martes, 3 de noviembre de 2020

CORONEL PEDRO JOSÉ DÍAZ (Héroe Olvidado de Nuestra Independencia y de la Soberanía Nacional)

 

CORONEL PEDRO JOSÉ DÍAZ 

(Héroe Olvidado de Nuestra Independencia y de la Soberanía Nacional)


                Gonzalo V. Montoro Gil 





Mientras nuestros escribas y literatos a sueldo siguen llenando nuestras cabezas (y plazas, monumentos, calles) con nombres de traidores a la nación, al igual que el Coronel Martiniano Chilavert emerge otro héroe olvidado ex –profeso: el Coronel Pedro José Díaz.

Muchas veces se dijo que Juan Manuel de Rosas perseguía a los Unitarios. Mentira. Solo perseguía y encarcelaba a aquellos que se levantaban contra el orden legal e institucional cometiendo asesinatos y que se aunaban al extranjero para conquistar nuestra patria, sean estos Unitarios o Federales como los Maza.

De lo contrario –y la historia abunda en ejemplos- muchos unitarios vivían y trabajaban pacíficamente y en forma privada en el país (salvo, a veces, en organismos públicos).

Rosas siempre acogió a aquellos que defendieron la soberanía patria sin preguntar sus simpatías políticas.

Por ejemplo, Ibarra en Santiago del Estero era conocido por no ser ‘rosista’.

Y en la batalla de Caseros, sus principales espadas contra el invasor brasileño y los traidores internos como Urquiza y Garzón, fueron dos Unitarios que pelearon codo a codo con el Restaurador, a su derecha e izquierda: los Coroneles Martiniano Chilavert y Pedro José Díaz, sin abdicar ellos de sus creencias políticas.

Ya nos hemos referido en otra ocasión al Coronel Chilavert.

Hoy varios autores nos traen una semblanza del Coronel Díaz, digno hijo de la tierra….

*

Pedro José Díaz se llamaba. Nació en Mendoza el 17 de mayo de 1800, y era hijo del sargento mayor Luciano Díaz y de doña Dorotea Ordóñez.

Estudió con el franciscano fray José Benito Lamas y tenía trece años cuando su padre lo presentó a San Martín, quien lo aceptó como' cadete.

Hizo la epopeya de los Andes con el Libertador en 1816 con solo 16 años, luchando en Chacabuco, Cancha Rayada y Maipú.

Su sable también mostró su filo en la aciaga "Sorpresa de Cancha Rayada", el 19 de Marzo de 1818.

Luchó en la Batalla de Maipú, recibiendo las condecoraciones otorgadas por los gobiernos de Chile y de las Provincias Unidas.

A los veinte años, ya era Capitán.

En 1821, ya con el grado de capitán, llegó a las fortalezas del Callao y en esta campaña el propio Libertador le encomendó entrara en Lima al frente de su compañía, el primero de todos.  Y el 11 de julio fue Díaz quien custodió la entrada en Lima de San Martín.

Cuando la sublevación del Callao cayó prisionero y poco después consiguió fugarse y pasar a servir con Bolívar y Sucre.

El 14 de agosto de 1821 estuvo en el violento asalto a las fortificaciones del Callao a las órdenes del general Las Heras, en que los patriotas fueron rechazados con algunas pérdidas.

En noviembre del mismo año fue nombrado “Benemérito de la Orden del Sol” y en septiembre de 1822 ascendió al grado de sargento mayor.

En 1826 hizo la campaña del Brasil y por su distinguida actuación en la Batalla de Ituzaingó obtuvo los despachos de teniente coronel. 

