ROMA:
SU PRIMERA (Rienzi – Año MCCCXLVII)
Y SEGUNDA (Mussolini –Año MXMXXII)
RESTAURACIÓN
Gonzalo Vicente Montoro Gil
MCMXCVII
“Así como la lava brota del magma, del interior de
la madre tierra y se expande; así Roma nos brota del alma (raíz de nuestro ser)
de lo profundo de nuestros sentimientos innatos y latentes (efecto de nuestro
origen – movimiento del alma), y se expandirá, representando lo nuevo en lo
eterno. Transformando en formas y reafirmando en valores toda la realidad
humana y divina.
Si Dios
ha hecho la creación, es nuestro deber como romanos comprenderla, darle sentido
(es decir, valorarla), organizarla, ordenarla, transmitir nuestra certidumbre y
darla a conocer”.
G.V.M.G
I.-
ADVERTENCIA
Quisiera
expresar, antes de comenzar que el fin de éste pretendido ensayo histórico es
trazar lo mejor posible el paralelismo histórico-espacial de las situación y
personajes centrales que describo a continuación. Sin intentar una descripción
puntillosa o una biografía acabada y exhaustiva de sus vidas. Solo toco las
aristas principales de sus existencias tanto públicas como privadas; no
tratando de indagar y sumergirme en situaciones cotidianas y de poco peso
político, salvo de que ello sea necesario a causa de influir en los
acontecimientos históricos, públicos, que dejen traslucir una manera romana de
ser...
Dividiremos
el trabajo en dos partes. En la primera, describiremos la Primera Restauración
de Roma por Nicola Di Rienzi ( el último Tribuno) siguiendo un orden
cronológico, en cuanto a los sucesos, declaraciones, etc.
En la Segunda parte
describiremos la
Segunda Restauración de Roma por Benito Mussolini ( El
Duce), pero siguiendo un orden temático.
Esto, a
fin de comparar mas gráficamente el paralelismo de las ideas de Di Rienzi y
Caudillos de un mismo país por un mismo fin: el restablecimiento del orden
natural a través de Roma.-
“Acta Simulata
Veritatis Substamtiam Mutare Non Possunt: Latinii Dominus Et Paters Patri Orbi
Magnificat”
II.- INTRODUCCIÓN
“
¡¡Juraría que ya ha sucedido antes...!!” . Cuántas veces
hemos creído que tal o cual hecho ya ha sucedido, que determinado suceso se ha
repetido en el tiempo. Lo que sucede es que la esencia del hombre, en
situaciones críticas, no ha cambiado a través de los siglos aunque sí sus
manifestaciones externas. La actitud trascendente del hombre no ha variado
hasta hoy.
Pues
ocurre que determinados sucesos remotos, a nosotros nos parece ver un calco.
No se
sabe hacia donde se pueden dirigir, y con que permanencia en el futuro, los
actos humanos en determinado lugar y tiempo. Es decir, no se sabe que
consecuencias producirá en el correr de los años.
Por
ejemplo, un determinado suceso político tiene consecuencias que serán causas de
otro determinado hecho. A su vez, éste determinado suceso político tendrá
consecuencias que será causa en el futuro de otro hecho que será su
consecuencia y a la vez causa futura y así sucesivamente. En cuantas
oportunidades hemos observado hombres, sus acciones, Estados, revoluciones y
siempre descubrimos que han tenido una causa anterior. Una causa política,
diría. La consecuencia de un modo de pensar, de una actividad será causa a su
vez en un futuro incierto, de una situación similar. Un eterno retorno...
Pues la
originalidad proviene de la palabra ORIGEN: ‘principio,
raíz, nacimiento de una cosa’. Nosotros una sola vez, de una sola madre. El
mundo tuvo su origen: nació; y no nacerá de nuevo. Por eso no se puede
pretender una originalidad permanente a través de la historia, en los hombres.
El único ‘original’ fue Adán...
El fin
buscado en éste ensayo es resaltar una situación política imperante que se
vuelve a repetir como 6 siglos después, en el mismo lugar. Nótese que digo ‘en
el mismo lugar’. Esto es, una coincidencia espacial. Y he ahí lo interesante de
la cuestión. Pueden y han ocurrido situaciones similares a través del tiempo,
pero en distintos lugares de nuestra tierra. Pero la situación de que hechos
análogos, situaciones complejas, inestables y similares, ocurran en el mismo
país, en la misma ciudad con una diferencia de 6 siglos, es de resaltar.
Muere el
Imperialismo Romano, renace en Di Rienzi y vuelve a renacer en Mussolini. Estos
hombres restauraron Roma; es decir, el orden interno, externo, el espíritu
Cristiano en las almas, la fe creyente, el trabajo como medio individual de
superación para un hacer común, la tradición noble de Roma. Y lo hicieron
consciente de ello.
La caída
de Roma tuvo sus consecuencias. Ellos fueron la causa, consciente o no, del
advenimiento de la 1era. Restauración por Di Rienzi; él retomó los hilos, la
continuidad histórica de Roma a través del puente de los años.
Y la
consecuencia de Di Rienzi sirvió como elemento de causalidad para la aparición
de hombres que, ante hechos externos que obraban sobre ellos y sus patrias en
forma similar a Di Rienzi, actuaron. Entre ellos Benito Mussolini, el ‘Duce’,
que restauró por 2da. vez a Roma.
Nosotros
tomamos a Nicolás Di Rienzi, el ‘Tribuno’ y a Benito Mussolini, el ‘Duce’ por
la coincidencia espacial. Pero hubo en la historia muchos hombres y movimientos
que realizaron o intentaron la
Restauración dicha. (Es decir, valorando el pasado romano, su
ser, su orden de los conceptos, y escalas jerárquicas de valores; todo para
servir de apoyo a la continuidad histórico-política).
Ejemplo
de ellos son: Charles Maurras en Francia; Cornelio Codreanu en Rumania;
Corradini en Italia, Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera, en
España.
Este
último dijo: “...nadie ha nacido miembro de un partido político. Todos nacemos
miembros de una familia. Todos somos vecinos de un municipio, nos esforzamos en
el ejercicio de un trabajo. Pues si esos son nuestras unidades naturales; si la
familia, el municipio, y la corporación es lo que de veras vivimos ¿ para qué
necesitamos el instrumento intermediario y pernicioso de los partidos políticos
que, para unirnos en grupos artificiales, empiezan a desunirnos en nuestras
realidades auténticas?.” [1].
En
nuestro país, por ejempo, José de San Martín, Manuel Belgrano, Miguel de
Güemes, Cornelio Saavedra, Pedro b. Palacios –‘Almafuerte’-, Juan Manuel de
Rosas, llamado el ‘Restaurador de las Leyes’ al igual que Nicola Di Rienzi, si
bien vivieron y actuaron en diferentes épocas y lugares había una continuidad
espiritual, religiosa y de principios políticos.
Surge la
pregunta: ¿Restaurador de qué?. Del bien común y lo bueno aristotélico, de lo
justo de nuestras instituciones hispánicas y cristianas como cimiento o leyes
fundamentales ( y fundacionales) para nuestro devenir. Restaurar al hombre en
Cristo: ‘Omnia Restaurarum in Christo’
Es
evidente que entre todos estos hombres hay una interrelación de causas y efectos
que los ha/han llevado a ‘pensar y
actuar’, como diría Mazzini, en forma análoga, uniforme, coherente en
diferentes lugares y épocas. Así actúa la justicia del hombre por Cristo, a través del tiempo: siempre reaccionando de
su letargo en forma semejante y coherente.
Para
darnos una idea de la relación Causa – Fuente y Causa- Fin ( o consecuencia)
entre 2 sucesos acaecidos en épocas distantes entre si, valga un ejemplo al
respecto: El efecto o consecuencia de la vida de Di Rienzi fue causa ( directa ,
esta vez) de la vida posterior de ese otro hombre que restauró Alemania en 1933 en otro tiempo
y espacio: Adolf Hitler.
Todo
comenzó en Linz, una noche de noviembre de 1906 a la salida de la Ópera
Hitler y su amigo Kubizeck habían escuchado la Opera ‘Rienzi’ de Richard Wagner. A la salida
Hitler caminaba en silencio y tomó la cumbre que conducía a sus momentos de
cavilaciones en el Monte Freiberg. Marchaba sin decir palabra, sin tener en
cuenta la presencia de su amigo. Caminaba raro y pálido; continuaba subiendo
como atraído por una fuerza irresistible.
Al
llegar a la cima las estrellas brillaban... “Adolf
tomó mis manos las apretó con fuerza entre las suyas, sus ojos brillaban
conmovidos, y las palabras no salían de su boca con su acostumbrada facilidad,
sino en forma entrecortada; su voz era ronca y turbada.”.
“Entonces brotó de sus labios una oleada de palabras como jamás oí
nunca. De pie bajo las estrellas
teníamos la impresión de estar solos sobre la tierra. Me habló de la misión que
le encargaría su Nación que tanto amaba para sacarla de su esclavitud”.
“Cuando bajamos noté fue Adolf volvía a la
montaña de nuevo diciéndome que quería estar solo. Lo seguía con la vista
mientras se perdía en el silencio de la noche...” [2]
Un día
Hitler le contaría a la mujer de Ricardo Wagner, Cósima, éste suceso y
concluiría así su relato “...fue entonces
( Causa-Fuente) que comenzó todo” [3]
]
PARTE
PRIMERA
ROMA: SU
PRIMERA RESTAURACIÓN (Nicola Di Rienzi – Año 1347)
I.-GENERALIDADES. RESUMEN DE LOS AÑOS
PREREVOLUCIONARIOS. ANTECEDENTES.
