domingo, 2 de agosto de 2020

CELEDONIO GUTIÉRREZ (El Último Bastión 'Rosista' después de Caseros)

CELEDONIO GUTIÉRREZ  
(El Último Bastión 'Rosista' después de Caseros)

Gonzalo V. Montoro Gil

Generalmente en la historia existen fechas icónicas que reflejan el comienzo o el final de una época histórica o de un gran acontecimiento o de un gobierno.

El 3 de Febrero de 1852 es la fecha exacta de la Batalla de Caseros donde termina el gobierno de la Confederación Argentina ‘rosista’, con la caída del Restaurador de las Leyes Dn. Juan Manuel de Rosas y su lucha por la soberanía nacional.

Una época histórica plena de eventos históricos militares y civiles en lucha por nuestra soberanía hispánica.

Hay algunos civiles que, siendo férreos partidarios de la Federación, no trepidaron en algún momento de sus vidas en ‘darse vuelta’ sin ambages y traicionar a su patria como José Rivera Indarte, Pastor Obligado, Rufino de Elizalde, civiles.

Los que fueron militares, sus traiciones son menos perdonables: los mayores son Justo José de Urquiza, Eugenio Garzón, etc.

Y también hay otros cuya conductas traicioneras pueden ser menos conocidas y sobre los cuales ya hemos hablado en otros trabajos: Gregorio Aráoz de Lamadrid [1] [2] y el Brig. Tomás Brizuela [3], alias ‘el Zarco’.-

Lo que siguió al 3 de Febrero fue una parodia de la Confederación en manos de su verdugo el referido Justo José de Urquiza. Nuevos vientos soplaban en nuestras tierras.

Pero, esa batalla legendaria no fue el último acto de la Confederación Argentina ‘rosista’ soberana, aunque es un hecho no divulgado suficientemente.

Si, cayó Rosas, pero no todos lo supieron….  en la referida fecha.

En aquellos tiempos la noticias no corrían como hoy; por lo tanto, se sabían los acontecimientos con un retardo de días o semanas.

En este contexto, el Gobernador de la Provincia de Tucumán (14-11-1841 a 14-6-1852 y luego de 16-1-1853 a 16-10-53) era el Brigadier General Celedonio Gutierrez, fiel espada Federal y unido en la política de defensa de nuestra soberanía con Rosas,

Sabedor de la guerra que se avecinaba en el Río de la Plata, estaba atento a las incursiones de los Unitarios de la Coalición del Norte, que rondaban por Bolivia, Salta y Jujuy.

¿Como era la sociedad tucumana bajo el mandato de Gutierrez?

Netamente Federal.

A partir de su asunción, se sintió más claramente la influencia de Rosas en la provincia: se exigió el uso de la divisa punzó, el grito de ¡Viva la Confederación Argentina! y ¡Mueran los Salvajes unitarios! encabezó las actas de la legislatura, las peticiones a la autoridad y las notas oficiales junto a la nueva forma de fechar.

También abundaron expresiones obsecuentes hacia el Restaurador. Éstas repiten las mismas ideas: aseguran que ningún argentino antes había alcanzado su altura, lo describen como el gran defensor de la libertad americana y del orden del país afirmando que nadie más que él podía hacerse cargo de las altas funciones que desempeñaba; Rosas era descripto como un hombre imprescindible.

El mismo Rosas le escribió felicitándolo por sus importantes servicios rendidos a la Santa causa de nuestra Confederación. El gobierno tucumano cuidó todos los detalles, como el enviar oportunamente un regalo representativo de la región al Restaurador, gesto extendido entre las administraciones adictas. Celedonio Gutiérrez le obsequió a Rosas en 1848, dos sillas de cedro tucumano trabajadas exquisitamente por artesanos de la provincia.