Terminada la guerra del Brasil, Díaz apoyó el movimiento del 1º de diciembre de 1828, contándose entre los hombres de Juan Galo Lavalle cuando éste se rebebló, siendo ascendido luego a coronel del Batallón 4º de Cazadores y quedando a cargo del comando de la Frontera Norte

Hizo con éste las campañas de 1839 y 1840. La historia cuenta que estando presente en la batalla de "Quebracho Herrado", y cuando ésta ya se estaba definiendo para los Federales, Díaz, que se hallaba al frente de su Regimiento, recibe una carta que le envía Lavalle, diciéndole que la batalla estaba perdida, y que tratara de buscar refugio. Díaz contestó a Lavalle, con el mismo mensajero:

"-Donde mueran mis hombres, allí también morirá el Coronel Díaz-".

El 28 de noviembre de este último año cayó prisionero del coronel Hilario Lagos, Federal reconocido, que al verlo, fue a abrazarse con Díaz, felicitándolo por su bravura en el combate, y también intercedió ante Oribe, para que no lo ejecutara.

A pesar de ser un Unitario convencido, cuando el Ejército Grande de Urquiza se presentó en "Caseros", el 3 de febrero de 1852, enfrentando a Rosas, el Coronel Pedro José Díaz, no se le unió, sino que por el contrario, comandó la Infantería ‘Rosista’.

Tanto Chilavert como Díaz  habían puesto su espada al servicio de Juan Manuel de Rosas.

Cuando el pronunciamiento de Urquiza contra Rosas, pese a ser unitario, ofreció su espada a la Confederación y se incorporó al ejército federal.  

Estaba el Coronel Díaz prisionero en Santos Lugares pero le fue devuelta su plena libertad, su grado y los sueldos adeudados.

*

Muchos años después Antonino Reyes le escribe a Adolfo Saldías y le comenta –como testigo directo- que Máximo Terrero fue quien recomendó a Díaz y con el tiempo fueron estrechando una sólida amistad. Terrero fue predisponiendo día a día mas a Rosas a favor de Díaz comentándole que “Díaz aparecía como el soldado franco, caballero, sin excusarse de pertenecer al partido unitario; pero al mismo tiempo obediente al gobierno de quien dependía, manifestándome siempre que toda vez que la patria fuese amenazada por fuerzas extranjeras y muy particularmente por el Brasil, estaría a su defensa, aunque fuese uniéndose si era necesario a los salvajes de la pampa. Yo le recordaba a su pasado y la alianza francesa, pero a esto sólo me contestaba:

- no hablemos más de eso: hoy han cambiado las circunstancias y me hallo libre de ciertos compromisos que me tenían atado entonces-”.

Y antes de la Batalla de Caseros Reyes el continúa contando a Saldías que en su momento y antes de la batalla que se avecinaba, le preguntó a Díaz:

"-Y usted, coronel, ¿qué papel desempeñará en esta emergencia; son los suyos los que vienen-”

“-No... es Urquiza, es el Brasil, y yo como soldado estaré en mi pueblo puesto al lado del Gobierno de mi patria, sea Rosas o el diablo-”.

 “Que conociendo al hombre como se lo hago presente, podía estar seguro que lo que me diría era lo que sentía y que por nada cambiaría en su modo de pensar. Así fué que cuando llegó el momento no tuve inconveniente en asegurar que el coronel Díaz serviría al gobierno con la lealtad que lo caracterizaba, si los

El 2 de Febrero de 1852 en el día previo a la batalla en Caseros, Rosas llama a junta de guerra donde se encontraba el Mayor Antonino Reyes, Jerónimo Costa, el General Pinedo, el Coronel Chilavert, y el Coronel Hilario Lagos, entre otros.

Al primero le pide alguien capacitado para organizar un batallón. Éste le indica al Coronel Díaz, como experimentado militar que residía en Buenos Aires desde que fue hecho prisionero luego de la batalla de Quebracho Herrado, como lugarteniente de Lavalle.

Díaz le dice a Reyes su postura y que se la haga saber a Rosas:

«-Dígale usted al señor gobernador, le respondió Díaz á Reyes, que aprecio la confianza con que me honra: que aunque unitario, he de cumplir mi deber como soldado á las órdenes del gobierno de mi patria.» Por tal incidencia se organizó esa brigada de infantería, la única que con la famosa  artillería de Chilavert sostuvo hasta el fin el fuego contra los imperiales-”.