Nicola
Di Rienzi, llamado ‘Cola Di Rienzi’, cuyo verdadero nombre era Nicolás Gabrini,
nació en la
Península Itálica , en la ciudad de Roma en el año 1313 y
murió también en Roma en el año 1354.-
Di
Rienzi era rubio, de gran altura y de carácter alegre.
Si bien
provenía de una familia humilde, su abuelo, es decir el padre de su padre, era
hijo natural de Enrique VIII. Durante su juventud fue un joven estudioso solo
gracias a su afán de instruirse él mismo. Fue un perseverante autodidacta y
pudo educarse así en los conventos donde concurría a leer, a estudiar. Se
revelaba en él facilidad de aprendizaje, memoria, poder de deducción, habilidad
para desenvolverse entre los hombres y dominar situaciones con su presencia y
lenguaje, dados sus especiales dotes para el diálogo.
Denotaba
un fino sentido de la oportunidad. Años después diría que no había que gastar a
fuerza de familiaridad el efecto de su presencia. Diciendo que nunca había que mostrarse
a la muchedumbre sino en los casos en que bastaba el propio espíritu para
revestirles de algún distintivo..
Conocía
bien a su pueblo, sus realidades y como tratarlos. Comentaba que la
idiosincrasia del italiano era que era valeroso contra sus compatriotas pero de
fácil huida ante mercenarios extranjeros.
Hagamos
una descripción ahora de aquellos años para que a través de ella se trasluzca
la situación social imperante que influiría posteriormente en Di Rienzi. Eran
años de asesinatos ( en uno de ellos murió el hermano de Di Rienzi), de
turbulencia plebeya, de clanes de tiranos que asolaban el territorio con sus
mercenarios extranjeros que sojuzgaban a un populacho crédulo, feroz, pero
cobarde.
En vano
luchaban los Papas: se desobedecían sus preceptos, se ridiculizaba públicamente
su vocación. Ellos vivían años encerrados en sus palacios amenazados
constantemente. Ya, años ha, el Papa Clemente V había tomado la resolución de
abandonar Roma por la tranquila residencia de Avignon.
Los
Romanos abandonados de leyes, de industrias, con violencia cotidiana, continua,
anárquica y sangrienta, se veían sin Papa ahora.
El
desorden aumentaba. Los nobles fortificaban sus castillos y lares, apoderándose
del patrimonio de la
Iglesia. Contrataban ejércitos extranjeros, mercenarios para
custodiar sus feudos y el orden público en Roma.
Entre
dichas Casas o Clanes figuraban los Colonna, Los Orsinis, los Savellis, los
Malatestas dividiéndolos un odio hereditario y ancestral. Odios, venganzas,
crímenes, rencores se sucedían día tras día sin visaje de finalizar...
II.- COMIENZO DEL AÑO 1347
Mucho
aumentó la desgracia de los romanos con las ausencia del Papa Clemente VI y su
corte, elegido en 1342. Las bandas mercenarias asolaban Italia, dividida e
inepta para encontrar su unidad y el orden.
Ante en
tal situación parecía todo perdido, pero siempre quedan semillas que las aves
rapaces pasan por alto. Nobles, plebeyos, artesanos, agricultores quedaban en
pie todavía en una Roma desordenada y aturdida.
Uno de
ellos era: Nicola Di Rienzi que arengaba a la gente predicándoles la libertad
oponíase al libertinaje. Censuraba la turbulencia del pueblo sin dejar de
sostener la causa de la
Nación.
Otro que
se sentía triste y abatido por la situación decadente era un noble, Adriano Colonna.,
sobrino, curiosamente, de uno de los tiranos: Esteban Colonna, se repetía
impotente y desesperanzado “...infeliz
ciudad, Reina caída de mil naciones: los nobles se despedazan uno a otros, los
sacerdotes siembran la discordia, el Papa se refugia en el extranjero.
Nosotros, hijos de Roma, hijos de César ejercemos el poder con un ejército
mercenario que se mofa de nuestra cobardía al recibir el salario, subyugando
además a los ciudadanos. Nuestra única salvación está en los corazones de
nuestros compatriotas...” [4]
III.- DI RIENZI: SU POLÍTICA. ROMA RESTAURADA. LA DOCTRINA DEL ‘BUONO
STATO’. SUS ARENGAS
La
intención de Di Rienzi no apuntaba a que el pueblo llegase al dominio del
poder, sino a poder dominarse a sí mismo. Donde el pueblo es sensato, el
populacho es débil, pero si el pueblo es corrompido el populacho se fortalece,
decía.
Di
Rienzi se dirigía al público en improvisadas reuniones en las callejuelas
romanas utilizando su secreto: la convicción, el poder de su entusiasmo, su
visión clara sin obstáculos, sin dudas, transmitiendo su fé no como quien
promete sino como quien....profetisa.
También
se encerraba a sí mismo meditando sobre sus ideas, proyectos, fines. Pasaba
largos ratos solitarios sobre una mesa atestada de papeles, formando el contorno
de su sencilla pieza, adornos de antigüo valor romano.. Su principal riqueza:
treinta o cuarenta volúmenes- que era mucho para aquella época- de copias
sacadas por el mismo de libros originales.
Su
expresión de energía concentrada y serena, que realiza casi en un todo el ideal
de la majestad intelectual, contrastaba con su juventud.
Hablaba
consigo mismo cuando sus ideas y pensamientos tomaban forma y no podían ser
retenidas en su mente.
El
preveía el renacimiento de Roma de sus cenizas: “¡...Aún veremos un pueblo en Roma, y yo seré el instrumento de éste
triunfo y el Restaurador de mi Raza!!. Mi pasión tiene un objeto: Restaurar
Roma. Mi mano será la primera que enarbole el Sagrado Estandarte, Haz de los
Lictores!¡ Desde mis pensamientos veo elevarse la grandeza de una Roma moderna
y sobre la piedra fundamental de estas poderosa fábrica la posteridad leerá mi
nombre!!..” [5]
Di
Rienzi repetía esto con paso leve y rápido, recorriendo las galerías y
agitábase su cuerpo mientras sus ojos brillaban sinceros y resueltos.
Existen
aquí varios elementos significativos, que por tal, destacamos: “Aún veremos un pueblo en Roma...”. Según
él, existía aun de Roma, el continente pero no el contenido: su pueblo. Este
contenido está por destruir el continente, por borrarlo física y
espiritualmente. Su fin era, ergo, devolver a Roma su pueblo. ¿ Cómo?: devolviendo a Roma: Roma.
“...y yo seré el instrumento necesario...”. Di
Rienzi se sentía medio, no fin. Era consciente de su valer por eso se sabía instrumento pero necesario.
“...y el restaurador de mi raza...”.
Restaurar, no destruir. Tomar lo bueno del presente e incorporarlo a los
valores imperecederos del pasado romano. Restaurar las leyes romanas, o mejor
dicho el espíritu que las imbuía, su ética y estética, la valoración de las
relaciones y las cosas; la valoración de los valores, lo que era justo ( con un
sentido meta-histórico).
La
prudencia en el arte de gobernar y convivir.
Pero no
la prudencia temerosa, cautelosa, sino entendiendo la prudentia en un sentido romano, como lo entendía San Isidoro: “el hombre prudente no es el timorato al
juzgar y actuar, sino el que ve de lejos, el que es perspicaz, el que prevé con certeza a través de la
incertidumbre de los sucesos o fenómenos”.
“...de una Roma moderna...” . Según
De Rienzi Roma se nutre del pasado para crecer. El vislumbra una Roma nueva,
si, pero a través de una continuidad histórico-cultural.-
“...y sobre esta piedra fundamental...”. El ve a
Roma como una poderosa ‘fábrica’ de humanidad, no solo en cuanto a trabajo,
sino también fábrica de arte, ideas y pensamientos. Liderando en todos los
terrenos.
Toda
construcción, toda obra ( civilización) occidental y cristiana tiene su piedra
fundamental: (Roma).
Di
Rienzi sabía que el fondo era religioso; y a un enviado del Papa expresaba que
tanto el escolar, el noble de segundo orden, artesanos, sacerdotes, que no se
habían vuelto ciegos a los ultrajes hechos al Cristianismo en la Capital del Mundo
Cristiano, aguardaban una señal para levantarse y vencer o volver a caer. Esos
vínculos indisolubles sostenían todavía la fe romana.
Para Di
Rienzi el centro, el nudo era espiritual: Roma era la Capital del Cristianismo,
si caía Roma caía la civilización en Cristo. Para que algo caiga, primero debe
caer su base. Había dicho Di Rienzi, que el luchaba por restaurar Roma durante
la cual florecieron las artes, las leyes, las ciencias y la educación; y para
ello era necesario prudencia pero primero había que regenerarla y eso solo
podía hacerlo un entusiasta, aunque podría resultar lo opuesto.
Ese era
el miedo de muchos, entre ellos, Adriano Colonna, de quien ya he hablado. Ante
su temor, Di Rienzi contestó y explicó su meta: el restablecimiento del ‘buono stato’ (Buen Estado) “...¡ Hombres libres eran nuestros padres!
