¿ QUÉ ES LA FRANCIA?:
CHARLES MAURRAS…
Hace muchos años y luego de haber
leído a Charles Maurras (Martigues, 20 de abril de 1868-Tours, 16 de
noviembre de 1952) fue este eximio literato, historiador, investigador patriota
francés si alguien me hubiera preguntado qué era, o que significaba, para mí la
nación francesa hubiera contestado sin hesitar que no era ni la Torre Eiffel,
ni la Marsellesa con su bella música y su abominable letra que representa todo
lo dañino que ha sido la Revolución Francesa en esta civilización, sino que era
Charles Maurras.
Fue el primer escritor que había yo
leído –tenía 15 años- y descubrí en sus textos y en la lucidez de su pensamiento (‘Mis Ideas Políticas’, ‘El Porvenir de la
Inteligencia’, etc.) la vía por la cual debería haber transitado cualquier
nación que se dijese soberana o que –dependiente- tuviera que tomar como modelo
para liberarse del yugo sinárquico masón, liberal y comunista que sojuzgaba a
tantos países antes y después de la 2da.Guerra Mundial. Lo que él predijo sigue
hoy vigente, lamentablemente.
En un
profuso artículo en el sitio de la fuera Revista –hoy convertida en un blog-
CABILDO nos hace el obsequio de un
trabajo del escritor e historiador Luis Alfredo ANDREGNETTE CAPURRO (1) ha dicho que Maurras ha sido
“el más grande pensador político de siglo
XX”. Y no falta a la verdad. En el mismo sentido, en su trabajo, el autor
menciona una corta reflexión –y anhelo-
del Padre Leonardo Castellani, pero
abarcativa de todo lo que se puede decir de Maurras: “Algún argentino debería hacer una historia
del movimiento político de Acción Francesa para enseñanza nuestra” (Leonardo
Castellani, “Jauja”, 7-10-1968, “Periscopio”).
Maurras
utilizaba –como parte de su docencia – el estilete de su ironía: cuando alguien
lo acusó alguna vez de ser una persona ‘nostálgica’ para desmerecer su
punzantes verdades, él le dijo mirándolo fijamente una sentencia que hasta el
día de hoy se la recuerda en varios escenarios y reflexiones haciéndola suya
muchos escritores: “Cuando un enfermo
recuerda los tiempos en que se encontraba bien, no suspira por el pasado, sino
por la salud”.
Maurras seguramente no conoció el
pensamiento de nuestro Juan Manuel de Rosas.
Ya Rosas habían basado la acción de
su gobierno en un ‘Empirismo Organizador’
como ya dijimos en otro trabajo nuestro (2)
al cual remitimos y en donde prácticamente se utilizan las mismas palabras y
los mismos conceptos.
Posteriormente en el tiempo Charles
MAURRAS que así mismo basa su pensamiento político en el mencionado ‘Empirismo
Organizador’ dice en su libro ‘Mis Ideas Políticas’(3) escrito en el año 1937, que “consiste
en saber el bien y el mal políticos analizando el presente a la luz del pasado,
para prever a donde se va, a fin de proveer las mejores soluciones La autoridad
soberana tendrá que tomar en cuenta con el mayor realismo de las disposiciones
de su pueblo, de sus capacidades, en particular humanas y financieras, de la
conjetura internacional tanto política como económica. Además, deberá mostrarse
prudente, buscando antes que nada en asegurar la cohesión nacional y la vida cotidiana
de su pueblo… Si bien las tesis de derecho mucho han variado -escribe aún
Maurras-, el resultado de la experiencia histórica es constante. Defino la
función por el resultado. Hago el censo de las eras de prosperidad nacional,
cuando el efecto feliz demostró el carácter beneficioso de la causa, y también
de las horas de crisis cuando todo fue puesto otra vez sobre el tapete. Esto me
sirve de contraprueba. Pero la prueba descansa en la serie de los testimonios
orgánicos y positivos".
