondencia ha sido ampliamente publicada, y el señor Gobernador podría encontrar ambas cartas en las páginas 318 y 333 del libro “A vida  do Vizconde do Uruguai” de José A.,. A. Soares de Souza (Río de Janeiro, 1945).

“Como no debe saber tampoco el señor Gobernador que Urquiza fue el primer arrepentido de su acto. Pida en la biblioteca de la Casa de Gobierno la ‘Historia de los Gobernadores’, de Zinny, y en el tomo II!. Pag.326 encontrará la siguiente carta: "Toda la vida me atormentaré constantemente el recuerdo  del inaudito crimen que cometí al cooperar en modo que lo hice a la caída del General Rosas. Temo siempre; ser medido con la misma vara y muerto con el mismo cuchillo, por los mismos que por mis esfuerzos y gravísimos errores he colocado en el poder".

“No. El señor Gobernador de Entre Ríos no debe conocer nada de eso. De allí que quiera recordar a Urquiza precisamente por un acto que debe permanecer en un piadoso olvido por respeto a su memoria.

“Hubiéramos querido, en homenaje a Urquiza silenciar lo que pasó el 1º de mayo de 1851. Pero el señor Gobernador mal informado sobre historia argentina no ha querido silenciarlo.

"El señor Gobernador de Entre Ríos está en el deber de recordar la memoria de Urquiza. Pero hágalo por sus buenas acciones que son muchas, y no precisamente por actos de los cuales el mismo Urquiza se arrepiente, y califica, ya en el ocaso de su vida, de "inaudito crimen-.

“Adhiérase, por ejemplo, al homenaje que el ‘Instituto Juan Manuel de Rosas’ prepara para el 4 de febrero, aniversario de la batalla de ‘Laguna Limpia’ librada en 1846, donde el General Urquiza, como militar de la confederación y cumpliendo instrucciones del General Rosas, derrota al ejército unitario que se habla apoderado de la provincia de Corrientes con la cooperación de las escuadras de Francia y de Inglaterra, en conflicto con la Confederación desde el 2 de agosto del año anterior.

"Ese es un hecho de la vida de Urquiza que merece recordarse. Allí defendió a la Argentina y venció a los aliados de las potencias extranjeras enemigas. Allí defendió la misma bandera azul y blanca que acababa de cubrirse de gloria dos meses atrás en la Vuelta de Obligado.

"Por eso esperamos que el señor gobernador de Entre Ríos, como argentino, como entrerriano, como militar y, como urquicista y como mandatario elegido por un partido popular que ha hecho bandera de la integridad nacional, nos envíe su adhesión entusiasta a nuestro homenaje.

“Y que en posesión de la verdad histórica sobre el Pronunciamiento del 1º de mayo de 1851, deje el homenaje de ese episodio para quienes mantienen deliberadamente el fraude histórico, con la pretensión de justificar su extranjerismo y su repudio a los grandes movimientos populares. "Lo saluda atentamente, José María Rosa, presidente."

La gravedad del recordatorio del Gobernador de Entre Ríos, General Ramón Albariño conmemorando a Urquiza es más grave aún que si lo hubiera hecho un civil. Es que cuando quien conmemora a un traidor  y falso prócer es un militar como Albariños no puede ignorar que está rindiendo honor a quien, según reglas que son universalmente aceptadas, debe merecer el fusilamiento por la espalda por traición a la patria, en tiempos de guerra.

Breves y categóricos argumentos, lapidarios, de tal intensidad que el gobernador entrerriano no ofreció respuesta alguna.

 

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CAPÍTULO 25

 

XXV.- LA ESTRUCTURACIÓN JURÍDICA DE LA SUBORDINACIÓN

 

Tras los triunfos militares del unitarismo redivivo, era imprescindible sostener su poder. La entrega de la soberanía económica, junto con una fuerte descaracterización cultural —perdón por el neologismo—, abrió paso a la necesidad de estructurar jurídicamente esa subordinación. Y la subordinación estructurada jurídicamente, alimenta la subordinación cultural  y ésta, a aquella. Se retroalimentan.

Por ello la Constitución de 1853 con sus reformas posteriores dieron el anclaje definitivo a nuestra subordinación como nación al Brasil y a Inglaterra: la internacionalización de los ríos interiores, promesa de ese sumo traidor vanagloriado por el liberalismo, Urquiza, al Brasil pagando con ello los cuantiosos prestamos que el Imperio, vía el Barón de Mauá -delegación en Sudamérica de la Banca Rothschild- otorgó generosamente al insaciable gobernador entrerriano.

Recordemos que Urquiza acordó con el Barón la instalación en Rosario de un banco brasileño- un acto más de penetración de los Braganza- el llamado ‘Banco Mauá’, otorgándole al mismo la exclusividad para emitir billetes y acuñar monedas.

La Constitución de 1853, copia fiel de modelos foráneos —países con otras tierras, otras culturas y otras necesidades, como Estados Unidos—, profundizó la distancia entre el país real y el país legal. Esa brecha sigue generando perturbaciones en el desarrollo de nuestra nación soberana.

Se crearon construcciones jurídicas ad hoc, impulsadas, entre otros, por Alberdi y otros ideólogos hispanófobos y masones, que implantaron sobre nuestra idiosincrasia hispánica una estructura desconectada de la realidad, basada en abstracciones de laboratorio, disociándose de cualquier empirismo organizador.

El unitarismo, el liberalismo —o, como se suele decir, el neoliberalismo, que no es más que lo mismo con otro nombre—, así como el socialismo en todas sus formas, suelen utilizar vituperios y palabras rimbombantes sin contenido verificable.

Su verdadera esencia, recordémoslo, es un culto a las formas sin sustancia, especialmente cuando se enfrentan a verdades incontrastables.
Pero cuando esas verdades son de profundo alcance y están demostradas con claridad, de modo que estos conglomerados de cipayos no pueden contradecirlas con datos o documentos, optan por lo que mejor saben hacer en esas circunstancias: guardar silencio. Ese ´silencio típico, que no dice nada porque nada puede decir para sostener sus falacias.

Y esto ocurrió ante la nota o carta de José María Rosa: un silencio profundo como respuesta.

Es un hilo conductor que se remonta a las matanzas llevadas a cabo por los sicarios de Mitre y Sarmiento, cuyas acciones abonaron la tierra de cadáveres nativos sobre la que, luego -y también paralelamente- se fue diseñando una novelada historia ad usum de su ideología.

Una historia que termina forjando una cultura y un pensamiento falsos, con valores artificiales sobre una realidad inexistente que, incluso en nuestro pasado más reciente, facilita que gobernadores y militares de alto rango —como el tal General Ramón Albariño— rindan homenajes a una de las páginas más oscuras de nuestra mistificada historia, a la que hemos venido llamando el “sicariato” institucional o cultural, correlato del “sicariato” militar.

 

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CAPÍTULO 26

 

XXVI.- LA RAÍZ MASÓNICA DEL CONTUBERNIO “ANGLO-MITRO-SARMIENTISTA”

 

El tema de la Masonería involucradas en las luchas en nuestro territorio es algo histórico y que está atado al ‘Sicariato’ que venimos tratando.

Digamos que ya en la época de Dorrego, la Masonería se movilizó y decidió no esperar más. Masones de entonces —como Salvador María del Carril, Juan Cruz Varela, Florencio Varela, Julián Agüero, Ángel Gallardo, Díaz Vélez, Valentín Alsina, Martín Rodríguez (cuyo odio por Dorrego era ampliamente conocido), Álvarez Thomas, Niceto Vega, Juan Andrés Gelly, Pedernera, Félix Alzaga y muchos otros—, miembros del Gran Oriente, integraron un grupo llamado “Club de San Roque” cuyo objetivo fue eliminar físicamente al gobernador Manuel Dorrego. En una reunión celebrada en Buenos Aires el 30 de noviembre de 1828 se resolvió que Lavalle sería el ejecutor de ese magnicidio.

Esas logias masónicas actuaron en coordinación con logias inglesas, que formaban parte de la conspiración, dado que Dorrego atacaba intereses británicos. Tomás Guido dejó constancia de ello en sus declaraciones públicas.

Rosas también fue propuesto como posible ejecutor, pero Lavalle se opuso terminantemente a su participación.

El atentado se consumó tal como se había previsto: el 1 de diciembre de 1828 Manuel Dorrego, gobernador de la provincia de Buenos Aires, fue fusilado.

Los ‘Sicarios’ Unitarios –de la Banda Oriental en su mayoría- pertenecían a la masonería, así como los garibaldinos y demás mercenarios europeos.

Es cierto que no solo los Unitarios pertenecían a las Logias masónicas; algunos de los Federales también.

¿Dónde radica la diferencia, en cuanto los efectos políticos?

Siguiendo al historiador Marcos CHINDEMI en un análisis y crítica que hace de un libro del masón  Emilio J. Corbière, nos dice que en la época del gobierno de Juan Manuel de Rosas, estos Federales “nunca se manifestaron como masones puesto que sabían bien que Rosas no permitía el accionar de ninguna secta..”.

Es cierto, y la actividad en su gobierno por parte de masones de bajo perfil, lo confirman: Manuel J. García es un buen ejemplo. Rosas conocía las afiliaciones masónicas pero con su sola presencia infundía precaución en sus funcionarios logistas que no develaban su condición y se avenían a las órdenes del Restaurador de las Leyes.

Luego de la caída de Rosas, estos Federales se sacan la ‘máscara’ y a partir de allí comparten pensamiento y acciones con sus ‘hermanos’ Unitarios de las Logias, de allí que no debe llamar la atención que muchos de ellos, fervientes ‘rosistas’ en su momento, desde el mismo momento de la caída de Rosas haya aparecido como víctimas de éste, sin inmutarse un ápice.

Esta caída del gobierno soberano Federal como cita Chindemi citando a Jorge Sulé que a su vez cita al historiador canadiense H.A. Ferns el cual ha dicho que la Argentina hubiese podido seguir el camino de los Estados Unidos ”si, tras la caída de rosas, no hubiese existido una presión extranjera ´-es decir, Inglesa- en favor de los terratenientes”. Quien dice ingleses, dice Logias masónicas.

Logias que partiendo de su anticristianismo  por su odio a la Iglesia, hizo que ésta las declarara enemigas de la FE, puesto que “principios siempre han sido considerados irreconciliables  con la doctrina de la Iglesia, en consecuencia la afiliación a las mismas sigue prohibida por la Iglesia”. Esto dicho, actualmente, en el año 1983 por la Sagrada  Congregación para la Doctrina de la Fe.

Hacemos estos comentarios iniciales por las siguientes razones:

Debernos mencionar por encima de las victorias militares —ejecutadas por Brasil con Urquiza como aliado, por los orientales “colorados” y por los unitarios de ambas márgenes del Plata contra la Confederación Argentina— estaba Inglaterra, que actuó como titiritero; desde ultramar movía los hilos de forma solapada.

Ahora bien, quienes realmente decidían las políticas económicas y políticas de Inglaterra era la Masonería que actuaba desde la isla y que, como era habitual dirigían nuestro gobierno..

Para operar sus intereses en nuestro continente, contaban con una “pata” sudamericana: el Brasil, aliado también por la vía masónica de Portugal.

La Banca inglesa, representada en gran parte por la familia Rothschild, canalizó parte de sus intereses en Brasil a través del banco de Irineu Evangelista de Sousa, vizconde de Mauá (la Casa Mauá), que operaba como su sucursal regional. Mauá financió numerosas operaciones que afectaron directamente a la región:

apoyó a Urquiza en su levantamiento contra el gobierno nacional

financió la intervención brasileña en Paysandú;, actuando también en forma directa.

aportó fondos a las campañas militares del Brasil, de la Argentina y de los orientales “colorados” contra el Paraguay.

Tras el levantamiento del bloqueo anglo‑francés en el Río de la Plata, fue el Banco Mauá quien financió las actividades de la Comisión Argentina en Montevideo y facilitó el tiempo necesario para la llegada de Urquiza en auxilio. Más adelante financió la campaña de Urquiza contra Rosas.

Dado que detrás de Mauá estaban los recursos prácticamente inagotables de Rothschild, resultó muy difícil desarmar y derrotar militarmente a los grupos que recibían ese apoyo. La Confederación Argentina y el Paraguay sufrieron las consecuencias de ese respaldo financiero.

En Uruguay, donde inició inversiones desde 1850, Mauá fundó en 1857 el Banco de Emisión y de Descuentos de Montevideo. En 1858 estableció en la Argentina la primera sucursal de un banco extranjero, la Casa Mauá en Rosario (provincia de Santa Fe). A partir de 1864, ese banco administró —como forma de garantía por un adelanto— la recaudación de impuestos de la provincia de Santa Fe; también otorgó préstamos importantes al gobierno nacional.

Con la crisis financiera de 1864 la Casa Mauá entró en colapso y se declaró en quiebra. Respaldado por el gobierno imperial, poco después creó un nuevo banco, Mauá y Cía., que continuó financiando al gobierno de la provincia de Entre Ríos y, de modo personal, al general Urquiza. Incluso adelantó al gobierno imperial los fondos necesarios para comprarle a Urquiza gran parte de los caballos de Entre Ríos, que éste adquirió de manera masiva.

Por ese motivo, los opositores a la guerra quedaron desarmados y a pié, y la mejor caballería argentina —la entrerriana— fue empleada en la campaña del Paraguay como tropas de infantería.

Increíblemente, y como si fuera un contrasentido histórico, varias ciudades recuerdan a esos protagonistas: en Montevideo hay una calle que lleva su nombre; en Rosario existe un pasaje con el nombre del verdugo de su propio país; y hasta en Paysandú (Uruguay) se conserva una calle con su nombre.

No fue el único interviniente: José de Buschental, también masón y financista nacido en Estrasburgo, se radicó de  joven en Río de Janeiro y en Montevideo, donde financió al Imperio, a Urquiza y a los unitarios de Montevideo, sosteniendo sus campañas contra el federalismo de ambas orillas.

Dado el papel que ha tenido la Masonería —que, según esta interpretación, fue principio y motor del ataque sistemático a nuestra soberanía— sus miembros han sido reivindicados hasta hoy, tanto nacionales como extranjeros (por ejemplo, Mauá).

En suma, y según lo expuesto detrás de todo ataque militar a nuestra patria detrás de toda ruina económica, detrás de todo diseño de historia argentina falsificada, detrás de toda conformación de una cultura social afín a los intereses foráneos, siempre ha estado la Masonería.

Con la derrota nacional en la batalla internacional de Caseros comienzan los años de persecución a los nativos del país; años de oprobio y humillación, años de matanzas y levas forzosas hacia las fronteras, de degradación moral y de protección al extranjero especulador financiero. La mano de la masonería se deja ver.

El historiador Juan Carlos NEYRA  describe lo sucedido en Tandil en Enero de 1872 “El 1 de enero de 1872 la población de Tandil despierta azorada por la noticia sobre la matanza de varias familias. Mujeres, niños y hombres morían apuñalados, lanceados, degollados o baleados por una montonera de cuarenta o cincuenta paisanos que, enarbolando divisas coloradas y dando vivas y mueras, recorrieron la población y sus alrededores desparramando el terror entre los extranjeros de todo origen.

“Hacía muchos años que en las llanuras de Buenos Aires no se alzaban banderas federales, ni se daban vivas a la Confederación Argentina. A los “mueras” contra los gringos se agregaba una sorpresiva palabra incorporada al lenguaje paisano: “mueran los masones”, sin duda por el adoctrinamiento de alguien que conocía la condición de tales de los gobernantes soportados por el país desde el derrocamiento de Rosas, y la existencia de “hermanos masones en la nueva sociedad tandilense como en diversos lugares del país.

“El odio y el desprecio al gringo venía de lejos, igual que a los herejes ya mentados en ocasión de las invasiones inglesas o en las proclamas de los caudillos federales. A tal punto que cualquier acto contrario a la costumbre o a la sana conducta era calificado de herejía. Con los masones no ocurría lo mismo, ya que en tiempos del Restaurador habían sido barridos junto a los unitarios y los aliados extranjeros en la cómplice traición a la Patria…”.

Como puede leerse, ya la masonería se iba adueñando del país y la población sabía cómo operaban en desmedro de su patria quedándose con sus riquezas.

Con la derrota de la patria en la batalla de Caseros y su posterior claudicación, surgieron los empréstitos que, en definitiva, ajustaron aún más la soga al cuello de nuestra nación, como castigo por haber alcanzado la independencia.

Para ocultar esta cruda realidad, los herederos ideológicos de la Revolución Francesa se empeñaron en ensalzar a los personajes siniestros que nos entregaron a manos de la banca internacional, quienes llegaron cuando cesaron los cañones y sobrevino un silencio sordo y humeante, similar al de un cementerio.

De esta manera, los libros y textos históricos presumieron jactanciosamente de relatar sus acciones devastadoras, pero lo hicieron desde una óptica sesgada. Por eso, como afirmaba el historiador mexicano Carlos Pereyra, “a Rosas no se le ha historiado, sino novelado”.

Vicente SIERRA nos da una visión hasta sociológica de la relación de Rosas con los Unitarios, aún después de expatriado nuestro Restaurador. Los temores de éstos, sabedores de su ignominia, del espíritu del Restaurador en el alma de su pueblo: Unos párrafos de su trabajo dice:

“…el antirrosismo tiene un contenido histórico y un claro sentido político. En un país como el nuestro, donde todos los delitos políticos han sido perdonados y las pasiones no han llegado nunca a ser inexorables; en este país de periódicas amnistías de hecho o de derecho, que levanta monumentos a Lavalle y a Dorrego, el odio a Rosas resulta harto extraño….

“La verdad, en cambio, es que Rosas no ha sido "perdonado" porque los detentadores del poder aliados a los imperialismos que explotan al país como a una factoría, no han dejado nunca de temerle.

“Apoyados en una falsa tradición nacional hecha al paladar de sus intereses mercantiles y difundida mediante la apropiación de la escuela pública —que es hoy la gran usina encargada de deformar la mentalidad de la juventud argentina— al lograr mantener alejada de la comprensión popular la verdad sobre la figura del gran caudillo de la argentinidad, se creyeron triunfadores, aunque temiéndole muerto, con un terror que, hoy día, es pánico en editoriales de ‘La Prensa’. “. Hoy podríamos decir que los diarios que cumplen esa función son, principalmente, ‘Clarín’ Y  ‘La Nación’. (Este último dice en su epígrafe  ser una ‘Tribuna De Doctrina’  cuando solo representa una triste ‘doctrina de tribuna’)..

Nuestros libros escolares, junto con los voluminosos, fantásticos y grandilocuentes relatos de Mitre, Sarmiento y Vicente F. López, Marcos Paz, y posteriormente Ricardo Levene, Ricardo Rojas, Sergio Bagú y tantos otros a los cuales nos referiremos convirtieron la figura de Rosas en una novela folletinesca y panfletaria.

Ahora bien, ¿Y qué tenían en común todos estos personajes pseudo-educadores, que tomaron por asalto militar y culturalmente nuestra patria

Eran masones: es decir, antropocéntricos recalcitrantes, ilustrados, iluministas, jacobinos, anticristianos, anticlericales, relativistas y materialistas con sus ‘nobles odios’ a todo lo que tuviera olor a hispanidad.

Sergio Bagú, por ejemplo, alaba al Jacobino Mariano Moreno reconociendo, eso si, que el tal anglófilo Moreno estaba en relaciones con los ingleses, reconoce la correspondencia reservada con Lord Strangford por intermedio de un espía llamada o Padilla que, casualidad o no, es el que hizo fugar a Beresford de Luján cuando estaba allí prisionero.

Y como desgana Ramón DOLL en el análisis que hace de la obra literaria de Bagú, éste ensalza a la entelequia, a las ideas puras de Moreno que con su pensar y actuar desquicia una sociedad y la envenena desde la cuna con el virus de la anarquía, del entendimiento indignante con el extranjero inglés.

¿Qué decía Moreno en su ‘Plan de Operaciones’?

Que había que ser cuidadoso con los intereses ingleses; no ofenderlos, proteger su comercio, tolerarlos aunque sufra nuestro país algunas exacciones; los bienes ingleses son sagrados porque a los ingleses les interesa que América se desuna o se dividan y formen una sociedad separada donde Inglaterra pueda extender mas sus miras mercantiles y ser la única por el señorío de los mares.

Concluyente y diáfanamente explicada la política imperial inglesa en el Rio de la Plata, introduciendo sus mercaderías y así arruinando las artesanías e industrias de las provincias aumentando la desocupación, beneficiándose solo Buenos Aires con los ingresos aduaneros que ella controla y enriquece para si, empobreciéndose el interior.

La masonería detrás de todo el escenario, movía sus hilos para hacer su negocio. Esto lo sabían claramente tanto Mitre como Sarmiento, sabedores de ser solo instrumento de aquellos.

El 29 de septiembre de 1868, en un banquete que la masonería le ofrece a Sarmiento y Mitre, éste, agitando un instrumento masónico “¿Qué es Sarmiento? un pobre hombre como yo, un instrumento como este...” (Mitre. Discurso masónico. Arengas Selectas. p.83). “¿Que somos ahora? No somos sino agentes serviles y pagados a módico precio de las plazas extranjeras” (Vicente F. López en la Cámara de Diputados. Diario de sesiones 1873.p.261).

Ellos creían con una estupidez, una soberbia imperdonable, en un "progreso indefinido", aunque lo único que ha progresado indefinidamente, hasta el asombro, es la miseria en nuestro interior, tanto que se ve en cuestiones alimenticias, de salud que presenta una mortalidad no solo infantil, sino de personas de tercera edad sometidas como esclavos a directamente intentar –muchas veces infructuosamente- sobrevivir día a día, como se pueden fácilmente comprobar hasta hoy día. El Unitarismo con distintos nombres avasalla con sus ideas de laboratorio y el apoyo de la prensa, lo poco que queda de autonomía federal.

Por ejemplo, Marcos Paz, vicepresidente de la Nación durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, tuvo relación con la masonería. Aunque no fue uno de los grandes líderes masónicos como Sarmiento o Mitre, fue iniciado en 1857 en la logia “Unión del Plata”. Su pertenencia refleja la fuerte influencia que esta institución ejercía en la política argentina de la época.

Jorge A. Susini fundó en mayo de 1922 el Instituto Susini. Recibió el título de ‘maestro’ en 1888, otorgado por Domingo F. Sarmiento, masón grado 33 y Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina entre 1880 y 1883. Ese mismo año, Susini obtuvo también su título de profesor de Enseñanza Media, Normal y Superior. El escudo del ‘Instituto Susini’ exhibe, entre otras figuras, un triángulo o pirámide, símbolo masónico típico que representa al Gran Arquitecto del Universo, evocando su omnipresencia, omnisciencia y poder creativo.

Por su parte, Juan Mas y Pi fue un destacado masón español del siglo XIX, conocido por su activa participación en logias y su militancia política republicana. Fue presidente de varias logias en Barcelona, incluyendo “Vera” y “Libertad del Porvenir”. Su hija fue además iniciada en una logia de adopción. Durante la época en que Mas y Pi ejerció su influencia, existía un estrecho vínculo entre la masonería y el republicanismo en España, lo que sugiere que su compromiso masónico estaba estrechamente relacionado con sus convicciones políticas.

Agustín E. Álvarez fue un militar, sociólogo, moralista y educador argentino de la llamada generación del 80, en el siglo XIX, destacándose en los ámbitos médico, legal, político y social en Mendoza. Fue iniciado como masón en la Logia Obediencia a la Ley N° 13, y en junio de 1905 fue elegido Gran Maestre de la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones, cargo que ocupó hasta 1906.

Digamos que el Dr.Álvarez fue una figura muy importante  del G.O.F.A  (el ‘Gran Oriente Federal Argentino’).lo mismo que los integrantes del Consejo de Redacción, Dres. Augusto Barcia, Manuel Blasco Garzón, Pablo Barrenechea

Colaboradores en la Revista Liberalis, que aparece en Buenos Aires desde 1949. El Dr. Agustín J. Alvarez es también Presidente del Ateneo Liberal Argentino; y el masón Dr. Pablo Barrenechea lo es de la Liga Argentina de Cultura Laica. Y ambos líderes masónicos colaboran en Acción Laica Argentina junto con la Sra. Alicia M. de Justo y con los Sres. Américo Ghioldi, Carlos Sánchez Viamonte y otros paladines del laicismo escolar.

Samuel Alejandro Lafone Quevedo (nacido en Montevideo el 28 de febrero de 1835 y fallecido en La Plata el 18 de julio de 1920) fue un industrial, arqueólogo y lingüista uruguayo. Se formó en Inglaterra, donde obtuvo un magister artium y un bachillerato en humanidades. A fines del siglo XIX regresó a Buenos Aires y en 1906 se hizo cargo del Museo de La Plata, además de asumir la rectoría de la Facultad de Ciencias Naturales en la Universidad de La Plata. (ver arriba lo mencionado acerca de este personaje y de su padre)

Aunque no hay registros que indiquen que Lafone Quevedo fuera masón, su padre, Samuel Fisher Lafone, sí lo fue. Era un protestante inglés, masón y calvinista. En 1832, el padre se enamoró de María de Quevedo y Alsina, integrante de una familia católica tradicional que se opuso a esta unión por motivos religiosos. Samuel Fisher Lafone fue además un contrabandista aliado de Urquiza, que comerciaba entre la Banda Oriental y Entre Ríos, violando leyes argentinas y traficando con oro y ganado en ambas orillas.

Juan Mariano Larsen, nacido en Marsella el 11 de febrero de 1821 y fallecido en Buenos Aires el 4 de noviembre de 1894, fue un educador francés que actuó en Argentina durante la segunda mitad del siglo XIX. Reconocido masón, ocupó el cargo de Pro Gran Maestre entre 1879 y 1880.

Que como bien dice Carlos STEFFENS SOLER, “todos escribas a sueldo de cancillerías europeas y americanas. Personajes internacionales y trashumantes que dejaron más tarde un sello inconfundible en la llamada organización nacional que no fue otra cosa que el reglamento de la actual factoría”. Clarísimo y comprobable en los hechos a lo largo del tiempo..

Sí, podemos mencionar que no solo escritores e historiadores han escrito sobre ella; también presidentes y jefes de estado nos han advertido de las prácticas de estas sociedades disolventes.

El Presidente de los EEUU de América en su momento John Q. Adams dijo 1825-1829 que “La Masonería es engañosa y fraudulenta….Su promesa es la luz, su práctica es las tinieblas”.

En nuestra propia independencia de España tuvo incidencia importante la impronta inglesa y su masonería que en su pelea ancestral con el Reino de España, apoyó nuestra separación independentista de ésta beneficiándose con la creación en América de un sinnúmero de repúblicas o republiquetas que eran, así, más fácil de conquistar, cuanto menos económicamente.