¿Qué se hizo de su herencia?. Se nos ha arrancado mientras dormíamos. Señor
nuestro, solo pedimos que nos la devuelvan. La seguridad bajo la protección de
leyes para todos es el don mas precioso. Don arrebatado por los bárbaros del
norte pagados por nobles corruptos. Roma debe ser protegidas por la silenciosa
ley, no por la inquieta suspicacia ni por el vil miedo, compañeros inseparables
de un poder odiado. Se cree libre el tirano subyugado por el extranjero a quien
él mismo subvenciona, porque manda a siervos, pero es mas libre el último
aldeano de un Estado Independiente. No ignoréis vos una sola cosa: ¡ Que un día
tuvimos patria!...” [6].
Con esa claridad mental, con ese equilibrio de pasiones políticas, con
discernimiento y voluntad hablaba.
Situación
, la que describe, que se ha repetido tristemente a través de los siglos en
todo el mundo. Pero siempre se ha alzado una voz, siempre ha quedado un carbón
ardiente, una chispa encendida, como la de Di Rienzi.. Gritos de dolor que
hasta hoy han sido casi siempre aplastados o negados o peor aún: desvirtuados y
utilizados para fines justamente contrarios a los propuestos.
En los
días y horas previos a la Revolución Restauradora , Di Rienzi hablaba en
público en pequeñas concentraciones callejeras. Pero hubo una reunión general
en la que se fijaron los puntos finales para el asalto al poder. Estaban
presentes los principales jefes conspiradores a los cuales convocó Di Rienzi
para hablarles, en una noche serena, estrellada, en las ruinas de la antigua y
primera Biblioteca Romana. Sobre una vieja mesa un rollo de pergamino, un
puñal, unos cirios y un crucifijo; alrededor de la mesa un centenar de hombres
de pie e inmóviles escuchaban. Y Di Rienzi habló [7]:
“...¡ Si; en la Iglesia de Letrán haré mi
último llamamiento al pueblo. Sostenido por
el pontífice haré mi último llamamiento para hacerles conocer que la
religión y la libertad, los héroes y mártires forman juntos una misma causa!! ¡
Juro por este crucifijo que empeño mi fe en la regeneración de Roma !. Y
ustedes ¡ ¿ Juráis en torno al estandarte resistir a los opresores con la
esperanza de la salud romana ¡?”
Volviéndose
a sus camaradas por un impulso repentino y paseando sus nobles facciones de la
expresión de un respeto y a la del entusiasmo belicoso, gritó: “¡ Por el Dios de los Ejércitos, Viva Roma,
Viva la República !!”.-
Convocó
De Rienzi a nobles y plebeyos en general, a la Iglesia de Letrán, unos
días después , a fin de dar una conferencia sobre Roma, su pasado y sus glorias.
Ese era por lo menos el fin público mencionado.
Pero Di
Rienzi tenía otras intenciones: derivar el discurso hacia temas políticos
actuales a fin de aguijonear a los patriotas presentes y advertir veladamente a
tiranos y mercenarios que se encontraban dentro.
Oigamos
su palabra, su pensamiento que una y otra vez invariablemente remarca en 4 o 5
principios o dogmas fundamentales de su ideología: Religión, Iglesia,
Corporación, Movimiento Nacional, independencia, tradición, etc.... [8]
“...¡ Si imagináis, señores, que por
aficción a la antigüedad hemos consagrado tanto tiempo a su meditación,
incurriréis en grave error. De poco vale conocer lo que hemos sido si no se
busca este conocimiento con el ansia de instruirse en lo que deberíamos ser
ahora. El pasado es solo sacrosanto por los progresos del género humano dados
solo por los grados de cultura, ilustración, libertad y conocimiento obtenidos.
Nuestros padres nos prohiben retroceder, nos enseñan nuestra verdadera herencia
y nos imponen el precepto de reclamarla, de aumentarla , de conservar sus
virtudes y de evitar sus errores. Tal es el uso que debe hacerse de su
pasado!.”
“¡No puede seguir siendo nuestro emperador,
un extranjero. Nuestro jefe de la
Iglesia , un desterrado. Tengo muchos detractores, soy aborrecido
porque quiero a Roma. Soy despreciado porque quiero sacarla de su abatimiento.
Vosotros (refiriéndose al pueblo) fuisteis modelo y gloria de las naciones!. ¿
Habréis de ser una lección viva donde aprendan lo que viene a ser un pueblo que
se abandona a sí mismo?. ¡ Levantáos, todavía es tiempo, limpiad Roma de mercaderes sátrapas y
mercenarios guerreros; desterrar a los hombres que sostienen nuestras querellas
intestinos, cualquiera sea su categoría!.¡ Devolved la espada y la balanza a la
justicia, arrancáselais a defraudadores, pues la balanza y la espada son
antiguos tributos romanos.!
Conseguid una victoria superior a los cesares:
una victorias sobre vosotros mismos. Con Roma resucitará el mundo, su religión
y la Restauración
de las leyes!. Desde ahora mis únicos enemigos serán los enemigos de Roma.!. ¡
Nobles y plebeyos aúnense junto a Roma!. Y conozca el pueblo que el verdadero
orgullo de un patricio es poseer un poder que le ponga en disposición de servir
a su patria.!!”
Apenas
terminó de hablar desapareció repentinamente, el estupor se reflejaba en los
rostros ante la osadía de Di Rienzi. En realidad el aplomo de Di Rienzi
era...su audacia, que la llevaba tan lejos y a tan alto grado sin asomo de
intranquilidad, dominando con su voz gestos y mirada, a la gente que lo escuchaba absorta. Solo así pudo salir
airoso y con vidas de las manos de los tiranos reunidos.
Todos
estos discursos y lo demás que relataremos nos muestran una coherencia
doctrinaria entre todos ellos, un mismo fin explicado y querido, una misma base
para sustentarlo.
No fue
un demagogo. Cuando tuvo el poder, a medida que pasaba el tiempo, fue dejando
de lado ciertas actitudes ostentosas ( muy en boga en esa época) y circenses
que el pueble insistentemente le exigía.(Una de las causas por las cuales el
pueblo le restó apoyo fue dejar de lado actitudes publicas de esplendor que
tanto le gustaba al populacho).
Aunque
digamos que en su vida personal siempre fue sobrio, ordenado y así lo vemos
cuando un artesano se le arrojó a sus pies en actitud de adoración y Di Rienzi
sonriendo lo levantó diciéndole que el hombre no debía colocarse en ésa actitud
sino ante Dios y sus santos.
Espíritus
equilibrados así no abundan porque las virtudes humanas, muchas veces
existentes, son corrompidas por hechos o
situaciones externas.
En
aquellos tiempos en que se necesitaba ser una persona equilibrada moralmente,
donde era muy fácil ceder ante la voz de la fama, Di Rienzi obró bien para obtener su propia
estima. Siguió durante años una vida ascética para predicar con su ejemplo,
para tener la fuerza suficiente con su ejemplo, para tener la fuerza suficiente
para persuadir al mundo de que Roma aún vivía y que el remedio era tan claro
para él como el agua de lluvia, estando rodeado de ciegos.
Fuerza
suficiente para sobreponerse a los objetos vulgares que ambicionaban los
hombres. Analizando el excelente y exacto discurso pronunciado en Letrán vemos
que:
1.-) él
no niega o rechaza el pasado pero tampoco se hunde en él. El pasado es una
escuela donde se aprende lo bueno y lo malo. Pero la casa es el presente y el
futuro donde se vive según la educación y cultura aprendida en la escuela por
nosotros y nuestros ascendientes. El pasado y sus tradiciones es un escalón, no
la escalera toda; pero escalón al fin pues se necesita de él para formar la
escalera porque sin aquél no existe ésta.
Criticó,
además 2.-) la influencia, la injerencia extranjera en Roma acicateando el
orgullo ( no la arrogancia, que es su degeneración) de los presentes,
preguntándose con tono hiriente pero de educador si es que estaban muertos. Si
no era así explicó que el modo de restablecer a Roma era restableciendo la
justicia pública, el orden público por la fuerza pública. Es decir, creación de
un Estado ( el ‘buono stato’) que tuviese autoridad, poder y control por sí
mismo.
3.-)
Apeló a los buenos de corazón para defender su existencia como Nación, solo
posible encuadrados dentro de un Estado que la organice y le de existencia
real.
4.-)
Expresó luego que la victoria era primero sobre los romanos mismos queriendo
decir que primero debían saber quienes eran ellos y por lo tanto, sus derechos
y deberes por lo que fueron; y luego
como eran ahora, viendo en su decadencia moral el principal obstáculo a
remover. Con la
Restauración de Roma, dice, resucita el mundo . Por medio de la Restauración
(reposición de la vigencia) de leyes, modos, actitudes, reflexiones, ejes de
conducta imbuidas del espíritu de la ética y estética católica...
IV.- MAYO DE 20 DE 1347: LA REVOLUCIÓN RESTAURADORA
Y SU GOBIERNO
Durante
la noche del 19 se exhortaba mediante bandos a concurrir a la Iglesia de Santo Angelo el
20, para proclamar el ‘Buono Stato’
de Roma . Durante la noche Di Rienzi oraba en el templo, se recurrió a la Religión para que
bendijera los esfuerzo.
Una vez
salido el sol, la muchedumbre aguardaba impaciente en las calles y en la Iglesia. Fueron
caminando Di Rienzi, representantes de la Iglesia , entre el delirio y el entusiasmo
general.