Sigue explicando el autor –en un
pensamiento similar al de Rosas- que “Desde
la edad en que se cree pensar, jamás imaginé que las teorías hiciesen nacer las
instituciones. Pero en verdad que yo no podría tampoco negar el poder de una
doctrina justa en el espíritu de un estadista, porque ningún fatalismo
histórico fue jamás de mi agrado. Si se quiere, tuve "teorías", y si
se quiere, todavía las tengo: pero en todo tiempo, esas teorías merecieron nombre,
el que muestra su prudencia y humildad; se llaman el ¡Empirismo Organizador’,
es decir, el aprovechamiento de las dichas del pasado con miras al porvenir que
todo espíritu bien nacido le desea a su país”
“El
examen de los hechos sociales naturales y el análisis de la historia política
conducen a determinado número de verdades ciertas, el pasado las establece, la
psicología las explica y el curso ulterior de los acontecimientos
contemporáneos las confirma y las reconoce; mediante un poco de atención y
seriedad, no necesita un arte muy sutil para dar una aplicación correcta de
aquellas ideas, así deducidas de la experiencia, y que los nuevos hechos
desprendidos de una experiencia posterior tiene la mayor probabilidad de
verificar. En tal caso la deducción es la consecuencia natural de las
inducciones bien hechas. El sentido crítico despierto en la primera parte de la
operación no extingue su antorcha durante los misterios de la segunda, puesto que
se halla en el momento de la partida y en el de llegada”.
“No somos metafísicos. Sabemos que las necesidades
pueden cambiar. Puede haber un momento en que los hombres experimenten la
necesidad de garantizarse contra lo arbitrario por bien numerado artículos de
ley. Hay otros momentos en que esta autoridad impersonal de la ley escrita les
parece un profundo engaño. En el primer caso, reclaman constituciones. En el
segundo, los estatutos les parecen importar cada vez menos, y se interesan más
por la responsabilidad viviente de las personas, y por su acción”.
“El
método que siempre me pareció más acorde con las leyes de la vida, jamás otorgó
un finiquito general y "en bloque" a lo que hicieron nuestros padres.
Con-cediendo a sus personas un piadoso respeto, el espíritu crítico se reserva
el derecho de examinar sus obras y sus ideas.
Pero el espíritu crítico ve claro: el revolucionario no
sabe ni quiere mirar: ‘Del pasado hagamos tabla rasa’, dice su canción. Odio
este programa de amnesia. No, nada de tabla rasa. Entretanto, ¡vía libre!”
Luego, el
pensador antropólogo y escritor también francés, Jacques Marie DE MAHIEU (4) siguiendo a Maurras, nos
dice que:
"El
examen de los hechos sociales naturales y el análisis de la historia política
conducen a cierto número de verdades certeras, el pasado las establece,
la psicología las explica y el curso ulterior de los acontecimientos contemporáneos
las confirma y las reconoce; mediante alguna atención y con alguna seriedad, no
se necesita un arte muy sutil para aplicar correctamente estas ideas sacadas de
la experiencia y que los hechos nuevos de una experiencia posterior tienen la
mayor probabilidad de verificar. En este caso, la deducción es la continuación
natural de inducciones bien hechas…Estamos aquí en las antípodas de la
"conciencia pura e ilustrada" del individuo, en la cual se
manifiestan, según los Enciclopedistas, las leyes de la Naturaleza”.
El sitio “La Contra Reforma Católica del Siglo XXI” cuyo director es Fray
Bruno Bonnet-Eymard se explaya sobre el tema:
“El
Empirismo es una teoría filosófica que enfatiza el papel de la experiencia,
ligada a la percepción sensorial, en la formación del conocimiento. Para el
empirismo más extremo, la experiencia es la base de todo conocimiento. La
experiencia tanto externa o sensación como interna o reflexión constituye el
origen y límite del conocimiento, sirviendo de criterio de validez para el
mismo. El empirismo niega la existencia de ideas innatas, así como la validez
de la intuición intelectual a través de la cual el racionalismo dice obtener
aquéllas”.
“El
empirismo afirma que el conocimiento humano no puede trascender los límites de
la experiencia. La razón debe orientarse hacia finalidades prácticas: los
filósofos empiristas prefirieron seguir el modelo de las ciencias naturales y
experimentales. Se basan en hechos comprobables y utilizan el
método inductivo (por ejemplo la física de Newton)”.
El medio de lucha política de
Maurras fue la recordada agrupación política y culturarl ‘Acción Francesa’.
Desde esa trinchera Maurras dice que su doctrina es una Doctrina de lucha “contra el marxismo y definiendo a la
democracia como el odio que trae la anarquía, con los partidos y las clases, todos enfrentados entre sí”.
ANDREGNETTE CAPURRO cierra su
trabajo refiriéndonos la vida de Maurras durante la 2da. Guerra Mundial y tras
el fin de la guerra.