A modo de ejemplo, y como ya se dijo, la que fue Nueva Granada (la gran Colombia) se fragmentó en el tiempo en nuevos países: Colombia, Ecuador y luego por impulso de los EEUU de Norteamérica el ‘invento’ (sic) de Panamá separándola de Colombia para así controlar el Canal interoceánico.

Leonardo CASTAGNINO nos recuerda a todos que “…El Presidente Theodore Roosevelt propuso construir un canal en Centroamérica, y en 1903 ofreció al gobierno colombiano comprar una franja de tierra de lo que hoy es Panamá.
Al mismo tiempo que Colombia rechazaba la oferta de Roosevelt, se desató una rebelión en el área designada para la ubicación del canal. Roosevelt apoyó la revuelta y rápidamente reconoció la emancipación de Panamá frente a Colombia. Unos días después, el francés Phillip Bunau Varilla, quien viajó a Washington como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la naciente República de Panamá, vendió a Estados Unidos la zona del canal. En 1914, el Canal de Panamá se abrió al tráfico marítimo”.

También las Guayanas, colonias europeas hasta el día de hoy, más allá de banderas supuestamente soberanas.

En esa disputa con España Inglaterra ‘fogoneó’ e incentivó la grandeza del Brasil territorial y económicamente a costa de la fragmentación de la América española. La masonería inglesa y francesa jugó papel trascendental en ello.

Pero claro, con sus límites: no permitieron que el Imperio del Brasil fuese demasiado lejos y no dejaron que se apropiara de la Banda Oriental sino que con sus manejos políticos lograron que la Banda Oriental (y el Paraguay) se separara de la Confederación Argentina conformando un ‘estado-tapón’, que subsiste hasta el día de hoy, privando que el Río de la Plata fuese de un solo estado (‘mutatis mutandi’ al igual que hicieron con Gibraltar para controlar la entrada al Mar Mediterráneo (‘Nihil Novum Sub Sole’).

Es más, la masonería enquistada en la Banda Oriental y en especial en Montevideo, El 3 de noviembre de 1834 crea el Supremo Tribunal del Grado 31, el primero en funcionar en el Río de la Plata, y curiosamente ( o no tanto…), también  en el Peñón de Gibraltar.

Es decir que tanto ingleses y franceses utilizaban un mismo método –y lo siguen usando hasta el día de hoy- que consiste en poder tomar posesión de terrenos estratégicamente ubicados para controlar distintas vías de acceso a riquezas tanto en tierra como en mar, en una sagaz acción geopolítica imperial.

Uno de los errores más grandes en política –y que no se ‘perdonan’- es creer que porque comportamientos o hechos sucedieron hace muchos, pero muchos años, los criterios filosóficos-políticos que los mueven han cambiado. Nada más equivocado: en el caso que nos trae, la línea de pensamiento y de fines de la masonería son los mismos desde siempre aunque cambien los métodos o medios para su logro, ‘agiornándolos’, si es necesario.

Contemporáneamente en nuestro territorio sudamericano, dos de nuestros máximos héroes vislumbraban empíricamente esto y, gracias a Dios, lo combatieron.

Primero, José de San Martín: “Si sentimientos menos nobles que los que poseo a favor de nuestro suelo fuesen el norte que me dirigiesen, yo aprovecharía de esta coyuntura para engañar a ese heroico, pero desgraciado pueblo, como lo han hecho unos cuantos demagogos [ léase ‘unitarios logistas’] que, con sus locas teorías, lo han precipitado en los males que lo afligen y dándole el pernicioso ejemplo de perseguir a los hombres de bien, sin reparar a los medios..” carta a Tomás Guido el 5 y 6 de Abril de 1829.

En plena ebullición revolucionaria y jacobina, en Europa toda, Jordán B. GENTA nos transcribe una carta de José de San Martín a Rosas refiriéndose a las logias masónicas- como Garabaldi y Mazzini  en Italia asolaban con su odio visceral todo lo jerárquico de orden que imperaba hasta esos momentos en distintos países del viejo continente: “"En cuanto a la situación de este viejo continente, es menester , no hacerse ilusiones,  la verdadera contienda que divide á su población es puramente social: es, en una palabra, la del proletario con el capitalista, la del pobre con el rico, Calcule V. lo que arroja de si un tal principio, infiltrado en la gran masa el pueblo por las predicaciones diarias de los clubs y la lectura de miles de panfletos. Si a estas ideas se agrega la miseria espantosa de millones de proletarios, agravada en el día con la paralización de la industria, el retiro delos capitales, en vista de un porvenir incierto; la probabilidad de una guerra civil, por el choque de las ideas y partidos, y en conclusión, la de una bancarrota nacional visto el déficit de cerca de 400 millones, en este año, y otros tantos en el entrante: éste es el verdadero estado de la Francia, y casi del resto de la Europa con la excepción de Inglaterra, Rusia y Suecia que hasta el día siguen manteniendo su orden interior" .,

Y, segundo, Juan Manuel de Rosas: “Obsérvese que el haber predominado en el país una facción que se hacía sorda al grito de esta necesidad ha destruido y aniquilado los medios y recursos que teníamos para proveer a ella, porque ha irritado los ánimos, descarriado las opiniones, puesto en choque los intereses particulares, propagado la inmoralidad y la intriga, y fraccionado en bandas de tal modo la sociedad, que no ha dejado casi reliquias de ningún vínculo, extendiéndose su furor a romper hasta el más sagrado de todos y el único que podría servir para restablecer los demás, cual es el de la religión…Después de esto, en el estado de agitación en que están los pueblos, contaminados todos de unitarios, de logistas, de aspirantes, de agentes secretos de otras naciones, y de las grandes logias que tienen en conmoción a toda Europa”-carta de Rosas a Facundo Quiroga el 20 de Diciembre de 1834.

Es cierto que también desde dentro del territorio de la Confederación Argentina existían grupos unitarios marcadamente logistas como por ejemplo un secretario de Rosas era miembro del ‘Club de los Cinco’ conformado además por otros conspicuos miembros como Carlos TejedorSantiago AlbarracínRafael Corvalán –lamentablemente hijo del Edecán de J.M. Manuel Corvalán- Jacinto Rodríguez Peña y el escribiente de Rosas, Enrique Lafuente (miembro de la ‘Asociación de Mayo’ también), todos ellos informantes e infiltrados masones y ‘antirrosistas’, que actuaban para su derrocamiento, como hemos mencionado en otro trabajo (MONTORO GIL,  Gonzalo V. ('J.M.de R.-Aspectos Poco Conocidos de su Vida y su Familia'-

www.elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com- 27-2-19)

Del mismo modo desde la otra orilla la llamada ‘Comisión Argentina’ conformada por ‘logistas’ Unitarios y masones, llamados representantes del ‘Gobierno de Montevideo’, intentaban derrocar a Rosas con ayuda de la masonería brasileña y europea.

Se puede señalar que En el año 1827 un grupo de inmigrantes franceses fundan en instancia la Logia Les Enfants Du Nouveau Monde, que solicita su carta patente en 1842 del Gran Oriente Francés y que le llega el 16 de junio de 1844 con el distintivo Les Amies de la Patrie. Esta logia funcionó hasta 1937 y en ella fue iniciado el “héroe de dos mundos”, Giuseppe Garibaldi, durante su estancia en el país. Lo cual demuestra cabalmente el grado de compromiso que tenía el masón Giuseppe Garibaldi con el Gobierno masón, unitario, de Montevideo controlado por los franceses.

Y, es claro que el acuerdo Southern – Arana causó espanto en los masones enquistados en la ciudad mencionada. El autor citado menciona que “Los negociantes extranjeros que  prosperaban a costa de la usura con que ayudaban a mantener ese gobierno, adelantándole dineros sobre los impuestos y sujetándolo a sus conformes, explotaron también ese  rechazo prodigando cartas y publicaciones en las que bajo los acentos del falso patriotismo velaban su acento quejumbroso de judíos”.

En la Asamblea Nacional francesa se discutía los pasos a seguir en su guerra contra Rosas y la Confederación. “El objeto del proyecto -sigue diciendo SALDÍAS- y el subsidio presupuesto no satisficieron al diputado ciudadano Gerdy, un declamador fácil, pero a obscuras de todo lo que tenía relación con los países del Plata quien presentó en sustitución este proyecto en favor de la política guerrera: «-La asamblea nacional asigna diez millones al gobierno para terminar honrosamente el negocio del Plata y hacer con Montevideo y la provincia del Uruguay un tratado que asegure su independencia, la libertad de los ríos y los intereses europeos….-

Como veremos a continuación, las luchas políticas en Francia hacían que la cuestión del Plata tuviera dos bandos en pugna en la Asamblea  Legislativa y en los miembros del Gabinete. Pero no vaya a creerse que alguno de los dos bandos tuviera presente que se estaba violando la soberanía de un lejano país.

 No. Nada más lejos. Era una cuestión económica de las logias revolucionarias que asolaban el noble suelo francés.

Unos con el masón Thiers querían seguir la guerra contra la Confederación Argentina a como diera lugar rechazando el inminente acuerdo entre ésta y Francia que estaba llevando adelante el Almirante Lepredour con Felipe Arana, Ministro de Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina.

Léase al respecto lo que sigue diciendo SALDÍAS: “En efecto, como el gabinete estaba obligado a pedir a la asamblea los dineros para seguir dando a la ciudad de Montevideo el subsidio de doscientos cincuenta mil francos mensuales con arreglo a la convención de 12 de junio de 1848, que estableció de hecho el protectorado francés en esa plaza, la comisión de créditos dela asamblea, inspirada por Mr. Thiers, se apoderó del fondo de la cuestión, pidiendo al Ejecutivo todas las piezas referentes a la negociación Lepredour, y avocándose las funciones del gabinete, pues entró en la discusión de los artículos de un tratado que no era discutible, porque no podía considerársele como celebrado cuando los gobiernos contratantes no se habían puesto de acuerdo todavía sobre los términos precisos de la negociación”.

Queda claro que era una invasión; se quería formar un protectorado francés en la Banda Oriental; había que contratar mercenarios extranjeros que fueran a combatir y había que dar dinero a los Argentinos miembros de la ‘Comisión Argentina’, que lucraban con el despojo al pueblo Oriental.

La llamada pomposamente ‘Comisión de Créditos’, en París, era la encargada de reclamarle las ingentes sumas al Gabinete del gobierno francés las sumas que se necesitaban para el costo de semejante aventura fenicia y mercenaria.

Esa Comisión presenta como fundamento de la urgencia del préstamo y envío de dinero en que una parte del Montevideo quiere rendirse y el otro quiere resistir todavía más el embate de Oribe y Rosas. Por lo que hay que apurarse para volcar la balanza a favor de la continuación de la guerra.

Y esta Comisión en forma desvergonzada no tiene pudor en decir que éste último grupo “de los desterrados de Buenos Aires que alimentan antiguos resentimientos, extranjeros, franceses, españoles, italianos qué han tomado las armas hace algunos años y se han comprometido así. Unos y otros parecen decididos a no aceptar la capitulación. El pueblo, al contrario, está fatigado de un sitio que dura hace cinco años”.

Esto es, nadie quería esta guerra, salvo el contubernio entre el grupo belicista de Adolphe Thiers, los emigrados traidores unitarios argentinos, masones todos, que junto con los financistas que tenían controlada a Montevideo desvalijando sus riquezas, y los mercenarios de varios países que obtenían ganancias con el contrabando.

Este sujeto Thiers era un político avezado que basó toda su carrera en dedicarse a promover agitaciones para llevar a Francia a alguna guerra.

Téngase presente- por ejemplo- la memoria que presentó al Gobierno francés el  Coronel Melchor Pacheco y Obes, traidor a su patria Oriental, como buen Masón. Era agente del gobierno de Montevideo en París, y en la que solicitaba, dice SALDÍAS,” a la ‘Comisión de Créditos’ la autorización y el dinero para de reclutar en Francia voluntarios entre los hombres desocupados, garantizándoles concesiones de tierras y ganados en el Estado Oriental: le dijo a la Comisión de Créditos en Francia, en su desvarío ideológico “Esta sería una manera de crea una fuerza permanente organizada propia a la defensa del territorio”. l Esto es, su meta, casi desesperada, era convencer al gobierno francés de que no retirase el apoyo a la causa de la Defensa de Montevideo.

Es decir, este sujeto cipayo, funcionario del gobierno usurpador de Montevideo, pretendía dar tierras Orientales y dinero a mercenarios de todo el mundo formando un ejército ‘permanente’ a cambio de que guerrearan en el Rio de la Plata para derrocar al Presidente Oribe y a Rosas. Es claro, debían ser mercenarios y por una enorme suma de dinero pues ningún Oriental quería sumarse a esta ignominia. Hacía rato que el pueblo nativo quería la paz como lo confesó en Francia la Comisión referida, “. El pueblo, al contrario, está fatigado de un sitio que dura hace cinco años”, como ya se dijo.

Y es que era así, no solo el pueblo Oriental estaba cansado de ese virus que se había enquistado en la ciudad de Montevideo con el solo fin de lucrar con el sudor del pueblo y la soberanía de estas tierras sino que también los propios comerciantes franceses que trabajaban honestamente en ambas orillas del Plata rogaban que se acabara con el bloqueo francés, así como los comerciantes en Francia que hacían negocios en el Plata, pedían lo mismo.

SALDÍAS nos señala acertadamente que el Almirante Lepredour mandó un mensaje a la Asamblea francesa en tal sentido, en la que decía que “….que más de diez mil franceses prosperaban en Buenos Aires al amparo de amplias garantías y en los diferentes ramos del comercio y fecundas industrias rurales del país; como asimismo una petición suscrita por algunos cientos de negociantes, armadores, banqueros, exportadores y fabricantes de Francia en la que pedían la ratificación del tratado Lepredour. «En el momento en que los negocios del Plata acaban de recobrar una grande actividad, decían, los intereses franceses comprometidos en Buenos Aires se han aumentado considerablemente y su grande importancia justifica las alarmas del comercio. Persistir en la intervención sería sacrificar los intereses de nuestros nacionales establecidos en Buenos Aires, como también los de los negociantes y fabricantes establecidos en Francia, casi exclusivamente en provecho de una compañía que explota la aduana de Montevideo, y cuyos agentes tratan de abusar del gobierno repitiendo que el comercio pide la continuación de la intervención!

El objetivo era seguir manejando la Aduana de Montevideo que dejaba pingues ganancias con el contrabando y solo se podían mantener en pie “gracias al terror que los extranjeros ejercen sobre sus habitantes que si no fuera por eso hace rato que  hubieran abierto las puertas de la ciudad y llamado a Oribe a hacerse cargo del gobierno, diciendo que los habitantes quieren paz cualquiera que sea, los extranjeros solo la guerra”, decía dice Lepredour en Junio de 1849,.

Estos mercenarios jugaron un papel importante  no solo en la defensa de Montevideo, como el asesino masón Garibaldi, sino también el derrocamiento del gobierno de la Confederación Argentina al mando de Juan Manuel de Rosas en la batalla de Caseros el 3 de Febrero de 1852. El tiempo se aproximaba….

Pero no solo están las tropas mercenarias de Garibaldi. El Brasil contrató a mercenarios alemanas, franceses, genoveses.

Los alemanes llegaron a Río de Janeiro en Julio y Agosto de 1851 y traían consigo mucho armamento, sumamente moderno para la época. Conformaron éstos batallones de artilleros y de infantería. Eran como 1.800 alemanes pero al momento de la batalla en la Banda Oriental habían desertado muchos al tal punto que quedaron apenas alrededor de 300 en condiciones de luchar.

El dinero, los recursos de los agresores era interminable –Banca mediante- para solventar los gastos militares del propio Imperio, de las tropas de Urquiza y de los mercenarios referidos.

Ese dinero posibilitó que el armamento de los aliados fuera superior a los de la Confederación y ello se notaba sobre todo en el equipamiento naval donde el Imperio ejercía prácticamente solitario dominio en las aguas del Rio de la Plata. La ausencia de una marina de guerra fue el talón de Aquiles de la Confederación Argentina.

Toda esta situación era bien conocida por el gobierno inglés que siempre supo de las maniobras del Imperio brasileños que fueron cercando con su diplomacia certera, la gobierno de Rosas y al de Oribe. Diplomacia, que como sagazmente dice Ramón J. CÁRCANO “el Impero aplicaba un criterio oportunista  y utilitario a su conducta. Prudente, cauteloso, escurridizo, variaba de actitudes y procedimientos según las circunstancias, pero conservaba inalterable su orientación política y obraba a con plena seguridad “. Gobernador de Córdoba e Historiador liberal lejos de ser amigable con el ‘Rosismo’ pero conocedor profundo de la diplomacia de Itamaraty por haber sido  designado Embajador en el Brasil en 1938.

También las debilidades materiales lo supo el gobierno español, pues uno de los espías de dicho gobierno Antonio Cuyas y Sampere, que oficiaba de secretario y amigo de Urquiza en realidad trabajaba en última instancia para el Rey español que siempre estaba al tanto de lo que sucedía en estas tierras, como bien se desprende de la correspondencia entre el catalán y la monarquía española, la que luego de Caseros, lo condecoró..

Quien desee saber en detalle la vida de este solapado espía, puede acceder a nuestro trabajo sobre el tema: “Antonio Cuyás Y Sampere, (¿Manipulador O Espía De Urquiza? ¿O Espía Del Reino De España?)

Mariano GARCÍA nos sigue entregando datos sobre el tema de los préstamos de la banca mundial para sumar más extranjeros mercenarios: “La contratación de mercenarios está mencionada varias veces en la correspondencia del grupo montevideano. En 10/1848, John Le Long y José Ellauri prometían ayuda desde Francia mediante el envío de 8000 voluntarios «armados y reunidos en cuerpo, bajo la dependencia de nuestra autoridad gubernativa». En 7/1849 el agente de Montevideo en París tramitaba la preparación de un cuerpo de 5000 emigrantes, reclutados entre los indeseables de las agitaciones francesas, de quienes la policía veríase libre con satisfacción. Ellauri le escribía al canciller uruguayo que el ministro Edouard Drouyn de Lhuys lo había autorizado a reclutar voluntarios (3/7/1849). A los subsidios franceses se agregó el Empréstito Buschenthal y una importante operación financiera concertada entre el nuevo canciller brasileño Paulino Soares de Souza y el agente uruguayo Andrés Lamas. Estas entradas oxigenaron las finanzas montevideanas, permitiéndoles adquirir cuantioso material bélico y la contratación de mercenarios armados”. 

En el mismo sentido Pedro Santos MARTÍNEZ nos hace llegar la información del representante británico en Rio de Janeiro, cuando se preparaban las acciones de Urquiza, Garzón sometidos económicamente –y a la dialéctica también- del Brasil.

El dinero del Imperio corría a raudales comprando conciencias. Dijo el representante británico que referimos –Hudson- a Palmerston en Marzo de 1851 que “el gobierno brasileño .logró  un préstamo de 500.000 libras de la casa Gómez y Paiva, prestamista, al precio de 86 a ser entregado en doce cuotas mensuales, aunque los gastos de gobierno imperial, a menos que fueran  utilizados en activos preparativos para la guerra, no podían requerirle contratar un empréstito tan grande”.

La alharaca pseudo‑filosófica y el sofisma de la cacareada libertad, igualdad, fraternidad , la supuesta constitucionalización del país, quedaron sepultados, como una mentira grosera, bajo la bruma de la realidad: negocios cimentados en sangre argentina; el terror legitimado; la banca internacional ocupando nuestro suelo, apropiándose de nuestros de nuestros recursos, nuestro crédito, nuestras tierras y de nuestra moneda; y así configurando un statu quo, un lazo, una cadena que garantizaba el dominio sobre nosotros sin posibilidad deshacernos de eses yugo. Todo ello contribuyó a que Oribe tuviera que rendirse casi sin disparar ante el avance de las tropas imperiales y urquicistas hacia fines de 1851 en territorio oriental.

La tranquilidad del Imperio brasileño —y de Inglaterra— respecto a un triunfo frente a la Confederación estaba basada en una certeza compartida por las partes en pugna (y que Rosas, presumiblemente, también entendía): el dinero, el oro, eran prácticamente inagotables y Brasil los disponía generosamente.

La banca internacional proporcionaba esa seguridad; la Masonería, con influencia sobre esa Banca, que en definitiva, ésta era la instrumentación monetaria de aquella, definía las reglas que conducían a la victoria imperial frente a las limitaciones económicas de la Confederación Argentina. Esas carencias probablemente minaron el ánimo del Restaurador y de sus oficiales, ya fatigados por una guerra sempiterna, interminable.

Si a esto se suman:

Las infidelidades entre los más cercanos a Rosas, motivadas por dádivas económicas o sea por la pérdida de alicientes y energías  por lo exhaustos años fuera de sus hogares sin resolverse de una vez por todas el conflicto en la Banda Oriental

El pronunciamiento de Urquiza y la rápida rendición de Oribe, que privaron a la Confederación de sus dos mejores ejércitos y de su abundante material bélico;

El cerco diplomático ejercido por Brasil tal como se explaya arriba Ibarguren y Cárcano, Martínez, entre otros ;

La casi inexistente marina de guerra argentina, en marcado contraste con la bien pertrechada flota brasileña;

….entonces el triunfo militar de la Confederación resultaba prácticamente imposible. Y siempre estaba el factor decisivo: el oro —el flujo constante de recursos desde el Imperio— que inclinó la balanza de manera definitiva.

Dice Pedro Santos MARTINEZ que “El gobernador entrerriano, por intermedio de su hijo Diógenes, solicitó al representante brasileño en Montevideo -Honorio Carneiro Leao- un empréstito de cien mil patacones mensuales con el objeto de cubrir gastos de la campaña contra Rosas y sin cargo de rendir cuentas,

El imperio comprendió que era necesario acceder al pedido de Urquiza, pues de otra manera se podía perder la guerra contra la Confederación.

Pero como Brasil desconfiaba del mandatario entrerriano, le exigió previamente la firma de un tratado que se llamó "Convención para establecer el modo de satisfacer los deberes de la alianza celebrada en Entre Ríos y Corrientes con el Brasil y la República Oriental del Uruguay".

El documento fue suscripto en Montevideo el 21 de noviembre de 1851, acordándose de conservarlo "secreto hasta que se consiga su objeto" (art. 21). En la nueva Convención intervinieron Entre Ríos y Corrientes como Estados, es decir, separados de la Confederación Argentina. ……

Para que Entre Ríos y Corrientes pudieran sufragar los gastos de movilización, el emperador del Brasil les concedía un préstamo mensual de cien mil patacones por el término de cuatro meses o hasta el derrocamiento de Rosas, si este hecho sucedía antes de la fecha indicada (art. 6º).

Era muy importante para nuestro país el contenido del art. 7º, porque en él se estipulaba que, una vez derrocado Rosas, Urquiza quedaba comprometido a obtener "el reconocimiento de aquel empréstito como deuda de la Confederación Argentina". Si no pudiera lograrse éxito en la campaña, "la deuda quedará a cargo de los Estados de Entre Ríos y Corrientes, y para garantía de su pago con los intereses estipulados" los gobernadores de esas provincias "hipotecando las rentas y los derechos de propiedad pública de los referidos Estados.”

Es decir, al aceptar el soborno —para su propio bolsillo y el de sus tropas— Urquiza entregó, en los acuerdos, la soberanía de las Misiones Orientales, que Brasil ocupaba ilegalmente desde comienzos del siglo XIX. Cedió la libertad de los ríos interiores de la Confederación al Brasil; se comprometió a reconocer deudas con sus intereses por los préstamos y a ofrecer en garantía las tierras y las rentas de las provincias de Corrientes y Entre Ríos. Además, pactó que, si no lograban vencer a Rosas, se separaría de la Confederación junto con Corrientes para formar un nuevo Estado. “Tal felonía ni el sepulcro podrá hacer desaparecer.”

No debemos olvidar que tras el dinero estaba la Banca y tras la Banca, la Masonería moviéndolos hilos, cual titiritero, desde Europa a través de sus agentes en Brasil y en Montevideo (Mauá, Buschental, Yateman, Cuyás y Sampere, etc)

En el mismo sentido toma conocimiento de estas maniobras entre la Banca mundial, Brasil y el Gobierno de Montevideo el embajador argentino en el Brasil, Tomás Guido.

Más allá de no cumplir con su neutralidad el Imperio del Brasil seguía dando dinero, armas municiones, alimentos al Gobierno de Montevideo. Pero claro, no podía aparecer el propio Imperio violando la neutralidad entonces quien aparecía como dador del crédito era Ireneo Evangelista da Souza por el mes de Septiembre de 1851.

Pero Guido, dice SALDÍAS en la obra citada, sabía no solo que Da Souza aparecía firmando el crédito sino que detrás de éste y quien manejaba como un titiritero a todos, se encontraba José Buschenthal.

¿Quién era ese tal Buschenthal?. Era un banquero y masón casado con la hija del barón de Sorocaba. En Brasil desarrolló varios negocios de mucho riesgo que terminaron en la quiebra, por lo que decidió trasladarse a Inglaterra y luego a España para continuar con sus actividades comerciales y financieras. En Madrid adquirió mucha influencia en los círculos de los altos negocios. Pero también allí lo alcanzó la bancarrota y decidió trasladarse a París, donde conoció a José Ellauri, al que ya mencionamos arriba, que estaba buscando fuentes de financiamiento para Uruguay. Buschental colaboró con el ministro uruguayo en la búsqueda de préstamos, aunque sin éxito. Gracias a ese contacto con Ellauri, Buschental decidió probar suerte en Uruguay y lo hizo en 1849.. Instalado en Montevideo, fundó un saladero en la costa del río Santa Lucía, que abastecía al ejército francés. En 1870, este banquero y comerciante murió en Londres, Inglaterra.

Que se puede deducir fácilmente de todo esto: primero, que la única forma de mantener la plaza de Montevideo por esos usurpadores franceses y extranjeros (la mayoría, ya que había pocos Orientales nativos allí en esos momentos) era con dinero que provenía de la banca europea y lo segundo a deducir es que el propio Lepredour desbocado en su lenguaje, por un lado reconoce que Uruguay es ‘una provincia’ de la Confederación Argentina pero por el otro reconoce que la intención de Francia es lograr su independencia y así ser una marioneta del país europeo a fin de manejar a voluntad la navegación de los ríos interiores y el usufructo de esas tierras ubérrimas. Todo, es válido aclarar, con los traidores nativos unitarios y masones.

La Masonería estuvo –y está presente- en aquellos que siempre han traicionado a la nación aliándose con poderes extranjeros que intentan sojuzgar su independencia.

