Desde la Banda Occidental de las Prov.Unidas del Rio de la Plata creé este Blog.El fin es difundir trabajos propios y ajenos sobre temas históricos de la Confederación Argentina y de otras naciones, con una mirada profundamente raigal, consustanciado con el pensamiento del Brg.Gral.J.M.de Rosas,J.G.de Artigas,J.de San Martín,M.Oribe, M.Dorrego,M.M.de Güemes,M.Chilavert,J.A.Lavalleja, P.Echagüe,E.López,J.M.Roxas y Patrón,G.Brown,H.Bouchard,Lucio N.Mansilla y tantos otros.-
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jueves, 13 de junio de 2019
Gral. LUCIO N. MANSILLA (1792-1871)
Lucio Norberto Mansilla comenzó su
carrera militar prestando servicio durante las invasiones inglesas de 1806 bajo
las órdenes de Santiago de Liniers en las jornadas del 10,11 y 12
de agosto, con solo 14 años. También en la Defensa de Buenos Aires y durante el
ataque de Whitelocke a Buenos Aires, Mansilla tomó parte en los combates de los
Corrales de Miserere, que dieron inicio a la segunda derrota británica en el
Plata.
En el año 1809 fue
nombrado agrimensor patentado, por el virrey Liniers, previo
examen ante peritos. El mismo año con su título de agrimensor, se presentó
al Cabildo y obtuvo el permiso para abrir
y regentear una Escuela rudimentaria de matemáticas.
Al producirse la Revolución de mayo de 1810 se
sumó a la misma, al respecto dice en sus Memorias: "...al grito de
LIBERTAD, ceñí la espada, abandonando el halagüeño porvenir, y la posición
social obtenida, y me puse al servicio de mi patria."
En 1812, ya con el
grado de teniente, bajo las órdenes del General José Artigas hizo la campaña contra las fuerzas portuguesas
que habían invadido ese territorio, y posteriormente liberó a Montevideo de los
Realistas españoles bajo órdenes de Rondeau
En las batallas de la Independencia,
participó en la organización del Ejército de los Andes, a las órdenes del General José de San Martín, el cual lo nombró "Comandante General de las
Cordilleras del Sud de los Andes". Participó en la batalla de Chacabuco y en la de
Maipú
Mansilla intervino en la elaboración del Tratado
del Pilar, celebrado el 23 de febrero de 1820 entre Buenos Aires, Santa Fe y
Entre Ríos.
Fue el creador de la autonomía de las provincias de Corrientes y Misiones e hizo que éstas eligieran sus gobiernos
En tal sentido, cuando Mansilla fue nombrado
Gobernador de Entre Ríos en el año 1821, se propuso y lo logró, que los
territorios de Corrientes (Taragüí Tetãminí en guaraní) y Misiones, dependientes de Entre Ríos, fueran
erigidos en provincias que elegían a sus propios gobernadores, haciendo que
estas provincias eligieran ellas mismas sus gobernantes.
En efecto, hasta entonces dichas
territorios lo eran dependientes de Entre Ríos. Gracias a Mansilla, fueron
convertidas en provincias soberanas. Mansilla ordenó a don Evaristo Carriego y
a don Félix de Aguirre, a la sazón comandantes militares de dichas zonas, que
convocasen los vecinos para que eligieran con total autonomía un gobierno que
rigiese los destinos de Corrientes, tal como se hizo.
Además, Mansilla hizo sancionar, en
1821, la primera constitución provincial para Entre Ríos, la cual él mismo
había elaborado junto con Domingo de Oro y el doctor Pedro J. Agrelo. Al
concluir su mandato, rehusó continuar en el cargo para no sentar precedentes, a
pesar de haber sido reelecto tres veces.
Del mismo modo, firmó con Buenos
Aires, Corrientes y Santa Fe el “Tratado del
Cuadrilátero” en la
ciudad de Santa Fe el 22 de Enero de 1822; él fue su principal gestor. Su artículo 3, daba a las provincias
contratantes de Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires el goce
pacífico de los territorios que poseían. Con respecto a Misiones (artículo 15) se la declara
libre para darse un Gobierno y para reclamar la protección de cualquiera de las
provincias contratantes.
(Pero debieron transcurrir muchos
años para que Misiones se escindiera de la Provincia de Corrientes y se
erigiera en Provincia. Recién el 10 de Diciembre de 1881se sancionó -y el 22 de
diciembre se promulgó- la ley por la cual se federalizó Misiones, separándola
de la Provincia de Corrientes, creándose el Territorio Nacional
de Misiones).
Volviendo al General Lucio N.