Llegaron
al Capitolio y desde allí se oyó la proclama del Di Rienzi sobre las leyes
fundamentales: 1.) Establecimiento de un Código de Leyes que legitime y
consolide el Régimen. 2.) Establecimiento de una Asamblea de Consejeros. 3.) El
estado establecía un seguro social para huérfanos y viudas y un seguro de vida para
las familias de quien muriese defendiendo Roma. 4.) Formación en cada barrio de
una milicia que formarían Juntas, y el Ejército Nacional. 5.) Ningún romano
podía tener fortificada su propiedad. Ella quedaba bajo la protección del
Estado. 6.) Pena de muerte para los homicidas. 7.) Las rentas públicas debían
destinarse íntegramente a las rentas del Estado.
Ese era
el plan, el proyecto base: moderado, concreto, positivo, proteccionista,
público. Estableció el primer Seguro Social en la Historia. La protección
de la ‘res pública’ y ‘res privada’ a cargo de un ejercito
nacional. El establecimiento de un plexo jurídico ordenado que rigiese los
actos de todas las personas por igual: el principio de igualdad ante la ley. La
‘potestas’ del Estado romano que solo
con dicha potestad ES Estado. Se
eliminaron los fueros personales y se establecía la pena de muerte por el acto
objetivo realizado.-
Di
Rienzi tenía dos instrumentos: el establecimiento de un cuerpo orgánico de
leyes, y un sistema legislativo elegido por representantes de cada barrio (una
forma de corporación algo primitiva).
La
ejecución de las leyes a cargo de un Estado público que representa a los
individuos aislados. Su fin ultimo ( su sueño, tal vez) era reunir a los
Estados Italianos en una liga Federativa, gobernado cada uno por sus leyes,
unidos todos para su mutua defensa contra el extranjero, reconociendo a Roma
como su metrópoli ( génesis incipiente del Estado Corporativo que luego
realizará en la práctica ‘il Duce’,
Benito Mussolini 6 siglos despues en la misma tierra desde la misma ciudad).
Los
nobles enterados de la usurpación de Di Rienzi, intentaron atacar Roma pero una
multitud de hombres desorganizados pero fanáticos arremetieron furiosamente con
el grito de guerra de Di Rienzi: ‘¡Per il
santo spirito cavallieri!’ persiguiendo a los tiranos hasta una milla fuera
de la ciudad enarbolando las banderas azules de Roma, sembradas de plateadas
estrellas..
El
pueblo quiso proclamar a Di Rienzi Rey, Emperador, Dictador, etc. Pero él dijo
que prefería ser llamado como ciertos funcionarios responsables prudentes y
equitativos en la antigua Roma donde sus poderes eran inmensos pero delegados:
era una dignidad pero el fin era concretar un proyecto, edificando un sistema
legislativo y procesal romano, según sus usos, costumbres, jurisprudencia , los
que aseguraban la defensa en juicio. Ese hombre era: el TRIBUNO, y así prefirió
ser llamado.
Pidió obediencia de los romanos al Papa
Clemente VI e invitó a los presentes a jurar obediencia a las leyes y adhesión
al ‘Buono Stato’. Rugió la multitud.
Una multitud que juramentó en un grito su pasión y su fidelidad a la Roma Restaurada.
A la primera Restauración de Roma...
Durante
los primeros meses del Régimen cambió la cara de Roma: una firme administración
y acertada conducción, lo hizo posible. Ya no se veían mercenarios deambulando
por las calles. Estas estaban atestadas de gente, pululaban los viajeros por
caminos y posadas con seguridad y protección de las leyes. Se habían
restablecido en los mercados el comercio, la buena fé en el trato y la
abundancia prosperaba en la industria y las artes. Peregrinos visitaban las
iglesias.
Di
Rienzi permanecía seis horas diarias en la Gran Sala de Justicia oyendo a todos el que
quisiese, y con paciencia escuchaba los problemas de la gente: extranjero,
romano, aldeano, fraile, pobre o rico e impartía justicia.
Pero
existía la conspiración. Los nobles,
cuyos espíritus se sentían menospreciados al tener que obedecer a alguien de
menor rango social que de un día para otro les arrebató sus franquicias, no
podían tolerar la situación.
El
resentimiento les inundaba el cuerpo y el alma. Enterado Di Rienzi de la
conspiración, desterró a los culpables. Primero los había condenado a muerte y
díjoles con rabia e impotencia “...¡¿ No
hay ya bastante distinción para los poderosos!? ¡¿No tienen mejores cosas y
pasan una mejor vidas que otros que solo tienen trabajo y penas!? ¡¿ No tienen
muchos manjares para sustentarse con solo mover un dedo y en cambio otros se
mueren de hambre!?¡¿ He intentado yo nivelar neciamente graduaciones de
categorías que la sociedad exige como mal necesario!? ¡ No , yo no me he
inclinado ni por Lázaro ni por le rico avariento. Pero ante el Juez de la
tierra y el Juez del cielo, Lázaro y el rico avariento son iguales y eso
basta...!!”[9]
Con una
justeza política y social ( y con claridad para expresarse) avanzada para la
época Di Rienzi declara que el fin el Estado no es ejercer un poder despótico y
nivelador de las cualidades humanas, pero tampoco desampara a quien no tiene
medios propios para defenderse, impartiendo justicia.
Los
nobles confundidos y avergonzados agradecieron un rasgo de Di Rienzi que a
último momento los perdonó. Pero en el fondo sus resentimientos aumentaron ante tal acto de magnanimidad y templanza
confundiendo eso con debilidad.
Erróneas
interpretación que le valió a Di Rienzi mayor odio y envidia contra su persona
por parte de los nobles, puesto que el veneno no se había extirpado. Y Di
Rienzi los había perdonado a fin de que se uniese la nobleza romana entre si
para unirse a la vez con el pueblo y consagrarse todos juntos a la defensa del
Estado Romano, para el cumplimiento de las leyes y para estimular en las artes
y el hacer general, lo romano. (Esa era su intención ingenua e idealista pero
sana y recta).-
La
intención de Rienzi no era solo la Restauración Romana ,
sino además evitar que de ahora en mas sea elegido Rey de Roma, un Emperador
alemán elegido por una Dieta reunida tras el Rhin. Esta costumbre tan
degradante y contraria a los mas simples nociones de independencia política lo
llevó a Di Rienzi al emplazamiento celebre en la Iglesia de Letrán.
Vibró la
plaza, la muchedumbre extendida hasta perderse, como racimos humanos, aclamó
las atrevidas palabras de Di Rienzi. Habló como profeta. Permaneció él mismo
algunos minutos en silencio con el brazo extendido en el clásico saludo romano
mientras sus ojos dilatados y fijos en el espacio, y su frente dominando a la
cantidad enorme de gente reunida, le daban una marco ensordecedor y gigantesco.
Analizando
las palabras de Di Rienzi vemos nuevamente que: 1.) Obra con el apoyo de la Santa Iglesia. 2.)
Quiere hacer comprender la necesidad de la Independencia
política de Roma, de Italia del Yugo del Norte. Pues Roma es la Capital del Mundo y base
de nuestra Iglesia: si cae Roma, cae occidente. Si cae Roma, cae la Iglesia. Si cae Roma,
cae la civilización occidental, su cultura, su historia. Ellos se consideran
hijos de Dios, soldados del Espíritu Santo y por lo tanto la manera de defender
es defendiendo la encarnación viva de su dominio y poder: Roma.
V.- LA CRISIS Y LA CAÍDA.
Para
combatir a todos los que se le oponían e intentaban atacar Roma, debía Di
Rienzi tener un buen ejército, bien equipado. Para mantener uno así que
mantuviera el orden, defendiese las fronteras, el imperio de las leyes, era
necesario dinero.
Y para
obtenerlo Di Rienzi necesitó imponer nuevos tributos. Además había muchos que
habían perdido parientes y amigos en la batalla, entonces recibieron con
frialdad el propósito de llevar adelante la guerra total para la independencia
de Italia.
Esas
fueron dos causas del quebrantamiento del Régimen. Di Rienzi reflexionaba serio
y preocupado “...¡ Cual miserables son los instrumentos de que me he valido. Conmigo
caerán la ciudad e Italia: la paz, la justicia, la civilización serán
sepultados. Los esclavos cuyos cadenas he roto me abandonan justo ahora que de
un golpe destruiré los obstáculos que se oponen a la regeneración de Roma. El
pueblo traiciona a la patria y a Di Rienzi !...” [11]
Días mas
tarde, Di Rienzi fue excomulgado por el Papa Clemente por la razón de haber
sostenido que solo a los romanos les correspondía la elección del Rey de Roma. El
rumor crecía en Roma. Los ojos se posaban en el Tribuno, desconfiados y
huidizos. Quienes pasaban a su lado, se santiguaban.
Para el
pueblo, tan religioso, el restarle apoyo al Tribuno por parte de la Iglesia era mala señal,
mal agüero. Además del impuesto ya mencionado.
Mientras
mercenarios bien armados se preparaban para atacar y entrar en Roma, Di Rienzi
habló ante la muchedumbre reunida: “...¡
Si mi conciencia me acusa de un solo crimen, si he violado una sola de las
leyes que yo mismo establecí; si me he dejado corromper, si he ofendido al
menesteroso, al huérfano! ¡¿ Cuál fue mi crimen!? ¡¿Lo será haber asegurado
vuestros derechos!? ¡¿Haber sostenido que toda Italia debe emanciparse del yugo
extranjero!? ¡¿ Haber combatido a los enemigos eternos de la Iglesia y del bien
público?!. ..”