Sarmiento, uno de ellos, como bien estudia en profundidad Jordán Bruno GENTA en sus trabajos sobre el supuesto prócer de los niños y la masonería financiando éstos cuanto libro u obras completas tuvieran Sarmiento, Vicente Fidel López y Bartolomé Mitre, entre otros (Ver ‘Sarmiento y la Masonería’, ‘La Masonería y la Historia Argentina’ en el que Sarmiento destila su pestilencia , su odio masónico contra todo lo que tuviera color y olor a España, a la fe fundante de nuestros hombres, con un espíritu materialista, antropocéntrico, utilitario y, además, servil en sumo grado.

Es decir que no solo Mitre y Sarmiento, cabezas visibles de la mistificación de nuestra historia, apuntalaron la construcción de una historia inexistente en cuanto a sus virtudes, sino que otros, como Miguel Cané, Esteban Echeverría, o el inefable Vicente Fidel López que, según puntuales adjetivos calificativos dados por Juan Carlos NEYRA, ’fue un cronista de la infamia que lleva por delante lo que encuentra a su paso, miente, insulta, tergiversa, suprime, corrige o agrega, el asunto a degradar no solamente a Rosas sino a cuento pertenezca su patria a a su pueblo. Sus babas aún envenenan nuestra historia’.

Digamos que muchos militares, aun de la guerra de la Independencia, engrosaron las filas internacionalistas de la Masonería, con fuerte influencia de Francia e Inglaterra.

Otros, que tal vez no llegaron a serlo, se apoyaron en la Masonería –o la Masonería se apoyó en ellos- para lograr sus fines que coincidían.

Uno de los fue el General Juan Lavalle el ‘lamebotas’ empleado de Francia y varias veces traidor a la causa de la independencia de nuestro país.

Si bien se ha dicho que no era masón, la Masonería estuvo apoyando al citado y sus ejércitos, seguramente en forma económica, aun en su camino al exilio en el cual sembró matanzas y el terror en las poblaciones a las que llegaba.

Vease sino una carta que le envía a Dionisio Puch (y que transcribe en su totalidad Alberto EZCURRA MEDRANO) ordenando fusilamientos varios en Salta a distintas personalidades ya que de no hacerlo “…no podremos concurrir con nuestros elementos en apoyo del Segundo Ejercito Libertador (‘sic’) y del poder del Oriente, que lucha contra la tiranía…”..

Queda evidenciada la injerencia material e ideológica de la Masonería en las mentes y en las decisiones de índole militar del unitarismo.

Masones como Bernardino Rivadavia, Julián Agüero, Florencio Varela, Salvador María Del Carril (hermano masón, fundador de la Logia San Juan de la Frontera Nº 33), Julián Segundo de Agüero, Bernardino Rivadavia, José María Paz, Juan B. Alberdi, Juan Cruz Varela, Valentín Alsina, Domingo F. Sarmiento -desde Chile-, etc ‘rodearon’ (sic) a otro futuro masón y traidor como Justo José de Urquiza (entró en la Masonería el 21 de julio de 1860; curiosamente 14 meses antes de su derrota en Pavón a manos de Mitre, convencido él por Bartolomé Mitre y otro masón como Dalmacio Vélez Sarsfield) y a tantos otros (José Mármol, Santiago Derqui, Juan Gelly y Obes, Rafael Obligado, Aberastani, Eduardo Conesa, Paunero, José Roque Pérez) junto a la masonería que dirigía la política del Imperio del Brasil con el Barón de Mauá financista de los ejércitos brasileños, y ‘urquicistas’ todos juntos lograron durante 1851 y finalmente en la Batalla de Caseros 1852 la derrota del soberano gobierno de la Confederación Argentina presidida por Juan M. de Rosas.

Pero no debemos olvidar que como ya hemos tratado oportunamente en otro trabajo nuesetro: el Barón de Mauá, a su vez, era empleado- de algún modo debemos llamarlo- de la banca Rothschild y otros banqueros (Baring Brothers, por ejemplo) miembros conspicuos de la masonería europea. Desde allá se movían los hilos invisibles que financiaron el desmembramiento de las naciones hispanas en el continente.

El propio Mayer Amschel Rothschild (1744-1812) dijo “dadme el control del dinero de una nación y no me importará quien redacte sus leyes”.

En uno de los mejores trabajos sobre el llamado ‘Pronunciamiento’ del ‘fenicio’ y contrabandista Justo José de Urquiza y la traición a su patria lo ha dado José María ROSA que nos adentra puntillosa y documentalmente en lo que ya también otros autores citan:

 Que el pronunciamiento de Urquiza no tuvo por miras –en él- ni crear una Constitución ni ningún otro tipo de visión jurídica distinta a la existente en ese momento. Su solo interés era continuar con la exportación ilegal del oro al extranjero y el contrabando de carne y otros productos a través de la frontera de Entre Ríos con Brasil y los sublevados del Gobierno de Montevideo. El dinero que corrió a raudales para apátrida entrerriano y para Lamas y otros miembros del Gobierno de Montevideo que resistía el asedio del Oribe y de toda la Banda Oriental fue dado en especial por el Imperio que –con rabia disimulada- tuvo que darle el dinero que pedía Urquiza para confirmar su traición a la patria.

Jugó particular actuación el ‘correveidile’ asesor comercial de Urquiza el catalán Cuyás y Sampère que oficiaba de lazo entre éste, los funcionarios del Imperio del Brasil y los miembros de la Comisión Argentina en Montevideo preparando –con fruición y oro mediante- el asalto por la retaguardia del ejército Oriental de Oribe y contra el gobierno de la Confederación Argentina.

El citado autor dice que “El 11 Cuyás vuelve a escribir a Urquiza para informarle de la llegada a Montevideo de la totalidad de los buques de la expedición francesa. Y agrega, sugestivamente que habría de correr abundante el oro como en 1838: Han llegado a más – dice -, grandes cantidades de dinero remitidas por el banquero de París Rothschild, con el intento de comprar las letras que los agentes franceses giren contra el Tesoro de Francia, y pertenecientes otras a la Caja de la División Expedicionaria. Las primeras se hacen subir a 40 mil onzas de oro, y las segundas a 10 mil. Ayer salió el almirante (Lepredour) para Buenos Aires”

Sigue diciendo José María ROSA “Solamente con la certeza de un público e irreversible “pronunciamiento” de Urquiza contra Rosas, y previo compromiso formal y garantizado de dar al Imperio los gajes de la victoria (Misiones Orientales, libre navegación de los ríos, Garzón en la presidencia de la República Oriental, tratados que significaran el protectorado brasileño en el Uruguay, reconocimiento de la independencia paraguaya para que cayera igualmente en la órbita del Imperio, pudiendo quedarse Urquiza con los restos del naufragio de la Argentina) se arriesgaría Brasil a apoyarlo públicamente”.

Tengamos en cuenta que el Gral. Garzón traidor a su país y al Gral. ribe, fue un masón declarado, así como Andrés Lamas y Manuel Herrera y Obes, lacayos del Imperio del Brasil, también masones, naturalmente.

Prosiguiendo con ROSA el mismo nos señala que “Esa traición de Urquiza, reconocida por él mismo en sus cartas y reconocida por sus socios en este juego macabro, como Alsina que le escribe a Lamas diciéndole que “Una franca guerra entre el Imperio y la Confederación, pondría a los argentinos aliados de Brasil (los unitarios de Montevideo, y ahora Urquiza), en una postura desairada y poco explicable moral y patrióticamente. Porque – y la palabra va por cuenta de Alsina – lo de Urquiza sería llamado por la historia una apostasía y no una conversión a la causa de la libertad.¿ Y lo suyo?.

“-Mi posición como escritor argentino es delicada-, explica Alsina a Lamas instándole a que el Imperio no declarase, ni aun con el naipe Urquiza en su poder, una guerra lisa y llana a la Confederación Argentina. El 22 de noviembre, en postdata a una carta a Lamas de esa fecha, el jefe de los unitarios de Montevideo aclaró a Río de Janeiro su pensamiento: -Para mí, amigo - Alsina escribe a Lamas - esto es evidente (la apostasía próxima de Urquiza). Por lo mismo el Brasil debiera apresurarse a aprovechar la ocasión, a la que pintan calva, y dar a Rosas un golpe de sentido, con posibilidades y sin peligro, en el Estado Oriental”.-

“ -¡Hay que aprovechar el momento, este momento!-, escribía Lamas en Río de Janeiro a Paulino: hacer tratados que ataran bien fuertes a lo que quedase del Estado Oriental con el Imperio vencedor-”.

La Masonería argentina, oriental, inglesa, francesa y brasileña jugando un papel primordial en todo esto en un contubernio conspirativo francmasónico logista asesino-

¿Cómo comenzó todo en nuestro país?

Ya comentamos en otro trabajo  lo que explicaba Alberto J. BONDESIO . “En 1834 Juan Bautista Alberti, Juan María Gutiérrez, Marcos Sastre, Vicente Fidel López, Miguel Cané, Carlos Tejedor, Juan Thompson, Félix Frías, y otros fundaron el Salón Literario y en 1837 Esteban Echeverría juntamente con Alberdi, Gutiérrez, José Mármol, Rivera Indarte, Pastor Obligado y otros fundan la Joven Argentina o la Joven Generación Argentina que fue disuelta al año siguiente por el gobierno de Rosas. En 1838 Alberdi junto a otros emigrados argentinos crea en Montevideo, la Asociación de Mayo. Asimismo aparecen simultáneamente asociaciones similares en San Juan, Tucumán, Córdoba, etc. en cuyo seno trabajarán Domingo F. Sarmiento, Benjamín Villafañe, Marcos Avellaneda, Vicente Fidel López entre otros”.

“Todas estas sociedades secretas tenían algo en común: realizar trabajos subterráneos, fomentando las diversas coaliciones para derrocar al gobierno de Rosas”.

“Pero, una vez vencido Rosas, para los Unitarios que habían vuelto del extranjero Urquiza era una molestia para sus planes y lo consideraban otro tirano mas. Entonces a fin de combatir al ‘nuevo’ tirano se formó otra logia llamada ‘Juan-Juan’ de la que formaban parte: Miguel Estévez Seguí, José Mármol, Adolfo Alsina, Juan José Monte de Oca, José María Moreno, y algunos militares como José María Pirán, Emilio Conesa y Emilio Mitre”.

Sigue diciendo BONDESIO  tomando las riendas del poder, “en 1856, durante el gobierno porteño de Pastor Obligado, aparece una nueva sociedad secreta denominada ‘Juan-Juanes’, que se constituyó como un verdadero ‘control del Estado’,… Después de Caseros, los emigrados venían dispuestos a imponer su bárbaro despotismo ejerciendo actos más deleznables que aquellos que decían combatir”·.

“Este grupo, representante del tan decantado "espíritu" de Caseros y que capitaneaban Bartolomé Mitre, Domingo F. Sarmiento, José Mármol, Ángel Somellera, Vicente Fidel López, los Alsina y otros dominaron la prensa, las cámaras y el gobierno y los que no pensaban como ellos quedaron excluidos de la vida pública. Estos mismos fueron los que se apresuraron a incinerar, en el patio de la casa de Rosas, el rico archivo de nuestra historia para que no pudiera oponerse el testimonio de los documentos a las calumnias y falacias que ellos escribían en lo que dio llamarse la “historia oficial” ”.

“Este ‘espíritu de Caseros’ de los facciosos del porteñismo liberal, masón y disolvente mantuvo por varios años la tónica de una política de odio y de separatismo que ocasionó gravísimos daños al país y que, a más de cien años de distancia, se ha renovado en nuestra historia… Durante los diez años posteriores a Caseros fueron fundándose distintas logias que respondían a la Gran Logia de la Masonería Argentina fundada el 9 de marzo de 1856 y a la que pertenecieron todos los personajes liberales que mencionamos en este trabajo.”.

Aníbal RÖTTJER nos da el origen y el derrotero de nuestra masonería vernácula.

La fundación OFICIAL de la masonería en la República Argentina data del 9 de marzo de 1856, con la apertura de la logia madre “Unión del Plata”, que sesionó en sus primeras “tenidas” en una finca ubicada en la esquina de Brasil y Balcarce, junto al parque Lezama.  Su “regularización” la recibió del Supremo Consejo del Uruguay, el 11 de diciembre de 1857”.

Después de la batalla de Caseros, los primeros masones que instalan sus logias en la Argentina, son los extranjeros.  Los franceses fundan en 1852 la logia “Amie des naufragés”; y más tarde, las logias “Amis de la verité” y “Humanité Fraternité”.

 “Los ingleses crean la logia “Excelsior” en 1853, y luego “Estrella del Sur”.  Tal vez hubo por esos años algunas logias españolas e italianas, y probablemente algún “taller” mixto que funcionaba en 1855 con masones argentinos y españoles bajo la jefatura de Miguel de Valencia.  Más adelante los italianos fundarán las logias “Italia”, “Unión Italiana” (a la que perteneció José Ingenieros y su padre), “Roma”, “Sette Colli”, “Leonardo da Vinci”, etc.

 “Entre los primeros catorce masones argentinos inscriptos en 1856 en la logia madre para la República Argentina figuran: Domingo Faustino Sarmiento (iniciado en 1854 en la logia “Unión Fraternal” de Chile), y Santiago y Francisco Albarracín.  Dicen los masones que en 1856 “se reinicia la tradición masónica en la Argentina”.

“La euforia liberal de la época y el esnobismo tentador llevaron a las logias a muchos hombres públicos argentinos –como sucedió en Francia en el período prerrevolucionario-.  La novedad del momento cautivó a los vacilantes en su fe, carentes de sólida formación religiosa; y se afiliaron a la masonería, cuya finalidad última desconocían completamente, pero de la cual fueron dóciles instrumentos desde las altas esferas del gobierno.  Porque una es la masonería ordinaria o de aparato: la de los banquetes, fiestas y reuniones, y otra la alta masonería oculta, la principal, la gran responsable.  La experiencia históricamente ha comprobado que a veces se han afiliado a la masonería verdaderos patriotas, los cuales, cuando aparecieron los fines reales de la Orden, creyeron que eran desviaciones, y entonces reaccionaron2.

“ El liberalismo asimiló los principios naturalistas y positivistas, constituyéndose en una verdadera filosofía que negaba al ser y a la nacionalidad y a todo el conjunto de sus valores espirituales.  Esta etapa dio primacía a los intereses materiales y coincidió con el auge del liberalismo económico y la penetración del capitalismo imperialista. Era la pérdida irremediable de nuestra soberanía.  Para disimularlo, la oligarquía concibió su plan laico como una forma de defensa de la soberanía del Estado frente a los “abusos” que en materia de matrimonio y educación consumaba la Iglesia…  El liberalismo desfiguró nuestra fisonomía tradicional, violentó nuestras convicciones espirituales, comprometió nuestra independencia, dilapidó nuestras riquezas, traicionó las justas aspiraciones del pueblo, abatió las columnas que defendían nuestra soberanía y falsificó los hechos históricos para desalentar toda posible empresa recuperadora…  Los liberales de hoy están en la misma línea de pensamiento que sus antecesores liberales de ayer o de hace un siglo…..  Siguen empacados en l avieja huella en que se atascaron sus abuelos…”.

Muchas veces información de hechos que declaran ciertas personas con el afán de darlos a conocer con un sentido positivo y de grandeza no hacen más que confesar su propia ruindad intrínseca.

Un ejemplo de ello son las declaraciones Gran Maestre de la Masonería Argentina Ángel Jorge CLAVERO. El referido comienza por decirnos que si bien ya existían logias en la Argentina “El 11 de diciembre de 1857 siete de las logias masónicas existentes en la ciudad de Buenos Aires se agrupan y constituyen la actual Gran Logia de la Argentina eligiendo como primer Gran Maestre al doctor José Roque Pérez. En nuestro país, la Gran Logia nace en 1857 en pleno desarrollo del proceso de organización nacional, después de Caseros. Será la Masonería el ámbito neutral de encuentro para muchos dirigentes, un lugar donde se discutirían proyectos de fuerte incidencia en la sociedad, entre ellos la secularización de los cementerios (1859), la unificación del país con el ingreso de Buenos Aires a la Confederación (1860), la sanción del Código Civil (1869), la lucha contra la epidemia de fiebre amarilla (1871) en la que perdió la vida Roque Pérez, primer titular de la Masonería, a la cabeza de los rescatistas, el Congreso Pedagógico (1882), la ley 1.420 de educación común, gratuita y obligatoria (1884) y la creación del Registro Civil (1884). Ya en el siglo XX, la Reforma Universitaria, cuyo centenario celebraremos el año que viene.

No llama la atención, entonces, que prohombres de la Masonería como Justo José de Urquiza, Santiago Derqui, Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento, entre otros, hayan alcanzado la Presidencia de la Nación, ni que los propios Mitre, Sarmiento y también Leandro Alem hayan sido elegidos Grandes Maestres de la Masonería Argentina.

La reinstalación de las Instituciones en 1983 abrió una nueva perspectiva, en que la Masonería Argentina se ha reinstalado en las capitales de todas las provincias y ha recuperado buena parte de su membresía. En diversas universidades nacionales funcionan cátedras de Librepensamiento y la tarea en defensa del laicismo y la igualdad de oportunidades acaba de ser reconocida por el Comité de Laicidad Republicana de Francia.”.

 

¿Qué confesión tenemos acá? Primero, que el derrocamiento del soberano gobierno de Juan Manuel de Rosas, a partir de la batalla de Caseros el 3 de Febrero de 1852 significó el desarrollo y engrandecimiento de la Masonería en el país y, en especial, el tomar el resorte del gobierno de la Nación a través de una sucesión ininterrumpida de presidentes y funcionarios masones.

Ello trajo como efecto una serie de medidas legislativas –como al día de hoy- que dan impulso a la disgregación nacional como puede ser los Congresos Pedagógicos, la tristemente famosa Reforma Universitaria del año 1917 contemporánea a la Revolución nihilista Soviética e inspirada en sus teorías (pero no en su práctica vertical). Que los altos y bajos que tuvo la Masonería en cuanto al manejo de los resortes políticos durante algunos años en el país, se asienta definitivamente con el nefasto régimen democrático desde 1983. O sea, Democracia igual a Masonería. Las universidades son calderas donde se cuecen las ideas que van minando nuestra integridad y espiritualidad argentina a través de cátedras liberales cuyas ideas provienen –donde sino!- de la Francia masónica, jacobina asesina que debilita nuestras defensas emocionales, físicas, intelectuales y psicológicas.

 

José Roque Pérez, primer jefe máximo de la Masonería en la Argentina, en su discurso en incorpora a Urquiza y a Mitre a la Masonería el mencionado día 21 de Julio de 1860 (aunque ya en 1857 Urquiza había empezado los contactos a tal fin).

En 1857 Roque Pérez había sentenciado que al “Estado le tocaba fijar las reglas que deben regirla (a la sociedad) desde su formación hasta su disolución” (¡Menos mal que los Masones siempre han declarado que no se metían en política!)

Dijo un masón como Antonio P.CASTRO- y lo menciona como algo positivo-:

“'Si en épocas no muy lejanas, ellos han representado ideas políticas divergentes; si en el campo de la lucha han chocado sus espadas, la hidalguía de sus corazones y la altura de sus ideas les han hecho concebir que ésas son luchas estériles para los pueblos, de las que la humanidad sólo recoge lágrimas y despojos. Sólo la concordia, la fraternidad y la libertad en él orden han podido producir bienes perpetuos. Y abrazando con fe sus leyes y principios, esos hombres y sus adictos se presentan a nuestros ojos como los Verdaderos Masones, como los obreros de la paz y los re constructores de la sociedad. . ¡Sí, felices vosotros que al fundar la Masonería en este país, dábais a su primera logia el nombre de «Unión del Plata» y a su hija primogénita el de «Confraternidad Argentina». Estos dos nombres simbolizan lo que véis hoy realizado, después de cinco años de lucha desgarradora; y esas dos logias, que desde un principio manifestaban nuestros votos por la Unión Nacional aún existen vivas y florecientes para recibir en su seno, la una al Jefe de la República, la Unión del Plata; la otra, a los dos guerreros que cruzando sus espadas en el campo de batalla, firmada la paz, se daban el abrazo de hermanos y condujeron a la República al estado de felicidad en que hoy se encuentra, estableciendo la verdadera confraternidad argentina. Es que ambos eran «hermanos» al ligar sus esfuerzos para derrocar la espantosa tiranía que oprimía a los argentinos y para alzar en alto el pendón de la ley, de la libertad, del progreso y del orden, en la sociedad que les confiere sus destinos... El acto de hoy —concluye Roque Pérez— tiene pues un alcance y una importancia solemne, que dando realce a nuestra institución, nos obliga a ser fieles cooperadores de la obra colosal de sellar para siempre la revolución de nuestros pueblos y de mantener elevado y puro él pendón de nuestros padres [?], su creencia y su fe política, al crear una grande y poderosa República unida por el vínculo indisoluble de la Constitución Nacional. Nos impone, antes que todo, el deber de acallar nuestras pasiones, de no desmentir en ninguna ocasión los principios profesados por el verdadero masón de trabajar con constancia para conseguir el imperio de la ley, de ¡a libertad y de la concordia, sin el cual toda sociedad es un caos; todo derecho, una mentira absurda; todo ascenso, un favoritismo repugnante en que se sacrifica la virtud y el mérito a la adulación y a la bajeza".

Un ejemplo del poder disociativo de la masonería que se mueve entre sombras para –en nuestro país- disgregar de todas las maneras posibles nuestro territorio lo da el pacto infamante entre Mitre y Urquiza en la pseudo-batalla de Pavón el 17 de Setiembre de 1861.-

Así, “En 1860, luego de unos pocos años del derrocamiento del gobierno nacional y soberano de Juan Manuel de Rosas, Urquiza, gobernador ahora de Entre Ríos, “ invita a su Palacio de San José, en Concepción del Uruguay, a Mitre y a Derqui. Este llega el 8 de noviembre de 1860 y Mitre el día 10, acompañado de un gran séquito: el Coronel Gelly y Obes, ministro de Guerra; los de igual graduación, Conesa, Albariños, Chenaut, Paunero, Dionisio Quesada y Juan Peña; dos edecanes y varios oficiales ayudantes”. (Cfr. “Batalla de Pavón “  Portal http://www.revisionistas.com.ar/?p=702)

Por la muerte –anunciada insólitamente por el propio Sarmiento con 6 días de anticipación- del Coronel José Virasoro, Gobernador de San Juan a manos del Unitario, ‘mitrista’ y masón Aberastain en un hecho planificado por los porteños.

Urquiza, indignado por la muerte de su amigo, junto a sus fuerzas de Entre Ríos entre quienes se encontraba José Hernández, Leandro N. Alem y otros Confederados, se preparan para entrar en batalla frente al ejército de Mitre. El triunfo estaba asegurado por el alto espíritu y moral de los soldados y por su preparación.

Pero de pronto, y en forma inentendible para muchos, Urquiza comienza a apartarse de su ejército.

“¿Es cierto que Mitre, estando el ejército en marcha, llega hasta la ciudad de Rosario para conferenciar en la logia masónica con Urquiza? ¿Es cierto el dato que llega al campamento de Urquiza y que la tropa no quiere creer? Pero si ello puede o no ser cierto, lo que es exacto es que Urquiza realiza frecuentes reuniones en la logia masónica de la calle Laprida y que antes de la batalla, y posteriormente a su entrevista con Mitre en Las Piedras, se reúne con su “hermano Mitre” en ese mismo local de la masonería y allí ambos se abrazan ‘fraternalmente’ y convienen el resultado de la batalla que luego no más librarán (dicho por Dr. J. Y. Taillón, grado 33 de la masonería, en acto público del año 1928, en el local de la logia 17 de la calle Laprida, en ocasión de pronunciar una conferencia antifascista el intelectual italiano Dr. Mosca).”. 

(Cfr. “Batalla de Pavón “  Portal http://www.revisionistas.com.ar/?p=702)

“El 12 de setiembre, medio desorientado por la profusión de regimientos que ocupan el campo, llega al ejército de la Confederación, en demanda del general Urquiza, el caballero norteamericano y sobrino político de Mitre, Mr. Yateman. Es un hombre joven, elegante, distinguido y delicado. Viste a la inglesa y se defiende del fuerte sol con un sombrero Panamá de anchas alas, rodeado de un pañuelo blanco de seda”. ”.

(Cfr. “Batalla de Pavón “  Portal http://www.revisionistas.com.ar/?p=702)

“¿Qué busca este extranjero en las filas del ejército de la Confederación? ¿Qué quiere este extranjero en vísperas de una batalla entre dos fuerzas argentinas? ¿A quién representa, quién lo manda?”. ”.

(Cfr. “Batalla de Pavón “  Portal http://www.revisionistas.com.ar/?p=702)

“Mientras, amable y cortés, Mr. Yateman prohombre de la masonería porteña, satisfecho del buen éxito de su misión, da rienda a su caballo y sale al trote inglés hacia el campamento de Mitre.  Pero la suerte de las armas ya está decidida. Al día siguiente el ejército retrocede y acampa sobre el Arroyo Pavón….. La intervención de Mr. Yateman en un asunto de la máxima importancia como la batalla de Pavón, donde la oligarquía porteña jugaba su suerte definitiva, se explica por diversas razones: Primero mister Yateman es prohombre de la masonería universal, cuya filial argentina tiene en sus manos la dirección de la política argentina centralista, cuyos hombres dirigentes son Mitre, Alsina, Sarmiento, Vélez Sársfield, Obligado, etc.” ”.

(Cfr. “Batalla de Pavón “  Portal http://www.revisionistas.com.ar/?p=702)

“Luego de la batalla de Pavón, insólitamente a pesar del triunfo de las armas Urquiza se retira con todo su ejército hacia Entre Ríos cediendo el triunfo –acordado- a Bartolomé Mitre, su hermano masón  “A pesar de todo ello, a pesar de los recursos de que podía echar mano para proseguir la campaña, Urquiza se retiró del campo de batalla, indiferente, tranquilo, glacial, como un personaje ajeno a lo que acababa de producirse, sin atender los partes que le traían, ni responder a las preguntas o indicaciones que le hacían sus allegados, sorprendidos”.

(Cfr. “Batalla de Pavón “  Portal http://www.revisionistas.com.ar/?p=702)

Los esbirros de Mitre –en especial italianos y uruguayos- iniciaron una caza y degüello de aquellos pocos que aun quisieron luchar. Una vez tomados prisioneros se produjo una matanza indiscriminada de todos los prisioneros, para beneplácito de Sarmiento, Mitre, etc… ¿Urquiza? Bien, gracias, muy tranquilo en sus propiedades entrerrianas  asistía impertérrito a los asesinatos por todo el país de quienes le brindaron la confianza y sus vidas. Fue ejecutado todo federal vivo que fueron encontrando los ‘mitristas’ y sus matones (entre los asesinados se encontraba Jerónimo Costa, héroe de nuestra independencia y defensor de nuestro país en las batallas de Vuelta de Obligado contra el invasor Inglés y Francés)….. Y cuando Mitre se presentó como candidato a Presidente de la Nación Urquiza abogó para que se lo vote. El Pacto masónico está concluido en los hechos.