Al día siguiente, en Caseros, los coroneles Díaz y Chilavert fueron los héroes de la batalla, en el ejército federal.  Ambos combatieron con bravura de león.  

Como dice Adolfo Saldías: “Después de una hora de rudo combatir a pie firme, los batallones de Díaz, disminuidos, cercados, exhaustos de fatiga, y faltos de municiones, iniciaron un movimiento de retirada apoyando su flanco con líneas de tiradores a lo largo de unas zanjas y cerco de tunas”.  

Y, más adelante, agrega: “Poco después de las dos de la tarde y, cuando la caballería aliada amenazaba rodear completamente las brigadas de Chilavert y de Díaz, se aproximó por el flanco derecho de estas una columna de caballería atraída por la vista de Rosas y los que lo acompañaban, y la cual chocó con la división Sosa.  

Rechazada esta envolvió en sus filas a Rosas, al mayor Reyes y a algunos oficiales”. Díaz y Chilavert fueron los últimos Oficiales en permanecer en el Campo de Batalla, siendo ambos tomados prisioneros. Díaz logró salvar la vida, pero Chilavert fue fusilado por orden de Urquiza.

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Meses después, en setiembre de 1852 Díaz fue nombrado capitán del puerto de Buenos Aires, y durante el gobierno del general Manuel Guillermo Pinto, ministro de la Guerra.  

Terminada la contienda entre el estado de Buenos Aires y la Confederación Argentina, el Coronel Díaz se retiró a la vida privada, implantando un establecimiento agrícola en Morón, pero a pesar de su prescindencia de los asuntos políticos y militares, se le consideró complicado en un movimiento subversivo que debió estallar en Buenos Aires, en junio de 1855, por lo cual fue arrestado en su residencia en Morón y conducido a Buenos Aires, donde este gran soldado permaneció tres meses en incómoda cárcel.

El 1º de julio de 1866 fue nombrado Jefe del Estado Mayor del “Ejército de la Frontera Sud”, en reemplazo del coronel Emilio Mitre.  Dicho ejército tenía su cuartel general en San Benito

El Coronel Pedro José Díaz morirá enfermo, en la Ciudad de Buenos Aires el 11 de Diciembre de 1857.

*

Una populosa y reconocida Avenida de Buenos Aires llevaría su nombre. Una obra editada por el investigador histórico Canido Borges fundamenta que está referido al Coronel Pedro José Díaz, aunque hay dudas al respecto.

Dudas que se acrecientan pues sería casi una excepción en medio del ‘lavado de cabeza’ liberal que continúa hasta el día de hoy, en el cual casi brillan por su ausencia las calles, plazas, monumentos a los verdaderos patriotas.

El cuerpo del valeroso Coronel patriota Pedro José Díaz, está en el Cementerio de la Recoleta, y lamentablemente está en muy mal estado de conservación. Por respeto a la memoria de éste gran soldado, quizás alguien debería restaurarla.

El Héroe de Chacabuco, Maipú e Ituzaingó, y el defensor de la soberanía nacional en Caseros, se lo merece.

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FUENTES:

CANIDO BORGES, Jorge Oscar, (‘Buenos Aires, esa desconocida; sus calles, plazas y monumentos’, Ed. Corregidor, Bs. As., 2003)

CASTAGNINO, Leonardo (‘Coronel Pedro José Díaz’ - La Gazeta Federal – www.lagazeta.com.ar)

SALDÍAS, Adolfo (‘Historia de la Confederación Argentina’- Tomo III y V- Buenos Aires, Félix Lajouane Editor- 2da Edición-1892)

TURONE, Gabriel y Oscar (‘Pedro José Díaz’- www.revisionistas.com.ar)



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