Mansilla, éste fue ascendido al grado de general del Ejército Argentino y en 1826 y participó
activamente en la guerra contra el Imperio del Brasil, en varias batallas
–entre ellas- la batalla de Ituzaingó (llamada entonces ‘Cutizaingó’). Fue distinguido
con el uso de un escudo y cordones de oro, siendo después nombrado "Jefe
de Estado Mayor" hasta la retirada del ejército a cuarteles de
invierno en 1827.
De vuelta en Buenos Aires, se casó
en 2das nupcias con Agustina Ortiz de Rozas hermana menor de Juan Manuel de
Rosas.
Como dijimos en “Brig.
Gral. JUAN MANUEL DE ROSAS (Aspectos
Poco Conocidos De Su Vida Y Su Familia)”
(elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com
–Ed. Febrero 2019)
“Lucio N. Mansilla, hombre inteligente y con luces
no solo militares sino políticas y sociales, en el año 1834 siendo Jefe de la
Policía de la ciudad creó y reglamentó el Instituto de ‘Serenos’ que dio inicio
a las luminarias de las calles de Buenos Aires, y estuvo vigente durante muchos
años hasta entrado el siglo XX. Este sistema fue luego copiado en Brasil y
Uruguay”
En cumplimiento de un decreto
emitido el año anterior por el gobernador BALCARCE, como Jefe de Policía creó y
organizó la fuerza policial, modernizándola. Y entre tales tareas fundó la
institución de Serenos redactando sus reglamentos. Ésta entró en funciones el
13 de Marzo de 1834. El 3 de Junio de 1834 entró en funciones un grupo de
vigilantes del mismo tenor pero para el patrullaje durante el día Tal éxito
tuvo que vinieron del Brasil y de la Banda Oriental para copiar el modelo y
crearlos en sus países.
Hagamos un poco de historia de cómo Mansilla terminó
siendo quien da forma a este cuerpo llamados vulgarmente “SERENOS”, tal como lo
relata el sitio “El Arcón de la Historia Argentina”
(http://elarcondelahistoria.com/serenos-1834/).
“Así se
llamaba popularmente a los integrantes del “Cuerpo de Vigilante de Noche”,
creado el 3 de junio de 1834. Eran los guardianes encargados de rondar de noche
por las ciudades durante la segunda mitad del siglo XIX. El nombre deriva de la
costumbre que tenían, de ir anunciando la hora y el tiempo durante toda la
noche, gritando: «las doce y sereno» o «lluvioso». En la época colonial había
ciudadanos o soldados dirigidos por el Alcalde, que velaban por la seguridad
nocturna y ya en 1805 el Cabildo de Buenos Aires quiso establecer un servicio
regular de serenos pero no tuvo éxito. En 1815 hizo un segundo intento, que
también fracaso
En 1821, el
diputado de policía JOAQUÍN DE ACHÁVAL decidió probar por tercera vez y tampoco
pudo ponerse en práctica el servicio que ya le era imprescindible a la ciudad
de Buenos Aires, dado el incremento que había sufrido su población. En
1833, el gobernador BALCARCE volvió a proponer el proyecto y al año siguiente,
el general LUCIO NORBERTO MANSILLA, jefe de la Policía de Buenos Aires,
simultáneamente con la creación del cuerpo de «Vigilantes de Día de la Ciudad»
(3 de junio de 1834), creó el “Cuerpo de Serenos” (o “Vigilantes de Noche),
policía nocturna que entró en servicio el 13 de marzo de 1834, y se relevaba
con los “Vigilantes de Día», alternando con ellos su presencia en las calles de
la ciudad de Buenos Aires.
Estaba
formado por catorce hombres que patrullaban treinta y tres cuadras del centro
de la ciudad y no eran en realidad un cuerpo oficial de policía, pues si bien
dependía funcionalmente del Jefe de esa Repartición, eran costeados por los
vecinos, que abonaban al efecto, un llamado “Impuesto de Serenos”, que era
administrado por una Comisión Directiva, a la que también se hallaban
subordinados. Sus obligaciones eran, además de las de vigilancia, la de
despertar a los vecinos que se lo solicitasen, controlar que las puertas de las
casas y comercios estuvieran bien cerradas (llamaban a los propietarios en caso
de no estar así), atender las emergencias de los pobladores, por ejemplo,
llamar al médico o al sacerdote, volver a encender los faroles o luces que se
habían apagado accidentalmente, mantener el orden y velar por el cumplimiento
de la ley. Cada 30 minutos debían cantar la hora y el tiempo, con el agregado
del consabido lema político durante la época de ROSAS (“Las doce han dado y
sereno, viva la santa Federación” era el latiguillo usado). Actuaban
provistos de un farol para alumbrarse y hacer señales, una lanza corta y
pistola para defenderse, y un capote con caperuza para protegerse de las
inclemencias del tiempo. Fuera de lo nombrado, que era lo que los uniformaba,
en lo demás, vestían a su arbitrio y fue frecuente verlos con sombrero gris de
copa alta, pañuelo al cuello, con el obligado cintillo federal en el pecho,
rojo, calzoncillo cribado blanco y pesados botines negros.