Luego del derrocamiento de Rosas, único interregno en que la Masonería –más allá de la existencia de masones en la Confederación Argentina- no pudo dirigir los destinos de nuestra política vernácula,  prácticamente todos los presidentes y dirigentes económicos y sociales de la Argentina han sido masones.

No importa la ideología política que tuvieran, ni que fueran militares o civiles. La debacle permanente y sin interrupciones de nuestro país desde el 3 de Febrero de 1852 a media tarde no se puede explicar si no tenemos en cuenta este hecho.

De boca de los propios masones se confirma lo dicho arriba: el contubernio antinacional, ateo y antihispano estaba en marcha. Los mismos dicen en su portal oficial respecto a Urquiza:

“La Masonería, instalada institucionalmente dos años atrás [1859], tuvo entonces activa participación en la búsqueda de la definitiva pacificación.

“En 1857, se habían constituido el Supremo Consejo Grado 33 y la Gran Logia del Gran Oriente Argentino, presididos ambos por José Roque Pérez. El país estaba dividido entre unitarios y federales, porteños y provincianos. En ese contexto, las Logias Unión del Plata N° 1 y Confraternidad Argentina N° 2, se propusieron alcanzar la unión y confraternidad de la dividida sociedad argentina, lograr la armonía y pacificación del país, unificar los criterios, zanjar los diferendos políticos y evitar la lucha fratricida”.

“En la noche del 27 de junio de 1860, el Presidente de la Confederación Argentina, Dr. Santiago Derqui, recibió en Paraná una comunicación del Gobernador de Buenos Aires, Bartolomé Mitre, quien a instancias de la Masonería lo invitaba a visitar la Ciudad de Buenos Aires para asistir a los actos oficiales del 9 de julio donde se celebraría un nuevo aniversario patrio. Urquiza, gobernador de Entre Ríos y presidente del Partido Federal, recibió una invitación idéntica”..

“El 6 de julio, Derqui y Urquiza llegaron a Buenos Aires acompañados de una importante comitiva. Culminados los festejos populares organizados por el Gran Oriente Argentino de la Masonería, se acordó la celebración de una tenida en la sede de la Institución para el 21 de julio a la que se denominó Tenida de la Unidad Nacional, con activa participación de las Logias Unión del Plata y Confraternidad Argentina”..

 “La tenida fue presidida por José Roque Pérez, y durante su transcurso se otorgó el Grado 33 a Bartolomé Mitre, (Gobernador de Buenos Aires, unitario), Domingo Faustino Sarmiento, (unitario), Santiago Derqui (Presidente de la Confederación Argentina, federal), Justo José de Urquiza (Gobernador de Entre Ríos, federal) y a Juan Andrés Gelly y Obes, Jefe del Estado Mayor durante la Triple Alianza y hombre de la estrecha confianza de Mitre”..

 “Los invitados fueron recibidos por el Supremo Consejo Grado 33 en pleno y por los Venerables Maestros (presidentes) de todas las logias de Buenos Aires. Tras los saludos, el Soberano Gran Comendador se retiró con los miembros del Supremo Consejo, en tanto una comisión especial condujo al resto a un templete próximo, donde les fue otorgada la más alta distinción de la Masonería, el Grado 33. De regreso al Templo Central, fueron recibidos con incesantes salvas de aplausos y vivas a la patria”..

 “Ocupando el alto sitial del centro, el Dr. Roque Pérez sentó a su derecha al Presidente Derqui y a su izquierda al Gobernador Mitre; en los sitios especiales e igualmente destacados de la cabecera tomaron ubicación el Gobernador de Entre Ríos Justo José de Urquiza, los ministros porteños Sarmiento y Gelly y Obes. De inmediato, Urquiza y Mitre, con sus manos sobre el Libro de Ley Sagrada, la Escuadra y el Compás, prestaron el solemne juramento y se comprometieron: “A OBLIGARSE POR TODOS LOS MEDIOS POSIBLES A LA PRONTA PACIFICA CONSTITUCION DEFINTIVA DE LA UNIDAD NACIONAL”.

 “José Roque Pérez pronunció entonces un discurso en cuyos párrafos salientes expresó que “un gran acontecimiento nos reúne y agrupa en este lugar... es la presencia del Presidente de la República Argentina, del Primer Magistrado de Buenos Aires y del Gobernador de Entre Ríos, que vienen a tomar un asiento entre nosotros, no en calidad de Magistrados, sino en la de hermanos y fieles sostenedores de nuestra Orden”

“…Estos nombres simbolizan ya lo que veis hoy realizado, después de cinco años de luchas desgarradoras, el Jefe de la República, y los dos guerreros que cruzaron sus espadas en el campo de batalla, firmada la paz se daban el abrazo de hermanos que es la verdadera UNIÓN NACIONAL ARGENTINA”....”

“Como símbolo de la Unión Nacional, Bartolomé Mitre (Jefe del Partido Unitario), y Justo José de Urquiza (Jefe del Partido Federal), se afiliaron a la Logia Confraternidad Argentina N° 2 que, a partir de ese momento también se conoció como Logia de la Unidad Nacional”..

En la tenida masónica del 21 de Julio de 1860  presidida por José Roque Pérez, se confiere el grado 33 a Mitre, Sarmiento, Urquiza, Juan Andrés Gelly y Obes, como ya se dijo.

Las palabras altisonantes, el palabrerío absolutamente insustancial, la fraseología vacía y los adjetivos carentes de significado alguno (‘humanidad’, ‘civilización’, ‘progreso’, ‘fraternidad’ etc), hacen a sus miembros, en el llano y en público pertenecer a bandos adversarios, cuando en realidad todo era y es una mera máscara.

Bajo esa apariencia se exaltaban ideas fraternales que, en verdad, estaban dirigidas a manipular a quienes tenían un débil sentimiento patriótico, dóciles en la defensa de intereses extranjeros, manejando la voluntad de aquellos a quienes elegían para ejecutar sus planes. Así destruían la Iglesia y las creencias cristianas de quienes inocentemente se incorporaban a sus huestes, simulando una filantropía inexistente.

Cuando los panegiristas liberales hablan muy sueltos de cuerpo que significa el término. "Instituciones", según Carlos Enrique Pellegrini (padre del futuro presidente de la nación) no tiene ni gramatical ni lógicamente, el significado que en general le ha sido dado por esos escritores liberales: "institución" –al decir Pellegrini “es lo "instituido", las formas sociales que existen fuera de la voluntad de los hombres, que preexisten y subsisten a éstos: ¿Qué es una "institución"? - se preguntan Mauss y Faugonnet en el artículo "Sociologie" de la "Grande Encyclopedie" - sino un conjunto de actos o de ideas que los individuos encuentran delante de ellos, y que se imponen a ellos?”. Y expresaba tambien en artículo llamado ‘Prospecto’, en su revista ‘La Revista del Plata’ Nro.1 de septiembre de 1853, combatiendo el oleaje de aquellos que comenzaban a desarmar el andamiaje que tanto costó a nuestra patria en la defensa de sus intereses patrios, “el absurdo a donde nos arrastraba la política superior a Caseros, de querer ser "un pueblo preocupado de grandes teorías, haciendo esfuerzos gigantescos para asemejarse políticamente a las naciones más cultas; pero que por abrazar, tal vez, una vana sombra, deja caer en el olvido los verdaderos elementos de su grandeza”

Todo esto explica lo aparentemente inexplicable: la farsa teatral de la batalla de Pavón, que dejó a Mitre como dueño del país. Admitamos que lo ‘inexplicable’ – como dicen algunos historiadores ingenuos o inescrupulosos- es en realidad una postura fraudulenta del Unitarismo y del Liberalismo, que fingen desconocer los hechos reales ocultando las verdaderas causas de los sucedido manteniendo un silencio y ocultamiento de ello por sus juramentos.

Léase por ejemplo un párrafo de José Roque Pérez en su discurso cuando dice, medio subrepticiamente, como al pasar, que los masones tienen el deber de “no desmentir en ninguna ocasión los principios profesados por el verdadero masón”. Ya sabemos que pasa con aquellos que osasen revelar los fines verdaderos…tienen un lugar en el cementerio esperándolos.

Juan Manuel de Rosas sabía bien todo esto.

En carta a Estanislao López en Junio de 1834 demostraba  con perspicacia las intrigas de las Logias que erosionaban permanentemente la soberanía de nuestra patria.: “Sucedió después otra administración formada por la logia que supo en medio de la borrasca conducir a los federales del modo que quiso y creyó más conveniente a sus intereses, ¿Qué "extraño, pues, que se haya solicitado empeñosamente la libertad de Paz por las personas y en los términos que usted me indica? Pero, ¡ah mi querido compañero que antes hubo de caer en los "lazos de la perfidia armada! ¿Cree usted que si todos ellos no, fueran uno en lo esencial del objeto, se habrían de haber ido a Montevideo, Balcarce y los corifeos? Colocados hoy Rivadavia y Agüero a la cabeza del gobierno de Buenos Aires y escoltados de cien mil soldados no habrían tenido valor de hacer en seis años lo que la administración del general Viamonte ha hecho en seis meses, en contra del partido Federal.

"Hablo así, porque ellos han confesado y convenido entre sí, que la Federación ha triunfado absolutamente de la unidad, pues que contrariar la opinión de las masas es acabarse de perder y dejar el completo triunfo a sus enemigos, en cuya virtud todo lo que les convenía era tender las redes de la logia, para lograr por ese medio al fin, triunfar de sus enemigos, mandar la tierra proclamando federación y conducirlos después, según les pareciera más conforme a sus fines”

En este último párrafo Rosas hace notar que los logistas por una cuestión de conveniencia se adaptan, se mimetizan con el poder de turno, para intentar domesticarlo, manejarlo para conseguir sus fines

Por otra parte, y en consonancia a lo que venimos probando “ la Logia Unión del Plata Nº 1, a la que pertenecía Derqui, proclamó miembro de honor a Urquiza quien retribuyó a través del Dr. Pedro Díaz de Vivar con una medalla conmemorativa del Primer Aniversario del Pacto de San José de Flores para cada dignatario de la Gran Logia de la Argentina y los miembros del Supremo Consejo, “en prenda de reconocimiento por vuestro eficaz apoyo para obtener la pacificación”. Por entonces, Buenos Aires revisó la Constitución, propuso modificaciones que fueron aceptadas en una nueva Convención Constituyente reunida en Santa Fe”.

“El 9 de agosto de 1861, la Logia Asilo del Litoral de Paraná proclamó a Urquiza miembro de honor. Con todo, nuevas desavenencias entre Buenos Aires y la Confederación determinaron una nueva contienda, esta vez en Pavón. Pese a que las fuerzas de la Confederación tenían asegurado el triunfo, Urquiza se retiró del campo de batalla para obtener la pacificación definitiva y se dirigió a Entre Ríos. En coincidencia con ese gesto, el Presidente Derqui y el Vicepresidente Pedernera renunciaron a sus cargos y entre todos abrieron el camino a la presidencia de Bartolomé Mitre”.

“Urquiza mantuvo la autonomía del gobierno de Entre Ríos y conservó el cargo de gobernador. Hubo un acuerdo tácito con Mitre, por el cual éste nunca se enfrentó políticamente a Urquiza. A cambio, Urquiza se mantuvo neutral durante todas las rebeliones federales de esa década. Urquiza también otorgó su apoyo político al Presidente Domingo Faustino Sarmiento. Mitre y Sarmiento fueron huéspedes de Urquiza en el Palacio San José, ambos fueron recibidos por separado con honores excepcionales: pasaron entre una doble fila de gauchos formada como guardia de honor entre el puerto de Concepción del Uruguay y el Palacio San José”

(Cfr.La Gran Logia De La Argentina De Libres Y Aceptados Masones - Tte. Perón 1242 - CABA | Teléfono: (011)-4382-2585 -http://www.masoneria-argentina.org.ar/novedades-y-eventos/115-justo-jose-de-urquiza)

La masonería no solo jugó su papel, a través de Inglaterra, en el Plata  sino también en el Pacífico.

En un meduloso estudio sobre la guerra entre Chile contra Perú y Bolivia, la historiadora Cecilia GONZÁLEZ ESPUL nos da detalles de la actividad masónica inglesa en todos estos países que llevaron a una guerra fratricida impulsada por los intereses privados de las Logias que se extendían a los gobiernos de turno.

El guano, los salitres, el oro, plata cobre, bronce, hierro, etc despertó la codicia de los capitales ingleses que manejaban el comercio y las finanzas en Chile. Sumado a las empresas inglesas existentes en Bolivia y Perú que también controlaban las riquezas de esos países y que trabajaban en concordancia con las de Chile, el final era previsible.

Por ejemplo, la Compañía de Salitres de Antofagasta cuyos miembros eran ingleses y pertenecían a la Logia masónica ‘Gran Logia de Chile’ cuyos directivos eran George Hicks, el inglés Evaristos Soublete, gerente general de la Compañía y Gran Maestre de la Logia, que instigaban a la guerra.

Chile con un enorme poderío marítimo enfrentó entre 1880 a 1883 a Perú y Bolivia sumidas en pobrezas y deudas con las empresas privadas extranjeras y con la propia Inglaterra, perdiendo territorios como Atacama, Tarapacá y Arica.

Tanto en los gobiernos de los tres países como en las empresas chilenas que operaban comercialmente en los territorios mencionados cuya población fue mayormente chilena, la masonería nativa subordinada a la inglesa jugó papel importante para fragmentar territorialmente la costa oeste del pacífico y destruirlas luego comercialmente ya que no solo Perú y Bolivia quedaron sumidas en una pobreza y deudora de los vencedores perdiendo no solo territorio, sino que la propia Chile quedó más dependiente de los extranjeros ingleses y masones que manejaron su industria al ser los propietarios de todo yacimiento minero, la producción, el transporte y la comercialización de los productos , amén de tener que pagar –Chile- altos intereses usurarios por los prestamos recibidos para la guerra contra sus vecinos. Los acreedores no eran solo ingleses, sino también franceses, alemanes, belgas, holandeses.

Caro le salió a Chile el apoderarse militarmente de las zonas peruanas y bolivianas mencionadas.

También estos países quedaron sus finanzas, economías en manos totalmente de los extranjeros y sus bancas, como la  de la Casa Dreyfus y Cía que era acreedora del fisco peruano en millones de libras esterlinas que tuvo que reconocer el nuevo gobierno peruano para que dicha Casa le otorgase un crédito en condiciones usurarias además de quedarse los acreedores ingleses con la concesión de los ferrocarriles por 25 años.

Similar situación en Bolivia con el agravante que perdió totalmente su salida al mar.

Como puede probarse en este enjundioso y detallado trabajo de la citada autora, la masonería manejaba, y maneja los gobiernos y la economía de estos países.

Luego de tomar un anti-revulsivo por todo lo leído ¿que estaba sucediendo en nuestro país? Sigamos con las ‘confesiones’ de Sarmiento que corrían temporalmente, en paralelo a la guerra del Pacífico descripta.

Mitre, Sarmiento, y toda la llamada ‘generación del ’80’, tenían –y tienen- como estrategia masónica  ocultar hacia afuera todo lo que tenga que ver con la Masonería y sus fines.

Debemos tener presente la honestidad en admitirlo de parte de Sarmiento: un Masón como Antonio Zúñiga reconoce en su artículo de 1922, “La Logia de Lautaro y la Independencia”, en la Revista Masónica Americana pag.338, en que se puede encontrar en la Revista Masónica Americana, Tomo 1, pag.9, respecto a Sarmiento en el sentido de que  “…Sarmiento mentía, mentía siempre: en 1882 ocupó el cargo de Secretario General de la masonería y cuando antes, en 1880 habíase presentado como candidato a Presidente de la República, él negó públicamente su condición de Masón, pero en la logia exclamó: “… ¡Yo sólo he cumplido con la consigna masónica de no revelar mi carácter de tal…” .-

 

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CAPÍTULO 27

 

“No Me Mueve, Mi Dios, Para Quererte El Cielo Que Me Tienes Prometido, Ni Me Mueve El Infierno Tan Temido Para Dejar Por Eso De Ofenderte. ¡Tú Me Mueves, Señor! Muéveme El Verte Clavado En Una Cruz Y Escarnecido; Muéveme Ver Tu Cuerpo Tan Herido; Muéveme Tus Afrentas Y Tu Muerte. Muéveme En Fin, Tu Amor, Y En Tal Manera Que Aunque No Hubiera Cielo, Yo Te Amara, Y Aunque No Hubiera Infierno, Te Temiera. No Me Tienes Que Dar Porque Te Quiera, Pues Aunque Lo Que Espero No Esperara, Lo Mismo Que Te Quiero Te Quisiera”

(Soneto A Cristo Crucificado Anónimo Español Del Siglo XVI Encontrado Escrito En La Libreta Personal De Juan Manuel De Rosas)

 

XXVII.- LA MASONERÍA Y EL CATOLICISMO

 

En fin, la masonería promueve una visión relativista de la verdad religiosa que la Iglesia Católica considera inaceptable. Mientras la masonería concibe a Dios como el “Gran Arquitecto del Universo”, accesible solo a través de la razón, la Iglesia Católica lo define como el Dios revelado en Jesucristo, Hijo consustancial al Padre. Así, la masonería niega la divinidad de Jesús, postura que motivó su condena por parte de la Iglesia.

Efectivamente, la Iglesia Católica ha condenado sistemáticamente a la masonería a través de diversas constituciones y encíclicas: desde la constitución Próvidas Romanorum de Benedicto XIV en 1751; Ecclesiam a Jesu-Christo de Pío VII en 1821; Quo Graviora de León XII en 1825; las encíclicas Traditi Humilitati Nostrae de Pío VIII en 1829 y Mirari Vos de Gregorio XVI en 1832; así como las múltiples condenas de Pío IX entre 1846 y 1873, incluyendo el SyllabusQui Pluribus y Apostolicae Sedis; hasta la encíclica Humanum Genus de León XIII (1884) y las posteriores instrucciones y declaraciones oficiales del Santo Oficio hasta el siglo XX. Finalmente, el 19 de marzo de 1950, el Osservatore Romano, órgano periodístico oficial del Vaticano, reiteró que las condenas a la masonería permanecen válidas en toda su integridad.

Desde tiempos inmemoriales la masonería como sociedad secreta pero, más allá de ello, como sociedad o grupo de personas y organizaciones disociadora y disgregadora  de las nacionalidades y soberanía de los países en el mundo, de valoración de las jerarquías naturales, así como idea de concentración sinárquica de poder y riqueza, intenta lograr el ‘mundo-uno’ que tan bien a descripto en su momento George Orwell en su libro ‘1984’ o el ‘Nuevo Orden Mundial’ tal como está escrito en los billetes de un dólar (‘Novo Ordo Seclorum’).

Tengamos presente que la Revolución Francesa y su baño de sangre es obra de los francmasones, con Mirabeau a la cabeza, como bien lo reconocen los propios masones “…A la influencia de la Masonería y de sus miembros se deben los grandes movimientos libertadores de Europa y América. La propia Revolución Francesa estuvo muy empapada de los principios masónicos, encarnados en la misma fórmula que todavía irradia luz con la trilogía de IGUALDAD, LIBERTAD, FRATERNIDAD”. (cfr. (La Gran Logia De La Argentina De Libres Y Aceptados Masones - Tte. Perón 1242 - CABA | Teléfono: (011)-4382-2585) http://www.masoneria-argentina.org.ar/que-es-la-masoneria)

León MEURIN Arzobispo Alemán jesuita (1825-1895) escribió en el año 1893 que “….el general Garibaldi aprendió de los Jefes de la Orden: «Fraternidad, la promesa omnipotente con la que hemos establecido nuestro poder, quiere decir: «Fraternidad de la Masonería, para constituir un Estado dentro del Estado, con medios y funcionamiento independientes del Estado y desconocidos para éste. «Fraternidad en la Masonería, para constituir un Estado por encima del Estado, con una unidad, un cosmopolitismo y una universalidad que le hagan superior al Estado». «Fraternidad en la Masonería, para constituir un Estado contra el Estado, en tanto que existan los ejércitos permanentes, instrumentos de opresión, principios de parasitismo, obstáculo para toda fraternización. Llegará un día en que después de la escisión integral de Europa en dos imperios, el alemán de occidente y el ruso de oriente, la Masonería los unirá en uno solo, con Roma como capital de todo el universo».

Mauricio CARLAVILLA sintetiza en el epílogo del libro del Arzobispo Meurin citado que “….su táctica de siempre fue ocultarse y disfrazar sus acciones, al saber como nadie que la mayor fuerza subversiva y conspiradora radica en la invisibilidad; en lograr la más absoluta incredulidad  en el adversario a derrotar, no sólo incredulidad sobre su acción, sino sobre su misma existencia real. Desde hace siglos, la Masonería sabe muy bien lo que en nuestros días diría uno de sus grandes hombres, León Trotzky : -‘somos fuertes porque no nos conocen’- .

“La Masonería miente de manera sistemática y constantemente, por ser en esencia conspirativa y subversiva; y anormal seria, siendo así, poder hacer su historia sobre la base de sus propios testimonios, a conciencia y sabiamente falseados. Por lo tanto, el arte histórico ha de utilizar diferentes medios de los usados con otras entidades para llegar a la verdad o aproximarse a ella, cuando de la, Historia de la Masonería se trata”.

“Medios históricos extraordinarios ha encontrado y empleado Monseñor Meurin. Su investigación ha buceado y atenazado aquello en que la Masonería no puede mentir. Y no puede mentir en ello, porque si mintiera dejarla de ser ella misma; y dejar de ser es morir”.

“La Masonería no puede mentir en sus ideas; ideas constitutivas de su espíritu como entidad; porque con tales ideas forma, mejor, deforma, el espíritu de los entes que Ia constituyen. Si variara o mintiera en su ideología, los masones dejarían de ser masones, aun cuando masones continuasen llamándose; y sin masones no habría Masonería. No puede ser más evidente ni sencilla la razón por la cual le es imposible mentir a la Masonería sobre su ideología”

Dos aclaraciones al libro de Meurin citado: Trotsky era un seudónimo. Su nombre real era Lev Davídovich Bronstein. Es sintomático que los masones no solo oculten sus verdaderas intenciones sino también sus verdaderos nombres.

La segunda aclaración es que cuando el autor refiere que el masón ‘no puede mentir en sus ideas’ -cuando anteriormente mencionaba que la Masonería miente siempre-, se refiere a que la Masonería y los masones no pueden mentir en sus ideas PARA DENTRO DE LA ORGANIZACIÓN. No para el vulgo no iniciado y la sociedad toda.

FERRARI BILLOCH escritor, investigador e historiador enjundioso de España nos dice que existen masones que confesaron sus acciones disolventes. Uno de ellos “...Herni Martín confiesa que las logias fueron hasta 1789 instrumento general de la filosofía y el instrumento de la revolución. El ‘hermano’ Gastón Martin declara francamente que la Masonería no solo había predicado las doctrinas de la revolución, sino que preparó también a sus jefes”.

En tal sentido Sicard Des Plauzolse, ‘hermano’ orador de la Asamblea General del Gran Oriente Francés confiesa sin pudor “Un enemigo de nuestra orden ha dicho que el espíritu masónico creó el espíritu revolucionario. Es el más precioso testimonio que puede rendir a la acción masónica en el pasado”. No hubiera habido Revolución Francesa sin la existencia y acción de la Masonería. A confesión de parte, relevo de prueba.

El citado autor español relata una carta de Voltaire a Federico el Grande por el cual el primero reniega de la posibilidad de ser masón pero que –obviamente- finalmente hocicó y se volvió una masón consumado “….-En cuanto a lo que Vuestra Majestad me pregunta relativo a si soy masón, he de decirle que no. Y ello, porque si toda mi vida la he pasado rompiendo o tratando de romper cadenas, ¿por qué ni para qué atarme yo mismo con ésta, que para mi sería infinitamente dura y angustiosa?-A pesar de sus protestas, Voltaire, naturalmente acabó por ser un esclavo de la secta y tuvo por gala ser masón!”

Sigue diciendo FERRARI BILLOCH en este antiguo trabajo, que ya la masonería impulsó y dirigió las revoluciones de 1830, 1848, 1871 y 1917 en Rusia y en la España en los primeros años del Siglo XXI, y –premonitoriamente y con Republica- terminaron en la guerra civil de 1936.

Es que como dice el autor “ya sabemos la sentencia masónica: con las democracias la Orden se desparrama, floreciente y frondosa. Con las dictaduras, pacta…Pacta si el dictador no arranca de cuajo la raíz, asombrosamente reproductora”.

El autor desarrolla y prueba ‘in extenso’ y hasta el más mínimo detalle el hecho de que las Organizaciones Internacionales son obra de la Masonería, su creación primaria y su quinta-columna para penetrar en las naciones destruyendo los cimientos de su soberanía.

En especial menciona la Sociedad de Las Naciones, organización masónica creada luego de la 1era.Guerra Mundial para sojuzgar a las naciones soberanas vencidas que se opusieron a aquellos países que se quisieron oponer a esta hidra venenosa internacional.

Es llamativo que, ‘mutatis mutandi’, lo que el autor menciona acerca de la Sociedad de las Naciones y las Organizaciones que la orbitan sea exactamente igual a lo que es hoy su reemplazo: las Naciones Unidas y todas las Organizaciones internacionales que de ella dependen (OIT, Amnesty Internacional, Asamblea Permanente de los Derechos Humanos, etc). Una réplica. Es decir, ‘cambiar para que nada cambie’ como decía el Giuseppe Tomasi di Lampedusa, entre finales de 1954 y 1957, en su libro ‘Il Gattopardo’.

Dice textual el autor español en párrafos que merecen ser expuestos en su totalidad:

“Desde el primer momento. ya he señalado-de todos es sabido--el carácter internacional de la Masonería. Es un anti-Estado, que funciona al margen de la tolerancia oficial de los Estados. En las mismas naciones, el tejido de logias constituye un verdadero súper-Estado. No tengo por qué insistir sobre esto. Ahora bien: junto a esa vida tenebrosa, sectaria, que fluye por conductos subterráneos y se pierde en el hermetismo propio de esta organización esotérica, existe esa otra vida paralela de las organizaciones profanas, que puede enfrentarse descaradamente con las cuestiones internacionales - y nacionales -sin que asome el mandil o el triángulo masónico. La Masonería nunca se expone a un fracaso, porque como tal ja-más aparece a la luz del día. Las glorias y las desdichas, para sus hijuelas: la Sociedad de Naciones, la Liga de los Derechos del Hombre, Asociación de Librepensadores, Patronatos, Rotarismo. ..Son numerosas las fíliales de la Masonería, que, bajo la denominación de sociedades, ligas o asociaciones dirigidas casi siempre por hermanos-, permiten ejercer una influencia en el mundo profano y se infiltran subrepticiamente en vida misma del país”.

