‘DICTADURA’ NO ES SINONIMO DE ‘TIRANÍA’
Usualmente
se ha usado –en forma errónea- como sinónimos ‘Dictadura’ y ‘Tiranía’,
cuando ambos términos no solo no describen o nombran un mismo sistema de
gobierno sino que en realidad son diametralmente distintos.
Ya
hemos hablado de sus disímiles significados en otro trabajo más amplio donde
otros autores han marcado sabiamente las diferencias.
Uno
de ellos Ernesto QUESADA para el cual en el fondo las dictaduras no son de su
agrado, en carta al escritor y político peruano Ricardo Palma el día 4-10-1898
le dice que él cree que… “Las dictaduras
no siempre son condenables, ni forzosamente degeneran en excesos o en crímenes:
un dictador no es, propiamente, más
que un presidente con poderes más extensos que la generalidad, y ese régimen
puede ser perfectamente constitucional, cuando está establecido en las leyes de
un país y funciona honestamente”.
Aunque
luego, yerra los conceptos de ‘Dictadura’ y ‘Tiranía’
entendiendo que un dictador y un tirano son lo mismo olvidando a los clásicos
que demuestran que no solo no son lo mismo sino que –justamente- la tiranía es la consecuencia necesaria de
la democracia que es el endiosamiento del número, estableciendo la ‘numerocracia’ como verdad absoluta en
política y que el tirano actúa en contra de los intereses públicos y a favor de
los personales. El tirano, accede y se mantiene en el gobierno por imposición y
contra los deseos e intereses de su pueblo.
“El tirano,
es una persona que es un intruso en el ejercicio del gobierno y que no ordena
al bien común la multitud que le está sometida sino al bien privado de él mismo”
(Santo Tomas de Aquino).
En
cambio, la Dictadura, como forma de
gobierno, tiene como base la toma de las riendas de un gobierno por una persona
que se hace visible, protegiendo el bien
común y con el apoyo legal de la gente que
le da la suma del poder, haciéndose responsable -el dictador- del éxito de su
gestión, muchas veces a costa de su vida si se equivoca. El dictador es
consecuencia de una necesidad expresada por el pueblo cansado de la anarquía en
un momento de nuestra sociedad y permanece en el gobierno mientras el pueblo le
brinda su apoyo al cuidado de los intereses públicos, políticos y económicos.
Así
Rosas todavía en Southampton en una entrevista que le realizara el escritor
chileno Vicente Pérez Rosales, le dice que la única forma de vivir en paz, los argentinos, es bajo un gobierno
absoluto.
Rosas
recibió las facultades extraordinarias a través de leyes sancionadas por la
Legislatura de la Provincia y ratificadas luego por un plebiscito en 1835, es
decir, una dictadura legal, mientras
que sus oponentes Unitarios, como el Gral. Paz, Lamadrid, etc. tenían también
las facultades extraordinarias pero no por leyes emanadas de plebiscito alguno
sino por la fuerza luego de haber tomado el gobierno de las provincias del
noroeste, a fuerza de matanzas y ejecuciones sin el menor apoyo popular. Esto
se ha olvidado y no se ha enseñado en las escuelas.
Entonces
queda acreditado que los Unitarios causaron –con el fusilamiento de Dorrego,
para comenzar- la aparición de gobiernos fuertes como el de Rosas, pedidos y
anhelados por nuestro pueblo. De allí la diferencia entre ‘Tiranía’ y
‘Dictadura’.
En
tal sentido, la ‘Dictadura’ es un
método de gobierno, un sistema de gobierno, pero legal que existe con el
beneplácito de la población. La ‘Tiranía’
no tiene sustento legal y se impone y se sostiene por la mera fuerza.
Rosas
fue un Dictador pues tuvo en las Facultades Extraordinarias y en la Suma del
Poder Público, la aquiescencia del pueblo todo a través del plebiscito.