“...Durante
siete meses en que he estado encargado de los negocios públicos ha
prosperado el comercio; la justicia fue incorruptible. Abdico del gobierno y
defenderéis vuestra libertad si sois dignos de conservarla. Probad al mundo que
Roma abriga mas de un Di Rienzi, tan decidido a favor del bien público pero mas
feliz que yo...!!!” [12]
En los
semblantes de todos había una expresión irresolución y vergüenza. Muchos
lloraban. Nadie acusaba ni insultaba la desgracia, pero tampoco se armaban para
defender la oprimida virtud. Se fue Di Rienzi y al poco tiempo entro en Roma el
Ejercito de los Barones pisoteando a la gente con sus caballos, hiriendo con
sus armas y lanzas a los curiosos que salían a observar.
Todo
esto produjo una terrible confusión y corridas; la multitud era atacada sin
escrúpulos lanzando ahogados gritos de dolor. Pisando a las víctimas entró el
legado papal y la comitiva de Barones al Capitolio, y en el mismo sitio donde
estaba fijada la Bula
de Excomunión, una mano anónima había un cartel que decía premonitoriamente
‘¡Temblad, malvados; Di Rienzi volverá!!’.
De esta
situación surge lo siguiente: Di Rienzi plantea al pueblo su conducta y espera
de él una acusación directa sobre un hecho directo que haya influido
negativamente en el bien público. Veladamente das a entender que si los romanos
quieren su independencia deberán también tener mas responsabilidades (el pago
de tributos para el Ejercito nacional).
Y
sentando un principio de corte nacionalista: “quien no se defiende a sí mismo merece desaparecer”, expresa que
los romanos defenderán su libertad si son dignos de conservarla, pues sino
desaparecerán como nación, como pueblo que se dicta a sí mismo sus deberes y
derechos, su leyes.
Bien
podría haber hecho suyas en aquellos momentos, Di Rienzi, las palabras pronunciadas seis siglos después
por Pedro B. Palacios (‘Almafuerte’) : “¡Mas
libertad, entonces, mas responsabilidad. Mas derechos, mas deberes; mas
facultades, mas trabajo; mas adelante, mas peligro; mas arriba, mas soledad...”
[13].
Este mismo escritor aconsejaba que el hombre no
debía buscar ni el primero ni el último puesto, sino el que le corresponda.
Pero si no querían darle o dejarle tomar ése mismo, debería salir prontamente
de dicha sala porque allí no imperaba la justicia.
Y como
si Di Rienzi hubiese previsto lo que habría de decir el autor citado, o
sintiéndolo tal cual en su interior, se fue de Roma.
Tan
pronto hizo esto, el ataque cobarde de los Barones hizo volver en sí al pueblo, que se encontraba
en un estado de impotencia y dejadez, añorando la paz y justicias del Tribuno,
amenazando o mas bien implorando por escrito, su vuelta...
VI.- EL DESTIERRO Y LA MARCHA A ROMA
Vuelta
la situación contra él, pasó siente años en destierro, habiendo estado solo
siete meses en el Gobierno de la Revolución Restauradora.
De esos siete años, pasó dos en un monasterio franciscano, se presentó ante el
emperador Carlos IV con nuevos proyectos, ya que éste era sobrino del Rey
Enrique VII del cual era hijo ilegítimo el padre de Di Rienzi. En dicho año,
1352, el Papa Inocencio VI sucedió a Clemente VI.
Estuvo
Di Rienzi prisionero en Praga, en Avignon. Fue liberado por el Pontífice en
1353. Por todas las ciudades que atravesó tuvo la natural simpatía de la gente
que le salía a su encuentro con deseos de alentarlo en su empresa,
ofreciéndole, además, su ayuda.
En Roma
continuaba durante esos años la anarquía y el despojo. Para el papado, vuelta
la situación contra sus intereses, vió en Di Rienzi la única forma de restaurar
el imperio papal.
Solo él
podía dominar a los nobles y al populacho caprichoso, violento. Dándole
libertad a Di Rienzi y devolviéndole su libertad, el Papa podría volver a Roma
nuevamente. Así pensaba la
Iglesia en aquellos momentos y así obró: luego de algunas
sangrientas guerras, el ejercito papal a cuyo frente a iba Di Rienzi, hizo
entrada con su poder restablecido a la tan vapuleada Roma, en 1354.
Una vez
asentado nuevamente Di Rienzi conjuró una conspiración contra él , el orden, la
paz, y el respeto ciudadano durante los últimos años: sereno, frugal;
disponía todo en la ciudad, prosperaban
las armas.
Ninguna
acción desmedida y cruel empaño su justicia severa. Vivió y murió como un
hombre que había consagrado su existencia a la idea, algo fantástica pero
enorme y gloriosa, de resucitar en medio de un pueblo corrompido e inmoral, el
genio de la antigua Roma.
Pero él
estaba solo. Es lo que siempre sucede cuando aparece un gran estadista con
ideas claras.
Generalmente
no tiene a su alrededor una infraestructura de colaboradores eficientes y
aptos, sino figuras decorativas, mediocres y oportunistas que no comprende la
intención afines e ideas del líder y se animen a seguirlo.
Es el
eterno cuestionamiento de saber si los grandes hombres se rodean de débiles y
obsecuentes por propia iniciativa, por miedo inconsciente a ser relegados en la
fama o si se rodean de ineptos porque es difícil que grandes cerebros y
profundos espíritus aparezcan en gran cantidad o por lo menos mas de uno que
pueden conformar una estructura de hombres felices en un mismo régimen al mismo
tiempo.-
El
carácter de Di Rienzi, como el de todo gran hombre, era de prudencia .
Prudencia en la guerra, en la administración de justicia, en la organización
del gobierno.
Pero
como ya había expresado, en los primeros siglos de nuestra era San Isidoro dijo
que no es prudente el hombre cauteloso, timorato, reticente para pensar,
decidir y actuar, sino justamente lo contrario; es prudente el que ve de lejos,
el que es perspicaz, el que prevé con certeza a través de la incertidumbre de
los sucesos o fenómenos. Así era Di Rienzi, el Tribuno. El último Tribuno...
VII.- EL DERRUMBAMIENTO DEFINITVO DE DI
RIENZI Y LA
REVOLUCIÓN RESTAURADORA
Estando
dominada la situación por Di Rienzi, éste creyó oportuno ejercitar su idea
primitiva: organizar en cada barrio una legión de Romanos para la defensa de
sus propias instituciones para establecer entre los ciudadanos, la única fuerza
necesaria al Estado.
Pero los
elementos con que tenía que trabajar eran individuos tan mediocres y cobardes,
que ningún romano quiso servir a su nación sin un sueldo igual que el que se
les daba antes a las tropas mercenarias.
Las
Legiones Romanas se crearon pues eran necesarias, pese a la mortificación de Di
Rienzi por el mercantilismo y egoísmo de sus conciudadanos.
Pero si
los ciudadanos romanos querían dinero por defender los que les eran común
propiedad, Di Rienzi necesitaba dinero para pagarles y sostener así al Ejército
constituido.
Y ese
dinero solo podía provenir de tributos impuestos al pueblo. Era un ‘boomerang’. Pueblo, éste, que se negó a
defenderse a sí mismo ( es decir, a defender y mantener su libertad, sus
dominios) sin un sueldo para ello. (“Quien
no quiere defenderse a sí mismo no
merece ser defendido y merece desaparecer” –Capítulo V ).-
La
proclama de Di Rienzi sobre ésta imposición, hizo estallar una ola de
indignación entre el pueblo resentido. El 8 de Octubre de 1354 la muchedumbre
como oleadas de hormigas entró, furiosa y desbordante de odio, al Capitolio,
sedientos de sangre y venganza.
Estas
fueron las últimos momentos del último Tribuno, descriptos por el escritor
ingles Bulwer-Lytton: “...Di Rienzi
estaba parado en el balcón, el sol brillaba sobre su rostro, cara al sol...
Pálido pero tranquilo, no mostraba cólera ni temor. Sus facciones en el medio
de la multitud expresaban pesar pero una
resolución heroica. El populacho se sintió sobrecogido por un instante, de
admiración y respeto. Los soldados de los Barones de se habían mezclado entre
la gente y la instigaba a atacar.”
“Explotó la turba furiosa y como una legión
de demonios comenzaron a incendiar el Capitolio frenéticamente. El Tribuno ya
no estaba en el balcón: piedras y flechas lo habían herido. Se retiró al enorme
salón abandonado”.
“Se sentó y con lágrimas amargas, no débiles,
sino aquellas que derrama un guerrero cuando ve desertar a sus tropas, exclamó,
reteniendo el llanto con desprecio: - ¡¡ Basta ya. He emprendido; he trabajado
mas que lo que debía en beneficio de este pueblo degenerado!.¡ Al fin lo veo:
soy mas que mi país y renuncio al proyecto grande, indigno de este pueblo
ingrato!!!. ¡¡El último de los romanos los maldice!!. ¡¡ Dejemos que Roma
perezca pues no merece mi sacrificio ya que todos me abandonan también puedo yo
abandonarme!!!-” .
“Las llamas se elevaban con espantosa
rapidez. Roma temblaba. El orgulloso Capitolio crujía y se resquebrajaba. El
populacho arrogante y ensoberbecido alcanzó a Di Rienzi. Fue arrastrado,
golpeado furiosamente y sepultado en su cuerpo varias dagas. Luego su cuerpo
fue pisoteado frenéticamente por una multitud enorme, delirante y
ensordecedora”.