"No se ha abandonado, a través de las contingencias de los siglos el principio sustentado por los conspiradores de la cábala: apoderarse del Poder y retenerlo solapadamente en su beneficio, sin exponerse la asociación, como tal, a los desgastes de aquél. Sin estos peligros, ella hará reyes y pontífices -y naciones--, como única depositaria de los grandes secretos religiosos y sociales. Por eso creó la Masonería, de acuerdo con los tiempos modernos esa filial queridísima suya: la Sociedad de Naciones”.

"Generalmente, el público está convencido de que la idea de la Sociedad de Naciones pertenece al presidente Wilson. Sin embargo, la creación de un súper-gobierno fue estudiada en los centros masones mucho antes de la terminación de la guerra mundial”.

"…...Cuando se halle establecida la República en toda la vieja Europa bajo el nombre de los Estados Unidos de Europa -escribe el ‘Almanaque de los Francmasones’-, será cuando reine Israel en autócrata sobre esta vieja parte del mundo." [ y decimos ¿no es la la Unión Europea un paso más hacia tal fin, hacia la pretendida globalización?

–ver(https://www.consilium.europa.eu/es/policies/joining-the-euro-area/convergence-criteria/]

"Incluso el renacimiento del sionismo es obra de la Sociedad de Naciones, según confesión del propio hebreo Cassin. Después de una intensa campaña para preparar la opinión pública, en 2 de enero de 1917 se celebra en Paris una conferencia de la Masonería de los países aliados y se acuerda convocar un Congreso de la Masonería de las naciones aliadas y neutrales para estudiar los medíos de llegar a la constitución de la Sociedad de Naciones. "Es un deber de la Masonería, como consecuencia del drama cruel que le des-arrolla actualmente, dirigir a los pueblos hacía una organización general que será su salvaguardia."

"Por su parte, el presidente del Consejo de la Orden, hermano Corneau, y el gran maestre de la Gran Logia de Francia, General Peigné, dicen en la Memoria del Congreso de las naciones aliadas y neutrales en 1917: ”.

"-Preparar los Estados Unidos de Europa, crear una autoridad super-nacíonal, destinada a resolver las diferencias entre las naciones. La Francmasonería será el agente de propaganda de esta concepción de paz y de felicidad mundial, que se llamará la Sociedad de Naciones-." [Hoy, Naciones Unidas, Unión Europea, etc –ver https://www.consilium.europa.eu/es/policies/joining-the-euro-area/convergence-criteria/]

"En la sesión del 28 de junio, presidida por el general Peigné, fue votado el Estatuto de la futura Sociedad de Naciones: ”.

.Articulo 1. Los países firmantes acuerdan constituir entre ellos una unión política, económica e intelectual bajo el nombre de la Sociedad de Naciones”.

Art. 2. En el Parlamento internacional, el Poder ejecutivo se ejerce por un Ministerio o Consejo de Naciones, compuesto sobre la base de la representación a razón de un miembro por nación. Estos miembros serán elegidos por el Parlamento internacional de su propio seno. El presidente del Consejo de las Naciones será elegido por los miembros del Parlamento”.

Art. 12. El Parlamento Internacional designara el lugar de sus reuniones, la población que haya de ser la capital del mundo, cuyo territorio será internacionalizado." …..[tal vez, se ha avanzado un paso más: Israel en el año 1980 declaró su capital a la ciudad de Jerusalén…¿futura capital del mundo? Esto fue escrito por los masones en 1917, como se dijo.]

"Pues bien: los estatutos de la Sociedad de Naciones, tal como figuran en el Tratado de Versalles, están redactados casi en los mismos términos acordados en el Congreso masónico citado”.

"Declara la Asamblea General de la Gran Logia de Francia, reunida en 1923: ”.

"La Sociedad de Naciones, que nosotros hemos creado, tendrá una fuerza moral y real tanto mayor, y tanta mayor influencia sobre los pueblos, cuanto más se apoye sobre las agrupaciones masónicas del mundo entero."

"Es clara y terminante la labor de la Sociedad de Naciones: pacifismo, propaganda antimilitarista, negación del sentimiento nacional -concepción sublime del sacrificio patriótico -, socavar los pueblos fuertes, desmoralizándolos por todos los medios. He aquí el ideal mas6nico.y todo, ¿para qué? Cuanto más débiles sean las naciones, más potente será la fuerza oculta y sagaz del demoledor consorcio judío-masónico, y más próximo estará el momento de la Implantación de los tenebrosos fines que persigue la secta: la soñada República Universal bajo la férula del despotismo de los hijos de Israel”..

"….Desde luego la Liga de los Derechos del Hombre es una organización clara y netamente masónica. Voy a conceder la palabra al ‘hermano’ (sic) Alejandro Mintz en la sesión del Comité Ejecutivo de 13 Asociación Masónica Internacional. Dice en su informe el doctor Míntz:”.

"Una francmasonería sin participación intensiva en la lucha espiritual por la salvaguardia y la defensa de los derechos del hombre nos ha parecido incompleta e insuficiente. Además de esto, la Historia de la Masonería nos ha demostrado que este Arte Real no ha llegado al apogeo de la gloria más que a partir del momento en que el augusto principio masónico se ha desposado con la luminosa idea de los derechos del hombre para la salvación del mundo”.

”¡Qué acontecimiento fascinador, único en su género, cuando en la época de la realización, las dos grandes ideas Iuminosas, el principio masónico y la concepción de los Derechos del Hombre (encerradas a al principio en la tranquila atmosfera de los  Templos y llevada después por los Hermanos Masones al ruidoso foro de la política), han actuado recíprocamente una sobre la otra con una fuerza extraordinaria! ”..

“¡Y qué acontecimiento que ha conmovido al mundo entero, cuando esas Ideas, desencadenadas por los HH:. Masones, después de la toma de la Bastilla, han producido esa explosión espiritual inaudita y se han manifestado en esa extraordinaria revelación que se llama la Declaración de los Derechos del Hombre y de los Ciudadanos! ”.

Para la Masonería, en fin, “la Fraternidad está por encima de la nacionalidad”, como ya hemos dicho en anteriores trabajos. Y erige al hombre en Dios.

Monseñor León MEURIN advierte que para los masones “el hombre es una emanación individual de la Divinidad, y por lo tanto Divino en sí mismo, por lo que, implícitamente, la Masonería es una audaz deificación de sí mismo”.-

Lapidario. Y más que revelador. Obsérvese las intenciones reales de la Masonería en contraposición a su declamada fraseología pacifista y de hermandad entre todos los hombres, una especie de sociedad benéfica, filantrópica y de caridad.-.

Los llamados Illuminatis es una Orden nacida en Alemania a fines del Siglo XVIII y tienen como fin  tomar control del planeta con el Llamado Nuevo Orden Mundial que es el gobierno mundial y la destrucción del Cristianismo como bien lo ha descripto Vicente de Paul de la orden religiosa Inmaculado Corazón en su libro “From a Nymph of Satán to a bride of Christ”, dando sobradas pruebas de lo dicho.-

Autores como el francés Agustín Barruel (1741-1820), la británica Nesta Helen Webster (1876-1960) o el canadiense William Guy Carr (1895-1959) la vincularon con eventos como la Revolución Francesa de 1789, las Revoluciones de 1848, la Primera Guerra Mundial o la Revolución Bolchevique de 1917. La mayoría de los miembros que conforman este grupo son personas muy poderosas e influyentes, banqueros adinerados, los mejores líderes políticos y la élite empresarial; varones del petróleo, y los altos cargos de grandes corporaciones multinacionales y de la industria farmacéutica.

Esta elite de Illuminatis pertenece a los grados más elevados de la masonería. Se le conoce como el gobierno invisible detrás de los gobiernos y son ellos los responsables de los eventos mundiales por su gran poder. 

Las estructuras empresariales consolidarán monopolios, que insertados en el sector financiero, lograrán un único poder económico – financiero. Son personas muy ricas y poderosas que controlan la economía a través del control de los bancos centrales, la política local e internacional de los Estados Unidos y de los países europeos.

Todo organismo internacional (ONU, OIT, organismos ambientalistas, ETC) no son más que ‘quinta-columnas’ de la sinarquía y poderes mundiales de absorción y anulación de cualquier atisbo de soberanía nacional escudadas en pseudo organizaciones que dicen ser democráticas e igualitarias, que dicen ser filantrópicas, pero que no son más que organizaciones que esconden poderes financieros que las dirigen, que son sus dueños y que pretenden un ‘mundo-uno’ para subyugar a las mencionadas soberanías nacionales y así apoderarse, primero de sus decisiones y luego de su entera economía transfiriendo la riqueza de las mismas para ellos (como –a modo de ejemplo- Rockefeller Fundation, Fundación Ford, FMI, George Soros y el Open Society Institute, los Rothschild, la banca Kuhn, Walter Rathenau, Loeb and Cia. Casa de Orange, la Banca Morgan, Banco Mundial, National Geographic, Ejército de Salvación, FLACSO, Amnesty International, y la logia masónica B'nai B'rith Argentina, Club Bilderberg, la Trilateral Comision, G20, OCDE -Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica con sede en París-, etc).

Y en este punto, ¿Qué es la OCDE? Veamos lo que este organismo mundial que interviene en las políticas locales sobre todos los temas, -sobre todo en política de salud, educación, planificación de vida, etc- con neto contenido masónico dicen de si mismos:

“Es un Organismo Internacional de carácter intergubernamental del que forman parte 37 países miembros. La OCDE fue creada en 1960 con sede en París, para dar continuidad y consolidar el trabajo realizado por la antigua Organización Europea de Cooperación Económica (OECE) que se había constituido para canalizar la implementación del Plan Marshall. La OCDE sustituyó a ésta en la tarea de impulsar la reconstrucción y el desarrollo en el continente tras la Segunda Guerra Mundial.  Desde hace más de 50 años la OCDE es un foro en el que los Gobiernos de estos Estados, todos ellos democracias con una economía de mercado, trabajan conjuntamente con el fin de enfrentarse mejor a los desafíos económicos, sociales y de buen gobierno para aprovechar de manera más eficiente las nuevas oportunidades que surgen y coordinar políticas locales e internacionales”.

(http://www.exteriores.gob.es/RepresentacionesPermanentes/OCDE/es/quees2/Paginas/default.aspx)

El ‘Mundo-Uno’, la Unión Europea y cuanto organismo se extienda por el mundo con sus tentáculos tiene en la Masonería y el Sionismo sus directores. Esa unificación facilita a éstos el manejo, la directriz política y económica mucho más fácil que si tuvieran que lidiar con cada nación por separado y con sus idiosincrasias particulares.

Benjamín GARLAND nos comenta la creación artificial de estas logias en el ‘multiculturalidad’ tan en boga en los últimos años y las leyes represivas –necesarias-para sostener su artificialidad.

Nos pone de manifiesto las distintas conferencias dadas por distintos personajes por todo el mundo para concientizar a los pueblos sobre este artificial sistema a implementar cada vez más.

Uno de ellos es  una conferencia que tuvo lugar en Israel allá por el 7 de Mayo de 2013, llamada la "Contribución Judía al Proyecto de Integración” -http://www.kas.de/wf/doc/kas_36349-1522-1-30.pdf?131211155732- patrocinada por la  “Fundación Konrad Adenauer” de Alemania, por “The Centre for de Study of the European Politics and Society National Jean Monnet Centre of Excellence”, por la “Ben Gurion University of Negev”.

Allí el doctor Sharon Pardo, ellos son y han sido los principales promotores e instigadores de la "multiculturalización" de Europa, es decir, la integración forzada y la destrucción de la identidad, cultura y tradiciones de los europeos Blancos autóctonos, que van ahora, gracias a este multiculturalismo, probablemente a ser sustituidos por un califato islámico, que comenzará con ‘ghettos’ y que se irá expandiendo como el aceite por toda Europa. “Este mestizaje y destrucción deliberada de la identidad europea –dice Garland- es el objetivo de la Unión Europea”. Walter Rathenau y Fritz Bauer comenzaron hace años este ataque a las soberanías de las naciones europeas, a fin de disgregar, atomizar su cultura y controlarla mediante las logias citadas. En la actualidad también Richard Coudenhove-Kalergi, cuyas ideas fueron la inspiración para la Unión Europea y para el "proyecto de integración" europeo, son el modelo a seguir.

España también hay personajes que obran en el mismo sentido como, por ejemplo, un embajador español llamado Álvaro Albacete que en conferencias similares usa la historia de la Inquisición como el pretexto moral para permitir la inmigración masiva en España en particular y en Europa.

Este personaje ha sido el Secretario General Adjunto del KAICIID  y se ha ocupado activamente de la promoción del diálogo interreligioso para la consolidación de la paz, especialmente en la República Centroafricana y Nigeria. el diplomático Albacete fue Embajador en Misión Especial y abordó el diálogo interreligioso e intercultural en representación del Ministerio de Asuntos Exteriores español. También trabajó para el tristemente conocido Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Argentina, Bolivia, Panamá y Paraguay. Como Secretario General Adjunto, el Embajador Albacete desarrolla y coordina las políticas y acciones del KAICIID en el ámbito internacional, en cercana cooperación con la Unión Europea, las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales.

Que es el KAICII? Según informan ellos mismos, son “un Centro Internacional de Dialogo… una organización “Intergubernamental, multirreligioso, multilateral e inclusivo-. Es una organización intergubernamental cuyo mandato consiste en promover mundialmente el uso del diálogo para prevenir y resolver conflictos, así como para mejorar el entendimiento y la cooperación. Durante un proceso de negociación y desarrollo que duró siete años, el mandato y la estructura del KAICIID se diseñaron para fomentar el diálogo entre personas de credos y culturas distintas, ya que el diálogo tiende puentes entre animosidades, reduce el miedo e inculca el respeto mutuo”. Está conformado –según ello aseguran “con una Junta Directiva compuesta por representantes de las principales religiones del mundo”.

Trabajan en colaboración con la UNESCO, La  Asociación Internacional sobre Religión y Desarrollo Sostenible (PaRD), Oficina de las Naciones Unidas para la Prevención del Genocidio y la Responsabilidad de Proteger, la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas, La Red Para Los Pacificadores Religiosos Y Tradicionales, Organización de Cooperación Islámica, la  Universidad Complutense de Madrid  (UCM), El  Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Barcelona  (ISCREB), La Organización Islámica para la Educación, la Ciencia y la Cultura (ISESCO), Religiones por La Paz, La Organización Mundial del Movimiento Scout (WOSM), y cuanta organización el lector pueda imaginar. Es evidente que esta Organización interreligiosa es la ‘pata’ religiosa que ostenta claramente la Masonería en su accionar para seguir contaminando a las naciones y lograr su tan ansiado ‘Mundo-Uno’ y así les será más fácil su dominio económico, social y político de las naciones.

La Masonería que dirige cual titiritero los gobiernos de Europa y EE.UU de América, ha ‘inventado’ la que fue llamada ‘Primavera Árabe’ a fin de derrocar a aquellos gobiernos que osaron ser soberanos y que pusieron el dedo en la llaga en aquellas logias: el manejo del propio dinero y sus reservas de oro y petróleo.

Ya lo había dicho Winston Churchill en sus ‘Memorias’ que la causa real de la II Guerra Mundial fue el intento de las Alemania e Italia “..de retirar su poder económico del sistema de comercio mundial y crear su propio mecanismo de cambio, que le  negaría beneficios a la Finanza Mundial”. Bueno, no se le puede achacar el Primer Ministro una honestidad brutal que tiene por causa el saberse impune. Igualmente le sucedió a Libia e Irak y pagaron su afán de independencia con sus líderes ahorcados vistos por la TV en directo y sus naciones destruidas material y económicamente hasta el día de hoy.

El escritor, investigador, historiador, analista geopolítico estadounidense  Frederik William ENGDAHL en un artículo publicado el 17 de Marzo de 2016 en el portal ‘New Eastern Outlook’ ‘(ournal-neo.org) nos hacer ver el “ descubrimiento de una cantidad de correos electrónicos desclasificados recientemente que fueron parte de la correspondencia que sostuvo la derrotada candidata presidencial estadounidense, a la sazón ministra de Relaciones Exteriores, que dicen relación con la planificación para derrocar el régimen de Khadafi en Libia en 2011, en razón de la amenaza que éste representaba para la hegemonía financiera de los bánksters internacionales de Londres y Nueva York, como ya es ampliamente sabido, mediante sus planes de crear una nueva moneda pan-africana que habría reemplazado al dólar en las transacciones del petróleo, cosa inaceptable para aquéllos”.

En efecto, entre el que en su momento fue el presidente Barak Obama, Hillary Clinton, a la sazón Ministra de Asuntos Exteriores de los EEUU en aquellos momentos, Sid Blumenthal,  mas “Samantha Power, en ese entonces una importante asistente en el Consejo Nacional de Seguridad y hoy embajadora de Obama ante Naciones Unidas, y Susan Rice, entonces embajadora de Obama ante la ONU y ahora Consejera de Seguridad Nacional, la que impulsó a Obama a una acción militar contra Khaddafi”.

EE.UU utilizó cuanta ONG y grupos de Derechos Humanos tuvo como  Freedom House y National Endowment for Democracy, “aliadas en secreto, como de costumbre, con las Fundaciones Sociedad Abierta del multimillonario especulador George Soros, junto con agentes del ministerio de Asuntos Exteriores y de la CIA”.

Este material desclasificado pone a la luz el real objetivo de la OTAN y los EE.UU en hacer caer gobiernos como el de Irak, Egipto, Tunez, Libia, etc. y que lejos tuviera que ver con cuestiones de supuestas armas atómicas que estos países pudieran tener. Khaddafi de Libia, Ben Ali de Túnez y el Egipto de Mubarak iban próximamente a lanzar una moneda respaldada por oro e independiente del dólar estadounidense: El Dinar de oro..

Sigue diciendo ENGDAHL que de los archivos y documentación desclasificados recientemente se ha podido saber que “….no fue una decisión personal de Hillary Clinton eliminar a Khaddafi y destruir su infraestructura estatal entera. La decisión, está claro ahora, provino de círculos muy altos en la oligarquía estadounidense del dinero. Ella fue simplemente otro instrumento político de Washington que puso en práctica el mandato de aquellos oligarcas. La intervención tenía que ver con desbaratar los bien establecidos proyectos de Khaddafi de crear una moneda africana y árabe basada en el oro para que sustituyera al dólar en las transacciones de petróleo. Desde que el dólar estadounidense abandonó el cambio de dólares por oro en 1971, el dólar en relación al oro ha perdido dramáticamente su valor. Los Estados petroleros de la OPEP árabes y africanos se han opuesto durante mucho tiempo al desaparecido poder adquisitivo de sus ventas de petróleo, obligadas desde los años '70 por Washington para que fueran únicamente en dólares estadounidense, cuando la inflación del dólar se elevó en más de un 2.000% hasta 2001!”

La enorme cantidad de oro que tenía Libia “estaba destinado a ser usado para establecer una moneda pan-africana basada en el Dinar de oro libio…. Hacia 2008 la perspectiva por parte de un número creciente de Estados petroleros africanos y árabes de un control soberano de sus ingresos estatales por petróleo y gas estaba causando una seria preocupación en Wall Street así como en la City de Londres. Se trataba de una enorme liquidez, de billones, que ellos potencialmente ya no controlaban……

“En 2009 Khaddafi, que era entonces el presidente de la Unión Africana, había propuesto que el continente económicamente deprimido adoptara el "dinar de oro".    En los meses anteriores a la decisión estadounidense de conseguir una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, con el apoyo británico y francés, que les daría la justificación legal para una destrucción por parte de la OTAN del régimen libio, Muammar Khaddafi había estado organizando la creación de un dinar respaldado por oro que sería usado por los Estados petroleros africanos así como por los países árabes de la OPEP en sus ventas de petróleo en el mercado mundial”.

“ Las naciones africanas productoras de petróleo estaban planeando abandonar el petrodólar, y exigir el pago en oro por su petróleo y su gas. La lista incluía a Egipto, Sudán, Sudán del Sur, Guinea Ecuatorial, Congo, República Democrática del Congo, Túnez, Gabón, Sudáfrica, Uganda, Chad, Camerún, Mauritania, Marruecos, Zambia, Somalia, Ghana, Etiopía, Kenia, Tanzania, Mozambique y Costa de Márfil, además de Yemen, que acababa de hacer nuevos y significativos descubrimientos de petróleo. Los cuatro Estados miembros africanos de la OPEP —Argelia, Angola, Nigeria, un gigantesco productor de petróleo y el productor de gas natural más grande de África, y Libia, con las reservas más grandes— estarían en el nuevo sistema del dinar de oro”.

“El sueño de Khaddafi de un sistema de oro árabe y africano independiente del dólar, desafortunadamente murió con él. Libia, después de la cínica destrucción del país por la "Responsabilidad de Proteger" de Hillary Clinton, hoy es un caos, desgarrado por la guerra tribal, el caos económico, y terroristas de Al-Qaeda y DAESH o ISIL. La soberanía monetaria sostenida por la agencia monetaria nacional 100% estatal de Khaddafi y su emisión de dinares de oro, se ha acabado, reemplazada por un banco central "independiente" atado al dólar”

Como puede leerse – todo extractado de profusa documentación- las grandes logias siempre activas no podían permitir que naciones dejasen de tener sus economías atadas al dólar, como también sucedió antaño con Italia y Alemania en el mismo sentido y de las otras existentes en Europa que se plegaron jubilosamente a este afán de recuperar la soberanía sobre la propia moneda y que no pudo ser al iniciarse la 2da.Guerra Mundial tras la cual se acabó el sueño de independencia –hasta el día de hoy- de ambas naciones (y con efecto dominó, en las otras). Esa pérdida de soberanía ha llegado hasta en los símbolos patrios: luego de la 2da Guerra Mundial a Alemania se le ha impuesto una bandera (negra, amarilla y roja)  que no es la históricamente suya (tres bandas negra, blanca y roja), como así también le han  cambiado la letra a su himno nacional en un hecho inédito hasta el día de hoy.

Lo mismo ha sucedido en nuestro país: en 1871 Sarmiento ordena el cambio de color de nuestra bandera que pasó de ser la de Belgrano azul-celeste y blanca a la Unitaria utilizada por Lavalle en la invasión a nuestra tierra desde Montevideo junto a los franceses en 1838 y 1839: celeste y blanca.

En fin, LEYRO nos hace recordar  las palabras de James Warburg ante la Comisión del Senado Norteamericano para Asuntos Exteriores en 1956: “El gran interrogante  de nuestro tiempo no es si el unimundo («une world») puede ser alcanzado o no, sino si el unimundo puede ser alcanzado con medios pacíficos o no.  Nos guste o no tendremos unimundo. El interrogante es sólo si mediante acuerdo pacífico o no”.

“En todo caso, -dice el autor argentino citado- cualquiera sea el método que decidan emplear, en definitiva, a los promotores del NOM —el Imperialismo Internacional del Dinero, como los denunciara S.S. Pío XI en “Quadragesimo Anno”— les resulta imprescindible, y es su objetivo directo, el deterioro mundial de la educación en cantidad y calidad, así como de otros valores trascendentes, ya que no se puede terminar de dominar a un pueblo educado, porque la base del poder es la ignorancia del tiranizado, y siempre es más fácil enfrentarse con una legión de lelos”.

 “También respecto de los valores podemos mencionar a Teodoro Roosevelt, masón también, quien en el año 1912 dijera: “Creo que la asimilación de los países latinoamericanos a los Estados Unidos será larga y difícil mientras esos países sigan siendo católicos”; pensamiento que fuera recordado por el entonces Cardenal Joseph Ratzinger en un discurso de 1985”.

El grupo de los Illuminati controlan la Federal Reserve, ellos crean dinero de papel que no existe y lo prestan y cargan intereses del préstamo otorgado a las naciones. Por esta razón fabrican guerras para ganar dinero de las deudas de las naciones. Los Illuminati controlan la prensa, y las grandes corporaciones.

Además controlan el sistema educativo de los Estados Unidos mediante una organización de las Naciones Unidas llamada UNESCO. Fueron los Illuminati quien crearon las Naciones Unidas bajo la organización CFR (Council on Foreign Relations) porque esta organización de CFR está compuesta por Illuminatis

El objetivo es abolir los gobiernos soberanos nacionales creando un Gobierno Mundial controlado por las Naciones Unidas y demás organizaciones internacionales con poder de decisión por sobre las decisiones de los países, las religiones, la familia, la propiedad privada con altos impuestos, el sentido de la nacionalidad y el amor a la patria.-

Es una tarea de demolición de las fuerzas masónicas, esta concentración de poderes (supuestamente) contrapuestos que obran sinérgicamente y que se aplican a todos los países del mundo, incluido el nuestro:

1- Transvasamiento de conceptos históricos, tradiciones y costumbres, por pautas mundialistas (hábil manipulación de los medios de comunicación social), contribuyendo a modificar el sentimiento nacional y el consecuente derrumbe del espíritu nacional

2-Finalización del concepto de las soberanías nacionales, reemplazándolo por la concepción unimundista de los “derechos universales”. Desaliento de las prácticas folklóricas, (costumbres y música). 

3-Negación de la presencia de Dios, reemplazo de los conceptos tradicionales de amor a la tierra y a la nación apuntando las enseñanzas son en función de temas económicos según los criterios de los poderes internacionales como solución a los problemas existentes.

4-La concentración de las riquezas en un sector social: empresarios, financistas y dirigencia política (“incluidos del nuevo orden”), generará en un gran sector de la población condiciones extremas de pobreza (“excluidos del nuevo orden”) haciendo desaparecer a la clase media. C C C C

5-Establecer un estado de confusión y desconcierto, necesario éste para las imposiciones políticas y económicas del "nuevo orden internacional".

6-Compartir el poder con elementos subversivos, integrantes de la mafia, económica y política, y con narcotraficantes, etc., estructurando un poder omnímodo e Inclusión de renombrados artistas y deportistas, como dirigentes políticos, con la finalidad de aprovechar su popularidad 

7-La oposición de partidos existentes (ya sea de derecha, centro o izquierda, tendrá vigencia, en tanto y en cuanto no se aparten del sistema del “nuevo orden internacional”. Por lo tanto, la oposición no será auténtica, seria, ni real. La democracia será el "disfraz" detrás del cual se ocultará la peor dictadura totalitaria,

8-Visitas de políticos, consejeros, representantes de distintos tipos de organizaciones mundiales, etc., serán permanentes con la finalidad de mantener las expectativas y esperanzas de los “súbditos del nuevo orden internacional”.

9-Subordinar la política exterior nacional a la del gobierno de los Estados Unidos (actualmente sede del “nuevo orden internacional”), a través de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la que funcionará como brazo político regional del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, dando cumplimiento al principio de soberanía limitada de las naciones.