En 1840
comenzaron a vestir uniforme, al igual que las fuerzas policiales y como ellas
militarizados. Con el crecimiento de la ciudad, este Cuerpo se hizo cada vez
más numeroso y durante el gobierno de ROSAS, se involucró tanto con el
gobierno, que se disolvió después de la caída del caudillo. En 1852, casi
inmediatamente después de Caseros, el cuerpo de “Serenos” o “Vigilantes de
Noche”, fue reorganizado. Recuperaron su estado civil, pero ahora patrullaban
las calles a caballo y en 1854, pasaron a depender de la Municipalidad de la
Ciudad de Buenos Aires
Este
pintoresco organismo, cuyos integrantes dieron una nota característica a la
vida nocturna de Buenos Aires, desapareció junto con los «Vigilantes de Día»,
al ser sustituidos ambos, por el «Cuerpo
de Vigilantes» y sus funciones pasaron a ser responsabilidad de la Policía. Los
“serenos” prestaron su último servicio en la ciudad de Buenos Aires durante la
noche del 30 de noviembre de 1872, pero hasta 1883 continuaron prestándolo en
la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe”
Además, digamos, que Mansilla hizo
varias obras públicas como la creación del camino al Riachuelo en la Boca y su
muelle
Iniciada la Guerra entre la Confederación Argentina y la
Confederación Perú-Boliviana en 1837, Mansilla
deja su cargo al frente de la policía de la ciudad para ocupar el de Jefe del
ejército de reserva en la Provincia de Tucumán y organizarlo en consecuencia.
Entre 1840 y 1844 se
desempeñó como legislador provincial. A su vez, desde 1839 en
adelante fue jefe del ejército de reserva de la ciudad, cargo que ocupó por
varios períodos, alternando con la comandancia de la costa del río Paraná hasta el final del gobierno de Rosas.
El hecho más destacado que le cupo
protagonizar a Lucio Norberto Mansilla fue conducir como Jefe del Departamento
del Norte a las tropas argentinas que enfrentaron a la flota anglo-francesa, en la batalla de la Vuelta de Obligado EL 20 de Noviembre de 1845,, llamada hoy la Batalla
de la Soberanía, y en las llamadas Quebracho y San Lorenzo el 4 de junio de
1846.
No empuñó más las armas hasta el
año 1852, cuando el gobernador de la provincia de
Buenos Aires, su cuñado
Rosas, lo nombró Comandante de las fuerzas de la ciudad de Buenos Aires — la
reserva del ejército, es decir, los inválidos y los extranjeros que prestaban
servicios en las milicias urbanas — mientras Rosas enfrentaba al Imperio del Brasil que se alió con el traidor Justo José de Urquiza que se había levantado en armas y
sus aliados unitarios, "colorados" uruguayos y brasileños.
Caído el gobierno de Rosas, luego de
la batalla de Caseros, licenció a sus tropas, entregó el
fuerte al enviado de Urquiza y se embarcó en el mismo barco inglés que Rosas. A
diferencia de éste, se estableció en Francia, donde residió muchos años. Napoleón III y su corte imperial, lo recibieron con honores y
le concedieron un trato preferencial, pese a haber sido su enemigo, por
considerar que había defendido a su patria de la invasión extranjera. Incluso
medió en el casamiento de Napoleón III y su esposa española, María Eugenia de Montijo. Fue tal la impresión que dejó este viejo General argentino en la corte Imperial, que en 1868 Napoleón III renombró una calle de París como Rue d' Obligado (Rue d' Argentine a
partir de 1948), en reconocimiento a la heroica defensa de la
soberanía Argentina realizada por Mansilla y sus
hombres en la Batalla de la Vuelta de Obligado.
Luego de algunos años vuelva a
Buenos Aires hasta su muerte por la llamada ‘Fiebre Amarilla’ que azotó la
ciudad, el día 10 de abril de 1871, a los 79
años.
///
Fuentes Consultadas
www.lagazeta.com.ar (La Gazeta Federal)
Roberto Colimodio (‘ El Verdadero
Héroe de la Vuelta de Obligado: Lucio Norberto Mansilla -’ diario LOS ANDES-
Martes 20-11-18)
Adolfo Saldías (‘Historia De La Confederación
Argentina: Rozas y Su Época’ Ediciones Clio-1973-3 tomos)
Gonzalo V. Montoro Gil (“Brig. Gral. JUAN MANUEL DE
ROSAS-Aspectos Poco Conocidos De Su Vida Y Su Familia)”
(elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com –Ed. Febrero 2019)
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