Dermidio
GONZALEZ, escritor de la provincia de Corrientes nos ilustra diciendo que …"El general Rosas fue el primer
mandatario argentino que inició la unidad de la familia argentina, en una
confederación de provincias. Antes de la iniciativa del tratado del litoral de
1831, cada estado pugnaba por su independencia. Las provincias del Río de la
Plata, se dislocaban, se desunían en diversidad de tendencias y ambiciones
políticas. En este sentido, la condición social argentina hizo surgir la
personalidad de Rosas como un símbolo, como una bandera necesaria como un
estandarte incontrastable, cuyo propósito era secundar la acción emancipadora
de Mayo”.
Y la
Democracia, instrumento nefando de la ‘Tiranía’, es bien analizada en su teoría
y su praxis por el Prof. Antonio CAPONNETTO en especial y respecto a la falsía
de la llamada Democracia y su tiranía idolátrica que ella representa en su obra
―’La Perversión Democrática’― donde desgrana y analiza el nudo del mal, lo
maquiavélico que representa la llamada Democracia y el ocaso de las
civilizaciones occidentales.
Allí
claramente se pone sobre la mesa el pensamiento de los griegos en el sentido de
que la Democracia es forma impura de gobierno y corrupción de la República.
Ya
PLATÓN en ’La República’ afirmaba basándose en su actualidad que la Democracia
era una de las formas ilegítimas de gobierno, como clarísimamente se afirma, en
una forma gubernamental signada fatalmente por la tiranía del número, por el
desgobierno de la muchedumbre, por el desenfreno de las libertades, por el incremento
de los oclócratas y de los demagogos.
En
nuestra sociedad se ha divinizado cada vez más a la Democracia, pero el fin de
la sociedad –como dice CAPONNETTO- ―no es la Democracia sino el BIEN COMÚN. Si
un gobierno democrático no logra este fin no es un buen gobierno. Ahora, yo me
pregunto y pregúntese quien esto lea: ¿Ud. conoce algún gobierno democrático
que lo haya logrado?
Con
la aparición de la llamada Democracia, la tiranía del número y el anonimato
amordazan y oprimen a los ciudadanos volviendo irresponsable tanto a los
electores de sus elecciones como a los elegidos.
Siguiendo
al autor citado el mismo nos dice, trayéndonos un triste recuerdo, que en el
primer sufragio universal de la historia los electores eligieron a Barrabás y
crucificaron a Jesucristo.
“La vergüenza y la inmoralidad es el sufragio
universal, y la ideología ruinosa que lo sustenta, fruto del igualitarismo
amorfo y de la cuantofrenia más aborrecible. La vergüenza es plegarse a la
parodia sufragista, al totalitarismo de las mayorías arrebañadas por la
propaganda, a la enfermiza compulsión por optar cuando no hay bienes sino males
mayores y crecientes……La vergüenza e inmoralidad ―es adherir al condenado
constitucionalismo moderno insalvable en nuestra Constitución del 53 con sus
sucesivas reformas, a convalidar la representación partidocrática monopólica y
excluyente…―La aberración es admitir que la legitimidad de origen de un
gobierno depende de la adición discorde, anónima e indiscriminada de las
individualidades, homologadas todas rastreramente en el principio cuántico de
que un hombre es igual a un voto. Es, en suma, alimentar la funesta tiranía del
número, que hasta el mismo Borges, en renombrada chanza, llamó ―abuso
estadístico”.
Finaliza Antonio CAPONNETTO a modo de epitafio
sobre la Democracia: “No es que hoy en día las llamadas Democracias son
falsas Democracias porque se terminan convirtiendo en tiranías del número, sino
justamente se convierten en esto porque son genuinas Democracias
Las Democracias intrínsecamente son la
tiranía del número, el despotismo de las muchedumbres anónimas e ignorantes de
la 'res publica'.
Porque en la ‘Democracia’,
las formas son su esencia.