De tal modo el comunismo, el liberalismo y la masonería  siempre alentaron la democracia irresponsable y anónima  y se opuso a la ruptura, por fuerzas nacionales, del orden ‘legalmente’ constituido, porque siempre supo que la democracia o el régimen partidocrático es un elemento de descomposición nacional que hace a la aparición de de esas fuerzas trasnacionales”.-

En una época la Monarquía era un escollo o barrera contra la insidia masónica causante –entre otras cosas- de la Revolución Francesa.

Pero desde ya hace años la Masonería –como la humedad debajo de los cimientos de la ciudad (Cristiana, en este caso)- se ha ido infiltrando y posesionándose las almas y de la autoridad que emanaba de los monarcas. Pero esto las monarquías guardaban en silencio su contubernio con los masones.

La Familia Real de Inglaterra, es decir, la reina Isabel II y la Casa de Windsor, han sido y son representantes de alto nivel que controlan los estratos superiores del Nuevo Orden Mundial. Los centros para la toma de decisiones de este esfuerzo se encuentran en Londres (en especial la City de Londres), Suiza-Basilea y Bruselas (sede de la OTAN).

Actualmente, ya directamente los monarcas no tienen inconvenientes en salir a la luz, y declamar públicamente su condición masónica. Y sino veamos lo que acaba de publicar la prensa (OKDIARIO del 11/3/2019) donde se nos informa que el monarca español Borbón Felipe VI (hijo de ese otro masón traidor a España que fue su padre el inefable Juan Carlos) declara su condición de masón: “….Los masones españoles conceden al rey Felipe VI su más alta distinción. La Gran Asamblea de la Masonería Española ha concedido, "en votación blanca y sin mácula", su más alta distinción, la medalla de la Orden Masónica del Fundador con distintivo rojo, al rey.

“Según ha informado la Gran Logia de España en un comunicado, el título que les corresponde a esta distinción concedida a Felipe VI es el de "Caballero de la Orden Masónica del Fundador de los Francmasones Antiguos, Libres y Aceptados de la Única y Reconocida Gran Logia de España".

“La concesión por unanimidad de la Gran Asamblea coincide con el 40 aniversario de la legalización de la Masonería en España, "tras una de las persecuciones más sistemáticas que ha vivido en ningún país del mundo".

“Con esta concesión al Jefe del Estado, la Masonería quiere "manifestar su gratitud a la sociedad española, por los valores de entendimiento fraterno que desde 1978 han amparado y protegido la existencia ininterrumpida de la Masonería en España"

“La Orden Masónica del Fundador con distintivo rojo constituye la más alta condecoración que puede conceder la Masonería Española y está reservada a soberanos, jefes de Estado y personalidades que destaquen "por su labor en bien de la humanidad, la promoción del conocimiento de la Masonería en la sociedad o el desarrollo de las libertades cívicas y de la educación".

 Bien describe GENTA el ‘modus operandi’ de estas sociedades  “Su actividad consiste en fingir horror a la autoridad personal pero saben que ella no puede ser más que personal. Prefieren Congresos y Parlamentos democráticos con supuestas libres discusiones y votaciones pero luego de que los ‘hermanos’ de los diversos partidos han preparado la solución logista. La masonería indica: sed dulces como la miel, suaves como la seda y prudentes y cautos como nuestra serpiente sagrada, cuya cola veréis siempre enroscarse en torno a su presa con la suavidad de una caricia amorosa, envolviendo a las almas hasta quebrar sus resistencias interiores y ahogarlas en la confusión de todo con todo”.

 

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CAPÍTULO 28

 

XVIII.- LA MASONERÍA HOY EN NUESTRO PAÍS

 

Aun hoy, luego de la caída de Rosas, nuestra nación es ‘conducida invisiblemente’ – al decir de Genta- por la Masonería. Tal conducción era ‘invisible’ por aquellos años que Genta escribió y vivió–año 1949-; pero al presente- año 2025- dicha conducción ha dejado de ser solapada y se muestra desembozadamente, sin tapujos como tal.

Ya más acá en el tiempo y en el siglo XX, nada ha cambiado: Juan D. Perón, Eduardo Lonardi, Pedro E.Aramburu, Isaac Rojas, etc.

Comobien nos instruye el Cnel. ANDRADE el 7 de noviembre de 1955 el catolicísimo General Eduardo Lonardi, acompañado en la firma por su Ministro del Interior doctor Eduardo B. Busso -Masón Grado 33° en el REAAM-, decreta la aprobación de los Estatutos de la Masonería (Boletín Oficial de la República Argentina, del 21 de noviembre de 1955, Carpeta de la Inspección General de Justicia Nro 466)”.

“…y el 14 de diciembre de 1955, Pedro E. Aramburu   acompañado en la firma por su Ministro del Interior Laureano Landaburu -Masón Grado 33° del REAAM-, otorgó la personería jurídica a la Masonería Argentina como ‘institución benéfica y cultural.’ –(Boletín Oficial de la República Argentina, Decreto Nro. 5541 del 14 de diciembre de 1955, Expte. Nro. 61879/55, Carpeta de la Inspección General de Justicia Nro. 3355)- También,  El 19 de abril de 1956, el Gabinete Nacional, reunido bajo la Presidencia del General Aramburu decreta que Argentina ingrese al Fondo Monetario Internacional (Comunicado de Prensa de la Presidencia de la Nación del 19 de abril de 1956 a la hora 12.15, Punto 1°, publicado íntegramente en diario Clarín del día 20 de abril de 1956)..

Debemos recordar que como broche que cierra el círculo (o el compás, es más exacto decir) el día 15-1-1958 siendo presidente de la Nación y masón Grado 33º, asistió al almuerzo ritual de los miércoles del Rotary, servido en el Plaza Hotel de Buenos Aires.

Dijo el entonces presidente de nuestro país al ser ungido miembro honorario del Rotary que: “Conozco los altos fines que persigue esta institución y por ello he sentido una gran satisfacción cuando se me ha invitado a concurrir a esta comida de camaradería… Ojalá, señores, pudieran multiplicarse en el país instituciones de la naturaleza del Rotary Club, porque de ellas emana una fuerza espiritual tan extraordinaria que, en realidad, son el puntal, la garantía más segura para la democracia y la libertad”.-

Isaac Rojas, Masón grado 33 y vicepresidente del Rotary Club, fue a idéntica cena al mes siguiente el miércoles 12 de febrero. En tal ocasión, el contralmirante Isaac Rojas dijo en una cena al mes siguiente en el Rotary: “Soy un convencido del bien que hace a la humanidad la organización a que ustedes pertenecen”; 

Digamos, como al pasar, que el Rotary Club es una sociedad masónica fundada el 23 de febrero de 1905 en Chicago por el abogado masón Paul Harris, y que adquirió carácter internacional en 1912; estableciéndose en la Argentina el 8 de noviembre de 1919.

Como ya hemos dicho alguna vez, la masonería  siempre alentó la democracia irresponsable y anónima  y se opuso a la ruptura, por fuerzas nacionales, del orden ‘legalmente’ constituido, porque siempre supo que la democracia o el régimen partidocrático es un elemento de descomposición nacional que hace a la aparición de esas fuerzas trasnacionales.-

Como dice BRENNAN “Durante los doce años de los co­rruptos gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández Wilhelm de Kirchner, los intereses sio­nistas en la Argentina se expandie­ron de modo extraordinario. La pérdida absoluta de credibili­dad e imagen negativa, así como el definitivo fracaso económico, social e internacional de la Administra­ción Kirchner tornó imposible su continuidad. Los dos candidatos al­ternativos, Daniel Scioli y Mauricio Macri, estuvieron rodeados y apo­yados por conspicuos economistas, asesores y gurúes del partido sionis­ta. Ambos candidatos mostraron total reverencia por sus patrones sionistas. Por ejemplo, el principal asesor económico de Scioli era Mario Blejer, asesor “sénior” del Fondo Mo­netario Internacional, ex presidente del Banco Central de la República Argentina, ex Director de Estudios del Banco de Inglaterra, asesor del Banco Central de Israel, y director del poderoso grupo IRSA de Eduar­do Sergio Elsztain, del Banco Hipo­tecario y de YPF (la empresa estatal de petróleo)”.

“Los vínculos políticos de Macri y ahora, Milei, lo ligan a intereses judíos no sólo en la Argentina (Elsztain/Irsa), sino también a Israel. Siendo Jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aire; Macri visitó Israel el 6 de julio de 2014 para reunirse con el Presi­dente Netanyahu y firmar absurdos acuerdos de cooperación tecnológica en asuntos de defensa y seguri­dad”.

 “Entre las personalidades masónicas insertas en el manejo económico mundial está Eduardo Sergio Elsztain y su nave insignia IRSA, que debe su enorme crecimiento y expansión a la ayuda inicial del financista judío húngaro George Soros. Elsztain, quien fuera miembro del Partido Comunista Argentino en su juventud, hoy es el más grande terrateniente en la Argentina y el vicepresidente y tesorero del Congreso Judío Mundial. IRSA, la empresa insignia de su conglomerado que incluye al fraudulentamente apropiado Banco Hipotecario”.-,

Nihil Novum Sub Sole

 

 

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CAPÍTULO 29

 

XXIX.- RESUMEN DE LA DESMEMBRACIÓN DE LAS PROVINCIAS UNIDAS

 

Alguien, a quien no conozco ni se su nombre ha dado un bosquejo del itinerante desplome de nuestra soberanía como nación.

Este escritor, al cual no he podido identificar, ha escrito y desarrollado nuestra caída y fragmentación de las tierras sudamericanas.

Lo que prueba una vez más que más allá de nombres, subyace en nuestro país, personas que conocen la realidad de lo que fue nuestra historia y que no se han tragado el ‘sapo’ de la historia oficial, a la cual pudieron sobrevivir luego de años de ideologización iluminista..

Haremos mención de algunas líneas de su trabajo. Sea quien sea el autor lo saludamos agradecidos con el brazo en alto como los romanos.

Dice el autor desconocido que al Chaco Peñaloza lo tiraron al suelo, lo degollaron sin juicio. Era Chacho el caudillo del pueblo, inocente, si, pro honesto. Su cabeza por orden directa de Mitre (unimos en el relato y por nuestra cuenta al continuador de la matanza: Sarmiento) fue clavada en una pica y exhibida en la plaza de Olta.

 No era un trofeo, era una advertencia. el mensaje era claro, brutal, imposible de olvidar :el interior obedece o muere.  Entre 1862 y 1866 mitre (después y coetáneamente siguió Sarmiento) no hizo la guerra; hizo limpieza.  Más de 50.000 muertos fusilamientos saqueos todo contra argentinos todo contra el interior todo en nombre de la civilización

Agregamos nosotros que pudo hacerlo gracias a sus ‘sicarios’ mercenarios orientales; ambos, Mitre y Sarmiento no se iban a ensuciar las manos; menos Sarmiento que nunca tomó un arma.

Mitre no fundó una nación; la amputó y desde Buenos Aires escribió la historia, borró caudillos inventó próceres y vistió la muerte con gloria.

El ‘Chacho’ (como tantísimos otros que la historia se ha encargado de documentar) cayó degollado no por ser un ‘bárbaro’ como mendazmente decía Sarmiento, sino por desobedecer a quienes humillaban a su patria y la vendían al mejor postor; y desde entonces la Argentina aprendió –a sangre y fuego- que al poder no se lo contradice; se lo teme.

Si el costo de fundar la República fue enterrar la verdad y decapitar, fusilar, masacrar al disidente ¿a qué intereses servían realmente esas 50.000 muertes? ¿A la consolidación de la patria o a la apertura de un mercado para potencias extranjeras?.

La ejecución del chacho Peñaloza en 1863, de otros gobernadores, soldados  y paisanaje federal que ya se habían rendido  no fueron meros incidente militares o batallas militares sino fue el anuncio oficial de un modelo de poder: .el degüelle en masa en lugar de ser un acto de barbarie se convirtió en una herramienta de la civilización porteña adueñada por los Unitarios que recibían órdenes –y dinero- de los anglo-francés y brasileños..

Estos ordenaban, los Unitarios sea con Mitre, Sarmiento y otros más, que a su vez, ordenaban las ejecuciones en el interior a sus ‘sicaros’, como hemos visto a lo largo de este trabajo.

El mensaje que el coronel Arredondo- ‘sicario sanguinario’ envió a Mitre era explícito: “hemos cortado la cabeza de la hidra”- la hidra no era un hombre sino la idea federal, la soberanía regional, la voz del interior

Las 50.000 vidas que cayeron entre 1862 y 1866 no fueron víctimas de una guerra entre ejércitos, sino del primer genocidio político ejecutado por el Gobierno central de la época.

Su objetivo no era vencer sino erradicar la resistencia al proyecto pergeñado por los Unitarios siguiendo órdenes de un Estado- Nación liberal, masónico que se estaba fundando desde Buenos Aires.

Mitre no quería la paz con los caudillos; quería el silencio total y lo obtuvo a través de fusilamientos sumarios como los cometidos por Rivas o irrazábal (dos de los ‘sicarios’ que venimos tratando) que actuaron con la certeza de que el terror era su mandato.

Esta violencia sistemática planteó la base moral del Estado. la obediencia se conseguía a punta de lanza y la disidencia se pagaba con la ‘pica’.

Quienes, a esta altura, hoy llaman a Mitre o Sarmiento  ‘estadistas’  olvidan que sus orden fueron escrita con sangre argentina. Específicamente en el mapa de las provincias que se atrevían a cuestionar el puerto

La verdadera respuesta a la pregunta de a quién servía Mitre no está en los campos de batalla sino en los puertos y las aduanas y en la Banca inglesa.

La resistencia federal del interior defendía proyectos con rasgos proteccionistas y de autonomía regional necesarios para sus economías locales.

El proyecto de Mitre y Sarmiento, en cambio, era el de la apertura total al comercio Atlántico y el libre cambio, la puerta de entrada al capital extranjero. La patria queel unitarismo había diseñado fríamente y que estaba forjando tenía un precio y ese precio era la sumisión económica total de las provincias.

Lo que se segó con todo ello fue la posibilidad misma de un modelo económico nacional alternativo que no dependiera del mercado externo. La sangre del interior abonó la prosperidad de una oligarquía porteña obsesionada con el puerto y la aduana y que veían en los caudillos federales un obstáculo inaceptable para su enriquecimiento

 Mitre y su ad-later, Sarmiento, fue ante todo el brazo armado de un proyecto de clase que necesitaba centralizar las rentas para su propio beneficio y para mantener lazos estrechos con con las potencias marítimas.

La prueba más irrefutable de la alineación de los Unitarios en el poder desdse 1853  con los intereses foráneos no es la masacre interna sino su política externa, ejecutada simultáneamente.

La guerra de la Triple Alianza (1864-1870) uniéndose al Brasil y Uruguay para destruir el único modelo industrial y proteccionista de Sudamérica.: Paraguay.  Bajo Francisco Solano López Paraguay era una potencia económica que había logrado un desarrollo industrial propio con fronteras cerradas al capital inglés.

Y tuvo, como correlato y paralelamente en Mitre ya vuelto con la cabeza gacha del Paraguay luego de sus constantes pérdidas militares por su inoperancia  las masacres del pueblo federald el interiora través de los ‘sicarios’ mencionados para imponer el libre comercio interno, eso si, ‘civilizadamente’ según la historiografía oficial escrito por los mismos autores mencionados y luego extendiéndose durante años a quienes siguieron sus huellas.  

La guerra de la triple alianza no fue una defensa de la soberanía Argentina fue una guerra de liquidación regional con motivaciones económicas obvias para gran Bretaña.

Los ingleses que necesitaban algodón y nuevos mercados apoyaron y financiaron el conflicto.

La guerra contra el Paragua y –último eslabón comenzado en los albores del siglo, no solo fue un desastre demográfico y militar sino que endeudó y alineó definitivamente a la Argentina, Brasil y Uruguay con la banca británica. Paysandú fue una señal primera.

El asesinato de Dorrego, Quiroga y Chilavert hasta el degüello de Peñaloza y la guerra de la Triple Alianza son entonces, varias caras de un mismo plan: todos sirvieron para imponer la agenda del capital inglés y el liberalismo a ultranza.

El civilizador Mitre no solo trajo la deuda interna con el terror sino la deuda externa con una masacre regional

 La respuesta a la pregunta inevitablemente nos devuelve al cadalso en Olta. si el costo de fundar la República fue enterrar la verdad y degollar al disidente las 50.000 muertes no sirvieron a una patria integrada; sirvieron a la apertura de un mercado. Mitre  y Sarmiento a través de sus ‘sicarios’ no solo mataron un modelo económico autónomo y la promesa de una soberanía verdaderamente popular .Su victoria fue total: militar política y lo más importante, histórica

Convirtió el genocidio en la base de la fundación de un régimen y el terror, en ley pero el eco de la cabeza del Chacho clavada en la ‘pica’ sigue recordándonos la verdad incómoda: la nación que hoy conocemos nació amputada, construida sobre el silencio y financiada con el pacto de la dependencia.

Es hora de dejar de temerle al mito del estadista y de asumir la lección que el degüello quiso enseñar.

La historia de la argentina es la historia de a quién se le permite hablar y sobre todo la historia de quién fue silenciado para siempre …

 

 

*****

 

CAPÍTULO 30

 

"Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla" 

Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana  

 

XXX.- EPÍLOGO

 

STEFFENS SOLER refiere, como colofón de su trabajo en el primer número de la Revista del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas de Enero de 1939: “La verdad se impone porque es y la mentira se resfría porque no es. La mentira alevosa que se ha tramado acerca de la historia argentina entra en el último período de su evolución pútrida.

“No hace otra cosa que descomponerse. Cae, como cae una piedra lanzada con determinada fuerza. Mitre, Sarmiento, Alberdi, Echeverría, Varela, Mármol, eran mentiras lanzadas al espacio con una determinada impulsión que termina ya.

“La mentira los hizo próceres, la verdad los coloca en el triste papel que les tocó en suerte desempeñar en la vida; fueron instrumentos conscientes o inconscientes, sensibles al dinero o a la exaltación personal, pero simples instrumentos de la extranjerización interesada que debía presidir en lo espiritual, el paso de la patria, a la factoría.”

Así, al apoderarse del poder material y espiritual de la patria, socavaron —hasta la muerte de sus intérpretes— la voluntad de soberanía, integridad y honor nacional, en marcado contraste con el mercantilismo tributario extranjero que, tanto ayer como hoy, dirige y controla a la prensa “grande y seria” del país.

En el primer número de la mencionada revista, la Dirección, junto con los demás miembros, expresa una suerte de declaración de principios al final de dicha edición: La Razón de Ser y Fundación del Instituto.

Y allí se menciona, entre otros argumentos, que “…Inmediatamente por medio de una Dictadura militar en lo político y un despotismo intelectual sin precedentes en la confección de la Historia los proscriptos desconocen brutalmente veinte o más años  del proceso argentino y decretan la mutilación de una etapa en la que sin embargo ocurrieron acontecimientos decisivos donde varias veces se jugó el Destino de la nacionalidad.

“Bartolomé Mitre, es el brazo ejecutor de esa extraña resección histórica y durante su Presidencia, que prácticamente constituyó una Dictadura militar sangrienta con una guardia pretoriana de coroneles y generales uruguayos, la "civilización" entró como un malón al interior del país, destruyó los cuadros donde se tejía la urdimbre delicada de una cultura original y arrasó los centros provincianos custodios de tradición argentina, todo lo cual, valía para Mitre menos que los eructos alcohólicos de Sandes y de Iseas

“El Gobierno de Rosas fue radiado también de la Historia. Se consideró un "salto atrás", una involución; y se echó sal sobre la tierra donde Rosas habían puesto los cimientos de un edificio que nos habría convertido en potencia mundial.

“Como consecuencia, debido al despotismo de los liberales, ocurrió también que fue tenazmente perseguido cualquier conato que con sentido político, tendiese a vindicar la figura del Ilustre Restaurador.

“Escritores como Adolfo Saldías y Ernesto Quesada conocieron el rigor de una oligarquía liberal más sectaria que la más tenebrosa de las inquisiciones doctrinarias”.

Alfredo TARRUELLA hizo un pormenorizado estudio, con la caída de Rosas, del ‘Sicariato’ y de nuestra entrega política, territorial, paso a paso, diciendo que “Rosas impidió la internacionalización de los ríos que las potencias extranjeras necesitaban para dominar las provincias argentinas. El pueblo le siguió en esta cruzada por la soberanía.

“Caseros pone fin a esta política. Caseros es el triunfo del Brasil, que impone la pérdida definitiva de la provincia de Tarija, el reconocimiento de la independencia del Paraguay, la internacionalización de los ríos y una política brasileñista en el Rio de la Plata”.

Obsérvese, estimado lector, que a ningún gobernante inglés se le ocurriría internacionalizar el Támesis, ni a un francés, el Seña, ni a un alemán, el Elba, ni a un norteamericano, el Missisipi, ni a un brasileño, el Amazonas. Urquiza, vil entreguista de nuestra soberanía a cambio del oro brasileño, no tuvo pudor de tirar por la borda los beneficios para nuestra nación de los acuerdos realizados por Rosas con tanto esfuerzo y sangre, con Inglaterra y Francia.

Continúa el autor citado diciendo que “Caseros pone fin a la gran política de Rosas, es un descalabro que solo ahora podemos considerar en su verdadera magnitud. Caseros fue pues una vergüenza para los argentinos…..…

“En la naci6n [Inglaterra], cuna del liberalismo, se ha fraguado el imperio de la esclavitud, se han cometido los crímenes más execrables contra la libertad de los pueblos, por medio de procedimientos maquiavélicos, que constituyen el ludibrio de la civilización moderna.

“El proceso de nuestra desmembraci6n territorial está unido consustancialmente a la britanizaciòn y en general a la extranjerización del país en todas sus fases.

Es fácil comprender entonces como la oligarquía de Buenos Aires, soberbia e ignorante en días de prueba, no defendió nuestros derechos soberanos. Estudiando los antecedentes de los próceres liberales, encontraremos en casi todos ellos, en los más conspicuos, en los que son adorados como personajes mitológicos por la inmensa plebe salida de nuestras universidades, el renunciamiento a la integridad soberana de la patria.

“Así solamente se explica como la historia de nuestros tratados de limites sea la historia nuestras claudicaciones, de nuestra falta de ideales nacionalistas, que de haber existido nos hubieran evitado más de cien años de cansancio mental, de fracasos, de búsquedas por rutas extrañas a nuestra verdadera y genuina idiosincrasia…

“Con las provincias cedidas y los tratados de límites definitivamente fijados, el país adquirió a principios del siglo XX una nueva fisonomía. Se empequeñeció territorialmente como así también espiritualmente.

“La historia falsificada puso el visto bueno a todo lo hecho por los liberales, estableció como dogma las enormes mentiras que proclama la prensa subvencionada por el extranjero. La historia de nuestros tratados de limites es la historia de nuestros propios fracasos“.

Dice Pedro Santos MARTÍNEZ y otros que cita el referido historiador que  “La misma situación subsiste hasta nuestros días. Mediante diversos tratados, Brasil desarrolla una activa y eficaz tarea de acercamiento y de compromiso con los países limítrofes de Argentina. Los puntos neurálgicos de esa acción diplomática son los mismos que los de la época colonial y los de 1850-51: la colosal red de carreteras que permiten rápido y fácil acceso a Uruguay, Paraguay y Bolivia y, al mismo tiempo, la eventual ocupación militar de esos países en poco más de dos horas, pues las citadas carreteras son también pistas de aterrizaje; el problema suscitado en el área por la construcción de la presa de Itapú y el desarrollo del Operativo Misiones: la explotación de los yacimientos de hierro de El Mutum (Bolivia); el interés por la salida de Bolivia al Pacifico que permitiría, a su vez, la del ferrocarril brasileño que se propone unir el Atlántico con el puerto de Arica (proyecto Capricornio); la pretensión de reclamar un sector en la Antártida y la proyectada expedición "científica" a esa zona, etc. Otra vez, como en el siglo pasado, el cerco a la Argentina (vid. mapa N4 3). ………desde 1494 hasta la actualidad, la problemática geográfica no ha variado, desde Tordesillas a San Idelfonso, desde Ituzaingó a Caseros” y desde allí hasta hoy.

Pondremos a la luz un mapa del poder expansionista –hasta hoy día- del Brasil a costa de las soberanías hispanas en América del Sur.



 Mucho han colaborado nuestros nativos traidores Unitarios o sedicientes Federales devenidos en masónicas traiciones.

Esto hizo, culturalmente, la distorsión de la mirada de los actuales funcionarios sostenedores por ignorancia o a designio, de las posturas políticas brasileñas incorporados después de tantas décadas transcurridas al imaginario de los políticos nuestros.

Por tales razones, el que posteriormente, fuera el Presidente del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, José María ROSA, el 19 de Diciembre de 1940, da una conferencia extensa por el cual abre  el acto de la Asamblea General del Instituto, que consideramos memorable por la justeza en el análisis de la degradación de nuestro país luego de Caseros, hasta la fecha del mencionado Acto.

Tal documento, de no fácil acceso y al que hemos podido localizar, amerita la transcripción de algunos párrafos que resumen, que condensan los tópicos que venimos desarrollando, es decir, la agresión unitaria a nuestra soberanía por vía militar y cultural.

Nos hemos tomado el atrevimiento de transcribir algunos de esos párrafos que explayan mejor que nadie los temas que hemos tratado.

“…en tal sentido diré que creo que no hay compatriota que ignore que el sol argentino desapareció de los horizontes de la patria desde el día funesto de Caseros. Y de que fue, bajo el dolor de ese cataclismo, y antes todavía de que la planta ignominiosa de los invasores extranjeros, aliados de los traidores de la patria, hubieran dejado de hollar la virginidad de nuestro suelo, que se estableció prepotente con el triunfo de las armas, corno una maldición sobre el patrimonio argentino, la garra dinástica de la oligarquía unitaria, que desde entonces hasta hoy, detenta el poder, como dueña absoluta de los destinos nacionales.

“Pero, hay algo, además de eso, que casi todos los argentinos en la hora presente parecen haber olvidado. Ello es, que esos usurpadores para subsistir en el ámbito extraño y hostil de la tierra que decían haber conquistado, crearon sobre ella de inmediato los pbaluartes de fuerza-y de coacción, en que habrían de perpetuar la indemnidad de sus posiciones.

“Que fue luego, apoyados en tales reductos, estructura-dos con la virulencia del odio y la soberbia de que estaban poseídos, comenzaron a cometer las más inauditas transgresiones y crímenes políticos y sociales, para reprimir la vigorosa reacción del pueblo nativo, que desde el primer día, se rebeló contra la inicua conculcación de sus derechos, y contra los menoscabos a la soberanía de la patria, con que ella había sido consumada

“Y por último que, fue desde que estuvo consolidada en el poder, como fruto de esos medios, cuando esa camarilla facciosa inició la predicación de la mentira histórica, que habría de servir más tarde para negar y encubrir sus crímenes, y a la vez para cohonestar la obra de extranjerizar y bastardear los vínculos de sangre de ese pueblo, maléfico artificio, sobre el que acabaron por imponerle al fin, el dominio absoluto, despótico y anti-argentino que ambicionaban..