“Un horrible estallido anunció que el
Capitolio se derrumbaba. Una inmensa nube de polvo y humo oscureció el ambiente
y el horizonte. Un ruido sordo y confuso atronó. Las torres habían
desaparecido. Una llamarada general cubrió en forma dantesca la atmósfera y
Roma entera parecía la pira funeraria de su último Tribuno...”. [14]
De aquí,
de las palabras de Di Rienzi y la situación, surgen tres ideas fundamentales de
Nacionalismo:
1.-) El
pueblo no es nada sin su jefe.( Recordemos que Hegel dijo que “...el pueblo es la parte de la nación que
nos sabe lo que quiere”. Si a un pueblo le sacan su conductor, vuelve a la
nada, a su estado anárquico y primitivo. Porque tan pronto apoyan fanáticamente
y entusiásticamente una causa como tan pronto la abandonan. Y Di Rienzi lo supo
tardíamente.
2.-) Los
pueblos degenerados merecen la muerte. La ley de la subsistencia que ayuda a
quienes tiene instinto de conservación.-
3.-) El
jefe no es un Rey sino un ‘Enviado de Dios’: él lo llamaría Tribuno...
]
SEGUNDA
PARTE
ROMA: SU
SEGUNDA RESTAURACIÓN ( Benito Mussolini - Año 1922)
I.- RESUMEN HISTÓRICO. DATOS BIOGRÁFICOS. [15]
MUSSOLINI, Benito “El espíritu de la Revolución Fascista ”. Ed. Informes, Bs.As. 1973
Benito
Amílcare Andrea Mussolini nació el 29 de Julio de 1883 en Dovia, en la Romaña , a 16 Km De Forli.
Su
padre, humilde cerrajero fue un activo socialista. Su madre, maestra, católica
devota y practicante. De su padre heredó
las acción y la fuerza de su carácter. De su madre el sentido humanitario y el
calor de su persona.
Siguiendo
los pasos de su padre fue un tenaz, tumultuoso socialista. Pero en 1914 fue
expulsado del partido por sr contrario a la no intervención de Italia en la
guerra. Criticando abiertamente la falta de sentido Nacional de los
socialistas. Junto con muchos ex - combatientes funda el Partido Fascistas,
luego de la guerra.
La
palabra FASCISTA deriva de la palabra
FASCIO y ésta del latín FASCES, que era
un haz de álamo o abedules con un hacha en el medio que portaba cada uno de los
doce lictores delante de los antiguos Reyes de Roma, y despues delante de los
Cónsules. Significaba el símbolo de la autoridad y poder de castigo del Rey o Cónsul.
El 28 de
Octubre de 1922 realiza la
Marcha sobre Roma. Con 30.000 ‘camisas negras’ y aprovechando
la irresolución de un gobierno inepto, corrupto y dividido se hace del poder.
Las marcha fue decidida en una Asamblea en Milán el 16 de Octubre.
El 11 de
Febrero de 1929, por el Tratado de Letrán reconcilia a Italia con la Iglesia y pone fin a la
‘cuestión vaticana’ pendiente desde 1870. ( ver
‘Di Rienzi’, parte primera).
Realizó
muchas y avanzadas reformas sociales. Reimplantó el Régimen de las
Corporaciones. Mejoró el suelo de Italia haciendo que miles de hectáreas
anegadizas y pantanosas, fuesen cultivables.
Llevado
por Alemania entra en guerra en 1940. Junto a ellos, Japón formando el Eje
frente a la Sinarquía
internacional. Termina la guerra con la derrota del eje. Fue fusilado por una
turba de comunistas a las 15 hs. del 28 de abril de 1945, frente a una villa
cercana a Giulino Di Mezzegra. Luego su cuerpo fue colgado en la plaza Loreto
de Milán al día siguiente, pisotado por una furiosa multitud anárquica y resentida.
II.- ROMA. ( Ver parte primera,
capítulo III.)
“ La salvación de este mundo oscuro,
atormentado y vacilante no puede venir mas que de la verdad de Roma. Y de Roma
vendrá”.
[16]
(Discurso del decenal en la
Cámara 16/11/32)
“Roma es y será el corazón potente de nuestra
latinidad. Es el símbolo inmortal de nuestra vitalidad de pueblo. Quien tiene a
Roma tiene a la Nación ”.
[17](
Discursos en la consagración de los combatientes 24/6/23).
“Roma es nuestro punto de partida. Nuestro símbolo.
Nosotros soñamos la
Italia Romana : Sabia, fuerte, disciplinada. El espíritu
romano surge en nosotros , en nuestra organización, nuestro orgullo, valor, en
nuestras construcciones: Vivis Romanus Sum. La unidad de la patria se reconoce
en el símbolo y en la palabra de: ROMA” [18].
(Discurso de Udine 20/9/22)
“Al cabo de 18 siglos la Italia desterrada de Roma,
vuelva a Roma” [19]
( Diario Il popolo d’Italia ) 20/9/17)
“¡ Roma o Muerte! Es el grito surge de las
profundidades de nuestra Raza. Que será repetido por nuestras generaciones
futuras despedazando todo orgullo localista, herencia de edades ingratas.
Haciendo del natalicio de Roma, el natalicio de la Nación” [20]
(Discurso 21/4/24)
“Porque somos nosotros los que hemos
decapitado todas las pequeñas capitales, para hacer de Roma, la Gran Roma Imperial, el
alma inmensa del mundo latino” [21](VII
Aniversario de los Fascios de Combate en villa Glori 28/3/26)
“El destino quiere que el mediterráneo vuelva
a ser nuestro. Que Roma sea el faro de la civilización occidental europea.
Nuevamente es la llama de nuestra pasión la que hace de Italia una de las
naciones sin la cual es imposible concebir la historia futura de la humanidad.
Soñemos y preparemos con el trabajo, la Italia con talleres en actividad, con flotas que
pueblen los mares, con la tierra fecundadas por los arados” [22](2do
discurso de Trieste 6/2/21)
“La espada de Roma tiene un alto significado
pues ha sido una espada esencialmente justiciera. Roma ha combatido con dureza
para vencer, pero tras la victoria se inspiró en la Justicia. Ha sometido
a los pueblos para hacerlos ciudadanos uniendo íntimamente la fuerza y la
piedad” [23]
(A los mutilados de Roma 22/10/23)
“El fascismo es una concepción histórica en
el cual el hombre no es sino en función del proceso espiritual al cual concurre en el grupo familiar y social, en la Nación y en la historia en
la que colaboran todas las Naciones. De allí el valor de la tradición Romana en
las memoria, en la lengua, en las costumbres. Fuera de la historia , el hombre
es nada.” [24]
“No tenemos intención de renegar de nuestro
pasado romano. Nos negaríamos a nosotros mismos. Nosotros somos ya pasado por
el hecho de que vivimos en el presente con respecto a los que vendrán despues
de nosotros. No queremos cerrarles las puertas al porvenir porque nuestro
presente es en sí mismo un porvenir con respecto a quienes nos han precedido” [25]
“Hay que ser dignos de la grandeza de nuestro
pasasdo pero no hay que vivir a su costa. No hay que decir: somos grandes
porque fuimos grandes. ¡No! Seremos grandes cuando el pasado sea el pedestal
para marchar hacia el futuro. Cuando el pasado en vez de ser un punto muerto,
sea un impulso, un fermento de vidas” [26]
“He querido que al lado de la Roma antigua que ha de
resurgir con todo su esplendor, exista la Roma nueva, viva, trabajadora, disciplinada, con
dignidad y con conciencia de sí misma” [27]
(Discurso del 28/10/26 en Roma en el IV aniversario de la toma del poder)
III.- RELIGIÓN. RELACIONES CON LA IGLESIA (Ver parte primera, Capítulo III y Capítulo
IV.)
“El fascismo no es solo un partido. Es un
régimen. No es solo un Régimen sino una fé. No es solo una fé sino una religión
que está conquistando el corazón de los italianos” [28]
( Discurso en Pesaro –18/8/26)
“La nuestra no fue solo una revuelta política
contra gobiernos débiles e incompetentes sino una revuelta espiritual y
religiosa contra ideologías que corrompían los principios sacros de la Religión , la Patria y la familia” [29](mensaje
al público Inglés 5/1/24)
“Afirmo que la tradición latina e imperial de
Roma está representada hoy por el catolicismo. Pienso y afirmo que la única
idea universal que hoy en la actualidad existe en Roma y es la que irradia desde
el Vaticano” [30]
(Discurso 21/6/21)
“El Fascismo protege y lleva la personalidad
humana. Ésta ha sido valorizada siendo el único trámite a través del cual un
hombre puede reunirse con Dios” [31]
“Nosotros los fascistas no creemos en un Dios
Genérico a quien a veces para disminuirlo se denomina infinito, Cosmos,
Esencia. Siendo que en realidad creemos en Dios, Nuestro Señor, Creador del
cielo y de la Tierra
y en su hijo, que un día premiará en su Reino nuestras escasas virtudes y
perdonará, esperamos, los muchos defectos de nuestra existencia” [32]
( Escuela de Mística Fascistas)
“Si he entrado y postrado ante el altar es
por una íntima convicción. Porque pienso que un pueblo no puede ser grande y
consciente de su destino si no se acerca a la Religión , considerada
como un elemento esencial de su vida pública y privada” [33]
(Plaza de la Victoria
en Vicenza 23/9/24)
“Una sola cosa deseo: ser enterrado con mi
gente en el Cementerio de San Casiano. Mas lo que se hizo no podrá ser borrado,
mientras mi espíritu liberado ya de la materia, viva tras la menguada vida
terrena, la vida inmortal y universal de Dios” [34]
(Plaza de la Victoria
en Vicenza 23/9/24)
En el
llamado Tratado de Letrán [35]se
reunieron el 11 de Febrero de 1929 miembros del Gobierno Italiano –Mussolini- y
del Vaticano –el Cardenal Gasparri- en Representación del papa Pío XI. Firmaron
un concordato destinado a regular sus mutuas relaciones. Fue firmado el
documento el 27 de Mayo cuando adquirió fuerza de ley. En el tratado se
reconocía la completa soberanía del Papa en 3 esferas: 1.-) La ciudad del
Vaticano con una superficie de 44 hectáreas bajo el dominio temporal absoluto
del Papa. 2.-) Propiedades separadas se consideraban incorporadas al Vaticano las Basílicas de
Letrán, Santa María la Mayor ,
Castel Gandolfo, etc. 3.-) Quedaban
comprendidas dentro del territorio italiano pero exentos de impuestos: La Universidad Gregoriana ,
Los institutos pontificios bíblicos, arqueológico y oriental y el Colegio Ruso.