‘Tiranía’ fue la que se produjo por parte de
los Unitarios a contrapelo sus actos de todo lo que significara defensa de los
intereses de nuestra patria, derrocando a un gobierno legítimo en su forma y en
su sustancia.
Durante muchos años y también luego de
Caseros se sucedieron, en todo el país como se dijo, muertes, degollamientos,
violaciones, fusilamientos, cacerías, incendios, robos, confiscaciones y juicios
sin posibilidad de defensa alguna a muchos federales criollos y ríos de sangre
corrieron a lo largo y ancho de nuestra nación, entre ellos muchos gobernadores
federales (José Antonio Virasoro, el Chacho Peñaloza), por esbirros unitarios
sedientos en sangre, en una tiranía que no tuvo parangón en nuestra historia
(Mitre, Sarmiento, Aberastain - a su vez asesinado por los porteños en 1861 lo
que demuestra una vez más que la revolución Unitaria se devora hasta sus
propios soldados-, Carlos Tejedor, Gral.Paz, Julio Roca, Juan Andrés Gelly y
Obes, Agüero, Juan Cruz y Florencio Varela, Valentín Alsina, Deheza, Manuel
Hornos, Benjamín Virasoro, uruguayos como Andrés Lamas, Garzón y Rivera).
Traidores supuestamente Federales como
J.J.Urquiza, Santiago Derqui, los Hnos. Madariaga, Pastor Obligado, Rufino de
Elizalde, Gral. Mariano Acha, Gregorio Aráoz de Lamadrid, Pedro Ferré, etc y
por procónsules mercenarios uruguayos como Miguel Arredondo, Ignacio Rivas,
Venancio Flores, Ambrosio Sandes, Wenceslao Paunero, Rafael Irrazabal, que con
su triste fama hicieron un raid de sangre y fuego durante algunas décadas en el
interior del país en sus correrías, masacrando a centenares de argentinos bien
nacidos donde supuestamente la Constitución Nacional iba a dar seguridad jurídica
a todos...
Ya Rosas había dicho al
periodista chileno Salustio Cobo en el año 1860 en una entrevista que el
Restaurador había concedido al referido: “―Eso
que llaman Derechos del Hombre no engendra sino la Tiranía-“.
Bueno, entendemos que nuestra sociedad
nacional ayer como hoy, anárquica, sujeta a los unitarios liberales ideólogos
de antaño como hogaño, con un desquicio social inmerso en un estado de
descomposición absoluto es un escenario ideal para la aparición de una nueva y
sana ‘Dictadura Nacional’ que ponga orden y “venga a mandar” como dice José Hernández en su ‘Martín Fierro‘ pasando
la escoba a tanto iluminado con ideas afrancesadas y disolutas de nuestra
soberanía.
*
FUENTES
CAPONNETTO, Antonio ( ―La Perversión Democrática ― -Ed.‘Santiago Apóstol‘-2007),.-
GONZALEZ, Dermidio T. (“El Hombre” 1906-
citado en el periódico ‘El Restaurador’ Año II - N° 8 - Septiembre 2008)
MONTORO GIL, Gonzalo V. (‘El Empirismo Organizador Como Base Para La Restauración De La
Soberanía Nacional’- El Mensajero de la Confederación Argentina – Febrero
2019)
https://elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com/2019/02/el-empirismo-organizador-como-base-para_27.html- fEBRERO 2019
PLATÓN (―La República‖- Editorial Juventud -3
Ed- Año 2000).-
QUESADA,
Ernesto (“La época de Rosas”, en ARANA,
Enrique (h), Cinco Estudios Sobre Rosas’
- Ed. Instituto Panamericano de Cultura-1954.-Pags.60, 61, 73, 107, 112, 113,
119, 120, 124, 148, 156, 158, 160, 180, 181, 191)
QUESADA,
Ernesto (“Epílogo de La época de Rosas, Buenos Aires’- Facultad de Filosofía
y Letras, 1923”).
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