“Pues bien este ha sido y no otro, señores; no podemos ní debemos olvidarlo jamás, la síntesis del proceso inicial en que se incubara el breviario de la calumnia con que los que se titularon vencedores de Rosas consiguieron hasta ayer ocultar ante la posteridad, los delictuosos orígenes de su equívoco entronizamiento, y también de los ominosos recursos de que hicieron uso en aquel pasado, y que imperan todavía, para falsificar la justicia y la verdad de los hechos en favor de la impostura histórica, y encubrir el fariseísmo que inspiró el atentado de la desintegración racial argentina que ellos propugnaron y perpetraron”.

El autor refiere también, no solo a aquellos llamados ‘prohombres’ por la ‘Historia Oficial’, sino también contra la “ cohorte de los Juglares, que habiendo desaparecido los ídolos, los prohombres, y los pontífices máximos, que crearon y usufructuaron en vida, discrecionalmente, de aquella inaudita prominencia, se han constituido hoy en sus turiferarios, vale decir en hijos adoptivos, y herederos de su rentado y vitalicio panegirismo  histórico, y que pretenden prolongar hoy a base de esa trágica comedia el goce de alguna de las sórdidas sinecuras de que aquellos sus desaparecidos, y aprovechados precursores, le colmaron”.

Luego ROSA hace referencia tanto a Mitre como a Sarmiento como hacedores nativos de nuestra derrota como nación independiente.

Respecto a Mitre dice “…Por ejemplo, Mitro, en lo político, fue el primer usurpador y burlador de las leyes y de las instituciones Iniciales de la República. Se opuso a lo sanción, y desconoció y resistió abiertamente desde el año 53 hasta el 60, el régimen y los mandatos de la Constitución Nacional, que el país se había dictado.

Frustradas sus arbitrarlas especulaciones políticas, urdió, puso en obra y logró el intento, de declarar estado Independiente y segregar, a la Provincia de Buenos Aires, del cuerpo político de la Nación.

Perseverando en sus finos disolventes, al cabo de esos 8 años de continuadas maquinaciones, crímenes e intrigas, logró por un golpe de fuerza afortunado. apoderarse del poder y erigirse de hecho, en Presidente de la República.

“A raíz de ese atentado, 1860. y para consolidar la prepotencia de su poder, Mitre despachó a Sandez, y otros feroces malhechores e incondicionales militares, a dominar a sangre y fuego la protesta de los pueblos del interior del país, que repudiaban su gobierno.

Uno de los partes con que Sandez y otros sicarios daban cuenta al Presidente Mitre de su misión de masacrar argentinos, decía: "Todos los prisioneros fueron pasados por las armas, conforme a las órdenes de V. S."

Al Sr. Presidente, no le habrán impresionado mayormente la crudeza feroz de este sistema de hacer patria, civilizar, y organizar liberal y democráticamente al país, no solo porque él mismo había dado la orden de esas ejecuciones, que sino, porque también ya había impartido órdenes semejantes, entre otras las del Gral. Gerónimo Costa, y 100, entre jefes, oficiales y civiles, que eran sus adversarios políticos vencidos, y quo fueron inmolados sin forma de juicio, como todos los argentinos disidentes, en holocausto a la consolidación de su funesta égida política.

Y como también contemplara con sus felicitaciones, los asesinatos cometidos en la persona de los Grales.. Benavidez y Virasoro ( año 1861).

“Por eso su período se caracterizó por un permanente estado de guerra civil en toda la República, que sólo produjo la ruina y las masacres militares do la mayoría de los pueblos del Interior del país, los que abierta y desesperadamente lo resistieron desde el principio al fin de su gobierno.

Mitre fue el que introdujo el fraude electoral en la contienda política argentina Fue el primer gobernante picó 1c6 la coacción oficial. El primero que a ese fin destituyó en masa a los empleados públicos, y el que, impuso desde la presidencia a todos los gobernadores de provincia (Alberdi)…...

….En lo internacional, respondiendo a compromisos inconfesados de aparcería política, arrastró al país, a la inicua, sangrienta e inhumanitaria guerra contra el Paraguay, mancomunado con sus aliados de Caseros, los gobiernos de Brasil y del Estado Oriental……

…..Dijo de él Alberdi "Mitre debe sus charreteras de General a la munificencia personal del Presidente Derqui que le concedió ilegalmente el grado sin acuerdo del Senado, violando la Constitución, y a sus catecismos sobre mitología e historia romana, pues solo en las columnas de la prensa es donde ha hecho sus campañas militares. Por eso será, que nunca se le ocurrió nada en el campo de la acción, y que sus pretendidas batallas se cuenten por sus denotas".

El autor que estamos tratando se refiere a continuación a la otra ‘pata’ de la entrega. Faustino Valentín Quiroga Sarmiento (tal el verdadero nombre), diciendo de él:

Pasaremos ahora a Sarmiento, que fuera y es todavía para los parásitos de su hipertrofia histórica, el titánico maestro, constructor, demoledor, afirmador, negador, literato, pensador y educador de la sociedad argentina, y que para nosotros no pas6 de ser, sin embargo, sino una especie de troglodita desorbitado, sin patria, sin ley y sin destino.

Soberbio y ambicioso, vivió torturado por aparentar ser, lo quo no podía alcanzar a ser. Afectaba algunas veces aspectos impulsivos de rusticidad, y otras la de puritano evangelista sin poder disfrazar nunca, las profundas negaciones, debilidades y dobleces de su carácter.

Vivió, compartiendo los acontecimientos, escribió, difamó, calumnió hasta conseguir al fin enervar la incipiente mentalidad de sus contemporáneos, y a fuerza do audacia, prolongo su fama, en una ciclópea como absurda celebridad.

Aspiró toda su existencia a alcanzar artificiosamente la reputación de demócrata, liberal, y humanitario. El análisis sereno de sus ideas y sus hechos, lo presentan por el contrario, como un exponente de político epicúreo, ególatra, sórdido, y absolutista, que en su avidez de prepotencia, e incapaz de hacer el bien, se aplicó a hacer el mal

Fue así que destinó su poderoso cerebro a la obra de destruir por la prédica del rebajamiento racial, los vínculos y virtudes morales que caracterizaron al primitivo, abnegado y generoso pueblo argentino.

Recurriendo al agudo talento de Alberdi, recordaremos que él decía a su respecto: "Sarmiento fatuo y veleidoso, olvidando que la ignorancia, la indigencia material y la incultura general, no es barbarie, y que barbarie es servirse del escarnio de esa desgracia para encumbrar sórdidas y mezquinas ambiciones a su costa, escribió una obra titulada Facundo, de la cual se gloriaba, y que difundió con su inmodestia proverbial, por todo el universo". Y bien, "esa obra que Sarmiento mismo confesó con desparpajo "que estaba urdida a base de mentiras", fué una calumnia y una sátira soez, contra la Nación y la sociedad argentina". ……

….Mandó matar al Chacho, noble caudillo redentorista que luchó denodadamente por la reivindicación de los derechos primarios, de que habían sido despojados los desvalidos pueblos del interior de la República, en su gobierno y en el de Mitre, masacrados en holocausto a la prepotencia de la camarilla unitaria facciosa, que gobernaba desde Buenos Aires.

"Lo hizo matar y decapitar por los esbirros y crimina-les extranjeros introducidos por Mitre y por él, con línea de organizador feudalmente en el país." (Alberdi).

Sin embargo, dijo Alberdi, que "Sarmiento, el general Sarmiento, lo hizo matar de miedo, prisionero inerme y rendido, porque si él mismo hubiera tenido que enfrentarse con. el Chacho, hubiera huido despavoridamente como un conejo"...

General Arredondo, quien dijo en vida de aquel, sin que sus conceptos, como tampoco los de Alberdi, fueran jamás Impugnados. "Que el recuerdo del señor Sarmiento debía grabase en bronce para escarmiento de los pueblos.". "Que Sarmiento había sido siempre un amigo desleal, arrojado de las casas a palos, indigno de la confianza de nadie, y chicoteado en las calles públicas." "Que la paz le ofendía y la virtud le enfadaba. Que fué sanguinario en el poder, y difamador de los hombres y de su patria". "Que llegó a envenenar a su protector para arrancarle su fortuna y que sus sentimientos sanguinarios, estuvieron en todo momento a tono con sus costumbres licenciosas, que exhibiera siempre, en la impudencia y amoralidad de su conducta".

Para finalizar, el autor que estamos mencionando realiza una recapitulación de ambos traidores a nuestra –su- patria.

Sarmiento, el del gesto despótico y adusto, el de los puños llenos de verdades, que fuera solo el cuco de los párvulos, los analfabetos y los pedagogos adocenados, también lo quiso ser todo, y lo fue desgraciadamente para el país, pero en carácter de oligarca, atrabiliario, improductivo y vesánico.

Ambos militaron desde el año 52 al 60, bajo banderas extranjeras en guerra contra su país, y si es por acaso que fueran argentinos, fueron por tanto, reos de lesa patria.

Ambos, como los parásitos a que se refiere Alberdi cohonestaron los desvaríos de su propia esterilidad, con la denigración póstuma del adversario vencido y desarmado.

Ambos promovieron, por ambición y odio político, el desmembramiento del patrimonio argentino.

Ambos introdujeron el infamante tráfico de la venalidad y la felonía en las conciencias militares, por el soborno del dinero. Consta que lo realizaron para sobornar a las tropas de que se valieron para consumar la sedición del 11 de Septiembre del 52, punto de partida del entronizamiento del régimen de desintegración argentina que aún perdura en el poder político del país.

En esa oportunidad se hicieron omisiones subrepticias de papel moneda para el caso, y con intervención del gobierno del que formaba parte Mitre, se entregó a los Generales y demás jefes, oficiales y tropa que tomaron parte en el movimiento desde $85.000, para abajo en dinero contante, como premio a la traición.

Y esto mismo se repitió al año siguiente para desmoralizar las fuerzas con que el pueblo unánime de la Prov. de B. Aires, tenía sitiado a ese gobierno usurpador, dentro de la Capital. Empezó a consumarse con el Comodoro Coe Jefe de la Escuadra que bloqueaba a la ciudad, quien recibió del Gobierno 26.000 onzas de oro como retribución de su felonía. (Ruiz Moreno).

Ambos, malgrado el régimen de la Constitución, confiscaron los bienes de sus rivales políticos, y ordenaron ol sacrificio, sin forma de juicio, de las vidas do sus adversarios, prisioneros y rendidos.

Ambos proclamaron y consumaron, la ley del exterminio a muerte del hombro autóctono argentino. En efecto después del triunfo de los usurpadores, el año 1861, Sarmiento le escribía a Mitre en documento público: "No trate de economizar sangro de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer para bien del país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos."

Ambos disociaron, desintegraron y retardaron política y moralmente la unidad y el progreso material del país.

Ambos desaparecieron del escenario, dejando a la Nación regida por leyes por ellos prostituidos, sometido a directivas, procedimientos y dictados de gobierno discrecionales, y dividida por desintegrantes y exasperados odios y pasiones, cuya secuela la constituye el profundo caos, la corrupción, el ludibrio y la bancarrota general en que hoy se debate angustiosamente la supervivencia misma de la Patria.

Ambos se identificaron y complementaron así, tanto en la grandeza de la mistificación histórica, como en la encumbrada prominencia de sus virtudes negativas, y en la inconmensurable trascendencia de los daños derivados de su prolongada acción destructora.

Y ambos, en fin, a su modo idénticos luteranos, evangelistas, demócratas profesionales, simularon el culto de sus abnegados postulados con tanto fervor que desde su iniciación política el año 52, y en el curso de todos los años de su posterior y larga existencia, subsistieron austera y púdicamente de los suculentos jornales del Estado.

Estos son, a grandes rasgos, recogidos de una ligera glosa de los Juicios que merecieron a sus conciudadanos los ribetes objetivos que delinean la figura pública de estos dos exponentes de la facción oligárquica-unitaria, que pensaron, legislaron, escribieron y gobernaron con despótica impunidad, se puede decir que por 50 años, al país, y que por último impusieron sus denigrantes dicterios por encima de la verdad, para encumbrar sus personalidades y su gloria apócrifa por encima de la dignidad y hasta de la existencia misma de la República Argentina…

…Sin embargo señalaremos que el recurso que con más eficacia ha servido al éxito y a la consolidación de la fraguada aureola póstuma de sus héroes, no está, ni podrá afirmarse nunca, en la huera exaltación póstuma de la verborragia parlamentaria, o de la copiosa producción literaria con que ellos procuraron cohonestar la falta de probidad cívica, y de virtudes patrióticas de que totalmente carecieron.

Él finca en la descomunal audacia con que procedieron a estructurar impunemente la fuerza despótica de su dominio político, en el previo relajamiento de la unidad sagrada de los vínculos espirituales y morales, que sustentaron hasta Caseros, la gravitación integral de la patria

Quebrantada esa unidad, que es la que había presidido  en obra y concepto el proceso real de nuestra historia, fácil le fue, para servir a sus designios, desglosar de ella el período  de la llamada ‘época de Rosas’…

Sino, abrévese en lo documentado puntillosamente y hasta el hartazgo para oprobio del unitarismo hueco de fundamentación documental en sus grandilocuencia de sus arrebatos orales, por José María ROSA en su trabajo “Defensa y Pérdida de nuestra Independencia Económica” respecto a que al momento de la caída del gobierno de Rosas, la economía del país era harto floreciente gracias a la Ley de Aduana de 1835 y de otras medidas protectoras como la prohibición de exportar oro y plata. Las provincias crecían en sus producciones, en sus manufacturas.

Como bien dice Carlos A. ELIZAGARAY, Rosas debe explicarle a Ferré y a otros litoraleños que si bien Buenos Aires continuaba con el control de la Aduana, ello se debía, necesariamente, a cumplir con lo requerido por el ejército nacional, las relaciones exteriores y lo que necesitaban las provincias (no olvidemos, aclaramos por si hiciera falta que la Confederación estaba por aquellos años de 1834-1835-1836 en guerras internacionales que atacaban a la Confederación Argentina por el oeste, norte y este del país).

Pero Rosas, a cambio del control aduanero, imponía severos impuestos a las importaciones de artículos similares a los que se producían en el país, generando el florecimiento de industrias y artesanías del interior. Crece así el comercio interior y multiplica el trabajo y aumentan las inmigraciones de Europa y América, concluye el citado autor.

El país era un enorme taller industrial que nos permitía exportar nuestros productos no solo a Europa, sino también a las naciones del Pacífico, expresado con asombro hasta por los políticos extranjeros que viajaban permanentemente por nuestro territorio, a pesar que muchas de las decisiones económicas dictadas por el gobierno de Rosas que favorecían a todo el interior iba en contra de los intereses particulares del propio Rosas y de los hacendados de Buenos Aires que vivían de la exportación de sus productos ganaderos. El patriotismo de Rosas se hizo irrebatible e incontrastable.

. …Ahora bien, - sigue diciendo LAGOS- esa cuña de sombra así falsificada e incrustada, interrumpiendo la continuidad de nuestra tradición integral, es la que ha servido de trampolín después de la caída de Rosas, para elevar, magnificar y exaltar discrecionalmente, a aquellos que fueron sus contradictores primero, y luego sus hábiles detractores, en la incipiente hora de la adolescencia y de los albores orgánicos de la sociedad argentina…

…Y bien; hombres que como ya hemos visto llegaron hasta la temeridad de atentar contra la integridad del patrimonio. ¿Cómo habrían de haber trepidado después, en falsificar la historia para exculpar sus crímenes, y justificar sus títulos a la exaltación póstuma que se habían preparado?

Cuando Rosas sentía tambalear su lucha contra los argentinos en la ofensiva francesa de 1840 junto a sus ‘empleados’ unitarios dijo:  "-La guerra que se preparara contra el país es guerra sin padre para hijo, ni hijo para padre. El honor de los pueblos, consiste en salvar a cualquier costa, los atributos de su independencia, de su elevación moral y de su libertad". "Yo mismo clavaría el puñal en el pecho de mi hija, si la viera ante ese deber, acusar alguna cobardía-”.

En consonancia a lo expresado profusamente por Lauro LAGOS, agreguemos que los intereses británicos y franceses encontraron una correa de transmisión en los iluministas masones como Mitre, Sarmiento y Vicente F. López, quienes fueron los pioneros en este rol, seguidos por otros actores que mencionamos anteriormente, en las postrimerías del siglo XIX y principios del XX.

Estos contaron con un brazo de ejecución material: los ‘sicaros’ orientales, como venimos demostrando. Mercenarios muy bien pagados, por otra parte.

De forma paralela, el otro brazo ejecutor fue el educativo, que consistió en la invención de una historia impuesta, con héroes inexistentes. Para ello, formaron una pléyade de intelectuales señoriales y solemnes, con la mirada puesta allende los mares, orientados hacia sus admiradas Francia e Inglaterra, ajenos a su propio terruño.

No en cuanto a sus descripciones geográficas —que eran literariamente impecables—, sino en lo relativo a la integridad física y autónoma de esas tierras, desgarradas de su hispanismo originario, de su cristianismo fundante y sometidas económicamente al centralismo porteño, que actuaba como amanuense de sus patrones británicos y franceses, a través de la banca internacional y una masonería disolvente.

Sigue diciendo, en tal sentido, el citado autor Lauro LAGOS: “Nuestra querida y soberana Confederación Argentina se enfrentó a varias guerras internacionales contra una turba cosmopolita, mercenaria, materialista  y masónica (léase, liberales en España, Comunistas en Francia, Carbonarios en la Italia garibaldina) junto a los emigrados cómodamente instalados y a salvo en Montevideo que secundaron y alentaron las invasiones de los imperios, incluido el del Brasil”.

El masón Mitre saludaba la intervención mercenaria de su hermano 33, el masón Garibaldi diciendo que “La Francia, la Gran Bretaña y el Brasil le prestaron su apoyo, dándose cita, en su recinto sagrado, para combatir por su causa todas las razas viriles de la tierra que persiguen un ideal”.

Esta lastimosa declaración es transcripta por José M. NIÑO, en su libro ‘Mitre’, tomo I, pag.177)

Y esa agresión masónica viene ya desde el año 1806. Los ingleses si bien perdieron en ese año y al año siguiente 1807, las batallas militares, no perdieron el tiempo, dejaron sembrada su penetración ideológica en estas tierras con un sentido político de largo aliento: dejaron fundadas tres logias: "La estrella del Sur", frente a la Iglesia de San Juan; "Los hijos del Hirán", en el barrio de Montserrat, y la orden de "Los sublimes caballeros templarios-. Se trataba de centros masónicos destinados a propagar las ideas liberales en América (por supuesto, no en Inglaterra donde dichas ideas no hacían mella pues era su arma ideológica y cultural utilizada como ariete fuera de sus tierras).   

Como tan bien expresara con agudeza el P. Luis Moisés JARDÍN LAHETJUZAN en un trabajo suyo ‘La Dependencia’ algunos de cuyos párrafos pertinentes aquí transcribimos:

“Históricamente, el liberalismo fue un instrumento dócil y cómplice en las manos del imperialismo inglés. Desde los días de Mayo hubo una infiltración de la masonería en las Provincias Unidas.

“Ellos apoyaron la agresión de la escuadra anglo-francesa a estas tierras.

“Ellos, masones, liberales, convencieron a Lavalle (“espada sin cabeza” lo llamo San Martin) de asesinar a Dorrego. Fueron los liberales los mayores enemigos de la Confederación Argentina en favor de Inglaterra.

“Los indígenas llamaban al Restaurador "el Padrecito Rosas”. Después de Caseros se hizo un continuo exterminio de las tribus indígenas. Fue el liberalismo extranjerizante y perverso el que llevo la guerra de la triple alianza al pueblo más alfabetizado y con mayor tecnología industrial de la Hispanoamérica, guerra vergonzosa e injusta al heroico pueblo paraguayo. Inglaterra no quería competencia, los liberales hicieron el trabajo sucio y reafirmaron la subordinación a la Pérfida Albión.

“Fuero los liberales quienes persiguieron y diezmaron a los criollos, con la leva tiránica y bestial que se tenga memoria

“El liberalismo busca, quiere, trabaja, por el sometimiento de los pueblos a las internacionales del dinero.

“Para el liberal la usura es lícita y la explotación del obrero necesaria. Limitación de hijos imprescindible, la existencia de pobres un delito, la lealtad y la palabra empeñada una estupidez. El negociado, el robo legal, la trampa,  una forma de vida.

“Pero eso si, han de aparentar ser un señor,  tal como indicaban los ingleses a los funcionarios jefes de los ferrocarriles cuando eran de ellos, aunque fuese un bruto grosero debía mostrarse como un señor. Nuestros liberales los imitaban.

“El liberalismo  finge bondad y  decencia  pero es cruel y profundamente  corrupto.                

“Nuestra patria ha sido sometida por estos indeseables a un creciente sometimiento de los poderosos de la tierra. Es necesario recuperar la independencia.

“Para ser independientes debemos asumir los principios que nos dieron el ser: Nuestro origen hispánico, nuestra gran herencia de la Fe, que mira a toda persona como lo que es : una criatura capaz de ser redimida y ser un hijo de Dios.

“Heredamos el maravilloso, fecundo idioma castellano. Tenemos el deseo, la nostalgia de un Jefe que una la Fe y La Patria, para respetarlo y seguirlo. Aunque  muchos no lo sepan en nuestro espíritu algo de soldados, por eso nos honraba hacer el servicio militar obligatorio.

“Hemos de asumir el estilo de vida que hicieron los fundadores y libertadores, al enseñarnos que la vida es un acto de servicio tal como lo mostro  el General San Martin al libertar la Patria, esta Patria que defendió Don Juan Manuel de Rosas, cuyo doctrinario fue el Libertador.

“Debemos recuperar la Patria, la que quería el primer federal, el protector de los pueblos libres, Don José Gervasio Artigas, que afirmó : "el gaucho más desgraciado debe ser el más favorecido " , la que libertó de la España de las cortes masónicas el Gran Capitán, que nos dijo : "serás lo que debes ser, o sino no serás nada".

De tal modo y consonancia a lo manifestado, al decir de FONT EZCURRA, “en materia histórica no puede existir prescripción contra el error. Admitirla significaría suponer que el error consumado o por el hecho de consolidarse puede convertirse en verdad, como ocurre con ciertos fallos judiciales”.

Comenta, entonces, Héctor A. LLAMBÍAS que la primera obligación de la inteligencia argentina consiste en la glorificación-no ya rehabilitación- del gran caudillo, que decidió nuestro destino nacional utilizando las justas reflexiones de Ernesto Palacio. Allí, recién allí, se  producirá la definitiva alborada de nuestra conciencia nacional.

“Los pueblos deben, a los jefes y conductores que verdaderamente los amaron y sirvieron con todas sus energías, piadoso recuerdo y gratitud perenne. Rosas sirvió a la Patria; con su inquebrantable firmeza la supo salvar en las horas más terribles, veneró las tradiciones nacionales y restauro aquella unidad que torpes ideólogos habían despedazado.

“Y sobre todo, amo fraternal y cristianamente al pueblo criollo, a ese mismo pueblo al que aborrecieron sus adversarios y al que desprecian hoy, los esmirriados descendientes de estos.

“Los actuales enemigos de Rosas, que aún quedan, prisioneros de ideologías sino de intereses, mantienen bien la conjuración del odio, Pero sus opiniones ya no son juicios históricos sino diatribas desesperadas”..

Como diría el ‘Ausente’ ha pasado ya la época de ir ‘contra’ o ser ‘anti’. Es la hora de ir ‘por’, a afirmar algo que peligra. Solo los que afirman pueden triunfar. No es hora de ‘resistir’, de defenderse. Con ello solo se retrocede. Solo los que afirman, dan testimonio, avanzan. Los que van por el enemigo acérrimo de la patria son solo los que avanzan y reconquistan.

Estamos ante una guerra solapada, silente en algunos casos por eso, el que no avanza y conquista, retrocede. El que cree, afirma. Argentina es una tarea a reconquistar y como diría José Antonio PRIMO DE RIVERA, “Una nación es siempre un quehacer”.

Y si se trata no solo de ser ‘anti’ sino de afirmar, remitimos a un trabajo nuestro anterior “El Empirismo Organizador Como Base Para La Restauración De La Soberanía Nacional” que tan bien estructuró el Restaurador de las Leyes.

https://elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com/2019/02/el-empirismo-organizador-como-base-para_27.html

Alli, basándonos en el pensamiento pro-activo de San Martín y Rosas, entre otros explicamos las conductas necesarias a instrumentar como principio de recupero de nuestras decisiones soberanas, como por ejemplo, en temas de educación, autores varios que formarán en conciencia histórica a nuestros jóvenes.

En temas de geopolítica, utilizar como principio rector el ‘Sistema de Reciprocidad’ entre naciones, saliéndonos de cuanto organismo internacional masónico quiera embretar nuestros poderes de decisión y de regulaciones legales, como las Naciones Unidas, FMI, Banco Mundial, etc y todas las derivaciones de Organismos del ‘mundo-uno’ sinárquicos. Nulidad absoluta de la Constitución Nacional de 1853 y 1860 producto derivado del aborto de nuestro régimen institucional legal el día 3 de Febrero de 1852, origen de la mordaza legal a nuestra soberanía, desde entonces, retomándose como base legal los Pactos Federales y desde allí articular nuevas leyes sobre dichas normas colectivas.

Utilizar como representación pública política las derivadas de los Municipios, gremios y sociedades intermedias, dando por terminadas las falsas representaciones partidocráticas,

En materia de economía, se deberá sanear la misma, nuestro sistema económico recuperando el control y valor de nuestra moneda, del crédito, cuyo ‘patrón’ será nuestro trabajo y producción asi como denunciar como falsa la pretendida ‘deuda externa’ como bien se ha probado en la ‘Doctrina Espeche’ y el caso ‘Olmo’. El capital lo tenemos y es el producido a diario por el trabajo de sus habitantes, etc.

(Para profundizar mas sobre el tema, invitamos a los lectores al trabajo digital mencionado).

No hay reposo. Debemos ir en unión al encuentro de la patria. El móvil de nuestras acciones es legar a los que nos sucedan una patria soberana mejor de la que hemos recibido. El pequeño destino de cada uno, personal, se encuadra inserto en el destino de todos y, paradojalmente, por ser de todos debe ser uno: una unidad de destino en lo universal.