Además de todo esto el Concordato estableció días festivos, la enseñanza
religiosa de la
Doctrina Católica en las escuelas primarias, secundarias,
etc.
Luego de
esto el gobierno italiano apoyó la influencia Católica en la sociedad como
vemos en discursos de Mussolini:
“Desde hace cuatro años hasta hoy la
autoridad religiosa desde el Sumo Pontífice hasta el mas simple ministro, está
considerado como elemento que no se discute, que no se valora o valúa, que no
se ofende. El derecho de la propiedad Vaticana es un detalle. El Estado
Italiano no despoja a nadie. No pone limitaciones ofensivas a la obra Cristiana
de la Iglesia ” [36]
( Diario ‘Il Popolo d‘italia’ – Año 1933-)
“Jornada fausta aquella del 11 de Febrero de
1929. Se selló la paz entre la iglesia y el Estado. Era un problema que pesada
desde hacía 60 años sobre la conciencia de la Nación ( la disidencia databa desde el 20 de
septiembre de 1870, día en que los ‘Bersaglieri’ del General Cadorna entraron a
la Ciudad Eterna ).
El Fascismo lo ha resuelto dando a Dios lo que es de Dios. El Estado y la Iglesia están
reconciliados en la conciencia individual y colectiva de toda la Nación ” [37]
( ‘El Olivo y las Bayonetas’ 24/10/36)
IV.- EL ESTADO. LA NACIÓN. ( Ver
página primera, capítulo III ; capítulo IV ; capítulo V )
“El Estado Fascista no es solo creador de
leyes e instituciones sino también
educador y promotor de la vida espiritual. Quiere rehacer no las formas
sino el contenido, el carácter, la fe de los italianos. Su insignia es el Haz
de los Lictores (Fasces) . Símbolo de la unidad, fuerza y justicia.” [38]
“¿ Qué
es el Estado?. Es la encarnación jurídica de la nación . Es un sistema de
jerarquías. El día que un hombre entró un grupo asumió el mando por mas fuerte,
astuto o sabio, ese día nació el Estado. El jefe tuvo que crear un sistema de
jerarquías para la guerra, administrar justicia, para obtener tributos. La
decadencia de las jerarquías significaba la decadencia de los Estados” [39]
(‘Gerarchia’-25/6/22)
“La nación es creada por el Estado, que dá al
pueblo consciente de su propia unidad moral, una voluntad y por lo tanto una
existencia efectiva” [40]
“Queremos unificar la nación en el Estado
soberano que representa la continuidad moral de la nación en la historia. Sin
Estado no hay Nación, solo agregados susceptibles de todas las desintegraciones
que la historia puede infligirles . Porque solo el Estado con su organización
jurídica y su fuerza militar eficazmente preparada puede defender la
colectividad nacional” [41]
( en el Consejo Nacional del Partido
Fascista - 8/8/24)
“El Estado liberal no dirige el
funcionamiento y el desarrollo material y espiritual de las colectividades sino
que se limita a registrar los resultados. Así pues, el Estado Fascista no es
solo un Consejo de Administración para garantizar un cierto bienestar y
convivencia social. El Estado Fascista es consciente, tiene una voluntad y por
esto es un Estado Ético. Además, es un hecho espiritual y moral porque concreta
la organización política, jurídica y económica de la Nación. Y ésa organización
es en su nacimiento y desarrollo una manifestación del espíritu. Así el Estado
es el pasado, presente y futuro. Traspasando los límites breves de la vidas
individual, representa la conciencia durable de la nación. Mudan las formas por
las cuales el Estado se expresa pero su necesidad permanece. Educa a los
ciudadanos en el ejercicio de sus virtudes cívica: armoniza los intereses en la
justicia; les muestra sus puntos de vista en común para la defensa mutua y
unidad. Les trasmite las conquistas del pensamiento en artes, ciencias, etc.
Muestra como ejemplo a los que vendrán, quienes lucharon por lo nuestro o los
genios que nos iluminaron con su gloria. Cuando declina el Estado, su sentido,
y prevalecen las tendencias disociadoras y centrífugas de los individuos o
grupos, la sociedad nacional declina” [42](
discurso en la Asamblea
quinquenal del Régimen - 10/3/29)
“Nosotros anunciamos al mundo la creación del
poderoso Estado Italiano desde los Alpes a Sicilia. En el Estado Fascista se
logra la unidad de todas las clases. La
unidad política, social y moral de los italianos” [43] ( Discurso en la Cámara de Diputados-
9/12/28)
“El fascismo debe desear que dentro de sus
fronteras no existan mas venecianos, toscanos, sicilianos, sardos, romañoles
sino solo italianos. Para el Régimen no existe norte ni sur. Existe Italia y en
ella solo italianos” [44](
Discurso de la Asamblea
quinquenal del Régimen- 10/3/29)
“La verdad es que en Italia solo desde 1922
se puede hablar de un Régimen italiano. Pues antes era el Régimen de las
camarillas, logias, parásitos. Habían mortificado el espíritu de la Nación con una política
interna débil y una política externa permanentemente renunciatoria” [45](
Asamblea quinquenal al pueblo de Roma 28/10/26)
“El Estado Fascista es el mas adecuado para
representar los estados del alma de nuestro pueblo que surge despues de mucho
tiempo de servidumbre extranjera. En estos momentos mas que nunca necesitamos
autoridad, orden y dirección”. [46]
“Hay que elegir: o una política de autonomía
y entonces serán inevitables períodos de aislamiento o una política de ligazón
indisoluble y en ese caso habréis período vuestra autonomía” [47](
discurso 24/3/24)
“Rigiendo con tacto la nación, dirigiéndola
hacia buen destino conciliando los intereses sin exacerbar odios ni egoísmos ,
empujando a los italianos como una fuerza única, haciendo del mediterráneo una
lago nuestro, aliándonos con los que allí viven y expulsando a los parásitos.
Llevando a cabo ésta dura obra, paciente,
inauguraremos verdaderamente un gran período en la historia de la nación
Italiana” [48](
Discurso de la Sciesa
de Milán 4/10/22)
“El Estado italiano de hoy no admite
amistades sino en pie de perfecta paridad política y moral” [49]
(respuesta a Stressemann). “Para nosotros
las fronteras, todas las fronteras son sagradas no se discuten, se defienden”
[50](
El Anschluss – 16/3/38).“Italia quiere la
paz para completar su obra, pero si se intentase arrebatarnos los frutos de una
victoria sacrificada, se nos encontraría en pie, prontos a resistir”.- [51](
Diario ‘Le Matin’ –15/3/36) “La consigna
del Estado es: el trabajo, que nos rescatará del dominio extranjero. La
concordia, que debe hacernos una sola familia. La disciplina, para lograrlo” [52](Discurso
de Florencia –19/6/23)
“Para nosotros la Nación no es solo
territorio sino espíritu: una Nación es grande cuando encarna en realidad la
fuerza de su espíritu” [53](
discurso de Nápoles 24/10/22).
V.- RÉGIMEN SOCIAL ( Ver
parte primera, capítulo III ; capítulo IV . )
Por
empezar , podemos decir que muchas de las previsiones establecidas por Di
Rienzi en el aspecto social las podemos ver claramente reflejados en el “La Carta Del Trabajo” del
21/4/27, en especial arts. 26 al 30, y otras leyes sociales del Régimen
Corporativo Fascista [54]
“Hemos enterrado el Régimen de la lucha de
clases. Hemos creado el Estado Corporativo Fascista. El Estado de la Sociedad nacional que
reúne armoniza y atempera todos los intereses, los cuales se ven tutelados por
igual” [55]
(Discurso en Roma en el IV. Aniversario de la toma del poder – 28/10/26)
“El fascismo no ha surgido para defensa de
determinados clases, intereses o categorías sino para defender a todo Italiano
sano. El Régimen Fascista está en materia de legislación social a la vanguardia
de todas las naciones” [56](Al
Congreso de los Sindicatos Fascistas – 7/5/28)“Quien dice trabajo dice burguesía y clases trabajadoras del campo y
ciudad, productivas, sin privilegios. Sino tutelando los intereses que se
armonizan con los de la producción y la Nación” [57]
(primer discurso presidencial- 16/11/22)
“A la masa queremos educarla, pero cuando se
desbarranca, castigarla. Queremos elevar su nivel material y moral porque
queremos elevar su nivel material y moral porque queremos insertarla en la
historia de la Nación ” [58](
Discurso en el Augusteo 9/11/21)
“El Régimen respeta y hace respetar la
propiedad privada y se niega a catastróficas experiencias socializadoras. Pero
tampoco permanece indiferente, antes actúa, ante las colisiones de intereses
cuyos choques provocan la inestabilidad del bienestar público y nacional” [59](
Asamblea quinquenal del Régimen – 10/3/29)
“La propiedad no es solo un derecho, sino un
deber. No es un bien egoísta, sino que tiene un sentido humano y social. Es el
resultado de ahorros y de fatigas, privaciones y por lo tanto debe ser tutelado”
[60](
Corporativismo agrario – 21/2/24)
“¿Que significa: Justicia social?. Significa:
trabajo garantizado, salario equitativo, la casa decorosa, la posibilidad de
desenvolverse y mejorar incesantemente, la paz, el orden social y la tranquilidad
del ánimo” [61](Discursos
a los obreros en Milán – 6/10/34). “La
jornada legal de trabajo: 8 horas diarias, fue promulgada en el año 1923 por
mérito exclusivo del gobierno fascista”[62]
“He concedido mas de 60.000 audiencias y he
recibido mas de 1.500.000 ciudadanos. Cuantas veces quienes han querido, aún de
aldeas remotas, han podido dirigirme a mi han recibido contestación. No basta
gobernar enérgicamente. Es necesario que el pueblo, el pueblo diminuto y
olvidado tenga la convicción de que el gobierno está formado por hombres
comprensivos que le ayudan y que no se sienten separados del resto del género
humano”. [63] (
Discurso ante la Asambleas
quinquenal del Régimen 10/3/29).