El ‘MONITOR FEDERAL’ era una publicación oficial, supervisada por el ministro Adeodato Gondra. El semanal publicaba los actos de gobierno (leyes, decretos, proyectos) y las noticias de Bs. As. También artículos de diarios europeos. Los temas litúrgicos rosistas se repiten religiosamente en él. En primera plana yacía el infaltable y enorme ¡Viva la Confederación Argentina!; abajo en el centro el escudo de la Provincia y a un lado: ¡Viva el Gran Rosas! y al otro, Mueran los inmundos salvajes Unitarios! Luego, en todos los números, una sentencia de Cicerón advertía a los Unitarios:

“Juzgo que no puede tener apego a sus hogares

A las leyes del país, ni a los queridos principios

De la libertad, aquel que gustoso promueva la discordia;

La matanza de ciudadanos, o lo que es lo mismo,

La guerra civil. Digno sería un tal malvado

De ser exterminado y borrado del número de los Hombres”. Cicerón

Cuando se alzó en armas Urquiza y avanzaba sobre Montevideo en 1844, el Diario puso en primera plana:

“¡Pueblos de América! ¡Hombre todos del Globo! ¡Ved ahí el resultado de todo cuanto han escrito y ejecutado los enemigos de la Confederación Argentina y del Héroe que la preside! ...El Americano de sangre más helada no podrá menos que maldecir a los traidores salvajes unitarios autores de tantas desgracias. Ellos son exclusivamente responsables ante Dios y la Patria de la sangre que se ha derramado y de las inmensas fortunas que han sido destruidas”

El 24 de Enero de 1842 ocurrió algo singular en Tucumán. El gobierno decretó la erección, en la plaza principal de la ciudad, de un monumento dedicado a perpetuar la gratitud de Tucumán hacia el incomparable americano, Restaurador de las leyes, el Brigadier Don Juan Manuel de Rosas y al ejército de la Federación bajo el mando de su General en Jefe, Don Manuel Oribe.

En esta ocasión todo el vecindario aclamó a Rosas en la plaza embanderada en medio de repiques de campanas y bandas de música. (Por otro lado, es necesario advertir que el monumento a Rosas fue derribado inmediatamente después de quedar Gutiérrez apartado del cargo).

Dicen que era algo autoritario pero diplomático. Como conocedor experimentado de la naturaleza humana, él era un hombre astuto, pragmático y de carácter pacífico. Historiadores tucumanos consideran que el suyo fue un gobierno de prosperidad y tolerancia.

Gutiérrez tuvo valores positivos anhelados por la comunidad: era concebido por muchos como garante del orden y propulsor de la civilización, como un mandatario moderado y conciliador, defensor de la paz y de la autonomía provincial.

Antonio CAPONNETTO nos advierte sobre un dato que entendemos de relevancia y que refiere al personaje de esta historia:  

Recordemos que la severidad de Rosas era aplicable, primero y sobre todo, en su propia persona el cual un día olvidó las reglas formales de conducta en su estancia y se hizo aplicar latigazos por el descuido frente a todos sus peones y con ello hacer notar que las leyes eran para todos por igual.   

En ese plano puede observarse la estrictez y la justicia de Juan Manuel de Rosas en una resolución de su gobierno: el Restaurador había hecho fusilar en 1848 a Ladislao Gutiérrez y a su amante, Camila O’Gorman, según las leyes imperantes en ese momento (las leyes vigentes sancionaban el sacrilegio del robo y escándalo relacionados con el caso con la pena de muerte, de acuerdo con las Partidas 1 4-71, I 18-6 y VII 2-3, aplicables al caso).  

Pues bien, Celedonio Gutiérrez, fiel Federal y ‘rosista’ era por entonces Gobernador de Tucumán y era el tío del cura fusilado en Buenos Aires junto a su amante; así también la tradicional familia O’Gorman participaba del federalismo imperante y su padre Eduardo, nada dijo ni hizo abochornado como estaba, para que el Restaurador mitigara el castigo.   

Sin embargo, Rosas no hizo distingos y, haciendo cumplir la ley, ordenó fusilarlos a pesar del federalismo de sus familias y a pesar del pedido de su hija Manuelita que era muy amiga de Camila.  

La justicia de la orden puede ser vista también desde el lado de los familiares de los ejecutados: el Gobernador Celedonio Gutiérrez, a pesar del dolor que seguramente sintió por la muerte de su sobrino, siguió siendo Federal ‘rosista’ defendiendo la causa de la soberanía hasta después de Caseros como veremos más adelante, no mezclando los asuntos familiares con los públicos.  

El Brigadier General Celedonio Gutiérrez se convirtió en un referente de los federales tucumanos que luchaban contra los liberales de su provincia y de las vecinas, mientras Lamadrid confiscaba sus bienes.