Por todo ello, es nuestra obligación transmitir a la Nación y a sus ciudadanos, especialmente a los jóvenes, los hechos históricos tal como realmente ocurrieron. De no hacerlo, estaremos formando una generación de descreídos, nihilistas, desconectados de su realidad y de sus raíces fundantes; resentidos, escépticos y desarraigados, como tan bien señalaba Ernesto Palacio.  Esto no solo afectará su identidad y, por ende, su futuro, sino que también contribuirá a su descristianización.

Por ello, como bien decía Fernando GARCÍA DELLA COSTA,  ante la falsificación denodada de nuestra historia, ante la impostura execrable llevada al aula, y cátedras, no basta –diríamos nosotros- repatriar los restos de Rosas, como se hizo, sino que es necesario repatriar la ‘inteligencia’ argentina, a través de una persistente y machacona enseñanza de nuestra historia real y no novelada como se ha hecho hasta ahora.

Dice bien el citado autor que “solo la comprensión de lo que Rosas es y fue, ya involucra una profunda revolución del alma argentina que le va a permitir descubrir su destino, al intuir el rumbo de su marcha histórica. Repatriada la ‘inteligencia’ argentina hace falta –nuevamente y siempre acotamos- repatriar el pensamiento nacional, el saber del pueblo como lo han venido haciendo ilustres historiadores nacionales”.

Falta que la justicia se vea reflejada “desbrozando los programas de enseñanza de la historia de toda novelística con que se ha pretendido confundir a tantas generaciones de argentinos para cohonestar el abandono del rumbo nacional de la enderecera de la soberanía, de paz y de grandeza que don Juan Manuel de Rosas había señalado, y que Caseros truncó..”. Esto fue escrito en 1951, y todavía esperamos…¿Llegará ese día, algún día? Nos preguntamos.

Esto es, no solo repatriar el cuerpo, como se hizo, sino repatriar la historia nacional hundida en los abismos de la mentira. Así, el Restaurador será venerado por todo el pueblo, públicamente, respetando su memoria como agradecimiento al dar su vida por su nación.

Porque no alcanza, como se dijo, con la reparación material (haber traído sus restos al país) sino desarmar la retórica vana y vacua de los pseudo-historiadores bien pagados por las usinas masónicas que desde las aulas, diarios y libros siguen desfigurando la verdad histórica omitiendo con sus silencios documentos que niegan una y otra vez, sus escritos.

De lo contrario, de no suceder, todo ello, toda esa abulia y descreimiento hasta hoy, constituye una traición profunda y absoluta: una TRAICIÓN RAIGAL, un crimen gravísimo contra la Nación, perpetrado en función de intereses coyunturales, circunstanciales o partidarios, pero también en defensa de los intereses permanentes y continuos de la banca, de los imperios extranjeros de todo tipo, ávidos de colonizarnos, de la masonería disolvente y de los iluministas que, al colocar al hombre y su razón en el centro del mundo, vaciaron al ser humano de su fe.

Y, como señalara el General San Martín, “…tal felonía, ni el sepulcro la podrá hacer desaparecer…”.

Beatriz Celina DOALLO  al respecto sintetiza en un somero racconto que “ a lo largo de la historia argentina, la traición a la Patria ha tomado diversos formas y se revestido de muchos rostros. Curiosamente, casi todos lo episodios de la traición ocurridos a partir del 25 de Mayo de 1810 y hasta fines del siglo XIX, al pasar por la hábil pluma de celebres historiadores se convirtieron en hechos heroicos, merecedores de figurar en los textos de la misma categoría que la batalla de San Lorenzo o el cruce de los Andes por el Ejército Libertador”.

A lo largo de este trabajo, y comentando lo que sabiamente han probado distintos historiadores, el Unitarismo triunfante con Sarmiento y Mitre a la cabeza, con posterioridad al triunfo militar se abocaron en crean, en inventar una historia. Inventados los héroes, inventados los tiranos y bárbaros.

Y para ello, no solo se volcaron literariamente a darle valores a personajes y hechos que no los tuvieron, sino que apoyaron sus discursos rimbombantes con el nombramiento de cuantas plazas, monumentos, calles, parques, escuelas, pueblos, ciudades y hasta partidos municipales, se cruzaban en sus caminos.

Al respecto, es interesante un meduloso trabajo de Jorge Oscar CANIDO. El autor conocedor de la ciudad de Buenos Aires, basado en documentación y trabajo de campo, se tomó el tiempo para analizar –solo en la ciudad- los homenajes a Sarmiento que se le hicieron tanto en vida como después de su  muerte, nombrando decenas de lugares de la ciudad con su nombre, para resaltar mas aún si cabe, la Historia Oficial sobre este personaje nefasto para nuestra soberanía, haciéndolo acreedor a méritos inexistentes.

Apenas finalizada la batalla de Caseros, en 1852 comenzó a estructurarse la falsedad de méritos, de cualidades de los ganadores de la batalla y deméritos adjetivados hasta el hartazgo de los federales caídos y de lo que ellos representaban.

Dice el autor citado que “ha nacido LA HISTORIA OFICIAL: la verdad, la mentira y la omisión, son las tres armas que preclaros historiadores ponen al servicio de lo que Jauretche anatematizó como la intelligenzia, se escriben libros, notas periodísticas y textos de estudio que generaron una juventud que ignoraba la propia historia de su país. Son silenciadas las voces esporádicas que se alzan para esclarecer la conjura de la mendacidad y el silencio. …

“Al servicio de esta historia se encuentran aún hoy los medios de difusión masiva, con grandes espacios de publicidad, entrevistas, notas y críticas al servicio de cuanto escriba mediático se presente a llenar algunas páginas; no importa el rigor histórico, lo que ha generado pocos debates públicos. Y algunos historiadores que merecen el respeto de la ciudadanía, sólo que tienen otra óptica, no descienden a utilizar las armas señaladas en el párrafo precedente.

“Mientras, los historiadores e investigadores del campo nacional no tienen editoriales, ni canonjías que les permitan dedicarse, sin apremios económicos, a esclarecer la verdad que subyace bajo tanto silencio ominoso, ni tampoco tienen cabida en los medios, y por ende son ignorados por años.

“Corría 1855 cuando en el pueblo de Belgrano se bautiza a una calle como Tres de Febrero, es decir que las distintas autoridades de la Gran Aldea, el Pueblo de Flores y el de Belgrano, por su cuenta, comienzan la ciclópea tarea de incorporar en los lugares públicos de la ciudad a todo unitario que haya tenido alguna actuación en su lucha contra Rosas, se resaltan todas batallas ganadas por los celestes y luego por los liberales …..

“Luego le corresponde el turno a Caseros, denominación establecida en 1857, recordando el derrocamiento de Rosas a manos de Urquiza con su Ejército Grande y clara intervención del Imperio del Brasil, y paralelamente se le pone el nombre de Rivadavia al Camino Real o Federación o Camino del General Quiroga.

“Años más tarde se produce el gran debate por el destino de las tierras de Palermo de San Benito, y mediante la sanción de la Ley 658, aIlá por 1875, se consagra el triunfo de Sarmiento sobre Rawson, siendo su proyecto eI que, puesto en marcha, denomina a las tierras que fueran de Rosas como Parque Tres de Febrero, da así comienzo una casi burda revancha, construyendo hitos que conformaron un ámbito cuasi sarmientino y con seguridad de ensañamiento antirrosista.

“El Plano de Uzal de 1879 recoge la Avenida Sarmiento en lugar de la De las Palmeras, que daba entrada a las tierras de Rosas y a su casa, convirtiéndose en un homenaje en vida para el sanjuanino, cosa tan criticable, cuando la Sala de Representantes le puso Paseo de la Encarnación al de la Alameda y Rosas a la calle Biblioteca.

“Sin embargo, es de suma importancia saber que el Restaurador de las Leyes hizo cambiar las denominaciones por Paseo de Julio (hoy Alem) y Estanislao López (hoy Moreno) respectivamente a ambas, lo que implica que si tenía un ego superlativo, en este cas no se notó.

“Y así continuó hasta el presente la casa de Rosas, mientras existió, ubicada en la Avenida que homenajeaba a su adversario, sin que a nadie se le ocurriera objetar la falta de humildad y ética del arquetipo del educador argentino……

Recordemos en el 3 de Febrero (fecha elegida adrede) de 1899 el intendente Bullrich hizo dinamitar el Caserón de Rosas, demostrando su odio infinito a todo lo que huela Federal.

“Así fue que la Ordenanza del 28 de octubre de 1904 impuso nombres a varios cientos de calles (avenidas, calles y cortadas), con lo que comenzó otra etapa pues con ellos se recordaban triunfos unitarios sobre los federales con sus diversas variantes, como la calle Libres, que recuerda el alzamiento de los unitarios en 1839, pese a ser derrotados.

“Otras denominaciones fueron: Oncativo, donde el general José María Paz triunfa sobre Facundo Quiroga; Angaco, el coronel unitario Acha derrota al ejército federal de Aldao en 1841; Yeruá, victoria de Lavalle sobre las fuerzas federales en 1839; Caaguazu, donde Pascual Echagüe es derrotado por el general Paz; Manuel Osorio, general brasileño que tuvo la "virtud" de luchar contra la Argentina en Ituzaingó y en Caseros; Tonelero, recuerda la batalla perdida frente a la flota Imperial Brasileña. En el puente de mando se hallaban los generales Wenceslao Paunero, Bartolomé Mitre y Domingo F. Sarmiento.

“En 1904 y en virtud del dictado de la Ordenanza del 27 de mayo, se denomina Italia a la plazoleta en la que se iba a instalar la estatua ecuestre de José Garibaldi, mercenario del Brasil, que luchó contra Rosas y contra el almirante Brown (a quien luego, en su carácter de súbdito británico, se le prohibió volver a empuñar las armas para defender a la Argentina, como lo había hecho por más de treinta años)….

“Por Ordenanza del 20 de febrero de 1911 se denomina Domingo Faustino Sarmiento a la calle Cuyo, con lo cual durante unos meses hubo dos calles y una avenida que homenajeaban al prócer sanjuanino, hasta que el 12 de mayo de ese año se le impuso el nombre de Coronel Salvadores a la calle de La Boca. Se fundamentó la medida en que, en la ex Cuyo, se encontraba la casa de Sarmiento, argumento de ninguna validez cuando se trata de Rosas.

“En el Rosedal se instala un bajorrelieve realizado por el escultor E. Peynot, cuyo destinatario también es el sanjuanino.

“Esta reiteración de homenajes deja al desnudo la intencionalidad de lograr una cobertura ideológica, ocupando espacios de los que pensaban distinto.

“Al promediar el año 1930 se decide establecer una plaza en Liniers, que llevará el nombre de Domingo Faustino Sarmiento. …. Tres años más tarde se decide homenajear al maestro de América y se denomina a una calle como El Maestro, previa declaración de Sarmiento como el arquetipo del maestro en el continente. …

“En 1938 se recuerda a nuestra Fragata Escuela Domingo Faustino Sarmiento, que no sólo es un homenaje en sí misma, sino que en ese año se designa a una calle con el nombre de la Fragata.

“Y hasta la fecha no ha parado este afán de otorgarle distinciones, hasta repetidas, al sanjuanino, o denominaciones que ataquen a la memoria de Rosas, como la calle Libres del Sur, cuya denominación se establece en 1939.

“En 1940 se quiere homenajear a la madre del sanjuanino y mediante la or-denanza 11.847 se denomina a una calle Paula Albarracín de Sarmiento.

“En virtud de la sanción de la Ordenanza N° 16.388 se realizan dos homenajes más, uno al denominar El Profeta de la Pampa, libro de Ricardo Rojas dedicado a Sarmiento, y Recuerdos de Provincia, a sendas calles de la ciu-dad.

“Luego se le dedica una plaza en el barrio de Agronomía al Capitán Domingo Fidel Sarmiento, por la ordenanza 22.111.

“En 1980, en el Parque Domingo Faustino Sarmiento, ubicado en Balbin, Gral.Paz, Galván, Larralde y Andonaegui, se instala un busto del prócer homonimo.

“Una Asociación de Fomento donó un busto dedicado a Sarmiento, realizado por el escultor Adhemar Dameno Peláez e instalado en el Parque Chacabuco.

“La calle Once de Septiembre de 1888 que recuerda la fecha de fallecimiento de Sarmiento.

“No se termina aquí la cantidad de homenajes que directa o indirectamente recibiera la figura del maestro, a continuación figuran los institutos de enseñanza que ostentan su recuerdo y homenaje: Escuela N° 2 Domingo E Sarmiento Escuela N° 25 Paula Albarracín de Sarmiento Escuela N° 7 Recuerdos de Provincia Escuela N° 9 "Dominguito" Liceo N° 7 Domingo F. Sarmiento Escuela Técnica N° 8 P. A. de Sarmiento

“Además, el Teatro Sarmiento, la Biblioteca Sarmiento del Jardín Zoológico Eduardo Ladislao Holmberg y algunos más que se han escapado a esta nómina.

“Homenajes directos e indirectos a Domingo Faustino Sarmiento

1. Avenida SARMIENTO (antes De las Palmeras). Plano 1879 Tierras y casa de Rosas.

2. Calle SARMIENTO (antes Cuyo). 20-I -1911, porque estaba su casa.

3. Calle EL MAESTRO. Ord. 5.295 (BM. 3522) 24-X11-1933. Tornado como

arquetipo del Maestro en América.

4. Calle 11 DE SEPT EMBRE DE 1888. Dto. 44.645. Día de su fallecimiento.

. 44.645 (61M. 18.938) 22-X -1990

5.Calle FACUNDO. Ord. 1344 (3M. 684) 28-XI-1925 (por el libro).

6.Calle EL CHACHO. Ord. 1344 (BM. 684) 28-X I-1925 (por un capítulo del libro)

7- Calle EL RASTREADOR. Ord. 1334-28-12-1925 (por un capítulo del libro).

8-calle LOS RECUERDOS. Ord. 1334-28-12-1925

9. Calle RECUERDOS DE PROVINCIA. Ord. 16.388 (BM. 11.425) 27-VII-1960 (por el libro).

10. Parque PRESIDENTE SARMIENTO. Ord. 35.523 (BM. 16 210) 30-1-1980 (Balbín, Gral. Paz, Galván, Republiquetas y Andonaegui. Barrio Saa-vedra).

11. Plaza SARMIENTO. Ord. 3.952, 27-VI-1930 (Cosquín, Tuyutí, Humaitá y El Rastreador. Barrio Liniers)

12. Plaza EL MAESTRO. Ord. 15.958, 18.862, 20.369 (BM. 11.292) 23-XII-1959 (Calderón de la Barca, Ramón Lista y Beiró. Villa Devoto).

13. Monumento a Sarmiento. Del Libertador y Av. Sarmiento (donde estaba la casa de Rosas).

14. Monumento a Sarmiento. Del Rosedal. En tierras de Rosas.

15. Busto a Sarmiento. Zoológico. 16. Busto a Sarmiento. Parque Chacabuco. 17. Calle Fragata Presidente Sarmiento. Ord. 9.987 (BM. 5.365) 27-X11-1938. 18. Calle Paula Albarracín de Sarmiento. Ord. 11.896 (BM. 6.037) 19-XI-1940 (antes Doña Paula).

19. Plaza Domingo Fidel Sarmiento. Ord. 22.111 (BM. 12.993) 25-1-1967 (Berlín, Gándara, Gamarra y Marcella. Barrio de Agronomía).

20. Calle EL PROFETA DE LA PAMPA. Ord. 16.388 (BM. 11.425) 27-VII-1960 (libro de Ricardo Rojas dedicado a Sarmiento).

21. Escuela N° 2 Domingo E Sarmiento

22. Escuela N° 25 Paula Albarracín de Sarmiento

23. Escuela N° 7 Recuerdos de Provincia.

24. Escuela N° 9 "Dominguito".

25. Liceo N° 7 Domingo F. Sarmiento.

26. Escuela Técnica N° 8 R A. de Sarmiento.

27. Teatro Sarmiento 28. Placas: Varias, pero se destaca la de la Plaza Lavalle.

“Nota. Sarmiento tiene más homenajes que San Martín, Moreno y Belgrano juntos.

“Fuentes para corroborar las citas de las denominaciones Homenajes directos e indirectos a Domingo Faustino Sarmiento

1. Avenida SARMIENTO (antes De las Palmeras). Plano 1879 Tierras y ca-sa de Rosas.

2. Calle SARMIENTO (antes Cuyo). 20-11-1911, porque estaba su casa.

3. Calle EL MAESTRO. Ord. 5.295 (BM. 3522) 24-X11-1933. Tomado como arquetipo del Maestro en América.

4. Calle 11 DE SEPTIEMBRE DE 1888. Dto. Odr. 44.645 (BM. 18.938) 22-XI-1990. Día de su fallecimiento.

5. Calle FACUNDO. Ord. 1344 (BM. 684) 28-XII-1925 (por el libro).

6. Calle EL CHACHO. Ord. 1344 (BM. 684) 28-XII-1925 (por un capítulo del libro).

7. Calle EL RASTREADOR. Ord. 1344 (BM. 684) 28-XII-1925 (por un capí-tulo del libro).

8. Calle LOS RECUERDOS. Ord. 1344 (BM. 684) 28-X11-1925 (por el libro).

“Denominaciones que destacan el resentimiento y la revancha contra Rosas y los Federales

1. Parque Tres de Febrero. Ley Nacional N° 658. Abarca casi todas las tierras de Rosas.

2. Calle Tres de Febrero. Plano año 1855.

3. Avenida Caseros. Acta 25-VIII-1857.

4. Calle Libres. Ord. 28-X-1904. Recuerda el alzamiento y la derrota unitaria de 1839.

5. Calle Libres del Sur. Ord. 10.743 (BM. 5.670) 3-XI-1939. Idem anterior.

6. Plaza Libres del Sur. Ord. 50.231 (BM. 20.210) 8-XII-1995. Idem anterior.

7. Calle General Manuel Osorio. Ord. 8-X-1904 (General Brasileño que luchó contra la Argentina en Ituzaingó y en Caseros).

8. Calle Tonelero. Ord. 28-X-1904 (Batalla perdida frente a la Flota Imperial Brasileña. En el puente de mando se hallaban los Generales Wen-ceslao Paunero, Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento. En Botafogo -Río de Janeiro- se homenajea la misma batalla... ¿Quién se equivoca?)

9. Calle Oncativo. Ord. 28-X-1904. El General Paz derrota a Quiroga.

10. Calle Angaco. Ord. 28-X-1904. El Coronel unitario Acha derrota al Ejército Federal de Aldao en 1841.

11. Calle Yeruá. Ord. 28-X-1904. El General Lavalle derrota a los Federa-les -1839-. 12. Calle Caaguazú. Ord. 2.390 (BM. 1.327). El General Paz derrota a Pascual Echagüe -1841-.

13. Calle Don Cristóbal. Ord. 2.390 (BM. 1.327) El General Lavalle derrota a los Federales de Pascual Echagüe -1840-“.

Debemos hacer dos aclaraciones: estos homenajes ditirámbicos son solo de Sarmiento y solo en la Capital Federal. Por ello debemos sumar iguales homenajes a Bartolomé Mitre y otros conspicuos traidores a la patria cuyos nombres pululan por todo el país.

De cosecha personal, si se me permite esta pequeña nota autorreferencial,  puedo agregar dos homenajes – y que pone en evidencia que seguimos siendo una colonia- que llevaron a quien esto suscribe a enviar sendas cartas a dos organismos que homenajean a Sarmiento. Por supuesto ninguna de ellas fue publicada o respondida.

La primera fue una carta al Director del Hospital de Clínicas Dr. Marcelo Melo el día 17 de octubre de 2018 (“Una decisión Lastimosa”):

“Buenas Tardes Dr. Melo, Mi nombre es Gonzalo V. Montoro Gil y estando el otro día por la entrada del Htal. de Clínicas me he encontrado con la desagradable sorpresa de ver un busto de Domingo F. Sarmiento. Dicho personaje se caracterizó por el odio manifiesto a la gente humilde diciendo que habría que matarlos a todos o dejarlos morir de hambre, a los pobres de los hospitales, a los asilados y a los huérfanos. Justo esa gente es la que concurre diariamente al Htal. ya que no tienen recursos para ir a una clínica privada. Le hago llegar las palabras de Sarmiento, muy lejanas a lo que promueve el Htal. y la condición de la gente que acude a diario. ¿Dígame Ud. si las palabras y pensamientos de esta persona ameritan que se le ponga un busto como homenaje, justo en un lugar donde acude la gente que él denostó?. Un acto noble para con todos los pacientes sería removerlo. Muchas Gracias. Lo saludo atte. Gonzalo V. Montoro Gil”

Acompañada a la carta enviada le hacía llegar al susodicho director las palabras de Sarmiento sobre la gente humilde con problemas de salud.

«Si los pobres de los hospitales, de los asilos, de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos? Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más de comer». Discurso en el Senado de Buenos Aires, 13 de septiembre de 1859.

Pensamientos y palabras del genocida Sarmiento. Lo que para él -y para los Unitarios- representaba el pueblo, su pobreza, los huérfanos: que se mueran todos ya que el "mendigo" es un "insecto, una hormiga". ¡¿ESE ES EL GRAN EDUCADOR?! Según la historiografía oficial Sarmiento (el llamado 'Gran Sanjuanino' (sic) 'El Padre de la Escuela' (sic) 'El Educador' (sic), etc) según la historiografía oficial) es homenajeado hoy como el 'Defensor de la Libertad y la Cultura' (sic) 



Como se explicitó, ninguna respuesta hubo a lo imputado al sanjuanino. El Unitarismo aplicó lo que siempre ha aplicado cuando se ve descubierto en las falacias históricas en las que suele caer…: “el silencio”

Los otros correos enviados fueron al Centro Naval y a las autoridades de la Armada Argentina, ambas el día 14 de Febrero del 2919 por una injuria y afrenta a la Nación Argentina en la cual mencionamos que

 “…. estando en otro día en los salones del Centro Naval, en su sede de Av. Córdoba he notado con sorpresa, estupor e indignación un cuadro de Domingo F. Sarmiento y un busto del mismo debajo de un amplio espejo presidiendo el salón de fiesta, en claro homenaje. La sorpresa y estupor, e indignación, resultan del hecho que el mencionado Sarmiento permanentemente en su vida denostó y ofendió a nuestra Marina. No creo que sea desconocido para las autoridades que el susodicho ha ofendido a nuestra Marina en varias ocasiones, a saber lo escrito en una oportunidad en el Diario “El Nacional” el 7 de mayo de 1879 “….las costas del sur no valdrán nunca la pena de crear para ellas una Marina. ¡Líbrenos de ello y guardémonos nosotros de intentarlo!…. El día que Buenos Aires vendió su escuadra hizo un acto de inteligencia que le honra. No debemos ser Nación marítima….” ( SARMIENTO, D. T. XLI pag. 165; T. XVI, pág 376.)

“Como puede leerse lo escrito por el sanjuanino, no amerita que nuestra querida Armada se humille brindándole un homenaje, una honra a quien nada estimaba a la Marina de su patria.

“Es más, en Setiembre de 1972 el entonces Director de la Escuela Naval, Capitán de Navío Roberto Ulloa, rindiendo homenaje a Sarmiento diciendo (sin saber si sabía lo que estaba diciendo) que ”…la demostración más que un deber de gratitud (¿?) implica, además, un compromiso de vigencia real. Aquí estamos para ratificar públicamente nuestra fe en los valores que defendió Sarmiento (sic), de los que la Escuela Naval Militar se siente custodio (resic), y así lo ha demostrado en su labor fecunda…” (Diario „La Nación‟, 12/9/1972). 

“No sabemos que gratitud, qué valores respecto a nuestra Armada, qué custodio de nuestra Armada ha sido Sarmiento como dice el mencionado Capitán Ulloa. El Capitán no puede haber ignorado la vida de aquel y sus palabras ofensivas que son de público conocimiento. 

“Persistir en el error es grave, pero siempre se está a tiempo de enmendarlos y la Armada Argentina puede hacerlo: Por favor, hágase honor a nuestra Armada y a todos los argentinos de bien y ORDENESE POR DONDE CORRESPONDA -y se haga conocer- que se saque de nuestras paredes cuadros y bustos de quien tanto insulto ha hecho a nuestra Marina ofendiendo a quienes dieron su vida por ella y a quienes hoy día forman ilustres, sus cuadros. No nos merecemos tamaño insulto.

“Mi padre ya fallecido, Vicente Montoro Hunt -ex miembro de la Promoción 75 de la Escuela Naval- no permitiría que en el presente yo no haga esta manifestación a Uds. No olvidemos las palabras del español  Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana  "Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla" . ¿Será que somos una nación con poca memoria por eso nos va como nos va?. “Saludo cordiales. Muy atentamente”.




 Estos dos ejemplos son una muestra más como la ‘Historia Oficial’ sigue en pie con autoridades que continúan denigrando a su propio pueblo invocando virtudes de quien las carece por completo, ahondando cada día más un relato sobre nuestra historia que dista mucho de ser verídico profundizando nuestra decadencia moral y nuestro destino de colonia….

Esta generación de falsificadores de nuestra historia, continúan como herederos de los viejos Unitarios alimentado la oligarquía que nos gobierna y que nos mantiene encadenados.

En tal sentido, si nuestro presente de decadente debemos recordar que “el presente es el resultado de causas pasadas y, a su vez, es la causa de efectos futuros”. Esta cita enfatiza la conexión intrínseca entre los diferentes tiempos, donde lo que vivimos ahora es una consecuencia de lo que ocurrió antes y será causa de lo que vendrá después. 

En tal sentido y como ya hemos dicho al comienzo de este trabajo, "Si quieres conocer la causa pasada, mira el efecto presente": Sugiere, en el tema histórico que estamos tratando, que para entender por qué algo es como es en el presente (nuestra debacle moral, ética, que nos lleva a una mayor desintegración como nación), debemos observar las acciones y las decisiones tomadas en el pasado (el triunfo de aquellas fuerzas expansivas imperiales a través de las guías de transmisión que fueron aquellos que dieron la espalda a su patria por 30 dineros coadyuvando a la invasión política, económica y territorial). El presente es una manifestación de esas causas anteriores. 

Del mismo modo que "Si quieres conocer un efecto futuro mira la causa presente" ello nos indica que para prever o influir en lo que sucederá en el futuro (recuperar nuestra soberanía absoluta), debemos analizar las acciones y las decisiones que estamos tomando en el presente, ya que estas son las causas que darán lugar a esos futuros efectos. 

Así como la lava brota del magma, del interior de la madre tierra y se expande; así el espíritu nacional brotará de nuestros genes y de nuestra historia (raíz de nuestro ser), expandiéndose, representando lo nuevo en lo eterno, transformando en formas y reafirmando en valores toda nuestra esencia humana y divina.

Si Dios ha hecho la creación es deber de los espíritus nacionales comprenderla, darle sentido (es decir, valorarla) ordenarla, y dar testimonio de ella dándola a conocer…

 

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