VI.- MARCHA SOBRE ROMA. VUELTA AL PODER
.CAÍDA.(ver
Parte Primera, Cap. IV.;V;VI y VII)
Hemos
dejado para el final 3 situaciones en la
vida de Benito Mussolini y su vida revolucionaria, (recordando que su nombre de origen hispano le fue dado por
su padre en honor del Revolucionario mexicano Benito Juarez ) que coinciden con la de Nicola Di Rienzi.
Por empezar, recordemos que Di Rienzi había hecho
una Marcha Sobre Roma en la cual toma el poder
el 20 de Mayo de 1347, apoyado por una multitud y sin violencia alguna,
estableciendo una revolución en el ordenamiento legal como ya hemos dicho en la
parte primera.
Benito
Mussolini también accede al poder
mediante una Marcha Sobre Roma, absolutamente pacífica – aunque sembrada
de muertos hasta ese momento- y con el apoyo de una multitud, desde Milán, el
28 de Octubre de 1922 también estableciendo una Revolución no solo legal sino
también institucional, con un Cuadrunvirato
diciendo em CiVitavecchia, en Santa Marinella pasando revista a sus
Camisas Negras: “La victoria es nuestra;
es preciso no desecharla. Italia es nuestra y la volveremos a llevar por los
caminos de la antigua grandeza” [64]y
se dirigió a Roma.
Ya en Roma es nombrado por el Rey para
presidir el Consejo donde forma su primer gobierno y allí proclama en su primer discurso el 27/11/22 “...Sepan las clases que componen la
burguesía productora, que el Fascismo quiere imponer una sola disciplina a la Nación y ayudar a todas las
fuerzas que aumentan la expansión económica y el bienestar. Las gentes
trabajadora, las del campo y de las oficinas, transportes y la de empleos
todos, nada han de tener del poder fascista. Los justos derechos de ellas serán
sinceramente tutelados. Seremos generosos con los adversarios inermes; seremos
inexorables con los otros....Llamamos al sumo Dios y al espíritu de nuestros
5000.000 muertos como testigos de que solo un impulso nos mueve, una sola
voluntad nos acoge, una sola pasión nos inflama: contribuir a la salvación y a
la grandeza de la Patria..
¡Fascistas de toda Italia! Aprestad romanamente los espíritus y las fuerzas.
...!” [65].
En 1943
es arrestado por un complot el 25 de julio . El 12 de Septiembre de ese mismo año es liberado de su prisión
por un grupo de oficiales y soldados alemanes e italianos llevándolo a
Alemania.
Vuelve a
Italia – como en su momento Di Rienzi volvió a Roma- y el 18 de Septiembre de
1943 anuncia la
Constitución de la República Social
Italiana en Italia Septentrional que todavía no era ocupada por los enemigos de
Italia. Y En el manifiesto de Verona del
14 de Noviembre de 1943 establece una
declaración programática netamente social y republicana. [66]
El 27 de
Abril de 1945 [67]fue
detenido Mussolini por una turba de Guerrilleros y el 28 a las 15 hs. fue fusilado
por ellos en una ruta hacia la localidad de Giulino de Mezzegra, en el lago de
Cuomo.
Luego
los cadáveres fueron transportados a Milán y allí en la Plaza de Loreto fue expuesto
suspendido boca abajo del techo de una estación de Servicio para que una
muchedumbre traidora , frenética e ignorante– al igual que el pueblo francés
con Juana de Arco-- mutilase a golpes su cuerpo sometiéndolo a público
escarnio.
EL mismo
29 de Abril a la tarde, llegaron los norteamericanos, sacaron el cadáver de la
plaza y se le hizo una autopsia,
llevándose el cerebro a EE.UU para estudiarlo.. Despues lo sepultaron en una
fosa sin nombre pero descubierto por una horda de llena de odio lo llenaron de
desperdicios, rescatado el cuerpo
por 2 jóvenes que lo entregaron a unos padres de un convento franciscano que
fueron obligados por el Gobierno a entregarlo.
Diez
años después fue devuelto por el Gobierno a sus familiares que lo sepultaron .
Pronto el lugar fue lugar de peregrinaciones de sus fieles, que pasado el
período d eterror concurrían a honrarlo.. Una noche fue dinamitada la cripta
por la junta comunista del pueblo. Se derrumbó la capilla quedando solo la
cripta de este humilde hombre de Dovia, Distrito de Predappio, maestro de
escuela con honores, que por su Nación: ofrendó hasta su vida al servicio de
ella..
k
La vida
de Di Rienzi y Mussolini puede encontrar explicación en las
palabras del Editor del libro “Mi
ultimo año”[68]
escrito por Mussolini , en su prólogo :“...Este destino empapado de sangre, de
rencor, de disconformismo, explica la tradicional revuelta de los italianos
contra sus hombres mejores. En la paz y en la guerra, en la victoria y en la
derrota, el italiano siente, en un momento dado, el indomable impulso de abatir
sus ídolos para crear otros nuevos. Los Idus de Marzo, la masacre de los
Césares, el martirio de los Santos, el largo exilio del Dante, el linchamiento de Cola de Rienzi, la
expatriación de Cristóbal Colón y de cien de sus iguales, ...el feroz epílogo
de Plaza Loreto, son otras tantas etapas de la desesperación de un pueblo
dominado por el instinto de la grandeza, ansioso e incapaz de permanecer fiel a
las tradiciones, desdichado desde el momento en que nace, hijo de una tierra
cruel que se volvió árida bajo el sol de la gloria. ...El autor de estas
páginas, último reanimador de las aspiraciones de su Estirpe, ha conocido cuán
breve es el paso del Capitolio a la Roca Tarpeya. Por 20 años ídolo de su pueblo, fue
abatido por el furor de su pueblo. Masacrado, ultrajado, expuesto al ludibrio,
está situado, en la historia, junto a sus mayores de todos los tiempos. Casi
parece que para él- último de los romanos- las hubiera escrito, imperando
Claudio, el romano Lucio Anneo Séneca:
‘...el ha superado los límites de la servidumbre, se ha sumido en una
grande y eterna paz. No lo turba el miedo a la pobreza, tampoco el amor a las
riquezas, ni los estímulos de la lujuria que corrompen el ánimo con la
voluptuosidad. No le alcanza la envidia de la felicidad ajena, no lo preocupa
el cuidado de la propia. Ninguna ira de muchedumbre golpea más a sus castos
oídos. No ve ninguna ruina pública o privada. No se adelanta solícito hacia el
futuro, siempre incierto en sus promesas.
El está ahora allí donde nadie puede moverlo, donde nada puede
producirle miedo...’ .”
W
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[2] KUBIZECK, ‘De Di Rienzi a
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[3] PLONCARD D’ASSAC, Jacques. ‘Doctrinas del
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[4] BULWER-LYTTON, Eduard. ‘DiRienzi o el último
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[6] BULWER-LYTTON, Eduard. Ob. Citada.
[8] BULWER-LYTTON, Eduard. Ob. Citada.
[10] HOESEMIUS.
[12] BULWER-LYTTON, Eduard. Ob. Citada.
[15] ZANGRADI, Ruggero. ‘Mussolini’.
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[16] MUSSOLINI, Benito “El
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[17] MUSSOLINI, Benito. ‘Obra
citada’.
[18] MUSSOLINI, Benito. ‘Obra
citada’.
[19] MUSSOLINI, Benito. ‘Obra
citada’.
[20] MUSSOLINI, Benito. ‘Obra
citada’.
[21] MUSSOLINI, Benito. ‘Obra
citada’.
[22] MUSSOLINI, Benito. ‘Obra
citada’.
[23] MUSSOLINI, Benito. ‘Obra
citada’.
[24] MUSSOLINI, Benito “La
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[25] Edición definitiva de discursos de Benito Mussolini, T. III, pag.
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[26] MUSSOLINI, Benito “El
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[27] MUSSOLINI, Benito “La
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[35] DE HUSZAR, George B. ‘Enciclopedia
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[66] MUSSOLINI, Benito ‘Fascismo Revolucionario: República social
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[67] GRADENIGO, Gaio. ‘Benito
Mussolini, 50 años de historia’. Editorial Nuevo Orden, Bs.As.1984
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