Gobernó con "facultades extraordinarias", pero mantuvo la legislatura y no tuvo serios problemas con la oposición, a la que no permitió organizarse. Fundó una escuela de primeras letras (estas habían desaparecido con sus maestros unitarios), apoyó la industria azucarera, terminó el edificio del Cabildo y comenzó la construcción de la catedral. Gobernó durante una década en paz y con gran crecimiento económico. Hizo un censo que determinó que Tucumán tenía 47.000 habitantes, y realizó otro de producción agrícola.

*

Pues bien, resulta que en ese contexto a fines del mes de Enero de 1852  el coronel Unitario Juan Crisóstomo Álvarez invadió la provincia desde Bolivia, rechazando la paz ofrecida por Gutiérrez.

A comienzos del año 1852, el coronel Juan Crisóstomo Alvarez invadió la provincia de Tucumán; en Cardones tomó una división tucumana, y el 4 de febrero amenaza con “pasar a cuchillo” a todos los prisioneros si se le dispara un solo tiro; el día 5 estaba en Tafí, y el día 10, en Tapia.  Gutiérrez le salió al encuentro y lo derrotó en El Manantial el 15 de febrero, tomándolo prisionero, haciéndolo fusilar en el Rincón de Pajonal, el día 17 del mismo mes y año.

Este, -sin saber el resultado de la Batalla de Caseros que produjo la caída de Rosas- lo derrotó y lo hizo fusilar a él y a sus oficiales por traidor y vendidos al vil oro brasilero.

Es decir, Gutierrez batalló por un gobierno nacional…al momento de la lucha, no existía más….

Curiosamente Urquiza no pediría cuentas a Gutierrez por este fusilamiento. Y se desentendió de los ya ‘libertadores’ Unitarios de la Coalición del Norte y lo mantuvo como Gobernador de Tucumán, siendo el único que lo sostuvo.

Está claro que Urquiza necesitaba apoyos en el interior para su gobierno y no le convenía

Invitado por Urquiza, firmó con los otros gobernadores el Acuerdo de San Nicolás, por el que se llamaba a la Convención que daría la Constitución del 53, y dejaba el mando general de la Nación en Urquiza.

Con los años fue perseguido por distintos personajes Unitarios como Salvador María del Carril. Tuvo idas y venidas en sus luchas por el interior. Huyó varias veces e intentó otras tantas reinstalar gobiernos federales en el interior, junto al Chacho Peñaloza y otros caudillos federales sin conseguirlo.

Murió en Tucumán a en 1880 en el pueblo de Alderetes, al este de la ciudad de Tucumán.

 

FUENTES

 

YABEN Jacinto R.., (“Brigadier General Celedonio Gutiérrez”, en Biografías Argentinas y Sudamericanas, Tomo III, pág. 23-27)

PADILLA, Alberto (“El general Celedonio Gutiérrez y la política en la Confederación”-1946).

TURONE, Oscar ( “Celedonio Gutierrez”- http://www.revisionistas.com.ar/?p=11851

ZINNY, Antonio (“Historia de los Gobiernos de las Provincias Argentinas”. [Noroeste], tomo II, Imprenta y librería de Mayo, Bs. As., 1880, pp. 545 y 546).

Archivo Histórico de Tucumán, sección Administrativa, vol. 56 (año 1841 fojas 62 y  vol.65-72, años 1847-1852. 15 Actas de la Sala de Representantes, de la Biblioteca de la Universidad Nacional de Tucumán, Facultad de Filosofía y Letras, Tomo II, sesión del 24 de Noviembre de 1849.

Diario ‘EL MONITOR FEDERAL’  Nº 65, Julio 21 de 1844 y  N°66, 28-VII-1844, Provincia de Tucumán.

Álbum General de la Provincia de Tucumán en el 1º Centenario de la Independencia Argentina 1816- 1916, publicación oficial, Tucumán 1916, p. 87

 

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[1] MONTORO GIL, Gonzalo V. (‘Gregorio Aráoz De Lamadrid: Otro Homenaje A Un Traidor A La Nación’ https://elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com/2019/03/gregorio-araoz-de-lamadrid-otro.html)

[2] LA GAZETA FEDERAL (‘ GREGORIO ARÁOZ DE LAMADRID ('La Gazeta Federal' www.lagazeta.com.ar -    https://elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com/2019/04/de-pluma-ajena-www.html

[3] SALDÍAS, Adolfo (‘Brig.Tomás Brizuela, otro traidor a la Nación’- https://elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com/2020/04/de-pluma-ajena-adolfo-saldias-brigtomas.html


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