“….. Durante el
conflicto y ante la derrota de Francia debilitada por el desastroso gobierno de
Blum y ya a mediados de 1940 se aceptó el armisticio y con la parte de Francia
no ocupada fue restablecido el Estado Francés gobernado por el Mariscal Pétain
con su Revolución Nacional. A ella adhirió Maurras, quien acusó al mitómano
Degaulle de traidor. Casi al finalizar el conflicto, y ya con la victoria demo-bolchevique
en puertas, una saturnal de sangre se desató en Francia contra las fuerzas
tradicionales que enarbolando la tradicional Francisca habían combatido contra
Stalin y las pluto-democracias: Maurras fue “juzgado” por un tribunal masónico
bolchevique y gaullista el que con pruebas falsas condenó al Maestro a prisión
perpetua. El gran nacionalista tenía entonces 76 años. El secuestrado por la
democracia pasó entre rejas miles de días. Desde su celda, observaba el
desastre de la IVª República repitiendo la sentencia de Homero: “El
gobierno de varios no es bueno, que haya un solo Jefe”. [Una digresión: el
filósofo oriental Homo Sum decía que ‘nunca suceden bien las cosas que dependen de
muchos’]. La muerte estaba muy cerca
y se le oyó decir: “Mis huesos van a levantar la losa de mis antepasados.
Allí buscaré yo, al caer, la misma verdad”. En el día final expresó a los que
lo rodeaban, que eran: su sobrino, Jacques Maurras, Francois Daudet y Madame
Calzant, esta emocionante meditación: “Toda mi vida he sido un hombre de
esperanza. Para mis muertos he esperado, he anhelado, y pedido la felicidad en
la otra vida; para mi país no he cesado de esperar el restablecimiento y la
salud. Ahora espero para mí. Mi vida se acaba. Mucho he trabajado por Francia,
por este bello país, del que todo lo he recibido. Hubiera deseado vivir todavía
algún tiempo para continuar sirviéndole, para verla surgir de sus ruinas y
entrar en el
orden monárquico y católico,
para volver a encontrar sus tradiciones”.
El gobierno jacobino de su país le
pagó a Maurras la certeza reveladora de su pensamiento en sometiéndolo a vejámenes
que finalizaron condenándole a la cárcel a cadena perpetua. La Francia jacobina
paga así. Pero ya sabemos –con Louis VEUILLOT- que “Pensar de manera distinta a aquellos que se dicen ‘tolerantes’ es algo
que el ‘Partido de la Tolerancia’ no puede tolerar” (5)
Maurras entendía que Francia había
perdido su "grandeza" durante la llamada revolución de 1789, grandeza heredada de
sus raíces romanas y desarrollada por "40 reyes que en un millar de años
crearon a Francia". Según escribió en el periódico Observateur français, la revolución no
fue más que una revuelta negativa que destruyó todo el trabajo.
Hoy día, consecuentemente, sigue siendo un
escritor e historiador prohibido (pero, justamente por eso, no olvidado). Y ya
que hablamos de ‘olvidos’, parece que sus detractores si se han ‘olvidado’
(sic) de lo que ellos mismos han escrito: “Todo
individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho
incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de difundirlas, sin
limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.” (Artículo 19 de
la Declaración Universal de los Derechos Humanos).
Pero bueno, ‘haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago’. Los ideólogos que
tienen como distintivo ‘Liberté, égalité,
fraternité’ y otras sandeces huecas de todo sentido, nos muestran su hipocresía
perenne y, como tales, cuando alguien como Maurras piensa distinto y aciertan
en el diagnóstico de la decadencia de su país, se sacan la máscara erigiéndose
en sus verdugos y asesinos; no solo de él sino también de sus escritos, es
decir, de su palabra a la que quieren, sin poder en su pequeñez, enmudecer.-
++++++++++
(1)
ANDREGNETTE CAPURRO, (‘Reivindicación de Maurras-Charles Maurras: ¡Presente!’ http://elblogdecabildo.blogspot.com/search/label/Charles%20Maurras martes, 3 de julio de 2018).
(2) MONTORO GIL, Gonzalo V. (“El Empirismo Organizador Como Base Para La Restauración De La
Soberanía Nacional” sitio: El Mensajero de la Confederación Argentina https://elmensajerodelaconfederacionargentina.blogspot.com/2019/02/el-empirismo-organizador-como-base-para_27.html)
(3)
MAURRAS, Charles (‘Mis Ideas Políticas’-Ed.Huemul -1962 – Pag.149/150)
(4)
VEUILLOT, Louis (“Los Odeurs de París” -Ed. Crés. Pág. 32- Año 1867).-
(5)
DE MAHIEU, Jacques Marie (“Maurras Y Sorel”-
Cap II Inciso 3 al 9 - Barcelona, 2012).-
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